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jueves, 4 de abril de 2013

La Cámpora asumió en Ar-Sat y la Secretaría de Comunicaciones


 




Las telefónicas no asistieron al acto de asunción. Se espera un cambio en el sector.

Para las empresas telefónicas dominantes no fue una buena noticia que asumieran los jóvenes de La Cámpora en el organismo que maneja la política de telecomunicaciones del Gobierno, ni en la empresa Ar-Sat, que está creando una infraestructura de redes de fibra óptica en el país, además de estar armando un nuevo prestador de telefonía celular. Todo indica que, por eso, los principales ejecutivos de Telefónica, Telecom y Claro decidieron no ir ayer a la asunción del nuevo secretario de Comunicaciones, Norberto Berner -hombre del diputado Wado de Pedro-, ni del presidente de Ar-Sat, Matías Bianchi Villelli -ligado al viceministro de Economía, Axel Kicillof.

Clarín se comunicó con las tres empresas, pero ninguna respondió sobre esta cuestión. En Telecom dijeron que no lo hacían porque estaban “abocados a las acciones en la ciudad de La Plata”. Especialistas del sector -que pidieron anonimato- destacaron las ausencias de las telcos, frente a la presencia de empresas pymes y cooperativas, gremialistas, Kicillof y los diputados De Pedro y Andrés Larroque, de La Cámpora, entre otros.

Mientras la tragedia se abatía sobre La Plata, el ministro de Planificación y Servicios, Julio De Vido, hizo un acto donde les tomó juramento a los dos jóvenes de La Cámpora, que reemplazaron a funcionarios incondicionales suyos.

El ministro buscó minimizar la asunción, en un comunicado que tituló “De Vido exigió inversiones a empresas de telefonía celular”, en cuyo quinto párrafo recién mencionó a los nuevos funcionarios: “Es muy importante pensar que el proceso de transformación va a profundizarse con la incorporación de Norberto (Berner) y Matías (Bianchi Villelli), generando todas las articulaciones que sean necesarias, trabajando en equipo, como lo venimos haciendo en estos años de gestión”, dijo ahí De Vido.

Los especialistas coincidieron en que la llegada de La Cámpora podría ser un cambio de rumbo en la política de telecomunicaciones y estimaron que podría terminarse la estrategia de hacer acuerdos con las telefónicas, que tenía De Vido.

El renunciante secretario de Comunicaciones, Lisandro Salas, tenía fluidas relaciones con las grandes empresas del sector y trabajó en los acuerdos que el Gobierno hizo con las telefónicas, lo mismo que Pablo Tognetti, desde Ar-Sat.

El nuevo secretario de Comunicaciones fue director de Telecom -por la ANSES-, donde reclamó a los accionistas privados una reducción en el reparto de ganancias y un aumento en las inversiones. La Cámpora impulsa ahora un mayor control de las telefónicas, junto a una fuerte presencia del Estado como prestador de servicios de Internet, transmisiones satelitales, TV digital y telefonía celular.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El Gobierno presentó Libre.ar, la empresa estatal de Telefonía Celular

Tras quedarse con las bandas que pertenecían a la vieja Movicom, el Estado tendrá su propia compañía. También inauguraron 17 estaciones de TV Digital.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, anunciaron esta tarde la creación de Libre.ar, la compañía estatal de telefonía celular y que será el puntapié inicial para que el Gobierno entre en el mercado. De esta forma, se buscará competir contra Claro, Movistar, Personal y Nextel. Sin embargo, esta decisión tuvo bastantes críticas, ya que de la licitación de las bandas de la vieja Movicom-Bellsouth, sólo estaba en condiciones de ganarlas la empresa Claro, aunque hubiese configurado un monopolio.
En septiembre, se habían presentado las empresas Claro, Multitrunk (Grupo Roggio), Nextel, Telecom, Viettel y Superphone (del grupo Vila-Manzano), de las cuales cuatro "no aseguraban la condición financiera y patrimonial que garantizara que iban a hacer las inversiones para desarrollar las frecuencias", dijo el ministro.
La empresa Claro "era la única con posibilidades", pero otorgarle las frecuencias a un solo oferente "hubiera sido un proceso de concentración que finalmente terminaría en una situación de monopolio", declaró De Vido en su momento.
De Vido declaró que "junto a Axel Kicillof, esperan cambiar el mercado de telefonía en la Argentina". Libre.ar representará el 25% del espectro de las redes.
El evento que se realizó en el predio de AR-SAT, en Benavídez, la Presidenta y el ministro inauguraron también 17 estaciones de TV digital abierta, situadas en las ciudades de Chivilcoy y San Miguel del Monte, en la provincia de Buenos Aires; Villa Ángela, en Chaco, y San Rafael, en Mendoza; Jachal, en San Juan; Santo Tomé, en Corrientes; Neuquén capital; General Alvear, en Mendoza; Ushuaia, en Tierra del Fuego; Frontera y Ceres, en Santa Fe; Rawson, Trelew y Comodoro Rivadavia, en Chubut; y Puerto Deseado, Río Turbio, Pico Truncado y Puerto San Julián, Santa Cruz.
La presidenta destacó que la TV Digital incorporó nuevos canales como América, Telefé y Canal 9, y un canal para las personas de la tercera edad.
Tags: AR-SAT,  Benavídez, CFK, TV Digital, Libre.ar,

domingo, 21 de octubre de 2012

AR-SAT, una estatal que hace negocios millonarios sin control

Nació como empresa de satélites. Sumó Internet, TV digital y telefonía. En tres años moverá unos US$ 2.600 millones. Tercerizaciones de contratos, comisiones y compras directas, sin controles.
AR-SAT nació en 2006 como empresa estatal de satélites. Paulatinamente, el Gobierno le agregó nuevos rubros: internet, TV digital, telefonía. En ella, todo es grande: en tres años, gastará más de US$ 2.600 millones. Y todo ese dinero circula sin los controles habituales del Estado. Tercerización de contratos, cambios de licitaciones a último momento, comisiones, compras directas, son la norma.
La TV digital es uno de los mayores desafíos de AR-SAT. Entre el año pasado y este, ya desembolsó en el rubro más de $ 3.000 millones. Por un lado, en la red de un centenar antenas emisoras que deberá cubrir todo el país. Por el otro, los decodificadores que se colocan en cada televisor, que se cuentan por millones. ¿Cómo administra la empresa esos recursos? Los tercerizó: contrató a INVAP, la empresa pública que se define a sí misma como especialista en tecnología nuclear y proyectos espaciales, para que ejecute el sistema de TV. Lo establece el contrato firmado el 20 de enero de 2010, por el cual INVAP se compromete a hacer el "diseño, construcción y puesta en servicio de una plataforma integrada por los sistemas de transmisión y recepción de señales digitalizadas". ¿El objeto? Que las compras puedan ser "orientadas" por AR-SAT a través de un Comité Asesor, pero ejecutadas por INVAP, con un menor nivel de control. Un dato: Néstor Pablo Tognetti, presidente de AR-SAT, fue gerente de Proyectos Especiales del INVAP hasta que pidió licencia para pasar a AR-SAT. El Tribunal de Cuentas de Río Negro analizó sus dobles roles empresarios ya en 2007. Tognetti no respondió al ser consultado para este artículo por Clarín: " No hago declaraciones a la prensa" , dijo.
En paralelo, corren otros sinuosos caminos por donde pasan millones y millones. Un caso es la compra de decodificadores de TV digital por $ 160 millones a Cirigliano en mayo de 2010, un mes después de que éste fuera procesado por soborno al secretario de Transporte. Otro: por la ley de sociedades, la 19.950, AR-SAT no podría regalar los decodificadores que compra: se armó una figura por la cual son contratistas del ministerio de Planificación al que cobran comisión por hacerlo. Otro: la adquisición de insumos para las antenas genera dudas entre los técnicos de la compañía: "eligieron procesadores de NEC, más caros que los de Harris", dicen. Además de problemas puntuales de estabilidad de las antenas (ver pág. 7 ). O ampliaciones directas de contratos, como la de kits satelitales propuesta por Bawsey Internacional en enero de 2011, que tenía como particularidad que el 50% se pagó por adelantado y el resto contra entrega. Cada set vale US$ 300.
En el universo original de AR-SAT -satélites-, los proveedores son pocos. Así, en la empresa inventaron una figura, el CEPI (Concurso Específico por Invitación) para reemplazar las licitaciones cuando los oferentes en el mundo se cuentan con los dedos de la mano. Pero cuando el objeto de la empresa se fue ampliando, " el CEPI se utilizó para evitar compulsas públicas en muchos casos", señalan quienes siguen de cerca esas compras. Los contratos son otra especialidad de la empresa. Algunos recuerdan el que se hizo con Venezuela por TV digital, de 1.500 páginas, que se firmó en 24 horas : Tognetti le reclamó más tiempo para analizarlo a Roberto Baratta (número 2 de Julio De Vido), pero este le respondió "Es tiempo suficiente", en un mail el 20 de marzo pasado a las 13.33 horas. Tognetti insistió a las 13.42 que hacían falta dos semanas de trabajo, argumentando "sería bueno que el que te alcahuetea lo haga bien". Baratta no se amilanó: a las 13,55 le retrucó: "Yo no tengo alcahuetes!!". Problemas típicos de una empresa sometida a tironeos por poder y dinero (ver Referentes ...). Esa tensión se eliminó en otro contrato, firmado con la proveedora satelital Arianespace, bromea un hombre de AR-SAT: "estaba en inglés, idioma que sólo hablaba uno de los ejecutivos presentes; se tradujo seis meses después" .
Las licitaciones son uno de los contratos más interesantes de revisar. Por caso, aquellas por las que AR-SAT contrató la construcción de 22.000 km de fibra óptica. El día anterior a la apertura, según fuentes internas de la compañía, apareció una cláusula nueva , que requería haber construido antes más de 2.000 kilómetros de fibra. Eso dejó afuera a muchas empresas chicas. "El costo saltó de 14 a 30 dólares el metro, unos US$ 180 millones de diferencia", estimó uno de los que participó del negocio. Justo ahí aparecieron las empresas amigas del poder. Pero eso es otra historia.

© POR MARCELO CANTON