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martes, 28 de mayo de 2013

La Banda Ancha en la Argentina ya cuenta con más de 7 millones de conexiones


Los accesos de alta velocidad ya tienen una tasa de penetración del 49,3 por ciento de los hogares, impulsado por la oferta de cable y xDSL, de acuerdo al reporte elaborado por de forma conjunta por Cisco e IDC

El acceso a la banda ancha en la Argentina ya cuenta con 7,17 millones de accesos y alcanza al 49,3 por ciento de los hogares en el segundo semestre de 2012, de acuerdo a informe Barómetro, elaborado por Cisco de forma conjunta con la consultora IDC. Esta cifra representa un crecimiento del 2,72 por ciento respecto al último reporte de 2011, cuando el mercado local registró unos 6,98 millones de conexiones de Internet de alta velocidad.

El acceso a banda ancha fija contabiliza unos 5,97 millones de conexiones, y las tecnologías predominantes son el xDSL por línea telefónica, un 3,5 por ciento mayor respecto al anterior período, seguido por el acceso por cable, que reflejan un mayor crecimiento, con el 5,9 por ciento.

En este punto, más de la mitad de los accesos de banda ancha fija, el 52,1 por ciento, son conexiones que tienen planes mayores a 2 Mbps, un reflejo del incremento que tuvieron los proveedores de Internet al ofrecer servicios con mayores velocidades. Esta tendencia se refleja en mayor medida en los planes ubicados en la franja de 2 a 5 MBS, que creció del 35,4 por ciento a un 81,8 por ciento en el segundo semestre de 2012.

En cuanto al acceso a Internet móvil, definida por el informe a aquellos usuarios que tienen un módem USB, se ubicó por encima de las 1,2 millones de conexiones, una reducción del 1,7 por ciento registrado de junio a diciembre del año pasado. Este servicio de Internet móvil, definida como un tipo de conexión complementaria, no contabiliza aquellos accesos a la Red desde teléfonos inteligentes y tabletas, que experimentaron en el último año un crecimiento del 80 por ciento, según IDC.

Para 2017, el pronóstico del Barómetro de Cisco e IDC para la Argentina estima unos 9,8 millones de conexiones (tanto fijas como móviles), con un 74,6 por ciento de los accesos fijos con una velocidad mayor a 2 Mbps. Por su parte, el último reporte del Indec de accesos residenciales a Internet detalla que en la Argentina existen unos 10,9 millones de accesos a banda ancha en todo el país a diciembre de 2012, pero esta cifra incorpora a las conexiones móviles inalámbricas, un segmento que el Barómetro de Cisco e IDC dejan de lado por considerar a estos accesos como complementarios. 

En el detalle, el informe de Accesos a Internet del Indec detalla en el apartado de banda ancha unos 4 millones de accesos, compuestos por unos 3,1 millones de accesos x ADSL junto a unos 947.000 clientes de acceso a Internet de alta velocidad por cable..


sábado, 15 de octubre de 2011

Telecomunicaciones: una década marcada por la transformación digital..



Telecomunicaciones: una década marcada por la transformación digital

En 2003 había sólo 100 mil conexiones a Internet en la Argentina. Las explosiones de la banda ancha y de la tecnología móvil redefinieron el consumo de productos y servicios digitales. Un repaso por esta fascinante transformación.


En el año 2003, cuando Néstor Kirchner llegaba a la presidencia, unas 100 mil conexiones unían a los argentinos con Internet (hoy son más de 5 millones). El mismo número, 100 mil, serán las tabletas que se venderán este año en nuestro país. Allá por 2003 había unas 6 millones de líneas celulares, hoy son más de 50 millones, más que la población argentina. 


De redes sociales como Facebook no se oyó hablar en forma masiva hasta 2007. Ahora, más de 12 millones de argentinos las usan.


Estos son algunos de los datos duros que dejó a Clarín el analista Enrique Carrier en una conversación sobre la impactante transformación que vivió este mercado durante estos dos últimos períodos presidenciales.


La tecnología clave en esta evolución es la banda ancha, es decir, los accesos permanentes y de alta velocidad a la "autopista digital". Estos accesos –que comienzan a comercializarse en la Argentina recién en 2001, poco antes de la gran crisis—, fueron el catalizador de otros desarrollos y de nuevos productos.


Y lo seguirá siendo aún más en el futuro, estima el analista, que dirige la consultora Carrier & Asociados. Para que tengan sentido equipos como los smartphones y tabletas (que se conectan vía Wi Fi), o los televisores de última generación (que reciben parte de su contenido desde Internet), se requiere de una fuerte infraestructura de banda ancha.


Estas conexiones de alta velocidad fueron el único servicio que no se resintió por la crisis de 2001. "Por entonces eran una novedad y la crisis no llegó a afectar su crecimiento -dice Carrier-. Había gente con poder adquisitivo que siempre estuvo dispuesto a comprarla. Donde sí se reflejó mucho la crisis fue en la venta de computadoras, que registró una caída violenta. Y en la cantidad de líneas de celulares".


Con la recuperación económica, la Argentina acompañó el ritmo de consumo de tecnología digital del resto del mundo. Pero aquí se registró un particular boom en telefonía celular, a partir de que las grandes compañías operadoras incorporaron la tecnología GSM en sus redes, dice Carrier. Eso fue a fines del 2003, principios del 2004.


Esta tecnología, que introduce los chips en los teléfonos, hizo que los aparatos se vendieran a mejor precio, que los servicios sean más baratos y, además, que los mensajes de texto (SMS) pudieran transmitirse libremente entre los distintos operadores. Aunque parezca increíble, esto no era posible hasta ese momento.


Entre 2006 y 2008 se produjo un gran recambio de teléfonos celulares. Empezaron a pisar fuerte los equipos multimedia, con reproductor de música y cámara de fotos. Y con el lanzamiento de la banda ancha móvil (3G), aparecen los primeros smartphones (celulares con un sistema operativo de avanzada, al estilo iPhone).


Hoy, la gran novedad, para Carrier, son los "teléfonos sociales". Técnicamente son parecidos a los celulares tradicionales, pero traen preinstaladas algunas aplicaciones de los smartphones, especialmente, las más populares y usadas por el público: correo electrónico, mensajería instantánea, Facebook y Twitter.


"Es lo que el usuario común pide de un teléfono. A pocos les importa si se trata concretamente de un smartphone, ni siquiera reconoce cuál es la diferencia entre uno y otro equipo, lo que sí importa es que se pueda entrar a Facebook, ver las fotos de la novia, etc", dice Carrier a Clarín.


"En el tema de Internet móvil se está dando un paralelismo a lo que fue la incorporación de la voz en teléfonos celulares. Ahora nos parece increíble que para hablar tengamos que llegar a casa, a la oficina o buscar un teléfono público. Lo mismo está pasando con Internet. La gente quiere seguir estando en contacto en todo momento, incluso en momentos de tedio como puede ser un viaje o una espera".


Tabletas y televisores "inteligentes"


Las tabletas son las estrellas del momento, el equipo del deseo. Y aunque por ahora es producto de pocos, también tiene un destino masivo. Para Carrier, lo que estamos viendo en este momento en ese mercado no es indicador de lo que va a suceder. "El público que hoy tiene una tableta es muy informatizado. También tiene un smartphone y una computadora. Y se da el lujo de disponer de un dispositivo intermedio, que usa básicamente para consumir contenido. Para sentarse en un sillón y navegar".


Para ver lo chico de este mercado, en la Argentina este año se van a vender 100 mil tabletas, frente a más de 3 millones de computadoras.


Aún sin saber qué impacto real tendrán en el futuro las tabletas, lo seguro, para Carrier, es que estamos cambiando de un paradigma en el que todo el mundo digital giraba alrededor de una computadora por otro descentralizado, con múltiples dispositivos siempre conectados. Y este es el motivo que explica la emergencia de los sistemas basados en "la nube", es decir que vincula a todos los dispositivos entre sí a través de Internet.


Finalmente, el mercado de los televisores y la televisión está viviendo un proceso de grandes transformaciones. "Hace 20 años se planteaba si ganaba la tele o la computadora. Ganó la computadora, pero se disfrazó de tele", dice Carrier, en referencia a los nuevos televisores "inteligentes", que incluyen algún dispositivo que lo conecta a Internet.


La banda ancha seguirá transformando aún más a la televisión: el acceso de contenido a esas grandes pantallas conectadas obligará a un fuerte replanteo en la forma en que los productores distribuirán su contenido. Y eso se verá en los próximos años.