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martes, 11 de marzo de 2014

Entrevista a Osvaldo IADAROLA, Secretario general de Foetra



El secretario general de los telefónicos explica por qué hoy es inviable una reunificación de la CGT y critica la postura de Hugo Moyano

 Secretario general del sindicato telefónico desde 1997, OSVALDO IADAROLA militó en las filas del Movimiento de Trabajadores Argentinos junto con Hugo Moyano, y hoy revista en la CGT más cercana al oficialismo. En una entrevista con Tiempo Argentino, habló de las diferencias políticas que lo separan del espacio del líder camionero, entre otros temas. Analizó el contexto en el que se desarrollan las actuales negociaciones paritarias y, aunque defendió el modelo de un gremio por rama de actividad, reconoció que hay organizaciones "que no llevan a la práctica la democracia sindical".   

– ¿Cómo ve las paritarias? –
Si bien hay un proceso inflacionario que está reconocido por todo el mundo, la realidad es que este año es un momento más crítico por los acontecimientos económicos. En este marco, veo una gran responsabilidad de la dirigencia del movimiento obrero. Te cuento una anécdota: en 1975 el gremio telefónico sacó casi el 65% de aumento, salimos en la tapa de todos los diarios, a los pocos días la UOM sacó el 130% de aumento. Y después, a los 15 o 20 días vino el Rodrigazo, proceso tremendo que a los que más castigó fue a los sectores populares. ¿Por qué digo esto? Esa experiencia, en un momento en donde yo diría... no sé si de un golpe financiero, pero realmente hubo un apriete muy grande del capital especulativo. Entonces, se da algo: nunca noté tanta preocupación por sectores que no tienen nada que ver con el movimiento obrero para impulsar la paritaria, para tratar de involucrarse por el costado en la paritaria del movimiento obrero. 

– ¿A quienes se refiere? –
Grupos económicos, determinados sectores de la prensa, que generan expectativas. En ese marco, que es la característica de este año, yo veo mucha responsabilidad en cuanto al movimiento obrero. Porque en un proceso inflacionario los dirigentes tienen la obligación de mantener el poder adquisitivo de los compañeros nuestros, pero también la responsabilidad de no ser nosotros los promotores de un espiral súper inflacionario que termine con un Rodrigazo. 

– ¿Cómo se resuelve esa tensión entre luchar por mantener el poder adquisitivo y mostrarse "responsable"? –
Siempre hay una diagonal entre el mundo sindical y el empresarial que a el camino de la negociación. En nuestro sector no tenemos empresas que tengan procedimientos de crisis, tienen buena rentabilidad, así que es un marco proclive a sacar una buena paritaria. 

– ¿Cuánto van a pedir? –
Eso no lo sé, te digo honestamente. Todavía no está convocada (la paritaria), vence el 30 de junio, la convocamos en la segunda quincena de marzo. Nuestra modalidad es siempre no pedir adelanto de las paritarias ni nada, nos sentamos a discutir por el segmento del año, la paritaria es anual. 

–Usted militó en el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) con Hugo Moyano en la época de confrontación con el menemismo.  –
Sigo en el núcleo del MTA. Moyano eligió un camino, a nuestro modesto entender, equivocado. ¿Por qué? Porque en todo gobierno hay temas críticos, es así. Lo que en el movimiento obrero no podemos dejar de reconocer es que antes de 2004 la paritaria estuvo once años congelada, la tasa de desocupación era de dos dígitos, hay seis millones de trabajadores incorporados. Muchas veces se habla con liviandad, pero seis millones es mucha gente. Hay dos millones más de jubilados que se incorporaron y cobran mensualmente. Y en el caso nuestro, las telecomunicaciones, ningún gobierno hizo un plan en telecomunicaciones como este. Hoy estamos arriba de Brasil, se creó una empresa de telecomunicaciones 100% nacional satelital y terrestre, Arsat. Metimos 19 mil km de fibra óptica en los lugares pobres. Es otra Argentina desde el punto de vista de las telecomunicaciones. EN MEDIO DE ESTE MARCO, CREO QUE SE EQUIVOCÓ DE CAMINO HUGO MOYANO. Ahora, Perón decía: cada uno es artífice de su propio destino. Él eligió ese camino, bueno, el final y todo es un tema que le compete a él, no a nosotros. Nosotros seguimos en el MTA, queremos ser coherentes, bancamos a este gobierno con las críticas que habrá que hacerle, pero tenemos definido el apoyo en forma irrestricta a este proceso que se está dando. 

– ¿Hay posibilidades de unidad en este contexto? Barrionuevo no es una figura que le caiga simpática al MTA… –
Sí, pero te digo la verdad: el problema no es sólo por tal o cual dirigente. El problema son las políticas. Si hoy nosotros tenemos que hacer un análisis del movimiento obrero, y lo digo con total respeto, hay cinco conglomerados, de alguna manera, esa es la realidad. No creo en esa figura de la unidad, en juntarse y amontonarse, creo en la unidad con un proyecto político. Como sector social, nosotros los trabajadores, esté el actual gobierno o quien fuere, siempre tenemos que tener un proyecto para expresar a este sector social en la disputa de poder, esto es así. Pasa que la gran división actual es entre sectores que tienen un proyecto y sectores que no lo tienen, o un proyecto contradictorio con lo que estamos diciendo, desde el punto de vista del campo social, político y nacional. Entonces, en eso yo no tengo expectativas. Porque unificar significa unificarse con un proyecto claro, definido y llevarlo adelante. He participado hace muchos años en congresos donde estábamos todos de acuerdo, termina el congreso y cada uno sigue con su política. No tiene ningún sentido. Hoy hay comentarios que dicen que si cada uno de los líderes de determinados espacios renuncia y se juntan todos… no estoy de acuerdo en eso. 

–Más allá del reciente fallo de la Corte Suprema, hay un debate por la democracia sindical que pone de relieve la necesidad de cierta oxigenación en la conducción de los gremios. Usted es secretario general desde 1997. ¿Cuál es su visión?  –

Estamos de acuerdo con el modelo sindical vigente, un sindicato por rama de actividad. Ha demostrado efectividad. No se puede representar intereses colectivos seccionando en sectores, es lo más contradictorio que hay. Este sindicato lo fundaron en el '28 los anarcosindicalistas y socialistas y, a la hora de resolver, resolvía la asamblea y se acataba. No eran tontos, sabían que representaban intereses colectivos, pero a la hora de negociar o peticionar tenían que ser una sola voz. Este modelo es con el que estamos totalmente de acuerdo y defendemos. Ahora, es verdad que hay sindicatos que no la llevan adelante (la democracia sindical). Honestamente, creo que es un error de la dirigencia porque el poder que tiene el sindicato es a través del marco colectivo: cuanto más se discute, más formada está la gente y participa en las decisiones, más poder te faculta. Yo no estoy de acuerdo cuando dicen que con la actual ley no se puede ejercer la democracia sindical, están dadas todas las condiciones. Lo que sí, hay sectores empresariales con interés en seccionar al movimiento obrero. Acá no hay lista única, cada mandato que hay que ir al ruedo hay tres o cuatro listas, la última vez toda la oposición se unificó. Te pongo un ejemplo: en Chile, hace ocho o diez años atrás, había 23 sindicatos de telecomunicaciones, después llegaron a 27 y hoy rondan los 30 sindicatos. En algunas oportunidades que tuve de encontrarme con algunos –nunca están todos juntos– les pregunté cuántos conflictos ganaron. "No, nunca ganamos ningún conflicto."