sábado, 18 de octubre de 2014

70.000 mil Razone$....





SUELDAZO militante en el PAMI !!
 
Agitar con el lema nacional y popular, y en los hechos Ganar Por Mes 70 Mil Pesos de un cargo público es una práctica habitual de la Cámpora.

En el PAMI de la provincia de Mendoza quien fue designado en noviembre de 2013 como el funcionario de mayor jerarquía es el médico Marcelo Álvarez. Este funcionario a los seis meses de hacerse cargo del PAMI en Mendoza ya cobraba un sueldo de 70 mil pesos. Muy alejado del salario promedio en la provincia cuyana que, según el último estudio del INDEC, alcanza los 7.712 pesos por mes. Mientras que el trabajo no registrado alcanza el 32.8 por ciento en el Gran Mendoza. Sin hablar del trabajo esclavo e infantil ya denunciando por la Alameda y detectado por la justicia e inspecciones.

Es llamativo que en el recibo de sueldo de Álvarez se le pague por función jerárquica, y además se hace otro pago por "adicional tramo", y otro monto más por su rol como jefe que es "capacitación y desempeño". Pero eso no es todo. Al recibo le agregan otro ítem "trabajo efectivo profesional con titulo de grado". 

El titular del PAMI, Marcelo Álvarez, tiene a su cargo 300 trabajadores. El día que asumió dejó un huella en la mente de todos los empleados. “Como dice ‘La Jefa’, tenemos que trabajar por los 40 millones de argentinos, estén a favor o no del Gobierno nacional”. Asimismo en el recibo figura el medio aguinaldo de 25 mil pesos pero es el período de junio, así que habría que actualizar con los aumentos salariales.
http://www.fundacionalameda.org/2014/10/el-sueldazo-de-la-campora-en-el-pami.html

miércoles, 15 de octubre de 2014

Cuenta regresiva para el lanzamiento del ArSat-1



Primero será el estruendo infernal. Después, el cohete envuelto en lenguas de fuego, rasgando el espacio como si ascendiera en cámara lenta. Esta escena teñida de futuro ocurrirá mañana, a las seis de la tarde, hora local, cuando el ArSat-1, el primer satélite geoestacionario producido por un país latinoamericano, sea lanzado al espacio desde la base aeroespacial de Kourou, en la Guayana Francesa.
Diseñado, integrado y sometido a ensayos por Invap SE, este nuevo satélite made in Argentina marca un avance tecnológico de primer orden: si todo sale como está previsto, con este lanzamiento el país se incorpora a la élite de naciones poseedoras delknow how indispensable para hacer frente a los monumentales desafíos que implica poner uno de estos aparatos a casi 36.000 km de altura para brindar servicios de telefonía y datos, TV e Internet. Los otros siete miembros del club son Estados Unidos, Rusia, China, Japón, Israel, la India y la Unión Europea.
Aunque fue imposible contactar a las autoridades de ArSat, empresa estatal encargada de llevar adelante el Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, la opinión de los especialistas es unánime: poner en órbita un satélite de comunicaciones es entrar en las grandes ligas de la actividad espacial.
"Es súper importante -se entusiasma el ingeniero Ariel Lutenberg, investigador del Laboratorio de Sistemas Embebidos de la Facultad de Ingeniería de la UBA, grupo que colabora con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae)-. Sin desmerecer los satélites científicos, diseñados y armados en la Argentina, los de comunicaciones presentan dificultades en muchos planos. Entre otras, que tienen un ingrediente comercial: por ejemplo, pueden tener que transmitir la final de la Copa del Mundo, información bancaria... Es decir, no pueden fallar y tienen que convencer a sus potenciales clientes de que son suficientemente confiables como para que los elijan para ser su carrier de información."
El desarrollo del ArSat-1 empezó en 2007, tras el requerimiento del Gobierno para que la empresa Argentina Satelital armara una constelación de satélites geoestacionarios que cubriera todo el territorio argentino. El plan surgió de la necesidad de retener las posiciones orbitales que la Unión Internacional de Telecomunicaciones le había asignado al país. Estos slots [o "cajas"] se pierden si no se utilizan dentro de un cierto lapso, generalmente tres años, y hasta ahora la Argentina estaba alquilando viejos satélites para mantener los derechos orbitales a un costo de alrededor de 25 millones de dólares anuales.  
El país "podría haber ordenado inmediatamente un par de satélites a los numerosos y confiables constructores internacionales -afirma la NASA en un documento dado a conocer hace unos días-. [Pero] probablemente a partir de la exitosa experiencia del programa SAC-D se decidió seguir un camino muy diferente. Se concibió un plan audaz y ambicioso (...) ya que la Conae, la agencia espacial nacional, había estado enfocada en la observación terrena y el apoyo a actividades productivas y económicas. (...) No había experiencia en la construcción de satélites de comunicaciones y las destrezas requeridas eran totalmente distintas".
En esencia, un satélite de comunicaciones es un espejo, explica Lutenberg: "Uno manda un haz de radiación electromagnética para arriba y regresa una cobertura de menor intensidad, pero que «ilumina» un área mucho más amplia".Las posiciones orbitales se agotan y hay algunas más valiosas que otras. En el caso del ArSat-1, que ocupará la de 72° Oeste, el área de cobertura abarcará la Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. El aparato tiene 3,5 Kw de potencia y 24 transponders de la banda Ku [uno de los rangos de frecuencias utilizados en las comunicaciones vía satélite] .
"Las bandas asignadas a la Argentina son la Ku y la C, y se está negociando la Ka -explica Tulio Calderón, gerente del área aeroespacial de Invap durante el desarrollo del satélite-. Cada una tiene características específicas. Por ejemplo, la banda L tiene una longitud de onda de 20 a 30 cm, atraviesa muy bien las nubes, pero requiere de antenas muy grandes. La C, que usa la TV en Brasil, es óptima para lugares donde hay lluvia. La Ku tiene una longitud de onda mucho más corta, la lluvia la atenúa un poco, pero necesita antenas mucho más chicas y transporta mayor cantidad de datos en menos tiempo. El ArSat-1 es puro Ku, ideal para datos y TV en una geografía como la argentina, que tiene poca interferencia de tormentas. Es la más común y se utiliza sobre todo para voz, datos e imagen."
"El geoestacionario tiene una sola carga útil -detalla-, pero por ejemplo el SAC-D [que la Conae puso en órbita el 11 de junio de 2011] llevaba siete experimentos diferentes. Ahora, si los paquetes científicos dejan de funcionar una vez que se recogieron los datos, no importa; pero los comerciales tienen que andar, y cuanto más tiempo, mejor. Al SAC-D lo hicimos con la NASA usando las últimas tecnologías, el «estado del arte». En éste, en cambio, había que convencer a las aseguradoras, que siguen el proyecto desde el día cero y conocen hasta el último tornillo. Hay que probar que todo funciona ante terceros." La póliza del ArSat-1 cubre al satélite en toda su vida útil, calculada en 15 años, y tiene una baja prima de riesgo.
Pero si las dificultades en tierra son considerables, las que enfrenta desde su lanzamiento son "de terror". Para la NASA, "desde muchos puntos de vista, los satélites geoestacionarios están más cerca de una misión interplanetaria".
"Se colocan a 36.000 km de altura porque en esa órbita dan una vuelta a la Tierra por día [es decir, su período orbital es igual al de rotación del planeta: 23 horas, 56 minutos y 4,09 segundos. Esto hace que desde la superficie el satélite parezca inmóvil en el cielo] -ilustra Calderón-. Pero para llegar a esa altura, casi cien veces más que la de la Estación Espacial Internacional, el cohete lo «larga» a gran velocidad radial [alejándose de la Tierra] cuando llega a unos 250 kilómetros de altura y lo coloca en una órbita muy elíptica, cuyo apogeo es a 36.000 km y su perigeo [su punto más bajo] a apenas unos cientos de kilómetros. Cuando baja, la Tierra lo lanza hacia arriba a gran velocidad y allí es cuando el equipo de la Estación Terrena de Benavídez tiene unos minutos de ventana para prender una ráfaga del motor de a bordo y «circularizar» la elipse. Para esas maniobras, que se realizan dos o tres veces durante las tres primeras semanas, el satélite usa el 80% del combustible que lleva."
En las instalaciones de Benavídez, un equipo entrenado en Europa y con más de 18 años de experiencia en satélites se apresta a conducir todo el proceso. "Ya estamos en la cuenta regresiva -comentaba ayer un ingeniero de ArSat-. Setenta y dos horas antes del lanzamiento ya empezó a funcionar el sistema de navegación en condiciones de vuelo. Practicamos cientos de veces en nuestros simuladores y estamos listos."
Mientras tanto, en el campus de Bariloche de Invap, el ArSat-2 ya entró en etapa de pruebas en el Centro de Ensayos de Alta Tecnología.
Aunque todavía no revelan precisiones, Invap va en camino de convertirse en un proveedor internacional de satélites.

Casi la MITAD de los TRABAJADORES del país está en la INFORMALIDAD



El índice, del 46,8%, surge del total de ocupados, sean asalariados o independientes; en los jóvenes llega al 61,6%; lo calculó la OIT con datos del Indec
   
La informalidad laboral afecta al 46,8% de los trabajadores en la Argentina, y la tasa trepa al 61,6% si se considera sólo el segmento de los jóvenes de entre 15 y 24 años. Los índices, correspondientes a 2013, surgen del conjunto total de ocupados (asalariados y cuentapropistas), están en un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y fueron elaborados sobre la base de información de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.

El porcentaje total implica que unos 7,2 millones de trabajadores de las áreas urbanas del país trabajan sin acceso a los derechos de la seguridad social. El informe titulado "Transición a la formalidad en América latina y el Caribe “fue difundido ayer en esta ciudad, en la segunda jornada de la 18» Reunión Regional Americana del organismo, que integran funcionarios de gobiernos, sindicatos y empresas.

La tasa de informalidad de la Argentina coincide con el índice promedio de América latina y el Caribe, y si bien es elevada, tuvo un descenso desde 2009, cuando era del 49,2%. En el período, sin embargo, no se registró un alivio en la tasa de informalidad del empleo juvenil.
Según la OIT (que basa sus estudios en los relevamientos oficiales), Costa Rica es el país con el índice más bajo, con el 30,7%, y el problema reviste la mayor gravedad en Guatemala, con una tasa del 73,6%. La problemática del trabajo fuera de la ley es un tema protagónico en este encuentro, al que asisten 19 ministros de Trabajo -entre ellos, Carlos Tomada- y más de 500 funcionarios y dirigentes de 33 países.

La informalidad está estimada para el universo total de asalariados e independientes. Respecto del primer grupo, en el caso de la Argentina, el Indec difundió días atrás que la falta de aportes afecta al 33,1 por ciento de los trabajadores. El organismo de estadísticas no difunde, en sus informes periódicos, cuántos cuentapropistas no hacen contribuciones a la seguridad social, pero esos datos están en la encuesta permanente de hogares (EPH) y les permiten a los especialistas calcular la tasa de irregularidad en ese grupo de trabajadores.
Es un índice que sí difunde, por ejemplo, el Barómetro de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA): con base en un relevamiento propio, esa institución educativa informó que en 2013 un tercio de los asalariados y siete de cada diez cuentapropistas no tenían aportes; así, el índice general de informalidad resultó de 49%, un nivel algo superior -pero no muy diferente- al informado ahora por la OIT.

En el promedio de la región, un 33,7% de los dependientes está en vínculos irregulares, mientras que el 82,3% de los cuentapropistas trabaja sin protección social. Así lo indicó, en una charla con periodistas, el especialista en el tema de la oficina regional de la OIT, Juan Chacaltana.
Este problema, que desafía a adoptar estrategias desde varios ángulos, es más grave entre los pobres y entre quienes tuvieron una menor formación educativa. En la Argentina, entre las personas ocupadas que sólo accedieron, como máximo, a la escuela primaria, la informalidad es de 64,8%, mientras que la tasa es algo inferior a un tercio entre quienes lograron llegar a una educación de nivel superior. Otro segmento de alta vulnerabilidad es la microempresa (1 a 10 empleados), en la que en la Argentina hacen tareas tres de cada diez informales.

El informe regional destaca que todos los países (salvo Honduras y México) tuvieron alguna mejora desde 2009: en el promedio, se cayó de 50,1 a 46,8 por ciento. Sin embargo, ahora preocupan los efectos que tendrá la desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía o incluso, como en el caso argentino, la recesión. La marcha de la economía en todo el mundo, y en particular en la región, despertó señales de alerta en el ámbito laboral, y así lo hizo notar aquí el director general de la OIT, Guy Ryder, que en más de un discurso se refirió a ese tema.

"El proceso de crecimiento de la última década ayudó a formalizar trabajadores, pero ello ocurrió también porque hubo voluntad política para aplicar medidas", afirmó de todas maneras Chacaltana. Explicó que en la última conferencia internacional del organismo tripartito comenzó a hacerse un trabajo que podría terminar en una declaración o recomendación a los países miembros (eso se conocería sólo a mediados del año que viene) sobre las estrategias para mejorar la situación en tiempos no tan buenos. "Se estima que en esta década se crecería, cada año, dos puntos porcentuales menos respecto de la década pasada", dijo el especialista.

Chacaltana, que presentó la visión de la OIT sobre el tema junto con Fabio Bertranou y Linda Deelen, de las oficinas de la Argentina y de Chile, respectivamente, destacó la recomendación de tener un enfoque integrado al diseñar estrategias contra la informalidad e identificó cuatro aspectos a considerar: la productividad, las normas, los incentivos y la fiscalización. El informe menciona algunas políticas decididas por países de la región en los últimos años; se refiere, por ejemplo, a un sistema de sustitución de multas por capacitación para pequeñas empresas instrumentado en Chile y a la recientemente aprobada ley de promoción del empleo registrado en la Argentina, que entre otros puntos reduce las cargas sociales y tributarias para pequeños empleadores.

El informe recomienda el camino de simplificar normas y pagos. Y en ese sentido, cuenta experiencias de la Argentina, Brasil y Uruguay. En el caso de nuestro país, el esquema relatado es el del monotributo, que permite a independientes de hasta cierto nivel de ingresos hacer un pago mensual para cubrir obligaciones impositivas y acceder a los servicios de salud y jubilación futura.

Sin embargo, esos esquemas representan un desafío en cuanto a su sustentabilidad, porque prometen prestaciones sobre la base de aportes más bajos que los requeridos. Según Bertranou, dada tal dificultad, la idea no es promover que ese tipo de sistemas se mantengan para toda la vida laboral de un persona, sino que sean un puente hacia una situación laboral que garantice el mejor acceso a los derechos.

Fuente: Por Silvia Stang - Diario La Nacion

lunes, 13 de octubre de 2014

Antonio Cafiero: Adiós a un político ético y militante de alma **




Antonio Cafiero era un intérprete fiel del peronismo doctrinario, además de un intelectual de sólida formación. Cálido retrato de un personaje entrañable de la política argentina.

Familiero empedernido, infatigable lector bilingüe, entusiasta narrador de anécdotas de Perón y de Evita, intérprete indisputado del peronismo doctrinario, riguroso trabajador del mundo de las ideas, sobreexigente con él mismo y con los demás, cascarrabias y a la vez dueño de un gran sentido del humor,  boquense de estirpe, conversador fluido, romántico incurable, enamorado a perpetuidad de su esposa Ana Goitia, su más grande sostén emocional, que lo dejó 20 años antes por su temprana muerte: más de un año y medio la lloraría todos los fines de semana, en soledad, frente a su tumba. Tanguero, gardeliano y devoto del acordeón de Troilo. Casi un fanático de las óperas de Verdi, cantor vocacional, apenas discreto, de las canzonettas napolitanas. Todo eso fue Antonio Cafiero, cóctel casi irrepetible de político ético, militante de alma, intelectual destacado y divertido muchacho de barrio.

Hubo un Cafiero íntimo, que asomaba cuando se entornaban las puertas de la vida pública, a quien pocos conocieron. Cierta vez, en el Mundial de 1990, se enfrenaron Argentina e Italia, la tierra de sus ancestros. Hizo una promesa si Argentina ganaba y la cumplió: se calzó unos gruesos  bigotazos de los tanos de antes, se envolvió en la Bandera argentina y cantó "Torna a Sorrento" y "O sole mío" en italiano, mientras dejaba que lo grabaran en un VHS. Llenaba de papers y encargaba lecturas perentorias a sus colaboradores, pedía libros del exterior, no  permitía estar desactualizado en sus lecturas políticas. La tanada traicionaba sus buenos modales, pero sabía pedir perdón. Nunca entendió bien la dinámica de los medios y lo mortificaban las críticas del periodismo, pero se las bancó sin chistar. "No me vengan con los diarios de ahora –decía en los tiempos de auge del papel a sus más íntimos- diarios eran los de la época de Perón: ¡todos decían lo mismo!", desafiaba antes de largar una carcajada, que se congelaría en una sonrisa de porteño pícaro. La política y el peronismo lo van a extrañar. Mucho


** por Osvaldo PEPE