“Es la mañana del 8 de octubre de 1895. En el
patio de una amplia casona de la calle Buenos Aires, en el pueblo de Lobos
[Provincia de Bs.As. Argentina] , un niño de cuatro años ha interrumpido sus
juegos. Mario Avelino Perón no entiende bien lo que está sucediendo: su madre,
doña Juana, no ha salido ese día de la habitación, un agitado ir y venir de
gente extraña lo inquieta y los persistentes berridos que de pronto llenan la
casa acaban por intrigarlo. Por fin, su tía Francisca aparece con un recién
nacido en brazos. Ha llegado al mundo su hermanito prometido”.
Perón, el hombre del destino/ Enrique Pavón Pereyra.
Perón, el hombre del destino/ Enrique Pavón Pereyra.
(Gentileza Daniel Diaz)