Los convenios, publicados ayer en el Boletín Oficial, son del SMATA- Córdoba con la empresa Volkswagen Argentina y SMATA con la empresa JTEKT Automotive Argentina.
En ambos convenios se dice que "las partes se comprometen y manifiestan su predisposición para analizar la escala salarial vigente a partir del 1 de abril de 2011, para el caso que se produjese un desfasaje en las mismas y teniendo en cuenta entre otras fuentes el IPC (UBA) correspondiente al primer trimestre el 2011".
El IPC (UBA) es el que elabora la desplazada directora del INDEC, Graciela Bevacqua y que en 2010 midió una inflación del 25,1%.
El IPC oficial dio un 10,9%. Lógicamente, tomar uno u otro índice modifica sustancialmente cualquier negociación salarial.
En el sector automotor casi todos los convenios -como los de Ford, Mercedes Benz y Honda- tomaron como referencia para la discusión salarial futura, no los datos del INDEC, sino el IPC que elabora Bevacqua.
En otros casos, como químicos y petroquímicos de Bahía Blanca, se tomó como referencia un indicador de precios regional.
Por su parte, en el reciente convenio de aceiteros, que fijó un básico inicial de $ 5.000, se agregó una clausula de reapertura de la paritaria si cambian las condiciones económicas.
Si bien no fijaron cláusulas parecidas, los convenios terminaron firmándose con porcentajes de incrementos salariales acordes a las mediciones de inflación de los Institutos Provinciales o de las consultoras privadas.
Ninguna paritaria -ni siquiera en la que el empleador es el Estado- se acordó una suba salarial parecida a los índices de inflación del INDEC. Como mínimo, los acuerdos salariales firmados duplicaron la inflación oficial.
El mentiroso