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miércoles, 4 de mayo de 2016

CGT: Observatorio de datos económicos y sociales (Abril) INFLACIÓN

LA PRESIÓN INFLACIONARIA 
La inflación en la Argentina  ha sumado más del 16 % en el primer tercio del año. En lo que va del  2016 los alimentos que componen la Canasta básica que se utiliza para medir los índices de `pobreza e indigencia ha tenido un sostenido crecimiento que ha sido, incluso, más alto que la propia inflación. En zonas de nuestro país los aumentos de tarifas han sido de una brutal aplicación. El llamado "sinceramiento económico" tiene dos caras que expresa claramente cuál es el horizonte del Plan Económico: por un lado la transferencia  de activos económicos y financieros a los sectores más concentrados del poder económico. Y por el otro el aumento de tarifas de energía, transporte y precios en general para el ciudadano de a pie.
 Una inflación que se ubica en  valores que, al mes de Abril, suma un índice interanual de más del 40 % ejerce una merma del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores, que no se solucionan ni siquiera, con la mejor paritaria pretendida. Ello porque, por un lado, la devaluación del peso potenciada por los índices inflacionarios hace que las previsiones que se puedan lograr en los aumentos salariales sean escasas ante los parámetros económicos desbalanceados.
Por otro lado, existe una gran cantidad de trabajadores en la informalidad que no reciben los beneficios directos de los aumentos pactados entre Sindicatos y empresarios, a los que se suma la clase pasiva de los jubilados, los  monotributistas  y los cuentapropistas. Un universo de trabajadores donde la suba de precios hace mella sobre el ingreso mensual. En ese panorama aún falta sumar la inmensa presión fiscal que se ejerce sobre estos y que determinan que gran parte del dinero que se obtiene por el trabajo, sea destinado al Estado en concepto de ingreso fiscal. Nuevamente otra distorsión social. Quienes menos ganan por su fuerza de trabajo están obligados al esfuerzo para aportar al Gobierno el dinero suficiente para la puesta en marcha de políticas a las que no fueron llamados a construir.
El último trabajo de este Observatorio, hecho en el Gobierno anterior, hablaba sobre la escasa participación del sector obrero en la distribución de la riqueza: sobre el Producto Bruto Interno los trabajadores apenas alcanzaban el 33 % de ese reparto. El 67 % restante quedaba en manos de los propietarios de la tierra y el capital. Hoy, lejos de mejorarse ese equilibrio, la transferencia de recursos hacia los sectores capitalistas hace que siga en debacle esa distribución.
La detención de la generación de empleo y, en estos últimos meses, la destrucción del trabajo genuino, no solo depende de las políticas públicas que a estos efectos ponga en marcha el Gobierno Nacional, sino muy claramente de una necesaria inversión privada. Es esta la que, con su ganancias atiborrando los bancos, se retarda en comenzar para poner en marcha la matriz productiva del país y, con ella, la generación de empleo. Extraño comportamiento de un empresariado vernáculo que se alegra por el nuevo escenario económico y financiero, pero que demora el esfuerzo en su inversión. Ese esfuerzo es el que desde hace tiempo el sector trabajador, so pena de la aplicación de políticas fiscales regresivas, aumentos de precios y tarifas, es obligado a aportar sin beneficio de espera. El "sinceramiento de la economía" no solo es poner de manifiesto la real situación del país. También abarca saber quiénes tienen más posibilidad de aportar e invertir. Y exigirles. Las meras sugerencias no bastan.
El ansiado "segundo semestre" está golpeando la puerta. Nada hace parecer que, una vez que se abra, las buenas noticias aparecerán como magia. Es cierto que las leyes no hacen que una realidad sea otra en forma instantánea. Tampoco pareciera ser verdad que la "pobreza cero" llegue con frases de estilo "zen".
Ciudad de Buenos Aires, 03 de Mayo  de 2016.
Jorge Alberto Sola
Secretaría de Acción Social / C.G.T. R.A.

martes, 3 de septiembre de 2013

La desocupación llega al 16,24%: Según un estudio de la CGT **


Para la CGT de Moyano, el desempleo real duplica al difundido por el Indec

La central estimó que la desocupación alcanza el 16%, más del doble del 7,2% medido por el organismo estadístico. Advierten de un fuerte incremento de los programas sociales

Tras su ruptura política con el Gobierno, la CGT que lidera el camionero Hugo Moyano se ha convertido en uno de los espacios más críticos contra las estadísticas que elabora el Indec. Ahora, a sus sistemáticos cuestionamientos sobre las mediciones oficiales de la inflación, la entidad sumó reproches contra los datos del mercado laboral, al advertir que según sus propias estimaciones, el desempleo real más que duplica los números difundidos por el organismo estadístico.

Para la central moyanista, al final del primer trimestre del año la desocupación ascendía al 16,24% más del doble del 7,2% relevado por el Indec, situación que de acuerdo con el informe cegetista se explica por un ocultamiento de la verdadera cantidad de desempleados por efecto de que se consideran como ocupados a los casi 1,3 millón de beneficiarios de planes sociales de los ministerios de Trabajo y Desarrollo Social.

La estimación de la CGT opositora parte de calcular la población económicamente activa (PEA) en 18,6 millones de habitantes (tomando como base la conceptualización de la OIT que considera en esa categoría a la población de más de 15 años en condiciones de aportar trabajo para la producción de bienes y servicios) y proyecta un nivel de desocupación del 9,3% (1,3 millones de habitantes). A ello suma la cantidad de beneficiarios de programas sociales, que en conjunto representan un 6,94% de la PEA. El problema son los parámetros de la propia EPH que no diferencia entre trabajadores genuinos y los que cobran los planes, cuestionó ante este diario el dirigente Jorge Sola, secretario de acción social de la entidad y responsable del
**Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT, que tuvo a su cargo la realización del informe.

Sola alertó, además, sobre el hecho de que las condiciones de trabajo genuino alcanzan a menos del 50% de la PEA. En ese sentido, el relevamiento de la CGT subrayó que las condiciones de empleo pleno de derechos (aquel donde se observa un cumplimiento de la normativa laboral y social vigente) se ubicó al culminar el segundo trimestre del año en el 44,5% de la población económicamente activa, mientras que el empleo precario alcanzó el 35,3% y el subempleo inestable redondeó el 11,3%.

Por otra parte, el informe destacó que entre 2010 y 2012 se incrementó en más de 4 puntos porcentuales la cantidad de hogares que reciben programas sociales del Estado nacional, al pasar del 19,8% al 23,5%. El aumento de esos beneficios, de acuerdo con el relevamiento cegetista, fue más significativo en los hogares más pobres (una suba del 7% según los últimos datos del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica).

Solo durante 2012, el Ejecutivo nacional distribuyó más de $ 64 mil millones a través de 58 programas de asistencia social, según detalló el trabajo de la CGT en base a datos de organismos oficiales. Los 17 programas de la Anses repartieron $ 30.856 millones entre 12,5 millones de beneficiarios, mientras que los 12 planes del Ministerio de Desarrollo Social distribuyeron $ 25.343 millones entre 4,9 millones de personas y la cartera de Trabajo asignó alrededor de $ 2.550 millones entre 518.697 beneficiarios de 13 programas de empleo y capacitación laboral.

Publico: El cronista