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martes, 3 de noviembre de 2020

la historia de los celulares y su transformación en el tiempo...



La primera llamada se realizó en Manhattan en 1973 pero su lanzamiento en el mercado se dio en la década de los ´80. Sin embargo, en esta época era considerado un elemento de lujo al que no todos podían acceder. Cómo el celular llegó para cambiar la historia del mundo para siempre

Hay fechas que quedan en la memoria por representar un hito histórico. Ya sea el 20 de julio de 1969 o el 9 de noviembre de 1989. Pero hay otros momentos de gran trascendencia histórica, cuyas fechas no son tan recordadas. Por ejemplo: el 3 de abril de 1973 cambió el mundo, y no por la caída del Muro de Berlín ni porque el hombre haya llegado a la Luna.

Este fue el día en que el mercado global de las telecomunicaciones cambió gracias a la presentación del primer celular. Ese día, en algún lugar del centro de Manhattan se logró concretar la primera llamada desde un dispositivo móvil hacia un teléfono fijo. Sin embargo, recién diez años después fue lanzado al mercado. El dispositivo era completamente distinto a lo que vemos hoy: el Motorola DynaTAC pesaba un poco más de un kilo y medía 33 centímetros de largo, 8,9 de espesor y 4,4 de ancho.

Su forma y tamaño hicieron que todo el mundo lo identificara con el apodo de “ladrillo”. Entre sus principales características estaba la posibilidad de hacer una llamada de 30 minutos. En cuanto a la batería, no era nada fácil: había que cargarla 10 horas para poder hacer la próxima llamada. Tener un teléfono móvil en esa época era totalmente impensado: valía 850 dólares el aparato y 450 dólares la línea.

Sin dudas, los celulares no solo modificaron radicalmente la forma en que las personas se comunican con otras personas, sino que también cambió la manera en la que la sociedad recibe y transmite la información.

¿Cómo fue la primera llamada en la Argentina?

La telefonía celular arrancó en la Argentina el 1 de noviembre de 1989. Ese día se realizó la primera llamada desde las oficinas de Movicom, con una valijita portátil, al Presidente que se encontraba en la residencia de Olivos. En ese entonces el área de cobertura era bastante limitada e incluía solamente al Área Metropolitana de Buenos Aires.

La Compañía de Radiocomunicaciones Móviles, Movicom, ganó la licitación para brindar el servicio. Al año de la presentación, Movicom contaba con 12 mil abonados. Para 1991 la cifra se había duplicado y había 25 mil clientes. En 1993 Telecom y Telefónica se sumaron al mercado de la telefonía móvil a través de Miniphone, un operador integrado por ambas empresas para brindar el servicio de telecomunicaciones en Buenos Aires. En el resto del país, los celulares llegaron en mayo de 1994. Allí CTI Móvil (Compañía Telefónica del Interior), con base en Córdoba, fue la primera en ofrecer el servicio por fuera del AMBA.

Recién en 1996 llegó al país el primer modelo que fue un éxito. El StarTAC, el famoso celular con tapita, conocido por ser el primero que ocultaba la pantalla. Este dispositivo, heredero del MicroTac, se plegaba hasta por encima de la pantalla con un sonido que se hizo famoso en todo el mundo.

El celular, gracias a la baja de los precios de los aparatos, empezó a extenderse cada vez más. Unos meses antes del cambio de milenio ya había unas 3 millones de líneas móviles en la Argentina. En ese entonces el número estaba asociado al aparato, así que si alguien perdía o cambiaba el dispositivo también se cambiaba la línea.

Luego, en 2003, Nokia lanzó el 1100, que rápidamente se convirtió en el teléfono más vendido de la historia. Traía una pantalla monocromática de 96 x 65 píxeles, su tamaño era perfecto para guardar en el bolsillo y la batería podía durar varios días sin necesidad de volverlo a cargar. La idea de poder estar disponible las 24 horas del día en cualquier lugar empezaba a convertirse en una realidad. Y ni hablar si recordamos que era posible jugar al snake, el icónico juego que venía con el celular.

De a poco, los celulares fueron entrando a la rutina de las personas. En vez de tocar timbre se empezó a hacer una llamada perdida para no gastar crédito. Después, con el auge de los SMS o mensajes de texto con un límite de 160 caracteres, los usuarios se volvieron expertos en acortar palabras y escribir sin siquiera mirar el teclado físico.

Uno de los últimos hitos de la era anterior a la Internet móvil fueron los ringtones polifónicos, en donde cada persona podía elegir un ritmo especial para cada contacto

Primero en las carteras y mochilas y, años más tarde, el smartphone se convirtió en una extensión de la mano de los usuarios. Aunque primero se trataba de un elemento de lujo hace un par de décadas, los teléfonos móviles generaron un impacto gigante en la manera en que las personas se informan, entretienen y se relacionan con el resto de la población.

Con la llegada de la conexión a Internet en los celulares y el aumento del tamaño de las pantallas, los usuarios empezaron a descargar aplicaciones y a hacer cada vez más cosas con los dispositivos. Desde sacar fotos, ver videos o escuchar la radio hasta jugar videojuegos, leer libros y pagar las cuentas.

Cada vez se vuelve más difícil pensar en cómo es la vida sin un smartphone o encontrar algo que no podamos resolver desde nuestros dispositivos.

martes, 29 de octubre de 2019

Treinta años de telefonía celular en la Argentina: cómo fue el lanzamiento del primer Movicom




Licitado por Rodolfo Terragno y Raúl Alfonsín, la primera llamada fue entre Carlos Menem y María Julia Alsogaray el 1° de noviembre de 1989. Al principio el servicio era muy caro y tenerlo era símbolo de status
La telefonía celular arrancó en la Argentina el 1° de noviembre de 1989, pocos meses antes de la privatización de ENTel. El servicio comenzó en el Área Múltiple de Buenos Aires (AMBA). Era muy caro y fundamentalmente para empresas, millonarios y aquellos que no conseguían líneas fijas de la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel). También había unos modelos especialmente diseñados para usar en autos, de gran tamaño y conectados con un cable a la batería del automóvil. Todos eran de Movicom. Y el proveedor tecnológico era Motorola.
Tener un Movicom era símbolo de status. Podía ser el Modelo Vehicular, especialmente diseñado para usar en los autos, de 1,2 kilogramo, que se conectaba con un cable a la batería del automóvil; y el Modelo Transportable, que se podía llevar como un pequeño maletín, de 4 kilos de peso -luego se transformó en el famoso ladrillo- y usarlo en cualquier parte, con una batería que tenía una autonomía de uso de dos horas.
En la Argentina la telefonía celular comenzó seis años después que en los Estados Unidos, con un evento protocolar en el que la interventora de ENTel, María Julia Alzogaray, llamó desde las oficinas de Movicom con una valijita portátil al presidente Carlos Menem, que se encontraba en la residencia de Olivos. El diálogo entre ambos funcionarios se vio interrumpido por el ingreso en línea de los periodistas Bernardo Neustadt y Enrique Llamas de Madariaga, que llamaron a Menem desde sus programas radiales; hasta que la ingeniera Alsogaray los cortó, para continuar con el acto protocolar y dejar en línea a Menem con el secretario de Comunicaciones, Raúl Otero.
"Los inicios tenían más que ver con la falta de líneas de telefonía fija, que con una necesidad de movilidad. Yo fui uno de los primeros usuarios, en 1990", recuerda el especialista Enrique Carrier. Y agrega: "Trabajaba en una empresa que había puesto un aviso en un diario para promocionar una terminal de autoservicio. Y el único teléfono que pusieron para esa oferta era el de Movicom. Así que yo iba a todos lados con la valijita, esperando que la gente llamara ahí".
"Los primeros seis meses fueron duros, con un desarrollo lento, alcanzando en mayo de 1990 la cifra de 3.000 suscriptores", aseguraban por entonces los voceros de Movicom. Para noviembre, la empresa ya tenía 12.000 abonados. En los dos primeros años llevaba invertidos US$ 60 millones y había conseguido 25.000 clientes del servicio. En ese entonces, la compra del equipo básico de Movicom costaba US$ 1.320 de contado (440 dólares por la conexión y 880 por el equipo de Motorola), a los que había que agregar otros US$ 200 de depósito, que se reintegraban al año de servicio.
Era la época en la que ENTel no invertía casi nada y sólo instalaba muy pocas líneas telefónicas, a través del Plan Megatel, que tenía un costo sideral por cada línea en servicio.
Hay vida más allá del celular
"El proyecto de traer la telefonía celular a la Argentina fue de Rodolfo Terragno, ministro de Obras y Servicios Públicos. En 1988 se hace la licitación, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín, y al año siguiente arranca la prestación del servicio, ya con Menem", explica Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones y actual director de la empresa estatal Arsat.
La empresa que ganó esa licitación fue Movicom, que "comienza a instalar antenas de telefonía celular desde el microcentro para afuera", dice Aguiar. Y explica que "les llevó por lo menos un año y medio instalar la red de antenas, conseguir las terrazas, hacer los nodos", hasta que lanzaron el servicio en noviembre de 1989.
La Compañía de Radiocomunicaciones Móviles, cuya marca era Movicom, había participado en un concurso público internacional, convocado bajo el gobierno de Alfonsín, a fines de 1987, para brindar en el AMBA el Servicio de Radiocomunicaciones Móviles Celulares (SRMC). De ese concurso también participaron otros tres consorcios liderados por SADE, Alcatel y Telefónica de España.
La victoria de Movicom en esa licitación se anunció en agosto de 1988. El consorcio ganador estaba formado por tres empresas estadounidenses: el mayor operador de telefonía celular de ese país, BellSouth (29%); su proveedor tecnológico Motorola (25%) y el banco Citicorp (8%). Esas tres empresas se habían asociado con las locales Socma/IECSA (Sociedad Macri, 18%), BGH (15%) y Astra (5%).
"Motorola era socia de esa compañía porque había que invertir mucho en redes. Y Motorola tenía no sólo la parte de los equipos, sino también la red de telefonía celular, así que había integración de ambas puntas", dice Germán Greco, gerente general de Motorola Mobility de Argentina.
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Es que BellSouth y Motorola ya eran socios en los Estados Unidos, donde estaban expandiendo el servicio de telefonía celular. Y parte de la inversión en la Argentina la hacían ambas empresas, con financiación del Citicorp.
De hecho, el gerente de Sistemas de Motorola, Martin Cooper, fue el primero en lograr hacer en una llamada telefónica, en 1973, con un modelo Dynatac, que tenía el tamaño de una caja de zapatos y pesaba casi un kilo. Diez años después se implementaron las primeras redes celulares comerciales en los Estados Unidos. Y seis años después en la Argentina.
En un año casi se triplicó la cantidad de teléfonos celulares
El proyecto que había presentado Movicom en la Argentina, en 1988, contemplaba una inversión de US$ 220 millones, para tener 319.700 abonados de telefonía celular en el año 2004. En esos 15 años, a ENTel le ingresarían otros US$ 171 millones, por el uso de la red y alquiler de equipos troncales, según el proyecto que por entonces presentó Movicom.
"En esa época era muy caro tener un celular, así que había muy poca gente que podía tenerlo, era un servicio muy de nicho. Y además no había competidores que hicieran otro tipo de dispositivos, el 100% del mercado era Motorola. Fuimos los que impulsamos la tecnología desde cero", asegura el titular de la filial local del proveedor estadounidense.
En ese mismo 1988, cuando se licitó la telefonía celular bajo el impulso del entonces ministro Terragno, el gobierno de Alfonsín buscó dinamizar a todo el sector de las telecomunicaciones, por lo que envió al Congreso un proyecto de ley para transformar a ENTel en una sociedad de capital mixto, con participación estatal y privada.
El 60% de los celulares ya es 4G y el auge del chat desplazó a las llamadas y los SMS
En realidad, había un preacuerdo con Telefónica, que estaba dispuesta a comprar el 40% de ENTel. Pero el Congreso nunca lo aprobó, básicamente por dos motivos: la bancada radical no había hecho suyo el proyecto; mientras que el peronismo se oponía férreamente a privatizar cualquier empresa de servicios públicos, una postura que cambiaría al año siguiente, con la llegada de Menem al gobierno.
En 1990 se privatiza ENTel. Las dos empresas que ganaron esa privatización (Telefónica y Telecom) pudieron ingresar al segmento de la telefonía celular recién en 1993, a través de Miniphone, un operador integrado por ambos operadores en forma conjunta para brindar servicio en el AMBA. Del mismo modo prestaban servicios de comunicaciones internacionales, con Telintar, y transmisión de datos, vía Startel.
En el interior del país, la telefonía celular demoró cuatro años más que en el AMBA: arrancó en mayo de 1994, de la mano de CTI Movil. Telefónica recién lanzó su propio operador de telefonía celular en marzo de 1996, con la marca Unifón, en el sur del país, donde también prestaba telefonía fija; y en mayo de ese año comenzó a prestar sus servicios Personal (Telecom) en el norte del país.
En 1999, Miniphone se dividió en partes iguales entre Unifón y Personal. Ese mismo año Bellsouth compra la totalidad del paquete accionario de Movicom, que pasa a llamarse Movicom Bellsouth. Y en 2004 Telefónica compra la filial latinoamericana de Bellsouth, que cambia su nombre y queda como Movistar. En ese entonces, la nueva compañía fusionada tenía 3,6 millones de clientes, el 47% del total del mercado local. Una cifra que superaba ampliamente los 319.000 abonados que había planificado Movicom cuando presentó su propuesta para lanzar la telefonía celular en la Argentina.
Fuente ; Diario Clarin