El fundador del
portal WikiLeaks, de 49 años de
edad, podría ser extraditado de Londres a EE.UU., donde seguramente sería encarcelado de por vida. Su único
delito: haber revelado crímenes de guerra estadounidenses y el espionaje
global. Según la defensa del comunicador social y activista, una larga lista de
irregularidades y violaciones de derechos fundamentales deberían impedir su
extradición.