En el día de la fecha se ha
realizado la reunión solicitada por la misión técnica del Fondo Monteario
Internacional (FMI) con el candidato a Presidente de la Nación por el Frente de
Todos, Dr. Alberto Fernández. En la misma participaron los funcionarios del
FMI, Alejandro Werner, Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne y el equipo de
trabajo del candidato conformado por Santiago Cafiero, Guillermo Nielsen y
Cecilia Todesca Bocco.
Como ya fuera expresado en distintas oportunidades, el Dr. Alberto
Fernández coincide con los cuatro objetivos principales del acuerdo con el FMI,
a saber: (i) recuperar el crecimiento de la economía, (ii) generar empleo para
combatir la pobreza, (iii) reducir la inflación, y (iv) lograr una trayectoria
decreciente de la deuda pública.
De estos cuatro objetivos no sólo ninguno fue alcanzado, sino que
todo empeoró desde la celebración de aquel acuerdo: la economía cayó -1,7%, la
deuda pública subió 29 puntos porcentuales del PBI, el desempleo aumentó al
10,1%, la pobreza creció a más del 32% y la inflación se disparó al 53,9%.
Sin embargo, y como se pone de manifiesto en los reportes emitidos
por el propio staff del FMI en las sucesivas revisiones desde la entrada en
vigencia del acuerdo, la situación macro-económica de la Argentina se ha deteriorado
significativamente. El préstamo recibido por el país y el conjunto de
condicionalidades asociado al mismo no han generado ninguno de los resultados
esperados: la economía real no ha dejado de contraerse, el empleo y la
situación de las empresas y las familias de empeorar, la inflación no ha tenido
una trayectoria descendente sostenida y el endeudamiento público no ha dejado
de crecer.
Durante la reunión, el candidato a Presidente de la Nación por el Frente de Todos reiteró su preocupación por el hecho de que los créditos otorgados por el FMI al Gobierno Nacional hayan sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales.
A la fecha, los desembolsos totales efectuados por el FMI suman un
total de US$ 44.500 millones aproximadamente y representan casi el 80% del
préstamo total. De acuerdo con las cifras oficiales disponibles, entre junio de
2018 y julio de 2019, salieron del sistema US$ 27.500 millones en concepto de
Formación de Activos Externos de libre disponibilidad (fuga de capitales
argentinos), aproximadamente y US$ 9.200 millones por inversiones extranjeras
especulativas (reversión de inversiones de capitales golondrina). En total la
salida neta de dólares supera los US$ 36.600 millones, lo que representa más
del 80% de los desembolsos recibidos hasta la fecha.
Como fuera advertido en la primera reunión del Frente de Todos con
el staff del FMI realizada en junio de este año, el último desembolso ha sido
íntegramente destinado a financiar la fuga. Este fenómeno constituye un incumplimiento
flagrante a lo dispuesto por Artículo VI del Acta Constitutiva del organismo
cuyo primer párrafo dispone que “ningún miembro podrá utilizar los recursos
generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de
capital”.
El programa económico que impulsa el Gobierno Nacional no refleja
ninguna de las prioridades establecidas en la plataforma del Frente de Todos.
Tampoco existen coincidencias con las recomendaciones de política impulsadas
por el FMI. Se trata, en ambos casos, de aproximaciones dogmáticas que no se
ajustan a las condiciones objetivas actuales ni resuelven los principales
problemas estructurales de la economía argentina.
El programa económico de la Administración Macri empeoró muchos de
esos problemas (como la inflación) y reinstaló otros que habían sido resueltos
(como el del endeudamiento del sector público). El acuerdo con el FMI, por su
parte, no ha logrado revertir ninguno de estos problemas y en algunos casos no
ha hecho más que profundizarlos (precisamente, el del endeudamiento público).
Mientras tanto, el modelo económico sigue con su lógica recesiva y regresiva.
A juicio del Frente de Todos, que en las últimas elecciones ha
obtenido más de once millones de votos, la recuperación del crecimiento a
través del impulso de la producción y el empleo debe ser la componente central
de un modelo económico alternativo. La recuperación de la economía real es, a
su vez, una condición sine qua non para estabilizar la economía y reencauzar su
situación financiera.
Quienes han generado esta crisis, el Gobierno y el FMI, tienen la
responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa
a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina. Para ello deberían
arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias.
Agosto 2019