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domingo, 10 de octubre de 2021

Huawei apuesta al futuro y desafía a EE.UU.

 


El golpe experimentado por ·#Huawei - la mayor fabricante de equipos de alta tecnología de la República Popular, y número 1 en el desarrollo de la 5-G en el plano global – debido a la estrategia de acoso y destrucción de EE.UU. ha sido verdaderamente formidable.

Así, por ejemplo, sus ingresos han caído 29,4% en los primeros 6 meses del año, comparado con igual periodo del año anterior, la mayor disminución de toda su historia. El sector más afectado de su actividad fue el de consumos electrónicos – “·#smartphones” -, históricamente su actividad estrella; y al que EE.UU. ha prohibido el acceso a los “chips” (semiconductores) de fabricación norteamericana, que son el insumo absolutamente central para la manufactura de los teléfonos inteligentes.

El resultado es que los ingresos de este sector de vanguardia, donde el núcleo de la producción son los “smartphones” 5-G, se ha derrumbado más de 47% en el primer semestre del año, lo que ha provocado un virtual cese de su producción fuera del mercado chino.

El dominio de los “chips” es el rubro crucial en la estrategia de acoso y destrucción contra Huawei de EE.UU.; y es lo que le otorga a la superpotencia norteamericana la iniciativa en esta puja global entre la primera potencia del mundo y la principal compañía “hightech” de la República Popular.

Lo que está en juego es la primacía en el dominio de las tecnologías de avanzada de la Cuarta Revolución Industrial entre las dos superpotencias, donde la 5-G tiene un nítido carácter estratégico. En definitiva, lo que se está disputando es la estructura del poder global en el siglo XXI.

También Huawei ha experimentado una brutal caída en las ventas de equipos de infraestructura “hightech”, destinados a las grandes empresas de telecomunicaciones de China y del mundo.

En este segundo negocio estrella de la compañía de #Shenzhen, los ingresos han disminuido 14,2% en los primeros 6 meses del año.

Huawei, en breve, ha perdido en un año 14 puntos porcentuales de su participación en el mercado global; y su lugar lo han ocupado Apple y Samsung, de EE.UU. y Corea del Sur respectivamente; y todo indica que esta tendencia negativa se acentuará en los próximos 2/3 años, con una aceleración creciente hasta entonces.

Lo que ha crecido exponencialmente son las actividades “software” de la compañía china: las soluciones digitales para el transporte, la educación, y las “ciudades inteligentes”, tanto en China como en el mundo, que han mostrado un alza de 18,2% en el primer semestre respecto a igual periodo del año pasado.

Como regla, sin embargo, un error letal es subestimar a Huawei, y en general a la República Popular. Si EE.UU. lo comete en un brote de arrogancia, tendría perdida la batalla en el largo plazo.

Hay dos puntos fundamentales que favorecen la posición de la empresa china. En primer lugar, el mercado de la República Popular es el principal – de lejos – para las exportaciones de “chips” estadounidenses. Se puede argumentar, sin temor a la ironía, que el fenomenal auge de la demanda china de semiconductores norteamericanos es la que financia e impulsa la capacidad innovadora de EE.UU. en este rubro crucial.

En segundo lugar hay que subrayar la ubicación de la República Popular en la economía global: es la principal socia comercial de 144 países en el mundo (de los 192 representados en Naciones Unidas). En términos de la economía mundial, el crecimiento excepcional de la demanda china la ha convertido en el país absolutamente “indispensable” del capitalismo del siglo XXI, ante todo para EE.UU.

La respuesta de Huawei al desafío existencial que implica la ofensiva norteamericana es característicamente innovadora y sistemáticamente audaz.

Huawei sabe que en el mundo de hoy el dominio del futuro otorga el poder en el presente. Por eso apuesta, ya no a la 5-G, sino al liderazgo de la plataforma súper-intensiva que va más allá de la instantaneidad, que es la 6-G, que todavía no existe, pero existirá inexorablemente.

Por eso ha aumentado más de 40% sus inversiones en investigación y desarrollo en 2020; y las ha llevado a 15,6% del total de sus ingresos que superaron US$330.000 millones el año pasado, y aspira a duplicarlas-en los próximos 5/10 años.

De ahí que haya logrado 5.464 nuevas patentes – entre ellas, más de 30% sobre la 6-G – en los últimos 12 meses; y se ha convertido en el líder indiscutido de la propiedad intelectual “hightech” de la WIPO (“World Intelectual Property Organization” de Naciones Unidas).

Es lo mismo que está haciendo la República Popular en su estrategia de fondo para responder a la ofensiva norteamericana en una etapa de exacerbada confrontación. Por eso apuesta todas sus cartas, y prácticamente la totalidad de sus inversiones, a la creación de lo que todavía no existe, pero que está absolutamente confiada que sucederá: las tecnologías de avanzada de la siguiente etapa de revolución industrial, más allá incluso de la actual cuarta manifestación.

La regla esencial establecida por Mao en su “Estrategia de Guerra Prolongada” es que la única forma de dominar una tendencia es acelerarla (es lo que en Occidente con un criterio distinto del valor del tiempo se denomina más prosaicamente “huir hacia adelante”).

https://www.clarin.com/economia/huawei-apuesta-futuro-desafia-ee-uu-_0_kGCmmFngR.html

jueves, 5 de agosto de 2021

Los jóvenes chinos se rebelan contra el “996″ y hacen temblar al régimen de Xi Jinping **

Surgió un movimiento en las redes sociales denominado "tang ping" (estar tirado) para oponerse a la obligación de trabajar de 9 a 21, seis días a la semana. Hay una enorme preocupación en el PCCh y en las empresas tecnológicas que fomentaron la explotación laboral|

El número #996 tiene connotaciones particulares en China. Durante años, para la mayoría de los chinos fue el enunciado de una regla básica a cumplir para lograr la prosperidad. Ahora, para los más jóvenes, se trata de una pesadilla de la que quieren salir cuanto antes. El 996 es la abreviatura del agotador horario que se convirtió en la norma en muchas empresas chinas: se trabaja de 9 de la mañana a 9 de la noche, seis días a la semana. Y ya hay un movimiento de protesta contra el 996 que va consiguiendo cada vez más adeptos: el tang ping.

En 2016, Luo Huazhong, de 31 años, descubrió que le gustaba no hacer nada. Dejó su trabajo como obrero en una fábrica de China y recorrió 2.100 kilómetros en bicicleta desde la provincia de Sichuan hasta el Tíbet. De regreso a su casa en la pequeña ciudad de Jiande, en la provincia oriental de Zhejiang, decidió que podía salir adelante con trabajos esporádicos y 60 dólares al mes de sus ahorros. Sólo lee filosofía, hace ejercicios físicos y come dos veces al día. Llamó a su nuevo estilo de vida "tang ping" (estar tirado). En abril de este año Luo escribió, bajo el nombre de usuario "Kind-Hearted Traveler", en el foro de Internet Baidu Tieba, las razones que lo llevaron a su forma de vida minimalista y discreta.

En unos pocos días, la frase #tangping se convirtió en una de las más populares de las redes sociales Sina Weibo y Douban. Las discusiones eran interminables. En algunos casos, las charlas virtuales se prolongaron por semanas. La idea fue alabada por muchos e inspiró numerosos memes, y hasta se propuso crear a su alrededor una especie de movimiento espiritual. La postura de Lou expresa el sentimiento en una creciente mayoría silenciosa de jóvenes desilusionados por el "sueño chino", que fomenta una vida de trabajo duro y sacrificio sin ninguna satisfacción real en la vida.

"Trabajando en la fábrica me sentía una rata. Ahora estoy bien, relajado, feliz", escribió Luo, en un segundo mensaje. "No siento que haya nada malo en no querer pasarme toda la vida trabajando como una rata". Y lanzó una frase que se convirtió en consigna que aparece escrita en los muros de las principales ciudades chinas: "estar tirado es justicia". La acompañó con una foto suya tirado en la cama, leyendo, con las piernas cruzadas en el aire. Esto fue música para los oídos y paisaje bíblico para los ojos de los millennials y zoomers (generación Z) chinos que entienden que el sacrificio que les pide el régimen y que vieron hacer a sus padres no va a tener los frutos que les prometen.

Hace una generación, el camino hacia el éxito en China era trabajar duro, casarse y tener hijos. El autoritarismo del país se consideraba una "organización inevitable", ya que lograba que millones de personas salieran de la pobreza. Pero con el 966 impuesto por las grandes empresas tecnológicas y los precios de la vivienda subiendo mucho más rápido que los ingresos, los jóvenes chinos que nacieron con la entrada del siglo XXI temen ser la primera generación a la que no le vaya mejor que a sus padres. Es ahí por donde coló la postura de Lou y su "estar tirado" en la cama terminó siendo una posición contestataria contra el régimen.

El Partido Comunista Chino se dio cuenta del peligro y de inmediato lanzó una campaña a través de los medios de comunicación estatales para rechazar la idea. El poderoso "regulador" de Internet, el CAC, ordenó a las plataformas online que "restrinjan estrictamente" las publicaciones sobre el "tang ping" y obligó a borrar el post original de Luo en Tieba. También el chat donde más se discutió el tema por miles de seguidores en la red social Douban. Incluso, un emprendedor que había encontrado el filón y lanzó una línea de productos de cama con la marca Tang Ping, tuvo que cerrar la incipiente empresa. La agencia de noticias Xinhua publicó un editorial en el que afirmaba que "estar tirado" es vergonzoso. Pero cuando un popular periodista de la cadena de tv estatal CCTV, Bai Yansong, hizo comentarios criticando "la mentalidad de bajo perfil" de los cultores del tang ping, recibió miles de burlas e insultos en todas las redes.

Otros, dentro del aparato estatal entendieron que había que prestar más atención al movimiento espontáneo de los jóvenes. El diario Guangming Daily, órgano oficial del PCCh de Beijing, dijo en un editorial que "el tang ping no debería descartarse sin reflexión: si China quiere cultivar la diligencia en los más jóvenes, debería intentar primero mejorar su calidad de vida". Huang Ping, influyente profesor de literatura que investiga la cultura juvenil en la Universidad de China Oriental, escribió que "los funcionarios pueden estar preocupados por el estilo de vida del tang ping debido a su potencial amenaza contra la productividad, pero los humanos no son meras herramientas para hacer cosas... cuando no puedes ponerte al día con el desarrollo de la sociedad -por ejemplo, el aumento vertiginoso de los precios de la vivienda- el tang ping es en realidad la opción más racional".

Otros medios compararon a los "tirados" con los japoneses del hikikomori, un movimiento similar pero que lleva a los jóvenes a encerrarse y dejar de participar socialmente. Los que adhieren al "lying flat" (la traducción al inglés que utilizan los medios internacionales) no están "desprendidos" de la sociedad, sino que simplemente optan por rebajar sus ambiciones y simplificar sus objetivos, sin dejar de ser fiscalmente productivos para sus propias necesidades esenciales; priorizan la salud psicológica sobre el materialismo.

La cultura del 996 fue impuesta por el sector tecnológico cuando las incipientes empresas chinas de Internet se apresuraban a competir con las estadounidenses de Silicon Valley. Al principio, los trabajadores estaban dispuestos a cambiar su tiempo libre por el pago de horas extras y la idea de ayudar a China a igualar a Occidente. Es así como surgieron los gigantes de la tecnología como Alibaba, Huawei y ByteDance, propietaria de TikTok, que elevaron a la economía china al segundo puesto, detrás de Estados Unidos, y la mantienen en ascenso. El sistema funcionó mientras los trabajadores de las high-tech fueron los mejor pagados y educados. Jack Ma, fundador del titán del comercio electrónico Alibaba, calificó las largas horas de trabajo como "una gran bendición". Richard Liu, que dirige a su competidor JD.com, aseguró que las personas que "malgastan sus días sin trabajar duro, no son hermanos míos".

En 2019, cuando el crecimiento económico de China se desaceleró muchos empleados comenzaron a cuestionar las condiciones de trabajo. El tema más mencionado por los jóvenes trabajadores en las redes sociales es el de dejar de vivir con sus padres. A pesar de sus larguísimas jornadas laborales y sacrificios, no pueden acceder a una vivienda digna. También hablan de salud y ponen como ejemplo la muerte de dos empleados de una gigante tecnológica de Pinduoduo, a fines del 2020, que se desplomaron en sus puestos de trabajo por agotamiento.

Las empresas también comenzaron a percibir la presión y tomaron algunas medidas para mejorar la vida laboral y conciliarla con la familiar. Kuaishou, una productora de videojuegos, puso fin en julio a una política que obligaba a su personal a trabajar los fines de semana dos veces al mes. Y la multinacional Tencent, especializada en inteligencia artificial, empezó a animar a sus empleados a irse a casa a las 6 de la tarde, pero sólo los miércoles.

De todos modos, todavía hay un número mayoritario de jóvenes que soporta las duras condiciones de trabajo debido a la competitividad del mercado laboral. El número de egresados universitarios en China aumentó un 73% en la última década, un logro extraordinario para un país que tenía menos de 3,5 millones de estudiantes universitarios en 1997. Como resultado, hay más gente compitiendo por un grupo limitado de puestos de trabajo. Pero la dura condición de trabajo también llevó a muchos a involucrarse en la actividad sindical. A principios de año se produjo una inédita huelga de los trabajadores de las empresas de mensajería. Y los jóvenes trabajadores están desempolvando viejos libros de Mao Zedong, el líder de la revolución china de 1949, con consignas anticapitalistas que encajan perfectamente con los abusos que están cometiendo hoy las empresas creadas al amparo del Partido Comunista Chino.

**Por Gustavo Sierra

 

lunes, 5 de agosto de 2019

CAEN las principales MONEDAS de América Latina golpeadas por la DEVALUACIÓN del YUAN en China




CAEN las principales MONEDAS de América Latina golpeadas por la DEVALUACIÓN del YUAN en China

Las divisas de Argentina, Brasil, Chile y México experimentaban fuertes bajas, al igual que los índices de acciones en sus respectivas bolsas, tras la escalada en la guerra comercial con los Estados Unidos

 

Pekín deja caer la divisa china a mínimos desde 2008: Un dólar, siete yuanes

Llevaba sin pasar desde abril de 2008, pero tan solo cuatro días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciase nuevos aranceles a productos de China, la divisa de este país, el yuan (CNHUSD=X), rompió la barrera psicológica de las siete unidades por cada dólar.
Las principales monedas en América Latina caían este lunes en sintonía con la mayoría de las divisas emergentes y las bolsas en todo el mundo, luego de que China devaluara el yuan a su nivel más bajo en más de una década en el medio de una escalada en la guerra comercial que mantiene con China.
Este nuevo y más crudo capítulo en la guerra comercial entre las dos mayores potencias económicas del planeta se ha dejado sentir en los mercados de todo el mundo, donde las bolsas han sufrido fuertes caídas, desde Asia hasta Europa. Y todo ibdica que ocurrirá lo mismo en Wall Street. Sigue aquí los principales índices del mundo. Los inversores temen que esta nueva escalada en la batalla pueda perjudicar todavía más a las economías.
Los analistas apuntan que el Banco Popular de China (BPC, central) ha dejado caer conscientemente el valor de la moneda, mientras que la institución asegura que todo es cosa del mercado, aunque reconoce que la bajada tiene relación directa con la subida arancelaria estadounidense.
Y es que, aunque no las especificó, Pekín había prometido "represalias" después de que Trump indicase que impondría tasas del 10 % a productos chinos valorados en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre.
El mundo reaccionaba así a la decisión del Banco Popular de China de abandonar este lunes el valor de referencia para el yuan anclado en las 6,9 unidades por dólar, que se mantenía desde diciembre. De esta manera la moneda llegó a cotizarse en 7,044 unidades por dólar, su nivel más bajo desde 2008.

viernes, 3 de mayo de 2019

"996", el extenuante sistema que rige la VIDA LABORAL en los gigantes tecnológicos CHINOS



"996", el extenuante sistema que rige la VIDA LABORAL en los gigantes tecnológicos CHINOS

El ingeniero Wu Linfeng trabaja en el sector tecnológico de China , con jornadas interminables, de 9 a 21, seis días por semana. Es el sistema "996". Está agotado, cobra poco y se siente como un hamster en una rueda.

Cuando hace poco vio la comedia Tiempos Modernos se puso a llorar. Ver al trabajador de la línea de montaje de Charlie Chaplin fue como mirarse al espejo. El "996" rige la vida laboral de muchos ingenieros, programadores, desarrolladores de videojuegos y otros informáticos. Wu lo padece desde hace tres años.

"¡Sos la primera chica con la que hablo desde hace aproximadamente un año!", cuenta este trabajador a una periodista, exagerando un poco. Usa un seudónimo por miedo, dice, a perder el empleo.

Durante años, los empleados del sector tecnológico en China han trabajado tal cantidad de horas que hacen que los adictos al trabajo de Silicon Valley parezcan mimados. Ahora, están exponiendo a los empleadores que les exigen trabajar hasta altas horas de la noche. Algunos programadores incluso están manteniendo sus creaciones fuera del alcance de las empresas que, según su opinión, ponen demasiado énfasis en la cultura "996".

"Hace diez años, la gente no solía quejarse sobre el '996'", comentó Li Shun, exempleado de Baidu, el gigante de las búsquedas, quien dejó la firma para fundar una empresa emergente de medicina en línea. "En algún momento, esta industria estaba en auge, pero ahora es más bien una industria normal. Ya no hay utilidades financieras gigantescas. No es realista esperar que las personas trabajen un horario de '996' por sí solas como antes".
A diferencia de lo que suele suceder en China -donde están prohibidos los sindicatos independientes y el gobierno ejerce mano dura en contra de los levantamientos populistas que no controla-, el movimiento está ganando terreno.

El sector tecnológico chino cuenta con grandes compañías, como el gigante de telecomunicaciones Huawei y el de comercio electrónico Alibaba.

Pese a que China es un país donde se alienta el esfuerzo y se considera un lujo el descanso, los ritmos infernales del "996" suscitan interrogantes. Hasta el punto de que una "lista negra" de empresas chinas regidas por este sistema se ha hecho viral tras ser publicada de forma anónima.

Fue traducida a una veintena de lenguas y cuenta con casi 140 nombres. Entre las compañías señaladas figura la plataforma de venta en línea Pinduoduo, el gigante de videojuegos Tencent o Bytedance, la empresa que se encuentra detrás de la aplicación de videos compartidos TikTok.

A destajo

China, que celebra el Día de los Trabajadores con un puente de cuatro días, se ha sumido en una reflexión nacional sobre si la rápida modernización del país debe ir acompañada del trabajo hasta el agotamiento.

En Weibo, el equivalente chino de Twitter, la etiqueta #996 cuenta con más de 15 millones de visualizaciones. Muchos comentarios critican a empresas y autoridades por incumplir la legislación que limita el trabajo a 40 horas por semana y estipula un máximo de 36 horas extras por mes.

"Dicen que China está dirigida por la clase obrera", afirma un comentario en aparente referencia al Partido Comunista Chino (PCCh), en el poder en el país desde 1949. "¿Pero acaso ha visto usted alguna vez a dirigentes explotados de esta manera?".
Bajo anonimato, un desarrollador de videojuegos contó que una vez estuvo 110 horas en la oficina. Tras años de esfuerzo, este hombre de 31 años sufre problemas endocrinos y depresión, que atribuye al exceso de trabajo. "No tengo la sensación de haber conseguido nada y estoy lejos de ser rico", explica, y añade que por hora gana "menos que una empleada doméstica"

Los magnates del sector también han opinado al respecto. Jack Ma, el fundador de Alibaba, estima que el sistema "996" es "una enorme bendición" para aquellos que quieren tener éxito. El presidente ejecutivo de su rival JD.com, Richard Liu, calificó de "holgazanes" a quienes se niegan a trabajar duramente.

Sus comentarios suscitaron una lluvia de críticas.

Luego, Ma atenuó sus comentarios. Comenzó una conversación dentro de la industria. El lunes, el Ministerio de Recursos Humanos de China recibió una carta abierta firmada por 74 abogados de todo el país que insta al gobierno a hacer cumplir las leyes laborales de forma adecuada.

Incluso los medios del Estado chino han pedido a los empleadores que relajen sus exigencias.

Los empleados chinos del sector tecnológico ganan un promedio de 5 dólares la hora, según la principal plataforma de reclutamiento en China Boss Zhipin (o sea cinco veces menos que los japoneses y diez menos que en Silicon Valley).

"Si no querés trabajar, otros están haciendo cola y esperando a sustituirte", resume un ingeniero que prefiere no dar su nombre.

Las autoridades chinas todavía no se han pronunciado, pero el Diario del Pueblo, órgano del PCCh, estimó en un editorial reciente que el "996" viola las leyes sobre la duración del trabajo.
Fuentes: Agencia AFP y The New York Times

sábado, 22 de septiembre de 2018

Guerra Mundial Web: cómo China promueve una Internet menos libre y con mayor control estatal



El gobierno de Si Jinping desafía la visión estadounidense de una red abierta y global para cambiarla por otra controlada por los gobiernos nacionales

El origen de Internet se remonta a 1969, cuando la Agencia de Proyectos para la Investigación Avanzada (ARPA, por sus siglas en inglés), dependiente del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, conectó cuatro sistemas distribuidos en una red que se denominó ARPANET.  El objetivo era que la información no estuviera centralizada y así poder mantener la comunicación en caso de guerra. Desde entonces, el mundo ha sido testigo del desarrollo de una Internet financiada fundamentalmente por Estados Unidos, abierta y para todos, lo que ha ayudado a unir al mundo y a beneficiar a miles de millones de personas.
Sin embargo, hoy, Estados Unidos ha cedido su liderazgo en el ciberespacio a China, aseguró Adam Segal, experto en ciberseguridad y director del programa de políticas digitales y ciberespaciales en el Consejo de Relaciones Exteriores. Si bien su capacidad de convertirse en una superpotencia cibernética no está garantizada, el gigante asiático tiene muy buenas posibilidades de éxito, dado su tamaño y nivel de sofisticación tecnológica.
"Si eso sucede, Internet será menos global y menos abierta", advirtió Segal. "Una gran parte de ella ejecutará aplicaciones chinas sobre hardware hecho en China. Y Beijing recibirá los beneficios económicos, diplomáticos, de seguridad nacional e inteligencia que alguna vez disfrutó Washington".
La visión de Xi Jinping
Casi desde el momento en que asumió el poder en 2012, Xi Jinping dejó claro el gran papel que desempeñaría Internet en su visión para China. Luego de años en los que la política informática del país estaba fragmentada entre varios ministerios gubernamentales, el líder chino anunció que él mismo presidiría la Administración del Ciberespacio de China, responsable de controlar el contenido en línea, reforzar la ciberseguridad y desarrollar la economía digital.
La decisión refleja los esfuerzos de China de promover la ciber-soberanía como principio organizador de la gobernanza de Internet, en oposición directa al apoyo de Estados Unidos de una Internet global y abierta. En palabras de Xi, la ciber-soberanía representa "el derecho de cada país a elegir independientemente su propio camino de desarrollo cibernético, el modelo de regulación cibernética y las políticas públicas de Internet, y a participar en una gobernanza internacional del ciberespacio en pie de igualdad". En otras palabras, el presidente de China quiere pasar de una Internet basada en una red de informática mundial (World Wide Web) a una que opere sobre una red informática nacional.  
Washington y sus aliados han promovido un modelo distribuido de gobernanza de Internet en el que participan organismos técnicos, el sector privado, la sociedad civil y los gobiernos, mientras que Beijing concibe un mundo interconectado a través de redes nacionales, con un control gubernamental justificado por los derechos soberanos de los Estados. "Deberíamos respetar el derecho de cada país a gobernar su propio ciberespacio", dijo Xi en la segunda Conferencia Mundial de Internet en Wuzhen, provincia de Zhejiang. "Ningún país debería perseguir la ciberhegemonía ni interferir en los asuntos internos de otros países".
Los reguladores chinos creen que tendrían mayor influencia en la regulación de la tecnología informática si las Naciones Unidas desempeñaran un mayor papel en la gobernanza de Internet. En 2017, por ejemplo, China abogó por un "enfoque multilateral para gobernar el ciberespacio, con las Naciones Unidas asumiendo el liderazgo en la creación de un consenso internacional sobre las normas".
Un sistema semejante brindaría dos beneficios inmediatos a Beijing. Por un lado, daría prioridad a los intereses de los gobiernos sobre los de las empresas tecnológicas y las sociedades civiles. Por otro lado, permitiría a China movilizar los votos de los países en vía de desarrollo, muchos de los cuales también desearían controlar Internet y la libre circulación de la información en sus territorios.
Tecno Nacionalismo
Este modelo de Internet se superpone con el tecno-nacionalismo chino: los dirigentes chinos creen que tienen que reducir la dependencia de China de las empresas de tecnología de Estados Unidos para garantizar su seguridad nacional, una creencia que se fortaleció en 2013, cuando Edward Snowden, un ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reveló que los servicios de inteligencia de Estados Unidos habían accedido a los datos de millones de personas que estaban en poder de empresas estadounidenses y que habían sido transmitidos por éstas.
En este sentido, la inversión china en investigación y desarrollo ha crecido a un ritmo medio del 20% anual desde 1999. Actualmente es de aproximadamente USD 233.000 millones, lo que equivale al 20% del gasto mundial total en I+D. 
Las autoridades en China también desconfían cada vez más del riesgo de ciberataques a redes gubernamentales y privadas que podrían vulnerar su crecimiento económico. En consecuencia, el Ejército Popular de Liberación ha anunciado planes para acelerar el desarrollo de sus fuerzas cibernéticas y reforzar las defensas de red de China.
Ciberseguridad: censura y vigilancia
El problema radica en la interpretación que el país asiático mantiene de la defensa en el ciberespacio, así como de la ciberseguridad en general. En los últimos cinco años, Beijing ha reforzado considerablemente los controles sobre los sitios web y las redes sociales. En marzo de 2017, por ejemplo, el gobierno ordenó a Tencent, el segundo mayor gigante digital de China, y a otras empresas tecnológicas locales que cerraran todos los sitios web conteniendo debates sobre historia, asuntos internacionales y el ejército.
Los funcionarios también ordenaron a las empresas de telecomunicaciones que bloquearan las redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés), que son ampliamente utilizadas por las empresas, los empresarios y los académicos chinos para eludir la censura del gobierno. En consecuencia, Apple tuvo que eliminar 25.000 aplicaciones de su App Store en China, mientras que Google decidió diseñar una versión censurada de su buscador en el país.
En 2017, cuando la salud del disidente y Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo empeoraba, los censuradores revelaron que podían borrar su imagen de los chats de mensajería instantánea. En un gesto aún más orwelliano, el gobierno impulsa un sistema de reputación social nacional que usará cámaras, big data e inteligencia artificial para controlar la conducta de las personas.
La concepción china de Internet está en auge. Según el think tank Freedom House, la libertad en Internet -la facilidad con la que la gente puede acceder a Internet y utilizarla para decir lo que piensa- ha disminuido en los últimos siete años. La misma organización sin fines de lucro reportó en 2017 que, por tercer año consecutivo, China fue el peor abusador de la libertad en Internet, seguida de Siria y Etiopía.
La posición de Estados Unidos en el centro del desarrollo de Internet a escala global le trajo grandes beneficios económicos, militares y de inteligencia al país norteamericano. Las empresas estadounidenses desarrollaron los routers y servidores que transportan los datos del mundo, los teléfonos y las computadoras personales que la gente usa para comunicarse, y el software que sirve como puerta de entrada a Internet.
Sin embargo, esta versión abierta de Internet parece estar cada vez más desafiada por un país que ha demostrado una gran capacidad de innovación tecnológica a pesar de su sistema totalitario de gobierno. A menos que la esfera de influencia de China resulte menos penetrante de lo que ha sido hasta ahora, el ciberespacio será mucho menos estadounidense y mucho más chino en el futuro.
Fuente: INFOBAE.

#GuerraMundiaWeb #China #Internet #ARPANET #AdamSegal #ciberseguridad