Inflación y
recesión explican la caída, que desmiente afirmaciones de la Presidenta
Las últimas semanas, la Presidenta dijo más de una vez que la Argentina
era "el país de América latina que más clase media había generado" en
la década. Sin embargo, la pirámide social que usan las empresas y los
especialistas de marketing para definir sus estrategias comerciales y sus
planes de inversión da cuenta de un estancamiento en el proceso de ascenso
social y recuperación de la clase media.
Según un estudio privado, en los últimos tres años la clase media se
redujo casi dos puntos a manos del crecimiento de la clase baja, que ya reúne a
casi la mitad de los hogares argentinos. Los datos, que se explican por la
inflación y la recesión, corresponden a la pirámide social que elabora la
consultora CCR sobre la base de los aportes de la Asociación Argentina de
Marketing (AAM), la Sociedad Argentina de Investigadores de Marketing y Opinión
(Saimo) y la Encuesta Permanente de Hogares del Indec (EPH).
Para hacer su medición la consultora usa datos
oficiales de ingresos por hogar e indicadores cualitativos, como tipo de
empleo, cobertura médica, nivel de educación y cantidad de aportantes por
familia.
Según los datos de CCR, la barrera que separa la clase media de la baja
es un ingreso mensual superior a los 11.700 pesos por hogar. Este límite no lo
cruza el 47,5% de las familias argentinas, que integran la clase baja. Dentro
de este universo, en CCR a su vez distinguen entre la clase baja superior
-conocida como el segmento D1 en la jerga de los marketineros- y la clase baja
lisa y llana (los segmentos D2 y E). Esta última representa al 17,2% de los
hogares, cuenta con un ingreso promedio de 4600 pesos y tuvo un crecimiento de
0,5 puntos en el último año.
En la otra punta de la escala se encuentra el 5,5 por ciento de la
población que integra el segmento ABC1, que en promedio tiene un ingreso
familiar que supera los 106.000 pesos mensuales.
Puertas adentro, este segmento también muestra fuertes disparidades, ya
que el quintil más alto del ABC1 -es decir, apenas un poco más del 1 por ciento
de los hogares argentinos- tiene un ingreso de 187.000 pesos por mes, contra
los 65.000 pesos del nicho más "pobre" de la misma clase social.
En los últimos años, la clase media había sido la gran beneficiada del
modelo económico y, de hecho, entre 2004 y 2012 este segmento había ganado más
de nueve puntos de participación hasta alcanzar a casi la mitad de la población
argentina.
El crecimiento de la clase media se había logrado a costa de la baja,
que en el mismo período había perdido diez puntos de participación, lo que
también es otra muestra del proceso de recuperación que vivió la economía
argentina.
"Más allá de que se trata de fluctuaciones muy pequeñas, lo
importante es que desde 2012 se revirtió la tendencia de expansión de la clase
media", precisó Patricia Sosa, directora de Negocios de CCR.
El cambio en la tendencia en la movilidad social no casualmente coincide
con una aceleración de la inflación, que empezó a sufrir la economía a partir
de 2012.
"Está claro que el primer factor que explica este estancamiento es
la inflación, en especial durante 2014, donde a partir de la fuerte devaluación
del peso se produjo una caída en el poder adquisitivo de los salarios. Pero la
inflación no es la única razón y también influye que durante los últimos cuatro
años prácticamente no hubo crecimiento de la economía ni creación de empleo en
el sector privado", explica el economista Camilo Tiscornia.
En principio se podría pensar que los datos de CCR contradicen los
estudios sobre el crecimiento de la clase media a los que apela el Gobierno a
la hora de defender su gestión social, como el informe que se conoció en los
últimos días del Pew Research Center, un "think tank" con base en
Washington que trabaja sobre la base de datos del Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional.
Según este estudio, la clase media se duplicó, al pasar del 15 al 32,5
por ciento de la población, lo que volvió a poner a la Argentina en el podio de
países con más clase media de la región, detrás de Chile y Uruguay.
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