El secretario
general de los telefónicos explica por qué hoy es inviable una reunificación de
la CGT y critica la postura de Hugo Moyano
Secretario
general del sindicato telefónico desde 1997, OSVALDO IADAROLA militó en las filas del Movimiento
de Trabajadores Argentinos junto con Hugo Moyano, y hoy revista en la CGT más
cercana al oficialismo. En una
entrevista con Tiempo Argentino, habló de las diferencias políticas que lo
separan del espacio del líder camionero, entre otros temas. Analizó el contexto
en el que se desarrollan las actuales negociaciones paritarias y, aunque
defendió el modelo de un gremio por rama de actividad, reconoció que hay
organizaciones "que no llevan a la práctica la democracia
sindical".
NOTA
copiada de https://www.facebook.com/SoyTelefonico
– ¿Cómo
ve las paritarias? –
Si bien hay un proceso inflacionario
que está reconocido por todo el mundo, la realidad es que este año es un
momento más crítico por los acontecimientos económicos. En este marco, veo una
gran responsabilidad de la dirigencia del movimiento obrero. Te cuento una
anécdota: en 1975 el gremio telefónico sacó casi el 65% de aumento, salimos en
la tapa de todos los diarios, a los pocos días la UOM sacó el 130% de aumento.
Y después, a los 15 o 20 días vino el Rodrigazo, proceso tremendo que a los que
más castigó fue a los sectores populares. ¿Por qué digo esto? Esa experiencia,
en un momento en donde yo diría... no sé si de un golpe financiero, pero
realmente hubo un apriete muy grande del capital especulativo. Entonces, se da
algo: nunca noté tanta preocupación por sectores que no tienen nada que ver con
el movimiento obrero para impulsar la paritaria, para tratar de involucrarse
por el costado en la paritaria del movimiento obrero.
– ¿A
quienes se refiere? –
Grupos económicos, determinados
sectores de la prensa, que generan expectativas. En ese marco, que es la
característica de este año, yo veo mucha responsabilidad en cuanto al
movimiento obrero. Porque en un proceso inflacionario los dirigentes tienen la
obligación de mantener el poder adquisitivo de los compañeros nuestros, pero
también la responsabilidad de no ser nosotros los promotores de un espiral
súper inflacionario que termine con un Rodrigazo.
– ¿Cómo
se resuelve esa tensión entre luchar por mantener el poder adquisitivo y
mostrarse "responsable"? –
Siempre hay una diagonal entre el
mundo sindical y el empresarial que a el camino de la negociación. En nuestro
sector no tenemos empresas que tengan procedimientos de crisis, tienen buena
rentabilidad, así que es un marco proclive a sacar una buena paritaria.
– ¿Cuánto
van a pedir? –
Eso no lo sé, te digo honestamente.
Todavía no está convocada (la paritaria), vence el 30 de junio, la convocamos
en la segunda quincena de marzo. Nuestra modalidad es siempre no pedir adelanto
de las paritarias ni nada, nos sentamos a discutir por el segmento del año, la
paritaria es anual.
–Usted
militó en el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA) con Hugo Moyano en la
época de confrontación con el menemismo. –
Sigo en el núcleo del MTA. Moyano
eligió un camino, a nuestro modesto entender, equivocado. ¿Por qué? Porque en
todo gobierno hay temas críticos, es así. Lo que en el movimiento obrero no
podemos dejar de reconocer es que antes de 2004 la paritaria estuvo
once años congelada, la tasa de desocupación era de dos dígitos, hay seis
millones de trabajadores incorporados. Muchas veces se habla con liviandad,
pero seis millones es mucha gente. Hay dos millones más de jubilados que se
incorporaron y cobran mensualmente. Y en el caso nuestro, las
telecomunicaciones, ningún gobierno hizo un plan en telecomunicaciones como
este. Hoy estamos arriba de Brasil, se creó una empresa de telecomunicaciones
100% nacional satelital y terrestre, Arsat. Metimos 19 mil km de fibra óptica
en los lugares pobres. Es otra Argentina desde el punto de vista de las
telecomunicaciones. EN MEDIO DE ESTE MARCO, CREO QUE SE
EQUIVOCÓ DE CAMINO HUGO MOYANO. Ahora, Perón decía: cada uno es
artífice de su propio destino. Él eligió ese camino, bueno, el final y todo es
un tema que le compete a él, no a nosotros. Nosotros seguimos en el MTA,
queremos ser coherentes, bancamos a este gobierno con las críticas que habrá
que hacerle, pero tenemos definido el apoyo en forma irrestricta a este proceso
que se está dando.
– ¿Hay
posibilidades de unidad en este contexto? Barrionuevo no es una figura que le
caiga simpática al MTA… –
Sí, pero te digo la verdad: el
problema no es sólo por tal o cual dirigente. El problema son las políticas. Si
hoy nosotros tenemos que hacer un análisis del movimiento obrero, y lo digo con
total respeto, hay cinco conglomerados, de alguna manera, esa es la realidad.
No creo en esa figura de la unidad, en juntarse y amontonarse, creo en la
unidad con un proyecto político. Como sector social, nosotros los trabajadores,
esté el actual gobierno o quien fuere, siempre tenemos que tener un proyecto
para expresar a este sector social en la disputa de poder, esto es así. Pasa
que la gran división actual es entre sectores que tienen un proyecto y sectores
que no lo tienen, o un proyecto contradictorio con lo que estamos diciendo,
desde el punto de vista del campo social, político y nacional. Entonces, en eso
yo no tengo expectativas. Porque unificar significa unificarse con un proyecto
claro, definido y llevarlo adelante. He participado hace muchos años en
congresos donde estábamos todos de acuerdo, termina el congreso y cada uno
sigue con su política. No tiene ningún sentido. Hoy hay comentarios que dicen
que si cada uno de los líderes de determinados espacios renuncia y se juntan
todos… no estoy de acuerdo en eso.
–Más
allá del reciente fallo de la Corte Suprema, hay un debate por la democracia
sindical que pone de relieve la necesidad de cierta oxigenación en la conducción
de los gremios. Usted es secretario general desde 1997. ¿Cuál es su
visión? –
Estamos de acuerdo con el modelo
sindical vigente, un sindicato por rama de actividad. Ha demostrado
efectividad. No se puede representar intereses colectivos seccionando en sectores,
es lo más contradictorio que hay. Este sindicato lo fundaron en el '28 los
anarcosindicalistas y socialistas y, a la hora de resolver, resolvía la
asamblea y se acataba. No eran tontos, sabían que representaban intereses
colectivos, pero a la hora de negociar o peticionar tenían que ser una sola
voz. Este modelo es con el que estamos totalmente de acuerdo y defendemos.
Ahora, es verdad que hay sindicatos que no la llevan adelante (la democracia
sindical). Honestamente, creo que es un error de la dirigencia porque el poder
que tiene el sindicato es a través del marco colectivo: cuanto más se discute,
más formada está la gente y participa en las decisiones, más poder te faculta.
Yo no estoy de acuerdo cuando dicen que con la actual ley no se puede ejercer
la democracia sindical, están dadas todas las condiciones. Lo que sí, hay
sectores empresariales con interés en seccionar al movimiento obrero. Acá no
hay lista única, cada mandato que hay que ir al ruedo hay tres o cuatro listas,
la última vez toda la oposición se unificó. Te pongo un ejemplo: en Chile, hace
ocho o diez años atrás, había 23 sindicatos de telecomunicaciones, después
llegaron a 27 y hoy rondan los 30 sindicatos. En
algunas oportunidades que tuve de encontrarme con algunos –nunca están todos
juntos– les pregunté cuántos conflictos ganaron. "No, nunca ganamos ningún
conflicto."