Este jueves el INDEC comunicó que la inflación de abril fue del 1,5%, su nivel más bajo
desde diciembre de 2017. Sin embargo, las dificultades del
instituto para llevar a cabo el relevamiento de manera presencial y la inexistencia
de precios en
sectores paralizados por la cuarentena reflejaron una
pérdida de precisión a la hora de realizar las mediciones.
La mayoría de los economistas coincide en que
las complicaciones metodológicas para
construir el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la influencia de los precios regulados por el Gobierno fueron los
principales factores explicativos de la merma en la suba de precios. Ambas
situaciones sucedieron en un contexto de profunda caída en la actividad y de la demanda, que
quitó un argumento a la hora de convalidar incrementos.