A
esta altura del año, el
calendario de las paritarias debería estar atravesando su etapa final.
Pero la realidad económica que traza el coronavirus alteró las previsiones y recién durante el mes pasado
y el que está en curso comenzaron a anudarse los primeros acuerdos. En total, son 23 tratos que representan mejoras para un millón trabajadores en relación de dependencia en el sector privado, sobre un total de
5,2 millones de asalariados. Es decir, que solo
un 19 por ciento de los trabajadores tuvo una mejora salarial desde que se
inició la crisis sanitaria, según registros del Ministerio de Trabajo.
Los aumentos rondaron entre 23 y 30% anual, casi diez puntos por debajo de la inflación esperada por el mercado a fin de año. Y todos presentan características
disímiles que reflejan el contexto de incertidumbre. Hubo tratos
"cortos", de entre cuatro y siete meses, cuando antes por lo general
eran anuales. Eso sí, tienen una cláusula de revisión en
caso de que la inflación supere lo pactado. No en todos los
casos el porcentaje de incremento se dio sobre la base de los sueldos básicos y
se exploraron atajos para forzar acuerdos, como el otorgamiento de sumas fijas
no remunerativas o la inclusión en el básico de las subas por decreto que
dispuso el gobierno nacional.
El mejor botón de muestra sobre la flexibilidad de las
paritarias fue el acuerdo que selló
recientemente la Unión Obrera Metalúrgica (UOM). Obtuvo una "gratificación extraordinaria no
remunerativa", que se abonará en cinco
pagos de $6000 mensuales desde agosto a diciembre de 2020. En el trato, Antonio Caló resignó el
aumento de la primera mitad del año y acordó extender hasta fines de diciembre
el esquema de suspensiones a través del artículo 223 bis
de la Ley de Contrato de Trabajo, por el cual los trabajadores
metalúrgicos que no cumplan tareas debido a la pandemia por coronavirus cobrarán el
70% del salario bruto, lo que representaría alrededor del 86% del salario neto.
Otro rasgo distintivo de las negociaciones paritarias en
tiempos de crisis fueron los acuerdos escalonados, como el de la Alimentación. Selló una suma fija de $6000 para mayo,
junio y julio, más un aumento de 6,5% entre agosto y septiembre. El apretón
de mano se dio en julio y la negociación se retomará el 22 de septiembre, para
avanzar con el período que resta, de siete meses
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Nicolás Balinotti - LaNacion