Mostrando las entradas con la etiqueta Perón. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Perón. Mostrar todas las entradas

lunes, 3 de noviembre de 2014

FUE CUBA (Libro) una documentada y polémica mirada de los setenta


Una investigación exhaustiva sobre la infiltración castrista

En el flamante "Fue Cuba", el escritor y ex funcionario menemista Tata Yofre examina los vínculos entre La Habana y los movimientos guerrilleros de los 70. Infobae publica el prólogo del explosivo libro
La escena se llevó a cabo el 16 de marzo de 1976. Faltaba una semana para que cayera en la Argentina el período constitucional que había nacido el 25 de mayo de 1973, tras el estruendoso fracaso del gobierno militar que había depuesto al presidente Arturo Umberto Illia en 1966. Esa noche, la sociedad escuchó atentamente al líder de la oposición fijar su postura ante lo que sostenía la calle que estaba próximo: un nuevo golpe militar. Se prendieron las luces de las cámaras de televisión y Ricardo Balbín comenzó a hablar con su estilo alambicado y poético.

Era un intento vano por frenar lo irreparable, y en un momento se preguntó, nos preguntó: "Ahí está la guerrilla —¿por qué vino y quién la trajo?— poniendo al país en peligro y encendiendo una mecha en el continente americano. Nadie se preocupa de eso. Pero para la construcción por la violencia de la Argentina, la guerrilla intensificada en el país pasa las fronteras. Y puede llegar el día en que, sin querer o queriendo, encuentre convulsionado su país, amenazada su República".

Avalando sus palabras, al día siguiente, salía el primer ejemplar del vespertino La Tarde, bajo la dirección del joven Héctor Timerman, con un titulo de tapa a varias columnas: "Argentina hoy: bombas, secuestros y carestía". Días más tarde, el mismo diario título: "Un récord que duele: cada 5 horas asesinan a un argentino."

"La guerrilla" era la cuestión. No toda, pero sí en gran medida la excusa para lo que estaba por venir. "Cuanto peor mejor", sostenía el líder de la organización Montoneros. "A las armas", clamaba un jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo. Todos empujaban al país hacia el vacío. Y las Fuerzas Armadas ya habían tomado la decisión de derrocar al gobierno constitucional unos meses antes.

Parecía difícil imaginar como Balbín ignoraba la génesis de la guerrilla. El fenómeno armado, en América Latina y la Argentina en particular, había comenzado varios años antes. Fue en Cuba cuando los nuevos dueños del poder decidieron exportar su revolución. Que no era una revolución liberadora de las dictaduras existentes, sino marxista-leninista. No son simples suposiciones. En este libro están varios de los documentos inéditos que lo demuestran. Son los que surgen del archivo del antiguo Ministerio del Interior de Checoslovaquia, con mas de 10.000 folios, de los cuales elegí algunos de los mas emblemáticos.

El comienzo de todo este proceso se remonta a tiempos anteriores a la llegada de Fidel Castro al poder, en la primera semana de enero de 1959. Hay un trabajo previo muy bien llevado entre el Kremlin, los comunistas cubanos enrolados en el Partido Socialista Popular y el cuartel del Movimiento 26 de Julio, de Fidel y Raúl Castro con Ernesto Guevara de la Serna. Con el paso de las semanas, una vez asidos al poder, establecieron un gobierno en las sombras que preparó la futura dictadura comunista. Contaban a su favor con el efecto sorpresa y la ignorancia de las capas directivas de la isla.

Esa fue la primera estafa. Luego llego el segundo engaño. Promocionar su movimiento "liberador" en los países de Hispanoamérica, con la ayuda de un gran aparato propagandístico y la complicidad de brillantes intelectuales. Vendedores de mercadería falsa. En mal estado.
En el plano general, la expansión castrista se desarrolló bajo la indolencia de las dirigencias de América Latina y, especialmente, de los Estados Unidos de América. En plena Guerra Fría, en un clima de pachanga, se estacionó un portaviones soviético a 90 millas de sus costas y cuando tomaron conciencia del error ya era tarde. En la Argentina la infiltración fue un éxito. Quizá el mayor logro político del gobierno castrista. Colarse entre las fisuras y los resquebrajamientos de su sociedad, cuya dirigencia no tenía respuestas, en especial, de que hacer con el peronismo después de 1955.

Aunque parezca exótico traerlo a colación, el general Eduardo Lonardi, el mismo jefe que echó a Juan Domingo Perón en septiembre de 1955, les previno a quienes lo sacaban del poder sesenta días más tarde, con la intención de disolver por la fuerza el Movimiento Peronista e intervenir la central sindical, que "sería un procedimiento muy poco hábil, desde el punto de vista democrático, poner al movimiento peronista en la clandestinidad y robustecerlo con la persecución". Pues bien, lo hicieron, y el vasto peronismo, con el tiempo, fue infectado.

Entraron a jugar "los simuladores", como los llamó el jefe del Movimiento, porque en nombre de Perón —a quien despreciaban— intentaron, con diferentes artilugios, terminar con el peronismo. Y años más tarde, en medio del incendio político, social y económico, los que lo echaron lo volvieron a traer para que apagara la hoguera.

América Latina no fue ajena a este fenómeno. También lo sufrió. Ahí están Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Uruguay, entre otros, para atestiguarlo. Como Balbín, el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti reconoció que "sin guerrilla no hay una explicación al golpe de Estado de Uruguay".

Como ha sido mi estilo, todo lo que afirmo está respaldado por documentos desconocidos, buscados en Checoslovaquia, la Unión Soviética, Cuba, Alemania Oriental y la Argentina. A ellos se suman archivos particulares de personajes de la época, también inéditos. Eso no es todo: conté para este largo relato con la confianza y la sinceridad de viejos militantes de la izquierda radicalizada. Aquella que prefirió el lenguaje de las armas. En esos encuentros intentamos reconstruir el pasado, hacerlo comprensible, a pesar de las lógicas diferencias con cada uno los entrevistados. Nadie engañó a nadie: hicimos una reconstrucción en común de nuestra historia, de la peor parte que nos tocó vivir.

Muchos observarán que trato la situación interna cubana. El papel de Fidel, en primer lugar. Luego, el Che Guevara con su fracasada formula: guerrilla-revolución-triunfo-socialismo, sembrando de muerte por donde pasaba. En todos lados, lo mismo, sin reparar en los costos. Hablaba de principios morales mientras fusilaba sin desdén. De no intervencion, mientras se colaba donde podía. Llegó a privilegiar una invasión con extranjeros en su propio país. Ahí está, hoy reivindicado con su imagen en la Galería de Patriotas Latinoamericanos de la Casa de Gobierno. Un mensaje tétrico para las futuras generaciones o una muestra de frivolidad suicida.

Con este libro, cierro una cuestión tratada, parcialmente, en mis anteriores trabajos. Es una deuda de varios años con los lectores: el papel de La Habana en la fratricida guerra argentina y latinoamericana. La que explica como, cuando y quienes la desataron abriendo las puertas a Lucifer. Algunos jefes terroristas dieron a la sociedad la explicación de sus conductas. Los militares también. Falta aun que los hermanos Castro se excusen con todos por tanto daño gratuito. No lo harán. No está en su ánimo. Los tiranos no aceptan errores.

Publicado en el grupo UNION TELEFONICA



jueves, 3 de noviembre de 2011

Noviembre: Mes de la Militancia [Tenemos un Libro para vos…]



El 17 de noviembre conmemoramos el dia del militante, en recordación al retorno del líder exiliado Juan D.Peron en 1972, luego de casi 18 años de proscripciones.

Por eso y a modo de anticipo queremos entregarles en formato digital algunos textos que aun poseen una vigencia política significativa.

Esta primera entrega es nada menos que La hora de los pueblos del general Perón, lo podes bajar a tu PC o leer en linea.

La Hora de los Pueblos / Perón, Juan Domingo (1968)



Disponible
http://www.juventudconvergencia.org/web/libros/lahora.pdf
http://www.peronvencealtiempo.com.ar/peron/libros-de-peron/18-la-hora-de-los-pueblos-1968


Un abrazo militante

martes, 16 de noviembre de 2010

La Otra Marcha sobre EZEIZA / VIDEO [17 de Noviembre de 1972]


El retorno de Perón a su patria después de 18 años de exilio.


17 de Noviembre de 1972


La Militancia peronista va al Encuentro de su lider.


ES LA HISTORIA EN SU EXPRESION DE AMOR MAS PURA





viernes, 8 de octubre de 2010

A 115 años del natalicio de Juan D. Perón

Se cumplen hoy 115 años del nacimiento de Juan Domingo Perón, hecho que será conmemorado por el Partido Justicialista, del cual fue fundador y su máximo jefe político, y por diferentes y numerosas entidades gremiales.

Perón nació en Lobos, Provincia de Buenos Aires, el 8 de octubre de 1895. Fue hijo de Mario Tomás Perón, pequeño productor agrícola-ganadero, y de Juana Sosa, además de nieto de uno de los médicos más célebres de su tiempo, el profesor Tomás L. Perón.

Precisamente, quería seguir medicina como su abuelo pero finalmente se decidió por estudiar en el Colegio Militar, donde hizo una meteórica carrera, dejando como legado varios libros sobre estrategias castrenses.

Además de militar, fue político y escritor; presidente de la Nación por tres períodos (1946, 1951 y 1973), elegido por el voto popular. Propugnó como plan de gobierno la justicia social, la independencia económica y la soberanía política. También promovió la organización sindical obrera.

La muerte, a los 78 años, le llegó mientras cumplía su tercer período presidencial, después de un largo exilio, el 1º de julio de 1974.



Fuente: http://www.argentina.ar/

sábado, 28 de agosto de 2010

"Quieren nuestros recursos..." Discurso de Perón en la CGT (1973)

DISCURSO PRONUNCIADO EN LA CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO (CGT)
"Quieren nuestros recursos,... por las buenas o por las malas…"
JUAN DOMINGO PERÓN [30 de Julio de 1973]
Conversaba con uno de los dirigentes diplomáticos que actuaron en el Congreso de Estocolmo, que se reunió para la defensa ecológica de la Tierra; porque el hombre ha comenzado a pensar que está despilfarrando los medios naturales que no son infinitos, desgraciadamente, y que un día va a llegar en que se va a quedar sin tierra, sin agua y sin aire, y entonces sí que la va a pasar canuta, como dicen los gallegos. Indudablemente, este proceso el hombre ha comenzado a verlo. Y yo conversaba con ese señor, un hombre de gran ilustración, de gran capacidad y sobre todo de grandes conocimientos. Le preguntaba qué sacaron en limpio de esa reunión, y me contestó: "Extraordinario. En primer lugar, allí no se habló de los países, se habló de la Tierra. Segundo, nos dimos cuenta de que el mundo marcha hacia la universalización o hacia la hecatombe: segunda enseñanza. Y tercera, nos dimos cuenta de lo estúpidos que han sido los hombres que durante siglos han muerto por millones, defendiendo unas fronteras que solo estaban en su imaginación".
Frente a este imperativo de la evolución, nosotros debemos pensar que quizás antes del año 2000, en que se doblará la actual población de la Tierra y disminuirá a la mitad la materia prima disponible para seguir viviendo, se va a tener que producir, indefectiblemente, la integración universal.
Es decir que los hombres deberán ponerse de acuerdo en la defensa total de la Tierra y su utilización como hermanos y no como enemigos unos de otros.
Además de eso, será necesario llegar a la solución del problema de la superpoblación. En la Tierra ya ha habido superpoblación; eso se ha producido en algunas regiones, ya que obedece no sólo al número de habitantes, sino a la desproporción entre el número de habitantes y los medios de subsistencia.
Las soluciones han sido siempre de dos naturalezas: una es la supresión biológica, es decir, matar gente, de lo cual se encargan la guerra, las pestes y el hambre, que es la enfermedad que más mata en la Tierra. La otra solución es el reordenamiento geopolítico, que permite una mayor producción y una mejor distribución de los medios de subsistencia.
Si el hombre, en lo que resta hasta el año 2000 y comienzo del siglo XXI, no ha resuelto el problema por la vía geopolítica, produciendo más y distribuyendo con mayor justicia lo que el hombre necesita para subsistir, no quedará otro remedio que lanzar en masa la bomba atómica, que también puede ser una solución si la insensatez de los hombres no ha utilizado el camino constructivo y se han decidido por el destructivo.
Compañeros: estas son cosas tan claras que no es necesario ser científico ni estar muy bien informado para comprenderlas. Basta oírlas y conocerlas. Son cosas evidentes, como es evidente la verdad que habla sin artificios.
Si ése es el problema, la universalización de la Tierra será el mejor camino para la solución geopolítica. Es decir, para resolver el problema con una mejor producción, mejor organizada y mejor distribuida, tanto de la comida como de la materia prima, que van a ser las dos necesidades prioritarias en ese futuro ya casi inmediato.
Si eso ha de hacerse, no se hará por sí solo, porque estas cosas solas no se pueden realizar. Tendrán que ser realizadas por las grandes fuerzas que orientan y manejan la transformación de la humanidad.
En este momento serían: el imperialismo yanqui, o el imperialismo soviético, o un tercer mundo. Si esa integración universal la realizara cualquiera de los imperialismos, la haría para su provecho, y no en provecho de los demás. Solamente la conformación de un tercer mundo podría ser una garantía para que la humanidad pudiese disfrutar de un mundo mejor en el futuro. Pero para eso, ese tercer mundo tiene que organizarse y fortalecerse.
Hace ya casi treinta años, nosotros, desde aquí, lanzamos la famosa tercera posición, que entonces cayó aparentemente en el vacío, porque había terminado la guerra mundial y no estaba el horno para bollos. Se rieron de nosotros. Pero han pasado veinti¬siete años desde entonces, y hoy las tres cuartas partes del mundo pujan por estar en ese tercer mundo.
Estos son, compañeros, los grandes problemas. Los pequeños problemas políticos en los cuales hemos estado empeñados hasta ahora los argentinos, frente a estas acechanzas del futuro inmediato ¿qué importancia pueden tener? Son asuntos pequeños y gallináceos, diríamos así, que andan a ras del suelo. Es necesario pensar ya en grande, para el mundo, dentro del cual nosotros realizaremos nuestro destino o sucumbiremos en la misma adversidad en que sucumban los demás.
Hoy es necesario pensar de otra manera. Ya no se puede pensar con la pequeñez de los tiempos en que todos querían disfrutar y ninguno quería comprometer su destino ni su felicidad futura para asociarla a la de los demás. Hoy eso es indispensable, porque en un mundo que no se realice, no habrá país que pueda hacerlo, y dentro de esos países que no se realicen, no habrá individuos que puedan lograrlo.
Trabajar hoy por la felicidad del hermano vecino es trabajar también por la felicidad de todos los demás.
Pienso yo que ése es el camino de nuestra revolución. Si nosotros entendemos eso, no habrá otra revolución que pueda estar sobre los objetivos de la que nosotros defendemos, integrándonos en el continente latinoamericano, que es el último que va quedando por integrarse. Todos los demás lo han hecho. Europa se ha integrado ya casi en una asociación confederativa política para defenderse de las acechanzas de ese futuro, que ellos ven con una tremenda claridad. Se está integrando Asia, como se está integrando África. Y nosotros vamos resultando el último orejón del tarro.
Ése es el empeño que debemos poner, en eso estamos. En 1948 realizamos un tratado de complementación económica en Chile, buscando crear la comunidad económica latinoamericana, que pusiera en paralelo nuestros intereses y uniera nuestros países. Tuvimos mucho éxito inicialmente; casi todos los países latinoamericanos, excepto los cipayos conocidos, se unieron y adhirieron a ese tratado de complementación económica.
Fíjense que lo hicimos en 1948, y en esto los apresurados fuimos nosotros, porque Europa lo hace después, en 1958, en el Tratado de Roma, diez años después que nosotros. Y ahora nosotros estamos veinte años más atrás que ellos.
Indudablemente, nosotros caímos bajo la férula del imperialismo yanqui, que no permitió a estos países unirse, y que ha estado luchando siempre por separarlos y enfrentarlos entre sí, a fin de que esa unidad no se produzca.
¿Por qué lo han hecho? Muy simplemente, porque ellos se están quedando sin ma¬terias primas y están queriendo conservar como países satélites a aquellos que tengan las grandes reservas de comida y materias primas para esa superpoblación que está ya a 25 ó 30 años de distancia. Ellos querrán que después nosotros trabajemos para darles a ellos de comer y para darles nuestra materia prima. ¿Por qué? Porque los países superdesarrollados son los pobres del futuro, y los países infradesarrollados serán los ricos del futuro, que tendrán la materia prima y la comida suficiente.
Ahora bien, ésa es nuestra esperanza, pero también es nuestro peligro, porque la historia prueba que cuando los grandes y los fuertes han necesitado ambas cosas, salieron a buscarlas donde estén, por las buenas o por las malas.
Por eso dije yo, hace ya veinticinco años, que el año 2000 nos encontrará unidos o dominados, y cada día que pasa se comprueba más esto.
Hace pocos días, en Medio Oriente amenazaron a Estados Unidos con cerrarle el grifo del petróleo. El petróleo que produce Medio Oriente es el 80 % del petróleo del mundo, de manera que si ellos cierran la canilla, la industria norteamericana, que está toda montada sobre energía basada en petróleo, tendrá un sacudón muy fuerte.
¿Cómo contestó Estados Unidos? El Senado de Estados Unidos contestó que si eso hacían los árabes, Estados Unidos ocuparía el Medio Oriente. Eso lo van a hacer; pero no sólo con los árabes: ¡lo van a hacer también con nosotros el día en que necesiten y no tengan!

Marcados a Fuego II - De Perón a Montoneros 1945-1973



El 17 de octubre de 1945, entre los trabajadores y Juan Domingo Perón se forjó un vínculo especial, cuya solidez determinaría el curso de la política argentina por décadas. A partir de entonces, los intentos de fortalecer, destruir, transformar o capitalizar en provecho propio esa unión signarán nuestra historia y alrededor de ellos se desarrollarán viejas y nuevas formas de violencia.


Persecución, tortura, prisión o exilio fueron destinos comunes de la oposición, bajo las primeras presidencias de Perón y también en el régimen militar que lo derrocó y los que lo siguieron, con la legitimidad cuestionada por la proscripción del peronismo y de su líder, el "tirano prófugo". Entretanto, las luchas gremiales, reprimidas con dureza, incorporaban tácticas novedosas, y detrás de cada una de ellas asomaba el reclamo por el regreso de Perón.

En los años sesenta, la marea revolucionaria internacional impacta con fuerza entre los jóvenes, muchos de los cuales asumen la guerrilla como estrategia para "hacer la revolución", a la vez que descubren en el peronismo una vía para alcanzar el "socialismo nacional". El recrudecimiento de los conflictos sindicales y políticos instiga el desarrollo, en el país y dentro de su principal movimiento político, de corrientes opuestas, irreconciliables, que tras el triunfo justicialista en las elecciones del 11 de marzo de 1973 se preparan para imponerse, por las buenas o por las malas.

De Perón a Montoneros, segundo volumen de Marcados a fuego, pasa revista a las jornadas más violentas de esas décadas. Con la soltura del narrador y la solidez del historiador, Marcelo Larraquy nos guía en la exploración de este capítulo trágico y fundacional de nuestro pasado.
 
 
Lo podes bajar desde
 
http://www.4shared.com/file/8ky12Hxy/Larraquy_Marcelo_-_Marcados_a_.html