Es necesario un poco de reflexión.
Hace falta, detenerse un
poco en un análisis más profundo y recapacitado e intentar desde allí;
conclusiones sólidas, maduras, posibles.
Es comprensible que pueda no estarse de acuerdo
con la estructura del último acuerdo salarial, lo que no justifica bajo ningún
aspecto, su rechazo como herramienta de modificación. Es solo esa postura la
que exige un poco de reflexión. En todo lo demás hasta podemos coincidir. Lo
que no es aceptable es, que teniendo los elementos intelectuales suficientes,
para comprender el marco coyuntural en que ocurre, se elija, irresponsablemente
no darles uso.
Nadie desconoce que pocos acuerdos de otras
organizaciones, alcanzaron un porcentaje acumulado como el nuestro. También que
en todos los casos esa cifra se compone a lo largo del año. Siempre fue igual.
Todos, coincidentemente, querríamos que aquel
porcentaje se pagara en una vez en el mes de Julio. También ser parecidos a algún
artista o deportista de fama internacional, George Clooney o Sandra Bullock. No es posible. Tampoco en
la negociación con las licenciatarias, ni con cualquier otra empresa. Si no
bastaría con encontrar alguna que hubiera aceptado esas condiciones, partiendo
de un salario equilibrado. O suponer que negociar por un objetivo, es
excluyentemente alcanzarlo. Planteado así, sobra el término, “NEGOCIAR”
Las limitaciones, más allá de la opinión
panfletaria, muy en auge en estos días; siempre depende de una cantidad de
elementos coyunturales que acompañan la negociación salarial.Tampoco nosotros
estuvimos de acuerdo, con el porcentaje final, pretendíamos que tuviera 1,50%
más y que la secuencia de pagos fuera distinta. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance por lograrlo, no pudimos nosotros
y otras tres organizaciones más. No hace falta estimar como nos hubiera ido si lo
hubiéramos tenido que hacer solos.
Todo aquello que no nos permitió llegar a donde
queríamos, fueron componentes coyunturales. Quizás no haga falta enumerarlos,
pero sí afirmar que esas características podían ser cada día peores, motivo por
el cual debimos asegurar lo que habíamos alcanzado, aunque no fuera lo
esperado.
Tuvimos la precaución de generar un espacio
donde poder volver a traer la discusión, para insistir sobre todo aquello que
siga deteriorando la situación. Entonces establecimos dos oportunidades en que
esa reunión pudiera darse, la fecha determinada, que fue puesta deliberadamente
lo más adelante posible para cubrir cualquier contingencia de último momento. Pero, tuvimos la precaución de dejar abierta
cualquier otra oportunidad de discutir el tema salario; dice el acuerdo “o
cuando cualquiera de las partes lo considere necesario”, no cabe aclarar que
alguna de esas partes, no serán las Compañías.
Los acontecimientos que ya son de público conocimiento
nos exime de apuntar las dificultades venideras. Vistas las cosas así,
aceptando que es una de las formas posibles de plantearlo; ¿qué es lo que se
habría perdido, teniendo un acuerdo salarial claramente abierto?
Seamos un poco más pacientes, reflexivos,
profundos, veamos todo lo que contiene el acuerdo y no solo aquello que pueda
no conformamos. Este acuerdo termina el 30 de junio del 2015, en su transcurso
hay una posibilidad concreta de volver a discutir. Creemos en nuestra capacidad
para hacerlo, también que entonces no habrá coyuntura que nos condicione. Y no
lo habrá porque estaremos tratando un acuerdo que fue, coincidiendo con todos, insuficiente.
Córdoba, 17 de junio de 2014
Julio BUSTAMANTE Daniel SANCHEZ
Secretario Adjunto Secretario
General