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domingo, 10 de octubre de 2021

Huawei apuesta al futuro y desafía a EE.UU.

 


El golpe experimentado por ·#Huawei - la mayor fabricante de equipos de alta tecnología de la República Popular, y número 1 en el desarrollo de la 5-G en el plano global – debido a la estrategia de acoso y destrucción de EE.UU. ha sido verdaderamente formidable.

Así, por ejemplo, sus ingresos han caído 29,4% en los primeros 6 meses del año, comparado con igual periodo del año anterior, la mayor disminución de toda su historia. El sector más afectado de su actividad fue el de consumos electrónicos – “·#smartphones” -, históricamente su actividad estrella; y al que EE.UU. ha prohibido el acceso a los “chips” (semiconductores) de fabricación norteamericana, que son el insumo absolutamente central para la manufactura de los teléfonos inteligentes.

El resultado es que los ingresos de este sector de vanguardia, donde el núcleo de la producción son los “smartphones” 5-G, se ha derrumbado más de 47% en el primer semestre del año, lo que ha provocado un virtual cese de su producción fuera del mercado chino.

El dominio de los “chips” es el rubro crucial en la estrategia de acoso y destrucción contra Huawei de EE.UU.; y es lo que le otorga a la superpotencia norteamericana la iniciativa en esta puja global entre la primera potencia del mundo y la principal compañía “hightech” de la República Popular.

Lo que está en juego es la primacía en el dominio de las tecnologías de avanzada de la Cuarta Revolución Industrial entre las dos superpotencias, donde la 5-G tiene un nítido carácter estratégico. En definitiva, lo que se está disputando es la estructura del poder global en el siglo XXI.

También Huawei ha experimentado una brutal caída en las ventas de equipos de infraestructura “hightech”, destinados a las grandes empresas de telecomunicaciones de China y del mundo.

En este segundo negocio estrella de la compañía de #Shenzhen, los ingresos han disminuido 14,2% en los primeros 6 meses del año.

Huawei, en breve, ha perdido en un año 14 puntos porcentuales de su participación en el mercado global; y su lugar lo han ocupado Apple y Samsung, de EE.UU. y Corea del Sur respectivamente; y todo indica que esta tendencia negativa se acentuará en los próximos 2/3 años, con una aceleración creciente hasta entonces.

Lo que ha crecido exponencialmente son las actividades “software” de la compañía china: las soluciones digitales para el transporte, la educación, y las “ciudades inteligentes”, tanto en China como en el mundo, que han mostrado un alza de 18,2% en el primer semestre respecto a igual periodo del año pasado.

Como regla, sin embargo, un error letal es subestimar a Huawei, y en general a la República Popular. Si EE.UU. lo comete en un brote de arrogancia, tendría perdida la batalla en el largo plazo.

Hay dos puntos fundamentales que favorecen la posición de la empresa china. En primer lugar, el mercado de la República Popular es el principal – de lejos – para las exportaciones de “chips” estadounidenses. Se puede argumentar, sin temor a la ironía, que el fenomenal auge de la demanda china de semiconductores norteamericanos es la que financia e impulsa la capacidad innovadora de EE.UU. en este rubro crucial.

En segundo lugar hay que subrayar la ubicación de la República Popular en la economía global: es la principal socia comercial de 144 países en el mundo (de los 192 representados en Naciones Unidas). En términos de la economía mundial, el crecimiento excepcional de la demanda china la ha convertido en el país absolutamente “indispensable” del capitalismo del siglo XXI, ante todo para EE.UU.

La respuesta de Huawei al desafío existencial que implica la ofensiva norteamericana es característicamente innovadora y sistemáticamente audaz.

Huawei sabe que en el mundo de hoy el dominio del futuro otorga el poder en el presente. Por eso apuesta, ya no a la 5-G, sino al liderazgo de la plataforma súper-intensiva que va más allá de la instantaneidad, que es la 6-G, que todavía no existe, pero existirá inexorablemente.

Por eso ha aumentado más de 40% sus inversiones en investigación y desarrollo en 2020; y las ha llevado a 15,6% del total de sus ingresos que superaron US$330.000 millones el año pasado, y aspira a duplicarlas-en los próximos 5/10 años.

De ahí que haya logrado 5.464 nuevas patentes – entre ellas, más de 30% sobre la 6-G – en los últimos 12 meses; y se ha convertido en el líder indiscutido de la propiedad intelectual “hightech” de la WIPO (“World Intelectual Property Organization” de Naciones Unidas).

Es lo mismo que está haciendo la República Popular en su estrategia de fondo para responder a la ofensiva norteamericana en una etapa de exacerbada confrontación. Por eso apuesta todas sus cartas, y prácticamente la totalidad de sus inversiones, a la creación de lo que todavía no existe, pero que está absolutamente confiada que sucederá: las tecnologías de avanzada de la siguiente etapa de revolución industrial, más allá incluso de la actual cuarta manifestación.

La regla esencial establecida por Mao en su “Estrategia de Guerra Prolongada” es que la única forma de dominar una tendencia es acelerarla (es lo que en Occidente con un criterio distinto del valor del tiempo se denomina más prosaicamente “huir hacia adelante”).

https://www.clarin.com/economia/huawei-apuesta-futuro-desafia-ee-uu-_0_kGCmmFngR.html

martes, 20 de abril de 2021

Conexión 6G: la "guerra" entre Estados Unidos y China que está por venir

 


Conexión 6G: la "guerra" entre Estados Unidos y China que está por venir

La conexión 5G ya está aquí, pero los países más poderosos ya han iniciado la carrera por el 6G, y el primero que llegue tendrá el mundo en sus manos.

Hace 50 años, la supremacía mundial se medía por la cantidad de armas nucleares que los países más poderosos almacenaban en su arsenal. La Unión Soviética y Estados Unidos acumularon bombas nucleares para destruir el planeta varios cientos de veces. En el siglo XXI, el poder mundial no está en las armas, sino en las redes de comunicaciones. China y Estados Unidos van a librar una guerra tecnológica por la conexión 6G, que según los expertos "será mucho más encarnizada" que la carrera armamentística del siglo XX.

En los últimos meses han surgido noticias que hablan de que diferentes países ya "están probando la conexión 6G". Pero no te confundas. Eso no será la conexión 6G. Son balas de fogueo. La conexión 5G tiene casi dos años y ni siquiera ha empezado. Tardará más de una década en implantarse, y después hay que rentabilizarla. La conexión 6G tardará en llegar: según los expertos no estará lista hasta, por lo menos, 2035.

Pero eso no quiere decir que no se esté desarrollando ahora mismo, porque en efecto, ya está en marcha. Será una conexión "de ciencia-ficción". Permitirá hacer cosas como conectar el cerebro a Internet para intercambiar datos, o generar hologramas en tiempo real de las personas, como en las películas de ciencia-ficción. Y los países que dominen esta tecnología y la vendan a los demás, dominarán el mundo. Ni Estados Unidos ni China quieren ser los segundos.

5G

La batalla por controlar la conexión 5G ha sido solo una escaramuza. Por primera vez en su historia Estados Unidos perdió la carrera tecnológica con China, que comenzó a instalar redes 5G en Asia, Europa e incluso Estados Unidos, adelantándose a las empresas norteamericanas. El gobierno de Trump reaccionó con sanciones, vetos a empresas chinas, y acusaciones de espionaje para frenar esta expansión, hasta el punto de que muchos países renunciaron a seguir instalando redes 5G chinas.

Ha sido una guerra abierta, pero no será nada comparado con la carrera tecnológica para instalar antes que el rival las redes 6G.

¿Y cómo será la conexión 6G?

Si el 5G se ha centrado en aumentar la velocidad y el número de conexiones simultáneas, la conexión 6G se centrará en el alcance y la calidad de la señal. Compañías como Samsung están trabajando en superficies inteligentes que permiten que la señal rebote e incluso se mezcle con otras, para lograr más alcance y llegar a zonas rurales, o a nivel subterráneo.

A los expertos les preocupa el uso político que se hace de la nueva tecnología. Paul Timmers, exasesor de la Unión Europea, habla de los sistemas de reconocimiento facial que China ha implantado con ayuda de la conexión 5G, para controlar a sus ciudadanos. Con la conexión 6G se podrán creer ejércitos de millones de drones de vigilancia.

Ahora vemos por qué los países están tan interesados en las redes de comunicaciones. China y Estados Unidos son los dos máximos contendientes. Pero no lo únicos. En una carrera tecnológica es vital contar con tecnología propia, por eso la Unión Europea ya está trabajando en su propia conexión 6G, con el objetivo de no depender de otros países.

Fuente: computer hoy.com/