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sábado, 29 de febrero de 2020

Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo / J.D.Peron (1972)


Hace casi treinta años, cuando aún no se había iniciado el proceso de descolonización contemporáneo, anunciamos la tercera Posición en defensa de la soberanía y autodeterminación de las pequeñas naciones, frente a los bloques en que se dividieron los vencedores de la Segunda Guerra Mundial.

Hoy cuando aquellas pequeñas naciones han crecido en número y constituyen el gigantesco y multitudinario Tercer Mundo un peligro mayor- que afecta a toda la humanidad y pone en peligro su misma supervivencia- nos obliga a plantear la cuestión en nuevos términos, que van más allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la naturaleza.

Creemos que ha llegado la hora en que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobre-estimación de la tecnología y la necesidad de invertir de inmediato la dirección de esta marcha, a través de una acción mancomunada internacional.

La concientización debe originarse en los hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción a través de los dirigentes político.

Por eso abordo el tema como dirigente político, con la autoridad que me da el haber sido precursor de la posición actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de los científicos en la materia.

Los hechos

El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado.
Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra, sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas.
La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones.
Su acción va más rápido que su captación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza y no de su poder mental.
De este modo, a diario, su vida se transforma en una interminable cadena de contradicciones.
En el último siglo ha saqueado continentes enteros y le han bastado un par de décadas para convertir ríos y mares en basurales, y el aire de las grandes ciudades en un gas tóxico y espeso.
Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta, sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, inmunidad y contaminación en las ciudades y se grava las consecuencias de la vida sedentaria.

Despilfarro masivo


Las mal llamadas "Sociedades de Consumo", son, en realidad sistemas sociales de despilfarro masivo, basados en el gasto, por el que el gusto produce lucro.
Se despilfarra mediante la producción de bienes necesario o superfluos y, entre estos, a los deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna cierta vida porque la renovación produce utilidades.
Se gastan millones en inversiones para cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos para la saluda humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para satisfacer la vanidad humana.
Como ejemplo bastan los autos actuales que debieran haber sido reemplazados por otros con motores eléctricos, o el tóxico plomo que se agrega a las naftas simplemente para aumentar el pique de los mismos.
No menos grave resulta el hecho de que los sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados funciones mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo.
De este modo el problema de las relaciones dentro de la humanidad es paradójicamente doble: algunas clases sociales - la de los países de baja tecnología en particular - sufren los efectos del hambre, el analfabetismo y las enfermedades, pero al mismo tiempo las clases sociales y los países que asientan su exceso de consumo en el sufrimiento de los primeros, tampoco están racionalmente alimentados ni gozan de una auténtica cultura o de una vida espiritual o físicamente sana. Se debaten en medio de la ansiedad y del tedio y los vicios que produce el ocio mal empleado.

El espejismo de la tecnología

Lo peor es que, debido a la existencia de poderosos intereses creados o por la falsa creencia generalizada de que los recursos naturales vitales para el hombre son inagotables, este estado de cosas tiende a agravarse, mientras un fantasma - el hombre- recorre el mundo devorando 55 millones de vidas humildes cada 20 meses, afectando hasta países que ayer fueron graneros del mundo y amenazando expandirse de modo fulmíneo en las próximas décadas.
En los centros de más alta tecnología se anuncia entre otras maravillas, que pronto la ropa se cortará con rayos láser y que las amas de casa harán compras por televisión y las pagarán mediante sistemas electrónicos.

La separación dentro de la humanidad se está agudizando de modo tan visible que perece que estuviera constituida por más de una especie.
El ser humano cegado por el espejismo de la tecnología, ha olvidado las verdades que están en la base de su existencia.

Y así, mientras llega a la luna gracias a la cibernética, la nueva metalurgia, combustibles poderosos, la electrónica y una serie de conocimientos teóricos fabulosos, mata el oxígeno que respira el agua que bebe, y el suelo que le da de comer y eleva la temperatura permanente del medio ambiente sin medir sus consecuencias biológicas.
Ya en el colmo de su insensatez, mata el mal que podía servirle de última base de sustentación.

Después de la tierra, el mar ...

En el curso del último siglo el ser humano ha exterminado cerca de 200 especies animales terrestres.Ahora ha pasado a liquidar las especies marinas.
Aparte de los efectos de la pesca excesiva, amplias zonas de los océanos, especialmente costeras, ya han sido convertidas en cementerios de peces y crustáceos, tanto por los desperdicios arrojados como por el petróleo involuntariamente derramado.
Solo el petróleo liberado por los buques cisterna hundidos ha matado en la última década cerca de 600.000 millones de peces.
Sin embargo seguimos arrojando al mar más desechos que nunca, perforamos miles de pozos petrolíferos en el mar o sus costas y ampliamos al infinito el tonelaje de los petróleos sin tomar medidas de protección de la fauna y flora marinas

...Y el agua potable

La creciente toxicidad del aire de las grandes ciudades, es bien conocida, aunque muy poco se ha hecho para disminuirla.
En cambio, todavía existe un conocimiento mundialmente difundido acerca del problema planteado por el despilfarro de agua dulce, tanto para el consumo humano como para la agricultura. La liquidación de aguas profundas ya ha convertido en desiertos extensas zonas otrora fértiles del globo, y los ríos han pasado a ser desagües cloacales más que fuentes de agua potable o vías de comunicación.
Al mismo tiempo la erosión provocada por el cultivo irracional o por la supresión de la vegetación natural se ha convertido en un problema mundial, y se pretende reemplazar con productos químicos el ciclo biológico del suelo, uno de los más complejos de la naturaleza.

Para colmo muchas fuentes naturales han sido contaminadas; las reservas cuando nos quedaría como último recurso la desalinización del mar nos enteramos que una empresa de este tipo, de dimensión universal, exigiría una infraestructura que la humanidad no está en condiciones de financiar y armar en este momento.

Alimentos y armas


Por otra parte, a pesar de la llamada revolución verde, el Tercer Mundo, todavía no ha alcanzado a producir la cantidad de alimentos que consume, y para llegar a su autoabastecimiento necesita un desarrollo industrial, reformas estructurales y la vigencia de una justicia social que todavía está lejos de alcanzar.
Para colmo, el desarrollo de la producción de alimentos sustitutivos está frenada por la insuficiencia financiera y las dificultades técnicas.
Por supuesto todos estos desatinos culminan con una tan desenfrenada como irracional carrera armamentista que le cuesta a la humanidad 200.000 millones de dólares anuales. A este maremagnum de problemas creados artificialmente se suman el crecimiento explosivo de la humanidad.

El número de seres humanos que puebla el planeta se ha duplicado en el último siglo y volverá a duplicarse para fines del actual o comienzos del próximo, de continuar la actual " ratio " de crecimiento. De seguir por este camino, en el año 2.500 cada ser humano dispondrá de solo metro cuadrado sobre el planeta.
Esta visión global está lejana en el tiempo, pero no difiere mucho de la que ya corresponde a las grandes urbes, y no debe olvidarse que dentro de 20 años más de la mitad de la humanidad vivirá en ciudades grandes y medianas.

Política demográfica

Es indudable pues, que la humanidad necesita tener una política demográfica.
La cuestión es que aún poniéndola en práctica, ya por el retardo con que comenzaremos,. no producirá sus efectos antes del fin de la década en materia educativa, y antes de fin de siglo en materia ocupacional.
Y que además la política demográfica no produce los efectos deseados sino va acompañada de una política económica y social correspondiente.
De todos modos, mantener el actual ritmo de crecimiento de la población humana es tan suicida como mantener el despilfarro de los recursos naturales en los centros altamente industrializados donde rige la economía del mercado, o aquellos países que han copiado sus modelos de desarrollo.
Lo que no debe aceptarse es que la política demográfica esté basada en la acción de píldoras que ponen en peligro la salud de quienes la toman o de sus descendientes

Qué hacer

Si se observan en su conjunto los problemas que se nos plantean y que hemos enumerado, comprobaremos que provienen tanto de la codicia y la imprevisión humana, como de las características de algunos sistemas sociales, del abuso de la tecnología, del desconocimiento de las relaciones biológicas y de la progresión natural del crecimiento de la población humana.

Esta heterogeneidad de causas debe dar lugar a una heterogeneidad de respuestas, aun que en última instancia tenga como denominador común la utilización de la inteligencia humana.

A la irracionalidad del suicidio colectivo debemos responder con la racionalidad del deseo de supervivencia.

Para poner freno e invertir la marcha hacia el desastre es menester aceptar algunas premisas:


1. Son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza.

2. Esa revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general; que la tecnología es un arma de doble filo, que el llamado progreso debe tener un límite y que incluso habrá que renunciar alguna de las comodidades que nos ha brindado la civilización; que la naturaleza debe ser restaurada en todo lo posible que los recursos naturales resultan aceptables y por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre; que el crecimiento de la población es aumentar la reducción y mejorar la distribución de alimentos y la difusión de servicios sociales como la educación y la salud pública, y que la educación y el sano esparcimiento deberán reemplazar el papel que los bienes y servicios superfluos juegan actualmente en la vida del hombre.

3. Cada nación tiene derecho al uso soberano de sus recursos naturales .
Pero, al mismo tiempo, cada gobierno tiene la obligación de exigir, a sus ciudadanos el cuidado y utilización racional de los mismos.
El derecho a la subsistencia individual impone el deber hacia la supervivencia colectiva, ya se trate de ciudadanos o pueblos.

4. La modificación de las estructuras sociales y productivas en el mundo implica que el lucro y el despilfarro no pueden seguir siendo el motor básico de sociedad alguna. y que la justicia social debe exigirse en la base de todo sistema, no solo para el beneficio directo de los hombres sino para aumentar la producción de alimentos y bienes necesarios; consecuentemente, las prioridades de producción de bienes y servicios deben ser alteradas en mayor o menor grado según el país de que se trate.
En otras palabras:
necesitamos nuevos modelos de producción, consumo, organización y desarrollo tecnológico que, al mismo tiempo que den prioridad a la satisfacción de las necesidades esenciales del ser humano, racionar el consumo de recursos naturales y disminuyan al mínimo posible la contaminación ambiental.

5. Necesitamos un hombre mentalmente nuevo en un mundo físicamente nuevo. No se puede construir una nueva sociedad basada en el pleno desarrollo de la personalidad humana en un mundo viciado por la contaminación del ambiente exhausto y la sed y enloquecido por el ruido y el hacinamiento.
Debemos transformar a las ciudades cárceles del presente en las ciudades jardines del futuro.

6. El crecimiento de la población debe ser planificado, en lo posible de inmediato, pero a través de métodos que no perjudiquen la salud humana, según las condiciones particulares de cada país (esto no rige para la Argentina, por ejemplo) y en el marco de políticas económicas y sociales globalmente racionales.

7. La lucha contra la contaminación del ambiente y de la biosfera, contra el despilfarro de los recursos naturales, el ruido y el hacinamiento de la ciudades, debe iniciarse ya a nivel municipal, nacional e internacional.
Estos problemas, en el orden internacional, deben pasar a la agenda de las negociaciones entre las grandes potencias y a la vida permanente de la Naciones Unidas con carácter de primera prioridad.
Este, en su conjunto, no es un problema más de la humanidad; es el problema.

8. Todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacional.

9- Muchos de estos problemas deberán ser encarados por encima de las diferencias ideológicas que separan a los individuos dentro de sus sociedades o a los Estados unidos dentro de la comunidad internacional.


Nosotros los del tercer mundo

Finalmente deseo hacer algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo:

1- Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo en los centros de alta tecnología a donde rige la economía de mercado.
Ya no puede producirse un aumento en gran escala de la producción alimenticia del Tercer Mundo sin un desarrollo paralelo de las industrias correspondientes .
Por eso cada gramo de materia prima que se dejan arrebatar hoy los países del Tercer Mundo equivale a kilos de alimentos que dejarán de producir mañana .

2- De nada vale que evitemos el éxodo de nuestros recursos naturales si seguimos aferrados a métodos de desarrollo , preconizados por esos mismos monopolios , que significan la negación de un uso racional de aquellos recursos .

3- En defensa de sus intereses , los países deben propender a las integraciones regionales y a la acción solidaria .

4- No debe olvidarse que el problema básico de la mayor parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una auténtica justicia social y de participación popular en la conducción estará en condiciones de enfrentar las angustiosamente difíciles décadas que se avecinan.


La Humanidad debe ponerse en pie de guerra en defensa de sí misma.
En esta tarea gigantesca nadie puede quedarse con los brazos cruzados.

Por eso convoco a todos los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria

domingo, 21 de abril de 2019

…El fin de los 49 días de la primavera Camporista… **



Los primeros signos que revelaron que Perón se preparaba para volver al poder
Entre marzo y abril de 1973 el líder justicialista comienza a manifestar diferencias con la conducta del presidente electo Héctor J. Cámpora. Una de esas diferencias era sobre la actitud que debía tener el futuro mandatario con las Fuerzas Armadas y la violencia armada en la Argentina. Tras los acontecimientos del 25 de mayo y el desorden en el poder, Perón termina los 49 días de "la primavera" camporista y se prepara para asumir en la Casa Rosada
El 11 de marzo de 1973 la fórmula del Frente Justicialista de Liberación, integrada por Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima, ganó la elección presidencial dejando atrás varios lustros de presidentes constitucionales condicionados por la proscripción del Partido Justicialista (Arturo Frondizi y Arturo Illia) y cinco mandatarios militares de facto.
El 25 de marzo de 1973 el presidente electo partió hacia Roma para entrevistarse con Juan Domingo Perón y la capital italiana fue el centro de atención de la Argentina al establecerse ahí la cabeza de puente para contactos con empresarios italianos y comunitarios que –decían– intentarían invertir en la Argentina.
Era notorio que el gesto dejaba al margen al gobierno español y sus intereses (no pertenecía a la Comunidad Económica Europea).
El gobierno de Francisco Franco pagaba, entre otras cosas, el gesto de haber invitado al teniente general Alejandro Agustín Lanusse en plena contienda electoral (febrero de 1973), los reiterados informes de su embajada que señalaban que el FREJULI no lograría una victoria contundente y –como hemos visto– el largo silencio de 12 años entre Franco y Perón. España reaccionó e invitó a Cámpora a Madrid con tratamiento de Jefe de Estado.
Sin decirlo, también había un mensaje implícito para el gobierno de Richard Nixon: la idea era alejarse de la influencia económica de los Estados Unidos.
El 24 de marzo, el matutino La Opinión publicó una crónica sobre Perón en Roma, los días previos a la llegada de Cámpora, escrita por Emilio Abras (meses más tarde secretario de Prensa durante la presidencia de Perón), en la que sostenía que el ex presidente, durante gran parte del tiempo, había hablado sobre su "preocupación principal: cambiar la estructura vigente en Iberoamérica, terminando con todo tipo de dependencia y logrando la unidad de los países ubicados al sur del río Bravo".
Las gestiones realizadas en Italia y luego en París conducían a posicionar a la Argentina en la privilegiada ruta de las inversiones de origen europeo. Algo que una década más tarde ensayaría -otra vez sin éxito- el radical Raúl Ricardo Alfonsín.
En Roma, Perón eligió albergarse en el exclusivo Hotel Excelsior, en plena Via Veneto, y, desde ese momento –relatan las crónicas–, desplegó una intensa actividad, algo que hizo exclamar a su secretario, José López Rega: "Estamos como locos de trabajo… no habrá descanso para nadie".
En su segunda jornada, Perón le concedió una audiencia a José Antonio Jiménez Arnau, el representante de España ante el Quirinal. Ahí se concretó el viaje de Cámpora a Madrid horas más tarde. También volvió a encontrarse con el presidente, Giovanni Leone, el primer ministro, Giulio Andreotti, y el cardenal Agostino Casaroli.
Héctor Cámpora llegó a Fiumicino el 26 y, en un claro reconocimiento de su investidura por parte del gobierno de Alejandro Lanusse, que todavía no había oficializado la victoria del FREJULI, fue recibido por el embajador argentino, vicealmirante (RE) Constantino Argüelles.
Los cables internacionales, mientras tanto, repetían conceptos de Gianfranco Elia Valori, a quien se señalaba como "comisionista" en Roma de los intereses del Mercado Común Europeo: "Estamos armando un andamiaje desde la base para que Europa apoye al gobierno justicialista".
Los datos estadísticos expresaban que, en 1971, la Argentina tenía una balanza comercial favorable con los nueve países de la Comunidad Europea. Bordeó los 1.300 millones de dólares, con un superávit de 220, y en 1973 la expectativa era 2.000 millones de dólares de intercambio.
Durante sus jornadas en Roma, Perón escuchó a una gran cantidad de empresarios. Antes de cualquier emprendimiento, los europeos deslizaban tres condiciones: seguridad, continuidad para sus inversiones y la capacidad del Estado de velar por la integridad física de sus habitantes, el monopolio de la fuerza para el cumplimiento de las leyes
Perón sabía que las condiciones no podían alcanzarse si no se establecían las reglas del juego interno argentino.
Para comenzar, tras el 25 de mayo, los fusiles debían silenciarse… y ahí estaba el meollo del problema.
¿Qué garantía tendrían los europeos en un país donde el año anterior se había asesinado al ejecutivo de la FIAT Oberdan Sallustro? ¿Y el secuestro del cónsul inglés Stanley Sylvester? ¿Qué papel desempeñarían en el futuro las "formaciones especiales"?
Preguntas simples, respuestas difíciles. Por el momento, se decía que con el gobierno constitucional se terminaría la violencia terrorista, ya que la extrema izquierda "no será un problema para mi gobierno porque realizaremos un programa que satisfará las negociaciones populares", dijo Cámpora. La realidad sostendría algo diferente.
El domingo 1º de abril un comando del PRT-ERP secuestró al contralmirante Francisco Agustín Alemán con el fin de canjearlo por "presos políticos", una maniobra que manifestaba la desconfianza de "Robi" Santucho en "una amnistía amplia y generosa".
También había sido secuestrado el gerente de Relaciones Técnicas de Kodak, Anthony da Cruz, un portugués nacionalizado norteamericano por el que se pedían 5 millones de pesos. Igual destino tuvo el gerente del Banco de Boston de Rosario. Menos suerte le tocó al jefe de Inteligencia del III Cuerpo, coronel Héctor Alberto Iribarren, en Córdoba, porque fue asesinado el 4 de abril, de manera artera, cuando salía de su casa en el Cerro de las Rosas.
Poco después, la Unidad Básica de Combate "Mariano Pujadas-Susana Lesgart", de Montoneros, se adjudicaba el hecho y comunicaba cómo sería la actitud de la organización a partir de la asunción de las nuevas autoridades constitucionales.
También explotó una bomba en el propio edificio de la Armada. Murió el conscripto Julio César Provenzano, responsable del atentado.
Por esas mismas horas, el gobierno de Lanusse tuvo que aceptar los resultados electorales y dio a publicidad, oficialmente, los porcentajes finales del escrutinio: el FREJULI, 49,58%, y la UCR, 21,29%.
EL GOBIERNO Y EL PODER
Al finalizar la agenda en Roma, el sábado 31 de marzo, Perón y Cámpora viajaron a Madrid en respuesta al reiterado deseo del gobierno español. Curiosamente, el vuelo se realizó en la misma aeronave privada que Perón había utilizado para desplazarse a Roma el 14 de noviembre de 1972, antes de iniciar su primer regreso a la Argentina, y que –se decía– era propiedad de Giovanni Agnelli.
El Mystère DA-20 aterrizó en Barajas a las 12.18. Descendieron, en este orden, Cámpora, un hijo del presidente electo, Perón, Isabel, López Rega y luego los otros acompañantes.
Al pie de la escalerilla los esperaban el canciller español, Gregorio López Bravo, subsecretarios, directores generales y el introductor de embajadores Emilio Pan de Soraluce y Olmos. También concurrió el embajador argentino, Jorge Rojas Silveyra.
Después de atravesar una doble guardia de honor, en la sala de prensa del aeropuerto, Cámpora enfrentó a un centenar de periodistas para formular unas pocas declaraciones, bajo la atenta mirada de Juan Domingo Perón: "Como presidente electo argentino, próximo a ejercer el Gobierno y el poder en mi país, he de tener una preocupación constante: acrecentar las relaciones entre Argentina y España, no digo sus sentimientos, porque siempre han sido permanentes e inextinguibles a través del tiempo y del espacio".
Quizá sus palabras habían brotado desde lo más profundo de su corazón, pero había cometido un error singular. Había fundido en su propia persona el gobierno y el poder, cuando el lema de la campaña prometía que él llegaría al gobierno y Perón al poder.
El miércoles 11 de abril, en la intimidad de una cena en París, José López Rega le dijo a Magdalena Díaz Bialet, esposa del diplomático y asesor especial del presidente electo: "El doctor Cámpora cree que el poder es de él, pero el poder no es de él".
El matrimonio Perón –presente en el momento—no opinó nada.
Luego de los saludos protocolares en el aeropuerto de Barajas, Héctor Cámpora se dirigió al Palacio Real de El Pardo para dialogar con Francisco Franco. Juan Domingo Perón también participó del encuentro con el caudillo, con quien nunca antes había conversado personalmente durante los 12 años de su exilio en España.
Finalizada la reunión, el ex mandatario y el presidente electo se dirigieron a Puerta de Hierro, donde almorzaron. Al llegar a Navalmanzano 6, un numeroso grupo de periodistas abordó a Cámpora, quien ante la pregunta sobre su encuentro con Franco, dijo que había tratado cuestiones sobre el futuro de la relación de los dos países, la emigración y las posibilidades de inversiones de capitales españoles en la Argentina, y viceversa.
Afirmó que, cuando asumiera, trataría de combatir la desocupación en su país –que estimó en un millón de trabajadores– y que, una vez resuelto el problema, le gustaría que llegasen a la Argentina emigrantes españoles e italianos. Estaba fuera de tiempo, porque ésta ya no era un destino elegido por los que huían de Europa Occidental.
Por la tarde, en Barajas, abrazó a Perón, se despidió de López Bravo, volvió a subirse al Mystère DA-20 para llegar a Roma y, desde allí, el mismo día, voló a Buenos Aires en un avión de línea.
Sobre la llegada de Cámpora con Perón a Madrid y sus detalles íntimos quedó como testimonio la desgravación de un largo relato que el embajador Jorge Rojas Silveyra le hizo al embajador de carrera Guillermo de la Plaza, en ese momento alto funcionario del Palacio San Martín. Años más tarde se sabría que De la Plaza seria uno de los tantos argentinos que integraron la logia Propaganda Due que lideraba Licio Gelli.
Las "cartas orales" eran muy comunes en aquella época. Jorge Daniel Paladino, el ex delegado de Perón las usaba habitualmente.
Como bien aclara "Rojitas", como lo llamaba Perón, el día de la llegada de Cámpora a Madrid el embajador de Lanusse desde hacía varios meses tenía cortada su comunicación con el líder de Puerta de Hierro y aclara que se hizo acompañar por el segundo de la embajada Manuel Gómez Carrillo (h), nada menos que uno de los autores de la Marcha de la Libertad en 1955.
"Yo tenía mis ciertas angustias –le cuenta Rojas Silveyra a De la Plaza—porque me había propuesto firmemente, por razones de principios de gobierno, no personales, no extenderle la mano a Perón si él no me la extendía primero.
"Al descender los pasajeros "cuando yo estaba saludando a Cámpora y me iba a echar hacia atrás, Perón puso cara de sorpresa y de amable, y muerto de risa me dijo:
-Cómo está brigadier ¡Tanto tiempo! ¿Por qué no viene por casa? Hace mucho que no lo vemos.
-Señor –le dije-, usted es que quien cortó el diálogo, así que espero una invitación suya, porque eso de ir a su casa, según mi familia, según mi mujer y según yo, no corre. Hay que fijar una fecha y hora de encuentro.
Espero—te digo entre paréntesis- que no la fije nunca.
"Posteriormente, bajó López Rega y bajó también Isabel Martínez de Perón, quienes estuvieron excesivamente amables con la gente de la embajada. Ostensiblemente amables –te diría—con la gente de la embajada".
Luego "Rojitas" cuenta que fue invitado a presenciar la conferencia de prensa de Cámpora por el ministro español López Bravo y el embajador respondió: "Le dije que no pensaba estar en la conferencia de prensa, porque ante cualquier pregunta que fuera un poco difícil e insidiosa, iba a salir al cruce. Y él me dijo: 'No, lo único que va a hacer el señor Cámpora es saludar, porque hemos arreglado las cosas con los periodistas para que no pregunten nada'; lo que así paso."
En el momento de despedirse de los presentes el embajador de Lanusse ve "que la señora de Perón se me acerca y me dice: 'Brigadier, lo esperamos por casa'. Ante esta actitud de la mujer, Perón, que estaba conversando, se me acerca y dice: 'Bueno, Rojas, acuérdese, después va por casa'".
"Como ves –comenta "Rojitas" a De la Plaza—estas cosas no se entienden.
"Evidentemente hay una cosa ostensible: delante de las autoridades españolas es una especie de acuerdo, digamos, no con Rojas Silveyra, sino con el representante de Lanusse en España, como diciendo 'no pasa nada, tenemos que trabajar en conjunto'. Una cosa así".
Unos párrafos más adelante Rojas Silveyra intenta analizar los gestos de Perón y algunos de sus seguidores para con él afirmando: "Estos no pueden darse el lujo de gobernar solos… porque evidentemente 49,7% no es 50 más 1. No me cabe la menor duda y, evidentemente, sabemos que de ese 49,7 % hay un 9,7 –si vos querés redondear cifras—que no son peronistas".
Seguidamente, tras un corto listado de hechos terroristas de los últimos días, Rojas formuló su sentencia: "Esta gente, evidentemente, que no fue capaz de condenar la violencia cuando estaba en el llano, ahora la va a tener que condenar desde el poder. La violencia no iba dirigida entonces contra el gobierno militarista de Lanusse. La violencia no era engendrada por la violencia de arriba, porque ahora no hay violencia de arriba, según ellos. Quiero decir, que esa violencia que no se atrevieron a condenar porque, evidentemente, no eran capaces de manejarla, hoy la van a tener que condenar desde el gobierno, que es mucho peor. Yo no puedo decirte que me alegro de esto porque, evidentemente, cuestan vidas y otras cosas, pero siento una sensación, te diría, de alivio, al ver en lo que se van a tener que ver ellos y cómo van a tener que recurrir, evidentemente, a los únicos que pueden vencer a la guerrilla urbana, que son las Fuerzas Armadas, declarándole la guerra como lo hizo el negro Sánchez (se refiere al asesinado teniente general Juan Carlos Sánchez), total y absolutamente y con toda violencia. Van a tener que recurrir a nosotros o van a ser sobrepasados por las guerrillas. Y si son sobrepasados por esas guerrillas, tenemos plena justificación para hacer cualquier cosa".
Tras otros relatos íntimos de sus encuentros con los dirigente del conservadorismo popular, Vicente Solano Lima y Julio Amoedo, "Rojitas" vuelve a insistir que "esta gente no está en fuerza para hacer nada que no sea de común acuerdo con el resto del 50% del país que lo está mirando y del mundo que lo está mirando" y le cuenta a De la Plaza que "una vez me dijo este viejo Juan Perón: 'Usted quiere que yo también condene a una izquierda, cosa que no manejo. Yo condeno una izquierda y al día siguiente me hacen cuarenta atentados; y usted, en vez de hablar con una persona, va a tener que hablar con cuatro o cinco que pretenden apropiarse del movimiento'. No sé si es cierto o si no es cierto".
Tras todas estas opiniones e intimidades, Jorge Rojas Silveyra le aconseja al "Negro" De la Plaza: "Entre tus amigos de las Fuerzas Armadas vos tenés que hacer fuerza para que vengan a rogarnos que los ayudemos, sin negarnos a ayudarlos. Es una frase un poco difícil. Te dije recién que había que darles colaboración, pero que vengan a rogarnos la colaboración, si es posible".
De las tantas cosas que ocurrían en esos días Jorge Rojas Silveyra ignoraba que PERÓN PENSABA VOLVER PARA SER PRESIDENTE DE LA NACIÓN.
"La conspiración para sacar de en medio a Héctor Cámpora había empezado antes del 11 de marzo de 1973", le diría Juan Manuel Abal Medina al periodista Miguel Bonasso.
El embajador De la Plaza fue uno de los que conspiraron para desplazar a Cámpora y terminó como embajador en Uruguay con la ayuda de su amigo el canciller Juan Alberto Vignes.
Y si volvía –como lo hizo—Perón no iba a rogarle a nadie que lo ayudara a terminar con el terrorismo. Al revés, le iban a suplicar que terminara con la violencia.
**Por Juan Bautista "Tata" Yofre

martes, 8 de octubre de 2013

Efemérides: 8 de octubre de 1895 Nace Juan D. Perón


“Es la mañana del 8 de octubre de 1895. En el patio de una amplia casona de la calle Buenos Aires, en el pueblo de Lobos [Provincia de Bs.As. Argentina] , un niño de cuatro años ha interrumpido sus juegos. Mario Avelino Perón no entiende bien lo que está sucediendo: su madre, doña Juana, no ha salido ese día de la habitación, un agitado ir y venir de gente extraña lo inquieta y los persistentes berridos que de pronto llenan la casa acaban por intrigarlo. Por fin, su tía Francisca aparece con un recién nacido en brazos. Ha llegado al mundo su hermanito prometido”.

Perón, el hombre del destino/ Enrique Pavón Pereyra.


(Gentileza Daniel Diaz) 

lunes, 4 de junio de 2012

Un 4 de Junio, JUAN PERÓN Comenzaba a Hacer HISTORIA


En la misma fecha nacía el GOU en 1943, asumía Juan Domingo Perón en 1946 y seis años más tarde sería reelegido como presidente para un segundo gobierno. Una fecha en la que cambió para siempre la Historia Argentina.

El 4 de junio no es una fecha para olvidar. Fue una fecha de grandes cambios, todos vinculados con un hombre que dejaría su sello ineludible en la historia del país: Juan Domingo Perón. Un 4 de junio de 1946 Perón asumía su primera presidencia junto a Quijano. Y seis más tarde, en 1952, era reelegido presidente de la Nación jurando a su cargo ante la Asamblea Legislativa.

Pero Perón comenzaría a hacer historia de la grande, mucho antes: un 4 de junio de 1943.En esa fecha, las tropas militares marchaban sobre Buenos Aires deponiendo al presidente Ramón Castillo. La revolución militar ponía fin a la “Década Infame” del modelo neocolonial, plagado de corrupción.

Nacía el Grupo Obra de Unificación (GOU), del cual el coronel Juan Domingo Perón era uno de sus líderes, y tuvo un papel trascendente: fue autor y redactor de puño y letra de la proclama revolucionaria del 4 de junio.
¿Que hubiera sido de aquella Argentina si no hubiera estallado el escándalo del negociado de las tierras del Palomar en el que estaban implicados altos mandos militares y políticos conservadores y radicales?

En resumidas cuentas y parafraseando a Osvaldo Bayer, el negociado consistió en la compra de 222 hectáreas para agrandar el Colegio Militar y otras dependencias militares a un precio altamente superior al cotizado. “La Dirección General de Ingenieros tasa esas tierras en 19 centavos la unidad métrica por “ser terrenos anegadizos y de poca calidad”. Pero el general Márquez (jefe del Ejército) se las arregla para que el presidente de la Nación, Ortiz, firmara un decreto que autorizara un precio de 1,10 pesos por unidad métrica. En unos minutos, el intermediario en la venta ganó 1.003.000 pesos. Al ser descubierta esta operación, el general Márquez trató de echarle la culpa a sus subordinados, lo que provoca la airada reacción de sus generales Ramón Molina y Juan Bautista Molina.

El escándalo fue tan grande que renuncia el propio presidente de la Nación, doctor Ortiz, quien dio paso al vice Castillo, posteriormente derrocado en el golpe del 43, cuyo heredero sería más tarde, el coronel Perón. Mal le pesaría más tarde a la oligarquía, tan acostumbrada a tener listo el nombre del que deseaban fuese el próximo presidente, ver cómo Perón iba introduciendo cambios en la política argentina.
El 8 de junio Perón asumió como titular del Departamento del Trabajo. El 11 de noviembre, en una entrevista concedida al diario El Mercurio de Chile, sobre el movimiento obrero: “Me defino como espiritualista, sindicalista, anticomunista y anticapitalista (...) la situación obrera del país está perfectamente fiscalizada y no por imposición de la fuerza sino por la conciliación de las partes”.

Meses más tarde, al asumir como Secretario de Trabajo y Previsión, Perón aseguró: “Con la creación de esta Secretaría se inicia la era de la política social en la Argentina. Atrás quedará para siempre la época de la inestabilidad y del desorden en que estaban sumidas las relaciones entre patrones y trabajadores”.

Así asumió una nueva faceta a su carismática carrera como caudillo. De allí crearía el sindicalismo institucionalizado, nacería el nacionalismo populista.y surgiría el “autoritarismo paternalista”.

Era el sello Perón. El mismo que lo llevaría a asumir su primer gobierno el 4 de junio de 1946 y su segundo período en 1952. Una época que a pesar de los años, sigue siendo la más cuestionada y la más recordada, criticada y elogiada, citada y vastardeada. Por todo esto, y porque la historia agentina gira en torno del Peronismo desde hace 69 años, el 4 de junio es una fecha para no olvidar..!

Gentileza: Juan Vertone






miércoles, 16 de noviembre de 2011

17 de Noviembre de 1972 : El Retorno de Juan D. Perón

Sostenidos por la consigna “LUCHE Y VUELVE, el pueblo mantuvo la esperanza durante muchos años hasta que volvió a la patria el creador del movimiento justicialista, luego de superar persecuciones, proscripciones y hasta fusilamientos. El 17 de noviembre de 1972 el General Juan Domingo Perón volvía a pisar suelo argentino tras 17 años de exilio forzado por la mal llamada “revolución libertadora”, mejor conocida por el pueblo peronista como la "revolución fusiladora".

 Por esto festejamos el día del retorno del General PERÓN a nuestra patria como el "DIA DEL MILITANTE", en honor a todos los militantes peronistas responsables de mantener viva la luz y la doctrina que heredáramos de PERÓN Y EVITA.

 Publicado por las 62Organizaciones-filial Rosario-Argentina

 

sábado, 8 de octubre de 2011

Un día como hoy 8 de octubre de 1895, Nacía Juan D. PERON


El 8 de octubre de 1895 Juan Domingo Perón nació en la ciudad de Lobos (Provincia de Buenos Aires), hijo de Mario Tomás Perón -pequeño productor agrícola-ganadero- y de Juana Sosa. Fue nieto de uno de los médicos más célebres de su tiempo, el profesor Tomás L. Perón.

Su infancia y primera juventud las vivió en las pampas bonaerenses y en las llanuras patagónicas del sur de la Argentina, adonde se trasladaron sus padres en el año 1899 en busca de trabajo. Estos escenarios de grandes espacios abiertos y de vida rural incidieron en su formación cultural que algunos biógrafos han denominado "criollismo".

A los cinco años la familia se trasladó a Río Gallegos y en 1905 se estableció en Buenos Aires, donde el joven Juan Domingo asistió al Colegio Internacional Politécnico. De sus aulas pasó al Colegio Militar, egresando en 1913 con el grado de subteniente del arma de infantería.

Tras ocupar diversos destinos, fue nombrado agregado militar en la embajada argentina en Chile, país del que regresó en 1938 para cumplir luego una misión en Italia. Residió en Europa entre 1939 y 1941. Inició su carrera política como secretario del Departamento Nacional del Trabajo, que en 1944 transformó en Secretaría de Trabajo y Previsión.

Fue un prestigiado docente militar, escribió "Estudios estratégicos" (1928) y "Apuntes de historia militar" (1932 y 1933). Dentro de su producción política caben citarse "Doctrina peronista", "Conducción política" (1952), "La fuerza es el derecho de las bestias", "La tercera posición", "La comunidad organizada" y "Política y estrategia".

Desde el cargo en la Secretaría de Trabajo y Previsión desarrolló un programa social que le atraería la adhesión de gran parte de la sociedad argentina, especialmente de los trabajadores. Fue encarcelado en 1945 y liberado merced a la movilización popular del 17 de octubre, Perón ocupó los cargos de ministro de Guerra y de vicepresidente. Acompañado por el doctor Hortensio Quijano ganó las elecciones presidenciales para el período 1946-1952. Fue el único presidente constitucional de la argentina elegido tres veces por el voto popular.



jueves, 30 de junio de 2011

Adiós al general: 1 de julio de 1974...

Desandamos casi en silencio las interminables dos cuadras desparejas de calles sin asfalto, alumbradas por tenues y escasas lamparitas amarillentas que de alguna casita marcaban hitos en las muy oscuras noches invernales de aquel barrio que orgullosamente erguía una imponente torre de un viejo estudio en la época del cine de oro argentino.
Tano, dicen que al General  ya le dieron la extremaunción, y esperan que termine el fin de semana para dar la noticia…Los ojos vidriosos del Irlandés Casey me decían todo y me confundían mucho…me negaba a ese inexorable horizonte, pero de una o varias formas, de alguna u otra circunstancia la  sociedad lo percibía en una indisimulada vigilia…nadie hablaba en vos alta...Un cuasi silencio masivo presagiaban el final inesperado… El viejo líder estaba en la puerta de la historia...y ese frío inclemente  y los silencios  aturdían el ambiente preanunciando  la tragedia, el luto, la ausencia
El humo fuerte de los particulares 30, ese añejo compañero de militancia y escasos monosílabos,  nos hacían el aguante en la Boulogne Sur Mer hasta que el 87 lo devolvería a Casey  a su hogar en Jose L.Suares.
El lunes al mediodía, escuchamos el mensaje del deceso de nuestro presidente que la cadena nacional nos transmitía por la radio…La noticia nos convocó sin dilaciones y los compañeros  nos fuimos juntado,   unidos por la misma doctrina y sentimientos: saldríamos a dar el último adiós a nuestro líder
Y volveríamos una y otra vez, como en aquel 17 de noviembre, como el 20 de junio, como siempre…Pero esta vez iríamos al congreso nacional, por la misma causa…con la misma fe.
Salimos aquel lunes por la tarde noche. Aun recuerdo las lagrimas incontenibles de mis viejos…una imagen imborrable, repetidas en los transidos hogares argentinos…Los saludaba y les decía que en un par de jornadas estaría de vuelta. Partimos con los compañeros-amigos rumbo a la plaza del congreso nacional. Allí nos esperaba la destemplanza  del crudo invierno y la lluvia impiadosa que como una lágrima intermitente acompañaba aquella larga jornada de dolor del pueblo argentino…
Un miércoles al mediodía pasamos frente al cuerpo yacente de  nuestro Líder, en medio de la multitud que se apiñaba en largas e interminables filas para dar el postrer saludo…allí llegamos casi exhaustos solo mitigado por el mate  que la noche  anterior el ejercito habia servido para apaciguar el frío y la humedad de la gente, cual espectros leales e impasibles esperando impertérritos el momento de desandar las escalinatas del legislativo para decirle Adiós al general…!
 
Daniel A. Diaz Bialet 

lunes, 20 de junio de 2011

Mensaje de Perón a los Argentinos después del regreso definitivo a su patria

Mensaje del General Juan D. Perón (21 de junio de  1973)  por cadena nacional después de su definitivo regreso el 20 de Junio de 1973 a su patria argentina...


" Deseo comenzar estas palabras con un saludo muy afectuoso al Pueblo Argentino. Llego del otro extremo del mundo con el corazón abierto a una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausencia y la distancia pueden avivar hasta su punto más alto. Por eso, al hablar a los argentinos lo hago con el alma a flor de labio y. deseo que me escuchen también con el mismo estado de ánimo..
Llego casi desencarnado. Nada puede perturbar mi espíritu porque retorno sin rencores ni pasiones, como no sea la pasión que animó toda mi vida: servir lealmente a la Patria. Y sólo pido a los argentinos que tengan fe en el Gobierno justicialista, porque ése ha de ser el punto de partida para la larga marcha que iniciamos.

Tal, vez la iniciación de nuestra acción pueda parecer indecisa a Imprecisa, pero hay que tener en cuenta las circunstancias en las que la iniciamos..
La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la que no debe participar y colaborar. Este problema como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos, entre todos los argentinos o no lo arregla nadie. Por eso, deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo.

Una deuda externa que sobrepasa los 6.000 millones de dólares y un déficit cercano á los tres billones de pesos, acumulados en estos años, no han de  cubrirse en meses, sino en años. Nadie ha de ser unilateralmente perjudicado, pero tampoco ninguno ha de pretender medrar con el perjuicio o la desgracia ajena. No son estos días para enriquecerse desaprensivamente, sino para reconstruir la riqueza común, realizando a una comunidad en la que cada uno tenga la posibilidad de realizarse.

El Movimiento Justicialista, unido a todas las fuerzas políticas, sociales. Económicas y militares que ,quieran acompañarlo en su cruzada, de liberación y reconstrucción del país, jugara su destino dentro de la escala de valores establecida primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres en un gran movimiento nacional y popular que pueda respaldarlo.
Tenemos una revolución que realizar, pero para que ella sea válida ha de, ser de construcción pacífica y sin que cueste la vida de un solo argentino. No estamos en condiciones de seguir destruyendo frente a un destino preñado de acechanzas y peligros. Es preciso volver a lo que en su hora fue el apotegma de nuestra creación: "de casa al trabajo y del trabajo a casa". Sólo el trabajo podrá redimirnos de los desatinos pasados.

Ordenemos primero nuestras cabezas y nuestros espíritus. Reorganicemos al país y dentro de él al Estado que preconcebidamente se ha pretendido destruir y que debemos aspirar a que sea lo mejor que tengamos para corresponder a un Pueblo que ha demostrado ser maravilloso Para ello elijamos los mejores hombres, provengan de donde provinieren, acopiemos la Mayor cantidad de materia gris, todo juzgado por sus genuinos valores en plenitud y no por subalternos intereses políticos, influencias personales o bastardas concupiscencias.
Cada argentino ha de recibir una misión en este esfuerzo de conjunto. Esa misión será. Sagrada cada uno y su importancia estará, más que nada en su cumplimiento. En situaciones como la que vivimos, todo puede tener influencia decisiva y así como los cargos honran al ciudadano, éste también debe ennoblecer los cargos.

Si en las Fuerzas Armadas de la República, cada ciudadano, de general a soldado, está dispuesto a morir tanto en defensa de la soberanía nacional como del orden constitucional establecido, tarde o temprano han de integrarse al Pueblo que ha de esperarlas con los brazos abiertos como se espera a un hermano que retorna al hogar solidario de los argentinos.
Necesitarnos una, paz constructiva sin la cual podemos sucumbir como Nación. Que cada argentino, sepa defender esa paz salvadora por todos los medios, y si alguno pretendiera alterarla con cualquier pretexto, que se le opongan millones de pechos y se alcen millones de brazos para sustentarla con los medios que sean. Sólo así podremos cumplir nuestro destino.
Hay que volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia. En la función pública no ha de haber cotos cerrados de ninguna clase y el que acepte la responsabilidad ha de exigir la, autoridad que necesita para defenderla dignamente. Cuando el deber está por medio los hombres no cuentan sino, en la medida en que sirvan mejor a ese deber. La responsabilidad no puede ser patrimonio de los amanuenses.

Cada argentino piense como piense y sienta como sienta, tiene el inalienable derecho a vivir en, seguridad y pacíficamente. El Gobierno tiene la insoslayable obligación de asegurarlo. Quien altere este principio de la convivencia, sea de un lado o. de otro, será el enemigo común que debemos combatir sin tregua, porque no ha de poderse hacer nada en la anarquía que la debilidad provoca o en la lucha que la intolerancia desata.

Conozco perfectamente lo que está ocurriendo el país. Los que crean lo contrario se equivocan. Estamos viviendo las consecuencias de una postguerra civil que, aunque desarrollada embozadamente no por eso ha dejado de existir. A ello se le suma las perversas intenciones de los factores ocultos que, desde la sombra, trabajan sin cesar tras designios no por inconfesables menos reales. Nadie puede pretender que todo esto cese de la noche a la mañana pero todos tenemos el deber ineludible de enfrentar activamente a esos enemigos, si no querernos perecer en el infortunio de nuestra desaprensión o incapacidad culposa.
Pero el Movimiento Justicialista, que tiene una trayectoria y una tradición, no permanecerá frente a tales intentos y nadie podrá cambiarlas a espaldas del Pueblo que las ha afirmado en fecha muy reciente y, ante la ciudadanía que comprende también cuál es el camino que mejor conviene a la Nación Argentina. Cada uno será lo que deba ser o no será nada.
Así como antes llamamos a nuestros compatriotas en "La Hora del Pueblo". "El Frente Cívico de Liberación" y "El Frente Justicialista de Liberación", para que mancomunando nuestros ideales y nuestros esfuerzos pudiéramos  pujar por una Argentina mejor, el Justicialismo, que no ha sido nunca ni sectario ni excluyente, llama hoy a todos los argentinos, sin distinción de banderías, para que todos solidariamente nos pongamos en la perentoria tarea de la reconstrucción nacional, sin la cual estaremos todos perdidos. Es preciso llegar así, y cuanto antes, a una sola clase de argentinos: los que luchan por la salvación de la Patria, gravemente comprometida en. su destino por los enemigos de afuera y de adentro.

Los Peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro Movimiento. Ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo o desde arriba. NOSOTROS SOMOS JUSTICIALISTAS Levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes. No creo que haya un argentino que no sepa lo que ello significa. No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nuestra ideología: SOMOS LO QUE LAS VEINTE VERDADES PERONISTAS DICEN. No es gritando la vida por Perón que se hace Patria, sino manteniendo el credo por el cual luchamos.
Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo ignoran nuestros muchachos que levantan nuestras banderas revolucionarias. Los, que pretextan lo inconfesable, aunque cubran sus falsos designios con gritos engañosos, o se empeñen peleas descabelladas, no pueden engañar a nadie Los que no comparten nuestras premisas, si se subordinan al veredicto de las urnas tienen un camino honesto para seguir en la lucha que ha de ser para el bien y la grandeza de la Patria, no para su desgracia.
Los que ingenuamente. Piensan   que pueden copar a nuestro Movimiento o tomar el poder que el Pueblo ha reconquistado. Se  equivocan. Ninguna simulación o encubrimiento, por ingeniosos que sean, podrán engañar a un Pueblo que ha sufrido. lo que el nuestro y que está animado por una firme voluntad de vencer. Por eso, deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos  populares o estatales, que por ese camino van mal. Así, aconsejo a todos ellos tomar el único camino genuinamente nacional: cumplir con nuestro deber de argentinos sin dobleces ni designios inconfesables. Nadie puede ya escapar a la tremenda experiencia que los años y el, dolor y los sacrificios han grabado a fuego en nuestras almas y para siempre

Tenemos un país que a pesar de todo no han podido destruir, rico en hombres y rico en bienes. Vamos a ordenar el Estado y todo lo que de el dependa que pueda sufrir depreciaciones y olvidos. Esa será la principal tarea Mi Gobierno. El resto lo hará el Pueblo Argentino, que en los años que corren ha demostrado una madurez y una capacidad superior a toda ponderación. En el final de este camino está la Argentina potencia, plena de prosperidad, con habitantes que puedan gozar del más alto "standard" de vida, que la tenemos en germen y que sólo debemos realizaría. Yo quiero ofrecer mis últimos años de vida en un logro que es, toda mi ambición; sólo necesito que los argentinos lo crean y me ayuden a cumplirla.

La inoperancia, en los momentos que tenemos que vivir, es un crimen de lesa Patria. Los que estamos en el país tenemos el deber de producir, por lo menos, lo que consumimos. Esta no es hora de vagos ni de vagos ni de inoperantes. Los científicos, los técnicos, los artesanos y los obreros que estén fuera del país deben retornar a él a fin de ayudarnos en la reconstrucción que estamos planificando y que hemos de poner en ejecución en el menor plazo.
Finalmente, deseo exhortar a todos mis compañeros peronistas para que, obrando con la mayor grandeza, echen a la espalda los malos recuerdos y se dediquen a pensar en el futuro y en la grandeza de la Patria, que bien puede estar desde ahora en nuestras propias manos y en nuestro ,propio esfuerzo.
A los que fueron nuestros adversarios, que acepten la soberanía del Pueblo, que es la verdadera soberanía, cuando se quiere alejar el fantasma de los vasallajes foráneos, siempre más indignos y costosos.
A los enemigos, embozados, encubiertos o, disimulados, les aconsejo que cesen, en sus intentos, porque cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento.
Dios nos ayude, si somos capaces de ayudar a Dios. La oportunidad suele pasar muy ligero.

¡Guay de los que carecen de sensibilidad e imaginación para percibirla!
Un grande y cariñoso abrazo para todos mis compañeros, y un saludo afectuoso. y lleno de respeto para el resto de los argentinos.