Una de
las voces críticas del "relato" oficial interviene en los últimos
debates del campo cultural. Arrepentidos y desertores. Lanata, Carta Abierta y
Plataforma 2012.
La palabra "vacaciones" no forma
parte del diccionario de Martín Caparrós. Cuando no viaja por el mundo
reuniendo material para sus libros, se recluye en su casa de Tigre, un rincón
dentro de un jardín verde y salvaje, adonde escribe todos los días con rutina
rigurosa. Los resultados están a la vista en cualquier librería: más de dos docenas
de libros entre novelas y ensayos, y títulos insoslayables como "La
voluntad", escritos junto a Eduardo Anguita, una monumental historia de la
militancia de los 70, pionera en revisar el pasado reciente. Su último logro no
es menor. Con su novela "Los Livings" (Anagrama) ganó el Premio
Herralde, uno de los más prestigiosos en lengua española. Pero, en 2011,
también publicó "Argentinismos" (Planeta) mordaz diccionario que pasa
revista a los principales términos de la política nacional. Porque Caparrós, en
estos años, ha sido una de las voces más fuertes en el debate que divide a los
intelectuales. De ese debate y sus consecuencias, de su nuevo libro y su blog y
del futuro post-kirchnerista habló con NOTICIAS.
Noticias: ¿Qué significó para usted ganar el
Premio Herralde?
Martín
Caparrós: Me dio mucho placer porque es un premio que
respeto. De todos los premios literarios que se dan en castellano es el que
está más lejos de la plata y más cerca de las palabras. Y porque el grupo de
escritores que lo recibieron, es un club al que da gusto pertenecer.
Noticias: La novela tiene muchas
referencias a la historia argentina. ¿Cómo deberían ser leídos esos datos del
texto?
Caparrós: No
puedo ni quiero definir cómo debe ser leído lo que escribo. Sería, para empezar,
tonto; para seguir patético y para terminar inútil. Me preguntaron muchas veces
si "Los livings" eran una referencia a los desaparecidos. Es una
lectura posible pero no la única.
Noticias: El libro también puede
leerse como una simple y pura reflexión sobre la muerte.
Caparrós:
Me alegra que se pueda leer de otra manera. Se muere gente todos los días. Hay
mucha cantidad de muertos, entre los cuales están los desaparecidos. Pero esta
especie de corrección política o de discurso hegemónico por el cual todo se lee
desde cierta referencia a la dictadura militar, me parece reductora. Y lo digo
desde la posición de haber sido uno de los primeros que empezó a hablar sobre
el tema.
Noticias: ¿Qué pasa con su blog,
"Pamplinas", donde la escritura es interactiva? ¿Cómo se adapta a las
nuevas formas de la comunicación?
Caparrós: No
diría que me adapto. Me interesa probar, buscar, ver qué cosas se pueden hacer.
Twitter me interesa mucho. Empecé hace 8 meses. Estaba por salir
"Argentinismos" y pensé que iban a decir una cantidad de cosas sobre
el libro en espacios con cierto poder. En "678" me pegaban con cierta
frecuencia y yo no tenía ningún lugar donde contestar. Empecé tímidamente y en
esos días hubo un episodio que me permitió descubrir lo mejor de Twitter. Yo
escribía para la "Newsweek" nacional
y en la web de "El Argentino", ambos medios del Grupo
Szpolski. Publiqué una nota sobre la reelección de Cristina y a las dos horas
la bajaron de la web y desapareció. Alguien por Twitter me avisó, empecé a
buscarla y no la encontré. Lo comuniqué por Twitter y se armó una reacción en
cadena. En el mundo "pre" Twitter la posibilidad de reacción hubiera
sido mucho más lenta. La velocidad y la difusión horizontal son las grandes
ventajas. La desventaja son los 140 caractéres. Hay cosas que no se pueden
decir en 140 caracteres.
Noticias: ¿Cómo lo modifica el hecho de que
su blog forme parte de la página del diario El País?
Caparrós: No
entran sólo argentinos y esto te complica un poco en el momento de escribir.
También, al principio, estaba la reacción de los "tiradores de mierda
oficialista" que festejaban que me hubiera ido a España, como ignorando
que un blog se puede escribir desde cualquier parte. Estas puteadas también
incluian una palabra que yo había dejado de ver, que es "cipayo". Yo
era un "cipayo" porque escribía para un medio extranjero. Cuando en
realidad a mí me interesó esta posibilidad porque me permitía no trabajar ni en
los medios de la hegemonía peronista, ni en los de la hegemonía rica de la Argentina. Estoy
claramente en la disputa, pero no quiero estar ni con unos ni con otros.
Noticias: ¿Y qué piensa de que
Lanata trabaje para Clarín?
Caparrós: Lanata
hace un tipo de trabajo que requiere de mucha más infraestructura. Hacer radio
o televisión requiere de una empresa más pesada. Y él decide lo que quiere
hacer. Para escribir una columnita por semana, yo podía hacerlo en lugares que
no estaban tan implicados de un lado o del otro.
Noticias: ¿Cómo se siente hoy
con respecto a esta guerra? ¿Cansado?
Caparrós: Sí,
porque no me parece que haya nada importante en juego. Se están peleando por
los cachos de queso en el reparto de dos sectores de los ricos argentinos. Unos
señores que siempre fueron los dueños de la riqueza nacional ven que otro
sector amenaza sus privilegios. En esa pelea yo no tengo nada que ver.
Noticias: De todos modos,
terminan ubicándolo en un bando.
Caparrós: Ese
es uno de los grandes efectos del discurso kirchnerista. Contra ese efecto
escribí "Argentinismos". A los kirchneristas les conviene postular
que si no estás con ellos estás con La Nación , con la Sociedad Rural y
con Clarín. Cuando fui a "678" tuve una discusión porque me decían:
" A nuestra izquierda no hay nada". Justamente, uno de los trabajos
que he tratado de hacer es demostrar que sí, que a su izquierda está la mitad
del país.
Noticias: En la última Carta Abierta o,
incluso, en las críticas de José Pablo Feinmann (aunque se haya retractado),
¿no ve una reacción de los intelectuales que adhieren al gobierno?
Caparrós: Efectivamente,
aparecen ciertas fisuras. En una entrada de mi blog, titulada "Todos
terroristas", y escrita en relación
con la Ley
Antiterrorista , hablaba de cómo una serie de hechos podían a
largo plazo terminar siendo un quiebre. Una cantidad de gente que se hizo la
boluda con muchas cosas, descubre que ya no puede seguir haciéndolo porque son
demasiado centrales al sistema de ideas que dicen defender. Parece que se
pueden hacer los boludos respecto al hecho de que en un año hayan matado 14
personas en protestas sociales. Pero es difícil hacerse los boludos con una Ley
que puede ser usada para que la próxima vez que los maestros salgan a la calle
a pedir un aumento, un juez diga que están amenazando al gobierno, que son
terroristas y que deben ir presos con el doble de la pena. Insisto, esto puede
marcar un quiebre. Hay gente que dice cosas que hace unos meses no habría
dicho. También está este grupo que acaba de aparecer, "Plataforma
2012" (ver recuadro), que por ahora tampoco es un grupo, es un texto
firmado por una cantidad de gente. Yo no lo firmé, quiero aclararlo, pero
publiqué en mi blog el texto porque me pareció interesante.
Noticias: Hacia la izquierda del
kirchnerismo también hay grandes polémicas. La creación del Instituto Manuel Dorrego fue tema de
discusión en diferentes sectores.
Caparrós: Ese
Instituto es un ejemplo de cómo creyeron que podían hacer cualquier cosa
impunemente. Y hay cosas que pasan de la raya, de lo que la vergüenza pública
tolera. El hecho de crear una institución nueva, con este fin, era un poco
innecesario, porque hay suficientes instituciones dedicadas al tema. Pero
además, poner como director al "panqueque" más famoso de un país
lleno de "panqueques", como es el señor Pacho O'Donnell, también era
innecesario. Puso incómoda a mucha gente. Por qué poner a un tipo que fue
alfonsinista, duhaldista y delarruísta. Tuvo una coherencia extraordinaria a lo
largo de su vida: siempre fue oficialista. Nunca se confundió. ¿Por qué tenés
que poner a un tipo así para revisar la historia?
Noticias: ¿Cuáles son las opciones
políticas de aquí en adelante?
Caparrós: A
mediano plazo, lo peor que van a haber hecho los Kirchner, va a ser desactivar
ciertas ideas políticas durante mucho tiempo. Es muy probable que cuando este
proyecto termine de deshacerse, quien gane sea un candidato de lo que solemos
llamar centro derecha: Macri, Scioli o alguien por el estilo. Una de las
razones es que el discurso de cierto centro izquierdo va a estar tan
desacreditado por su malversación kirchnerista, que nadie le va a dar bola.
Durante años, cuando alguien diga: "Vamos a redistribuir la riqueza",
se le van a reir a carcajadas
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