Algunos expertos vaticinan que la próxima revolución
industrial tendrá lugar en 10 años.
La raza humana ha pasado por
una serie de innovaciones radicales en los últimos siglos, las tres
revoluciones industriales que conocemos. Primero, aprovechamos el poder del
vapor y el poder del agua, luego descubrimos la electricidad y creamos la
mecanización en forma de fábricas y líneas de ensamblaje, cambiando la
naturaleza de nuestra economía de la noche a la mañana.
Desde la década de 1960,
hemos visto un cambio hacia la informática, la mecatrónica y la robótica: la
creación de mentes mecánicas que combinan tecnologías físicas, digitales y
biológicas, construidas para mejorar nuestras vidas cotidianas.
Hoy, este cambio nos ha
llevado al borde de un boom de la inteligencia: la Inteligencia Artificial , la Automatización , la Realidad Virtual
y la robótica están aquí y avanzan a un ritmo astronómico. Lo
siguiente... es la cuarta revolución industrial. Esta multiplicará la velocidad,
el alcance y el impacto de los sistemas que produjo la tercera (que llegó a
mediados del siglo XX con la electrónica
y la tecnología de la información y las telecomunicaciones).
Según el director adjunto del
Instituto de Sistemas Cibernéticos Inteligentes de la Universidad Nacional
de Investigaciones Nucleares de Rusia (MEPhI), Valentín Klímov, en los próximos
diez años se producirá una nueva revolución: la neurotecnológica, que cambiará
drásticamente la vida humana.
¿Simbiosis hombre-máquina?
Todo está cambiando mientras
los inventos revolucionarios de ayer parecen tristes y triviales para las
innovaciones futuras. Nada es permanente, ya que estamos evolucionando todos
los días a un ritmo que se multiplica a perpetuidad. La inteligencia artificial
ya nos rodea, desde vehículos o drones autónomos asistentes virtuales y software que nos ayudan en múltiples tareas.
Estamos al borde de una revolución tecnológica que
alterará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos
relacionamos los unos con los otros, pues en este escenario futuro, los seres
humanos y los ordenadores interaccionarán como iguales y cada uno resolverá sus
propios problemas, según comenta Klímov.
Según el fundador y ejecutivo
del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, la cuarta revolución industrial va a
tener un impacto global mucho mayor que las anteriores debido a los avances en
la tecnología
El mayor problema al que nos
enfrentamos de raíz sobre este cambio tecnológico es que no estaremos
dispuestos a adaptarnos. El miedo a la
pérdida de nuestros empleos y la incertidumbre ante los nuevos puestos que se
crearán en el futuro -tal y como ha ocurrido en cada revolución industrial-,
juega en contra. Hay que tener en cuenta que el cambio está ahí, está
ocurriendo en estos mismos instantes y, mientras estamos sentados en nuestros
escritorios en el trabajo, debemos prepararnos para una sociedad que cambia
constantemente.
Y no olvidemos que los
avances tecnológicos han creado más puestos de trabajo de los que han
destruido, según concluyó un estudio publicado por The Society of Business
Economists. La tecnología, en lugar de destruir puestos de trabajo, ha sido una
"gran máquina creadora de empleos".
"Las máquinas asumirán tareas más repetitivas y
laboriosas, pero no parecen estar más cerca de eliminar la necesidad de mano de
obra humana que en cualquier momento en los últimos 150 años", concluye el trabajo.
Referencia:
Conferencia Neuroinformática 2017 Moscú / World Economic Forum / The Society of
Business Economist The Rybczynski Priz