En horas de la tarde del martes 4 de
diciembre, mientras presentaban el libro "El salario no es ganancia"
de Juan Pablo Ruiz; Pablo Micheli y Hugo Moyano anunciaron que las dos
Centrales y la CGT Azul
y Blanca harán una movilización conjunta el 19 de diciembre a Plaza de Mayo
para decir basta al ajuste.
“El aporte mayor
que podemos hacer los trabajadores es seguir la pelea, por eso convocamos a
esta movilización para decir que no queremos vivir más en estas condiciones, no
vamos a dejar de pelear hasta conseguir nuestros objetivos que son los
objetivos del pueblo”, dijo Pablo Micheli, secretario general de la CTA ratificando la decisión
tomada por la
Conducción Nacional en Mar del Plata, cuando acordó llamar a
una jornada nacional de movilización por una Navidad sin hambre y una Patria
con justicia social.
"Hacemos la convocatoria a todos los trabajadores de la
argentina que tengan intención de expresar este reclamo masivo al
Gobierno", invitó Hugo Moyano a la jornada del 19 de diciembre.
Las dos Centrales obreras, junto a Barrios de Pie, la Corriente Clasista
y Combativa, la
Federación Agraria Argentina, la FUA y el MST Teresa Vive,
entre otras organizaciones sociales y sindicales se movilizarán masivamente a
Plaza de Mayo para exigir que la crisis no se descargue sobre las espaldas de
los trabajadores y para volver a denunciar que los reclamos hechos en los paros
anteriores no fueron escuchados.
Cabe señalar que entre los reclamos figuran: eliminación del
impuesto al salario, una suma adicional compensatoria de 4 mil pesos, la
universalización de las asignaciones familiares, un aumento de emergencia para
los jubilados, el 82% móvil, la derogación de las leyes de ART y
Antiterrorista, entre otros.
En el país de las espigas de oro, 8 millones 800 mil personas
están en situación de precariedad laboral. El ingreso medio no supera los 3.400
pesos cuando la canasta básica es superior a los 7 mil pesos. Mientras los
trabajadores bancarios pagan impuesto a las ganancias, millones y millones de
dólares se evaporan a través de las rentas financieras. En este modelo de país
no son los que más tienen los que sostienen al Estado sino que es sobre los
trabajadores y sus familias, sobre los niños y los jubilados sobre los que se
descarga la crisis y el ajuste.