Mostrando las entradas con la etiqueta Indec. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Indec. Mostrar todas las entradas

martes, 17 de diciembre de 2013

El ATRASO salarial en la Argentina

Para abundar más en la situación de atraso salarial y los ingresos populares, traemos a consideración un reciente trabajo realizado en la Fisyp (1), dando cuenta sobre información que brinda la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC para el segundo trimestre de 2013.

La información remite a la situación de los trabajadores asalariados. Los elocuentes datos sobre la precariedad laboral (Tabla I) señalan que solo el 49,37% de los trabajadores son ocupados plenos y registrados, ya que entre los trabajadores registrados el 15,76 trabaja menos de 35 horas semanales. Así, solo el 64,97 figuran como registrados, siendo el resto, un 35,03% los trabajadores no registrados. Entre estos, un 17,13% trabaja menos de 35 horas y un 17,74% trabajan 35 o más horas semanales. En la misma información se destaca que el 54,21% de los trabajadores registrados gana menos de $5000 y por ende el 45,79% percibe más de esa suma, tal como destaca la Tabla II.

Por su parte, según la Tabla III, el 59,52% de los trabajadores registrados gana menos de $5000 (sumando ocupaciones principales y secundarias), y el 28,02% de los trabajadores registrados gana menos de $3500 (sumando ocupaciones principales y secundarias).

A modo de resumen, vemos en la Tabla IV, que el 70,32% de los asalariados percibe menos de $5.000, siendo una fiel expresión del retraso de los ingresos de los trabajadores asalariados.
Si a la ocupación principal se le adicionan otras complementarias, los datos no varían sustancialmente. Para ese caso, el estudio de Fisyp señala que el 65,35% de los asalariados gana menos de $5000 al mes en el total de sus ocupaciones y que el 40,67% de los asalariados gana menos de $3500 al mes sumando todas sus ocupaciones.

El estudio concluye que de 8 millones de trabajadores asalariados, 2,6 millones trabajan menos de 35 horas semanales, y 5,4 millones lo hacen por más de 35 horas. Entre los primeros, el 48% están registrados y perciben un ingreso promedio de $4.922, siendo más del doble que el ingreso percibido por los no registrados, que alcanza a $2.386. Entre los segundos, el 74% están registrados y perciben un ingreso promedio de $5.930, un 55% más que el de los no registrados, cuyo promedio es de $3.813.

Son datos que ponen de manifiesto la situación de precariedad laboral y bajo nivel de los ingresos de los trabajadores asalariados, que resume una de las bases materiales de las contradicciones sociales no solo entre el capital y el trabajo, sino entre los trabajadores y el Estado. Al mismo tiempo expresan por si solos, la necesidad de luchar por incrementar y mejorar los niveles de ingresos de los trabajadores, al tiempo que se requiere una demanda específica por la regularización y la ocupación plena.

viernes, 2 de agosto de 2013

La pobreza y la indigencia se multiplican [Con precios reales]



Según estudios privados, las cifras oficiales sirven para ocultar a 10 millones de pobres

El tema es central y muy delicado: cuánta gente en el país no dispone del dinero para comprar lo mínimo necesario. En las estadísticas, esto se calcula a partir de la Canasta Básica de Alimentos, cuyo costo es eje de una polémica cada vez más grande. Y es que, según estudios privados, las cifras oficiales sólo sirven para ocultar a casi 10 millones de pobres.

Primero, la versión oficial. Según el INDEC, a un hombre adulto le bastaba tener en junio $ 236,58 para poder alimentarse durante un mes sin caer en la indigencia. Y unos $ 543,48 para acceder al resto de los bienes y servicios básicos, entre ellos los de indumentaria, transporte, educación y salud, saliendo así de la pobreza.
Con números como esos, el Gobierno afirma que, en la segunda mitad del año pasado, sólo un 1,5% de la población era indigente y otro 3,9%, pobre. En total, admiten que sólo 1.373.000 personas se quedaban sin acceso a lo básico.

Sin embargo, al calcular una canasta básica de alimentos con precios “congelados” que el Gobierno convalidó, surge que la línea de la indigencia asciende a $ 656,09, y la de pobreza, a $ 1.509.

Así, para no ser pobre, una familia formada por una pareja y dos hijos chicos ya no precisaría de $ 14 diarios por persona, como afirma el INDEC, sino de casi $ 39.
Por “la deformación que presentan” los datos oficiales, en el Observatorio de la Deuda Social de la UCA recurren a cifras alternativas de inflación y estiman así que la pobreza afectó en 2012 al 24,5% de la población como mínimos, y a un 26,9% como máximo: casi 11 millones de personas. Y calculan la indigencia en torno al 5%.
Otros centros de estudios también mencionan tasas altas. El de la CTA oficialista, CIFRA, estimó que la pobreza llega al 19,9% de las personas. Y para la CGT de Moyano, es pobre el 27,2% de la gente.

Otra cuestión es si la canasta básica que mide el INDEC es realmente sana. Basándose en la Canasta de Alimentación Saludable de la Escuela de Nutrición de la UBA, el precandidato a senador Claudio Lozano calculó que comer bien sale unos $ 3.700 por mes, cifra que quintuplica la estimación del INDEC y deja afuera a más de 7 millones de argentinos.

Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/precios-reales-pobreza-indigencia-multiplican_0_967103332.html

miércoles, 26 de junio de 2013

El 50 por ciento de los argentinos con trabajo gana menos de 3.700 pesos



Se trata de 8 millones de empleados (en negro o en blanco) que disponen de $120 por día para mantenerse. Además, el 30% de los ocupados vive con menos del $2.500 mensuales, una cifra que está por debajo del salario mínimo legal

Mientras la presidenta Cristina Kirchner se enorgullece en cada discurso que en esta "década ganada" se redistribuyó el ingreso, los propios datos de su gobierno -esos que son cuestionados por todo el arco opositor- aseguran lo contrario: el 50% de los argentinos con trabajo (en negro o en blanco) gana menos del $3.700 por mes y un 30%, menos de $2.500 mensuales, una cifra que está por debajo del salario mínimo legal.

A eso se agrega que hay 1.293.000 desocupados, sin ingresos o que reciben una mínima "prestación por desempleo". En tanto, según el Instituto de Estadística y Censos (INDEC), el 10% más rico cobra 14 veces más que el 10% más pobre.

Los datos oficiales marcan que la mitad de las 15.781.000 gana menos de $3.700 por mes. Se trata de casi 8 millones de personas que tienen trabajo como obreros, empleados, profesionales, o por cuenta propia y que disponen de menos de $120 por día para mantenerse o mantener a sus familias, de acuerdo a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC del primer trimestre de 2013.

Si se desciende en la escala, más acuciante aún está el 30% de esa gente ocupada ¬4,7 millones- que gana menos de $2.500 mensuales.

En este segmento abundan los asalariados en negro ¬ 4,4 millones ¬ y la gente subocupada ¬ 1,3 millones ¬ que trabaja pocas horas porque no consigue empleos a tiempo completo. También aquí se anotan muchos trabajadores por cuenta propia. Así, la pirámide de ingresos muestra que entre los que tienen trabajo sobresale una amplia base pobre o que linda con la pobreza.

Además las últimas mediciones indican que el empleo privado sigue estancado y que la ocupación laboral se mantiene por el empleo estatal. En promedio, la gente ocupada gana $4.232 mensuales, mientras en las familias el ingreso promedio ¬ que incluye el de los ocupados y no ocupados, como jubilados, prestaciones sociales o rentas¬ es de $7.810 mensuales.

Esta realidad se apoya en ingresos también reducidos según la calificación de los trabajadores.

Por encima de los $8.000 está apenas el 10% de los ocupados -un poco más de 1.500.000 personas-, que en su mayoría están alcanzados por el impuesto a las Ganancias lo que reduce el ingreso neto. Por su parte, tampoco se advierten mejoras en el reparto de la "torta" que sigue siendo muy desigual: la mitad de los ocupados de menores ingresos recibe el 24,6% de los ingresos totales y la otra mitad el 75,4 por ciento.

Esto se refleja directamente sobre los ingresos de las familias. La mitad de los hogares¬ que albergan a más del 40% de la población ¬recibe menos de $6.000 por mes ¬el 23,2% menos y la otra mitad se queda con el 76,8%.

Mediciones académicas dicen que el costo de una canasta familiar se aproxima a los $8.000 mensuales.

Por otro lado, el INDEC, informó que el 10% más rico de la población obtiene ingresos 14 veces superiores al del 10% más pobres. El organismo precisó que en la cúspide de la pirámide los ingresos van desde un mínimo de $15.000 hasta un máximo de 141.200 pesos.

En tanto, en la base se computan desde $70 hasta 2.130 pesos.

Sobre la masa total de ingresos estimada en $62.984,332 millones, el superior se queda con el 28,2%, mientras que el estrato más bajo apenas consigue hacerse del 2 por ciento.

En el primer trimestre de 2012, el segmento más alto se apoderaba del 28,3% del total contra 1,9% del más bajo. En consecuencia, la distribución del ingreso prácticamente no se modificó.

Esta situación se refleja en el índice de Gini (su valor indica una mejor situación acercándose a cero) que al cierre del primer trimestre 2013 se ubicó en 0,392 puntos, contra 0,397 del que se registraba en el mismo período de 2012.

El organismo detalló que la mediana del ingreso total familiar de los hogares al cierre del primer trimestre se ubicó en 6.000 pesos. Por otro lado, el INDEC indicó que la mediana de ingresos de los profesionales fue de $6.500, para los trabajadores con especialización técnica $4.000, para los operarios $3.800 y para los operarios sin calificación profesional fue de 2.800 pesos.Siempre de acuerdo con los datos oficiales, el estancamiento en la distribución del ingreso se produjo en un trimestre en el que la economía creció 3% y la desocupación ascendió a 7,9%, indicó DyN.


 




domingo, 13 de enero de 2013

La CANASTA de POBREZA cuesta el DOBLE de lo que dice el INDEC


Surge de tener en cuenta la inflación de Chubut, cuya medición aún es independiente.
La canasta de alimentos que se utiliza para medir la indigencia y los gastos totales – con lo que además se calcula la pobreza- cuesta más del doble de lo que dice el INDEC. Esa diferencia altera de manera sustancial los números de indigentes y pobres de la Argentina.
Según el organismo oficial de estadísticas, una familia tipo – matrimonio y dos hijos—puede alimentarse con $ 713 mensuales. Eso da casi $ 24 por día o $ 6 por persona ( valores a octubre de 2012). Esa misma canasta en Rawson-Trelew según la Dirección de Estadísticas y Censos de Chubut costaba $ 2.068, casi tres veces .
Es sabido que los precios en el sur del país son más altos que los que rigen en la Capital y GBA. Pero no en semejante proporción. Con relación a diciembre de 2006, cuando el Gobierno Nacional intervino el área de precios del INDEC, esa brecha entre la canasta alimentaria chubutense y la de Capital y GBA era de 25%.
Ahora, por las mediciones divergentes, es del 190%. Es que, según el INDEC , los precios de los alimentos en Capital y GBA habrían aumentado el 64%. En cambio, para el Instituto Estadístico de Chubut los precios de los alimentos incluidos en la canasta básica subieron el 275%.
Por ese motivo, si el valor de la canasta básica del INDEC de diciembre de 2006 se ajustara por la variación de los precios en Chubut, esa canasta debería valer $ 1.554, un 118% superior a los $ 713. Y la canasta básica total (de pobreza) treparía a $ 3.466 mensuales en lugar de los $ 1.587 que informó el INDEC.
Estos valores ajustados por la suba de los precios en Chubut se aproximan a las mediciones alternativas . Por ejemplo, para el Índice Barrial de Precios, en octubre pasado en el Gran Buenos Aires el valor de la canasta básica de alimentos era de $ 1.639 mensual y el de la canasta de pobreza de $ 3.655 mensuales. Con estos valores, la pobreza ronda el 20%, mientras para el INDEC sería de apenas el 6,5% de la población urbana.
Chubut tiene uno de los pocos institutos provinciales que siguen midiendo los precios y la canasta básica de manera independiente del INDEC.
También lo hace Tierra del Fuego, para las ciudades de Ushuaia y Río Grande, donde los precios de la canasta básica alimentaria desde diciembre de 2006 subieron un poco más del 300%.
No hay otras mediciones de canastas porque buena parte del resto de las direcciones de estadísticas provinciales se fueron sometiendo a las presiones del Gobierno y dejaron de difundir sus mediciones, como es el caso de Mendoza, Río Negro, Entre Ríos, Misiones, Catamarca, Jujuy, Salta y Chaco.
Sucede que entre diciembre de 2006 y octubre de 2012, según la Dirección chubutense los precios de los alimentos básicos aumentaron un 275% y para el INDEC el 72%.
Es sabido que a partir del costo de la canasta alimentaria se determina la línea de indigencia. Lógicamente el número de indigentes varia significativamente según una u otra medición oficial.
 


POR ISMAEL BERMÚDEZ


martes, 14 de agosto de 2012

El INDEC dice que se puede comer con $ 6 por día


Las estadísticas son realmente polémicas, más aún porque el organismo estatal Argentino expresa que el consumo diario incluyen estos alimentos: pan, galletitas, carne, pollo, leche, café, te, quesos, huevos, dulces, hortalizas, frutas, verduras y bebidas. ¿Vos podés desayunar, almorzar, merendar y cenar con esa plata? o sea $ 6 diarios...

O en las casas no saben administrar bien el dinero o el INDEC miente cuando afirma que una persona puede comer con $6 pesos por día. Según Clarín el organismo estatal asegura que una familia tipo (un matrimonio con 2 hijos menores) puede alimentarse con las 4 comidas diarias y satisfacer los requerimientos proteicos y calóricos con apenas $ 688,37 mensuales o $ 23 por día. Por persona, son casi $ 6 diarios para desayunar, almorzar, merendar y cenar y concluir el día con un cafecito.

Esos alimentos incluyen pan, galletitas, carne, pollo, leche, café, te, quesos, huevos, dulces, hortalizas, frutas, verduras y bebidas en las cantidades suficientes para satisfacer, según explica el INDEC, los requerimientos normativos kilo calóricos y proteicos imprescindibles según el sexo y la edad de las personas y de los integrantes de la familia.
Conforman la canasta básica alimentaría (CBA) compuesta de los alimentos que respetan los hábitos de consumo de la población.

Las personas y las familias que tienen ingresos para adquirir esa canasta según los valores de la estadística oficial superan la "línea de indigencia" . Así, por ejemplo, según datos del mes pasado, una familia compuesta de un matrimonio con 2 hijos menores no es indigente si contó con ingresos de $ 688,37 o más. Y es indigente si tuvo ingresos menores a esa cifra.

A partir de esa misma canasta alimentaría se obtiene la canasta básica total (CBT) que se utiliza para medir la pobreza. .El Instituto Provincial de Estadística (IPEC) de Santa Fe mide la evolución de los precios al consumidor al margen del INDEC pero no valoriza las canastas. En cambio, todos los meses publica los precios promedio de los principales alimentos que sirvieron de base para su medición de inflación, algo que en el pasado también hacía el INDEC hasta que en 2008 dejó de hacerlo.

Así si alguien se toma el trabajo de valorizar la canasta alimentaría del INDEC por los precios promedio relevados por el IPEC para la ciudad de Rosario, a junio, arroja que la CBA es casi un 85% más cara: da $ 1.260 mensuales .

Para el IPEC santafesino, por ejemplo, en promedio, el kilo de pan flauta de 6 piezas estaba en junio en $ 6,11 y el kilo del pollo entero en $ 10,83, valores semejantes a los que pagan los consumidores porteños o del Gran Buenos Aires. En el caso del INDEC, se desconoce el listado de precios porque, por considerarlo superfluo o innecesario, la intervención política de Guillermo Moreno dejó de difundirlo desde comienzos de 2008.

Un resultado muy similar se obtiene si el valor de la canasta del INDEC de diciembre de 2006 (un mes antes de la intervención al área de Precios) se actualiza por la variación de los precios de los alimentos de las Provincias que miden la inflación en forma independiente del Instituto Nacional.

Mucho más caro resulta comprar esos mismos alimentos en el sur argentino .
Para la Dirección de Estadística de Chubut (que mide los precios en forma autónoma en Trelew-Rawson), a junio pasado, la canasta básica de una familia tipo era de $ 1.933,90 o $ 64,46 diarios. Una vez que se conozca el dato de julio seguramente superará los $ 2.000 mensuales. En diciembre de 2006, esa misma canasta estaba en $ 551,40. Entonces, esos alimentos básicos en Chubut eran un 33% más caros que los registrados por el INDEC–razonable por los mayores precios en el sur. Ahora, esa brecha saltó al 183% .

Para la Dirección de Estadísticas y Censos de Tierra del Fuego, en junio en Ushuaia esa canasta sumaba $ 2.110,87 y en Río Grande $ 2.226,22.

Lo que pasó es que, por la subvaluación o manipulación estadística de los precios , durante esos 5 años y medio, para el INDEC el valor de la canasta básica aumentó un 65%. En el mismo lapso, para las mediciones alternativas la suba fue más del 200 por ciento .Las demás Direcciones o Institutos Provinciales no llevan este tipo de mediciones y algunas de las que si lo hacían – como los gobiernos oficialistas de Entre Ríos y Chaco y que arrojaban cifras más elevadas que las del INDEC- por decisión propia o "presiones políticas" dejaron de hacerlo .

Con valores tan divergentes sobre la evolución de los precios, se desprenden conclusiones más que dispares respecto de los niveles de inflación y de indigencia y la pobreza que se miden a partir del valor que se asigne a la Canasta Básica Alimentaria.

Y eso explica por qué con los números del INDEC casi no hay indigentes y hay pocos pobres . La última estadística oficial de la segunda mitad de 2011 asegura que solo el 1,7% de la población es indigente y los pobres apenas el 6,5%. Las mediciones alternativas triplican esas cifras . Mientras continúe la manipulación estadística, la información oficial será cada vez más absurda.

lunes, 4 de julio de 2011

La mitad de la población es pobre o corre peligro de serlo [Argentina]



El 20% de los argentinos está por debajo de la línea de pobreza y el 30% está en situación de riesgo


La mitad de la población de la Argentina oscila entre una condición de pobreza plena o de riesgo inmediato de caer en ella, según un estudio de una consultora cercana al oficialismo. En un trabajo de investigación social al que accedió La Nacion, la consultora Equis, que dirige Artemio López, indicó que la pobreza por ingresos alcanza al 20,7% de la población activa, mientras que otro 30,4% está en una situación de riesgo inmediato de caer en ella.

Las cifras contradicen el último dato del Instituto Nacional de Estadística y Censos ( Indec ), correspondiente a diciembre de 2010, que refleja un índice de pobreza del 9,9% y de indigencia, del 2,5%. Para Equis, en cambio, la indigencia se ubica en un 5,4%, con una baja muy leve respecto del 5,7% registrado en diciembre de 2009, apenas se puso en marcha el plan de asignación universal por hijo. La pobreza tampoco exhibió una mejora trascendente: del 22,1% cayó al 20,7% en el último año, según uno de los gráficos, que expresa que en el último año la situación empeoró en la ciudad de Buenos Aires y mejoró en la provincia.

La diferencia entre las estadísticas del Indec y las de Equis está en que mientras el Gobierno calculaba en diciembre del año pasado una canasta básica de $ 1252, la consultora estimó una de $ 1837 para definir la línea de los hogares pobres. En el caso de la indigencia, la canasta publicada por el Indec fue de $ 578, mientras que la de Equis asciende a $ 871.

Una nota al pie aclara que Equis toma en cuenta los indicadores oficiales para las cifras registradas hasta fines de 2006, pero que desde 2007 "se utilizan datos elaborados por esta consultora a partir de la disparidad observada en las mediciones de precios y valorizaciones de las canastas básicas alimentarias, que dan como resultado diferencias" al calcular pobreza e indigencia.




 
El siguiente estrato lo ocupan los que están en un hogar con un nivel de "riesgo medio", con una canasta de 1838 a 3674 pesos mensuales, equivalente al 30,4% mencionado. López -asesor del ministro Amado Boudou y cercano al oficialismo- indicó a La Nacion que este segundo grupo sólo escapa a la condición de pobreza en términos estadísticos, porque un cambio en las condiciones macroeconómicas podría devolverlos a una situación más precaria. En su blog (rambletamble.blogspot.com ), López expresó: "Llegamos a un núcleo duro de pobreza e indigencia (20% y 5%, respectivamente) que no cederá sólo con políticas sociales". Y agregó a La Nacion que la falta de movilidad social es "producto del tipo de trabajo, con salarios informales que son bajos, por lo que la gente puede estar ocupada, pero ser pobre".


Un consultor multado por el Gobierno por difundir datos diferentes de los del Indec brindó el mismo diagnóstico, pero en forma anónima, ante la amenaza de una causa penal inminente: "La pobreza está cerca del 18%, y el dato más significativo es que no hubo cambios sustanciales desde 2007 por la inflación".

Por su parte, Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, coincidió con el diagnóstico. "Si bien no hice estimaciones de pobreza por las dudas que tengo sobre los datos de ingresos de los hogares de la EPH, con los microdatos de la EPH la pobreza debe de estar en 22-23%".

Casi la otra mitad de la población (estratos medio pleno, medio alto y alto, que suman el 48,8%) está en una situación más confortable. La primera tiene una canasta de 3675 a 7347 pesos, y la segunda comienza en $ 7348, indicó Equis.






El siguiente estrato lo ocupan los que están en un hogar con un nivel de "riesgo medio", con una canasta de 1838 a 3674 pesos mensuales, equivalente al 30,4% mencionado. López -asesor del ministro Amado Boudou y cercano al oficialismo- indicó a La Nacion que este segundo grupo sólo escapa a la condición de pobreza en términos estadísticos, porque un cambio en las condiciones macroeconómicas podría devolverlos a una situación más precaria. En su blog (rambletamble.blogspot.com ), López expresó: "Llegamos a un núcleo duro de pobreza e indigencia (20% y 5%, respectivamente) que no cederá sólo con políticas sociales". Y agregó a La Nacion que la falta de movilidad social es "producto del tipo de trabajo, con salarios informales que son bajos, por lo que la gente puede estar ocupada, pero ser pobre".


Un consultor multado por el Gobierno por difundir datos diferentes de los del Indec brindó el mismo diagnóstico, pero en forma anónima, ante la amenaza de una causa penal inminente: "La pobreza está cerca del 18%, y el dato más significativo es que no hubo cambios sustanciales desde 2007 por la inflación".

Por su parte, Ernesto Kritz, director de SEL Consultores, coincidió con el diagnóstico. "Si bien no hice estimaciones de pobreza por las dudas que tengo sobre los datos de ingresos de los hogares de la EPH, con los microdatos de la EPH la pobreza debe de estar en 22-23%".

Casi la otra mitad de la población (estratos medio pleno, medio alto y alto, que suman el 48,8%) está en una situación más confortable. La primera tiene una canasta de 3675 a 7347 pesos, y la segunda comienza en $ 7348, indicó Equis.

Fragilidad

Pese a que la situación nacional sigue siendo frágil, según López, mejoró mucho desde el pico de la crisis (44% de pobres en 2003) y, en particular, registró un descenso en el último año tanto en la pobreza como en la indigencia. En cambio, en el distrito porteño, indicó Equis en su informe, hubo un aumento de la pobreza del 7,8 al 9,3% en el último año, y la indigencia pasó del 1,4 al 3,2%, "un claro síntoma de ausencia de políticas sociales efectivas para asistir a un universo comparativamente reducido". La Nacion intentó sin éxito conocer la opinión del tema de la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal. En cambio, el distrito bonaerense redujo del 22,7 al 19,9% la pobreza y del 5,7 al 5% la indigencia.

El análisis de Equis coincide con el del Centro de Investigación y Formación (Cifra), ligado a la CTA oficialista, que conduce Hugo Yasky. Según Cifra, a fines de 2010 la pobreza alcanzaba al 22,9% de la población y la indigencia al 6,1 por ciento,.

Eduardo Basualdo, economista de la CTA, respecto del plan de asignación, sostuvo: "No se tradujo en una sensible disminución de la pobreza y la indigencia, proceso que estaría indicando que el aumento en el ritmo de variación de los precios está afectando con intensidad a los sectores de menores recursos". En cambio, Artemio López cree que la inflación actual no llegó a erosionar el efecto positivo del plan de asistencia.

©Martín Kanenguiser


Publicado en
http://www.lanacion.com.ar/1386653-la-mitad-de-la-poblacion-es-pobre-o-corre-peligro-de-serlo


martes, 25 de enero de 2011

El Indec escondió 80 puntos de inflación en cuatro años

Desde 2007, el organismo informó un aumento de precios de 39%; los privados estiman un 120% 
 
Hace cuatro años el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, intervino el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y, desde entonces, nada volvió a ser lo mismo en el organismo. Entre el índice de precios al consumidor (IPC) que calculó para enero de 2007 -el primero que subestimó groseramente las subas- y el que publicó hace 10 días, que corresponde a diciembre de 2010, el Indec escondió bajo la alfombra más de 80 puntos de inflación, según los cálculos de varios economistas consultados por La Nación.
 
Así, mientras la inflación real se ubicó en más del 120% en el período 2007-2010, para el Indec los precios sólo se movieron un 39 por ciento en ese lapso.
La tergiversación de las estadísticas minó de desconfianza las cifras oficiales y trajo enormes consecuencias. Por ejemplo, el Estado se quedó con unos US$ 23.500 millones de deuda pública, que se ajustaban de acuerdo con la variación de la inflación. Pero los privados sufrieron la indexación de la economía ante la falta de un parámetro creíble, lo que afectó millones de contratos. Para los economistas, la falta de un índice de precios creíble hizo imposible diseñar políticas serias para luchar contra la inflación que el año pasado se ubicó en un porcentaje cercano al 25 por ciento.
 
Para los consumidores, la tergiversación se nota en el consumo. Es como ir al supermercado y tener que pagar $ 185 por los mismos productos que en la góndola figuraban a $ 100, o como buscar el recibo de sueldo y notar que, así como así, desaparecieron las subas correspondientes a los últimos 48 meses.
 
"La mayor subestimación en estos cuatro años se dio en el rubro alimentos y bebidas [que es el que más pesa en el IPC]. Sólo para 2010, nosotros calculamos el 39,7%, contra el 14,7% del Indec", afirmó Graciela Bevacqua, la funcionaria que medía la inflación oficial y fue desplazada por Moreno a comienzos de 2007. Sus datos surgen del centro de estudios Buenos Aires City, que utiliza la metodología tradicional del Indec y que para estos cuatro años estima una variación de precios del 122,2 por ciento.
 
Bevacqua era directora del IPC hasta que en enero de 2007 fue desplazada por negarse a darle a Moreno la lista de los comercios que se encuestaban para calcular la inflación. Una semana después, el Indec difundió el primer dato de IPC de ese año, con un porcentaje muy inferior al calculado por las mediciones privadas.
 
El IPC que elabora la consultora Ecolatina acumula ya una suba de 123,6% respecto de diciembre de 2006. "Para nosotros la brecha es de 84,6 por ciento. Pero si se fija sólo en el rubro alimentos, la diferencia es mucho mayor. El Indec calcula el 39,3%, mientras que a nosotros nos da el 182,2%", dijo Javier Paz, economista de la consultora fundada por el ex ministro Roberto Lavagna. En otras palabras, si un determinado alimento costaba $ 10 en diciembre de 2006, para el Indec hoy sólo vale $ 13,93 aunque en cualquier supermercado haya que pagar 28,22 pesos.
 
"Sin el IPC del Indec, no hay un índice objetivo de la inflación real -añadió Paz-. Y sin un índice objetivo, reducir las expectativas inflacionarias es difícil. Hoy, las expectativas están en cerca del 30 por ciento."
De una u otra manera, señalan los economistas, la economía está indexada con índices alternativos. Muchas empresas celebran contratos sobre la base de índices elaborados por consultoras privadas. O incluso hay gremios, como el de mecánicos (Smata), que incluyen en las paritarias cláusulas de ajuste en base a la medición que realiza Bevacqua, la funcionaria desplazada por Moreno.
 
Según Marina Dal Poggetto, analista del Estudio Bein, el mayor problema causado por la brecha entre el índice oficial y el resto de las mediciones "es el tema del ancla en términos de dónde está la inflación y dónde se ubicarán los agentes económicos en adelante". El IPC que realiza esta consultora es más moderado en el cálculo de la inflación 2007-2010 (102%), una brecha de más de 60 puntos respecto al del Indec.
 
La economista identifica dos etapas claras en el proceso de manipulación de las estadísticas oficiales. "[La primera, hasta abril de 2008] fue bastante desordenada y no hubo una metodología para definir cuál iba a ser la variación de precios." En la segunda, cuando se realizó el cambio del IPC, se achicó la canasta y se dejaron afuera determinados precios de servicios, que hacían que la inflación fuera más baja, según dijo.
Paralelamente, la subestimación de la inflación afectó otras estadísticas de la economía, como la variación del PBI o el costo la canasta básica. La subvaloración de esta última es una de las razones por las cuales el Gobierno afirma que la tasa de pobreza es del 12% mientras que todos los cálculos independientes la sitúan en al menos el doble.
 
Otro efecto pasa por la disminución del valor de los bonos ajustados por CER (indicador que toma como base el IPC oficial). Según el Banco Ciudad, la subestimación de la inflación desinfló el crecimiento de la deuda pública registrada por unos US$ 26.500 millones. Hoy, el stock de deuda ajustada por CER asciende a 149.000 millones de pesos. Una parte importante de esa deuda afectada por la manipulación está hoy en manos de la Anses.
 
"Mi visión siempre fue que el verdadero motivo de la intervención era frenar la indexación de los bonos -opinó Luciano Laspina, economista jefe del Banco Ciudad-. Al Gobierno no le gustaba que todos los años publicaran que la deuda crecía cuando ellos hablaban de desendeudamiento."
 
 
El legado Moreno  2007-2010
 Inflación real: 122, 2 %* 
Inflación Indec: 39 % 
 
 
(*) Es la variación del índice de precios al consumidor (IPC) calculada por el centro de estudios Buenos Aires City. Para Ecolatina fue de 123,6 % y para el Estudio Bein fue de 102 %.
 
Oliver Galak -LA NACION
 
 

martes, 18 de enero de 2011

Los Nuevos (CCT) Convenios IGNORAN la Inflación que mide el INDEC

Dos nuevos convenios salarios, homologados por el Ministerio de Trabajo, acordaron discutir la pauta salarial de comienzos de 2011 según un Indice de Precios al Consumidor que no es el que elabora el INDEC.
Los convenios, publicados ayer en el Boletín Oficial, son del SMATA- Córdoba con la empresa Volkswagen Argentina y SMATA con la empresa JTEKT Automotive Argentina.
En ambos convenios se dice que "las partes se comprometen y manifiestan su predisposición para analizar la escala salarial vigente a partir del 1 de abril de 2011, para el caso que se produjese un desfasaje en las mismas y teniendo en cuenta entre otras fuentes el IPC (UBA) correspondiente al primer trimestre el 2011".
El IPC (UBA) es el que elabora la desplazada directora del INDEC, Graciela Bevacqua y que en 2010 midió una inflación del 25,1%.
El IPC oficial dio un 10,9%. Lógicamente, tomar uno u otro índice modifica sustancialmente cualquier negociación salarial.
En el sector automotor casi todos los convenios -como los de Ford, Mercedes Benz y Honda- tomaron como referencia para la discusión salarial futura, no los datos del INDEC, sino el IPC que elabora Bevacqua.
En otros casos, como químicos y petroquímicos de Bahía Blanca, se tomó como referencia un indicador de precios regional.
Por su parte, en el reciente convenio de aceiteros, que fijó un básico inicial de $ 5.000, se agregó una clausula de reapertura de la paritaria si cambian las condiciones económicas.
Si bien no fijaron cláusulas parecidas, los convenios terminaron firmándose con porcentajes de incrementos salariales acordes a las mediciones de inflación de los Institutos Provinciales o de las consultoras privadas.
Ninguna paritaria -ni siquiera en la que el empleador es el Estado- se acordó una suba salarial parecida a los índices de inflación del INDEC. Como mínimo, los acuerdos salariales firmados duplicaron la inflación oficial.
El mentiroso

viernes, 8 de octubre de 2010

FIEL: Una familia necesita al menos $1.953 para no ser pobre

El dato surge de una estimación privada, que casi duplica los valores que oficialmente considera el INDEC. La canasta básica de alimentos se encareció 23% desde enero. 

Una familia tipo necesitó en setiembre ingresos por $1.953,2 para no caer en la pobreza, lo que implica un alza de 0,2% con respecto a agosto, según estimó la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

Por su parte, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) -con la que se mide el nivel de indigencia- para un matrimonio con dos hijos alcanzó en setiembre un valor de $1.037,5 lo que significa un aumento de 0,1% frente al mes anterior.

Así, la CBA sumó en los primeros nueve meses del año un incremento de 23%, y se incrementó 33,2% con respecto a setiembre de 2009, golpeando los bolsillos de los sectores de más bajos recursos.

De acuerdo con las proyecciones de FIEL, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) se encareció en los primeros nueve meses del año un 15%. Si compara con setiembre del año pasado, la CBT trepó 22,7%.

Según el INDEC, en setiembre, la CBT para una familia tipo se ubicó en $1.186,53, y la CBA en $545,63. Los datos oficiales de la CBA y la CBT correspondientes a setiembre serán difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en los próximos días, junto con el informe de la inflación de ese mes.

 
 

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Según el INDEC: Disminuyeròn la pobreza y la Indigencia…

..
r``Habría 4.256.000 pobres, de los cuales 1.253.000 serían indigentes.
 .Por Ismael Bermúdez habría 12.713.000 pobres, de los cuales 4.852.000 serían indigentes, según la consultora Ecolatina
Para las mediciones alternativas los números son otros:

Estas fuertes diferencias se arrastran desde 2007, cuando el Área de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) fue intervenida. Y se explican porque los valores de la canasta que utiliza el INDEC para medir tanto la indigencia como la pobreza son sustancialmente más bajos que los de las mediciones de los Institutos Provinciales. Y eso se debe a que el INDEC valoriza esas canastas de acuerdo a la lista de precios oficiales, mientras las mediciones alternativas, como las de los Institutos Provinciales, toman los precios reales pagados por los consumidores.
No obstante, por la manipulación de los datos de inflación, sumada a la asignación universal por hijo que se viene aplicando desde fines de 2009, a la reducción del desempleo y al aumento de los ingresos de los trabajadores en negro, se esperaba que la estadística oficial reflejara una caída mayor en ambos indicadores sociales, en especial en la indigencia.
Esto no solo no se dio -la caída promedio fue de apenas 0,4 puntos- sino que la indigencia creció en 16 de los 31 distritos de la EPH. Entre ellos se destaca la Ciudad de Buenos Aires, Rosario y La Plata. Y la pobreza aumentó en 12 aglomerados, como en Rosario, La Plata y Neuquén.
Así, de la información del INDEC, y contra lo que viene sosteniendo la propaganda oficial, se desprendería que la Asignación Universal por Hijo tuvo un impacto muy marginal en la reducción de la indigencia. Tan así que tras el pago de 3,8 millones de asignaciones, para el INDEC la indigencia se redujo en apenas 156.000 personas: de 1.409.000 a 1.253.000.
En cambio, para las mediciones alternativas, la fuerte de suba de los precios de los alimentos neutralizó en gran parte el mayor ingreso que tuvieron las familias por el pago de la Asignación por hijo.
La información oficial desagregada marca que el Noreste es la región más critica . Porque, con el 6,4%, tiene el mayor porcentaje de indigencia, aumentó respecto del 6% de la segunda mitad de 2009 y engloba a la ciudad de Resistencia que encabeza el ranking de indigencia con el 8,4%.
A su vez, Neuquén registra el mayor crecimiento de indigencia al pasar del 3,5 al 7,4%. Y contra la tendencia de los últimos años, en la Ciudad de Buenos Aires, la indigencia subió del 1,6 al 2,6%. Algo similar pasó en Río Gallegos donde aumentó del 0,4 al 1%. En tanto, en las ciudades más pequeñas- de menos de medio millón de habitantes- la indigencia casi no disminuyó: pasó del 4 al 3,9%.
Con relación a la pobreza, el Noreste también encabeza el listado con el 21,8%, con Corrientes en la punta con el 23,5 por ciento.
En tanto, Neuquén tuvo un salto muy fuerte al pasar del 8,1 al 14,1% y lo mismo pasó en La Plata al crecer del 9,6 al 13% y en Río Gallegos al subir del 1,1 al 2,7%.

En cambio, en la Ciudad de Buenos Aires la pobreza se redujo del 6,1 al 3,7%. Y al registrar una indigencia del 2,6%, se desprende que en la Capital Federal más del 70 por ciento de los pobres serían indigentes.

Fuente:
: por eso leemos cronica, popular, tiempo, la razon, el argentino y desde ya Pagina..... antes que se agoten..
Clarin miente
El INDEC informó ayer que en la primera mitad de este año la pobreza bajó de 13,2% a 12%, en tanto la indigencia se redujo del 3,5% a 3,1% . Esto significa que ahora en todo el país, según la estadística oficial, habría 4.256.000 pobres, de los cuales 1.253.000 serían indigentes. Y destaca que estos números "reflejan la continuidad de una pendiente descendente de las tasas que se inicia en el primer semestre de 2003".

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La canasta de pobreza del INDEC está subvaluada 50%

Mientras el INDEC viene informando que caen tanto la indigencia como la pobreza, con los datos provinciales sucede lo contrario

La realidad salarial y social cambia drásticamente si se miran con los Indices de Precios del INDEC o de los Institutos Oficiales Provinciales. Con las mediciones provinciales, el valor de la canasta básica de alimentos, que se toma como referencia para medir la indigencia, es casi un 70% mayor a la que informa el INDEC. Lo mismo pasa con la canasta de pobreza: es un 50% más cara que la del organismo.

Por esta razón, mientras el INDEC viene informando que caen tanto la indigencia como la pobreza, con los datos provinciales sucede lo contrario.

Así surge de la reconstrucción de toda una serie de indicadores salariales y sociales que hizo el sociólogo Alberto Barbeito, del CIEPP (Centro Interdisciplinario para el Estudio de Políticas Políticas) a partir de las mediciones de inflación de las provincias.

Como informó ayer Clarín, hasta fines de 2006, las mediciones provinciales eran muy similares a las INDEC. A partir de esa fecha, cuando el Gobierno interviene el Area de Precios del organismo nacional, las mediciones provinciales empiezan a ser divergentes con las del INDEC y acumulan hasta ahora una brecha del 200%.

Barbeito tomó en cuenta los datos oficiales de fines de 2006 y los actualizó por los Indices promedio de cuatro Provincias: Chubut, Neuquén, San Luis y Santa Fe. Así, concluyó que:

* Las canastas de indigencia y pobreza son notoriamente mayores, entre 50 y 70%, a las que registra el Instituto Nacional.

* El salarial real (poder adquisitivo) cayó 2%, mientras que para el INDEC creció 42%. Barbeito señala que la recuperación salarial luego del desplome de 2001/02 habría encontrado un techo a fines de 2006 y principios de 2007.

* El salario mínimo solo cubriría el 80% de la línea de pobreza.

* A mayo de 2010, el haber jubilatorio mínimo era un 11,4% inferior al de enero de 2007. Aquí el estudio señala que "el ajuste semestral implementado a partir de marzo de 2009 resulta ahora insuficiente como para sostener el poder adquisitivo real del haber jubilatorio de inicios de 2007, situación que la inflación habrá de acentuar hasta el momento del próximo ajuste en septiembre".

* El salario familiar real por hijo tiene una mejora del 6,1% respecto de enero de 2006 en tanto para el INDEC sería del 26,1%.

* Seguro de desempleo: tiene una caída del 36%, deterioro, según Barbeito, "que sólo puede explicarse por una deliberada intención de desmantelar este tipo de política de seguro social".

Por Ismael Bermúdez
 
se lee en