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lunes, 30 de septiembre de 2019

La pobreza subió al 35,4% y ya alcanza a 15,9 millones de argentinos, según el Indec





La cifra corresponde al primer semestre de 2019. Es la más alta desde que Mauricio Macri llegó a la presidencia
la elevada inflación, la precarización del mercado laboral y la fuerte pérdida de poder adquisitivo impulsó una significativa suba de la pobreza, que en el primer semestre de este año subió más de ocho puntos, llegó a 35,4% y afectó a 14,4 millones personas si se toma como referencia una proyección de la población urbana total. En doce meses 3,4 millones de argentinos cayeron en la pobreza.
Si se toma la población total -se suma así a la rural, no relevada por el Indec- se trata de 15,8 millones de pobres. Según los especialistas consultados , se trata del peor dato desde 2007 (UCA) o 2008 (UMET). Los cálculos difieren por las distintas metodologías y los cambios en la serie original del Indec.
La indigencia fue de 7,7%, subió 2,8 puntos puntos y afectó en el área urbana, según una proyección propia, a 3,1 millones de personas.
Sin embargo, el dato más preocupante tiene que ver con que el 52,6% de los chicos entre 0 y 14 años eran pobres en el primer semestre. Un año atrás la cifra era de 46,8%.
El dato conocido hoy será el último que difundirá el Indec antes del cierre de la gestión de Mauricio Macri (el próximo, el de fines de 2019, se publicará en marzo de 2020). En ese sentido, el actual presidente terminará con un número de pobreza más elevado que el que dejó Cristina Kirchner en 2015. Entonces, la Universidad Católica Argentina (UCA) estima que afectaba al 29% de la población. Era el único dato que existía porque desde 2014 la ex mandataria había decidido no publicar datos oficiales sobre pobreza.
Un año atrás, la pobreza era de 27,3% y la indigencia, de 4,9%, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec.
El último dato había sido el del segundo semestre de 2018, que ya comenzaba a mostrar el freno de la economía, la licuación de los ingresos y la espiralización de los precios. Entonces, la pobreza alcanzó un 32% y la indigencia llegó al 6,7 por ciento.
La mayor pobreza relativa por personas se observó en Concordia (52,9%). A esa ciudad le siguieron Gran resistencia (46,9%), y Santiago del Estero-La Banda (44,8%). En términos absolutos, la mayor cantidad de pobres aparece en el Gran Buenos Aires (12.226.210), donde se sumaron casi 100.000 pobres en un año.
"Aunque ese número duela, hay que mirarla de frente", dijo el presidente Macri respecto del dato de pobreza durante un acto esta mañana en una pyme de Morón. "Lo único que generó fueron pobres", había dicho en tanto el principal candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, sobre Macri luego de la manifestación que Juntos por el Cambio impulsó en Barrancas de Belgrano, el sábado pasado.

viernes, 23 de agosto de 2019

Según el Indec, una familia necesita de 32 mil pesos para no caer en la pobreza




Según el Indec, una familia necesita de 32 mil pesos para no caer en la pobreza

Además, la economía cayó un 2,6% en el primer semestre del año. La Canasta Básica Total subió el 58,6% en el último año, por encima de la inflación interanual (54,4%).

Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, experimentó una suba del 2,5% en julio pasado y acumula un incremento del 58,6% con relación a igual mes del año pasado, reportó esta tarde el INDEC. En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que establece la línea de indigencia, aumentó 2,9% en julio y acumula un alza interanual del 57,3%. De este modo, una familia tipo (compuesta por un matrimonio y dos hijos de seis y ocho años) necesitó el mes pasado ingresos por 12.773,78 pesos para no caer en la indigencia y $31.934,44 para no ser considerada pobre.

Dichas cifran muestran además que los productos que componen las canastas básicas han subido en promedio más que la inflación tanto en el último mes como en el último año. La inflación interanual se ubicó en julio en 54,4%, un 4,2% menos que la Canasta Básica Total. El Indec había informado que la inflación de dicho mes fue del 2,2%, la más baja del año, antes de la fuerte devaluación del peso luego del resultado de las elecciones primarias del domingo 11 de agosto

Consultoras privadas ya indican que la inflación de agosto superaría el 5% y se esperan esos porcentajes en los meses de septiembre y octubre hasta que se actualicen los precios por el movimiento del dólar, que este jueves cerró a $ 57,23. De esta manera, también se espera que los números de las canastas aumenten de esa manera en los próximos meses. 
Por otro lado, la actividad económica no registró variaciones en junio pasado respecto de igual período del año anterior, mientras acumuló en el primer semestre una caída de 2,6%, señaló esta tarde el INDEC. En tanto, el Estimador mensual de actividad económica (EMAE) arrojó un retroceso de 0,4% frente a mayo. Mirá el informe completo




sábado, 3 de agosto de 2019

La encuesta de hogares ya anticipa un crecimiento fuerte de la pobreza




Son datos del primer trimestre de 2019. Un año atrás estaba en el 25,5% y ahora llega al 34,1%. Afecta a 13,8 millones de personas.

En el inicio de este año volvió a aumentar la pobreza. Ascendió al 34,1 % de la población, proyectando a nivel nacional urbano las bases usuarias de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) del primer trimestre que ayer difundió el INDEC. Un año atrás, la pobreza se ubicaba en el  25,5%. En tanto, la indigencia trepó al 7,9%,contra un 4,9% del primer trimestre de 2018.
Esto significa que, sobre una población urbana de 40.500.000 personas, hay 13.800.000 pobres, con un aumento en 12 meses de 3.600.000 nuevos pobres.
De esos totales, los indigentes urbanos suman 2.900.000, con un incremento de casi un millón de nuevos indigentes.Si esos mismos porcentajes se proyectan a toda la población, incluyendo el sector rural, hay poco más de 15 millones de pobres, los cuales 3,5 millones son indigentes.
Estos datos son similares a los que anticipó a Clarín el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA (Universidad Católica) Agustin Salvia tomando en cuenta la evolución de los ingresos de la población y las líneas de indigencia y pobreza. Y coinciden con los cálculos del economista Claudio Lozano, luego de procesar la EPH difundida por el Instituto oficial.
En el INDEC le dijeron a este diario que , para el cálculo de indigencia y pobreza, los datos de la base usuaria de la EPH toman en cuenta que en el primer trimestre de cada año, entre otros factores, inciden en el ingreso de los hogares el cobro del medio aguinaldo y de las vacaciones. Y que por lo tanto no pueden compararse contra los del cuarto trimestre del año anterior. Aun así, por esos ingresos extraordinarios, en general la medición del primer trimestre arroja cifras inferiores a las del trimestre anterior.
Por eso, además, el INDEC difunde las cifras de pobreza e indigenciapor semestre por ser la comparación más homogénea ya que, por ejemplo, en ambos períodos se percibe el medio aguinaldo.
El próximo informe del INDEC de pobreza se conocerá en septiembre y abarcará al periodo enero-junio o primer semestre de este año.
En tanto, con esa salvedad metodológica, la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires publica ambos indicadores sociales tanto por trimestre como por semestre. También la medición trimestral porteña arrojó un incremento de 94.000 nuevos pobres entre los primeros trimestres de 2018 y 2019, contabilizando un total de 585.000 pobres, equivalentes al 19,1% de la población de la Capital Federal. De esos números, 52.000 son nuevos indigentes, llevando el total a 184.000 personas –6% de la población- que no cubre el costo de una canasta básica sólo de alimentos.
En la medición semestral del año pasado, el INDEC informó un 32% de pobreza en el segundo semestre y el 27,3% del primer semestre. En relación a ambos semestres, la primera medición trimestral de este año es superior a ambos porcentajes anteriores, a pesar del mayo peso del medio aguinaldo en el período de un solo trimestre.
De estos datos y dada la estructura de las familias, se descuenta que aumentó la incidencia de los niños en el total de pobres . Y por regiones el norte argentino y el conurbano bonaerensevuelven a destacarse con los mayores niveles de privaciones de ingresos,.
Este fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por el deterioro de las condiciones de vida de la población en el ultimo año como consecuencia de varios factores: caída del salario real, deterioro de las jubilaciones y demás prestaciones sociales, como asignaciones familiares, pérdida de empleos, crecimiento del cuentapropismo y de los empleos informales en un contexto de retracción de la actividad económica y caída de poder adquisitivo frente al aumento de la inflación.
Para mitigar este deterioro, el Gobierno adelantó en marzo el incremento de la AUH de todo 2019, pero aún así no pudo evitar el salto tanto de la indigencia como de la pobreza.
La medición del INDEC se denomina de pobreza por ingresos o monetaria porque toma en cuenta los ingresos de las personas y familias y los contrasta contra el valor de la canasta de alimentos básicos y la canasta básica total. Esa comparación arroja que los valores de ambas canastas en esos 12 meses aumentaron entre un 60,9% y 64,2% frente aumentos salarios y de jubilaciones en torno del 35% y de deterioro de ingresos de los cuentapropistas informales y monotributistas registrados.
Como ese deterioro de los ingresos de la población continuó en los tres meses siguientes y el empleo siguió en retroceso se estima que la medición de ambos indicadores sociales del segundo semestre superarán el 35%.

lunes, 25 de marzo de 2019

Duro informe de la UCA: llegó a 31,3% la pobreza multidimensional y hoy existen 12,7 millones de argentinos con carencias



El estudio del Observatorio de la Deuda Social registró un aumento en el número de personas que tienen una o más necesidades básicas insatisfechas; un 28,2% de la población tiene problemas alimentarios


Un incremento de la pobreza estructural, nuevos hogares que ya no logran cubrir la canasta básica y un fuerte impacto social por la inflación o la pérdida de empleo en millones de argentinos. En medio de este escenario de grave crisis socioeconómica, el #Observatoriode laDeudaSocialdelaUniversidadCatólicaArgentina (UCA) dio a conocer los últimos números de pobreza multidimensional que arrojan resultados alarmantes: la pobreza medida por diferentes derechos sociales -más allá del índice por ingreso- aumentó del 26,6% al 31,3% de la población en la Argentina, del 2017 al 2018, lo que implica que hoy existen 12,7 millones de personas con carencias importantes para su vida.
El enfoque multidimensional
A diferencia del #INDEC, que esta semana dará a conocer los nuevos números de pobreza y que mide las necesidades de la población por ingreso, el enfoque multidimensional de la UCA realiza una medición sobre 6 dimensiones de carencia humana como son: la alimentación con indicadores de inseguridad alimentaria, sin cobertura de salud o sin acceso a la atención médica ni acceso a medicamentos; los servicios básicos, que incluyen los indicadores de conexión a red de agua corriente, a red cloacal y acceso a red de energía; la vivienda digna, que comprende hacinamiento, vivienda precaria y déficit de servicios sanitarios; el medio ambiente que revela si hay población sin recolección de residuos, presencia de fábricas contaminantes y espejos de agua contaminada; los accesos educativos como ser inasistencia, rezago educativo en escuela media y en escuela primaria; el empleo y la seguridad social medidos como falta de afiliación al sistema de seguridad social y desempleo de larga duración.
Así definida la pobreza multidimensional, el estudio, que registró a las personas que sufren una o más de estas carencias para vivir en la Argentina, revela que en el 2017 había un 16,7 por ciento de pobres estructurales y que en 2018 ese porcentaje creció al 18,6, mientras que los pobres no estructurales pasaron del 9,9% al 12,7 por ciento. Todo ello suma una pobreza multidimensional del 31,3% en el 2018.
El último informe de la UCA al que accedió Infobae, titulado "Enfoque de pobreza multidimensional basado en derechos", reveló además que la población con inseguridad alimentaria severa pasó del 6,2% en el tercer trimestre del 2017 al 7,9% en el mismo período del 2018. Por otra parte, la población con carencias en materia de atención médica, medicinas y alimentos pasó del 26,6% al 28,2 por ciento.
En otra de las carencias graves que mide la pobreza multidimensional del informe del Observatorio de la Deuda Social sostuvo que el nivel de desempleo e inseguridad social se agravó del 33,5% de la población al 34,3% el año pasado. También aumentó la cantidad de gente que en las zonas urbanas de la Argentina reside en viviendas precarias, en condiciones de hacinamiento o con déficits de servicios sanitarios: en este caso el porcentaje pasó del 26,6 al 27,1.
"El estudio destaca que la pobreza multidimensional por derechos sociales e ingresos ha experimentado un fuerte crecimiento en el actual contexto inflacionario y de estancamiento. El aumento se debe fundamentalmente a la caída en la pobreza por ingresos, por caída del salario, pérdida de empleo y mayor precarización laboral", explicó a Infobae Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
A la vez, Salvia dijo: "La falta de un trabajo formal y el aumento del desempleo de larga duración explican también el aumento de la pobreza estructural, la cual está afectada por múltiples carencias además de los ingresos. Este segmento de la sociedad, casi el 20% de la población, está sumergido en la exclusión y la marginalidad, parecen sobrar para este tipo de modelo económico, solo se los atiende con asistencia monetaria pero no con políticas efectivas de desarrollo económico, social y humano. Todavía esas políticas están ausentes del debate político y de la agenda pública".
La pobreza multidimensional en la población de la Argentina aumentó sustancialmente desde el 2012 (24,4%) pasando por el 27% en el 2015 al 31,3% del cuatro trimestre del año pasado.
Según el informe de la UCA, en la población del conurbano bonaerense es donde más se profundizaron los incrementos de la pobreza multidimensional, donde se pasó del 34,9% en el 2017 al 41,1% en el 2018. En tanto, en la gente que vive en otras áreas metropolitanas pasó del 21,9% al 26,1% mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el incremento de la pobreza multidimensional fue más leve de un año al otro: se pasó del 7% al 8,6%.
En los sectores medios no profesionales es donde más pegó la crisis socioeconómica. Se pasó de una pobreza multidimensional en el 2017 de 55,6% a 59,8% en 2018. Y entre los obreros integrados, del 32,7% al 39,2%. No obstante, hay un núcleo duro del 54,3% de los hogares de trabajadores marginales que se mantienen en el tiempo desde el 2010 a la fecha.
Hay indicadores de pobreza multidimensional que reflejaron una leve mejora en la calidad de vida de la gente. Por ejemplo, la población sin servicios básicos (cloacas, agua corriente y energía) se redujo del 37,7% al 34% en el 2018. En tanto que la población con vivienda precaria disminuyó levemente del 17,4% en el 2017 al 16,8% en el 2018.
Salvia remarcó en este sentido que esta leve mejora pudo darse por algunas políticas sociales implementadas por el gobierno para la mejora de redes cloacales y servicios de agua potable. Sin embargo, el director del Observatorio de la Deuda Social remarcó que "el núcleo de la #pobrezaestructuralArgentina se agravó en estos últimos tiempos porque hay más gente con una o más carencias registradas y esto marca que la brecha social cada vez se va ampliando más en el país".
En este sentido, el informe de la UCA pudo determinar que en el 2018 se registró el 62,6% de los hogares con una carencia, el 41,9% con al menos dos carencias y el 26,1% con tres o más carencias.
El informe de la UCA afirma que "la pobreza es mucho más amplia que la sola falta de ingresos y que tanto la pobreza como las condiciones de vida que experimentan las personas y los hogares no pueden ser medidas por un solo indicador". Asimismo, evalúa que no son pocos los actores sociales que denuncian que las exclusiones sociales incluyen privaciones en distintas dimensiones, tales como: educación, salud, vivienda, empleo, empoderamiento, discriminación, seguridad personal, y muchas otras que difícilmente pueden ser identificadas por el nivel de ingresos.
La encuesta de la UCA mide los conglomerados urbanos con 80.000 habitantes o más de la Argentina; el universo son hogares con población de 18 años o más, mientras que el tamaño de la muestra es de aproximadamente 5.800 casos por año. El dominio de la muestra es de aglomeraciones urbanas agrupadas en tres grandes áreas según tamaño de las mismas: 1) Gran Buenos Aires: Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense (30 partidos de Zona Norte, Zona Oeste y Zona Sur); 2) Otras Áreas Metropolitanas como el Gran Rosario, Gran Córdoba, San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo, y Gran Mendoza; y 3) Resto urbano: Mar del Plata, Gran Salta, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran San Juan, Neuquén-Plottier-Cipoletti, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia y Ushuaia-Río Grande.
Fuente: Por #MartínDinatale / Infobae.com

viernes, 25 de enero de 2019

La CANASTA BÁSICA que mide la pobreza AUMENTO más que la inflación en 2018: 52.9%

La CANASTA BÁSICA que mide la pobreza AUMENTO más que la inflación en 2018: 52.9%
En diciembre, una familia tipo necesitó $ 25.493,80 para no caer en la pobreza y $10.197 para no ser indigente.
La Canasta Básica Total (CBT), que define el nivel de pobreza, aumentó el año pasado 52,9%, y la Alimentaria (CBA), que define la situación de indigencia, se incrementó 53,5%, ambas por encima de la inflación, que cerró en 47,6% en 2018, según el INDEC.
La CBT aumentó en diciembre un 1,1% y su costo se ubicó a fin de año en 25.493,80 pesos, el ingreso necesario mensual para que una familia tipo de cuatro miembros no sea considerada pobre.
La Canasta alimentaria aumentó en diciembre respecto de noviembre un 0,7% y su costo alcanzó a los 10.197,53 pesos, el nivel mínimo mensual de ingresos para que esa familia no se encuentre en situación de indigencia.
El incremento del costo de ambas canastas, durante el año pasado se ubicaron entre 5 y 6 puntos porcentuales por encima, de la evolución de los precios minoristas del año pasado que llegó a 47,6%.
La Canasta Básica Alimentaria está compuesta por el total de artículos que reúnen los requerimientos calóricos y proteicos necesarios para un varón adulto, mientras la Canasta Básica Total, incluye esos alimentos más el costo de servicios públicos y otros gastos.
El costo anual de ambas canastas que el INDEC releva en el Gran Buenos Aires, se ubicaron por debajo del valor que elabora la dirección de estadísticas del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA).
La Dirección General de Estadística y Censos de la CABA, determinó que el costo de la Canasta Alimentaria (CBA) y de la Canasta Total (CBT) se ubicó en diciembre en 13.193 y 31.349 pesos respectivamente.
En cambio, los aumentos interanuales para ambas canastas en CABA fueron inferiores a los registrados por el INDEC en el área metropolitana, ya que la CBA aumentó 49,1% y la CBT 45,6%, en todo el año pasado, respecto del 2017

jueves, 3 de enero de 2019

Radiografía de la asistencia social en la Argentina: hay más planes, menos punteros y escasa capacitación






Aumentaron los hogares con programas sociales. Más de la mitad de los beneficiarios no tienen los estudios terminados. El 87,4% de los niños de Argentina tiene cobertura del Estado. Más del 30% de los hogares percibe alguna ayuda estatal. Esa cifra sube al 40% en la población urbana. Estas y otras tantas son las características centrales de la radiogfrafía de asistencia social que hoy ofrece una Argentina sumergida en el 33,6% de la pobreza.
Según un relevamiento que hizo Infobae con datos del Ministerio de Desarrollo Social, la ANSES y del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la política social del macrismo modificó en cierta medida el esquema prebendiario para evitar la intermediación de punteros; aumentó el nivel de cobertura de la Asignación Universal por Hijo (AUH); y realizó intentos por ofrecer trabajo genuino a los beneficiarios de planes sociales.
Sin embargo, hay una realidad que supera todos esos esfuerzos: los niveles de pobreza no sólo no bajaron sino que aumentaron al 33,6% según los datos de la UCA y los estratos medios de la sociedad empezaron a recibir más ayuda estatal en una curva ascendente que no parece tener fin.
"Después de tres años de trabajo, podemos decir que todas las personas que cobran un programa social son personas en situación de vulnerabilidad que necesitan de la protección social del Estado. Porque una de las cosas que hicimos fue conocer y entrevistar a cada una de las personas que tenía un plan social", expresó a Infobae el Secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Matías Kelly.
En un relevamiento de datos de los planes sociales que hizo recientemente la ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley, y al cual accedió Infobae, se destacan los siguientes puntos:
Capacitación y estudio: el programa Hacemos Futuro llega a 241.966 beneficiarios en todo el país. Está concentrado en su mayor medida en las provincias de Buenos Aires(166.850), Tucumán (23.723), Chaco (6.532), Salta (6.063), Santiago del Estero (4.843) y Corrientes (5.200), entre otros distritos. Paradójicamente, en provincias con altos niveles de pobreza estos programas son sustancialmente escasos. Así sucede en Jujuy (835 beneficiarios), Santa Fe (417), Neuquén (129), Córdoba (137) o Tierra del Fuego (111).
Este es un programa social que implica que quien lo reciba debe estudiar y capacitarse.Según Desarrollo Social, así potencian sus posibilidades de inserción laboral e integración social. "Hoy, es un programa de transferencia condicionada de ingresos a través de la transparencia y la desintermediación", dijo Kelly en relación al plan Hacemos Futuro.
Este programa consolidó a los antiguos programas Argentina Trabaja y Ellas Hacen, y lo hizo con la idea de atender la emergencia de manera transparente. Cada titular de este programa se presentó en las oficinas de ANSES con su documentación, hizo una entrevista social de más de 20 minutos y cobra en una cuenta del Banco Nación con una tarjeta de débito personal e intransferible.
En el sistema de actualización de datos se determinó que el 66,5% de los beneficiarios de este plan no completó sus estudios secundarios mientras que el 21,7 % no terminó sus estudios primarios.
Actualmente hay unos 10.846 titulares con empleo formal, 2.506 personas cursaron secundario con oficios y otros miles trabajan en el mejoramiento de los barrios. Más de 150.000 titulares a lo largo del año pasaron por alguna formación propia del Ministerio y la terminaron.
La AUH en aumento: según explicó Stanley a Infobae este año hubo un refuerzo económico en la AUH, que hoy llega a unos 4 millones de chicos, y los beneficiarios recibieron un bono adicional de $ 1.200 por chico en septiembre y $ 1.500 por chico en diciembre. Este programa social se amplió en los últimos tres años y ahora el 87,4% de los niños y niñas de Argentina recibe alguna cobertura por parte del Estado. La AUH hoy cubre según registros históricos a la mayor cantidad de niños del país. A través de las Asignaciones Familiares y la Asignación Universal por Hijo se ha alcanzado una cobertura máxima de 9,1 millones de niños y niñas.
Programas Alimentarios: se reforzaron con más de $ 1.200 millones los programas alimentarios. Así, el gobierno incrementó la compra de alimentos y la asistencia a merenderos y comedores. Se reforzó la inversión en compra de alimentos secos en $1.057 millones de septiembre a diciembre y se amplió la entrega de módulos.
– Precios Cuidados: este programa cuenta con más de 520 productos y se encuentra presente en más de 2.250 puntos de venta en todo el país. En mayo pasado se agregaron 100 productos relevantes para las familias argentinas. Entre otros, se sumaron al programa: pollo, galletitas, lácteos, conservas y panificados. El 6 de septiembre se renovó el programa, haciéndose especial foco en los alimentos de la canasta básicapara seguir acompañando a las familias argentinas y permitiendo tener precios de referencia. Estamos trabajando con las empresas productoras de alimentos y los supermercados para mejorar el surtido de los productos que integran el programa.
– Mercado en tu barrio: este programa cuenta con más de 100 proveedores de comida fresca que venden hasta 600 kilos de carne por semana y 2.000 kilos de fruta y verduracon un 30% de ahorro. Participan cerca de 17.000 personas por semana y el ticket promedio de las ferias es de $ 300 por persona. El Mercado En Tu Barrio está presente en 47 municipios de 12 provincias, y realiza más de 300 ferias al mes en todo el país.
– Créditos de ANSES: durante el 2017 se entregaron 3.363.481 de préstamos por un monto total de $ 69.309.072.995. En el 2018 hasta marzo se otorgaron 488.384 préstamos por un monto total de $ 9.949.061.079. Y una encuesta llevada a cabo por ANSES demuestra que el 55,5% de los créditos fueron destinados a arreglos en la vivienda; el 18,5% destino el crédito a el pago de deudas y el 18% para afrontar gastos provenientes del consumo y compra de bienes y/o servicios.
Duro informe de la UCA
Por otra parte, la realidad que muestra el último informe del Observatrio de la Deuda Social de la UCA es muy duro en términos de continuidad de la asistencia social en la Argentina.
Así, se determinó que poco más de 3 de cada 10 hogares en la Argentina percibe algún tipo de programa social, manteniéndose la proporción relativamente estable desde 2014. La cobertura alcanza a casi el 40% de la población urbana.
El alcance de esta cobertura ha tenido un incremento casi sistemático desde 2010,habiéndose estancado durante los último tres años. Mientras que en 2018, menos del 10%de los hogares en CABA percibía algún tipo de transferencia monetaria proveniente de programas sociales, la proporción supera al 30% en el resto de las regiones. Son los estratos más bajos los que registran mayores porcentajes de asistencia y los aumentos en su cobertura son los que explican la tendencia ascendente en las transferencias desde 2014.
En 2018 tuvo lugar un descenso de los hogares y la población en situación de pobreza que accede a transferencias monetarias provenientes de programas sociales. Esta tendencia se explica por el empobrecimiento de sectores pertenecientes en los estratos medios que no acceden a transferencias por parte del Estado, en 2017 el 43% de los hogares pobres de estrato medio no profesional estaba cubierto por políticas asistenciales, este porcentaje desciende al 23% en 2018.
A la vez, en la globalidad de los programas sociales, el relevamiento que hizo la UCA determinó que las personas en hogares pobres con planes sociales pasó del 72% en el 2017 al 67,3% en el 2018.
En este caso hubo un aumento de los hogares de clases medias profesionales que empezaron a recibir una ayuda estatal: 3,3% en el 2017 contra el 4,8% en el 2018. Y en la Ciudad de Buenos Aires y en otras áreas metrolpolitanas del país también creció levemente los programas de asistencia social.
Agustin Salvia, el director del Observatorio de la Deuda Social expresó a Infobae que "el aumento de los planes sociales no es nueva ya que más del 30% de los hogares urbanos esta asistido por estos programas y esto esta relacionado con la falta de empleo".
Para el investigador de la UCA estos programas vienen creciendo de manera ininterrumpida desde 2007 y lo hacen mucho más en la etapa de estancamiento productivo.
De hecho se supo que el programa Empalme que quiso imponer el gobierno de Macri para dar trabajo genuino a los beneficiarios de planes sociales por medio de un traspaso de los planes a las empresas fue un gran fracaso: menos de un 5% de los beneficiarios lograron pasar a los empleos formales en empresas ya que no contaban en su gran mayoría con capacitación o nivel de estudios adecuado.
"Este gobierno hizo mejoras a los programas sociales ya sea ampliando las transferencias como hizo un esfuerzo en captar a los sectores donde la AUH no había llegado aunque todo esto hace que nadie pueda vivir en holgura. Sólo se crea un colchón para no caer en situación de indigencia", finalizó Salvia.
Por Martín Dinatale /INFOBAE

jueves, 13 de diciembre de 2018

La pobreza creció al 33,6% en la Argentina y es la más alta de la década, según un informe de la UCA **


Son cifras correspondientes al tercer trimestre. Aumentó 19% respecto del mismo período de 2017. Más de 13 millones de argentinos son pobres

En lo que constituye un verdadero retroceso en términos de desigualdades en la Argentina el índice de pobreza se disparó al 33,6% en todo el país durante el tercer trimestre de este año y constituye así un aumento de 19% respecto de las cifras difundidas por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) un año atrás.
Según los datos emitidos hoy, en la Argentina existe un 33,6% de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza mientras que hay un 6,1% que se encuentran en la indigencia. Esto constituye un estimado de más de 13,2 millones de personas que sufren la pobreza. Un año antes había medido 28,2% de la población.
"Este es un informe que no responde a una intencionalidad política o partidaria sino que es el reflejo de un estudio científico que responde a una Argentina que vive con muchas desigualdades, una inflación que pegó mucho en la población y una importante franja de los argentinos que no tienen trabajo", expresó a Infobae Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Estos datos de pobreza arrojan los índices más elevados en la última década en Argentina y se estima que en el último trimestre estos datos se mantendrán.
Los números arrojados por este índice se realizan en unos 5.800 casos de todos los conglomerados urbanos del país con más de 80.000 habitantes y toma en cuenta una muestra por ingreso aunque tiene datos más ampliados de la situación de las personas pobres o indigentes.
El incremento en los niveles de pobreza que registró ahora el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA implica un retroceso ya que vuelven a darse cifras superiores a las que había en el 2015 cuando finalizó el mandato de Cristina Kirchner (29,2%) y al momento en que comenzó la administración de Mauricio Macri (32,3%).
Salvia explicó que la pobreza golpeó más a los sectores medios por la inflación y la falta de trabajo que a los sectores indigentes que tienen una protección social que hizo mantenerlos en su situación.
De esta manera, el Gobierno no logró, al evaluar estos datos, una reducción de la pobreza y se mantiene muy lejos de la promesa presidencial de alcanzar una pobreza cero en la Argentina.
En el primer semestre de 2018, el INDEC arrojó el dato de que el 19,6% de los hogares en la Argentina está por debajo de la línea de pobreza, lo que comprende al 27,3% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 3,8% de hogares indigentes que incluyen 4,9% de las personas.
Allí también el INDEC había registrado una suba de la pobreza y la indigencia con respecto al segundo semestre de 2017 y una disminución respecto de los consignados en el primer semestre de 2017.
Por otra parte, el dato llamativo del índice de ahora de la UCA es que la pobreza golpea más en el Conurbano y en los chicos de 0 a 17 años donde se vio un incremento del 44% al 51,7%.
En este caso llama mucho la atención otro dato alarmante del Observatorio de la Deuda Social: el nivel de inseguridad alimentaria en la Argentina hoy es del 20% del total de la población y la inseguridad alimentaria severa, es decir aquellos que pasan hambre, es de 7,9%.
Salvia atribuyó todas estas cifras alarmantes en la Argentina a que no existe en la última década una clara política distributiva del ingreso y a que la pobreza estructural no logró desterrarse.
El trabajo que presentó la UCA bajo el título de Estancamiento estructural, pobreza crónicas y desigualdad crónica en Argentina 2010-2018 sostiene también que la economía vinculada al sector externo y necesario para el crecimiento no logró una derrame hacia los sectores más productivos.
En marzo, la UCA presentará un informe sobre pobreza multidimensional en donde se registrarán mayores niveles de inseguridad alimentaria y una mejora en la infraestructura de salud y hábitat.
** Martín Dinatale / Infobae