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martes, 20 de octubre de 2020

Una familia tipo necesitó $47.215,97 para superar el umbral de pobreza en septiembre de 2020.

 


La Canasta Básica Total (CBT), que reúne alimentos, indumentaria y transporte, registró en septiembre último una suba de 3,4% respecto al mes anterior. De esta manera, una familia tipo -pareja y dos hijos menores- necesitó en ese período ingresos por $47.216 para no caer en la pobreza, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).

Siempre según el organismo estatal, la CBT avanzó 21,2% en lo que va del 2020 y 35,7% en relación al mismo mes del año pasado.

En el último mes, un adulto requirió $15.280 para no ser pobre. Para un grupo familiar de tres personas (con hijo de 18 años), ese piso se elevó a $37.589, mientras que para una familia de cinco integrantes (pareja y tres hijos menores) se ubicó en $49.661.

En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que solo incluye alimentos y bebidas que satisfacen requerimientos nutricionales, tuvo en el mismo mes un aumento del 3,6%, por lo que el mismo grupo familiar necesitó ingresos por $19.430 para no ser indigentes. En el año, la CBA creció 24,7% y subió 39,6% en la comparación interanual.

De acuerdo a los datos oficiales, en septiembre la línea de indigencia para un adulto fue de $6.288. Para un hogar de tres integrantes aumentó a $15.469 y para una familia de cinco miembros creció a $20.437.

El INDEC dio a conocer los nuevos valores de la CBT y CBA el mismo día que el Gobierno nacional oficializó el aumento en tres tramos del salario mínimo, vital y móvil, el ingreso mínimo será de $18.900 y en marzo de 2021  quedará fijado en $21.600.

Tras el estudio realizado en 670 puntos de venta de todo el país, la consultora Focus Market remarcó que, a diferencia de lo que dice el INDEC, el nuevo piso del salario mínimo "no logra cumplimentar una canasta básica alimentaria para este tipo de hogar".

La pasada semana, el INDEC informó que la inflación saltó al 2,8% en septiembre, el segundo registro más alto del año tras el 3,3% de marzo. Así, los precios minoristas acumulan un alza de 22,3% en lo que va de 2020 y un incremento de 36,6% en los últimos doce meses.

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_10_20DA9C1F2E1E.pdf


lunes, 12 de octubre de 2020

¿Lealtad a un Presidente no peronista? Necesitamos una nueva política sindical / Por Marcelo Peretta **

 


El 17 de octubre la cúpula de CGT respalda a un Presidente que termina su primer año de “gestión” con quinientos mil empleos registrados menos, cien mil empresas cerradas, paritarias congeladas, catorce por ciento de desempleo, dos millones de nuevos pobres, ochocientos mil contagiados y veintiún mil muertos con covid.

La central obrera, que hizo silencio frente al severo perjuicio sufrido por los trabajadores dependientes e independientes, ahora difama la memoria justicialista respaldando a un Gobierno que estimula el pobrismo y descree del mérito, siendo que el peronismo siempre estimuló el esfuerzo, empezando por aquellos criollos, inmigrantes y campesinos mal pagos, sin oficio ni calificación, para que se capaciten y conviertan en trabajadores registrados, sindicalizados y bien remunerados.

Fue Perón el que otorgó derechos reales a los trabajadores que se esforzaban: salario vital, aguinaldo, vacaciones, turismo y salud. En cambio, el “albertismo” al que se apoya, sostiene que el problema es la desigualdad y prefiere nivelar hacia abajo y empobrecer a todos por igual.¿Quién le dijo al Presidente y a la CGT que los trabajadores queremos ser iguales? Es una tiranía pretender que todos seamos análogos. Quitarle a los ricos para darle a los pobres no es peronismo, mucho menos sindicalismo. No se enriquece a los pobres empobreciendo a los ricos.

El trabajador quiere ganar más, comprarse casa, auto e irse de vacaciones; quiere diferenciarse, no que todos sean igualmente pobres. El trabajador quiere trabajo registrado, no subsidio; quiere dignidad no limosna. No se ayuda a la gente haciendo por ella lo que ella debe hacer por sí misma. El desafío no es igualar trabajadores a la fuerza sino aumentarles las oportunidades laborales, con una mirada ascendente, no descendente.

Pero esta CGT, conducida casi exclusivamente por sindicatos corporativos (Gordos), parece haber olvidado los principios peronistas, y hoy está dedicada a sostener un modelo en que “los trabajadores hacen que trabajan y los empleadores hacen que pagan”, porque negocia con las corporaciones empresarias salarios bajos, insuficientes para vivir, por lo que los empleados deben buscar otros medios de vida.

El gremialismo se aburguesó y en lugar de mantener la libertad otorgada (y enseñada) por Perón, que era militar por formación pero liberal por concepción, los dirigentes actuales frenan la evolución, restringen la libertad, olvidan la democracia, impiden las nuevas organizaciones y retrasan las modernas actividades.

La cúpula sindical actual es conservadora y subsidia a funcionarios para acrecentar su poder y frenar la creación de nuevas organizaciones sindicales, contradiciendo el artículo 14 bis de la Constitución que establece que la “organización sindical debe ser libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.

Los “Gordos” obstaculizan el desarrollo de nuevas tareas como el “teletrabajo” y el “reparto”, que por definición son nuevas actividades que necesitan sindicatos específicos, y las convierten en meras nuevas “modalidades” laborales para engordar, aún más, las obesas arcas de sindicatos creados hace más de ochenta años, cuando estas nuevas actividades ni siquiera estaban pensadas.

La burguesía dirigencial defiende un “modelo” sindical que convalida, por ejemplo, que los policías monotributen -y mueran en funciones- sin una asociación gremial que los proteja, a pesar de que el Ministerio de Trabajo tiene a la firma la inscripción de los Sindicatos SIPOBA y SINPOPE, pero la Corte Suprema de Justicia se opone, o que los enfermeros sigan precarizados e ignorados en su condición de profesionales universitarios porque FATSA se niega a que los Sindicatos SITRE y SUPDE obtengan su personería gremial.

La Cartera Laboral tiene más de mil expedientes de inscripción o personería frenados por presión de los jeques sindicales. En lugar de permitir que el sindicalismo crezca y multiplique la fuerza de los trabajadores con nuevas asociaciones, el viejo sindicalismo sostiene, equivocadamente, que eso dividirá su potencia y ejerce prácticas antisindicales que debilitan y alejan a los trabajadores de su sindicato y de un empleo digno.

En el sindicalismo hay muchos peronistas pero poco peronismo. Mucho sindicalista se dice peronista, pero no lo es si se roba afiliados que no representa o llama a un ministro para que le niegue la personería a un nuevo gremio. Los anarquistas le pidieron a Perón por el status quo, pero el ex presidente rompió con esa inercia de como estaban hechas las cosas.

Durante el primer gobierno de Perón se crearon numerosos sindicatos y, sin embargo, mucho sindicalista que se dice peronista se opone a esa libertad sindical al afirmar que el unicato es el “modelo sindical argentino”. Pero eso es falso, porque la legislación contempla tres tipos de sindicatos: de actividad, de profesión y de empresa, y todos son necesarios. Los números contradicen a los defensores del unicato sindical, ya que hay seis millones de trabajadores no registrados.

El “modelo” sindical argentino promueve olas de denuncias ante la OIT, porque los sindicatos corporativos restringen la libertad de los pequeños sindicatos independientes; por eso debe liberarse la creación de nuevas organizaciones, para que nazca un sindicalismo sano, con Estatutos actualizados. Si el Estado no limita la apertura y cierre de asociaciones empresarias, no corresponde que lo haga con los gremios.

El peronismo está desvirtuado por dirigentes con ansias de poder que se suben para conseguir algún cargo, pero ser peronista es bajar la pobreza, no administrarla, es aumentar la producción y empleo formal, principalmente en el sector privado (por ejemplo, gas, minería, tecnología y farmacología), no promover un subsidio para cada problema.

Es claro que las mejoras laborales se debieron a los sindicatos, pero el conservadurismo sindical impide la renovación dirigencial y el crecimiento del mercado laboral que permitirá registrar y sindicalizar a nuevos trabajadores. Si el peronismo creó los derechos laborales en Argentina, es el que hoy debe actualizarlos.

Necesitamos una enmienda laboral que reconozca nuevas actividades y una política sindical que autorice nuevos sindicatos, chicos y bien fiscalizados, que puedan negociar salarios con las pequeñas empresas y cámaras generadoras de nuevos empleos, que también están excluidas de las corporaciones empresarias. El desafío de estos nuevos empresarios y sindicalistas es crear y mantener empleos genuinos.

Hay que avanzar hacia un nuevo sindicalismo, moderno y flaco. Hay sindicatos con cientos de miles de afiliados que terminan entregando los derechos en vez de protegerlos. Un sindicato con menos de cincuenta mil afiliados es manejable y permite representar mejor los intereses diferenciados de sus trabajadores, con menor corrupción porque tiene menos caja.

También hay que abrir los convenios laborales para actualizar las regulaciones y discutir nuevos beneficios. Los convenios cerrados son una barrera para la registración laboral y protegen a muy pocos trabajadores.

Los sindicalistas debemos convencer a nuestros representados que la mejor forma de defender el trabajo es yendo a trabajar, no quedarse en casa esperando el sueldo, como hizo durante la cuarentena el setenta por ciento de los trabajadores estatales, dejando sin atención esencial al resto, que sí pusimos el cuerpo a la pandemia. Hace falta un neosindicalismo que le sume responsabilidades a los derechos laborales.

A 90 años del nacimiento de la Confederación General de Trabajo, debemos promover una reingeniería sindical y recrear al primer peronismo, el auténtico. Una CGT conducida por gremios Gordos no sirve, porque solo beneficia a la cúpula que, paradójicamente, menos necesita, y porque entrega derechos sindicales a cambio de caja para las obras sociales, y los argentinos necesitamos ambos: trabajo y salud.

Es probable que algunos compañeros se enojen cuando lean estas líneas, o que reciba otra amenaza de muerte del secretario general de CGT, Héctor Daer, pero no me preocupa mi vida, sino la posibilidad de que gane un “Bolsonaro”, con votos suficientes para matar a todo el movimiento obrero. Estamos a tiempo de limpiar, curar y fortalecer a nuestro gremialismo.

Los políticos dicen que quieren un nuevo sindicalismo, pero no se atreven a cambiarlo. Mauricio Macri pregonaba una reforma laboral, pero terminó acordando con los mismos Gordos que criticaba en campaña, y Alberto Fernández llegó diciendo que los trabajadores seríamos parte de su gobierno pero convalidó reducciones salariales y de aguinaldo y se aferró a una agenda global que dejará más gente en la calle. A pesar de su sobreactuación y de la “prohibición de despidos”, ni los amparos judiciales frenaron el tsunami de desempleo.

Me parece desleal con los trabajadores rescatar a un Presidente cuyo plan es reducir el trabajo registrado, el valor del salario y el peso del sindicalismo, y aumentar los niveles de pobreza, la pérdida de libertades, y la rentabilidad de las organizaciones sociales.

***El autor es doctor en Farmacia y Bioquímica-UBA, secretario general del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos – SAFYB, Confederación General del Trabajo

jueves, 1 de octubre de 2020

La POBREZA en Argentina es del 40,9% y afecta a 18,5 millones de personas

Son datos del INDEC del primer semestre. Entre abril y junio, por la pandemia, alcanzó un pico de 47,2%. El panorama es aún peor entre los niños menores de 14 años: el 56,3% vive en hogares pobres

La situación social se está volviendo cada vez más desesperante. Este miércoles por la tarde el INDEC puso en números la profundidad de la crisis. Informó que en la primera mitad de este año la pobreza alcanzó al 40,9% de la población urbana. Si se proyecta ese número al total de los ciudadanos del país, se concluye que son 18,5 millones de personas las que debieron soportar vivir entre enero y junio con ingresos por debajo de la línea de pobreza.

En base a la Encuesta permanente de hogares del INDEC, los especialistas concluyeron que por culpa de la pandemia, el problema se agravó a partir de la cuarentena. Así, en el segundo trimestre de este año la tasa de pobreza alcanzó un pico del 47,2%, afectando a 21,4 millones de personas.

Un año atrás -primera mitad de 2019-, para una comparación homogénea, la pobreza fue del 35,4%. Esto significa un incremento de 5,5 puntos. Son 2,5 millones de pobres más. En tanto la indigencia subió del 7,7% al 10,5%. Son 1,3 millón de indigentes más. De 3,5 millones a casi 4,8 millones.

Tanto o más impactante aún es el aumento de la pobreza infantil. Un año atrás había sido poco más de la mitad, del 52,6%. Y trepó al 56,3%. Así, se desprende que sobre 11.000.000 chicos de menos de 14 años, ahora suman 6,2 millones los que viven en hogares pobres.

Las cifras oficiales toman en cuenta las ayudas del Estado, como el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), bonos, tarjeta alimentaria y otros subsidios pagados durante el semestre.

El Informe del INDEC dice que "en cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, se destaca que más de la mitad (56,3%) de las personas de 0 a 14 años son pobres aunque el mayor crecimiento con relación al semestre anterior se observó en los grupos de personas de 15 a 29 años, con un aumento de 7,1 puntos; y las de 30 a 64, con una suba de 5,7 puntos porcentuales".

Para calcular la indigencia y pobreza, la medición oficial compara los ingresos de la población con los valores de la canasta básica (pobreza) y la canasta alimentaría (indigencia). A junio, una familia tipo (matrimonio con dos hijos menores) necesitó más de $ 43.810,70 para no caer en la pobreza y más de $ 18.029,10 para no ser indigente.

Si bien el INDEC no difunde los datos por trimestre, "los datos de distribución del ingreso muestran que mientras el ingreso promedio de quienes trabajan cayó 16 por ciento en términos reales en la comparación anual, el 10 por ciento más pobre vio descender sus ingresos un 28,7 por ciento y el 10 por ciento más rico de la población mucho menos (-11,9 por ciento). En consecuencia como la pobreza en el primer trimestre de 2020 fue del 34,6%, en el segundo trimestre da 47,2%", según el economista Claudio Lozano, especialista en temas sociales.

© Ismael Bermudez

martes, 21 de julio de 2020

"El partido de los buenos" y las críticas a Alberto / por Aldo Duzdevich**




El encierro de la cuarentena, las horas frente a las redes sociales, nos permiten día a día, exponer nuestros profundos conocimientos sobre una multitud de temas, y con el poderoso instrumento del Mouse, militar la revolución mundial. Pero, además descubrimos que nuestra percepción y valores éticos son cada vez más exclusivos. Y lo que más nos satisface, es la maravillosa libertad de opinar en las redes, que nos hacen sentir únicos. “Alberto dijo que si hacía algo mal se lo digamos”. Entonces ya, un mes antes que asuma el gobierno, empecé el listado de cosas que a mí no me gustan, las expuse en las redes y espero que Alberto me escuche a mí, y me conteste a mí.
En aquellos años setenta, uno se sentaba con un tipo y a la tercera o cuarta frase podía darse cuenta de que “palo” era. Estábamos los de la “tendencia” un conglomerado que más o menos pateaba para el mismo lado. Los “ortodoxos” que eran “Guardia” o “Demetrios”, no había más. Los “viejos del partido” . Los muchachos de las 62. Y afuera estaban los PC, los “chinos”, los troskos del PST o del PRT, los de Franja y allí se terminaba la cosa. Uno sabía que, putear a Stalin ante los chinos o troskos no quedaba mal y así con todos. Había media docena de grandes continentes políticos que tenían alguna conducción y cierto rumbo.
Pero, el siglo XXI inauguró primero la era de los “colectivos”. Que, en el inicio eran grandes agrupamientos sociales que sostenían alguna reivindicación común. Pero, pronto se hicieron cada vez más específicos, más pequeños y más sectarios. Sin embargo “el narcisismo de las pequeñas diferencias” no se satisfizo, ni siquiera con los “micro-colectivos”. Las redes, nos dan la posibilidad que crear nuestro “colectivo” individual, que ya no sería “colectivo” donde viajan unos 60 (entre sentados y parados); el individual vendría siendo un monoplaza. Y una bandada grande de “monoplazas” constituirían el “colectivo” de los “libres pensadores”.
La frase preferida del “monoplaza” sería “yo no te vote para que hagas”.  Alberto debería escuchar “la voz del pueblo” (que es la mía) antes de tomar cualquier medida. Y Alberto tal vez en un exceso de exposición mediática, responde tuits, cartas, da explicaciones a periodistas, etc. Pero nada de eso alivia al libre pensador monoplaza, que siempre tiene un pero más, en su cuestionamiento siempre insatisfecho.
Lo que no alcanzan a ver y razonar los pasajeros de los múltiples colectivos y monoplazas, es que, la estrategia de fragmentación es tan vieja como la frase “divide y reinaras”. Que en un país dependiente como el nuestro la contradicción principal sigue siendo Patria o Colonia. Y que Perón en 1945 estableció primero la unidad del movimiento obrero creando una poderosa CGT única y desde allí convocó a un amplio arco de sectores políticos y sociales para enfrentar con éxito las políticas del imperio.
En 2019, Cristina hizo un acto de conducción peronista. Puso a Alberto al frente de la fórmula y le encomendó convocar a la CGT, los gobernadores, el peronismo disperso, el progresismo alejado, e incluso parte del radicalismo. Con ese amplio frente ganamos con el 48% de los votos y no nos sobró nada, porque Macri a pesar de su desastre saco 40 % después de los cuatro años de demolición política, económica y social de Macri, el programa del Frente de Todos era y es bien modesto. 1) Un plan urgente contra el hambre. 2) Renegociar y patear para adelante deuda externa. 3) Bajar la inflación y 4) Reactivar paulatinamente la industria y el empleo. 5) Mejorar la redistribución del ingreso. Ahora, si agregamos a las dificultades de origen, la catástrofe mundial de la pandemia, y el cerco continental de gobiernos de derecha empezando por Brasil. Entonces los ya modestos objetivos se tornan cada vez más difíciles.
Para quienes alegan que esto es reformista o poco revolucionario, diré que estuvimos doce años y nos fuimos con un 25 % de pobreza estructural; con un 70% de jubilados que cobraban la mínima; sin destruir Clarín, ni otros monopolios; sin Junta Nacional de Granos; habiendo tenido que volver a tomar y pagar deuda externa, etc. Y a mi juicio fue el mejor gobierno que tuvimos después de Perón; salvo por algunos funcionarios que lo destiñeron llevándose unos pesos para su casa.
Resulta que ahora estamos enojados con Alberto, porque patear los pagos de deuda para el 2025, “no es solución”; porque manejó mal lo de Vicentín; porque el Congreso todavía no saca el impuesto a la riqueza, que aclaremos son unos 3 mil millones de dólares, que ayudan si, pero no cubren ni un mes del gasto de Anses en jubilaciones. Porque le dice amigo a Larreta, cuando lo “revolucionario” sería decirle “este gran HDP que tengo sentado acá”. Porque tiene que echar a Sola que era gobernador cuando la bonaerense mato a Kosteki y Santillan.
Voy a transcribir algo que Perón nos dijo a los jóvenes reunidos en Gaspar Campos el 8 de septiembre de 1973.  Ya se que no es cool, ni progre repetir a Perón, pero saben que “chiques”, este Viejo hizo la única revolución triunfante de América Latina ya en 1945.  “Cada uno, dentro del movimiento, tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas. Me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política todos tienen que tragar un poco el sapo, pero yo no, yo hago aquí de padre eterno. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número, porque la política tiene esa técnica, acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante hacia la finalidad y los objetivos que nosotros perseguimos.(…) Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos. Porque si quiero llevar solo los buenos voy a quedar con muy poquitos (risas), y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho.”
Sin embargo, siempre aparecen los que sueñan y proponen crear el “Partido de los Buenos”. Que antes parecía mas fácil, pero ahora se nos complica, poder poner de acuerdo tantos “colectivos”, “micro-colectivos” y “monoplazas”. Pero siempre estamos a tiempo de hacerlo. Casi, casi, lo logramos, en el 2015. Hay que empezar a decir desde hoy que “votamos desgarrados” a Alberto y que sino propone un programa revolucionario mejor “vamos solos”.  Y eso sí, avisémosle a Macri que no se vaya a vivir a Italia, porque pronto le devolvemos el gobierno, mientras nosotros el “Partido de los Buenos” cavamos nuestras trincheras para una dura, principista y eterna resistencia.
**Autor de “Salvados por Francisco” y “La Lealtad, Los Montoneros que se quedaron con Perón”
Fuente. Agencia Paco Urondo.


domingo, 21 de junio de 2020

21 de Junio de 1973: Mensaje de J.D. Perón al regresar definitivamente de su exilio ...


“Nosotros somos justicialistas, no hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra ideología”.

Los peronistas debemos retomar la conducción de nuestro movimiento…
“Los que pretextan lo inconfesable, aunque lo cubran con gritos engañosos o se empeñen en peleas descabelladas, no pueden engañar a nadie. Los que ingenuamente piensen que así pueden copar nuestro Movimiento o tomar el Poder que el pueblo ha conquistado se equivocan”.


jueves, 18 de junio de 2020

Una familia tipo necesita 43 mil pesos para no ser pobre


Una familia tipo necesita 43 mil pesos para no ser pobre
El INDEC informó además que una familia de dos adultos y dos chicos necesitan ingresos por $ 17.800 para no ser indigente.
La Canasta Básica Total (CBT), que mide el nivel de pobreza, subió 1,1% en mayo en comparación a abril, mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide la indigencia, bajó 0,1% en el mismo mes respecto del mes anterior, informó hoy el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Estos datos indican que una familia conformada por dos adultos y dos chicos necesita ingresos por $ 17.896. para cubrir la Canasta Básica Total y no ser indigente.
Para no ser pobre, una familia con la misma cantidad de integrantes debe ganar $ 43.080,38.
Ambos índices marcan que tanto la CBA como la CBT subieron menos que la inflación, que en mayo fue de 1,5%, aunque desde el mismo INDEC se aclaró que la medición del índice de precios de ese mes se hizo con las restricciones impuestas por la cuarentena.
En la comparación interanual, la CBA fue del 47,9%, mientras que la CBT, también en la comparación con mayo de 2019, fue del 42%.
En el acumulado desde enero de 2020, la canasta de alimentos creció un 14,7% y la Canasta Básica Total subió 10,6% en el mismo lapso.

sábado, 9 de mayo de 2020

Argentina extiende la cuarentena hasta el 24 de mayo



Argentina extiende la cuarentena hasta el 24 de mayo

Este viernes el presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció en conferencia de prensa la extensión de la cuarentena obligatoria hasta el 24 de mayo. Conoce en qué fase de administración del aislamiento se encuentra el país y cómo serán las próximas etapas

Con la ratificación de las diferentes restricciones y habilitaciones que se determinarán según las distintas provincias y ciudades del país, el presidente Alberto Fernández anunció este viernes por la noche una nueva extensión de la cuarentena obligatoria que ahora durará como mínimo hasta el domingo 24 de mayo inclusive, con el objetivo de contener el avance y la transmisión del coronavirus en Argentina. Esta nueva fase se denomina "reapertura progresiva", a través de la cual, con la excepción de Capital Federal y Gran Buenos Aires, se continuará con la intención de reabrir sectores. En el resto de la Provincia, analizarán la posibilidad de permitir salidas de menores de edad y la apertura de otras actividades, que ya no dependerán del gobierno nacional.

El anuncio fue realizado por el presidente este viernes a través de una conferencia desde la quinta presidencial de Olivos, después de haber analizado la situación a lo largo de la semana con gobernadores, asesores de salud y su gabinete, y con la compañía del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.



domingo, 26 de abril de 2020

Al Gobierno le falta peronismo ... / Julio Bárbaro




Nos encontramos con Julio Aurelio y, dirigiéndome a su hijo Federico, dije: “Nos conocemos de toda la vida”. Julio, ya con las limitaciones de su enfermedad, respondió con tristeza: “Pero no fuimos capaces de constituir una generación de amigos”. Esa frase fue sin duda una de las más duras verdades de la crítica a nuestra generación. No hemos construido una dirigencia digna de respeto en casi ninguna de las instituciones vigentes. Me sigo sintiendo peronista, sin partido ni lugar donde debatir mis ideas. Sigo también distanciado de los tres intentos de deformación de nuestra historia:
La 1* fue la guerrilla que imaginó superar la epopeya del pueblo con la violencia;
La 2* fue Carlos Menem, quien decidió elegir el camino de la traición como si fuera la modernidad;
y la última el kirchnerismo, que sin respetar el pensamiento de Perón encarna una mezcla de conservadores con progresistas y algunos antiguos marxistas para terminar en un rumbo que según mi buen entender promete un complejo futuro.
Concibo la historia argentina como habiendo transitado tres etapas. La primera, fundacional, en manos del pensamiento conservador; luego, el radicalismo, que incorpora la democracia y la participación de la clase media; y finalmente el peronismo, que suma a la clase trabajadora y define un modelo de sociedad industrial. Ya con Alvear teníamos presencia entre los pocos países que desarrollaban la industria aeronáutica. Tiempos en los que fabricábamos aviones y ferrocarriles, coches y motos, exportábamos industria y repito hasta convertirlo en muletilla, a la muerte de Perón la pobreza era del cinco por ciento tras diez y ocho años de proscripción. El golpe del 55 que lo derrocó no pudo destruir sus logros, todavía ni en las fuerzas armadas reinaba el pensamiento colonial que luego invadiría buena parte de nuestras estructuras intelectuales. El peronismo nace como aparente conflicto, “Braden o Perón”, e implica una dialéctica que será permanente: patria o colonia. No caben muchas otras acepciones. Y es necesario aclarar que para nuestra visión el marxismo implicaba otra forma de dependencia: los imperios eran dos y enfrentarlos era la obligación de cada uno de nosotros. En esos tiempos fue muy difícil sostener un proyecto propio: la cantidad de adoradores del imperio que surgirá en la posterior decadencia marca sin duda las dificultades de aquella concepción. También tuvo su desarrollo, digno de ser reivindicado, un marxismo nacional, como un verdadero basamento teórico.
El peronismo se asentaba en un acuerdo con los sectores productivos. Su primera etapa será una alianza con la “industria Flor de ceibo”, como se denominaba ese desarrollo original. En su retorno, Perón elige la alianza con Gelbard, que expresaba el aluminio y la informática, una voluntad de desarrollo nacional bien definida. “De casa al trabajo y del trabajo a casa”. “Quien no produce al menos lo que consume no tiene derechos”. Todos conceptos que nada tienen que ver con la culpas de relajamiento social que nos asignan, olvidando que en vida de Perón no existían los subsidios. El trabajo era el camino a la dignidad, el subsidio surge después de la última dictadura y como resultado de la destrucción que esos que se dicen “liberales” ejercen sobre el conjunto de la sociedad. Abrieron decenas de bancos y financieras: si ganaban era de ellos; las pérdidas terminaron como deuda externa de todos. “Achicar el Estado es agrandar la Nación”, rezaba la consigna que definía a los falcon verdes de los asesinos; la otra decía “somos derechos y humanos”. Sobre ese triste concepto se desarrolla el nervio del peor liberalismo, la destrucción del Estado y la desnacionalización de todos nuestros logros. La luz, el gas, los teléfonos, los ferrocarriles, el juego, los aeropuertos, todo lo colectivo fue pasando a manos privadas, sin siquiera el necesario control de esas supuestas inversiones y sus desmedidas ganancias. Privatizamos rutas que había construido el Estado donde instalaron sus peajes los “adjudicatarios”; regalamos lo de todos para inventar supuestos inversores que nunca existieron. Eso fue la dictadura y también el menemismo y aclaremos que, ni Néstor ni Cristina Kirchner cuestionaron la esencia de ese sistema de apropiación.
Me resulta absurdo que exista el odio al peronismo, cuando este tuvo varias identidades, siendo sin duda en la memoria popular el mejor momento de sus hijos. Después de la muerte de su fundador, tanto el liberalismo de Menem como el progresismo con los Kirchner son desviaciones de un pensamiento que en alguna medida podríamos decir que ocupó entre nosotros el lugar de la socialdemocracia, asumiendo que en su primera etapa tiene matices autoritaria mientras Perón ocupa en su retorno el lugar de pacificador.
El actual gobierno no tiene mucho de peronismo, pensamiento más vigente en las provincias. Es cierto que bajo su recuerdo también se refugian aun aquellos que lo cuestionan mientras la lealtad popular al mejor momento de sus vidas sigue con plena vigencia. Y eso suele llevar a una reiteración de las formas que muy pocos expresan a sus contenidos y que otros ni siquiera conocen. Necesitamos superar nuestras diferencias y, en ese espacio, temas como la venida de los médicos cubanos o la agresión a la Justicia solo sirven para multiplicar opositores. Hay sectores, de ambos bandos, convencidos de la necesidad de continuar con la confrontación. Demasiados votantes de Macri no terminan de digerir la derrota; del otro lado, algunos provocadores intentan devaluar el esfuerzo presidencial por superar los conflictos. Y finalmente, el moderno líder de la derecha continental, Don Vargas Llosa, convoca a ricos asustados del “populismo” -nombre que utilizan ellos para devaluar la democracia- como si no fueran los necesitados los verdaderos dañados por aquellos que acumularon riqueza y poder a partir de engendrar miseria. La derecha que asusta y oprime dice estar asustada y una izquierda, tan inconsciente como siempre lo ha sido, le hace el caldo gordo con provocaciones sin sentido.
La madurez obliga a apoyar la cuota de cordura que hoy ofrece el gobierno, con las críticas que merece pero a pesar de las cuales igualmente sigue siendo lo más coherente que tenemos al alcance. Reivindico, con sus virtudes y defectos, al actual gobierno como superador del caos que fue Macri y las provocaciones de Cristina y sus fanáticos. Ignoro todavía si la elección de Alberto Fernández fue el primer gesto de una nueva Cristina Kirchner o tan solo una movida lúcida para lograr el triunfo. Los que la rodean no la ayudan mucho. Lo demás es la pandemia, y esa es una curva que, si se expande, mete miedo
26 abr 2020

lunes, 13 de abril de 2020

Elpidio González / por Flavio Rodriguez **





 Era una fría y neblinosa madrugada de 1951. El pobre viejito se había gastado todo el poco dinero que le quedaba, en remedios… cuando no, en este país, y era el único habitante que quedaba en esa destartalada pensión de muy mala muerte ubicada en la calle 9 de Julio y Paraguay. Justo en medio de esa intersección estaba el miserable establecimiento, ya que la 9 de Julio era todavía de una sola mano, una simple calle orientada hacia Constitución. Le habían avisado que la iban a demoler, que se fuera, pero... ¿A dónde iba a ir? Débil, enfermo, sin dinero, la familia hacía rato lo había abandonado y los amigos se habían ido muriendo también. Su ya desgastada colcha, su fiel compañera durante las largas noches de invierno pasadas en casi todas las plazas y húmedos baldíos de la Ciudad, estaba firme junto a él, al igual que el atadito de diarios que usaba como almohada quién sabe desde cuanto tiempo atrás… ¿Meses? ¿Años?... No hacía falta más.

Y era así: La terrible maquinaria del futuro, las temibles topadoras del todopoderoso e incorruptible Intendente Juan Debenedetti que preanunciaban el Progreso (continuando la obra comenzada en 1936 por el Intendente Juan de Vedia y Mitre), se encontraban a solo 20 metros de la pensión, una casucha tan simple de aplastar, como si fuera una hormiga.
Al operario se le ocurre milagrosamente mirar en el interior y ve que estaba acostado el pobre viejo tiritando de frio, tapado con una vieja colcha. Se acerca y le pide que salga porque lo van a tirar todo abajo. El viejo se niega. El operario le dice que lo van a reubicar. El viejo se niega. El operario le pide el nombre y el viejo, de mala gana (o entregado a su suerte), se lo da.

El operario va corriendo buscando a su capataz…
- “¡Capataz, capataz! Paren, no sigan” …
El operario, corriendo, entra a las oficinas del Intendente y le dice que hay todavía un viejo enfermo, que no se puede avanzar con el ensanche y apertura de la 9 de Julio. Debenedetti, conocido por sus malos modales y sus muy pocas pulgas, le dice a su capataz:
- "me agarrás a seis morochos y no volvés hasta que al viejo de mierda lo sacás de ahí, a patadas en el culo si es necesario, pero me lo sacás y tirás todo ya, sino andáte derechito a tu casa".
El operario, temblando, se acerca al Intendente y le susurra al oído:
- "Me dijo que se llama Elpidio González".
- “¿Cómo, qué nombre dijo? Repítalo”.
- “Me dijo que se llamaba Elpidio González”.
Por primera vez en su vida Debenedetti se puso blanco como una hoja de papel, sus manos temblaban y sus labios también lo hicieron aunque con una menor intensidad. Cuando al fin pudo emitir sonido, con sus ojos desbordando lágrimas, ordenó:
- "Te-te-terminen de aplastar todo lo demás, ha-hasta el fondo. Perforen, corten, quiebren y desmonten to-todo lo necesario. Pero a esa pensión le pasan por los costados, ni se les ocurra tocarla y mucho menos molestar al Señor Elpidio González, salvo que quieran que los cague a patadas".
Debenedetti se dio perfecta cuenta que esa pensión era intocable para él o para cualquiera, por más que los hubiera amenazado con el despido: Es que el "Bienamado" estaba allí.
Les cuento que cuando uno llega por el camino del fondo del Cementerio de la Recoleta y se encuentra con el Monumento a los Caídos en la Revolución del '90 (conocido también como el Panteón Radical) y observa la placa del frente, puede ver ilustres nombres de quienes se encuentran allí (Leandro Alem, Hipólito Irigoyen, Arturo Humberto Illia). Y mezcladito entre estos tres uno lee "Elpidio González", es raro, porque "no suena", ¿quién fue? ¿Por qué está mezclado ahí con esos próceres del radicalismo?
Elpidio González fue, entre otros cargos ejecutivos, vicepresidente de la Nación Argentina, durante el gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear. Está catalogado como uno de los sólo tres o cuatro más importantes funcionarios que tuvo nuestro País. Abogado brillante, dos veces diputado, una por la Capital y otra por Córdoba, ministro del Interior, ministro de Guerra (Defensa), Jefe de Policía y, como dijimos, vicepresidente de la Nación Argentina.
Lo primero que hizo cuando asumió la vicepresidencia fue renunciar a todos sus sueldos del Estado, consideraba que si el Pueblo lo había puesto en esa responsabilidad era incorrecto percibir honorarios, bastaba con el honor de haber sido electo. Mas aún, consideraba que el trabajo en el Estado era una carga pública, que un trabajo bien hecho en ese ámbito otorgaba prestigio, y que eso era suficiente pago por los servicios a la Nación. Desde su punto moral y ético consideraba que la Nación lo había formado como hombre y como profesional en forma gratuita y que esta era forma de devolver algo de todo lo que recibió.

Su horario de trabajo "formal" (en la realidad era de 24 hs.) era de 7 a 18 hs., por eso extrañó el pedido que le hiciera a Alvear de que lo eximiera de las últimas dos horas de trabajo ministerial, para así poder salir a las 16 hs.
¿Vagancia? ¿Avivada? ¿Un pequeño acto de corrupción? No, nada de eso. Al mes, uno de los ministros de Alvear le cuenta al presidente que mientras caminaba hacia el Palacio de Tribunales para ver el estado de las obras, se cruza en Plaza Lavalle con Elpidio... ¡que estaba sentado en un banquito vendiendo Anilinas Colibrí y pomada para los zapatos!
Como este ministro no pudo creer lo que vio, pasó dos días seguidos más, y ahí seguía estando Don Elpidio vendiendo sus productos, que a las 18 hs. guardaba en un maletín y los iba vendiendo puerta por puerta hasta llegar a su domicilio.

¡El Vicepresidente de la Nación Argentina vendía anilinas y pomadas porque consideraba un deshonor cobrar sueldos del erario público! Y fue así como mantuvo a su familia, con esos ingresos.
Elpidio González se retira de la política casi apenas finaliza el mandato de Alvear, consideraba que no podía ocupar cargos con el Presidente Yrigoyen porque como "El Peludo Yrigoyen" era su amigo, la "Honra de un funcionario de la Nación debe estar por encima de las eventuales sospechas de amistad con sus superiores".

En el '46 un Diputado lo encuentra (ya muy demacrado y con una larga barba blanca producto de la escasez de acero debido a la 2da Guerra Mundial - no había maquinitas Gillette-) vendiendo sus anilinas y pomadas en la puerta del subte. El diputado, con los ojos empañados de lágrimas, se dirige a su bancada, presentan el proyecto de jubilación para ex funcionarios y apenas se aprueba, se determina que el primer beneficiario sería Don Elpidio González. Un grupo de catorce funcionarios muy contentos y emocionados van a buscar a Elpidio para informarle la buena noticia. Una vez que lo hacen...
Elpidio se levantó furioso y los persiguió desde Tribunales hasta la puerta del Congreso blandiendo su bastón al aire al grito de…

- "¡Degenerados, corruptos, babiecas! Mientras yo tenga dos manos para trabajar el Estado no tiene porqué mantenerme a mí, habiendo tanta necesidad en el País". Y estuvo tres horas más golpeando con su bastón, furioso, la puerta de la Cámara de Diputados, retando a duelo a todos los que habían votado que le otorgaran la jubilación a él.
El Pueblo lo amó, pero nunca más quiso presentarse a ningún cargo público. Interpretaba que la ciudadanía no debía incubar ninguna sospecha en las personas que son honradas con el mandato de servicio y la responsabilidad que otorga el voto.
El Vicepresidente argentino llamado Elpidio González, a quién el Pueblo todo (sin banderías políticas), había bautizado "Bienamado", nos enseña que la política puede ser honesta, ¡debe ser honesta!

Miro en derredor… Miro a los políticos actuales y veo muy poquitos que aprendieron la lección que nos quiso enseñar el “Bienamado” Elpidio González; nuestras esperanzas de que algún día sean la gran mayoría no flaquean. Pero el cambio debe provenir del pueblo, de la gente

Publicado en https://m.facebook.com/amoresminimos/

viernes, 6 de marzo de 2020

El Instituto PATRIA en F.O.E.T.R.A.



Con una concurrencia de alrededor de 1500 militantes, el #InstitutoPatria lanzó su ciclo de actividades 2020 haciendo un balance de lo actuado en 2019 y, con la presencia de distintos Ministros, proyectando la marcha del Gobierno Nacional.

El acto inició con la bienvenida de nuestro compañero
Claudio Marin, Secretario Adjunto de FOETRA, quien dio la bienvenida señalando que "la participación, la militancia y la resistencia de estos cuatro años nos posibilitó sacarnos de encima la loza del neoliberalismo".
Acto seguido, invitó a Osvaldo Iadarola, Secretario General, a dar su saludo a la concurrencia, señalando que hay que mantener la unidad.

Luego, los Ministros presentes dirigieron sus palabras: Tristán Bauer (Cultura), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres Géneros y Diversidad), Roberto Salvarezza (Ciencia y Tecnología), Daniel Arroyo (Desarrollo Social), Nicolás Trotta (Educación), Wado de Pedro (Interior) compartieron sus consideraciones junto a Oscar Parrilli, Senador Nacional y Co-Presidente del Instituto Patria y Cristina Álvarez Rodríguez, Diputada Nacional.

miércoles, 4 de marzo de 2020

Altos cargos y una gran caja: así es el Estado que controla La Cámpora


Los militantes del grupo que lidera Máximo Kirchner ocupan puestos clave en la estructura gubernamental. Influencia y poder en mano de los jóvenes camporistas. Además del manejo de un presupuesto millonario.
Con la llegada de Alberto Fernández a la presidencia de la Nación, muchos dirigentes de La Cámpora, la agrupación kirchnerista que lidera Máximo Kirchner, se ubicaron en puestos importantes de la estructura estatal, ya sea por las funciones que deben desempeñar a diario o, en el mejor caso, por las millonarias partidas presupuestarias que se manejan: la tan preciada "caja". Dado que Fernández decidió prolongar el presupuesto 2019 aprobado durante la administración de Mauricio Macri, hasta tanto se sancione uno nuevo cuando finalice el periodo de Emergencia Económica, los montos que figuran en el sitio oficial del Ministerio de Economía (ver aquí), permiten aproximarse a la realidad presupuestaria de cada entidad. En base a esa documentación oficial, el Equipo de Investigación de Perfil Educación presenta en este informe cuáles son los puestos y los presupuestos que ahora controlan los jóvenes camporistas
En el gabinete nacional La Cámpora ocupa un sillón muy atractivo: el Ministerio del Interior, conducido por Eduardo "Wado" de Pedro. De acuerdo con el presupuesto 2019, los fondos de la cartera que antes estaba bajo el ala de Rogelio Frigerio superaron los 52.000 millones de pesos. Cabe recordar que a este monto hay que sumarle unos 95.000 millones de pesos que el Ministerio de Hacienda, entonces a cargo de Nicolás Dujovne, le otorgó a Interior para atender distintos gastos cuando el Gobierno anterior amplió el presupuesto debido a la crisis que se profundizó el año pasado.
Además de obras y beneficios para las provincias, el Ministerio del Interior es famoso en la política nacional porque es el encargado de administrar los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Estos fondos, que representan el 1% del total de impuestos participables, siempre fueron manejados de forma discrecional y se distribuyen entre provincias y municipios para atender desequilibrios financieros y situaciones de emergencia. Si bien hasta el momento la nueva administración no giró ATN a ningún gobierno local o provincial, de acuerdo a datos oficiales a los que pudo acceder el Equipo de Investigación, entre 2015 y 2019 este mismo Ministerio entregó a municipios y provincias un total de 13.602 millones de pesos, lo que fija la pauta de hasta dónde puede llegar la puja de poder en torno al pedido de dinero
Pero si se trata de presupuestos camporistas, una de las cajas más importantes –siempre de acuerdo con el presupuesto 2019, que es el que aplica actualmente–, es la del Programa de Atención Médica Integral (PAMI), cuya titular es la nueva directora ejecutiva Luana Volnovich, quien estuvo en el centro de la polémica a pocos días de asumir porque nombró al frente de la Gerencia de Comunicación y Relaciones Institucionales a su hermano, Guido. De acuerdo con el boletín del PAMI fechado el tres de enero del año pasado, la obra social de los jubilados tiene asignado un presupuesto que supera los 199.688 millones de pesos. De ese total, según aseguró la titular del organismo a principios de febrero, se utilizarán 30 mil millones de pesos para cubrir 170 medicamentos esenciales que componen el vademécum al que podrán acceder todos los afiliados.
La Agencia de Bienes del Estado (AABE), también es un organismo que cuenta con un representante de La Cámpora en un puesto de poder. Si bien su presidente es Martín Cosentino, hombre del sciolismo y titular del PJ de Vicente López, su segundo es Juan Agustín Debandi, un representante camporista que en las últimas elecciones perdió la intendencia de Tres de Febrero en manos de Diego Valenzuela. La importancia de tener un sillón con peso dentro de este organismo no se observa en la partida presupuestaria, sino en que es el encargado de la venta de bienes recuperados de la corrupción. Muchos de esos bienes que fueron confiscados por la Justicia en varias oportunidades, pertenecen a asesores, testaferros y ex funcionarios del kirchnerismo. Para tener un panorama de los números que se manejan en esta agencia, durante la gestión de Cambiemos la AABE se caracterizó por la puesta en valor y la subasta de predios estatales con poco uso, lo que permitió generar una millonaria caja. Entre 2017 y 2019 se acumularon más de 1.000 millones de dólares, solamente en concepto de licitaciones de terrenos. Por el lado de las empresas estatales más importantes, La Cámpora también desembarcó en Aerolíneas Argentinas. Aunque desde hace años la línea aérea de bandera viene arrojando déficits enormes –el de 2019 superó los 1.600 millones de pesos–, es una compañía que mueve montos interesantes. Su nuevo titular, Pablo Ceriani, hombre cercano a Axel Kicillof que ya había trabajado en Aerolíneas Argentinas en el área de Finanzas durante la gestión de Mariano Recalde, administra un presupuesto de 70.000 millones de pesos, aproximadamente, según consta en el Plan de Acción y Presupuesto para el año 2019.
Aunque ocupa un papel menor, en la línea aérea estatal, también está el camporista Carlos Figueroa, director de Asuntos Corporativos, que tuvo su paso por los medios como notero de Duro de Domar y gerente de noticias de Canal 7, durante el final de la gestión kirchnerista. La otra empresa estatal que cuenta con camporistas en lugares importantes es Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). En la petrolera a cargo de Guillermo Nielsen, los referentes de La Cámpora son Santiago "Patucho" Álvarez, encargado del área de Marketing y Comunicación; y Desiré Cano, en el área de Prensa.  Aunque aún no se presentó el presupuesto 2020, el año pasado la empresa realizó inversiones por 3.200 millones de dólares. Para este año, según trascendió semanas atrás, la petrolera estatal planea un desembolso de capital de 2.200 millones en moneda estadounidense aproximadamente, que estarán destinados a la exploración, producción, equipos de perforación, nuevos pozos y desarrollos. Además, entre enero y septiembre de 2019, YPF tuvo ingresos por 471.685 millones de pesos.
La Cámpora también está presente en la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). En el organismo encargado de pagar las jubilaciones, pensiones, asignaciones universales y familiares a más de 14 millones de personas. Secundando al titular Alejandro Vanoli aparece como secretario general el camporista Santiago Fraschina. Siempre de acuerdo con los datos de 2019, el presupuesto de esta entidad que se financia con los aportes y las contribuciones, supera los dos billones de pesos.
Otro lugar importante es el que ocupa la especialista en derecho tributario, Virginia García. La nueva titular de la Dirección General Impositiva (DGI), además de ser la tía de los nietos de Cristina Kirchner y ex cuñada de Máximo, fue senadora nacional con silla en el Consejo de la Magistratura y, antes de llegar al Congreso, tuvo un paso por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), cuando fue directora del organismo en Río Gallegos. Como ocurre con el caso de la AABE, la importancia de este organismo está en sus funciones: además de ser el área encargada de fiscalizar y recaudar el pago de los principales impuestos nacionales, esa dirección siempre fue utilizada como una herramienta de relacionamiento con los gobernadores. De García también depende la Subdirección General de Operaciones Impositivas de Grandes Contribuyentes Nacionales, encargada de monitorear las empresas más importantes del país, es decir, fortunas de familias como pueden ser Rocca, Bulgheroni, Eurnekian, Macri y Caputo. La última caja de La Cámpora es la del Correo Argentino. La nueva presidenta de la principal empresa postal del país, Vanesa Piesciorovsky, que durante la gestión kirchnerista había sido vicepresidenta de la entidad y ahora administra un presupuesto que ronda los 9.000 millones de pesos.
Otro figura de La Cámpora en el gobierno de Alberto Fernández es el secretario de Justicia, Juan Martín Mena. De profesión abogado, Mena formó parte del gobierno de Cristina Kirchner cuando se desempeñó como subsecretario de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), cuando el titular de dicha área era Oscar Parrilli.  Por último, de todos los cargos electivos que los referentes de La Cámpora disputaron en la provincia de Buenos Aires, la única ganadora fue Mayra Mendoza. La nueva jefa comunal del municipio de Quilmes, aprobó en diciembre último un presupuesto que supera los 12 mil millones de pesos y le genera a la agrupación kirchnerista un gran aparato territorial en el segundo cordón del Conurbano. Todos los funcionarios mencionados en este informe fueron contactados por el Equipo de Investigación, pero no respondieron los llamados o no quisieron realizar declaraciones.  
El Equipo de Investigación es dirigido por Rodrigo Lloret y está integrado por los mejores egresados del Posgrado en Periodismo de Investigacion y la Escuela de Comunicación de Perfil Educación. Mail: equipo@perfil.com / Twitter: @EquipoPerfil

martes, 10 de diciembre de 2019

TRASPASO PRESIDENCIAL: Mauricio MACRI entregó el MANDO a Alberto FERNÁNDEZ



El mandatario saliente, #MauricioMacri, hizo entrega de los atributos presidenciales (bastón y banda) al presidente electo #AlbertoFernández durante la Asamblea Legislativa en el Congreso de la Nación.


domingo, 8 de diciembre de 2019

Alberto Fernández y Mauricio Macri compartieron la Misa por la unidad y la paz, en la Basílica de Lujan.







El presidente saliente, Mauricio Macri, y el mandatario electo, Alberto Fernández, participan hoy en primera fila de la Misa por la unidad y la paz que lleva a cabo la Iglesia católica en la Basílica de Luján, en el marco del Día de la Inmaculada Concepción de María.
https://www.pagina12.com.ar/235356-alberto-fernandez-y-macri-compartieron-la-misa-por-la-unidad