El ministro Tomada aseguró que no se cumplieron los requisitos en el llamado a comicios para el 12 de julio; el judicial Piumato afirmó que se "viola la autonomía sindical"
En una decisión que fue duramente cuestionada por la CGT, el Gobierno declaró hoy nula las elecciones en la central obrera, que habían sido convocada para el próximo 12 de julio y donde iba a definirse el futuro del actual secretario general de la central obrera, Hugo Moyano. La determinación fue informada en conferencia de prensa por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, que justificó la medida porque su cartera entendió que la convocatoria a los comicios, que se realizó el 24 de abril pasado, fue "irregular" por "falta de quórum".
Desde el moyanismo, el judicial Julio Piumato acusó hoy a Tomada de "intervenir en la vida interna" de la central obrera "violando la autonomía sindical"; mientras que desde la disidencia sindical celebraron la medida.
Luego de las reuniones de conciliación que se llevaron a cabo esta semana entre el moyanismo y la oposición gremial, el ministerio aseguró que "no hubo quórum" en el llamado a elecciones porque "hubo seis representantes que fueron reemplazados irregularmente por otros". Se trata de los dirigentes Sergio Palazzo (bancarios), Guillermo D'Angella (ferroviarios), José Listo (textiles), Ernesto Ayala (ruralistas), Omar Sans (correos) y Miguel Soto (peones de taxi).
Con la resolución, la Casa Rosada dio lugar a la impugnación que presentaron cuatro gremios opositores, a través de los dirigentes Carlos West Ocampo (Sanidad), Ricardo Pignanelli (Mecánicos), Julio Ieraci (Luz y Fuerza) y Armando Cavalieri (Comercio). Después de las acusaciones, el jefe de la CGT se defendió e informó que participaron 21 de los 35 representantes del consejo de la CGT.
"En el consejo directivo, que convoca al proceso electoral, los cargos son personales y no pueden ser reemplazados", afirmó Tomada, haciendo referencia al estatuto interno de la CGT, que obliga al titular del gremio a participar en esa reunión. Si el secretario general de cada sindicato no puede presenciar el cónclave, sólo puede ser reemplazado por un segundo mediante una autorización expresa, lo que no habría ocurrido en este caso.
Con la nulidad de las elecciones, el ministro sentenció que su cartera "cumplió con su responsabilidad" y señaló: "Queda en mano de las propias organizaciones sindicales normalizar el proceso electoral". Así, serán los propios gremios, que están divididos en moyanistas, los "Gordos" y los "independientes", los que deberán acordar una nueva fecha de elecciones, pero se preveé que en los próximos días existan, de hecho, tres CGT distintas: la dirigida por el moyanismo; la central Azul y Blanca de Luis Barrionuevo, y el bastión kirchnerista, encabezado por el metalúrgico Antonio Caló.
Tomada entendió, además, que el mandato de Moyano, que debería finalizar el 14 de julio, continuaría hasta que se resuelva una nueva convocatoria a elecciones.
Al ser consultado por las acciones que llevará a cambo ahora el camionero, que la semana pasada se movilizó a Plaza de Mayo, el ministro se limitó a responder: "El señor Moyano sabrá qué es lo que tiene que hacer. El sistema está en manos de las organizaciones sindicales y las posibilidad del diálogo siempre están abiertas".
"Después de criminalizar la protesta social, faltaba esto, intervenir en la vida interna de la CGT, violando la autonomía sindical", se quejó Piumato, en relación a la resolución de Trabajo.
Por su lado, el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, justificó la decisión que adoptó la cartera laboral anunció que el martes próximo, a las 11.30, "se reunirá" en la sede la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) "el consejo directivo" antimoyanista, convocado por Juan Belén -secretario adjunto de la CGT-. "Ahí decidiremos nuestro accionar futuro siempre pero buscando el arco de la unidad del movimiento obrero", dijo el dirigente a la agencia D
