Son los
que funcionan con un chip de cualquier telefónica. Expertos dicen que se venden
más porque las operadoras redujeron los subsidios a los aparatos.
Durante años, el consumidor se acostumbró a contratar su celular
a través de las operadoras. A cambio de subsidiar hasta un 50% de los equipos,
anudaban al usuario a unos 24 meses de contrato que incluían minutos libres,
mensajes de textos y navegación por Internet. Al reducirse el subsidio del
precio del aparato por parte de las telefónicas, nuevas alternativas comenzaron
a ganar posición. De acuerdo a un estudio reciente, uno de cada cuatro
teléfonos que se venden en el país son liberados.
Así, en el último año, un 27%
adquirió su móvil en alguna cadena de electrónica, sin un plan mensual ni
tampoco un chip. Mientras que un 56% prefirió ir hasta las oficinas comerciales
de Claro, Movistar o Personal, de acuerdo al informe Telefonía móvil, segmento
individuos realizado por Carrier y Asociados.
El panorama comenzó a inclinarse en
los últimos años con la saturación del mercado de telefonía. La política de
subsidios fue perdiendo gravitación y en promedio, el precio de un equipo de
gama media liberado está apenas un 20% más. Esto representa unos $ 700 extras,
en un teléfono de $ 3.500 con un plan mensual de $ 280.
El auxilio económico todavía sigue
vigente para los smartphones de elite –donde mantienen el 50% de subsidio– y
comienza a perder altura con los intermedios. El precio termina empatado en los
últimos de la tabla, ya que las compañías ven como algo improductivo sostener
un equipo que le va a reportar escaso consumo.
“Las operadoras sólo subsidian
algunos modelos para que la gente se cambie a planes que son más caros. La
ecuación es que venden algunos equipos de gama alta más baratos, pero sólo con
planes altos”, le dijo a Clarín el consultor Enrique Carrier.
La fórmula no es original de
Argentina, ya que estas medidas fueron implementadas en Europa y los Estados
Unidos. Allí, la subvención se aplica únicamente a los últimos lanzamientos de
las principales marcas como iPhone, Samsung Galaxy o cualquier aparato que
logra destacarse del gran pelotón. Las dificultades a la importación ajustaron
otra presilla del cinturón. “Desde hace poco más de un año hay una mayor
demanda. Uno de los motivos por los que se buscan equipos liberados en las
casas especializadas es que las operadoras tienen cada vez menos variedad de
modelos en sus vitrinas” revelan desde el comercio Celutronic.
Más allá del lugar de adquisición,
los factores determinantes para elegir un celular son el precio (48%) y la
marca (43%). “Además, en el comercio lo que pesa es la variedad de modelos y la
disponibilidad, que es en lo que se diferencian los minoristas del canal
oficial de los operadores”, indica Carrier.
A los fabricantes tradicionales se
suman las consideradas segundas marcas (como TLC, BGH, Philips, Alcatel,
Archos) que en el país sólo venden sus celulares liberados en las cadenas
minoristas. Al quedar fuera del circuito de las operadoras ofrecen algunas
ventajas competitivas como doble tarjeta SIM para combinar el plan de dos
compañías en un mismo aparato.
La principal ventaja de tener un
móvil liberado es no quedar vinculado a ninguna compañía de telefonía. Lo que
implica poder cambiar el chip (sea prepaga o bajo contrato) como si fuera de
camisa.
Para quien viaja con frecuencia al
exterior, los costos del roaming son los más cercano a una excentricidad. Con
un equipo liberado se puede aprovechar su sistema cuatribandas y usar un chip
local. A esto se le suma que es más fácil de vender, ya que cualquiera lo puede
usar. Además no viene con todos los soft de promoción que incluyen las
telefónicas.
En el mercado también se consiguen
algunos equipos desbloqueados. “Los teléfonos que venden las prestadoras vienen
con un código de bloqueo que impide reconocer otro chip. Mediante un software,
se pueden liberar estos aparatos, aunque siguen conservando el software y logo
de la compañía. Son más económicos aunque los liberados de fábrica son más
seguros y confiables”, apuntan en Celutronic. Pero no siempre es un buen
negocio comprar el equipo liberado. Si la persona utiliza la conexión de datos
con frecuencia y consume más de 100 minutos de voz al mes, el plan que le
brindan las operadoras es más conveniente. Eso sin contar que el precio del
aparato es menor.