miércoles, 18 de abril de 2018

Las estrellas del congreso mundial del móvil **

En Barcelona, la principal feria internacional de movilidad -MWC- tuvo al 5G como protagonista y al Samsung S9 como gran vedette, mostró el avance en autos y dispositivos conectados, y permitió conocer cómo la industria busca reinventarse
En Barcelona, la principal feria internacional de movilidad -MWC- tuvo al 5G como protagonista y al Samsung S9 como gran vedette, mostró el avance en autos y dispositivos conectados, y permitió conocer cómo la industria busca reinventarse
En un contexto global en el que ya hay 7800 millones de líneas móviles para 5000 millones de usuarios de teléfonos celulares, conquistar a los usuarios es una tarea cada vez más desafiante. 2017 fue el primer año en el que las ventas de telefonía móvil descendieron en el mundo y todo apunta a que comienza un período menos dinámico. Esto se hizo evidente en el Mobile World Congress (MWC) 2018, la principal feria de movilidad del mundo, que se llevó a cabo en Barcelona, del 25 al 28 de febrero.
El encuentro fue distinto a sus ediciones anteriores, en parte, por el presente de la industria de telecomunicaciones, con un mercado de móviles maduro y una infraestructura que necesita seguir evolucionando para responder a la creciente conectividad global, y por el clima político de España y Cataluña en particular. Con la presencia del rey Felipe VI en la feria y en Barcelona por primera vez desde el referéndum, parte de la conversación se dio más en el terreno político que en el de la innovación en movilidad. El saldo de esta atípica edición: pocos nuevos teléfonos con mejoras incrementales de sus modelos anteriores, gran despliegue de discursos y pruebas sobre la importancia de ir a redes 5G y cada vez más autos conectados que buscan aportar en seguridad y confort al usuario en su vida diaria.
En una edición atípica, por el clima político de España -y Cataluña en particular- y por los pocos teléfonos nuevos con mejoras incrementales, el mayor foco estuvo en la importancia de ir a redes 5G En una edición atípica, por el clima político de España -y Cataluña en particular- y por los pocos teléfonos nuevos con mejoras incrementales, el mayor foco estuvo en la importancia de ir a redes 5G
Entre los mejores teléfonos, el protagonista indiscutible de la feria fue el modelo Galaxy S9 de Samsung, que llegará a la Argentina en mayo. Con sus dos competidores directos fuera del MWC (Apple no viene a Barcelona y Huawei retrasó la presentación de su modelo P20 para la última semana de marzo, en París) el nuevo teléfono es una buena evolución del S8, con una mejora notable en la cámara, principal característica que se le pide a un teléfono de gama alta. Hoy, la mayoría de las cámaras de los smartphones tienen una apertura fija que no se puede ajustar a entornos de iluminación bajos o brillantes, lo que resulta en imágenes granuladas o borrosas. Similar a la forma en que el iris de un ojo humano se expande y contrae, la doble apertura de Samsung lo hace automáticamente y deja entrar más luz cuando está oscuro y menos luz cuando está demasiado brillante, sacando fotos más nítidas y claras.
Este nuevo modelo de la surcoreana también presentó una funcionalidad que permite crear tu propio emoji a partir de una selfie. AR Emoji utiliza un algoritmo de aprendizaje automático basado en datos, que analiza una imagen 2D del usuario y traza más de 100 características faciales para crear un modelo 3D que refleja e imita expresiones, como guiños y gestos, que se pueden compartir no solo en video, sino también con una variedad de stickers en un formato de archivo GIF en la mayoría de las plataformas de mensajería de terceros. Otra marca que buscó entregar un diferencial en fotografía fue LG. ¿A qué le estás sacando foto? El V30S lo sabe mejor que vos y propone una cámara que reconoce lo que tiene adelante (comida, paisajes y rostros, por ejemplo) y ajusta los valores de la imagen de manera autónoma para lograr la mejor fotografía posible, sin que el usuario deba estar eligiendo.
También, las posibilidades de grabación de videos siguen corriendo sus límites. Las aplicaciones de Slow Motion permiten generar videos de casi 1000 fotos por segundo, tal como se pudo ver en la cámara ultralenta del Xperia XZ2, el nuevo alta gama de la familia Xperia de Sony. Esta velocidad permite ver más detalles y es todo un nuevo modo de experimentar contenidos. Son 960 fotos por segundo en resolución full HD, una funcionalidad explotada por la industria del cine y la publicidad que ahora llega para todos los usuarios. También, el S9 y S9+ ofrecen detección de movimiento automática, una función inteligente que detecta el movimiento en el marco y automáticamente comienza a grabar; todo lo que los usuarios deben hacer es preparar la toma. Luego de capturar el video en super slow-mo, se pueden seleccionar entre 35 diferentes opciones de música de fondo o agregar una canción de la lista de reproducción favorita. A su vez, se pueden crear, editar y compartir fácilmente archivos GIF.
Por su propuesta de doble pantalla unidas por una bisagra, el Axon M, de ZTE, se diferencia de todo el resto. Esto permite acceder a varios contenidos o apps en cada una de las pantallas, ideal para quienes trabajan o se comunican a través de varios programas a la vez. O también se puede ver, por ejemplo, la misma película o presentación laboral en cada pantalla con alguien sentado enfrente. Al cerrarlo, luce como un teléfono convencional.
Más allá de todo avance, la nostalgia siempre se mete en la feria. Este año le tocó al mítico teléfono que usaba Neo, el protagonista de la película The Matrix. El Nokia 8110 técnicamente no es un smartphone, pero tiene 4G y acceso a redes, mensajería instantánea y con precio y batería imbatibles: a 80 euros, dura hasta 25 días sin enchufarse. Además, su amarillo y curvatura banana lo hicieron sobresalir en el paisaje mayormente gris y negro del resto de los teléfonos.
Autos que cuidan Para conocer las novedades de automotrices en ediciones anteriores había que encontrar el pabellón exclusivo para estos. Hoy, los autos les pelean el protagonismo a los teléfonos con gran despliegue en cada rincón de la feria. En 2020, se estima que el 65% de los vehículos que se comercialicen estarán conectados y el 5G, la estrella del MWC 2018, será determinante para multiplicar las conexiones entre los automóviles y su rapidez de respuesta. Las principales automotrices expusieron modelos que incorporan amplias pantallas con sistemas de inteligencia artificial y soluciones de Internet de las cosas, por lo que es posible administrar varios electrodomésticos del hogar desde el auto o disfrutar de entretenimiento a bordo.
Sobresalió la propuesta de Seat, la automotriz española hoy en manos de Volkswagen, con dos servicios que persiguen mayor seguridad a la hora de conducir. Atentos a las nuevas costumbres detrás del volante, la automotriz incorpora la conexión con Shazam, el servicio de identificación de música que los usuarios han adoptado para conocer sus temas favoritos mientras manejan y que, según demostraron estudios de hábitos, distrae en el manejo. El Seat lo ofrece integrado para minimizar las distracciones en la conducción, según dicen. También incorpora un alcoholímetro. Si el conductor tiene alcohol en sangre (aunque sea un mínimo nivel), no encenderá el motor del auto; ofrecerá llamar un taxi o a otra persona. Si el nivel está dentro de lo permitido en el país, el usuario puede forzar el encendido, si es el dueño del auto. También funciona como control parental: al hacer el control de alcoholemia, el vehículo enviará un aviso al smartphone del administrador del auto (un padre, el coordinador de una flota corporativa): una aplicación permitirá aprobar a distancia el manejo, denegarlo o admitirlo por única vez. Otra aplicación interesante es la posibilidad de definir la zona por la que el auto puede moverse: si se transgrede, se envía un aviso al dueño del vehículo. Ford es otra de las empresas que tienen propuestas de control parental.
El Axon M, de ZTE, con dos pantallas unidas por una bisagra, ideal para quienes trabajan o se comunican a través de programas El Axon M, de ZTE, con dos pantallas unidas por una bisagra, ideal para quienes trabajan o se comunican a través de programas
Huawei se alió con Porsche y se convirtió en el primer fabricante de móviles en utilizar un smartphone con inteligencia artificial para conducir un vehículo. El proyecto se llama RoadReader y transforma el modelo Porsche Panamera en un vehículo sin conductor que no solo detecta, sino que entiende los estímulos a su alrededor. Esto supone que puede distinguir entre 1000 objetos diferentes, incluidos un gato, un perro, una pelota, un niño o una bicicleta. En un camino de 200 metros habilitado para la ocasión, mostraron cómo la inteligencia artificial que incorpora el teléfono Huawei Mate 10 Pro le permite al vehículo maniobrar para evitar esos obstáculos, algo esencial para avanzar en el coche autónomo. En las pruebas, el vehículo alcanzaba una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora.
Nueva generación de redes
La sigla estrella del MWC 2018 fue 5G, que representa la evolución de las redes que soportarán a los miles de millones de dispositivos que se conectarán a la red. El incremento de velocidad -hasta 100 veces superior que la red 4G- no es el único punto positivo: se trata de una red con mucha más capacidad (puede gestionar un número mucho mayor de dispositivos a la vez), más eficiente (implica menor consumo de energía) y con menos latencia (menor tiempo de comunicación entre el dispositivo y el servidor). Pero sus usos prácticos aún se vieron en pruebas piloto limitadas que parecen estar a varios años de hacerse comerciales y alcanzables para el público en general. Los diferentes actores de la industria de las telecomunicaciones aún pujan por saber cuáles serán los estándares para el 5G y, sin un acuerdo básico sobre esto, no se producirán los despliegues de infraestructura de las grandes players para soportar esta tecnología.
Otro de los anuncios fuertes del congreso de móviles llegó de la mano de Telefónica, que mostró una plataforma que busca integrar a sus distintas propuestas y agregarles capas e interfaces de inteligencia artificial para que el usuario pueda interactuar con todos los servicios de una manera simple y más eficiente, con acuerdos para incorporarse en Facebook Messenger, Google Assistant y Cortana, de Microsoft. Aura es el nombre de este asistente virtual, al que en la Argentina se podrá acceder a través de la app Mi Movistar. ¿Qué podrán hacer los consumidores? Comunicarse con la red en tiempo real a través de múltiples canales y preguntar sobre servicios contratados, el uso de datos y otros contenidos.
Hubo también espacio para que las empresas argentinas puedan mostrar sus servicios digitales móviles con foco en generar mayores exportaciones a países europeos. Agrupadas en el stand que el gobierno argentino monta cada año en Barcelona, hubo más de 30 pequeñas y medianas empresas locales especializadas en servicios móviles. Aunque la mayoría tiene su foco en publicidad y marketing digital, este año también participaron empresas con aplicaciones para mercados verticales como el agro o la educación. Entre las que formaron parte de la comitiva, están Competir, Avatar World Group, Agrobit Smart Kickads 360 Mobile, AppNobis, Logan, Mobisoft, REkket, CisGroup, Wortise y MobileAction.
**Por: Martina Rua (Diario La Nacion)

domingo, 15 de abril de 2018

1968: el año en que cambió el mundo / Beatriz Sarlo


Las calles de París fueron tomadas por estudiantes que desafiaron la autoridad de sus padres y maestros. Los efectos que aún perduran de consignas como "Prohibido prohibir". 
De Gaulle fue, durante la Segunda Guerra, implacable enemigo de Alemania. En 1962, De Gaulle, ya presidente de Francia, y el canciller alemán Konrad Adenauer, compartieron una ceremonia de reconciliación. El mundo se asombraba con el "milagro alemán". Francia crecía al 5 por ciento anual. Los años de la posguerra hasta comienzos de los setenta se llamaron los "treinta gloriosos": modernización, pleno empleo, seguridad social. El ensayista Edgar Morin se preguntaba entonces: "¿Hasta qué punto nuestra sociedad va en camino de parecerse a la norteamericana?"
Nada parecía anunciar los acontecimientos de mayo de 1968.No se originaron en los sindicatos ni en el Partido Comunista, de fuerte representación obrera. El mayo francés comenzó donde no se lo esperaba, y sus protagonistas fueron nuevos.
Desde 1967, en Italia y Alemania, los estudiantes comenzaron a ocupar las sedes universitarias. Por todas partes se sucedían manifestaciones contra la intervención militar norteamericana en Vietnam. En noviembre de 1967, 300.000 personas se manifestaron contra la guerra por las calles de Washington. Poco después, un amigo norteamericano, joven periodista, me contó que había marchado. Lo envidié tanto como admiré su largo abrigo negro, muy de época. En California, la universidad de Berkeley, y en Nueva York la de Columbia, fueron campos de movilización y activismo. Veinte años después, mi amable vecina de Berkeley evocaba esas épocas que ella sintetizaba como "violencia, marihuana y gente a medio vestir". Apenas si pude disimular que me habría gustado estar allí. En febrero de 1968, un dirigente de los Black Panthers pronunció en Oakland, California, un discurso desafiante y definitivo: "Hoy no hablaré de política; ni de economía; hablaremos de la supervivencia de una raza".
Casi en simultáneo, en Berlín, Rudi Dutschke, bello y carismático líder de los estudiantes, exponía la línea general: "Hoy el Parlamento no es el lugar de decisión política; las decisiones se toman en los acuerdos entre los burócratas de los ministerios y las grandes empresas. El Parlamento se limita a aprobarlos".
En abril, los estudiantes checos se movilizaron en Praga contra el gobierno llamado "socialista" y lo pusieron en jaque durante meses, hasta que los tanques de la URSS y sus aliados dieron fin a las luchas democráticas. En ese mismo abril, Rudi Dutschke avanzaba en bicicleta por una gran avenida céntrica y recibió varios tiros; una foto muestra su bicicleta tirada en la vereda. Los disparos no fueron tan eficaces como los que asesinaron, en esos mismos días, a Martin Luther King. En todas partes algo estaba sucediendo.
Terminaban los "treinta años gloriosos". Los estudiantes franceses despreciaban la mediocre sociedad que habían construido sus padres. Despreciaban el Citroën 2CV, la quincena de vacaciones, el televisor y las compras en cuotas. Se sentían extranjeros en el mundo de la pequeña burguesía ordenada, repetitiva, conservadora (votara a quien votara). Por eso, mayo fue una revolución simbólica contra las jerarquías familiares, institucionales y académicas; contra la autoridad; contra una sociedad satisfecha y banal. Por eso, mayo fue una revolución simbólica contra las jerarquías familiares, institucionales y académicas; contra la autoridad; contra una sociedad satisfecha y banal.
Los estudiantes no tienen un programa, pero saben contra lo que protestan. No quieren que el futuro sea una versión del presente de sus propios padres; ni quieren parecerse a sus profesores, que se comportan como mandarines y ejercen el saber con despótica superioridad. Rechazan el modelo cultural que viene junto con el modelo económico del capitalismo. Buscan nuevas identidades. A la imagen ordenada del obrero o del empleado cuyas vidas han sido disciplinadas por el trabajo y por la experiencia de la pobreza en los años de guerra. Al horizonte monótono que promete la jubilación y, como premio, vacaciones en el Mediterráneo, los estudiantes de estas familias tradicionales, de derecha o izquierda, oponen un mundo nuevo: el reino de la libertad en lugar de la esclavitud del bienestar en cuotas. No quedó escrito sobre los muros de Paris, pero hubiera podido ser una de las consignas: "Los Citroën 2CV son latas repugnantes".
Frente a los adultos que cultivan el ideal pequeño-burgués de los buenos modales, la ordenada rutina, el camino del mérito, y el respeto por las instituciones escolares, los jóvenes rechazan exactamente eso. Están furiosos porque se les pide que se acomoden a un mundo que ellos ni desean ni valoran. Sus padres lo construyeron y cumplieron un objetivo. Ellos nacieron allí dentro y perciben sus límites. Se niegan a repetir la rutina de sus mayores y no quieren hundirse en la gelatina social que los ha convertido en espectadores.
Los más intelectuales de estos jóvenes probablemente hayan leído papeles de la Internacional Situacionista y sobre todo hayan oído hablar de un libro: La sociedad del espectáculo, publicado por Guy Debord en 1967. Más que lo hipotéticamente aprendido en Debord (o en Marcuse), conocen las consignas que los sintetizan: gozar sin límites como oposición a una sociedad capitalista definida por los medios. "Forma y contenido del espectáculo son la idéntica y total justificación de las condiciones y fines del sistema existente". El sopor mediático es la droga más poderosa del capitalismo que los jóvenes impugnan.
Mayo es el mes de la palabra salvaje, liberada de las normas académicas que (vale la pena recordar) eran muy fuertes en Francia. El lugar común sobre mayo de 1968 son sus consignas, como "Prohibido prohibir" o "La imaginación al poder" (ver las que acompañan a esta nota). Y las grandes manifestaciones empiezan con discursos. Se trata, digámoslo de una vez, de una minoría movilizada. Pero esa minoría alcanza varias decenas de miles.
Todo comenzó en Nanterre, una nueva sede de La Sorbona, rodeada de barrios pobres, donde las construcciones inacabadas albergaban un flujo y reflujo permanente de estudiantes. Uno de ellos todavía escucha la palabra grève, huelga, como una especie de tema sonoro. En enero de 1968, Daniel Cohn-Bendit (hoy eurodiputado de tendencia ecologista en el Parlamento Europeo) interpeló en Nanterre al ministro de Juventud y Deporte que había llegado de visita para inaugurar una piscina. La escena es una síntesis de lo que sucederá en los meses siguientes. Cohn-Bendit le dijo al ministro que, en el libro que este había escrito sobre la juventud, no se mencionaba la sexualidad. El ministro le contestó: "Si usted tiene problemas de ese tipo, puede tirarse a esta piscina para tranquilizarse".
Ni el dirigente estudiantil ni el ministro podían entenderse porque no hablaban la misma lengua. El férreo sistema educativo francés y sus reglas de cortesía se habían fracturado. El intercambio entre el estudiante y el ministro era inaudito (de una parte y de la otra, por cierto). El sistema universitario francés ocupaba, todavía en enero de 1968, una catedral con sus jerarquías y sus rituales. Todo eso cayó como si las piedras centenarias comenzaran a pulverizarse. Un estudiante de historia hoy recuerda haber participado (el 14 de marzo) en la primera manifestación de su vida. Fue un desfile ordenado por el barrio del Odéon, con sus viejas fachadas que, al estudiante de historia de Nanterre, le evocaban las ilustraciones de los manuales sobre las jornadas democráticas de 1848, que abrieron el camino a la república.
La noche del 10 de mayo fue la primera gran noche de barricadas. Miles de manifestantes aprendieron muy rápidamente las técnicas de la lucha en la calle, y desafiaron al mundo con el grito: "Somos un grupúsculo". Durante un mes, París vibró noche y día. Las consignas escritas sobre los muros fueron una gran performance poética y política. Los estudiantes continuaban una larga historia. No solo la revolución democrática de 1848 y la Comuna de 1871, sino la revolución francesa había comenzado con la toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789. Los tres grandes momentos de masas insurrectas quedaban unidos. Los estudiantes franceses reclamaban la herencia revolucionaria, incluso sin saber del todo que formaban parte de una línea histórica. Roland Barthes propuso la comparación más eficaz: mayo fue la "toma de la palabra". Los estudiantes franceses representaban la herencia insurreccional.

En La Sorbona, Jean Paul Sartre habló frente a una sala repleta. Por primera vez, lo tutearon y lo llamaron por su nombre de pila, que ninguno de sus amigos usaba: "A ver, Jean Paul, hazlo un poco más corto…" Todo estaba cambiando. Y, escándalo mayúsculo para la industria del cine, Jean-Luc Godard, François Truffaut y Louis Malle provocaron la clausura anticipada del festival de Cannes. Consideraban que el cine y el reparto de premios daba la espalda a lo que estaba sucediendo. El 17 de mayo. los cineastas leyeron su comunicado. Y, uniendo la acción a la palabra, Godard y Truffaut entraron a la sala del festival y se colgaron del telón para cubrir la pantalla donde se estaba proyectando un film de Saura. El mundo parecía acercarse a los deseos.
Todo está atravesado por una velocidad desconocida. El 10 y el 11 de junio fueron los dos últimos días. Los precedió la muerte de un estudiante de secundaria. El lugar donde cayó ese muchacho prueba que la lucha ya había desbordado los barrios universitarios y llegado muy cerca de las fábricas. El 10 de junio, la policía mató a tiros a un obrero e hirió a varios. La insurrección estudiantil había alcanzado las fábricas, donde se movilizaron los militantes sindicales y políticos más avezados.
Después de asambleas y discusiones, los sindicatos confluyeron a las manifestaciones de estudiantes; los profesores entraron en huelga. La pirámide jerárquica de la sociedad francesa se agrietó en pocas semanas. Maoístas, anarquistas, trotskistas, comunistas (pese a la oposición del Partido), discutieron estrategias y se acusaron mutuamente de torpeza o de indecisión. La historia rodaba hacia adelante.
Francia pareció estar al borde de una guerra. El escritor André Malraux, ministro de Cultura de De Gaulle, dijo: "Los huelguistas no estaban armados. Las manifestaciones conducían a la guerra civil, pero no la creaban. Fue como el ensayo general de un drama que mostraba, a los huelguistas y a quienes los observaban, la conciencia del final de un mundo".
Sin embargo, De Gaulle, a punto de caer en un vacío político que pondría fin a la Francia de posguerra, contraatacó.
El 30 de mayo, las fuerzas de seguridad ya han limpiado las calles, mientras De Gaulle anuncia por radio y ante el parlamento no su renuncia, sino nuevas elecciones. Durante las semanas siguientes se arrestó a estudiantes y obreros. Los sindicatos levantaron las huelgas. Mayo 1968, de todas formas, dejó su marca.
¿Esto fue todo? No. Todo fue dar la palabra y ejercerla. Las consecuencias de la insurrección estudiantil ocuparon la década siguiente.
En 1973 se fundó Libération, el diario que hasta hoy sigue publicándose. En el grupo fundador está Sartre, que en 1968 ya había vendido por las calles, junto a Godard y Simone de Beauvoir, el periódico La cause du peuple, que llevaba, en la tapa, la efigie de Mao. El manifiesto que reúne a ese grupo sostiene: "Ha llegado la hora de ayudar al pueblo a tomar la palabra. Desde 1968, comenzaron a hablar las paredes de las ciudades y de las fábricas; y circularon las hojas cotidianas pero efímeras, donde el pueblo habló directamente al pueblo… El redactor servil del periodismo, para enterarse de las cosas, conversa con un diputado o con un funcionario ministerial. El periodista deLibération, hablará con la gente, jóvenes y viejos, con los miembros de los comités de lucha, con los que habitan viviendas precarias, con los consumidores".
Mayo francés, nuevo público, nuevo periodismo. Cambió el lenguaje y, cuando el lenguaje es diferente, también lo son las ideas. Por eso, también cambió la universidad.
Episodio porteño. En mayo de 1968, el semanario Primera Plana, informó que el artista Roberto Plate exponía en el Instituto Di Tella una cabina cuyas puertas eran las de un baño público. Yo, aprendiz de periodista radial, llegué al Di Tella, sobre la calle Florida, en el momento en que la Policía estaba clausurando todo porque los visitantes habían entrado al baño y escrito en sus paredes frases que se consideraron políticas y obscenas. La Argentina estaba gobernada por el general Onganía.
Meses después, alguien me asignó la tarea de repartir unos volantes con la inscripción "Tucumán Arde" (foto). Retiré mis volantes en la CGT de los Argentinos, que dirigía Raimundo Ongaro y cuyo diario escribía Rodolfo Walsh. Mientras pegaba los volantes en los parabrisas de los autos, admiraba su estética pop. La instalación "Tucumán arde", cuyas enormes fotografías ocupaban la escalera y las paredes de la CGT, fue armada por artistas porteños y rosarinos. Repartir los volantes en noviembre de 1968 me convenció de que estaba participando.
Hoy me sorprende la contemporaneidad de esos artistas con lo que, en esas mismas semanas, estaba sucediendo en Francia. Un pequeño mayo argentino replicaba el francés. Nuestro mayo sucedería, en grande, al año siguiente, en 1969. Se llamó el Cordobazo.
15.04.2018



martes, 10 de abril de 2018

Somos Telefónicos (Trabajadores de las Telecomunicaciones de la Republica Argentina)






Somos Telefónicos
Hola, te invito a que indiques que te gusta mi página porque creo que podría interesarte. Recibirás actualizaciones sobre las novedades y podrás interactuar con otras personas en la página.


Intervenienen el Partido Justicialista Nacional


La jueza federal María Romilda Servini de Cubría decidió la intervención del Partido Justicialista nacional y designó como interventor judicial al líder del gremio gastronómico Luis Barrionuevo.





sábado, 7 de abril de 2018

Una de cada tres personas no tiene obra social y crecen las quejas por la atención en hospitales / Rosario Medina

Sólo el 33% de la población cuenta con atención médica. En CABA, sólo un 13% se atiende en servicio público. 

El acceso a la salud es un derecho universal. Por eso el 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. En la Argentina, el derecho a la salud tiene rango constitucional. El sistema está compuesto por el sector público, el privado y las obras sociales. Si bien es universal, al analizar lo que sucede, el acceso y la calidad no son iguales para todos. La Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires elaboró junto al Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA un informe sobre estos aspectos del sistema sanitario.

El trabajo concluyó que 1 de cada 3 personas que vive en el Conurbano y en la Ciudad de Buenos Aires no tiene obra social ni prepaga y se atiende en el sector público. Y la mayoría señala que es frecuente la mala atención en hospitales y salitas.

Del trabajo, una encuesta a 5.729 personas de todo el país, se desprende que el 33% de la población sólo cuenta con una cobertura médica pública. Pero, al observar en detalle, llama la atención que entre el Conurbano y la Ciudad se invierte la proporción de población que tiene atención pública o privada: mientras en el Conurbano el 41% de la población se atiende en el sector público, en CABA el 41% tiene medicina prepaga o plan privado. En ambos lugares, cerca del 36% de la población dice tener obra social o mutual. En la Ciudad, sólo el 13% se atiende en el sector público.

Del trabajo también surge que los habitantes del área Metropolitana bonaerense son quienes más usan la atención pública: el 37% se atendió en un hospital o salita, el 35% lo hizo a través de una obra social o mutual, el 13% utilizó PAMI, el 11% se atendió con su prepaga y sólo el 4% lo hizo pagando un médico.

"La salud funciona mal y esto corrobora algo que se ve. Los dos temas de mayor demanda son por servicios públicos o por salud. Esto ratifica la mala prestación de PAMI y el mal estado de la salud pública", opinó el Defensor del Pueblo bonaerense, Guido Lorenzino.

"El trabajo mostró cómo el sistema de salud reproduce las condiciones de desigualdad social y cómo los más vulnerables muchas veces no encuentran la forma de hacer valer sus derechos ante la mala calidad de los servicios", añadió.

Sólo el 14% de los residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires utilizó el sistema de salud porteño. Y apenas 4% de los porteños se atendieron en GBA, dice el informe.

Otro de los puntos es la calidad. "Los tiempos de espera en la atención médica ambulatoria constituyen una causa frecuente de queja y desalientan el uso de los servicios públicos, generando aún una diferencia mayor entre los distintos usuarios según las condiciones socio económicas", añade el trabajo.

 


viernes, 6 de abril de 2018

Cuádruple Play: Se abriría el mercado para las telefónicas



El Gobierno habilita a las telefónicas a entrar al negocio de la TV satelital

El gobierno de Mauricio Macri presentará en las próximas horas en el Senado un proyecto de ley de telecomunicaciones que habilitará a las empresas telefónicas a explotar el servicio de televisión satelital, que hoy tienen vedado, y así acceder al mercado del cuádruple play, que consiste en la prestación de las telefonías fija y móvil, banda ancha/Internet y televisión prepaga.

El proyecto obligará además al uso compartido de la infraestructura de las empresas del sector. Los edificios públicos y las construcciones privadas se usarán entre todos los prestadores de los servicios. Esto buscará bajar los precios y aumentar la competencia y la calidad.

En los hechos, el proyecto beneficiará a las empresas Telefónica de Argentina, Claro y Telecom, que podrán llegar con televisión satelital a todo el país. Sin embargo, también contempla protecciones regulatorias a las pymes y cooperativas de televisión por cable, que brindan el servicio en el interior.

Por otro lado, la ley dispondrá la licitación de más espectro de frecuencia para banda ancha móvil 4G para servicios de Internet y telefonía móvil. En la Argentina existen 1000 megahertz de espectro y solo están licitados unos 500. Según explicaron fuentes de la Casa Rosada, "el proyecto buscará mejorar la conectividad en todo el país y reducir la brecha digital de 30% de la población sin Internet y 40% de los que tienen y que no la saben usar".
Desde enero de 2017, Telefónica Argentina, de capitales españoles, reclamó el ingreso al mercado audiovisual ante el Gobierno. Es que luego de la desregulación del decreto 1340 de diciembre de 2016 y de la fusión entre Telecom y Cablevisión-Nextel, del Grupo Clarín, este multimedio podría prestar el servicio de cuádruple play: telefonía fija, celular, Internet y televisión por cable.

Sin embargo, esto no ocurrirá hasta que la Comisión de Defensa de la Competencia del Ministerio de Producción apruebe la fusión entre Telecom y Cablevisión (Clarín).
La televisión satelital hoy solo la presta DirectTV. Telefónica hizo reclamos enérgicos y llegó a analizar la posibilidad de recurrir al tribunal internacional del Ciadi, del Banco Mundial, pero nunca lo hizo. En cambio, Claro se dedicó a esperar un decreto o una ley. El proyecto ingresará en la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión del Senado.
Según confiaron fuentes oficiales, será una señal diplomática amigable hacia el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, quien visitará el país la semana próxima. Telefónica es la nave insignia de las inversiones de ese país en el mundo y Rajoy intercedió ante Macri para equiparar la fusión Telecom-Cablevisión. El Gobierno, además, les habló de este proyecto a todos los jefes de bloques del Senado.
"Las telefónicas no podían dar televisión por cable ni satelital, ahora podrán dar el servicio satelital; habrá mayor oferta, bajarán precios y habrá más competencia e inversiones. Y en lugares alejados del país donde no se puede hacer inversiones de fibra óptica llegará la TV paga", dijo un funcionario oficial.
El proyecto de ley de fomento de despliegue de infraestructura y competencia TIC (tecnologías de la información y comunicación) impulsa además el uso compartido de la infraestructura, en edificios públicos y construcciones de las empresas, entre todos los prestadores de los servicios. Esto promovería la competencia y la inversión: busca más despliegue, más cobertura y más calidad y baja de los precios.

El proyecto está siendo pulido en el Ministerio de Modernización, que dirige Andrés Ibarra , y fue anticipado en el discurso del Presidente en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso en marzo último y durante la conferencia de prensa de ayer en Puerto Iguazú.
El Plan de Conectividad y Comunicaciones persigue los siguientes objetivos: conectar 2.000.000 de hogares a Internet; mejorar la velocidad de banda ancha en 3.500.000 hogares; alcanzar 20 megabytes por segundo de velocidad promedio (hoy es de 8,5); generar marcos regulatorios para mejorar la calidad, las inversiones y la competencia, y reducir la brecha digital.

El proyecto dice que se buscará continuar con el Plan Federal de Internet; la Conectividad en Escuelas Rurales; el Despliegue 4G en todo el país; el Plan País Digital (Wi-Fi gratuito); el Plan Nacional de Inclusión Digital (capacitaciones); el Fondo de Servicio Universal, y la Política Satelital y la Gestión del Espectro.

Nueva ley de telecomunicaciones

  • Televisión satelital: Telefónica, Telecom y Claro podrán dar servicio de televisión satelital y cuádruple play (TV, telefonía fija, móvil e Internet). Protegerá a prestadores pyme y cooperativas de TV por cable del interior profundo
  • Infraestructura compartida: Se dispondrá el uso compartido de la infraestructura, edificios públicos y privados, entre todas las empresas para mejorar los costos y la competencia
  • Licitarán más espectro: Se habilitará la licitación del doble de espectro de frecuencia actual para banda ancha móvil 4G, que incluye Internet y telefonía celular


Compañero “Pepe” ARROUGE: Presente!!!


domingo, 1 de abril de 2018

Día del Veterano y de los caídos en la guerra de Malvinas


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Que pasa en tu oficina…??



Las diversas realidades laborales de los trabajadores de las telecomunicaciones de la República Argentina  tienen un espacio para divulgarlas, exponerlas, debatirlas y compartirlas con los compañeros /as de todo el país: Telefónicos en Facebook 

Hoy más que nunca la información es un compromiso de solidaridad….


El protagonista de la información sos vos!!!



martes, 27 de marzo de 2018

La unidad de la CGT en marcha…

Los dirigentes de los gremios del transporte (CATT) y del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) acordaron ayer “la continuidad de un trabajo conjunto y en bloque para alcanzar la unidad de la CGT en el contexto de una convocatoria amplia del movimiento obrero”, aunque la organización de camioneros no participará en el futuro nuevo concejo directivo de la central obrera ni respaldará a ningún candidato.


lunes, 26 de marzo de 2018

BRECHA DIGITAL: Conectados vs. Desconectados, la peor grieta

Sin ocultar su frustración, encaró el micrófono, frente a muchos periodistas, e hizo oír su reclamo: "No puede ser que apenas salimos a la ruta 2 se nos corte el celular". El indignado no era un viajero frecuente a Mar del Plata, ni un dirigente de la oposición, ni pertenecía a una entidad de defensa del consumidor. Era el presidente Mauricio Macri, y estaba hablando, al cabo del retiro con sus ministros en Chapadmalal, el mes pasado, de conectividad: el acceso a Internet y a las nuevas tecnologías de información y comunicación. Las ya célebres TIC, que han dividido la historia en antes y después. En el Primer Mundo, la conectividad es un tema virtualmente superado; en la Argentina, llega a ser dramático.

 

Según cifras oficiales, uno de cada tres argentinos no está conectado a una red de banda ancha fija, y los que sí están no pueden cantar victoria: probablemente su conexión es precaria -lenta, insegura- y, en muchos casos, cara. Además, al menos el 40% de los que acceden a la Web no saben usarla. La distancia entre unos y otros, entre los que la han incorporado a sus vidas a tal punto de no imaginarse ya sin ella, y los que quedan afuera, al desamparo, se denomina "brecha digital". Una suerte de grieta tecnológica, acaso más traumática y disfuncional que la política.

 

Mal de muchos, consuelo de argentinos. En el mundo hay unos 4500 millones de personas (dos tercios de la población) a las que no les llegan las nuevas tecnologías. La otra brecha se da entre quienes les sacan provecho y los que no saben usarlas. Este déficit, que hace estragos en la calidad de vida, tiene un nombre: analfabetismo digital.

 

 

En buena parte del país, comunidades enteras no tienen Internet, están tecnológicamente aisladas, y muchas otras reciben ese caudal con cuentagotas.

 

El de los excluidos digitales es un mundo de flagrante desigualdad, porque tienen infinitamente menos oportunidades en el campo laboral, social, educativo, de la salud, comunicación e información. Algunos sostienen incluso que hablar de brecha es un eufemismo, porque lo que existe es una fractura feroz, un abismo.

 

Sustentable: cosecha de quinua en Mina Pirquitas (Jujuy); empezaron a cultivarla en cantidad hace dos años y la venden a través de InternetSustentable: cosecha de quinua en Mina Pirquitas (Jujuy); empezaron a cultivarla en cantidad hace dos años y la venden a través de Internet Crédito: Federico Camarero

 

La exclusión no es solo un drama de localidades del interior, alejadas de los grandes centros urbanos. Una encuesta de Microsoft entre 100 chicos de 15 a 18 años de la villa 31, de Retiro, reveló que ninguno de ellos tiene Internet en sus casas, salvo en sus celulares y si disponen de crédito. En este caso, la brecha se cuenta en metros: la banda ancha y el Wi-Fi aparecen en la Avenida del Libertador.

 

La referencia del Presidente a la conectividad no fue casual ni aislada: en la Jefatura de Gabinete dicen que es, junto con la infraestructura y el turismo, la niña de sus ojos. Al frente del Ministerio de Modernización, encargado de achicar la brecha, puso a alguien que hizo gran parte de su carrera ejecutiva en el Grupo Macri y al que primero llevó a Boca, como gerente general, y después al gobierno porteño, también en Modernización: el economista Andrés Ibarra.

 

Como el objetivo "pobreza cero", el plan de inclusión digital parece estar en pañales. Ibarra lo matiza: "Sobre 12 millones de hogares que hay en el país, hoy tenemos 8 millones conectados a Internet, y en los próximos dos años vamos a conectar dos millones de hogares más. Es cierto que se venía creciendo muy lentamente, pero a partir de este año vamos a dar un gran salto: el tendido de fibra óptica está avanzando muchísimo".

 

Reconoce, sí, un déficit estructural: la velocidad de conexión. Unos 3,5 millones de hogares -prácticamente la mitad de los conectados- tienen una banda ancha lenta. En el campo digital, desarrollo y subdesarrollo se miden en cantidad de megabits por segundo (mbps: la velocidad de descarga de datos). La Argentina, con un promedio de 6,3 mbps (ver gráfico), está a distancia sideral de países como Corea del Sur (el de mayor promedio: 28,6 mbps), Japón (20,2) y Estados Unidos (18,8). La Unión Europea oscila entre 15 y 20. También está por debajo, aunque mucho menos, de sus vecinos Uruguay (9,5), Chile (9,3) y Brasil (6,8). El mundo ya había llegado a la velocidad promedio que hoy tiene la Argentina hacia 2008. "Atrasamos 10 años", se lamenta Ibarra.

 

"Mi hijo, que vive en Amsterdam, en su casa tiene 30 megas [mbps], ¡y gratis!", dice Enrique Hofman, director del máster en Business & Technology de la Universidad de San Andrés. Para personas de mercados tecnológicos avanzados, llegar al país es, en ese rubro, una suerte de regresión a la edad de piedra. Hoy, cuando más del 50% de tráfico mundial de Internet son videos e imágenes, tener poca velocidad de descarga equivale a desplazarse por una ruta en el lomo de un burro.

 

En la geografía digital de la Argentina conviven el burro, la moto y las 4x4. "Algunas ciudades tienen buena conectividad, pero muchísimas localidades están desconectadas o con conexiones malas", dice Enrique Carrier, experto en telecomunicaciones y tecnología digital. Muestra el mapa del país (ver infografía) para señalar las desigualdades: de más de un 50% de hogares con banda ancha fija en Capital, Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Chubut, Neuquén y Tierra del Fuego, se pasa a menos de 30% en Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones.

 

Recorrer el norte por la mítica ruta 40, que atraviesa el país desde Santa Cruz hasta La Quiaca, es encontrarse con una sucesión de postes blancos clavados a un costado del camino. De solo un metro, hay que acercarse para leer en letra chica: fibra óptica. Esos postes no llaman la atención del turista, pero son como maná caído del cielo para los lugareños. Quizá no sepan que es la mejor tecnología digital, pero sí saben que ahí debajo está el cable salvador, el que los conectará con el país y con el mundo.

 

Carrier sostiene que si bien el Gobierno está atacando el principal déficit estructural, que es llevar la fibra óptica a todo el país, con eso no alcanza. "Está perfecto extender la red, pero es como una gran autopista: se necesitan bajadas y después calles que lleguen hasta las casas. Una autopista sin bajadas no sirve".

 

En Modernización argumentan que ese tramo final de la conexión, el que va del cableado subterráneo hasta los hogares -lo que se denomina "última milla" o capilaridad- es responsabilidad del sector privado: empresas telefónicas o de TV por cable, y cooperativas. "Perdimos 10 o 15 años de oro. Estábamos bien y nos quedamos -dice José Crettaz, especialista en comunicaciones y director de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE)-. Se llevan gastados hasta 20.000 millones de pesos en distintos planes de desarrollo y el atraso subsiste. Los más pobres son los que peor conectividad tienen, si es que tienen, y la pagan más cara". Atribuye este rezago a cuatro factores: mezquindad política de los gobiernos kirchneristas, que lo veían como una oportunidad de condicionar a los medios; ignorancia de los legisladores; poca inversión privada, y falta de presión social.

 

 

Llamada desde la Puna

 

En la secretaría privada de Ibarra recibieron, en agosto de 2016, una llamada inesperada: Rufino Llampa, comisionado municipal de Mina Pirquitas, 350 kilómetros al norte de San Salvador de Jujuy, pedía una entrevista con el ministro. Un par de días después estaba en Buenos Aires.

 

Llampa, piel cobriza, retacón, de 34 años, es un personaje. Nacido en Loma Blanca, una de las cinco localidades (en total, 1600 habitantes) que conforman la comuna de la que él es una suerte de intendente, su primer trabajo fue en la mina de plata y cinc que le dio nombre al caserío de trabajadores que fue creciendo a sus pies: Mina Pirquitas. Ahí, en la mina, conoció Internet, y también ahí descubrió su vocación por lo público. Las dos cosas le cambiarían la vida. También a esos parajes de la deslumbrante Puna jujeña, a 4100 metros de altura y a 90 km de la frontera con Bolivia.

 

Gracias a esa conexión pudo estudiar a distancia una tecnicatura en Seguridad e Higiene y una diplomatura en Gestión Pública. En 2010 lo eligieron presidente de la comunidad de Loma Blanca, y lo primero que hizo fue gestionar la instalación de una antena satelital que pudiera darles señal de Internet y telefonía. Lo consiguió en 2013. Hoy lo recuerda casi entre lágrimas: "Fue increíble. El pueblo festejaba en las calles, porque por fin íbamos a dejar de estar aislados". Al poco tiempo llegaron las primeras PC, y la gente, dice, "no se animaba a tocarlas".

 

En diciembre de 2015, Llampa ganó las elecciones, como candidato del PJ, para el cargo de comisionado municipal de las cinco localidades, con cabecera en Mina Pirquitas. Su mayor preocupación era que esas comunidades dejaran de depender de la mina, que más de una vez había cerrado (la última, en 2016), lo que provocó un shock económico y social en la zona. Con ese reclamo se presentó ante el ministro Ibarra. Le explicó que necesitaban un desarrollo sustentable y que estaban empezando a cultivar quinua, un grano que se da bien en la Puna y es muy requerido en todo el mundo por sus propiedades nutritivas. "Pero necesitamos más y mejor Internet, señor. Sin Internet no se la podemos vender a nadie".

 

Meses después, Mina Pirquitas ya había mejorado sensiblemente su conexión satelital y el equipamiento, se abrieron nuevos "puntos digitales" (oficinas públicas con banda ancha, PC y cursos de capacitación) y el Gobierno los ayudó a hacer su primera página web, orientada a la producción. "Ahora tenemos mail -suspira Llampa-. Empezamos a recibir órdenes de compra de quinua y eso incentivó a otros a sembrar. Un día nos escribieron de Italia: ¡querían una tonelada por mes! Imposible llegar a esos volúmenes, pero poco a poco vamos incrementando la producción. Es increíble lo que estamos consiguiendo. El gobernador Morales, que también está colaborando mucho, ya vino tres veces a visitarnos".

 

El bendito cable: avance de la red de fibra óptica -la mejor tecnología digital- entre Mar de Ajó y San Bernardo; faltan 8000 kilómetros para que llegue a todo el paísEl bendito cable: avance de la red de fibra óptica -la mejor tecnología digital- entre Mar de Ajó y San Bernardo; faltan 8000 kilómetros para que llegue a todo el país Crédito: Federico Camarero

A las afueras de Loma Blanca, Gabriel Martínez (19 años) revisa una plantación de quinua, el nuevo emprendimiento de su familia. Antes tenían un esquema de autosustentación: verduras, gallinero y algunas cabras. El año pasado, su primera cosecha, de media hectárea, les rindió 600 kilos: unos 54.000 pesos. "Nos fue muy bien. Ahora vivimos de la quinua y vamos a sembrar un terreno más grande", dice.

 

"El padre de Gabriel me contó que jamás en la vida había visto tanta plata. En esta zona, 54.000 pesos rinden mucho", cuenta Llampa.

 

En Coranzulí, una localidad a 55 kilómetros de Mina Pirquitas, la mayor atracción no es un bar, el almacén de ramos generales o el polideportivo. Es el Colegio Secundario N° 18, que tiene la única bajada de Internet. Entre las 18 y las 21, cuando ya no quedan alumnos, las autoridades del colegio dejan pasar a los vecinos para que puedan usar el Wi-Fi. Y los fines de semana lo dejan prendido para que se puedan conectar desde afuera. "Vienen familias enteras y toman la señal en la vereda", dice Nirma Lamas, directora de la primaria.

 

Alfabetización tecnológica: clase de computación para adultos en un Punto Digital (centros públicos con conexión gratuita a Internet) en el partido bonaerense de QuilmesAlfabetización tecnológica: clase de computación para adultos en un Punto Digital (centros públicos con conexión gratuita a Internet) en el partido bonaerense de Quilmes Crédito: Federico Camarero

Coranzulí, de 570 habitantes, no parece menos desarrollada que localidades vecinas, pero la desconexión casi total y la falta de trabajo están provocando un lento éxodo de su población. "Hace 16 años que estoy en la escuela -dice Lamas-. Tuvimos hasta 300 alumnos y hoy apenas son 45".

 

En el pueblo hay una sola cabina telefónica, que muchas veces no funciona. "Vivimos en un gran aislamiento. Hasta que no llegue la fibra óptica, estamos sonados -dice Fidel Sosa, encargado de Obras Públicas de la comisión municipal-. Yo también reparo radios y televisores, y cuando me falta un repuesto tengo que ir a capital porque acá es muy difícil meterse en Internet para buscar algo".

 

La brecha digital tiene números que asustan. Sobre 2400 municipios, la red de fibra óptica llega a 400, y en los próximos dos años, según el Gobierno, serán 1300. A muchos les faltará todavía la "última milla". Cuando la red esté completa tendrá una extensión de 34.000 kilómetros; hoy son 26.000, de los cuales 14.000 se hicieron en los últimos dos años.

 

La mayoría de las localidades de menos de 10.000 habitantes no tienen "gobierno digital": seguir online trámites, licitaciones, compras, control de la gestión. "Cuando asumimos, miles de localidades ni siquiera tenían página web. Ya hicimos 348 e instalamos 334 puntos digitales", dicen en Modernización.

 

El impulsor: Rufino Llampa (izquierda); comisionado de Mina Pirquitas (Jujuy), y un colaborador junto a una antena satelital; Llampa promovió la llegada de Internet para quebrar el aislamientoEl impulsor: Rufino Llampa (izquierda); comisionado de Mina Pirquitas (Jujuy), y un colaborador junto a una antena satelital; Llampa promovió la llegada de Internet para quebrar el aislamiento Crédito: Federico Camarero

Además, confían en que ahora vendrá "un despliegue grande" de las telefónicas, al haberse destrabado un viejo conflicto por el reparto de frecuencias. "El 4G se extenderá a todo el país", prometen en las empresas.

 

¿Los celulares son una solución para achicar la brecha? La opinión de los expertos está dividida. Para algunos, sí, porque el mundo tiende a conectarse a través de ecosistemas móviles. Para otros, la realidad del país indica que un porcentaje menor de los celulares en uso (38%) son inteligentes, y que la conectividad es todavía cara, además de frágil. Macri lo comprobó en la ruta 2.

 

Hofman dice que no hay que estar tan atentos a la fibra óptica, satélites, 4G. Que todo eso, más temprano o más tarde, va a estar. Pueden pasar dos o tres años y llegarán. Lo que le preocupa es el analfabetismo digital. "Construir comunicación es fácil. Pero estar conectado no significa nada si no se sabe utilizar esa tecnología. Nuestro déficit en infraestructura es mucho menos grave que el déficit en conocimiento", dice.

 

Para Hofman, la brecha más grande está ahí. "Si tenés una mala educación escolar, la conectividad no te sirve, no mejora tu calidad de vida. Si no hablás inglés, ¿para qué querés estar conectado con el mundo?".

 

Crettaz comparte ese criterio: solucionar el problema de infraestructura, sostiene, llevará mucho menos tiempo que instruir a la gente en el uso de las nuevas tecnologías. "No se está viendo talento humano como para generar un 'Sarmiento digital'. Para educar se necesitan educadores, y me pregunto dónde se están formando los educadores digitales".

 

En Coranzulí encontrará una parte de la respuesta. La directora de la escuela dice que prefiere trabajar con los libros que con la computadora; que usa muy poco el celular, incluso cuando va a su casa de la capital, y que no lamenta mucho que no haya buena conectividad: "Los chicos solo usan Internet para jugar, y los grandes... los grandes se ponen como locos".


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