viernes, 22 de mayo de 2020

Mario Firmenich: Cómo salir de la pandemia de modo sostenible ...(Consejos Escatològicos)


El economista y ex líder de Montoneros, Mario Firmenich, reflexionó sobre el día después de la pandemia del coronavirus
Este documento es parte de un análisis y propuestas sobre la situación nacional y social de la Argentina. El objetivo es aportar a una discusión política, ajena a cualquier disputa electoral, entre dirigentes de sectores diversos que hoy no comparten un ámbito común de acción política.
Esta primera parte será seguida por otras, a modo de capítulos, de forma tal que el conjunto sea un documento que, por su extensión y multiplicidad de temas, entiendo que no sería útil para iniciar el debate y encauzar el consenso en las actuales circunstancias.
1. El contexto mundial
1.1. La pandemia y la desglobalización en el contexto de la III Guerra Mundial
La esencia sistémica de la globalización ha sido la sociedad económica entre Estados Unidos y China cuyos aspectos básicos son:
a) China es admitida como economía de mercado en la Organización Mundial del Comercio
b) Las multinacionales occidentales se instalan en China para incrementar sus tasas de beneficio explotando mano de obra barata; se rompe la lógica del modelo fordista, centrada en el mercado interno, para la cual los obreros deben ser capaces de consumir los bienes que producen
c) Las multinacionales instaladas en China venden su producción en los países occidentales a consumidores de alto nivel de ingresos, cuyas sociedades se dualizan por el empobrecimiento de los antiguos obreros industriales, ahora desocupados por la migración de las industrias a China
d) China avanza rápidamente en su industrialización, urbanizando centenares de millones de campesinos y acumulando un inmenso superávit de balanza comercial en dólares
e) La Reserva Federal lidera la inyección mundial multiBillonaria de dinero para financiar la expansión del mercado globalizado (sin preocuparse por las burbujas financieras)
f) La mayor parte del superávit comercial chino debe retornar a los Estados Unidos financiando el déficit fiscal norteamericano a través de la compra masiva de Bonos del Tesoro.
g) Las multinacionales multiplican sus beneficios con el aumento del precio de sus acciones gracias al gigantesco aumento de la liquidez monetaria mundial (generando burbujas financieras).
La sociedad económica Chino-Norteamericana de la globalización generó dos "daños colaterales". Por un lado los sectores sociales de Estados Unidos y otros países centrales que resultaron perdedores en la globalización, generaron electorados "nacionalistas anacrónicos" que reclamaron volver a la situación anterior. Por otro lado, la política industrial china no se limitó a la tecnología importada; desarrolló su propia tecnología y superó con el 5G a la tecnología occidental.
Estos fenómenos explican la irrupción de Donald Trump (y el BREXIT) y su estrategia de desglobalización, desplazando el frente principal de la guerra mundial desde la hegemonía geopolítica en el Mediterráneo y Medio Oriente (mediante la guerra militar con Rusia) hacia la hegemonía tecnológico-comercial (mediante la guerra comercial con China).
En este contexto irrumpió la pandemia del coronavirus. Poco importa ahora saber cuál fue su génesis. Lo cierto es que esta pandemia ha sido una catapulta formidable para la estrategia de desglobalización de Trump y a la vez Trump es el presidente más perjudicado por los efectos nacionales del coronavirus. En definitiva, debemos tener claro que el coronavirus, cualquiera sea su origen, es un arma poderosa para las estrategias de la III Guerra Mundial.
1.1. Degradación de Estados periféricos hacia Estados fallidos. El riesgo para Argentina
La III Guerra Mundial tiene dos ejes de desarrollo: el clásico enfrentamiento entre potencias por sus áreas de dominio e influencia (que se viene desarrollando a través de guerra económica entre potencias y guerras civiles en las áreas en disputa) y la guerra civil genocida del establishment mundial para reducir la población del planeta en 3.000 o 3.500 millones de personas.
Ambos ejes se unifican en el drama ecológico generado por la explotación de la civilización industrial en los últimos 200 años; el paradigma industrialista antiecológico no es patrimonio exclusivo del capitalismo, sino que también ha sido desarrollado por los Estados comunistas.
La eliminación de lo que es "población sobrante" para el establishment global busca reducir tanto el consumo de recursos escasos como la generación de polución mundial no reciclable por parte de una fuerza laboral no necesaria para ellos, a la vez que implica suprimir a los pueblos del sur como sujetos políticos soberanos de los territorios con recursos naturales que se agotan.
Las guerras civiles que convierten en "Estados fallidos" a los países periféricos buscan la apropiación de recursos naturales estratégicos por las multinacionales. Cuando un Estado soberano es convertido en Estado fallido es fácil fracturar la nación y apropiarse de las áreas estratégicas con el auxilio de personeros cipayos que supuestamente reivindican una soberanía subregional.
La historia argentina tiene largos antecedentes de violencia política en guerras civiles que, con intermitencias, han estado presentes desde el origen mismo la nuestra Patria.
La "grieta" entre kirchneristas y antikirchneristas ha sido un "revival" degradado de la guerra entre peronistas y antiperonistas. Convertir esa grieta en herida sangrante es la forma más fácil de empujar a la Argentina hacia la situación de Estado fallido.
Desestabilizar una Argentina en grave crisis socioeconómica hasta convertirla en un Estado fallido es la forma más fácil de fabricar la irrupción de una "república del litio", una "república del acuífero guaraní", una "república de la pampa húmeda" y una "república de vaca muerta y adyacencias patagónicas". Esta es una de las formas posibles de nuestra desintegración nacional.
Quienes crean que esto es una exageración ridícula, que no es posible fracturar un Estado en la actualidad como ocurría en el Siglo XIX, no tienen más que conversar con cualquier ciudadano soviético, yugoslavo, ucraniano, georgiano, sirio, jordano, libio, etc.
1.2. Algunas consecuencias económicas inmediatas de la pandemia
Dado que la difusión mundial de coronavirus se produjo por el tráfico aéreo, la medida sanitaria de emergencia más efectiva en todos los países ha sido cerrar los aeropuertos.
El resultado ha sido una hecatombe para las compañías aéreas y para el conjunto del sector turístico y la mayor caída en la historia del comercio mundial, con la lógica caída de las finanzas.
En los inicios de la pandemia, Arabia Saudita desató la guerra de precios en el mercado del petróleo, golpeando a Rusia e Irán y a la industria estadounidense del petróleo de fracking.
Una caída brusca de la demanda de petróleo (por aviones y autmotores fuera de circulación) junto con guerra de precios, en el contexto de brusca caída de todo el comercio mundial, preanuncia una caída profunda y persistente del precio de todas las materias primas.
Esto marca una diferencia entre esta Guerra Mundial y lo sucedido en las guerras del S.XX.
Aquellas dos grandes guerras se producen entre potencias con economías independientes y competitivas entre sí. Además, la tecnología bélica era metalmecánica, con las industrias subsidarias para vestir, alimentar y transportar grandes contingentes de soldados. El desarrollo de la guerra generaba pleno empleo de la población y un funcionamiento a full de las industrias logísticas. Más aun, las potencias en guerra tenían grandes necesidades de importar todo tipo de materias primas.
En la confrontación actual entre potencias, la demanda vinculada a la logística tradicional es muchísimo menor ya que sólo es consumida en las guerras civiles periféricas.
Además ahora las potencias enfrentadas son un tándem complementario. La guerra comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China y las acusaciones mutuas por el coronavirus rompen el sistema económico globalizado con consecuencias recesivas para todos.
Por lo que respecta a los intereses argentinos, si caen los precios de las materias primas y si los saldos de comercio exterior chinos se reducen,habrá una caída en volúmenes y en precios de nuestras exportaciones, es decir, cabe prever una fuerte caída en los ingresos genuinos de divisas, que se sumará a la restricción financiera por el endeudamiento externo irresponsable e impagable.
2. El Estado de situación actual
2.1. Persistencia de la situación económica heredada
La situación argentina previa a la pandemia se resume en unos pocos indicadores conocidos y que describen una realidad muy grave. Esta situación heredada sigue vigente y se ha profundizado
durante la cuarentena por la pandemia. En breve resumen tenemos:
a)     Una deuda externa cercana al 100% del PIB impagable.
b) Una pobreza estructural que abarcaba aproximadamente al 40% de la población.
c) Una exclusión social del sistema que castiga a un 10% de la población.
d) Una inflación anual del orden del 50%
e) Una estanflación prolongada con recesión industrial en un contexto de grave retraso tecnológico productivo de Argentina con respecto a los países más avanzados.
f) Una especulación generalizada con el dólar por la expectativa de inflación creciente, generando un círculo vicioso entre inflación, depreciación del peso por la demanda especulativa antiinflacionaria de dólares y realimentación de la inflación por la dolarización de los precios.
g) La situación amenazaba al nuevo gobierno con dos fantasmas: default y explosión social.

2.2. La realidad política del gobierno del Frente de Todos
El Frente de Todos es una alianza electoral de casi todos los sectores del peronismo y sectores de otras fuerzas políticas. El único acuerdo político en esa alianza heterogénea fue derrotar a Macri en las elecciones presidenciales, con el discurso de "cambiar la política de Macri", pero sin que exista un acuerdo programático sobre un proyecto socioeconómico de largo plazo que diera estabilidad de futuro al gobierno presidido por Alberto Fernández.
2.3. Profundización de la crisis por el coronavirus y el riesgo de default
La prioridad del nuevo gobierno fue la deuda externa, como algo previo a un programa socioeconómico de corto plazo que se debatiría en un Consejo Económico y Social a crear.
La idea de "solución" del endeudamiento externo era un acuerdo de postergación de pagos con el FMI y una quita de capital e intereses a los acreedores privados menor a la aplicada en 2003; la capacidad de pago futuro era la explotación, mediante el "fracking", del petróleo de Vaca Muerta. La conveniencia de tal idea es muy discutible pero la realidad sobrevenida hace ociosa esa discusión. Pareciera que no se tuvo en cuenta que vivimos en una guerra mundial que incluye tanto el uso del coronavirus como arma como la guerra de precios en el mercado petrolero, con la extracción de petróleo por "fracking" como principal sector perjudicado.
El resultado ha sido la inviabilidad de la garantía petrolera de Vaca Muerta sumada a la debacle del aparato productivo nacional por la cuarentena, en medio del derrumbe del comercio mundial; así, la crisis de la balanza de pagos ha devenido en el virtual estado de default del país.
Más allá del resultado final de las negociaciones con los acreedores externos, (que podría ser un "default negociado", un "default selectivo" o un "default total a secas"), la economía argentina vivirá los próximos años sin financiación exterior. Tampoco debe esperarse Inversión Extranjera Directa en nuevas industrias, como pretendió el discurso neodesarrollista de Macri.
Por otra parte, la paralización de la economía por la cuarentena ha significado la quiebra de decenas de miles de pequeñas y microempresas y la ruina de trabajadores autónomos, lo que ha hundido en la pobreza nuevas capas sociales de sectores medios y de trabajadores que vivían al día, incrementándose dramáticamente los porcentajes de población necesitados de mendigar un pobre plato de comida en ollas populares financiadas por el Estado para poder subsistir.
Todo ello sin que se haya enviado al congreso la ley sobre el Consejo Económico y Social.
2.4. La cuarentena como nueva y efímera coyuntura política
La irrupción de la pandemia de un virus desconocido, acompañada por discursos televisivos de verdadero terrorismo sicológico, modificó abruptamente la agenda política en todo el mundo. Argentina no fue una excepción.
La preocupación por la crisis socioeconómica, que amenazaba con la explosión social y el default, quedó sepultada por el temor social al contagio con el virus. La inmensa mayoría de la población se manifestó dispuesta a padecer necesidades a cambio de evitar el contagio. La multiplicación de anuncios gubernamentales de reparto gratuito de dinero para financiar niveles de mínima subsistencia ha resultado una compensación económica suficiente ante el terror al contagio.
Se ha generado una nueva coyuntura política artificial en la que todo va bien … mientras dure la situación de emergencia.
2.5. La superación coyuntural de "la grieta" en el gobierno de Alberto Fernández
El conjunto de la clase política argentina asumió que el peligro del coronavirus no era una nimiedad. La lógica elemental de que la propagación de una epidemia viral no distingue ideologías ni credos ni etnias ni sexos hizo que toda la pluralidad interna del Frente de Todos y toda la pluralidad de la oposición se juntaran a enfrentar unitariamente el problema.
La "grieta" se desvanecía y el presidente actuaba junto con gobernadores oficialistas y opositores, a la vez que similar espíritu de entendimiento comenzó a percibirse en el parlamento.
¿El coronavirus tiene el poder mágico de lograr la unidad nacional?
El espíritu de unidad nacional se extendió de la defensa ante la pandemia hasta el respaldo a la propuesta gubernamental para renegociar la deuda externa.
¿Seguirá igualmente sólida la unidad política entre oficialismo y oposición ante algún severo traspiés en el control de la pandemia o en la renegociación de la deuda externa?
Suponiendo que la respuesta a estos interrogantes fuera positiva, la actual superación de la "grieta" es por ahora algo coyuntural. No hay hasta ahora ningún proyecto de desarrollo a largo plazo consensuado como políticas de estado que permitan asegurar que han desaparecido los riesgos inherentes a la "grieta".
3. ¿Y después qué?
3.1. La cuarentena exitosa … ¿hasta cuándo?
Nadie discute que la decisión de la cuarentena total adoptada antes de que el coronavirus se propagara fue una decisión correcta. Pero todos sabemos que sería suicida mantener la cuarentena durante un tiempo indeterminado, paralizando todas las actividades sociales y económicas.
Si bien es cierta la afirmación de que una caída económica se recupera pero una vida perdida no, la afirmación deja de ser cierta cuando no se refiere a la macroeconomía sino a la pequeña actividad de trabajadores autónomos, comercios familiares y microempresas que permiten la subsistencia día a día de millones de personas, porque en estos casos es la ruina familiar y personal, incluyendo la muerte por múltiples motivos de muchos miembros de estas familias desamparadas.
Es ingenuo creer que con un subsidio temporal de 10.000 pesos se evitan esos dramas.
Una Nación de 3 millones de Km cuadrados y un pueblo de 45 millones de personas en medio de una crisis nacional y global no puede ser conducido como una sala de terapia intensiva.
La continua postergación del "pico de la curva" es un alerta de que algo no está bien previsto. Se ha comentado que la predicción "científica" es que en Argentina se contagiarán con el coronavirus 250.000 personas. Pero, si después de casi dos meses de cuarentena no se han contagiado ni 8.500, ¿tendremos semiparalizado al país durante 56 meses más esperando el contagio de otros 241.500 argentinos? Hay algo absurdo en estas predicciones "científicas".
Existe un riesgo evidente: la prolongación indefinida de una cuarentena ruinosa para millones de personas para "mantener achatada la curva" puede terminar en una rebelión social contra la cuarentena por el estado de necesidad. El resultado sería un contagio masivo con millares de muertes, perdiéndose el logro de minimizar los fallecidos y con una debacle socioeconómica.
Es imperioso modificar la estrategia para aprender a convivir con el coronavirus manteniendo una baja tasa de contagios. Parece de sentido común que si el virus penetra por los ojos, la nariz y la boca, el problema se soluciona cubriéndose los ojos, la nariz y la boca. Para decirlo con cierta ironía, si se fuera obligatorio para todos andar en la vía pública con un casco de moto, podríamos estar todos trabajando normalmente con un casco de moto en la cabeza.
Aun cuando se impusiera ya mismo una salida de la cuarentena con todos los medios apropiados de control sanitario, el gobierno debería enfrentar una situación socioeconómica que ya es ruinosa. Se impone como urgente necesidad un programa económico de reconstrucción y reactivación económica que no puede limitarse a imprimir cantidades ilimitadas de billetes.
3.2. La reactivación económica
Si la gestión de la pandemia finaliza exitosamente, la realidad postpandemia será una desolación económica y social, con más del 50% de la población en estado de pobreza, incluyendo probablemente un incremento de la población excluida del sistema, con inexistencia de los puestos de trabajo tanto formales como informales que permitían a millones de argentinos sostener su nivel de vida, con inexistencia de capital privado para la creación de nuevos emprendimientos, sin financiación internacional para suplir la falta de capital privado nacional, con un déficit fiscal mayúsculo y una inflación real muy superior a la previa a la pandemia.
Vale la pena acotar que es erróneo y engañoso calcular el índice general de precios al consumo promediando precios de productos cuyas ventas estuvieron prohibidas. Si la producción automotriz del mes de abril fue ¡CERO!, carece de sentido promediar un "aumento cero" del precio de los automotores. La inflación real durante la cuarentena es la del alza de los precios de los productos esenciales, siendo lo relevante el alza de precios de alimentos y productos básicos.
Es una obviedad decir que el gobierno deberá desarrollar múltiples políticas públicas destinadas a reconstruir (más que reactivar) un tejido económico-social que ha sido destruido.
En este sentido, debería ser obvio también que no se saldrá de la depresión económica regalándole un pobre plato de comida a la mitad de los argentinos. Lo necesario es invertir para generar emprendimientos económicos que regeneren los millares de empleos que han desaparecido.
Sólo así se podrá recomponer también las finanzas públicas y controlar la inflación.
4. Plan de Reactivación
4.1. ¿Reactivando las deformaciones estructurales preexistentes?
Todos sabemos que la crisis social, laboral y económica de Argentina no nació con el coronavirus. El aparato productivo que se ha destruido durante la cuarentena no era precisamente un ejemplo virtuoso de productividad y sostenibilidad, ni de justicia social, ni de vanguardia tecnológica, ni de eficiencia.
A la hora de "reactivar la economía", ¿se reactivará el sistema ineficiente, injusto, insostenible, dependiente, excluyente y atrasado que existía antes? No debería ser así.
Un plan de emergencia nacional debería ser pactado en el Consejo Económico y Social.
Como suele decirse, las crisis presentan oportunidades de transformación para mejorar la realidad preexistente. No deberíamos desperdiciar esta oportunidad.
Los planes de emergencia socioeconómica para el corto plazo deben ser concebidos como los primeros pasos de un proyecto largo plazo. Para ello, es necesario primero definir los rasgos estructurales del Proyecto Nacional y a partir del mismo adoptar un conjunto de medidas aptas para salir de la emergencia pero que estarían comprendidas en la maqueta del proyecto de largo plazo.
4.2. La necesidad de superar la actual impotencia del movimiento popular para impulsar un nuevo Pacto Constituyente para el desarrollo de un Proyecto Nacional
Hace algunas décadas hablar de movimiento popular en Argentina era sinónimo de hablar del Movimiento Peronista.
Sin embargo lo que existe hoy como "peronismo" no es un movimiento políticamente organizado. Basta con mencionar algunas evidencias básicas que definían al peronismo: "El Peronismo es un movimiento de masas y el Partido Justicialista es sólo una herramienta electoral"
"La Doctrina Justicialista es humanista y cristiana"
"La columna vertebral del peronismo es el movimiento obrero organizado"
"El Movimiento Peronista es la organización nacional de masas que se estructura en cuatro ramas: política, sindical, femenina y de la juventud"
"Primero la Patria, después el Movimiento y por último los hombres"
"En la Nueva Argentina justicialista hay una sola clase de hombres, que son los que trabajan".
No creo necesario alargar este texto demostrando que la realidad social, económica y política actual de nuestra Patria y de nuestro Movimiento, consecuencia no sólo de la depredación de la dictadura sino también de 37 años de democracia, lo que incluye 22 años de gobiernos democráticos peronistas, es incompatible con estas realidades representativas de lo que fue el Movimiento Peronista.
Hoy, en cambio, el movimiento popular incluye a millones de compatriotas excluidos del sistema, desocupados crónicos en un país desindustrializado, cuyas organizaciones sociales de carácter gremial carecen de pertenencia política a un Movimiento Nacional como era el peronismo y cuyos referentes militantes son de una muy variada pertenencia político-organizativa.
Por otra parte, la organización de los militantes políticos del peronismo tiene una lógica básicamente electoralista que, además, suelen operar fuera del Partido Justicialista.
La clase trabajadora sindicalmente organizada en la CGT se ha reducido cuantitativa y cualitativamente, se ha dividido en varias centrales sindicales, sus obras sociales están en crisis y las 62 Organizaciones no tiene ninguna presencia política.
En suma, el movimiento popular hoy en día no es sinónimo del movimiento de las masas peronistas políticamente organizadas. No existe un movimiento popular políticamente organizado capaz de ser un motor político generador de propuestas estratégicas e impulsor de las transformaciones estructurales necesarias.
Esto plantea la necesidad y la obligación moral y política de construir una unidad programática transversal del movimiento popular entre dirigentes de diversos sectores, abarcando los espacios sociales y políticos que representan, por ejemplo, el Movimiento Evita, la Cámpora, los sindicatos, los intendentes del Gran Buenos Aires, los gobernadores, las organizaciones sociales o los pequeños empresarios.

Héctor Mango: El adiós de un barrio porteño, del club de sus amores y de la militancia Telefonica!!




El 20 de mayo nos llegó la noticia de su fallecimiento. Había nacido en la calle Berlín, en 1936. Formó parte de la creación de la Asociación Amigos de Parque Chas, con la que logró el reconocimiento oficial como barrio Nº 48 de la Ciudad de Buenos Aires (Ley 1907)  y el cambio de nomenclatura en la estación de subte de la línea B para que se denomine Avenida De los Incas-Parque Chas. Fue también un importante dirigente gremial. Recopiló durante toda su vida información sobre sus dos pasiones, Parque Chas y Almagro, club del que era socio vitalicio.

En el día de ayer, nos llegó la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido Héctor. A través de este este texto, el Portal de Parque Chas -que también es miembro de la Junta de Estudios Históricos del barrio- quiere rendir homenaje a un vecino que tuvo un rol protagónico durante varios años para que finalmente en 2005, Parque Chas recupere su condición de barrio oficial por Ley 1907 aprobada por la Legislatura porteña . Lo hizo como fundador de la Asociación Amigos y de la Junta de Estudios Históricos de nuestro barrio.
 En 1990, Héctor Mango formó parte del Taller de Historial Oral que funcionó en la Escuela Petronila Rodríguez, coordinado por la arquitecta e historiadora Magdalena Eggers. En esas reuniones, los vecinos relataban sus recuerdos e historias personales que giraban alrededor de Parque Chas
DIRGENTE SINDICAL EN FOETRA

Héctor Mango, fue también, un importante dirigente del gremio de los Telefónicos.
En 1958, comienza la normalización del sindicato, que se va a perfilar, desde entonces, como una organización de claro perfil combativo. Paralelamente se crea FOETRA- Buenos Aires, que comienza a tener un rol protagónico en las luchas telefónicas. Juan José Jonch, Agustín Cuello, Allan Díaz y Héctor Mango son algunos de los referentes de diez años de lucha en varios frentes. Por un lado, contra las dictaduras y los sucesivos intentos de romper la unidad del sindicato a través de organizaciones pretendidamente gremiales, manejadas por la patronal y destinadas a minar el espíritu de lucha de los trabajadores. Por el otro, son los trabajadores telefónicos protagonistas en el esfuerzo por conseguir el regreso de Perón y en los enfrentamientos internos de la CGT.
Fue Secretario General de Foetra, Adjunto de foetra nacional y su último cargo gremial hasta 1993 fue el de secretario de Asuntos Profesionales de Foeesitra…  
Por Fernando Belvedere


martes, 19 de mayo de 2020

“El Teletrabajo no es un beneficio, es una modalidad de trabajo” / Fabián Boccella - UPJET



“El Teletrabajo no es un beneficio, es una modalidad de trabajo” / Fabián Boccella - UPJET

El titular del sindicato de jerárquicos de telecomunicaciones, Fabián Boccella, remarcó que "el teletrabajo no es un beneficio, es una modalidad de trabajo" y pidió tener en cuenta su carácter "voluntario" en cualquier avance para regularlo.

La Unión del Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones (UPJET) es una organización sindical pionera en la modalidad de teletrabajo en Argentina. De hecho es de los primeros gremios en firmar convenios marco para que sus representados puedan optar por esa forma de prestar servicios.

"Lo primero que hay que tener en cuenta es el carácter voluntario del teletrabajo. No se puede estar forzado a teletrabajar", abre Fabián Boccella, secretario General de UPJET, ingeniero y especialista en Telecomunicaciones.
"El mundo del trabajo tiene dos grandes desafíos que en UPJET los hemos visto. Uno es regular el teletrabajo a través de una ley que anhelamos desde hace muchos años. Y por el otro lado la propuesta para el desarrollo de la industria de las telecomunicaciones en la Argentina. Si no hay redes no va a haber desarrollo y no se va a poder teletrabajar. Ambas cosas aportan a que se puedan desarrollar la revolución 4.0", señala el dirigente que forma parte de la Corriente Federal de Trabajadores.

Para Boccella hay un paso previo a una "buena implementación" del teletrabajo y es la regulación: "Primero el gremio a través de un convenio marco y luego los trabajadores a través de un contrato individual donde se lo proteja, porque debe ser un trabajador con los mismos derechos del convenio colectivo y los derechos sindicales", advierte.
"Hay que contemplar que el espacio de teletrabajo sea seguro, que la ART lo cubra y que se otorgue un plus por servicios, porque el trabajador paga los costos, agrega el gremialista en lo que son una tanda de cuestiones a tener en cuenta para lo que él mismo denomina "teletrabajo seguro y decente".

Uno de los puntos clave en la cuestión tiene que ver con la necesidad de generar un mecanismo que permita dar marcha atrás con la modalidad. Por eso para Boccella "Es importante la cláusula de reversibilidad para poder interrumpir la modalidad". Y sentencia: "El teletrabajo no es un beneficio, es una modalidad de trabajo".

Los jerárquicos telefónicos fueron de los primeros en hacerse eco de la necesidad de regular la modalidad. "Somos pioneros en Teletrabajo y desde 2009 suscribimos los primeros acuerdos marcos con la Dra. Viviana Diaz ex Coordinadora y Directora de Teletrabajo hasta 2015. A partir de ello comenzamos con la implementación en las empresas", recuerda Boccella

"El teletrabajo bien implementado es posible y bregamos por un teletrabajo seguro y decente. Esta crisis no está dando una oportunidad para eso" asegura el dirigente, y en base a su experiencia aconseja: "Nosotros recomendamos que no se teletrabaje más de 3 días a la semana porque es importante que socialice con sus compañeros para trabajar en equipo".
Por último Boccella recuerda que "hace unos días cumplimos un año de la inauguración del primer espacio de coworking sindical de la Argentina, hecho y evento que nos enorgullece".

http://www.lineasindical.com.ar/teletrabajo-beneficio-modalidad-trabajo-n-1603148.html

El gobierno Nacional congela los precios de telefonía fija y móvil, internet y de la tv paga





Durante la tarde de hoy el Poder Ejecutivo resolvió con acuerdo de las partes una serie de disposiciones para los servicios de telefonía móvil y fija, Internet y TV paga para suspender los aumentos de precios hasta el 31 de agosto de 2020, con el fin de alivianar la situación de los usuarios y usuarias afectados por la cuarentena

En relación a ello, se extenderá el beneficio “servicio reducido” que garantiza la conectividad de usuarios con sistema prepago de telefonía móvil e internet, y mantenimiento del precio hasta el 31 de octubre de 2020 (hoy vigente hasta el 31 de mayo por DNU Nº 426/2020)

Este acuerdo se suma a las medidas dispuestas por el gobierno nacional para garantizar la conectividad y el pleno acceso a la información necesaria de toda la ciudadanía, motivo por el cual tecnologías de la información y la comunicación (TIC) fueron declaradas una actividad esencial en el marco de la pandemia


Prohíben los despidos por otros 60 días



El Gobierno prorrogará por decreto la prohibición de despedir sin justa causa o bajo el pretexto de fuerza mayor en el marco de la pandemia de coronavirus. También incluye a las suspensiones por "falta o disminución de trabajo".

El Gobierno prorrogará por otros 60 días la prohibición que rige para las empresas de efectuar despidos sin justa causa, o bajo el pretexto de fuerza mayor, en el marco de la pandemia de coronavirus.
"En el contexto de la emergencia pública en materia económica, social y sanitaria, y con el objetivo de continuar implementando medidas dirigidas a mantener el ingreso y el empleo de la población, el gobierno nacional resolvió prorrogar la prohibición de efectuar despidos sin justa causa, y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor, por el plazo de 60 días", informó la Casa Rosada en un comunicado.

La medida incluye la "prohibición de efectuar suspensiones con las mismas causales, quedando exceptuadas aquellas que se efectúen en los términos del artículo 223 bis de la Ley de Contrato de Trabajo, es decir, las pactadas individual o colectivamente u homologadas por la autoridad de aplicación"

La medida original fue adoptada a través de un decreto a fines de marzo y vence el 31 de mayo, pero a pedido de la CGT y con la idea de mantener a toda costa la relación laboral, el gobierno nacional la extenderá hasta fines de julio.

La prohibición implica que en caso de despido se debe ir a juicio y el resultado será la reinstalación y el pago de salarios durante el tiempo que no se cobró. En el caso de los no registrados, la situación judicial es más difícil porque tendrán que demostrar el vínculo laboral.
Esto extiende a todos los trabajadores la situación de protección contra despidos que tienen delegados sindicales o la imposibilidad de despedir por razones de discriminación.El gobierno insiste en que la prioridad en el contexto de crisis económica es mantener la relación laboral, es decir, evitar despidos. Para cumplir ese objetivo, se pusieron en marcha un paquete de medidas.

Por un lado, el Estado nacional a través del programa ATP se ocupa de pagar alrededor del 50 por ciento de los salarios de los trabajadores del sector privado, al tiempo que redujeron las contribuciones patronales y pospuso el cobro de impuestos a los empresarios, junto a los créditos a tasa subsidiada.

Al mismo tiempo, el Ejecutivo aprobó el acuerdo entre la UIA y la CGT para pagar hasta el 75 por ciento del salario de los trabajadores que están suspendidos por las restricciones sanitarias. Con el levantamiento gradual de la cuarentena, se espera que aumenten las tensiones laborales.
El primer decreto de prohibición temporal de los despidos había sido firmado por el presidente Alberto Fernández el pasado 1 de abril, durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En él se explicaba que "en esta instancia corresponde tutelar en forma directa a los trabajadores y a las trabajadoras como correlato necesario a las medidas de apoyo y sostén para el funcionamiento de las empresas" y que "esta crisis excepcional conlleva la necesidad de adoptar medidas de idéntica índole asegurando a los trabajadores y a las trabajadoras que esta situación de emergencia no les hará perder sus puestos de trabajo, ya que el desempleo conlleva a la marginalidad de la población"

https://www.pagina12.com.ar/266724-prohiben-los-despidos-por-otros-60-dias

domingo, 17 de mayo de 2020

17 de Mayo: Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información




Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información


El 17 de mayo fue designado como el Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, donde realmente coinciden los dos eventos: el “Día Mundial de las Telecomunicaciones” y el “Día Mundial de la Sociedad de la Información” (World Information Society Day).

Desde el año 1968 la Unión Internacional de Telecomunicaciones determinó que el 17 de mayo de cada año se conmemore el aniversario de la firma del primer Convenio Telegráfico Internacional y el establecimiento de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), como Día Mundial de las Telecomunicaciones.

La Unión Internacional de Telecomunicaciones es el organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de regular las telecomunicaciones, a nivel internacional, entre las distintas administraciones y empresas operadoras.

En el año 2005, España propuso en la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) que se celebró en Túnez, solicitando a la Asamblea General de las Naciones Unidas el “Día Mundial de la Sociedad de la Información” y finalmente se fijó en el mes de marzo de ese año, la fecha 17 de mayo, coincidente con el “Día Mundial de las Telecomunicaciones”.

En noviembre de 2006, la Conferencia de Plenipotenciarios de la Unión Internacional de Telecomunicaciones reunida en Antalya (Turquía) decidió celebrar el 17 de mayo ambos eventos, el “Día Mundial de las Telecomunicaciones” y el “Día Mundial de la Sociedad de la Información”.

La celebración de la fecha contribuirá a que se conozcan mejor las posibilidades que pueden brindar Internet y otras tecnologías de la información y las comunicaciones a las sociedades y economías y las diferentes formas de reducir la brecha digital existente en el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones en el mundo, específicamente las Telecomunicaciones e Internet, y prepararon planes de acción y políticas para reducir dicha desigualdad.

En ese sentido, la Asamblea insta a los Estados miembros de las Naciones Unidas a construir una sociedad de la información centrada en las personas, integradora y orientada al desarrollo.
Grandes datos, gran impacto, son el resultado de las campañas realizadas, que se centran en la importancia que la disponibilidad de macrodatos tiene en el desarrollo.El objetivo es explorar las posibilidades para convertir datos imperfectos, complejos y a veces desestructurados en información que se pueda utilizar para tomar decisiones en el contexto del desarrollo.
El análisis avanzado de los datos disponibles puede ayudar a la toma de decisiones locales, regionales e internacionales, construyendo a la consecución de objetivos de Desarrollo Sostenible.

Fuente : Fundacion Marambio


sábado, 16 de mayo de 2020

Telecom Argentina: Renunció el presidente Alejandro Urricelqui



Dos días después de que reportara ganancias por $2.641 millones durante el primer trimestre del año, Telecom Argentina se quedó sin presidente.
Se trata de Alejandro Urricelqui, quien ocupaba ese cargo en representación de Cablevisión Holding, el principal accionista de la empresa local de telecomunicaciones.
Había asumido su cargo en enero del 2018, después de haber cumplido la misma función en Cablevisión hasta la fusión del operador de televisión por cable con Telecom Argentina.
Según acaba de informar la empresa, su reemplazante surgirá de lo que decidan los accionistas de la firma durante una asamblea que fue convocada para el próximo 21 de mayo.Quien lo suceda deberá continuar las negociaciones con el Gobierno para analizar la viabilidad de congelar los precios de todos los servicios que ofrecen las operadoras de telecomunicaciones hasta fin de año.
Las conversaciones se vienen dando en el seno del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), pero también se presentó un proyecto de ley en el Congreso que impulsa la diputada kirchnerista Fernanda Vallejos para mantener los valores fijos hasta diciembre próximo
Fuertes ganancias
Urricelqui deja la presidencia de la telco tras haber anunciado fuertes ganancias durante los primeros tres meses del año que representaron un aumento del 39,5% con respecto a los resultados del mismo período del año pasado.
En la actualidad, Telecom Argentina tiene 21,2 millones de clientes y entre enero y marzo generó ventas por servicios móviles cercanas a los $23.127 millones. Es decir, $1.160 millones más que las del primer trimestre del 2019.
Según la compañía, la estrategia comercial estuvo focalizada en impulsar la portabilidad móvil a través de ofertas convergentes y en incrementar el consumo de servicios de internet móvil de sus 18,8 millones de clientes que tiene Personal.
Sin embargo, parece no haber logrado el objetivo de manera total si se tiene en cuenta que en este período perdió 245.000 clientes.
En cuanto al servicio de internet móvil, sus ventas resultaron equivalentes al 78% de las ventas de servicios móviles en Argentina, con un ingreso promedio mensual por cliente (ARPU) de $352.
"A raíz del aislamiento social preventivo y obligatorio, la compañía trabajó para garantizar que sus clientes puedan estar comunicados y conectados en todo el país con una serie de beneficios en conectividad y entretenimiento, incluyendo gigas adicionales de manera gratuita para el segmento de pospagos, crédito extra para prepagos a través del servicio Recarga SOS, gigas extra para clientes del exterior, WhatsApp ilimitado y navegación de contenidos educativos sin consumir datos del celular", detalla la compañía en su informe de resultados enviado a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Con respecto a los servicios de televisión por cable, alcanzó ventas por $13.120 millones, que representaron una caída de $1.079 millones, con un número de abonados de casi 3,5 millones, que también es menor al de igual período del año pasado.
El ARPU en este segmento es de $1.250,6 por cliente y por mes, en el marco de un plan para seguir impulsando la incorporación de nuevos contenidos y coproducciones a su plataforma Flow.
En telefonía fija y datos, las ventas llegaron a $9.478 millones y fueron $702 millones menos que en el primer trimestre del 2019, con un ingreso promedio mensual facturado por usuario (ARBU) de telefonía fija de $487,3.
Mientras tanto, los ingresos por ventas de equipos alcanzaron un total de $3.203 millones, siendo $960 millones menores a las del año pasado, variación dada principalmente por una disminución en las cantidades que fue parcialmente compensada por un aumento en los precios de los equipos.
Margen de utilidad
Los costos operativos consolidados de Telecom Argentina fueron de $56.996 millones, un 3,5% menores, lo cual le permitió a la empresa generar un mayor margen de la utilidad de la explotación antes de depreciaciones y amortizaciones.
En cuanto a los resultados financieros, arrojaron una pérdida de $1.524 millones contra los $157 millones del primer trimestre del año pasado, con una deuda financiera neta que llega a los $134.098 millones, incrementándose en comparación al año pasado que fue de $106.179 millones.
"La compañía se encuentra analizando alternativas de refinanciación de sus vencimientos de deuda durante el 2021. El número de alternativas posibles, dependerá de lo que ocurra con la deuda soberana lo cual debería definirse en un futuro cercano", anticipa el informe.


Teletrabajo...


Cómo es vivir desempleado en Estados Unidos: un trance sin indemnización ni prepaga y con un subsidio que no siempre llega




La pandemia provocó una avalancha de desocupados, en un país donde los derechos laborales son muy escasos.

Juan Abarca tiene 19 años y apenas salió del secundario comenzó a trabajar de mozo en dos lugares del centro de Washington: un local de comida rápida de lunes a viernes y un bar los fines de semana. Cumplía horario desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche, y ganaba casi 15 dólares la hora, más las propinas. Pero hace más de un mes, por las restricciones impuestas por el coronavirus, los dos negocios cerraron y Juan se quedó sin trabajo.Por la pandemia, pasó de ganar unos 700 dólares por semana a no tener nada. "Por suerte todavía vivo con mis padres, que trabajan en una panadería y en tareas de limpieza por la tarde. Así que aún puedo comer”, dice a Clarín. “Cuando me despidieron me recomendaron que pidiera el seguro de desempleo y enseguida lo hice. Me inscribí online, pero pasó más de un mes y todavía no me depositaron nada", se lamenta. Mientras tanto, tampoco tiene seguro médico porque expiró con el despido.
El caso de Juan se repite a lo largo y a lo ancho de los Estados Unidos, particularmente en los estados más afectados y en las comunidades que se han mostrado más vulnerables a perder el trabajo: los latinos y los afroamericanos
Con una desocupación que se disparó en menos de dos meses de 3,5% al 14,7% actual, casi 37 millones de personas solicitaron un seguro de desempleo desde que comenzó la pandemia, se supo el jueves. Las solicitudes en los programas estatales fueron 2,98 millones en la última semana. Connecticut reportó la mayoría de los pedidos. Georgia, Florida, California y Nueva York también tuvieron más de 200.000 solicitudes.
Si bien los estadounidenses pueden solicitar beneficios a medida que pierden sus empleos o son suspendidos, no está claro cuántos realmente están recibiendo hoy esos fondos. Algunos estados han informado de demoras en las aprobaciones y pagos, mientras que muchas personas, después de fallas y demoras, no han recibido más información o beneficios. Como Juan, que aún espera.
Leticia Saucedo, profesora de Derecho en la University of California Davis, especializada en derecho laboral migratorio, explicó a Clarín cómo es el proceso para pedir el seguro de desempleo: “Hay que solicitarlo online al Departamento de Trabajo del estado donde uno vive y ellos verifican si el empleado trabajó en el negocio por la cantidad de tiempo que dice y si dejó de trabajar por el virus. Luego de este proceso de verificación, la persona recibe un porcentaje del salario en pagos por semana”.
El desempleado cobraría –por alrededor de 6 meses, según el estado--, aproximadamente un 80% de su sueldo, incluida la propina, con un tope de 600 dólares semanales.
Dada la excepcionalidad de la pandemia, el Congreso aprobó un paquete de medidas económicas de emergencia de 2 billones de dólares para varios sectores y que también destinó más fondos para el desempleo. Entonces la administración de Donald Trump anunció que sumaría 600 dólares semanales al subsidio estatal por al menos tres meses. Pero lo importante, resalta Saucedo, es que el gobierno federal también incluyó en ese beneficio a los contratados, que quedan excluidos del seguro estatal
Es clave porque en Estados Unidos hay muchos millones de contratados (alrededor del 20% de la fuerza laboral) que no son empleados, como por ejemplo los trabajadores agrícolas o los que manejan un Uber. Para ayudar a esas personas, el gobierno hizo un programa especial y reciben igual un beneficio federal, que son 600 dólares por semana”, señala. Esto tendrá vigencia hasta el 31 de julio.
Pero, además, gracias al paquete de emergencia aprobado por los legisladores, el gobierno otorgó 1.200 dólares a todos los estadounidenses que ganen menos de 100.000 dólares por año y que hayan pagado impuestos, tengan trabajo o no.
En resumen: cuando logren que le aprueben los trámites, un ex trabajador permanente como Juan recibirá 560 dólares por semana (el 80% de su sueldo más propina) por el seguro estatal, más una suma adicional de 600 dólares por semana del gobierno federal, más un pago extra de 1.200 dólares por única vez, al menos por ahora. Si Juan hubiera sido un contratado, sólo recibiría los 600 del gobierno federal más los 1.200.

Seguro médico

¿Qué sucede con el seguro de salud? El contratado no tiene seguro de salud, debe pagárselo por su cuenta. En el caso de los empleados, es un beneficio que puede existir si se lo da el empleador, porque en Estados Unidos no tiene obligación de hacerlo. Pero si lo tuviera, automáticamente lo pierde cuando es despedido. Recordemos que los derechos laborales aquí son muy escasos: por ejemplo, el empleador no está obligado a dar al trabajador vacaciones, ni licencia por maternidad o enfermedad, aunque muchos igualmente lo brindan. Tampoco existe indemnización por despido.
Para Laura Huizar, abogada experta en derecho laboral del National Employment Law Project, “las personas que tenían seguro de salud por su empleo, pero han perdido su trabajo, pueden mantener ese mismo seguro, quizás con un precio más bajo, a través el Obamacare (el plan de salud que se aprobó durante la gestión de Barack Obama) o Medicaid (programa para los que tienen bajos recursos)”, según dijo a Clarín. Pero en todo caso deben ellos afrontar el costo.

Latinos y negros, los más afectados

Las comunidades más afectadas por el desempleo son las de latinos y los afroamericanos. Si bien el desempleo a nivel nacional es de 14,7%, "el 18,6% de los trabajadores latinos, o casi uno de cada cinco, han perdido su empleo. Y eso que esta cifra no refleja la realidad completa porque no incluye a trabajadores a tiempo parcial", dice Huizar. Para la experta, hay varias razones para este fenómeno como el racismo estructural, la segregación ocupacional y la falta de sindicatos en muchas industrias.
Además, "los trabajadores latinos y trabajadores de color representan un número desproporcionado de trabajadores en industrias que han cerrado sus operaciones a causa de la pandemia como la construcción, la hostelería, los servicios de limpieza y el trabajo doméstico. Además, sólo el 16% de trabajadores latinos pueden trabajar desde su casa, en comparación con el 30% de trabajadores blancos, según el Departamento de Trabajo".
Huizar señala también que los latinos representan “porciones desproporcionadas” en industrias que son esenciales para la economía pero en las que hay una falta de salarios justos, beneficios, y protecciones importantes. Por ejemplo, representan más de la mitad de trabajadores agrícolas; casi el 40% de los trabajadores de la producción de alimentos; el 29% de los asistentes médicos y el 20% de los trabajadores de supermercado
“En estos trabajos esenciales hay una falta enorme de protecciones laborales y el gobierno federal actual se preocupa más por la protección de empresas y empresarios que por la protección de trabajadores que están enfrentando un riesgo mayor frente al coronavirus", añade.
La experta también apunta un riesgo a futuro: "No sabemos exactamente qué sucederá cuando muchos trabajadores no quieran regresar a su empleo porque su empleador no ha tomado medidas para protegerlos. Es posible que no sean elegibles para subsidios de desempleo".
Washington, corresponsal / Paula Lugones 

Basta de Presiones / Sitratel Rosario


viernes, 15 de mayo de 2020

El Indec comunicó que la INFLACIÓN de abril fue del 1,5%...


Este jueves el INDEC comunicó que la inflación de abril fue del 1,5%, su nivel más bajo desde diciembre de 2017. Sin embargo, las dificultades del instituto para llevar a cabo el relevamiento de manera presencial y la inexistencia de precios en sectores paralizados por la cuarentena reflejaron una pérdida de precisión a la hora de realizar las mediciones.

La mayoría de los economistas coincide en que las complicaciones metodológicas para construir el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la influencia de los precios regulados por el Gobierno fueron los principales factores explicativos de la merma en la suba de precios. Ambas situaciones sucedieron en un contexto de profunda caída en la actividad y de la demanda, que quitó un argumento a la hora de convalidar incrementos.