PER SALTUM: la Corte Suprema suspendió la decisión del Senado El Máximo Tribunal aceptó el recurso planteado por los camaristas que quieren evitar la decisión del Consejo de la Magistratura de revisar los traslados a sus cargos actuales.
PER SALTUM: la Corte Suprema suspendió la decisión del Senado El Máximo Tribunal aceptó el recurso planteado por los camaristas que quieren evitar la decisión del Consejo de la Magistratura de revisar los traslados a sus cargos actuales.
Instaurado por la Organización de las Naciones Unidas
(ONU) desde 2014, cada 26 de septiembre se celebra el Día Internacional para la
Eliminación Total de las Armas Nucleares con el fin de aumentar la conciencia
pública sobre los beneficios de la eliminación de las mismas. ¿Quiénes están
más armados?
El Día Internacional para la
Eliminación Total de las Armas Nucleares se celebra cada 26 de septiembre,
según fue declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 5 de
diciembre del 2013. El objetivo de esta fecha es aumentar la conciencia pública
sobre los beneficios de la eliminación de todas las armas nucleares,
reafirmando el compromiso de un desarme nuclear global.
Un arma nuclear es un
dispositivo que libera de repente una gran cantidad de energía en forma de una
explosión nuclear. Son las armas con mayor poder destructivo que se han creado
en la historia de la humanidad. Además de una explosión cuyo radio de acción
puede alcanzar centenares de kilómetros, producen contaminación radiactiva que
dejan la gente muy enferma, al borde de la muerte.
La primera vez que la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) abordó el tema del desarme nuclear
fue en la primera resolución emitida por la Asamblea General de ese organismo
en el año 1946, y de ahí en más, el tema es uno de los puntos centrales en las
reuniones que se llevan a cabo una vez por año.
Armados hasta los dientes
Si bien los datos sobre la
cantidad de armas nucleares con las que cuentan los países difiere de acuerdo a
las fuentes consultadas, de acuerdo con un reciente informe dado a conocer por
Nuclear Threat Initiative, una entidad pública estadounidense fundada por Ted
Turner y Sam Nunn, actualmente existen más de 14.500 armas nucleares a nivel
mundial.
Según el documento, estos son los 8 países con mayor
cantidad de armas nucleares confirmadas del mundo:
Estados Unidos:
3.822 cabezas (ojivas) nucleares.
Rusia: 1.444
cabezas en 527 misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM) y ojivas
designadas para bombarderos pesados.
China: 290
cabezas nucleares y cerca de unos 90 misiles balísticos intercontinentales con
capacidad nuclear (ICBM).
Francia:
cerca de 290 cabezas nucleares.
Reino Unido:
aproximadamente 225 cabezas nucleares estratégicas.
India: entre 130
y 140 cabezas nucleares.
Pakistán:
entre 90 y 110 cabezas nucleares.
Corea del Norte: si bien solo posee 10 cabezas
nucleares, es el país que representa el
mayor riesgo
Un recorrido por la historia de esta emblemática organización que es también la historia de la conquista de derechos laborales y sociales. Una fecha para recordar que el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional nos señala el camino
El 27 de septiembre de
Corriendo el año 1943, la CGT
sufriría una división en CGT 1 y CGT 2. Pero algo mucho más trascendente estaba
en ciernes. El proceso de industrialización que se dio en la Argentina como
consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, ante la necesidad de sustituir los
productos que dejaron de importarse por efecto de la conflagración
internacional, produjo un crecimiento abrumador del número de trabajadores
industriales con el consiguiente auge de la afiliación y crecimiento de las
organizaciones sindicales.
Ese cambio social fue
percibido por Juan Domingo Perón, que por entonces ocupaba estratégicamente la
Secretaría de Trabajo y Previsión. Desde ese lugar impulsó el otorgamiento de
derechos harto reclamados por los trabajadores durante décadas. La comunicación
con las dirigencias obreras era permanente, algo inédito hasta entonces en la
vida institucional. Ese crecimiento social preocupó a poderosos intereses, por
lo que desde sectores del propio gobierno se presionó para desplazar a Perón.
No sólo lo sacaron, sino que lo detuvieron, el 9 de Octubre de 1945.
La reacción popular no se
hizo esperar y el 17 de octubre significó una bisagra fundamental en la
historia argentina. Los trabajadores organizados en sindicatos, federaciones y
en la CGT dejaron de ser meros espectadores de la realidad nacional y se
convirtieron en protagonistas políticos de la Argentina. Hay quienes afirman,
criterio que comparto, que los trabajadores ese 17 de octubre dieron nacimiento
al Peronismo y eligieron a Perón como conductor de ese Proyecto de Nación que
él les venía inculcando.
A partir de entonces, la CGT
como central única y el sindicato único por rama constituirían la base del
modelo sindical argentino y, por ende, el fundamento y garante de la
instauración y vigencia de los derechos laborales y sociales de los
trabajadores argentinos. La CGT tuvo activa participación en la elaboración de
los planes quinquenales y el avance en la dignificación de los trabajadores se
extendió a la infancia, a la familia y a los ancianos. El país se desarrollaba
armónicamente a la par que aumentaba el bienestar de todos los argentinos.
En 1947 se dictan los
derechos del trabajador y Perón transforma a la CGT en custodia futura de los
mismos, responsabilidad que ha cumplido en mayor o menor medida de acuerdo a
las distintas coyunturas y condicionamientos.
En 1951 la CGT impulsó sin
éxito a Evita como vicepresidente de la Nación; con ella los trabajadores
mantenían una relación privilegiada. Entre los inconmensurables gestos de Eva
Perón hacia los trabajadores, está la donación a la CGT del edificio de la
calle Azopardo -su sede desde entonces- que era propiedad de la Fundación. Y
tal vez el hecho más importante: que ella eligiera compartir la Eternidad junto
a los trabajadores, razón por la que en CGT fue depositado el féretro con sus
restos, donde descansaron hasta que fueron secuestrados por la Fusiladora en
1955.
La emergencia de la sequía
bianual que soportó el país, encontró a la CGT participando activamente junto a
la CGE del Congreso de la Productividad, que, en 1953 reordenó equitativamente
la economía y la salida de la crisis.
Pero también serán los
trabajadores los que pagarán con sangre su compromiso con el Gobierno que los
había dignificado y hecho protagonistas de la vida nacional. Los atentados
terroristas de abril de 1953: las bombas en el subte de Plaza de Mayo que
dejaron numerosos muertos -si hubieran explotado todas las plantadas, el saldo
hubiera sido inmensamente mayor- y el bombardeo a la Plaza de Mayo y a la CGT,
el 16 de junio de 1955 que dejó centenares de muertos, marcaron la llegada de
la violencia política al país. A eso se suma, en septiembre de 1955 el
bombardeo de la flota naval a la ciudad de Mar del Plata y la amenaza de
extenderlo a La Plata y Buenos Aires, con la participación de potencias extranjeras
que aprovisionaron a la flota golpista en alta Mar, lo que determinó la
decisión de Perón de abandonar el país, para evitar una guerra civil.
Instaurada la dictadura, como
en todas las que siguieron, la CGT fue intervenida y también la mayoría de los
sindicatos, al tiempo que sus dirigentes eran encarcelados. En los 18 años que
siguieron de proscripción del Peronismo, la CGT y los trabajadores lucharon
junto con todo el Peronismo por el regreso del General Perón, que no era ni más
ni menos que la voluntad mayoritaria de los argentinos. La CGT en ese período
impulsó sus Programas Históricos, que representaban el modelo de país que
reivindicaban los trabajadores: La Falda (1957) y Huerta Grande (1962),
antecedentes de los 26 Puntos de la CGT de 1986 y de los 21 Puntos de la CGT de
octubre de 2012.
Durante esos años se
intercalaron gobiernos débiles, surgidos de las proscripciones al peronismo,
impuestas por el poder militar y las dictaduras. La Argentina detuvo su
desarrollo económico y social y se deterioró el nivel de vida de los ciudadanos
por aplicación de políticas liberales. En ese período la CGT supo de divisiones
surgidas por la posición frente a los gobiernos de turno que debilitaron y,
hasta se podría decir que retrasaron el regreso de Perón a la Patria. Fue a
partir de la asunción de José Ignacio Rucci como secretario General que se
fortaleció la lucha por el retorno del General.
Con el regreso de Perón en
1972, la CGT volvió a estar unida y fue protagonista del Gobierno surgido de
elecciones libres. La participación en el Plan Trienal y la firma del Pacto
Social con el sector empresario fueron clara expresión del diálogo tripartito
en la más alta esfera de decisión de los destinos de la Nación.
No es casual que con una CGT
unida y un Gobierno que recuperó el control del ahorro nacional (a través de la
nacionalización de los depósitos y las reformas a la Carta Orgánica del Banco
Central), y avanzó hacia un mayor control del comercio exterior (garantizando
precio sostén a los productores y sacando provecho de las exportaciones para
que ese beneficio motorizara el desarrollo nacional), en poco más de un año, la
participación de los asalariados en la renta nacional, pasara del 31 al 47% y
el salario real a fines de 1974 alcanzara el nivel más alto en la historia
Argentina (hoy estamos a años luz de acercarnos a él). Tampoco que se
sancionara la ley 20.744 de Contrato de Trabajo, ejemplo mundial, entonces, en
la protección de los derechos del traajador.
El magnicidio del Secretario
General de la CGT José Ignacio Rucci a sólo 2 días del triunfo de la fórmula
Perón-Perón fue, además de un acto de terrorismo, un golpe a Perón y, con ello,
a las esperanzas del Pueblo argentino de afianzar el camino hacia la concreción
del Proyecto Nacional.
El enfrentamiento entre
facciones extremas del movimiento tiñó el panorama político y ocultó el
verdadero boicot, que fue el llevado adelante por los sectores más concentrados
y transnacionales que, con la complicidad de potencias extranjeras, aislaron a
la Argentina en Sudamérica y buscaron neutralizar todas las medidas económicas
tomadas por el Gobierno de Perón (hechos que él mismo denunciara en el discurso
de la mañana del 12 de junio de 1974) y luego de su muerte, por el de Isabel
Perón.
En esas horas aciagas, la CGT
fue sostén del orden constitucional y de Isabel Perón, aunque a partir de la
muerte del General en 1974, la suerte del Gobierno estaba echada. Al fracasar
el intento de hacer renunciar a Isabel a la Presidencia (la licencia forzada en
1975), los militares precipitaron la decisión del Golpe que dieron el 24 de
marzo de 1976.
No fue un golpe más. Esa
dictadura genocida pretendió destruir la Argentina con que San Martín soñó y
que había realizado Perón. Por eso el Plan Martínez de Hoz incentivó el saqueo
del país, el endeudamiento externo y, para ese fin ejecutó la sangrienta
persecución al movimiento obrero organizado. Prohibida la CGT, intervenidos los
sindicatos, los trabajadores organizados llevaron adelante una heroica
resistencia y ofrendaron en la lucha por la recuperación de la democracia, la
mayor parte de las víctimas de esa brutal represión: muertos, desaparecidos,
encarcelados, torturados, cesanteados, ya sean dirigentes, delegados o
militantes. Toda esa barbarie no detuvo la resistencia que se expresó en miles
de medidas de fuerza a lo largo de todo el oscuro período. Al tiempo del
resonante Paro General del 27 de abril de 1979, ya se habían contabilizado más
de 260 actos de resistencia sindical (paro de gremios, de empresas, de
regionales de CGT, etc).
Desde entonces se incrementó
la lucha, fracasando los intentos de la dictadura de “inventar” una dirigencia
sindical amiga. La CGT recuperada, bajo la conducción de Saúl Ubaldini fue el
estandarte de la última etapa de esa Resistencia y puente para el regreso a la
democracia.
La vuelta a la democracia en
1983 devolvió a los argentinos los derechos civiles y políticos. Pero a los
trabajadores no se les devolvió ninguno de los derechos conculcados por la
dictadura. Es más, el gobierno constitucional de Alfonsín, tal vez condicionado
por las debilidades de la reinstauración democrática y las imposiciones de
poderes transnacionales (las mismas que lo llevaron a convalidar una deuda
externa fraudulenta a poco de intentar un club de deudores para impugnarla),
pretendió atacar al modelo sindical argentino, como si los trabajadores
organizados fueran los causantes de los problemas del país. Ese fracaso
legislativo, posible porque el movimiento sindical tenía un importante
representación parlamentaria, tuvo consecuencias importantes: enfrentó al
Gobierno con el movimiento sindical (con la CGT) innecesariamente, cuando ambos
deberían haber estado asociados en la reconstrucción del país. También definió
el nuevo esquema parlamentario argentino futuro: la representación sindical
iría disminuyendo hasta ser hoy meramente testimonial, incluso, en la expresión
electoral del movimiento peronista. Sin que esa disminución haya mejorado la
realidad del país sino todo lo contrario.
La fractura de la CGT
generada al asumir el gobierno de Carlos Menem aceleró el debilitamiento del
movimiento sindical, y el vaivén entre sus reunificaciones y sus fracturas
definen a las claras la situación actual. La Argentina no ha podido recuperar
los niveles de justicia social, los trabajadores activos y pasivos han ido
perdiendo paso a paso derechos y, el número de excluidos por la sociedad del
“descarte” crece angustiosamente. Las divisiones en el sindicalismo evidencian
por un lado el accionar de los poderes constituidos y sus gerentes locales que
buscan atentar contra el modelo sindical y debilitar la protección de los
trabajadores. Pero también desnuda un fenómeno que se percibe en todo el
espectro dirigencial argentino, pero que duele más que se dé en lo sindical:
las apetencias personales. En el pasado, nadie osaba, por más diferencias que
tuviera con sus conducciones, crear y dividir a sus gremios (un ejemplo fue el
dirigente clasista de Luz y Fuerza Córdoba, Agustín Tosco, crítico de la
conducción de su Federación pero que jamás intentó dividir a la misma).
A partir de los 90 el “divide
y reinarás” de los romanos, caló hondo en muchos dirigentes que pensando (o no)
que lo hacían en defensa de sus trabajadores terminaban siendo funcionales a
los poderes políticos y económicos que buscaban medrar con los derechos de los
mismos. Con la CGT pasa algo parecido. Todos hablan de unidad y pocos trabajan
para lograrla. Muchos repiten el apotegma primero la Patria, pero primero
piensan en sí mismos.
Hoy es difícil encontrar
algún trabajador que no reclame esa unidad, imbuidos no sólo de una experiencia
histórica sino de la sabiduría criolla de “si entre hermanos se pelean, los
devoran los de afuera”.
Este es un momento crucial
para la Patria. Perón nos enseñó en 1946 que las crisis mundiales eran oportunidades
si entendíamos al mundo que teníamos enfrente y veíamos qué papel podía jugar
en él nuestro país. El Papa Francisco nos acaba de recordar en su mensaje a la
ONU que “de las crisis se sale mejor o, se sale peor”. Hace falta patriotismo
en los dirigentes y conductas ejemplares.
Perón el 17 de Octubre de
1945 señalaba el camino cuando nos decía “Únanse trabajadores porque detrás de
la unidad del movimiento obrero, construiremos la unidad de todo el Pueblo
Argentino”. Hoy con más de 40% de pobres, con tantos desocupados y
precarizados, en una Patria saqueada donde los que más ganan son los que
especulan , no queda sino reclamar actitudes patrióticas a los dirigentes.
El camino debe ser uno: la
UNIDAD para defender a los trabajadores, para crear trabajo, para recuperar el
bienestar de las familias, para unir a los argentinos, para no resignarnos,
para saber que la sangre que ofrendaron Rucci y tantos mártires no fue en vano
y recordar que el Modelo Argentino para el Proyecto Nacional nos señala el camino.
Compañeras y compañeros: ¡ 90
años cumple la CGT! hagamos honor a su historia. ¡Los trabajadores y la Patria
nos lo demandan!
*** Por Julio Piumato: Secretario General de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación y Secretario de DDHH de la CGT
Refinanció los vencimientos de 2020 y 2021 de préstamos con la CFI y el BID. Explicó que, como son agencias multilaterales de crédito, no están alcanzados por el súper cepo, sino que lo hizo para priorizar sus desembolsos. El programa, que preveía u$s 500 millones este año, estuvo en revisión tras la declaración de Internet, TV por cable y telefonía celular como servicios esenciales. Tras el canje de deuda, la empresa ya redujo en u$s 690 millones sus vencimientos del año próximo, que ahora suman u$s 350 millones
Telecom refinanció u$s 329,3 millones en vencimientos de préstamos que debía pagarle a la Corporación Financiera Internacional (CFI) y al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en lo que resta de 2020 y a lo largo de 2021. Además, pre-canceló u$s 40 millones del monto total pendiente de esos créditos.
Dado que se trata de compromisos con agencias multilaterales de crédito, no están alcanzados por las restricciones cambiarias que implementó el Banco Central para que las empresas argentinas puedan cumplir con sus pagos en el exterior, aclaró la operadora de telecomunicaciones, en notas enviadas a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Así, en los últimos dos meses, la empresa ya redujo en u$s 690 millones su deuda financiera de corto plazo. Ahora, los vencimientos previstos para 2021 totalizan u$s 350 millones.
Las gestiones con la CFI y el BID habían comenzado ni bien Telecom cerró, a inicios de agosto, un canje de obligaciones negociables (ON) que tuvo una aceptación del 78%. En ambos casos, el objetivo fue descomprimir la presión de corto plazo sobre su caja para poder seguir con su programa de inversiones, de u$s 5000 millones, lanzado en 2018, y del que ejecutó más de u$s 3500 millones en los últimos tres años para potenciar la infraestructura y reconvertir sus sistemas.
"Gracias a esa inversión, nuestras redes pudieron gestionar exitosamente el incremento de tráfico exponencial registrado durante los últimos cinco meses y dar continuidad a los servicios para nuestros más de 29 millones de clientes", indicaron fuentes de la compañía.
"Dado el contexto, la sociedad ha decidido priorizar los fondos para su plan de inversiones", explicó Telecom ahora, en las notas de anuncio de sus más recientes reperfilamientos.
Así, la compañía también envió otra señal al mercado. Un mes atrás, cuando el Gobierno declaró a la telefonía celular, la provisión de acceso a Internet y la televisión por cable como servicios esenciales, el CEO de Telecom, Roberto Nobile, anticipó que esa inesperada decisión obligaría a revisar su programa de desembolsos. El 19 de agosto, en el call de resultados del primer semestre, el ejecutivo le había explicado a sus inversores que el canje de ON cerrado a inicios de ese mes le había liberado caja para invertir unos u$s 500 millones este año. En la noche del viernes 21, 48 horas después de ese anuncio, Alberto Fernández firmó el decreto de necesidad y urgencia por el cual las telcos quedaron sometidas al control estatal.
En ese mismo call, Nobile –un ex Clarín que asumió su cargo en enero– y su CFO, Gabriel Blasi, anticiparon que habían iniciado conversaciones, tanto con los organismos multilaterales como con los bancos privados, para lograr condiciones de refinanciación similares a las conseguidas con sus tenedores de bonos.
La incertidumbre que provocó sobre el flujo de caja de Telecom la declaración como "servicio esencial" de las prestaciones que justifican casi el 100% de su facturación hizo que la reacción inicial de los bancos fuera interrumpir esas charlas.
Por lo pronto, TECO informó que efectivizó la refinanciación de cuatro préstamos. Dos son con la CFI. Uno, de hasta u$s 400 millones, tomado por su controlada –luego, absorbida– Telecom Personal, en octubre de 2016. El otro se firmó en marzo de 2019, por hasta u$s 450 millones.
Ambas partes acordaron modificar el esquema de amortización de los u$s 188,3 millones a vencer en 2021. Difirieron el 85% a un plazo entre 24 y 48 meses, con una pre-cancelación del 15% por más de u$s 28,25 millones.
En tanto, con el BID –y su banco de desarrollo, IDB Invest–, contrajo una financiación de hasta u$s 100 millones en 2017 y una de u$s 300 millones, en mayo de 2019. El 85% de los u$s 79 millones de capital a pagar en 2020 y 2021 se postergaron a entre 24 y 66 meses. Telecom pagó más de u$s 11,77 millones, como pre-cancelación del 15% restante.
Al 30 de junio de este año, Telecom registraba 23.515 empleados y 28 millones de clientes, entre sus servicios de telefonía fija, celular (Personal), televisión por cable (Cablevisión) e Internet (Fibertel). Al cabo del primer semestre, facturó $ 131.158 millones, un 1,4% menos que en la primera mitad de 2019. Su utilidad neta, $ 1961 millones, fue 79,9% inferior, principalmente, por el impacto de una mayor devaluación del peso en sus resultados.
En paralelo con esfuerzos de reducción de costos operativos que se acentuaron durante la pandemia de coronavirus –en el primer semestre, elevó su margen operativo al 37%, contra 34% de un año atrás–, Telecom trabajó en el alivio de su carga financiera, un stock de deuda que totalizó u$s 2600 millones al 30 de junio.
Un hito importante fue el canje de ON, con el cual difirió, a 2025, u$s 362,17 millones que vencían en marzo de 2021. Le ofreció a sus acreedores un cupón de 8,5%, más un pago en efectivo del 32%, por títulos cuya tasa era del 6,5% anual, lo que llevó a u$s 388,87 millones el monto a pagar en marzo de 2025.
El siguiente paso, habían adelantado Nobile y Blasi en el call de resultados, era la negociación con sus otros acreedores. Entre fines de 2018 y el primer trimestre de este año, la empresa recibió préstamos bancarios por unos u$s 1450 millones, entre entidades privadas y agencias multilaterales.
Además de la incertidumbre que puso sobre la industria la declaración de servicio esencial –la agencia Moody's rebajó su nota crediticia y la puso en "perspectiva negativa"–, la negociación con los bancos privados del exterior estará afectada por las últimas decisiones del Banco Central.
Cuando anunció el súper cepo, la entidad también les exigió a las empresas que deban pagar deuda afuera entre el 15 de octubre y el 31 de diciembre elaboraran un plan de refinanciación, con el detalle de sus compromisos de capital. Aclaró que, en función de eso, accederán sólo al 40% de lo que necesiten, con un límite mensual de u$s 1 millón.
Fuente: https://www.cronista.com/apertura-negocio/empresas/Telecom-reperfila-us-330-millones-para-reanimar-su-plan-de-inversiones-20200923-0012.htmlDecreto 761/2020: Prohibición de despidos y suspensiones. Prórroga.
Con el impacto de los datos de caída
del empleo y el aumento del desempleo que este miércoles informó el INDEC, el
gabinete económico y social decidió prorrogar
por otros 60 días la prohibición de suspensiones y
despidos sin justa causa por falta o disminución de trabajo y fuerza mayor.
La decisión se tomó
este miércoles porque el sábado
27 vence la última prórroga por 60 días ordenada por el
Gobierno. En los primeros minutos del jueves se publicó en el Boletín
Oficial un nuevo decreto de
necesidad y urgencia (DNU) con la extensión de la medida.
La prohibición de suspensiones y
despidos fue decretada inicialmente el 31 de marzo por 60 días por medio del DNU
329/2020 y luego ampliada otros 60 días a través del DNU 487/2020. Y el DNU
624/2020 otros 60 días, hasta el 27 de septiembre, inclusive.
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/235299/20200924
https://drive.google.com/file/d/1qooCgEn2roh7PaUFz7GUUvZms9ztr2bL/view
https://www.facebook.com/SoyTelefonico/videos/649280586000883/
file:///C:/Users/lenovo%20g31t-lm/Desktop/CONVERSACIONES%20EN%20LINEA%20-%2023092020.mp3
"conmemorar y recordar al dirigente gremial José Ignacio Rucci, al cumplirse el próximo 25 de septiembre el 47 aniversario de su brutal asesinato".
Para no
ser pobre, una familia tipo necesitó $45.478
Una
familia tipo de
cuatro miembros necesitó en agosto ingresos mínimos por $18.792 para no se indigente, un 2,6% más que en julio.
La Canasta
Básica de Total (que mide si se es pobre o no) aumentó en el 37,8% en la
comparación agosto 2019-agosto 2020.
Para no
caer en la pobreza, una familia tipo de cuatro miembros (dos adultos y dos niños) debió tener ingresos en agosto por $45.478
y, para no ser indigente, tuvo ganar $18.792, según informó hoy el Instituto
Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC).
La Canasta Básica Alimentaría (CBA, que determina el
ingreso mínimo para no caer en la indigencia) subió en agosto 2,6% respecto a
julio y un 41,7% en la comparación interanual.
La Canasta Básica Total (CBT), que marca el nivel de
pobreza, aumentó el mes pasado 2,1% en
comparación a julio de 2020 y de 37,8% respecto de agosto de 2019.
La CBA para un adulto fue de $6.082, mientras que la
CBT también para un adulto alcanzó a $14.718.
La Canasta Básica Alimentaria para una familia
integrada por tres miembros (una mujer de 35 años, un hijo de 18 y una madre de
61) ascendió a $14.961. Una familia de cuatro miembros (un varón de 35 años,
una mujer de 31, un hijo de 6 y una hija de 8), tuvo que tener ingresos por $18.796.
Y un grupo familiar de cinco personas (un varón y una mujer de 30 años y tres
hijos de 5, 3 y un año), debió ganar $19.765.
La CBT para un grupo familiar de tres personas (de
iguales características que para la CBA) necesitó ingresos por $36.206. Una familia de 4 miembros, $45.478, y
una de cinco integrantes, $47.832.
Fuente: indec
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/canasta_09_20441EFD2654.pdf