jueves, 12 de noviembre de 2020
miércoles, 11 de noviembre de 2020
La CGT se retoba y le pide al Presidente que no toque ni a los pobres, ni a los jubilados
Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=171803777909549&set=gm.3832159913485581&type=3&theater&ifg=1
martes, 10 de noviembre de 2020
10 de Noviembre : DÍA de la TRADICIÓN (Martín Fierro - Libro disponible)
Hoy recordamos al gran escritor y político argentino Don José HERNÁNDEZ quien con su pluma descarnada describiera sabia y didácticamente la vida del criollo argentino marginado y perseguido por su mera condición de hijo de esta tierra, para reducirlos a un mero escarnio de la historia iluminista.
El tema no da para dos párrafos escuetos por
eso, adjunto el link donde podrán leer on line el Martín Fierro o bajarlo en sus escritorios.
El día de la tradición es el reconocimiento a la
identidad argentina,
a través de uno de los personajes más
representativos del ser nacional, José Hernández, quien puso todo su empeño en
defender a sus paisanos de las injusticias que se cometieron contra ellos.
El Día de la Tradición se celebra el 10 de
noviembre, día que nació el escritor José Hernández, defensor del arquetípico
gaucho y autor del inmortal “Martín Fierro”, obra cumbre de la literatura
gauchesca; fecha establecida por ley promulgada el 18 de agosto de 1939
Y dejo rodar
la bola,
Que algún día se ha de parar...
Tiene el gaucho que aguantar
Hasta que lo trague el hoyo,
O hasta que venga algún criollo
En esta tierra a mandar.
…………………..
MARTÍN FIERRO
Libro Disponible:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/hernandez_jose_-_el_gaucho_martin_fierro.pdf
domingo, 8 de noviembre de 2020
El verdadero dilema de las REDES SOCIALES: cuánto nos manipulan, cuánto nos dividen, cuánto nos reflejan ***
Un documental de Netflix impulsó el debate. Dice que separan a las familias, nos radicalizan y usan nuestros datos. ¿Y si tan solo desnudan nuestros modos de ser?
"Nada extraordinario llega a la vida de los mortales separado de la desgracia", dice el documental, como para arrancar "en clima". Desgracia, dice. Y el documental se llama El dilema de las redes sociales Ponga el título al lado de la advertencia. Listo.
Un éxito fue -es- el documental, dirigido por Jeff Orlowski, que emite Netflix. No es para menos. Se trata de gente "del riñón" de empresas como Facebook, Twitter, Google e Instagram, que se "arrepintieron" y se paran frente a la cámara a contarlo. Uno termina de verlo y se iría derecho a desinstalar cualquier red social del teléfono. Pero ¿es para tanto?
"Me fui de Google por inquietudes éticas, no sólo con Google", dice Tristan Harris, ex diseñador ético -¿?- de la compañía. "Me sentía adicto al correo electrónico y me sorprendía que no hubiera nadie en Gmail que trabajara para hacerlo menos adictivo", explicará más tarde.
¿En serio lo sorprendió eso? Parece que sí. Otro de los entrevistados se confiesa: "Pensé que era una fuerza para el bien".
Pero no era una fuerza para el bien, según el documental. A lo largo del film nos dirán que somos "adictos a los dispositivos", que hay jóvenes con "trastornos dismórficos" de Snapchat, que se quieren parecer a sus imágenes en la red; que vivimos un "capitalismo de vigilancia", que estamos en la desinformación y, claro, que la democracia está en peligro. Familias que se ignoran -todo el día con el teléfono-, fotos que circulan no se sabe por dónde, soledad, radicalización política, manipulación y de la intimidad, ni rastros. Eso muestra el documental. ¿Tiramos el teléfono al río?
"Si vamos a hacer teorías conspirativas, yo vengo observando un contramovimiento de ciertos sectores para demonizar las tecnologías", arranca Adriana Amado, doctora en Ciencias Sociales y analista en Comunicación. "No creo esa mirada que unos cerebros se sientan a ver cómo nos pueden joder la vida y entonces inventan Facebook. La sociedad también fue impulsando esas tecnologías de la conversación. ¿El botón 'Me gusta' cambió a la humanidad, o los cambios que ya venía haciendo la humanidad propiciaron el 'Me gusta'?"
Y aunque Amado y ella no llegarán a las mismas conclusiones, la investigadora Lila Luchessi, doctora en Ciencias Políticas, también lo toma con pinzas: "Es un cuco extraño porque manipula a todos menos a mí; todos creemos que los demás son manipulables menos nosotros mismos.
¿Separan a las familias?
Se sabe: una tiene ese primo al que quiere tanto. El primo pone fotos de la vacaciones de la infancia, la sombrilla en Gesell. Después sus hijos, los gatitos. Un día, una posición política que es un cachetazo. Esa contra la que peleamos. ¿Cómo vamos al próximo cumpleaños?
"Esa es la verdadera crisis", dice Amado. "Que todo lo comunicamos, todos publicamos nuestras cosas y eso hace que se develen diferencias. Y ahí se cae el gran mito del siglo XIX: la familia como estructura básica. Ahora te das cuenta que tu afinidad está más en un grupo de extraños que con la gente conocida".
Pero, ¿y si quiero seguir hablando de Gesell? "Lo que vos likeas es lo que te viene", dice Amado. "Si le das "me gusta" a las noticias te va a venir esa noticias aunque vos no coincidas. Si le das a las fotos, Facebook te va a mostrar fotos de esa persona. Las redes están trabajando mucho en esa depuración, ya depuraron cuentas falsas, publicidad política..."
Amado cree que se culpa a las redes de problemas de otro orden. "Me pasó con una amiga que descubrió que el chico estaba en un chat de suicidas y la pregunta es: ¿era el chat o la cuarentena, que lo hizo estar más en la computadora, o eran los problemas del chico? El debate que tenemos que dar es qué pasa con lo vincular. Es como la crisis de la educación: se la podemos achacar al coronvirus, pero creo que tiene que ver con que hay cosas que quedaron expuestas: los padres están viendo lo que hace la maestra, porque antes la maestra cerraba el aula".
"Siempre existe eso de ir a buscar lo que confirme lo que ya pienso", dice Luchessi. "Si tenés alguien muy crítico que te va a decir que todo lo que te pongas te queda feo, le vas a ir a preguntar a tu abuela para que te diga que todo lo que te pongas, aunque te quede horrible, te queda lindo. Me parece que los tipos de las redes funcionan sobre una cosa muy básica de la humanidad que es que todos queremos que nos quieran, que nos acepten y todos queremos tener razón. Desde ese lugar el algoritmo lo que hace es llevarte con aquellas personas que piensan que eso que vos pensás es lo razonable, es lo bello, es lo aceptable, es lo querible y a partir de ahí todo lo que no encaje es excluido. Las condiciones de otra edad existen desde que la humanidad existe, la plataforma lo que hace es acelerarlo y ponerlo de manera más bestial. Pero pertenecer a una determinada comunidad en Facebook, Twitter, o Instagram no es muy distinto a pertenecer a una tribu".
Y Luchessi señala la ira: "en las redes se elige llamar 'eliminar' y 'bloquear' a lo que hacemos con alguien que no nos gusta. Hay una elección en eso, en asimilarlo con otro tipo de cuestiones que todos reprimimos en la vida offline porque si no terminaríamos a los garrotazos. Bueno la red te permite eliminar: mi abuela decía 'te mataría', pero lo ponía en condicional. Esto es te elimino, te mato. No existís, te borré. Alguien que planifica la aplicación y que el botón se llame 'eliminar' tiene mucho de conocimiento de la psicología social, que dice que, efectivamente, te mataría".
¿Radicalizan?
Amado relativiza: "Si fuera tan burbuja uno no vería cosas que ve: todos los estudios serios hechos sobre consumos de noticias en redes sociales demuestran fehacientemente que vos tenés más pluralidad de consumos en redes sociales que en otros formatos. ¿Y dónde está dicho que uno está obligado a ver las cosas que no quiere ver?"
Luchessi no cree que sea tan grave: "En Estados Unidos tenés dos partidos políticos que compiten y en Argentina, históricamente, los partidos competitivos eran el peronismo y el radicalismo, que ahora puede expresarse en Juntos por el Cambio. No me parece tan grave en términos de alternancia que sea bipolar. Lo que sí me parece que hay que atender es la gran cantidad de haters -gente que odia, coléricos- que genera, o como se llega al extremo. Eso tiene que ver con las burbujas que se arman: si yo estoy en una microburbuja pero creo que es multitudinaria -que lo es, porque de repente tengo cinco mil amigos, que es un montón- y todos estamos de acuerdo en que no vivimos en una República, o que está el sistema en peligro... Vos a un tipo que es claramente minoritario le podés hacer creer que es mayoría y desde ese lugar puede salir a hacer algo que no haría si cree que es minoría".
Amado no se asusta: "Todos estos fantasmas de antivacunas o terraplanistas son mínimos y siempre existieron. Lo que pasa que ahora los vemos consolidados en un grupo, pero si vos ves la cantidad de seguidores que tienen no son millones, tiene mucho más seguidores el Rubius -un youtuber- pero nadie piensa que es una amenaza para la humanidad".
¿Nos manipulan?
"Hay programas -dice Luchessi- que te permiten acceder a cierto tipo de información que no es tan secreta, como geolocalizar determinados posicionamientos. Si querés medir el uso de lenguaje en Buenos Aires en época electoral, por ejemplo, incluso te va a tirar como se van agrupando los posicionamientos políticos hasta por barrio y si vas más en profundidad podés saber a quien va a votar cada uno".
-Fuerte.
LL-Pero me parece más serio cuando los Estados, para poder comunicarse con los ciudadanos, tienen que estar en este tipo de lugares: Twitter, Facebook y todo lo demás. Porque en la medida que los Estados aceptan términos y condiciones de las aplicaciones, les están diciendo a estas empresas, que son privadas y que no sabemos qué van a hacer con nuestros datos, que eso que está adentro de sus servers puede ser utilizado. Entonces una de las cosas que más me preocupa es el Ministerio de Salud: si llegamos a la digitalización de historias clínicas: ¿por qué yo le tengo que dar mi historia clínica a Marc Zuckerberg?
-¿Por qué la digitalización tiene que ver con Zuckerberg, el creador de Facebook?
LL -Cuando os aceptás términos y condiciones, estás aceptando que todo tu material pueda ser utilizado y si no lo aceptás te quedás afuera de un espacio de relacionamiento social. ¿Se van a enterar de con quién salgo? No me importa, pero por ejemplo si los bancos están en las redes no es tan confidencial su información.
Lucchesi cree, entonces, que algunos recaudos de privacidad no está mal tomar. ¿Desinstalo? "Desinstalá si tenés fotos de tus nietos, de tus hijos, fotos tuyas, si te da gusto sacarte fotos íntimas, desinstala o pasate a un disco rígido y bórralo. Siempre queda huella, siempre se puede rescatar. O por lo menos tené cuidado, tratá de saber qué puede pasar".
Adriana Amado señala: "Lo que está claro es que usan nuestros datos pero no saben lo que hace Adriana o Patricia. ¿Cómo lo sabes? Porque te siguen mandando ofertas para Uruguay dos semanas después de que fuiste, ellos saben que pusiste la palabra 'Uruguay', porque es al bulto, pero no saben qué estás haciendo".
-¿No saben?
AA -Por ahora esos sistemas son tontos, tienen grandes números, grandes tendencias pero no pueden identificar a cada uno. ¿Y lo van a poder hacer? Es tan caro llegar a tu comportamiento que deberías ser no sé quién para que justificara el dinero que implicaría desagregar cada dato y ver el comportamiento individual. ¿Es riesgoso estar en comunidades que manejan los grandes números, que pueden seguir la inteligencia colectiva?
-¿Es peligroso?
AA -No sé si stá tan mal. La inteligencia colectiva está trayendo muy interesantes temas al debate que estaban clausurados, como el tema del género, el tema del medio ambiente, el tema del racismo. Con lo cual en el dilema yo sigo viendo ganancias.
El fantasma del algoritmo
¿Hay una fórmula, un programa, que nos sigue, se alimenta de todas nuestras decisiones electrónicas, predice lo que haremos y se lo dice a grandes empresas o a los gobiernos? En el documental de Netflix, dos personas que van a mirando a los protagonistas y mandándoles estímulos "son" el algoritmo. ¿Y en la vida?
"La tecnología no es nefasta en sí misma o grandiosa en sí misma -dice Luchessi-, es qué hacemos nosotros con ella. El documental es un tanto ingenuo en algún punto, pero es cierto que la mayoría de la gente no tiene las herramientas básicas como para saber que acceden a tus datos, que pueden manipularte un poquitito, cambiarte un poco la percepción. A mí me parece que lo más complicado que tienen las redes es la posibilidad del cambio de percepción".
"Algunas de las cosas que el documental plantea son ciertas, no creo que sean catastróficas pero son ciertas", dice Adriana Amado. Habla del uso de los algoritmos. "Veo tutoriales de Drag queens, porque me encanta cómo se montan las pestañas postizas. Entonces me mandan ofertas de maquillaje... En lugar de enojarme con YouTube tendré que ver qué estoy viendo. También hay que empezar a entender que uno es su propio algoritmo. Porque yo te miento cuando me hacés una encuesta, me hago la inteligente acá cuando hablo con vos, pero después abrís mi YouTube y vas a ver las tonterías a las que dedico mi tiempo. El algoritmo se ha convertido en nuestro espejo más devastador.
*** Patricia Kolesnicov
sábado, 7 de noviembre de 2020
PINO SOLANAS, Fernando Ezequiel (16. febrero. 1936 - 6. noviembre.2020)
Fernando "Pino" Solanas deja un legado caracterizado por su vida de militancia, que se desplegó a través de su apasionada acción política y su obra artística con contenido social.
Nacido el 16 de febrero de 1936 en Buenos Aires, sus ideas políticas marcaron su actuación pública, tanto como cineasta, donde destacó con una decena de exitosas películas con fuerte contenido social, hasta su participación en política.
"Pino" fue un actor clave en la creación de varios espacios de centro-izquierda que lo llevaron a ocupar varios cargos, como diputado, senador nacional o embajador ante la Unesco, su último rol como servidor público.
Formado intelectual y políticamente bajo el influjo de nombres como Raúl Scalabrini Ortiz, Arturo Jauretche y Juan José Hernández Arregui, Solanas comenzó a plasmar sus ideas políticas a través de su obra cinematográfica a comienzos de la década del 60´.
Así surge en 1962 su primer cortometraje de ficción, Seguir Andando. En 1968 llegaría el primer largometraje, La Hora de los Hornos, una trilogía donde aborda algunos de los temas que lo apasionaron a lo largo de su carrera: el neocolonialismo y la violencia en el país y en América Latina.
Un año después, en 1969, funda el grupo Cine Liberación, una corriente de realizadores que sirve como base de resistencia a la dictadura, promoviendo un circuito alternativo de difusión de sus producciones.
Es este mismo grupo de Cine Liberación el que es convocado por Juan Domingo Perón, en el exilio en Madrid, para realizar sus dos testimonios fílmicos: La Revolución Justicialista y Actualización Doctrinaria para la toma del poder
En 1975 presenta Los Hijos de Fierro, y ante las amenazas de muerte y un intento de secuestro parte al exilio, radicándose en Francia, donde realiza en 1980 el documental La Mirada de los Otros.
Desde el exterior, estuvo activamente involucrado en la defensa de los derechos humanos y denunció a la dictadura militar a nivel internacional. Con el triunfo de Raúl Alfonsín en 1983 regresa al país y filma Tango, El exilio de Gardel, y luego en 1988 Sur, ambas premiadas en los festivales de cine más prestigiosos del mundo.
Los comienzos de los 90´ marcan su irrupción de lleno en el mundo de la política, y su voz se alza para criticar al gobierno de Carlos Saúl Menem (1989-1999).
Entonces, promovió la modificación de la ley de Radiodifusión que regía durante la dictadura militar y se mostraba particularmente crítico con las privatizaciones y la ley de reforma del Estado promovidas por la administración menemista.
En 1992, de la mano del dirigente Luis Brunati gestan el Frente del Sur, presentándose ese mismo año como candidato a senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Luego, en 1993, se funda el Frente Grande, con la inclusión del sector que lideraba Carlos "Chacho" Alvarez, y "Pino" Solanas es electo diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Solanas juega un rol importante en la elección a convencionales constituyentes para la reforma constitucional de 1994, obteniendo casi 18% de los votos en la provincia de Buenos Aires. Desencantado con lo que consideraba un giro "a la derecha" del Frente Grande, a partir del "Pacto del Molino" entre "Chacho" Álvarez, Graciela Fernández Meijide, y José "Pilo" Bordón, Solanas termina su mandato en 1997 y decide replegarse en su rol como cineasta.
Su actuación política estuvo dominada por algunos temas que lo obsesionaban, como la defensa del medio ambiente y la deuda externa argentina, cuyo origen cuestionaba en duros términos.
En 1998 termina su película La Nube, y es premiado en los festivales de Venecia y La Habana, en este último caso por su trayectoria. Luego vendrán sus películas Memoria del Saqueo y La Dignidad de los Nadies, mientras en 2007 estrena Argentina Latente, su documental sobre el potencial científico de Argentina.
Su carrera política se retoma desde entonces con un gran ritmo. En 2007 encara la candidatura a Presidente de la Nación por Proyecto Sur, proponiendo la nacionalización de los recursos estratégicos.
Es electo diputado nacional por el período 2009-2013 y senador nacional entre 2013 y 2019.
A principios de octubre visitó al Papa Francisco en el Vaticano, y días después, el 21, comunicaba por redes sociales que estaba internado por coronavirus en terapia intensiva y que seguía "resistiendo"
Fuente: TELAM
viernes, 6 de noviembre de 2020
jueves, 5 de noviembre de 2020
miércoles, 4 de noviembre de 2020
martes, 3 de noviembre de 2020
TELECOM: Convoca a Asamblea de Accionistas para distribuir Dividendos; mientras tanto le DENIEGA PARITARIAS a sus empleados…
TELECOM: Convoca a Asamblea de Accionistas para
distribuir Dividendos; mientras tanto le DENIEGA PARITARIAS a sus empleados…
El gigante empresario pelea las paritarias a brazo partido pero
al mismo tiempo convoca a asamblea desafectar reserva de inversiones y llevarse
dividendos.
La M.U.S. en la que confluyen cuatro sindicatos:
Fattel, Cepetel, Foeesitra y Fommtra lleva a cabo un paro de 24 horas sin toma
de servicio en todo el territorio nacional para todos los trabajadores de las
Telecomunicaciones.
"La insensibilidad de las compañías no tiene
límites a la hora de recuperar nuestro salario por lo que la respuesta
colectiva resulta imprescindible y justa ya que no podemos permitir el
deterioro salarial a manos de la inflación.", afirmaron ayer en un comunicado.
Para muestra de esa insensibilidad sobra un botón:
Mientras sus trabajadores hacen paro para reclamar por una recomposición
salarial que no se pudo lograr con el último acuerdo de unos magros $6.500, la empresa llamó
a una asamblea de accionistas extraordinaria para el próximo 13 de noviembre.
La orden del
día no gira en torno al aumento salarial que piden sus empleados sino al reparto de ganancias que aseguraron no
tener pero efectivamente tienen, aún con el congelamiento de tarifas de
celulares, internet y televisión paga que impuso el Gobierno Nacional en
agosto.
"Ratificamos nuestra vocación de diálogo en el
marco de la defensa irrestricta de los salarios.", reclama la Mesa de Unidad Sindical
la historia de los celulares y su transformación en el tiempo...
Hay fechas que quedan en la memoria por representar un hito histórico. Ya sea el 20 de julio de 1969 o el 9 de noviembre de 1989. Pero hay otros momentos de gran trascendencia histórica, cuyas fechas no son tan recordadas. Por ejemplo: el 3 de abril de 1973 cambió el mundo, y no por la caída del Muro de Berlín ni porque el hombre haya llegado a la Luna.
Este fue el día en que el mercado global de las telecomunicaciones cambió gracias a la presentación del primer celular. Ese día, en algún lugar del centro de Manhattan se logró concretar la primera llamada desde un dispositivo móvil hacia un teléfono fijo. Sin embargo, recién diez años después fue lanzado al mercado. El dispositivo era completamente distinto a lo que vemos hoy: el Motorola DynaTAC pesaba un poco más de un kilo y medía 33 centímetros de largo, 8,9 de espesor y 4,4 de ancho.
Su forma y tamaño hicieron que todo el mundo lo identificara con el apodo de “ladrillo”. Entre sus principales características estaba la posibilidad de hacer una llamada de 30 minutos. En cuanto a la batería, no era nada fácil: había que cargarla 10 horas para poder hacer la próxima llamada. Tener un teléfono móvil en esa época era totalmente impensado: valía 850 dólares el aparato y 450 dólares la línea.
Sin dudas, los celulares no solo modificaron radicalmente la forma en que las personas se comunican con otras personas, sino que también cambió la manera en la que la sociedad recibe y transmite la información.
¿Cómo fue la primera llamada en la Argentina?
La telefonía celular arrancó en la Argentina el 1 de noviembre de 1989. Ese día se realizó la primera llamada desde las oficinas de Movicom, con una valijita portátil, al Presidente que se encontraba en la residencia de Olivos. En ese entonces el área de cobertura era bastante limitada e incluía solamente al Área Metropolitana de Buenos Aires.
La Compañía de Radiocomunicaciones Móviles, Movicom, ganó la licitación para brindar el servicio. Al año de la presentación, Movicom contaba con 12 mil abonados. Para 1991 la cifra se había duplicado y había 25 mil clientes. En 1993 Telecom y Telefónica se sumaron al mercado de la telefonía móvil a través de Miniphone, un operador integrado por ambas empresas para brindar el servicio de telecomunicaciones en Buenos Aires. En el resto del país, los celulares llegaron en mayo de 1994. Allí CTI Móvil (Compañía Telefónica del Interior), con base en Córdoba, fue la primera en ofrecer el servicio por fuera del AMBA.
Recién en 1996 llegó al país el primer modelo que fue un éxito. El StarTAC, el famoso celular con tapita, conocido por ser el primero que ocultaba la pantalla. Este dispositivo, heredero del MicroTac, se plegaba hasta por encima de la pantalla con un sonido que se hizo famoso en todo el mundo.
El celular, gracias a la baja de los precios de los aparatos, empezó a extenderse cada vez más. Unos meses antes del cambio de milenio ya había unas 3 millones de líneas móviles en la Argentina. En ese entonces el número estaba asociado al aparato, así que si alguien perdía o cambiaba el dispositivo también se cambiaba la línea.
Luego, en 2003, Nokia lanzó el 1100, que rápidamente se convirtió en el teléfono más vendido de la historia. Traía una pantalla monocromática de 96 x 65 píxeles, su tamaño era perfecto para guardar en el bolsillo y la batería podía durar varios días sin necesidad de volverlo a cargar. La idea de poder estar disponible las 24 horas del día en cualquier lugar empezaba a convertirse en una realidad. Y ni hablar si recordamos que era posible jugar al snake, el icónico juego que venía con el celular.
De a poco, los celulares fueron entrando a la rutina de las personas. En vez de tocar timbre se empezó a hacer una llamada perdida para no gastar crédito. Después, con el auge de los SMS o mensajes de texto con un límite de 160 caracteres, los usuarios se volvieron expertos en acortar palabras y escribir sin siquiera mirar el teclado físico.
Uno de los últimos hitos de la era anterior a la Internet móvil fueron los ringtones polifónicos, en donde cada persona podía elegir un ritmo especial para cada contacto
Primero en las carteras y mochilas y, años más tarde, el smartphone se convirtió en una extensión de la mano de los usuarios. Aunque primero se trataba de un elemento de lujo hace un par de décadas, los teléfonos móviles generaron un impacto gigante en la manera en que las personas se informan, entretienen y se relacionan con el resto de la población.
Con la llegada de la conexión a Internet en los celulares y el aumento del tamaño de las pantallas, los usuarios empezaron a descargar aplicaciones y a hacer cada vez más cosas con los dispositivos. Desde sacar fotos, ver videos o escuchar la radio hasta jugar videojuegos, leer libros y pagar las cuentas.
Cada vez se vuelve más difícil pensar en cómo es la vida sin un smartphone o encontrar algo que no podamos resolver desde nuestros dispositivos.