miércoles, 7 de marzo de 2018

8 de Marzo : Día de la MUJER



Libre de virus. www.avast.com

El Congreso de EEUU (2002) reconoció que ANTONIO MEUCCI inventó el TELÉFONO

El país de Galvani y de Volta, descubridores de la electricidad animal y de la pila, es también la patria del inventor del teléfono, Antonio Meucci, a quien hasta ahora nadie conocía fuera de las fronteras de Italia. Al cabo de un siglo de su muerte, el Congreso norteamericano le ha hecho justicia. Claro que tampoco es un gran alivio para él, que acabó sus días completamente arruinado.

 

El «teletrófono» de ANTONIO MEUCCI transmitió por primera vez la voz humana en Nueva York en 1849, cuando Alexander Graham Bell era una criatura de apenas dos años. Por desgracia, Meucci nunca llegó a patentarlo y, además, se fió de la gigantesca compañía telegráfica, Western Union, que le fue dando largas y engañando hasta que, en 1876, Graham Bell patentó una versión ligeramente más avanzada del invento del italiano, que había visto en los laboratorios de la compañía como un proyecto futurista de «telégrafo de voz».

 

Meucci demandó al escocés y logró la victoria en los tribunales en 1887, pero era un pésimo administrador y murió un par de años más tarde en la miseria, mientras Graham Bell se lanzaba al desarrollo industrial de un aparato que revolucionó el mundo. Finalmente, a los 113 años de la muerte del verdadero inventor, la tenacidad de un diputado italoamericano de Nueva York, Vito Fossella, ha forzado al Congreso de Estados Unidos a reconocer, por voto aclamatorio, el mérito de Antonio Meucci.

 

Minucioso análisis

 

La resolución del parlamento de Washington,minuciosa en su análisis histórico, narra las aventuras de Meucci -que había estudiado ingeniería mecánica- desde que a los 26 años, cuando era maquinista en el famoso Teatro della Pergola de Florencia, transmitía las órdenes de subir y bajar decorados utilizando dos conos de cartón y un hilo tenso. Pero su empeño patriótico en lograr la unidad de Italia le obligó a huir a Cuba, donde se hizo rico curando artritis a base de descargas eléctricas y donde un día escuchó a distancia el alarido de un paciente que llegaba, sorprendentemente, a través del hilo eléctrico.

 

Trabajar sin descanso

 

Meucci se trasladó a Nueva York, donde, según el texto aprobado por el Congreso, «continuó trabajando sin descanso en un proyecto iniciado en La Habana, Cuba; un invento al que llamo «teletrófono, basado en la comunicación electrónica». Luego lo perfeccionó cuando su mujer se quedó paralítica, a fin de que pudiera comunicarse desde la habitación con el taller de Meucci. Así, en su casa de Staten Island, «instaló un enlace permanente entre su laboratorio del sótano y la habitación de su esposa, afligida de artritis deformante, en el segundo piso. Por falta de dinero, Meucci no pudo comercializar su invento, aunque hizo una demostración en 1860, publicada en un periódico italiano de Nueva York».

 

Temiendo que alguien le robase la idea, el creativo italiano registró en 1871 el anuncio de invención, más barato que el de patente, pero que requería renovación anual, un gasto mínimo, solamente diez dólares anuales, pero que ya no pudo permitirse en 1874. Dos años más tarde, Alexander Graham Bell patentó el «teléfono» después de haber visto y estudiado el «teletrófono» del italiano que, a su desorden, añadía el problema, nada despreciable, de no hablar inglés.

 

Fraude y falsedad

 

Ayudado por la comunidad italiana en Nueva York, Antonio Meucci presentó una demanda y, según el texto del Congreso de Estados Unidos, «la patente de Graham Bell fue anulada el 13 de enero de 1887 por fraude y falsedad; sentencia que confirmó, posteriormente, el Tribunal Supremo». Meucci no llegó a beneficiarse y murió dos años después sin la gloria del teléfono pero con el agradecimiento de sus compatriotas por haber acogido en su fábrica de velas de Nueva York a otro exiliado político, Giuseppe Garibaldi, artífice de la unidad de Italia.

 

La noticia del reconocimiento por parte del Congreso de Estados Unidos de que el verdadero inventor del teléfono fue Meucci ha provocado una gran satisfacción en Italia, donde sin embargo ya los los libros de texto le reconocían la paternidad del mismo.



Libre de virus. www.avast.com

martes, 6 de marzo de 2018

La Justicia pidió los LIBROS CONTABLES al gremio de CAMIONEROS y a las empresas de la familia de Hugo MOYANO **






Las órdenes fueron libradas por el juez Claudio Bonadio a partir de una denuncia de la diputada Graciela Ocaña.
El juez Claudio Bonadio libró esta tarde órdenes de presentación para que el sindicato de Camioneros que dirige Hugo Moyano entregue a la Justicia los libros societarios y contables. Asimismo, según confirmaron a Clarín fuentes judiciales, se requirió la misma documentación a la obra social de Camioneros, cuya auditoría dio con un rojo de más de $ 600 millones, y también se pidió información a empresas vinculadas a la familia del líder sindical.
En el marco de la causa por enriquecimiento ilícito que comenzó en la justicia federal con una denuncia de la diputada nacional Graciela Ocaña, el juez Bonadio libró diferentes órdenes para secuestrar documentación vinculada a los presuntos delitos bajo investigación: libros contables, libros societarios y todo lo que dé cuenta de movimientos de dinero, según pudo saber este diario.
Se solicitó al gremio de Camioneros que entregue libros contables, un requerimiento que alcanza también a la obra social del sindicato. Según el informe de auditoría al que accedió Clarín, en su último ejercicio contable arrojó un PASIVO de $ 636 millones, casi el doble que el año anterior que cerró con un rojo de $ 364 millones.
Esta situación se viene "reiterando en los últimos años", según la documentación judicial, y EL PASIVO NETO DEL SINDICATO CAMIONERO del cual pidió información Bonadio ya ASCIENDE A $ 1.837 millones.
Para Ocaña, denunciante en esta causa, “los afiliados terminaron pagando por servicios de primera línea, como las prepagas de mejor reputación, cuando las prestaciones son muy distintas”.
La denuncia alcanza al conglomerado de empresas allegadas a la familia Moyano, prestadoras de servicios de Camioneros y de OsChoCa, la obra social del gremio.
“Son varias empresas más a las que les traspasaron de forma indiscriminada, incumpliendo las obligaciones que, al tratarse de fondos públicos, deben cumplir las obras sociales”, dijo a Clarín en su momento.
La justicia busca clarificar la ruta del dinero. El último informe de la UIF, que dirige Mariano Federici y que dio a conocer Clarín, puntualiza que entre 2010 y 2011 Aconra, una constructora cuya principal accionista es Valeria Salerno (hija de Liliana Zulet, cónyuge de Moyano), recibió fondos por $220 millones. De ese universo, el organismo analizó una muestra preliminar, de 26 cheques por un monto de $105 millones, y constató que la totalidad fue librada por Camioneros.
Según el informe, la modalidad "se habría mantenido hasta la actualidad, atento que entre febrero y julio de 2017 se habrían registrado acreditaciones por $113 millones, de las cuales el 90% correspondería a Camioneros".
La ampliación de la denuncia sostiene que los allegados a Moyano que tiene siete causas abiertas en la Justicia. "Han constituido sociedades destinadas a prestar servicios casi con exclusividad a Camioneros". Se incluyó en el listado a Dixey SA, un taller de ropa, y la prestadora médica IARAI SA; también dirigidas por Valeria Salerno. Todas deberán entregar sus libros contables y societarios ante la orden de presentación librada por Bonadio.
Con la documentación secuestrada al sindicato a su obra social y a las empresas prestadoras de servicios y que están relacionadas con el líder sindical, se podría avanzar en un peritaje contable que determine la existencia, o no, de los delitos investigados en este expediente.

** Lucía Salinas

domingo, 4 de marzo de 2018

Todo lo que hay que saber sobre la nueva jubilación optativa a los 70 años / por Ismael Bermúdez


La reforma previsional generó importantes cambios para las trabajadoras de más de 60 años y los empleados de más de 65.
Tras la sanción de la Reforma Previsional a fines del año pasado, los empleadores del sector privado podrán intimar a los trabajadores a cesar en el empleo e iniciar el trámite jubilatorio recién a los 70 años y si, además, reúnen los años de aportes. En ese caso, el empleador deberá mantener la relación de trabajo por un plazo máximo de un año, o hasta que el trabajador obtenga el beneficio, si esto ocurre antes del año.
Este cambio –antes la intimación regía a los 65 años- y otras modificaciones alteraron el panorama de la jubilación para este segmento de trabajadores. Para saber si el trabajador reúne el requisito de los años de servicio necesarios para jubilarse, el empleador puede requerir de la ANSeS esa información correspondiente al trabajador.
En lo inmediato, las intimaciones ya efectuadas por los empleadores y que no derivaron en jubilaciones quedaron sin efecto y el trabajador puede seguir trabajando. También los ya jubilados pueden trabajar en relación de dependencia o como monotributistas o autónomos y seguir cobrando la jubilación. En ese caso, solo aportan el porcentaje o monto jubilatorio pero ya no se lo considera para incrementar su jubilación, a la vez que pierden la antigüedad laboral acumulada y se computa una nueva antigüedad a partir del momento en que se jubiló.
La nueva situación es la siguiente:
1) El trabajador (varón) puede jubilarse a partir de los 65 años si reúne al menos 30 años de aportes. Las mujeres pueden hacerloa partir de los 60 años también con 30 años de aportes. Pero a partir de esas edades, hay un efecto compensación: cada dos años por encima de los 60 las mujeres o 65 años los varones, disminuye un año el requisito (los requisitos) de aportes. O sea, con 62 años las mujeres o 67 los varones pueden jubilarse con 29 años de aportes. Con 64 años las mujeres y 69 años los varones, se requieren 28 años de aportes. Con 65 años, las mujeres y 70 años los varones necesitan contar con 27 años y medio. Y así en adelante.
2) De aquí se desprende que las mujeres o varones dependientes del sector privado que deciden jubilarse a los 70 años requieren como mínimo menos años de aportes: 25 años de aportes las mujeres y 27 años y medio, los varones.
3) "Debe ser claro para el trabajador que cuando el empleador le envía el telegrama con el texto "intimo a iniciar los trámites jubilatorios" o "intimo a jubilarse", si bien estas son expresiones de la propia ley, no son correctas, ya que nadie, ni el propio empleador, puede obligar a una persona a jubilarse; si quiere, y puede, se jubila, y si no quiere, aunque pueda, no se jubila. La mal llamada "intimación a jubilarse" no es más que un beneficio al empleador, que puede extinguir el contrato de trabajo, sin obligación de pagar indemnización por antigüedad, solo que ahora solo puede hacerlo cuando el trabajador, además de reunir los requisitos para jubilarse, tiene 70 años de edad ", aclara la abogada Elsa Rodriguez Romero.
4) Las jubilaciones se calculan en base al sueldo promedio actualizado de las últimas 120 remuneraciones anteriores al cese laboral según un coeficiente del 1,5% por cada año de aportes más un monto denominado PBU (hoy de $ 3.619,07). En consecuencia, a mayor cantidad de años de aportes, mayor es el haber inicial de la jubilación. Por ejemplo, con un sueldo promedio actualizado de $ 15.000 y 30 años de aportes en relación de dependencia, el haber inicial sería de $ 10.369, equivalente al 69% del sueldo. Con $ 20.000 de sueldo promedio actualizado, el haber inicial sería de $ 12.619, equivalente al 63% del sueldo promedio. Y si el sueldo promedio es el máximo por el que se aporta, de $ 86.596, el haber inicial sería de $ 42.587, equivalente al 49% de ese sueldo promedio. Los cálculos cambian si se combinan años en relación de dependencia con años como monotributista o autónomo.
4) Una variante es si el trabajador (varón o mujer) a los 65 años no reúne los años de aportes. En ese caso puede solicitar el cobro de la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor) -equivalente al 80% del haber mínimo- y seguir trabajando hasta completar los años de aportes. Luego cuando se jubila pasa a cobrar la jubilación y deja de percibir la PUAM. Pero debe tener en cuenta algunas nuevas condiciones. Los años trabajados desde que cobra la PUAM se computan para alcanzar los años requeridos para obtener la jubilación. Pero, en la reglamentación (el punto no figura en la ley, lo cual puede abrir un nueva litigiosidad) se fijó que para el cálculo del haber inicial se toma en cuenta el sueldo promedio de las 120 remuneraciones anteriores, no al cese laboral, sino al momento del inicio del cobro de la PUAM. En consecuencia, a la hora de solicitar la PUAM, el trabajador debe calcular o proyectar cómo serán sus remuneraciones futuras, luego que le otorguen la PUAM. Si esos sueldos posteriores serán menores, le convendrá solicitar la PUAM porque además de cobrar esa pensión su futura jubilación se calculará sobre una remuneración promedio más alta. En cambio, tendrá que analizar muy bien si los sueldos posteriores son más altos.
5) Los trabajadores que a los 65 años tienen los 30 años de aportes pueden jubilarse si quieren, pero no pueden solicitar la PUAM. Lo mismo para las mujeres de 65 años con 28 años y medio de aportes.
6) Los trabajadores del sector público, aunque los organismos en los que presten servicios se rijan por la ley de contrato de trabajo,están excluidos de estos cambios.
7) Por los trabajadores que siguen trabajando, teniendo los requisitos para jubilarse, se reduce el costo laboral empresario. Es porque los empleadores no tienen la obligación de abonar las contribuciones patronales con destino al régimen previsional, pero deben ingresar las que corresponden al régimen de riesgos del trabajo y obra social.



jueves, 1 de marzo de 2018

Demoran habilitación para que telcos brinden TV satelital…


No habrá DNU que habilite a las telefónicas a brindar TV satelital y tendrán que esperar a que se trate una ley en el Congreso. Así lo publicó Página/12 tras confirmar con fuentes oficiales y privadas.
Luego de la fusión de Cablevisión y Telecom, el gobierno de Mauricio Macri había hecho trascender que iba a habilitar a que las telefónicas brinden televisión satelital. Para avanzar, era necesario que el presidente emita un decreto de necesidad y urgencia (DNU). Se había rumoreado que el decreto saldría a fines de 2017 y finalmente hoy Página/12 reveló que no habrá decreto.
Las telefónicas habían puesto el grito en el cielo luego de la fusión de Cablevisión y Telecom. Es que se trataba de la única empresa en condiciones de brindar cuádruple play: telefonía fija, móvil, TV paga y banda ancha. Por eso exigían un DNU del gobierno que los habilite a prestar el servicio de televisión por satélite.
Lobby contra el DNU
Según Página/12 todo estaba listo para el DNU pero el lobby de algunas empresas lo frenó. “No sólo el Grupo Clarín se oponía sino también algunas cableras de tamaño medio como Telecentro (Alberto Pierri), Supercanal (Daniel Vila), el Grupo Ick de Santiago del Estero y Express de Rosario (ex Cablehogar)”, sostiene Fernando Krakowiak.
Ahora se abren otras posibilidades. Una de ellas es que la habilitación forme parte del proyecto de ley de comunicaciones convergentes. Es el proyecto que viene postergándose desde comienzos de 2016. El otro camino es enviar un proyecto para tratar específicamente este tema.

Fuente: revistafibra.info/

Encuesta: una de cada tres personas prefiere su celular antes que un ser querido

Un tercio de las personas prefiere interactuar con su celular antes que con un ser querido, reveló una encuesta. Así lo determinó un estudio que realizó la Universidad de Harvard en conjunto con Motorola, la empresa de telefonía celular.

El trabajo determinó que un tercio de los encuestados, en su mayoría jóvenes, prefiere dedicarle más tiempo al teléfono que a sus seres queridos. Según la investigación, un 53% de los encuestados asegura que el celular es "su mejor amigo". Sin embargo, un 60% asegura que es importante tener una vida más allá del smartphone.

Encuesta: un problema entre los más jóvenes

La adicción al celular es un problema especialmente entre los jóvenes. Un 49% asegura revisarlo más a menudo de lo que quisiera. Otro 44% se siente en la obligación de hacerlo.

Son los que nacieron en el siglo XXI, están hiperconectados como estado "natural", se deprimen si se quedan sin datos o sienten claustrofobia si pasan mucho tiempo en un lugar sin WIFI. Otro dato: les interesa tener más amigos en las redes sociales que en la vida real.

Casi tres cuartos de los jóvenes tienen sobredependencia emocional del teléfono. El 65% "entra en pánico" cuando piensa que perdió su teléfono. El 29% aseguró que cuando no está usando el teléfono está "pensando en usarlo o planear la próxima vez que pueda usarlo".

El estudio fue realizado en base a 4.418 encuestas. Las mismas se realizaron entre el 30 de noviembre y el 26 de diciembre de 2017. El estudio consultó a personas de los Estados Unidos, Brasil, Francia y la India.

Fuente: revistafibra.info/

 

miércoles, 21 de febrero de 2018

Manifiesto comunista: 170 años de uno de los textos más influyentes y polémicos / por Claudia Peiró

Una crítica de la sociedad y un programa que marcaron todo el siglo XX e inspiraron muchos regímenes, de la Revolución rusa en adelante, sacrificando en diversos grados la libertad en nombre de la igualdad

Incluso a quienes no hayan leído este Manifiesto, algunos de sus conceptos les resultarán familiares. Desde la metafórica frase inicial -"un espectro se cierne sobre Europa, el espectro del comunismo", hasta la convocatoria final: "Proletarios del mundo uníos", sus principales definiciones fueron mundialmente difundidas, y tuvieron larga influencia.

Hasta qué punto puede responsabilizarse a Marx y su Manifiesto por todo lo que hicieron luego sus seguidores es un debate que perdura y que se reavivará este año porque el próximo 5 de mayo se conmemorará el bicentenario del nacimiento de este influyente filósofo alemán.

La aplicación práctica del marxismo leninismo tuvo por resultado diferentes tipos de totalitarismos, más blandos o más duros, según el país o la etapa histórica.

Para sus defensores, Marx no es responsable de las posteriores "desviaciones" de su ideal de sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados. Para sus detractores, el germen del totalitarismo, del sometimiento del individuo al Estado, ya se encontraba en aquel texto fundacional.

Un texto por encargo, una utopía voluntarista

Publicado por primera vez en forma anónima, en Londres, el 21 de febrero de 1848, fue un texto escrito por encargo de la Liga de los Comunistas, una asociación creada poco antes, en junio de 1947, e integrada mayormente por exiliados alemanes, como el propio Karl Marx. Cuando redactó el Manifiesto, a dúo con Friedrich Engels, Marx ya había sido expulsado de Alemania y de Francia por sus ideas socialistas y su activismo. Durante su exilio en Londres escribirá casi toda su obra.

Diferenciándose de los "socialistas utópicos", Marx y Engels se propusieron formular los principios de un "socialismo científico", partiendo de una crítica al orden capitalista que expuso las leyes de su funcionamiento; leyes que llevarían al sistema a su destrucción.

El Manifiesto, por lo tanto, fue mucho más que una simple proclama política. En este pequeño libro, Marx volcó una teoría de la historia y del progreso, del funcionamiento de la economía y de las clases sociales. Además, profetizó la revolución proletaria.

Pese a ser caracterizado como materialista, pese a proclamar que las sociedades no cambiaban por las ideas sino por un determinismo basado en las contradicciones entre los sistemas y los intereses de clase, lo que Marx formula en el manifiesto revela del orden de las utopías. La utopía de la igualdad, de la propiedad colectiva de los medios de producción, de todos los hombres trabajando a la par, no en beneficio propio e individual, sino del conjunto. Una utopía voluntarista.

Algunos intuyeron ya por aquel entonces que la instauración del comunismo implicaría una restricción total de las libertades individuales, descalificadas por "burguesas".  Proudhon le escribió a Marx: "No nos convirtamos en jefes de una nueva intolerancia".

Sus predicciones sobre el fin del capitalismo no se verificaron, como es evidente. Pero su análisis del funcionamiento de ese sistema sigue siendo valorado y no sólo por los enemigos del capitalismo; también por sus defensores.

"Contra este espectro (del comunismo) –escribe Marx- se han conjurado en santa jauría todas las potencias de la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes".

Esta estigmatización lleva a Marx a afirmar que "ya hora de que los comunistas expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones". Para ello, el Manifiesto.

Para Marx y Engels, "la historia de toda sociedad hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases", desde los patricios y los plebeyos en la antigua Roma, los siervos y los señores en el feudalismo, hasta los burgueses y los proletarios en el capitalismo.

El burgués posee los medios de producción pero son los proletarios -que no los poseen- quienes generan el valor de las mercancías con esos medios.

La burguesía es una clase dinámica que ha jugado en la historia un papel revolucionario al derrocar al poder feudal. Su prosperidad deriva del crecimiento de la industria y del comercio, potenciados por la apertura de nuevos mercados, por ejemplo, como resultado del descubrimiento de América y la apertura de mercados en Asia.

La revolución industrial impulsa a crear un mercado mundial y acelera aún más el desarrollo del comercio, de la navegación y las comunicaciones.

El poder político, los gobiernos, no son más que comités que administran para la burguesía.

Vale la pena reproducir un párrafo que el Manifiesto dedica a la clase dominante:

"La burguesía ha desempeñado, en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente revolucionario. Dondequiera que se instauró, echó por tierra todas las instituciones feudales, patriarcales e idílicas. Desgarró implacablemente los abigarrados lazos feudales que unían al hombre con sus superiores naturales y no dejó en pie más vínculo que el del interés escueto, el del dinero contante y sonante, que no tiene entrañas. Echó por encima del santo temor de Dios (…). Enterró la dignidad personal bajo el dinero y redujo todas aquellas innumerables libertades escrituradas y bien adquiridas a una única libertad: la libertad ilimitada de comerciar. Sustituyó (…) un régimen de explotación, velado por los cendales de las ilusiones políticas y religiosas, por un régimen franco, descarado, directo, escueto, de explotación".

Este breve extracto permite apreciar lo atractivo de la prosa marxista, el modo conciso y drástico con el que se analizan y exponen los armazones del sistema.

Pero las realizaciones de esta clase burguesa son también admirables. Muestran todo aquello de que es capaz el genio humano. La burguesía no puede subsistir sin revolucionar constantemente los instrumentos de producción y las relaciones de producción.

Otra condición necesaria a la subsistencia de la sociedad burguesa es el imperialismo: la constante carrera hacia adelante le impone conquistar nuevos territorios, nuevos mercados para sus mercancías y nuevas fuentes de materias primas.

La burguesía exporta el modo de producción capitalista a todo el mundo, pero también sus gustos, ideas y costumbres: "Con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes".

En lo interno, se produce un éxodo del campo a la ciudad, los campesinos se convierten en obreros, lo que no es necesariamente negativo para Marx, ya que, al liberar más fuerzas productivas de las relaciones feudales que las ataban a la tierra, completa el paso del antiguo sistema al capitalismo, un estadio superior de desarrollo.

Esta liberación de relaciones de producción antiguas también tendrá incidencia en el desarrollo de las ideas. Porque para Marx es la materialidad la que determina la conciencia: no son las ideas las que modelan las condiciones concretas de vida de los hombres en una época dada, sino las condiciones económicas, el nivel de desarrollo material de una sociedad. Los espíritus cambian porque cambian las condiciones económicas.

Ahora bien, llegará un momento en que, como en el feudalismo, también en la sociedad burguesa las relaciones de producción pueden desacoplarse del estado real de la sociedad. Esto genera crisis que, a diferencia del feudalismo, no desembocan en hambrunas sino en sobreproducción. Demasiados medios de subsistencia, demasiada industria, demasiado comercio.

La burguesía desatará entonces guerras imperialistas, en busca de nuevos mercados, nuevos productos, lo que desembocará en más explotación y generará en adelante nuevas crisis.

Pero en este proceso, advierte Marx, la burguesía engendra también sus futuros verdugos, los proletarios. "En la misma proporción en que se desarrolla la burguesía, es decir, el capital, desarróllase también el proletariado, esa clase obrera moderna que sólo puede vivir encontrando trabajo y que sólo encuentra trabajo en la medida en que éste alimenta a incremento el capital.  El obrero, obligado a venderse a trozos, es una mercancía como otra cualquiera…".

El obrero es esclavo de los burgueses y de la máquina -y por un sueldo de subsistencia- en un sistema cuyo fin proclamado es la ganancia. Eso legitima la reivindicación comunista de que los medios de producción deben pertenecer a quienes trabajan con ellos, a los obreros, y no a los burgueses.

Marx profetiza que pronto la clase obrera tomará cada vez más conciencia de su fuerza y se organizará. Que la revolución está cercana porque el proletariado ha tomado distancia de los valores burgueses: ha entendido que las leyes, la moral, la religión, sólo encubren intereses de clase.

El paso de la sociedad burguesa a una nueva sociedad no puede hacerse mediante reformas, sino por una revolución. Esta posición es la que diferencia a Marx de los socialistas que preconizan reformas y cambios lentos, mientras que los comunistas quieren la revolución, lo que implica cierto grado de violencia.

Marx no hace una condena moral sino histórica de la burguesía. La sociedad burguesa va a desaparecer porque está atrapada en contradicciones insuperables. Explota al proletario al punto de no dejarlo sobrevivir.

La misión del partido comunista es ayudar al proletariado a organizar la revolución. Mejor dicho, a acelerarla, ya que la misma es inexorable.

La abolición de la propiedad privada

"Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad en general, sino la abolición del régimen de propiedad de la burguesía, de esta moderna institución de la propiedad privada burguesa, expresión última y la más acabada de ese régimen de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre el antagonismo de dos clases, sobre la explotación de unos hombres por otros. Así entendida, sí pueden los comunistas resumir su teoría en esa fórmula: abolición de la propiedad privada". Así resume el Manifiesto el núcleo del programa comunista.

Marx se adelanta a las críticas. "Os aterráis de que queramos abolir la propiedad privada, ¡cómo si ya en el seno de vuestra sociedad actual, la propiedad privada no estuviese abolida para nueve décimas partes de la población (…)!"

Y también: "Se arguye que, abolida la propiedad privada, cesará toda actividad y reinará la indolencia universal. Si esto fuese verdad, ya hace mucho tiempo que se habría estrellado contra el escollo de la holganza una sociedad como la burguesa, en que los que trabajan no adquieren y los que adquieren, no trabajan." La concreción del comunismo –que Marx no vería- desmintió drásticamente esta afirmación. Precisamente, la caída de la productividad fue el gran punto débil de las economías colectivistas.

Optimista, Marx se muestra convencido de que el cambio en las condiciones materiales hará cambiar las mentalidades; eliminará el individualismo burgués.

"A los comunistas se nos reprocha también que queramos abolir la patria, la nacionalidad. Los trabajadores no tienen patria. Mal se les puede quitar lo que no tienen", alega, convencido de que la revolución proletaria pondrá fin a las rivalidades nacionales. Otra afirmación idealista que recibirá una desmentida histórica, con la Primera Guerra Mundial, cuando los proletarios de todo el mundo opten por la patria antes que por la solidaridad internacional de clase.

Pero en 1848, Marx y Engels estaban convencidos de que la instauración del comunismo implicaba el fin de la lucha de clases en lo interno y de la hostilidad entre las naciones en lo externo.

El Manifiesto concluye con una exhortación: "Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista.  Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas.  Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar. ¡Proletarios de todos los Países, uníos!


La relectura del Manifiesto a la luz de la historia debería llevar a la reflexión acerca de cómo armonizar libertad e igualdad, en la búsqueda de una sociedad más justa. Una no debe ser sacrificada en el altar de la otra; o a la larga se pierden ambas.

El capitalismo no sucumbió a sus crisis, como pronosticó Marx. En diferentes etapas y países, las superó adoptando un rostro más social, alejado de las formas crudas de explotación que denunciaba el Manifiesto. 

Hoy, en muchas regiones del mundo, la brecha entre ricos y pobres se agudiza, desafiando a la imaginación a encontrar nuevas soluciones, sin caer en concepciones reduccionistas de la naturaleza humana que olvidan que el hombre es armonía de individuo y sociedad, de materia y espíritu. Que aspira tanto a la justicia como a la libertad.

https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/02/21/manifiesto-comunista-170-anos-de-uno-de-los-textos-mas-influyentes-y-polemicos/

          


Libre de virus. www.avast.com