En la entrevista de la revista Sudestada, Osvaldo Bayer cargó duro contra Hebe y las Madres, pero también criticó a las Abuelas.
"Los organismos de DDHH tienen que mantenerse sin intervenir políticamente, y criticar y defender los derechos de todos". En una larga y muy interesante entrevista de la Revista Sudestada, donde da cuenta de sus reflexiones sobre la actualidad argentina y sus críticas al kirchnerismo; Osvaldo Bayer ha tenido duros conceptos para con las Madres, y con Hebe en particular.
La disputa termina siendo triste e inoportuna, porque rebalsa las discusiones ideológicas, y termina centrándose en cuestiones personales. Y a su vez, encuentra a las Madres en medio de un ataque mediático y político de diversos sectores, ante los cuales estas palabras de Bayer pueden serles útiles.
Osvaldo lo reconoce, y explica por eso que no haya escrito esto antes. "Ahora, nunca he escrito nada de estas cosas porque me da mucha pena que los hijos de puta lo utilicen para pegarle a las Madres".
En la entrevista, y ante la pregunta por las invitaciones a los programas oficialistas que ahora no lo tienen tanto en cuenta, Bayer evocó el enojo de Hebe.
"La que se enojo a muerte y se enojo para siempre fue Hebe de Bonafini, porque critique al gobierno. En 6,7,8 dije las cosas buenas y las malas porque es la realidad. Realmente hay que sufrir cuando uno ve a los pibitos desnutridos, o la gente vendiendo trapos en las calles y los cagan a palos. Hay cosas tan injustas… No hay que esconder la realidad (…). Porque a Hebe no le podés hablar mal del gobierno. Entonces cuando en 6,7,8 dije eso, me llamó HEBE y me dijo:
"Cómo podés decir eso de las villas miseria. Esa gente está porque le gusta vivir ahí". Le respondí: "No Hebe, no es así, no podés decir eso". Por lo menos, creo que hay que darle un techo digno a una familia con hijos, para que no haya pibitos en las villas.
Me colgó el teléfono, y nunca más me dio pelota".
Bayer focaliza en Schoklender para explicar la ruptura y el cambio en la relación con Hebe.
"Ella estaba con Schoklender, claro. A mí Schoklender nunca me habló, nunca me saludó. (…) Yo nunca le hablé mal de él porque conozco a las mujeres cómo son con sus hijos, que les perdonan todo. Hebe, no sé por qué, se sintió madre de Schoklender. (…) Y de repente, corta conmigo porque yo digo eso de las villas miseria…¿Qué había pasado? Para mí, Schoklender le cambió la mentalidad. Es algo inexplicable, viejo".
Los entrevistadores (Hugo Montero e Ignacio Portela) puntualizan el rol del Estado como "corrompedor" de los organismos de DDHH. Bayer responde:
"Es así. (…) Los organismos de DDHH tienen que mantener esa línea de independencia. Y Hebe llevó a la perdición a las Madres cuando las hizo oficialistas. ¿Por qué me va a reprochar a mí por lo que dije de las villas miseria? Una mujer tan valiente e inteligente como ella ¿por qué me critica por eso? ¿Por qué fue? ¿Porque Schoklender estaba por obtener los préstamos del gobierno o por qué?
Muy mal, igual que la presidenta de Abuelas, que se hace tan oficialista. Los organismos de DDHH tienen que mantenerse sin intervenir políticamente, y criticar y defender los derechos de todos. Me dio mucha pena, porque de algún modo perdió el brillo histórico que tenían las Madres por esto. (…)
Además, esa alcahuetería de ponerse contenta porque la ve a Cristina, y se besan, se abrazan… no me gusta. Lo más hermoso que tenia Argentina era el movimiento de las Madres y mira cómo se perdió".
Entre tantas críticas, Bayer rescata el valor histórico de la lucha de las Madres.
"Las Madres van a pasar a la historia porque han sido un movimiento genial, de un coraje civil increíble. Desaparecieron las tres primeras Madres, y al día siguiente ellas seguían en la Plaza de Mayo desafiando a la dictadura. Esa lucha hay que reconocerla siempre. Yo las conozco porque compartimos muchas cosas juntos.
Si logramos salir de la encrucijada de las luchas personales, puede servir para poder pensar de un modo más amplio nuestro presente. Si no, tan sólo será carne para las fieras, siempre tan atentas a las disputas del campo popular.
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