No busquen fantasmas donde no los hay….Si hay algo que está fuera de toda discusión es que el Gobierno hizo un aporte grande a la protesta de gendarmes y prefectos. O dos: no la previó, y hasta anoche tampoco había encontrado una fórmula para controlarla. Sólo atinó a anunciar que este mes el personal de esas dos fuerzas cobrará lo mismo que cobraban antes. Y sacudió con una purga a los dos jefes y a sus estados mayores, aunque el decreto que disparó el conflicto lleva las firmas de la propia Presidente, el jefe de Gabinete Abal Medina y la ministra Garre. Si adentro hubo un cortocircuito, los fusibles saltaron afuera. La clave está justamente en ese decreto 1307, que pretendía ordenar un sistema salarial caótico y que en los últimos años, por algunos amparos judiciales, se llenó de diferentes retribuciones para la misma categoría e incluso de subordinados que ganaban más que sus jefes. El decreto contemplaba terminar con la maraña de adicionales no remunerativos, que equivalen a pagos en negro : no forman parte del sueldo ni están alcanzados por impuestos, cargas sociales y aportes previsionales. En varios fallos, la Corte había ordenado hacer ese trabajo. Pero en los hechos, el 1307 provocó una poda de los sueldos, especialmente en los más bajos y en los de los retirados. Y no sólo eso: el nuevo sistema crea un haber mensual según las jerarquías y cuatro módulos de compensaciones, dos de ellos no remunerativos. O sea, el propio Gobierno sigue aplicando pagos en negro . Lo peor es que el Gobierno prevé en el decreto que iba a recortar los salarios. Y dice que si esto pasa, el personal "percibirá una suma fija transitoria" para compensar la pérdida aunque con un límite: la cobrará hasta ser absorbida "por cualquier incremento en las retribuciones, incluyendo los ascensos". Es decir, habían previsto la quita salarial pero no la reacción de prefectos y gendarmes. Pregunta obvia: si ellos mismos sabían del recorte ¿por qué no se adelantaron? Es otra muestra de impericia y por lo que dice el mismo decreto, le toca enteramente al Gobierno. El descalabro salarial está expandido por todo el Estado y viene de lejos. Pero en el caso de gendarmes y prefectos, el kirchnerismo contribuyó con empeño: desde 2004 sancionó catorce decretos que crearon compensaciones, suplementos y retribuciones no remunerativas. A cada problema, un parche. Ahora puede interpretar la protesta al modo que mejor le convenga, como hizo el cristinismo duro que acusó a los medios y habló de golpismo. Más raro fue lo de Abal Medina, que según Télam dijo que "el decreto fue mal aplicado" . ¿Quién debía aplicarlo si no el propio Gobierno, que fijó las escalas y paga los salarios? El mismo Abal reconoció que más de "7661 prefectos cobraron menos". No lo aclaró, pero algo semejante pasó en la Gendarmería. Por esto fue el reclamo. Simplemente por salarios.
Por supuesto en clarín miente |
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