Una realidad que desde hace tiempo
podía percibirse en las calles ahora está constatada por las cifras. En los
últimos 10 años se radicaron en el país, legalmente, algo más de 807.149
extranjeros.
Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, se
pasó de 17.787 radicaciones autorizadas por el Gobierno en 2004 a 138.219 el
año pasado, un incremento de 800%. Los extranjeros que obtienen la residencia
permanente pueden trabajar legalmente y tener beneficios sociales
similares a los de cualquier argentino.
El ranking de extranjeros llegados al país en la última
década lo encabezan los paraguayos (38,7% del total), seguidos por los
bolivianos (28,6%) y peruanos (15,2%).
Los chinos que obtuvieron radicación aumentaron
considerablemente: pasaron de 263 en 2004 a 1200 el año pasado. Se
constituyeron en la nueva ola migratoria, junto con dominicanos, haitianos,
senegaleses y sirios.
"Estamos convencidos de que hay
que profundizar la política de inclusión de los extranjeros residentes en el
país para que puedan trabajar legalmente. Echar a los ilegales es ridículo y no
resuelve el problema", dijo el director de Migraciones, Martín Arias
Duval, a LA NACION.
El incremento de trámites de
radicación se da en momentos en que un sector del Gobierno liderado por el
secretario de Seguridad, Sergio Berni, pidió la expulsión de los extranjeros
que cometen delitos.
Desde 2004 hasta hoy las radicaciones
resueltas de ciudadanos paraguayos que están en la Argentina pasaron de 5002 a
62.972 el año pasado. Los bolivianos con residencia permanente eran 2013 en
2004 y el año pasado fueron 34.083. Los peruanos con radicaciones permanentes
eran 4245 en 2004 y el año pasado se contabilizaron 20.070. Los brasileños
pasaron de 570 a 4133; los chinos con residencia permanente eran 263 en 2004 y
esa cifra se elevó a 1200 el año pasado, y los colombianos con residencia
permanente eran 235 hace una década y el año pasado fueron 4600. Los
dominicanos con residencia permanente eran apenas 29 y el año pasado se
entregaron 2216 documentos. Los senegaleses, por su parte, fueron 47 en 2005 y
el año pasado pasaron a 1579.
De esta manera, en la totalidad de la
última década se dieron 312.902 residencias permanentes a paraguayos, 230.978 a
ciudadanos bolivianos, 123.000 a peruanos, 21.310 a brasileños y 18.150 a
chinos, entre otros inmigrantes extranjeros.
Por otra parte, las cifras de
radicaciones temporarias, es decir de aquellos extranjeros cuyos pedidos están
en trámite para obtener documentos permanentes actualmente son muy elevados: en
2004 eran 2978 y el año pasado se contabilizaron 137.515. La proporción de
paraguayos, bolivianos, peruanos, colombianos, brasileños y chinos se mantiene
en este caso como en las residencias permanentes.
El incremento de extranjeros que
avaló la Dirección Nacional de Migraciones se da en el contexto de la guerra
que se desató en el Gobierno por la política migratoria. Así, el ala
progresista de la Casa Rosada, que está enfrentada con la estrategia de mano
dura con los extranjeros que promueve Berni, desempolvó toda una artillería
destinada a frenar esa embestida: no sólo desautorizó al funcionario
todoterreno en sus planes de instrumentar rigurosidad con los extranjeros, sino
que también impulsa medidas tendientes a flexibilizar su situación en el país.
NUEVAS MEDIDAS
Por mandato del ministro del Interior
y Transporte, Florencio Randazzo, la Dirección Nacional de Migraciones, que
conduce Martín Arias Duval, desempolvó de su carpeta varias propuestas para
agilizar los trámites de radicación de extranjeros. Y no sólo esto: también
están dispuestos a modernizar los sistemas de control de migraciones,
inyectarán mayor presupuesto en equipamiento digital y expusieron que
continuarán con la "política de inclusión de los inmigrantes" en el
país. Esta postura no es casual y buscará contraponer abiertamente la
"estrategia expulsiva" que promueve Berni, como dicen, cuando planteó
la deportación de los extranjeros que cometan delitos.
"Estamos convencidos de que hay
que profundizar la política de inclusión y el blanqueo laboral de los
inmigrantes ilegales que están en el país porque echarlos sería ridículo y no
sirve para nada", dijo Arias Duval a LA NACION. Para el titular de la
Dirección Nacional de Migraciones, la política de incorporación de los
ciudadanos extranjeros a la sociedad argentina va en línea con lo que pregona
el papa Francisco en su defensa de los derechos humanos de los inmigrantes.
Esta política aperturista fomentada
por la Dirección de Migraciones se potenció con el programa Patria Grande, que
se lanzó en 2004, y contrasta con los pedidos de mano dura de Berni.
Para poner en marcha esta estrategia
de "inclusión extranjera", la dirección a cargo de Arias Duval activó
un programa digitalizado para acelerar las consultas de antecedentes, los
trámites de consulta con Interpol se agilizaron y los trámites de radicación
definitiva se agilizarán en lo inmediato con un mayor presupuesto y personal.
En 2007, había 1200 empleados de
Migraciones en todo el país y este año llegaron a 3700. En la Casa Rosada
aseguran que habrá más empleados en esa dependencia. Así, existen hoy 29
delegaciones de Migraciones en todo el país y se reforzaron los controles en
las fronteras en reemplazo de la labor que realizaban la Gendarmería o la
Prefectura. Las últimas tres delegaciones de Migraciones que se abrieron están
en Almirante Brown, Florencio Varela y San Luis. Se abrirán más.
A la vez, con vistas al futuro
inmediato, la Dirección de Migraciones tiene previsto impulsar una batería de
medidas. Por ejemplo: invertirá en equipamiento digital, reforzará los operarios
en comercios para sancionar a aquellos que dan trabajo a inmigrantes ilegales,
habilitarán a los extranjeros a hacer seguimiento de sus trámites de radicación
desde los correos locales sin necesidad de ir a las delegaciones de Migraciones
y agilizarán los trámites de firma digital.
LOS RECHAZOS
"Tenemos que poner en marcha
medidas para que los extranjeros ilegales puedan ingresar en el circuito legal
de la economía porque está demostrado en el mundo que echarlos del país no
sirve para nada", dijo Arias Duval a LA NACION. De todas formas, desde la
Dirección de Migraciones se aclaró que sólo rechazarán el ingreso de aquellos
inmigrantes que tienen antecedentes penales, aquellos cuya documentación no
esté en regla o si se trata de menores.
Como una forma de contrarrestar el
discurso de Berni respecto de la flexibilidad que se les da a los extranjeros
en su ingreso al país, además, la Dirección Nacional de Migraciones informó que
los foráneos rechazados por el país por problemas de antecedentes penales o
indocumentación aumentaron en los últimos años. Mientras que en 2005 hubo 266
extranjeros rechazados al ingresar al país, en lo que va de este año esa cifra
creció a 5140.
IMPLEMENTAN UN NUEVO SISTEMA MIGRATORIO
Antes de fin de año, aquellos
pasajeros que salgan e ingresen por los aeropuertos de Ezeiza y Aeroparque lo
harán sin tener que pasar por el personal de Migraciones. Con sólo apoyar sus
pasaportes o documentos de identidad por un escáner especial se les abrirá una
puerta automática para dirigirse directamente a la zona de ingreso o de
embarque.
Sólo a aquellos pasajeros que tengan
problemas en su documentación no se les abrirá la puerta y serán atendidos por
el personal de Migraciones. Éste es el plan de modernización que se propuso
instrumentar antes del año que viene la Dirección Nacional de Migraciones. Se
trata de un modelo novedoso que sólo está instalado en algunos aeropuertos
europeos, de Estados Unidos o asiáticos.
La idea
de la Dirección de Migraciones es agilizar al máximo la circulación de los
pasajeros en los aeropuertos y evitar demoras. Para poner en marcha este
moderno sistema se instalarán escáneres de última generación que utilizan
información en red que se puede cotejar al instante
Fuente;
http://www.lanacion.com.ar/1727640-en-la-ultima-decada-se-radicaron-en-el-pais-800000-extranjeros