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jueves, 13 de diciembre de 2018

La pobreza creció al 33,6% en la Argentina y es la más alta de la década, según un informe de la UCA **


Son cifras correspondientes al tercer trimestre. Aumentó 19% respecto del mismo período de 2017. Más de 13 millones de argentinos son pobres

En lo que constituye un verdadero retroceso en términos de desigualdades en la Argentina el índice de pobreza se disparó al 33,6% en todo el país durante el tercer trimestre de este año y constituye así un aumento de 19% respecto de las cifras difundidas por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) un año atrás.
Según los datos emitidos hoy, en la Argentina existe un 33,6% de personas que viven por debajo de la línea de la pobreza mientras que hay un 6,1% que se encuentran en la indigencia. Esto constituye un estimado de más de 13,2 millones de personas que sufren la pobreza. Un año antes había medido 28,2% de la población.
"Este es un informe que no responde a una intencionalidad política o partidaria sino que es el reflejo de un estudio científico que responde a una Argentina que vive con muchas desigualdades, una inflación que pegó mucho en la población y una importante franja de los argentinos que no tienen trabajo", expresó a Infobae Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Estos datos de pobreza arrojan los índices más elevados en la última década en Argentina y se estima que en el último trimestre estos datos se mantendrán.
Los números arrojados por este índice se realizan en unos 5.800 casos de todos los conglomerados urbanos del país con más de 80.000 habitantes y toma en cuenta una muestra por ingreso aunque tiene datos más ampliados de la situación de las personas pobres o indigentes.
El incremento en los niveles de pobreza que registró ahora el informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA implica un retroceso ya que vuelven a darse cifras superiores a las que había en el 2015 cuando finalizó el mandato de Cristina Kirchner (29,2%) y al momento en que comenzó la administración de Mauricio Macri (32,3%).
Salvia explicó que la pobreza golpeó más a los sectores medios por la inflación y la falta de trabajo que a los sectores indigentes que tienen una protección social que hizo mantenerlos en su situación.
De esta manera, el Gobierno no logró, al evaluar estos datos, una reducción de la pobreza y se mantiene muy lejos de la promesa presidencial de alcanzar una pobreza cero en la Argentina.
En el primer semestre de 2018, el INDEC arrojó el dato de que el 19,6% de los hogares en la Argentina está por debajo de la línea de pobreza, lo que comprende al 27,3% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 3,8% de hogares indigentes que incluyen 4,9% de las personas.
Allí también el INDEC había registrado una suba de la pobreza y la indigencia con respecto al segundo semestre de 2017 y una disminución respecto de los consignados en el primer semestre de 2017.
Por otra parte, el dato llamativo del índice de ahora de la UCA es que la pobreza golpea más en el Conurbano y en los chicos de 0 a 17 años donde se vio un incremento del 44% al 51,7%.
En este caso llama mucho la atención otro dato alarmante del Observatorio de la Deuda Social: el nivel de inseguridad alimentaria en la Argentina hoy es del 20% del total de la población y la inseguridad alimentaria severa, es decir aquellos que pasan hambre, es de 7,9%.
Salvia atribuyó todas estas cifras alarmantes en la Argentina a que no existe en la última década una clara política distributiva del ingreso y a que la pobreza estructural no logró desterrarse.
El trabajo que presentó la UCA bajo el título de Estancamiento estructural, pobreza crónicas y desigualdad crónica en Argentina 2010-2018 sostiene también que la economía vinculada al sector externo y necesario para el crecimiento no logró una derrame hacia los sectores más productivos.
En marzo, la UCA presentará un informe sobre pobreza multidimensional en donde se registrarán mayores niveles de inseguridad alimentaria y una mejora en la infraestructura de salud y hábitat.
** Martín Dinatale / Infobae

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Estadísticas del Indec: el 32,2% de las personas son pobres en la Argentina

Son datos del segundo trimestre. El 6,3% de la población es indigente. Hay más de 8 millones de pobres

El procesamiento de los datos de la Encuesta Permanente de Hogares que el nuevo Indec hizo entre abril y mayo, determinó que 32,2% de los habitantes de los 31 grandes distintos urbanos no fue capaz de reunir ingresos por todo concepto para comprar las canastas básicas de alimentos y de servicios escenciales.
En conferencia de prensa, el equipo de técnicos a cargo del director del Indec, Jorge Todesca, explicó que "sobre una población urbana de 27,2 millones de habitantes, 8,77 millones se encontraban en estado de pobreza y 1,7 millones en condición de indigencia", esto es no contó con recursos monetarios para adquirir la canasta básica de alimentos.
 En los 31 aglomerados urbanos habitan unas 8,77 millones de personas en estado de pobreza
Sobre la una población urbana total del país de unas 39 millones de personas, se estima que la franja que no pudo reunir los ingresos monetarios para comprar la canasta básica total de alimentos y servicios, involucró a un rango de 12,6 millones de personas.
Se trata de un valor a tono con la estimación que el 11 de agosto dio a conocer el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina.
Cabe recordar que el 23 de abril 2014 el ex ministro de Economía Axel Kicillof anunció que el Indec "hasta nuevo aviso se suspendía la difusión de último relevamiento de la EPH correspondiente al segundo semestre del 2013, sin dar ningún tipo de explicaciones técnicas.
El índice de indigencia fue estimado para el segundo trimestre de 2016 en 6,3% de una población urbana de 27,2 millones habitantes; y 4,8% de los hogares.
La extrapolación de la estimación parcial al total del país, con el agregado de las poblaciones rural, esto es poco más de 43,5 millones de personas, arroja que la pobreza afecta a 14 millones de habitantes y la indigencia a unas 2,7 millones de personas.



miércoles, 24 de agosto de 2016

Según INDEC, el desempleo creció a 9,3% y ya afecta a 1.165.000 personas


A tono con la recesión que afecta que afecta a la economía, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), informó que el desempleo subió a 9,3% de la población en el segundo trimestre de 2016.

Los funcionarios se encargaron de aclarar que, en virtud que las mediciones anteriores deben ser tomadas "con reservas", este dato no es comparable con la última cifra difundida por el organismo oficial, correspondiente al tercer trimestre del año pasado, que fue de 5,9%.
Siendo el sector manufacturero uno de los más afectados por la retracción - y particularmente las pequeñas y medianas empresas - no extraña que las cifras más altas de desempleo coincidan con los centros industriales.

Asimismo, el empleo se hace sentir con mayor intensidad en las ciudades más pobladas, por la caída en la construcción. Según el último informe del Estudio Bein, los números de actividad del segundo trimestre y los primeros registros del tercero son elocuentes: la economía sigue en recesión con caídas que alcanzan al 18% interanual en construcción, 6% en industria y 5% en comercio.

Las mayores tasas de desempleo corresponden a Gran Rosario - 11,7%), -Mar del Plata - 11,6%-, Gran Córdoba - 11,5% -, partidos del Gran Buenos Aires - 11,2%-, Río Cuarto - 10,5% - y Gran Buenos Aires- 10,6% -. De esta forma, y según surge de los datos del INDEC, la cantidad de desocupados asciende a 1.165.000 personas.

"Es evidente que estamos ante una situación grave en el mercado de trabajo", dijo el titular del Indec, Jorge Todesca, en la conferencia de prensa.

La tasa superior al 9% difundida por el organismo oficial es coincidente con algunas estimaciones privadas, tal el caso del Estudio Bein que proyecta un 8,5%, mientras que se distancia de otras, como por ejemplo el cálculo de Ecolatina que proyecta un promedio de desempleo de 12% para el año. Por su parte, la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires calculó que la tasa de desocupación en el primer trimestre del año llegó a8,6%, con una suba de casi dos puntos con relación al 6,8% correspondiente a finales de 2015.

La subocupación también alcanza cifras elevadas. De acuerdo con el INDEC representa el 11,2% de la población. La mayor parte, 7,7% corresponde a aquellos desempleados que se encuentran buscando empleo, en tanto que el 3,5% restante corresponde a los no demandantes.

Otro dato que surge del informe oficial es que uno de cada tres trabajadores trabaja en negro. Según el INDEC, la proporción de empleo no registrado llega a 33,4%, una cifra que se mantuvo en los últimos años.

De acuerdo con especialistas en el mercado de trabajo, la permanencia de una elevada tasa de empleo en negro responde a distintos factores, entre los que se destaca una legislación laboral que favorece los litigios con fallos que generalmente, terminan perjudicando al empleador. Y también la pesada carga de impuestos y contribuciones. Según las categorías, los empresarios deben enfrentar un costo laboral que representa entre 35 y 50% del salario. Por su parte, los trabajadores sufren un descuento de 12% por aportes, o más si se ven afectados por el impuesto a las Ganancias.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo correspondientes a mayo pasado, el empleo registrado alcanza a 6.135.000 personas, cifra que supone una destrucción de casi 60.000 puestos con relación al mes anterior.

En los últimos cinco años no se registró aumento del empleo formal en el sector privado. Este faltante fue cubierto con aumento de la ocupación en el ámbito público. De acuerdo con datos de FIEL, durante las gestiones de Néstor y Cristina Kirchner aproximadamente se duplicó de agentes estatales, pasando de 2 a 4 millones de personas.
Otro de los problemas, de los muchos que afectan al mercado laboral, es la existencia de trabajos precarios. De acuerdo con una medición del Instituto para el Desarrollo Social Argentino, en la actualidad existen unos 450.000 planes sociales, 50% más que a comienzos de los años 2.000.

Por último, cabe señalar que los datos del mercado laboral no se conocían desde la segunda parte del año pasado, ya que fueron suspendidos luego de que el director del ente,Jorge Todesca, declarara en diciembre de 2015 la emergencia estadística.
El INDEC aclara que "no se incluyen datos de trimestres anteriores dado que, conforme a la emergencia estadística, el INDEC ha dispuesto que las series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015, deben ser consideradas con reservas".

martes, 31 de mayo de 2016

¿Somos los argentinos más pobres que en 1998?

Así lo revela un informe elaborado por un grupo de investigadores de la UBA y de Harvard, tras sincerar las estadísticas del Indec de Cristina Kirchner. La clave: el uso del dólar oficial "mejoraba" los indicadores que hacía el gobierno anterior
Los argentinos podríamos ser ahora más "pobres" que en 1998. Así lo establece un informe que revisó las estadísticas elaboradas por el Indec del gobierno de Cristina Kirchner, que publicó ARKLEMS+LANDS, un proyecto liderado por el economista Ariel Coremberg y que integran profesionales y estudiosos de las estadísticas de la Universidad de Buenos Aires y Harvard.
"Mis condolencias, argentinos. Actualmente son más pobres que los chinos, los búlgaros, azerbaiyanos, bielorrusos, turcos, mexicanos, malayos y gabonenses, sin mencionar a sus queridos vecinos de Brasil", encabeza un artículo publicado hoy por el periodista Steve Johnson, del prestigioso diario Financial Times, que reproduce el trabajo elaborado por el grupo de expertos.
Es que, según ARKLEMS+LANDS, el PBI per cápita de la Argentina fue marcadamente inferior al que informó oficialmente el gobierno de Cristina Kirchner. Basándose en el tipo de cambio real, el equipo de Coremberg calculó que el producto bruto interno del país en el año 2014 fue de sólo u$s7.399, muy por debajo de los u$s12.510 que había informado el Banco Mundial, basado en cifras oficiales argentinas.
Es decir que entre un cálculo y el otro hay una diferencia del 40,9 por ciento. De tomarse este cálculo, la Argentina descendería en el escalafón mundial del puesto 56 al 78, ubicándose por debajo de países como Surinam, Santa Lucía o Granada, cuyo PBI por habitante es de 10.739 dólares.
GDP per capita (current US$)
Data from World Bank

La estimación del PBI ARKLEMS, que sirvió de base para el informe publicado por Financial Times, permitió comparar la trayectoria de crecimiento de la Argentina en diversos periodos del último siglo. Como resultado de esos procedimientos aplicados, al contrario de los cálculos oficiales, se comprueba que el periodo de crecimiento del régimen macroeconómico del kirchnerismo no fue el mayor, ni el más prolongado, ni el único que generó tasas chinas de los últimos cien años. Más aun, Argentina fue el país que menos creció a largo plazo de América Latina.
LOS SIETE PUNTOS DESTACADOS DEL INFORME
1- El PBI de la economía argentina entre los años 1913-2013 creció un 2,7% promedio anual.
2- Por tasa acumulada y promedio anual, los periodos de mayor recuperación post crisis fueron 1900-1913, 1917-1929, 1963-1974 e INDEC 2002-2014.
3- El régimen macroeconómico actual si bien se destaca por la recuperación acelerada del nivel de producción post crisis, no es el único que presentó tasas chinas en el último siglo.
4- El periodo 2002-2014 acumula un crecimiento del 64% en la serie ARKLEMS encadenada, un 76% en la réplica de la serie base 1993 sin manipulación. En tanto que la serie INDEC oficial base 2004 acumula un 92% e INDEC oficial base 1993, 108%. Ello demuestra que las diferencias se deben mayormente a la manipulación discrecional de las series oficiales a partir de la intervención del INDEC y en mucha menor medida al año base considerado.
5- Argentina fue el país que menos creció a largo plazo (entre máximos cíclicos recientes 1998-2013) de América Latina.
6 - El presente régimen macroeconómico demuestra una tasa de crecimiento a largo plazo entre máximos cíclicos 1998-2013 del 2,2% promedio anual por debajo de la tendencia 1913-2013 y por debajo de los períodos 1944-1974, 1987-1998.
7- El PBI per cápita no crece desde el año 2008 hasta el presente.
Según el trabajo de investigación, uno de los hechos destacados de la década kirchnerista fue la importante recuperación de la actividad económica luego de la gran depresión económica 1998-2002, resaltado tanto por autoridades públicas como por economistas críticos como uno de los períodos de crecimiento más dinámicos de la historia argentina. "Pero cuando uno compara el pico de 2015 con 1998, el último nivel máximo, sólo creció 2% anual en vez de las tasas chinas de 8 por ciento", aseguró Coremberg en el último informe.
Sin embargo, resulta dificultoso analizar y comparar el período de crecimiento actual con otros regímenes macroeconómicos imperantes durante la historia económica argentina por dos razones:
- Primero, la estimación de la serie de PBI a precios constantes durante periodos largos de tiempo con el fin de medir el crecimiento de la economía argentina presenta las conocidas dificultades de empalme de series que provienen de años base cuya estructura de precios relativos sectoriales son muy diferentes entre sí como las que presentan las Cuentas Nacionales en los últimos cien años: 1950, 1960, 1970, 1986 y 1993 hasta el año 2007.
- Segundo, a partir del año 2007, las series oficiales presentan los conocidos sesgos positivos en sus valores debido a la intervención del INDEC que aplicó el gobierno de Cristina Kirchner.
Según el informe de Colemberg, entre el 2007 y el 2015 el crecimiento oficial del PBI entre el 2007 y el 2015 fue de casi 30%, aunque destaca que si se utilizan los métodos y las fuentes tradicionales, fue de apenas el 15 por ciento. Sostiene además, que los resultados de la última década no mostraron el crecimiento más alto en la historia de la Argetnina. "El país no era el campeón del crecimiento de Latinoamérica", añadió Colemberg.
Arklems sostiene que el principal impulsor de los datos del PBI no era la "ridícula" inflación oficial, sino que los índices de crecimiento del gobierno kirchnerista se calculaban en base a indicadores como producción industrial y flujo de comercio, incluían cifras de volumen de actividad erróneas. "La diferencia no es casual. Se debe a la manipulación que hubo en todas las industrias", agregó el informe que publica el diario Financial Times.
En Coremberg (2014) se reproduce el cálculo del PBI cuyo resultado demuestra que la distorsión de las series oficiales se debe al abandono de las fuentes y métodos tradicionales de las Cuentas Nacionales a partir de fines del año 2007. Se demuestra que la manipulación es en su mayor parte discrecional y no solo por resultado de una manipulación de tipo indirecta por aplicación de un índice de inflación oficial distorsionado.
Asimismo, en una nota en Foco Económico, Coremberg-Wierny (2014) presentan los argumentos por los cuales la "nueva" base oficial del PBI (2004) conlleva las mismas distorsiones en su evolución que la base oficial anterior:
1) multiplica por 7 la verdadera evolución del Sector Financiero
2) casi cuatriplica el crecimiento del Sector Comercio
3) duplica la verdadera performance de la Industria.

jueves, 16 de julio de 2015

POBREZA Argentina: ficción o realidad (Según el cristal con se mida)

Como cada vez que las mediciones de pobreza del gobierno nacional son puestas en duda, el Indec intentó salir a defender sus números, aún cuando hace más de un año que no da cifras por un supuesto problema de "empalme" en las estadísticas.
"No cabe duda de que la campaña electoral de la oposición devenida en medición de pobreza, presentada por la Universidad Católica Argentina (UCA), es no sólo falaz, sino también inconsistente", sostuvo el titular del ente estadístico, Norberto Itzcovich.

Esta semana, la UCA aseguró que la pobreza no paró de crecer desde 2011 y ya afecta a tres de cada 10 argentinos. De acuerdo con su informe, en el último cuatrimestre de 2014 una familia tipo necesitó reunir ingresos por al menos $5.717 por mes para no ser pobre. Más del doble de los $2.026 que calcula el Indec.




A través de una columna de opinión publicada en el diario Tiempo Argentino, Itzcovich alegó que "sostener que casi un tercio de la población argentina se encuentra en situación de pobreza luego del período histórico más significativo de crecimiento de la economía (...) resulta de una visión absolutamente sesgada y negada de la realidad

"La campaña electoral se mete en el tema de la medición de pobreza, provocando una serie de afirmaciones que se refutan fácilmente desde el análisis de un conjunto amplio de datos estadísticos, pero sobre todo desde el mero sentido común", sostuvo el funcionario del gobierno nacional.

El responsable de las cuestionadas estadísticas oficiales apuntó también contra la universidad cercana al papa Francisco: "Según la UCA, la pobreza en 2014 fue prácticamente idéntica a la del año 2006, pero en ese período el desempleo bajó un punto y medio, cientos de miles de nuevos perceptores incorporaron ingresos, cayó más de 10 puntos porcentuales el empleo informal y se implementaron políticas inclusivas".
"Parece que las necesidades de sostener los dogmas neoliberales y antipopulares está nublando la capacidad de la oposición de reconocer el éxito de las políticas aplicadas desde el año 2003 en nuestro país", concluyó.



Fuente : Infobae.com

viernes, 17 de abril de 2015

EL 25,1% de los ARGENTINOS son POBRES, SEGÚN un relevamiento de EX TRABAJADORES del INDEC


Técnicos desplazados del organismo de estadísticas concluyeron que en 2014 casi un cuarto de la población (9,6 millones de argentinos) estaba bajo la línea de pobreza. Consultoras privadas calculan un número mayor

"La intervención del Indec ha hecho un descubrimiento asombroso: es difícil definir qué es la pobreza o cuándo una persona o un hogar es pobre", asegura Cynthia Pok, ex directora de la Encuesta Permanente de Hogares del organismo oficial de estadísticas.

Mientras el Gobierno sigue ocultando el número de pobres, los especialistas desplazados del Indec afirman que en la Argentina había a fines de 2014 unos 9,6 millones de pobres. Es decir, que un cuarto de los argentinos es pobre.

Incluso, algunos informes privados son más pesimistas. El último relevamiento de la consultora Ecolatina indicó que el año pasado la Argentina terminó con 27% de pobreza. La variación interanual es prácticamente igual a la que presentan los ex trabajadores del organismo oficial.

Claramente este y otros datos contrarrestan las últimas cifras oficiales difundidas por el Gobierno allá por fines de 2013, cuando ubicaba en 4,7% al indicador (en ATE la estimaban en casi 15 puntos más). Lo preocupante es que hace más de un año que no se difunden (o no se miden) los datos, sin atender las consecuencias que conlleva no medir más la pobreza.

El último trabajo de la comisión técnica de ATE-Indec señala que un 25,1% de los argentinos era pobre a diciembre de 2014. Un año atrás, su propio cálculo era de 20,7 por ciento.

En las próximas semanas el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dará a conocer sus cifras, en base a tres indicadores: pobreza medida por ingresos, pobreza basada en las necesidades básicas insatisfechas (NBI) y pobreza con un enfoque multidimensional.

Según informa el diario La Nación, los desplazados del Indec afirmaron además que la canasta básica total (la que fija la línea de pobreza) costaba a fin del año pasado 6.384 pesos, lo que implica un incremento trimestral de 4,6% en comparación con el tercer trimestre del año pasado, cuando costaba $6.101. Por otro lado, la canasta básica alimentaria (que pone un piso a la indigencia) fue de $2.800 a fines de 2014. Un trimestre atrás era de 2.676 pesos.

En este sentido, el relevamiento afirma que a fines de 2014 había en la Argentina 2.161.000 indigentes. Esto significa que un 5,6% de los argentinos no podía acceder a la canasta mínima para procurar su alimentación.

Los números serán presentados hoy en el tradicional "abrazo al Indec" que realizan todos los meses los trabajadores opuestos a la intervención del organismo oficial de estadísticas.


jueves, 26 de marzo de 2015

La mitad de la gente con ingresos vive con menos de $ 5 mil al mes


DATOS DEL INDEC. Son 11,5 millones. Esto incluye a jubilados, asalariados, autónomos, titulares de planes o los que cobran una renta.
El mapa de la distribución del ingreso no solo muestra una fuerte desigualdad. Marca que mucha gente dispone de ingresos muy bajos y, en algunos casos, insuficientes. La estadística oficial dice que la mitad de las casi 23 millones de personas que tienen ingresos -sea porque trabajan, cobran una jubilación o disponen de una renta- reciben menos de $ 5.000 por mes.
Son datos del INDEC del IV Trimestre de 2014 difundidos ayer y proyectados a todo el país. Un año atrás, esa cantidad de gente recibía menos de $ 4.000.
Así, la mejora nominal en un año fue del 25%, muy por debajo de la inflación real que rondó entre el 36 y 38%, según las mediciones no oficiales. Esto significa que, por la mayor inflación, hubo un manifiesto deterioro del ingreso de la gente que afectó con más fuerza a los que menos ganan.
El universo de los que tienen algún ingreso incluye a los ocupados, ya sea que trabajen en blanco o en negro, en relación de dependencia, por su cuenta, como profesionales, a los jubilados y pensionados, beneficiarios de planes sociales o viven de una renta.
De esta manera, a pesar de las ayudas o prestaciones en dinero que mucha gente recibe del Estado, el reparto de la torta muestra grandes contingentes de trabajadores, jubilados o cuentapropistas con ingresos muy reducidos en relación a las necesidades básicas de las familias.
Es que esas 11,5 millones personas debe mantener un hogar. Y de esta información oficial surge que cada integrante de esas familias dispone de menos $ 100 por día para alimentarse, vestirse y cubrir el resto de las necesidades como salud o vivienda.
Si se desciende en la escala de ingresos, surge que el 30% de los que tienen ingresos -7 millones de personas– dispone de menos de $ 3.100 mensuales o, en promedio, menos de 60 por día porque, en muchos casos, deben compartir ese ingreso con sus cónyuges o hijos.
Ese valor no cubre el costo de una canasta básica “de pobreza”. Por eso, en base a las cifras del INDEC se calcula que la pobreza alcanza al 30% de la población total. Es sabido que el INDEC dejó de medir la indigencia y la pobreza.
Una parte de esta gente de ingresos tan bajos son asalariados informales, cuentapropistas, subocupados, jubilados o pensionados con el haber mínimo o gente que cobra algún plan de empleo. Por ejemplo, a fin de 2014, casi 1,5 millón de pensiones no contributivas percibían $ 2.200 mensuales.
Según el INDEC, el 57% de la población percibe algún ingreso y el 43% son personas sin ingresos -en su mayoría chicos o adolescentes- que dependen de sus familias.
En tanto, la mitad de las personas con ingresos inferiores a los $ 5.000 percibe el 22,3% del ingreso total. Y la otra mitad se queda con el 77,7% restante.
En el Norte del país los ingresos son todavía menores. Por ejemplo, en Posadas (Misiones), Resistencia (Chaco), Corrientes, Santiago del Estero, Salta, Formosa o San Juan, la mitad percibe menos de 3.800.
En el Sur, los ingresos son mayores, como en Tierra del Fuego donde la mitad percibe menos de $ 12.000, pero el costo la canasta básica para un matrimonio con 2 hijos es bien superior: a febrero era de $ 15.769 según la Dirección de Estadísticas y Censos de ese distrito. En la Ciudad de Buenos Aires, la mitad percibe menos de $  7.000 cuando la canasta básica para una familia tipo sumaba $ 12.655, según la Dirección de Estadísticas porteña.


sábado, 14 de marzo de 2015

El trabajo en negro subió al 34,3%, según el INDEC






El trabajo en negro volvió a pegar un salto. En un año subió del 33,5 al 34,3% de acuerdo a los datos del INDEC difundidos ayer, que corresponden al cuarto trimestre de 2014 y abarca a 31 regiones o grandes ciudades.

Este aumento del trabajo informal fue generalizado: se registró en todas las regiones del país, pero con particular fuerza en el Noreste que subió del 38,8 al 40,7% y en el Conurbano bonaerense, que pasó del 37 al 38,2%.

A la cabeza del ranking está el NOA, con el 42,8%, y –si se mira por ciudades– Santiago del Estero, con el 49,6%; seguida por Tucumán, con el 47,5%. Y, mientras que en la principal región del país, el Conurbano bonaerense, aumentó, en la Capital bajó del 21,6 al 21 por ciento.

El 34,3% de empleo en negro equivale a 4.200.000 de trabajadores sobre casi 12,2 millones de asalariados privados y del sector público. Así, uno de cada tres empleados en relación de dependencia no tiene derecho a la jubilación, no está cubierto por una obra social o ART, gana menos que su par registrado y también tiene menos beneficios laborales que el resto de los empleados que están registrados.

Si se descuenta el empleo público, que se supone está registrado, el trabajo en negro en el sector privado rondaría el 45%. Y sería más elevado entre los no asalariados, que trabajan por su cuenta en la construcción y otras actividades.

Desde hace tiempo, el empleo en negro ronda en torno a un tercio de los trabajadores. Por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2011 se ubicó en el 34,2%. Muestra así una férrea resistencia a bajar.

Entre los que trabajan en negro, el grueso son trabajadores de la construcción –que durante 2014 fueron afectados por la recesión–, de servicios de hotelería y restaurantes, y el personal doméstico (tanto por horas o por jornada completa). En estas actividades, el empleo informal supera largamente el 60%.
Así las cosas, el balance laboral oficial de los últimos doce meses muestra un retroceso del empleo privado, con más gente subocupada, un alza del empleo público, el empleo informal y el desempleo y un incremento de la cantidad de gente inactiva. Sin ese abandono de la búsqueda de empleo, la desocupación sería mayor y también la proporción de empleo en negro.

De todas maneras, el informe del INDEC tiene datos curiosos. Por ejemplo, el NEA con el 40,7% de empleo en negro, tiene una desocupación de apenas el 2,7%. Se destaca Resistencia, Chaco, con la menor tasa de empleo de todo el país, desempleo cero y subempleo de solo el 0,2%.

© Ismael Bermúdez

martes, 18 de noviembre de 2014

El INDEC reconoció un FUERTE AUMENTO de la DESOCUPACIÓN


Llegó a 7,5% en el tercer trimestre. Esto equivale a 1,3 millón de personas. En un año se agregaron 130 mil desocupados.
El INDEC informó ayer que en el último año se produjo un fuerte deterioro del mercado laboral. El desempleo subió del 6,8% al 7,5% en los 31 aglomerados donde se realiza la Encuesta Permanente de Hogares. 

Proyectado a todo el país equivale a 1,3 millón de desocupados, al tercer trimestre de 2014. Son 130.000 desocupados más.

El dato podría haber sido mucho peor porque mucha gente, unas 70.000 personas, por las pocas chances de encontrar empleo dejaron de buscar trabajo (“factor desaliento”) y pasaron a la inactividad. O jóvenes que podían haber ingresado al mercado laboral siguieron inactivos. Y eso se tradujo en una fuerte caída de la tasa de actividad que descendió del 46,1 al 44,7%. 

Así de acuerdo al INDEC la gente que perdió trabajo, no salió a buscar otro empleo y se retiró del mercado laboral.

También continuó en descenso el número de ocupados –unos 200.000 menos con relación al tercer trimestre de 2013- como surge de la baja de la tasa de empleo del 42,9 al 41,3%. Además, dentro de los ocupados creció la proporción de subocupados -gente que trabaja pocas horas pero quiere trabajar más-: subió del 8,7 al 9,2%, unos 80.000 más. En gran parte eso se debe a las suspensiones o la reducción de las jornadas de trabajo. 
En cantidad de personas los números son estimativos porque ni el INDEC ni el Ministerio de Economía hicieron el empalme entre la serie anterior y la nueva que se implementó a partir de los cambios del ultimo Censo de población. 

El mayor deterioro se produjo en el Gran Buenos Aires: en la principal región del país -con 4.689.000 de personas activas- el efecto “desaliento” fue mayor al promedio nacional, (del 46,3% al 43,6%), el empleo se redujo más (del 42,5 al 39,8%), el desempleo subió del 8,1 al 8,7% (son 407.000 desocupados), también por encima del promedio nacional y con el 11,3% se ubicó el nivel de subocupación. 

Este panorama crítico es un reflejo de la recesión que transita la economía y que tiene su correlato en el freno a tomar más personal, en el recorte de horas extras, en suspensiones y cesantías.

Se calcula que esta caída del empleo y el retiro de mucha gente del mercado de trabajo se verificó en especial en la industria manufacturera y la construcción, sectores donde los registros oficiales marcan la existencia de una importante baja de la actividad económica. 

En los últimos meses ese proceso de achique de la ocupación se extendió al comercio y a muchos sectores de servicios.

Aún así, las mediciones privadas indican que la caída de la tasa de empleo fue mayor a la que informa el INDEC y que hubo un incremento mayor de la desocupación.

Un dato oficial llamativo es que en Resistencia (Chaco) sigue la “desocupación cero”, a pesar de la fuerte caída de la tasa de actividad y de empleo (del 30,2 al 27,5%), que pasó a tener 15.000 ocupados menos. El factor desaliento se llevó a toda esa gente a sus casas. 

También se destaca La Plata donde la tasa de empleo cae del 45,7 al 42,7% y Santiago del Estero donde baja del 40,4 al 36,4%.

La ciudad de Córdoba figura con un fuerte incremento del desempleo (del 8,9 al 11,6%) y con la más alta de todo el país: son 86.000 desocupados, una cifra similar a los desocupados de la Ciudad de Buenos Aires. Este mayor desempleo en la ciudad mediterránea se debe a que, a pesar del menor empleo, más gente salió a buscar trabajo con resultados negativos.

Por regiones, sobresale todo el Norte porque registra un desempleo inferior al nivel general. En el NEA es del 3,1 (con un 1,6% en Formosa) y en el NOA del 5,5%). También la Ciudad de Buenos Aires con el 5,5% (109.000 desocupados). 



lunes, 28 de abril de 2014

El valor de la Canasta Básica predeterminan los índices de Pobreza e indigencia





Para la CGT: una familia (2 adultos y 2hijos) es POBRE Si percibe menos de $ 7.122 mensuales ($237.40 x día)

En el otro extremo


Para el INDEC : una familia (2 adultos y 2 hijos) es POBRE Si percibe menos de $ 1.783.- mensuales ($59.44.- x día) 

viernes, 10 de enero de 2014

Los ALIMENTOS de la CANASTA BÁSICA subieron un 43.1 % en 2013


Este valor es 6 veces mayor al que registró el INDEC. Pan, carne, verdura, fideos y lácteos, los más afectados.

El 2013 finalizó con 27,4% de inflación, que fue la más alta de los últimos 10 años. Estuvo impulsada por los precios de los alimentos básicos que subieron un 43,1%. El dato surge de la medición que realiza Graciela Bevacqua, la ex directora del Area de Precios del INDEC, que arroja un valor de casi 6 veces mayor al del INDEC.

Para el cuestionado organismo oficial, la canasta básica alimentaria aumentó apenas el 7,4%, según los números de los últimos 12 meses a noviembre pasado.
En cambio, el informe de Bevacqua señala que el año pasado los precios de los alimentos y bebidas subieron el 32,7%. Pero dentro de ese rubro los alimentos básicos – que entre otros incluye pan, carne, verduras, frutas, fideos, lácteos – tuvieron un alza del 43,1%. Y se especifica que “a pesar que se observaron subas atenuadas en alimentos y bebidas a lo largo del año debido a los acuerdos de precios que impulsó el Gobierno, se pudo observar que en el último trimestre del año, los productos que integran la Canasta Básica tuvieron fuertes incrementos del orden del 18%”.

La secuencia, según Bevacqua fue: en octubre 4,1%, en noviembre 6,2% y en diciembre 6,5%.Las principales alzas se dieron en el mes de diciembre, en carne vacuna, galletitas, quesos, harinas, arroz, yerba, café, huevos, pollo y pan”.
La conclusión del informe es que “los hogares que se encuentran bajo la línea de indigencia se vieron más afectados que el resto de los hogares en general”. Y esto porque esas familias destinan la casi totalidad de sus magros ingresos a comprar los alimentos básicos.

Según Bevacqua, en promedio el alza de los precios fue del 27,4%, una cifra que casi coincide con el 27,2% que adelantó ayer Clarín en base a los números de CASIA, la entidad que agrupa a los gremios de la alimentación. Desde 2007, cuando se intervino la dirección de precios del INDEC, la inflación es de dos dígitos El año arrancó con una suba del IPC del 3,1% por el impacto del incremento de los boletos de colectivos y trenes que se dispuso a fines de diciembre de 2012. Luego se mantuvo por debajo del 2% hasta junio para, con altibajos cerrar noviembre con un 2,5% y diciembre con un 2,9%.

En diciembre la mayor incidencia en el IPC provino de alimentos que registró una suba “generalizada en todo el capítulo” del 3,9%. “Las alzas más significativas se dieron en helados artesanales, pan fresco, huevos, galletitas, haría, carnes (vacuna, pollo, cerdo y pescado), azúcar y edulcorantes, quesos duros, sal, pastas frescas, jugos, cacao, fiambres, frutas, manteca y crema, arroz y comidas fuera del hogar”.

El informe dice que si se excluyen los productos estacionales y regulados – que equivalen a más del 30% de los precios del IPC, en diciembre la suba de precios del cerca del 70% restante fue del 3,6%. Eso marca “claramente una aceleración en el proceso inflacionario”, destaca.
Si ese era el panorama a fines de año, en Capital y GBA enero arrancó con un incremento del 66% en las tarifas de los colectivos, a lo que se sumó el alza en los peajes a la costa atlántica y el incremento promedio del 10% en los combustibles. Esto permite inferir que para la región metropolitana el piso inflacionario de enero no sería menos al 3,5%.