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domingo, 14 de febrero de 2021

Murió Carlos Menem

 

#CarlosMenem el hombre que más tiempo gobernó la Argentina de manera ininterrumpida, murió hoy a los 90 años.

Activo en política casi hasta el final, el expresidente había llegado a participar en las primeras reuniones virtuales del Senado a raíz de la pandemia de coronavirus, en su papel de representante de La Rioja, cargo que mantenía desde el 10 de diciembre de 2005. Pero una neumonía severa diagnosticada el 13 de junio y que se agravó por sus problemas diabetes deterioró mucho su salud en las últimas semanas. Estuvo primero en el Instituto Argentino del Diagnóstico (IADT) y luego en el Sanatorio Los Arcos, de Palermo.

Nacido en Anillaco, La Rioja, el 2 de julio de 1930, hijo de inmigrantes sirios, Menem estudió abogacía en Córdoba (1949-1955) y desplegó desde muy joven una carrera política en el #peronismo de su provincia. Llegó a presidirlo en 1963. La proscripción del justicialismo le impidió competir por cargos electivos en esa década. En 1973 ganó las elecciones locales y se convirtió en gobernador, cargo del que fue removido por la dictadura en 1976. Estuvo detenido buena parte de ese período.

Con el regreso de la democracia, en 1983, recuperó con una amplia mayoría de votos la gobernación de La Rioja y empezó a construir una carrera de dirigente nacional, apegado a una imagen de caudillo tradicional -sus largas patillas como símbolo- tamizada por su vinculación apasionada con el mundo de la farándula.

Contra todo pronóstico, derrotó a #AntonioCafiero en 1988 en la única elección interna del peronismo para definir un candidato presidencial. Al año siguiente fue elegido presidente frente al radical Eduardo Angeloz, con el 48% de los votos. Sus promesas eran "salariazo" y "revolución productiva". Asumió de forma anticipada el 8 de julio, en medio de una gravísima situación económica y social. Después de casi dos años caóticos de hiperinflación y desequilibrios, lanzó de la mano de Domingo Cavallo el plan de convertibilidad que signaría su gestión, uno de los períodos de mayor estabilidad de precios en la historia del país.

https://www.lanacion.com.ar/politica/carlos-menem-nid2544563



martes, 21 de julio de 2020

"El partido de los buenos" y las críticas a Alberto / por Aldo Duzdevich**




El encierro de la cuarentena, las horas frente a las redes sociales, nos permiten día a día, exponer nuestros profundos conocimientos sobre una multitud de temas, y con el poderoso instrumento del Mouse, militar la revolución mundial. Pero, además descubrimos que nuestra percepción y valores éticos son cada vez más exclusivos. Y lo que más nos satisface, es la maravillosa libertad de opinar en las redes, que nos hacen sentir únicos. “Alberto dijo que si hacía algo mal se lo digamos”. Entonces ya, un mes antes que asuma el gobierno, empecé el listado de cosas que a mí no me gustan, las expuse en las redes y espero que Alberto me escuche a mí, y me conteste a mí.
En aquellos años setenta, uno se sentaba con un tipo y a la tercera o cuarta frase podía darse cuenta de que “palo” era. Estábamos los de la “tendencia” un conglomerado que más o menos pateaba para el mismo lado. Los “ortodoxos” que eran “Guardia” o “Demetrios”, no había más. Los “viejos del partido” . Los muchachos de las 62. Y afuera estaban los PC, los “chinos”, los troskos del PST o del PRT, los de Franja y allí se terminaba la cosa. Uno sabía que, putear a Stalin ante los chinos o troskos no quedaba mal y así con todos. Había media docena de grandes continentes políticos que tenían alguna conducción y cierto rumbo.
Pero, el siglo XXI inauguró primero la era de los “colectivos”. Que, en el inicio eran grandes agrupamientos sociales que sostenían alguna reivindicación común. Pero, pronto se hicieron cada vez más específicos, más pequeños y más sectarios. Sin embargo “el narcisismo de las pequeñas diferencias” no se satisfizo, ni siquiera con los “micro-colectivos”. Las redes, nos dan la posibilidad que crear nuestro “colectivo” individual, que ya no sería “colectivo” donde viajan unos 60 (entre sentados y parados); el individual vendría siendo un monoplaza. Y una bandada grande de “monoplazas” constituirían el “colectivo” de los “libres pensadores”.
La frase preferida del “monoplaza” sería “yo no te vote para que hagas”.  Alberto debería escuchar “la voz del pueblo” (que es la mía) antes de tomar cualquier medida. Y Alberto tal vez en un exceso de exposición mediática, responde tuits, cartas, da explicaciones a periodistas, etc. Pero nada de eso alivia al libre pensador monoplaza, que siempre tiene un pero más, en su cuestionamiento siempre insatisfecho.
Lo que no alcanzan a ver y razonar los pasajeros de los múltiples colectivos y monoplazas, es que, la estrategia de fragmentación es tan vieja como la frase “divide y reinaras”. Que en un país dependiente como el nuestro la contradicción principal sigue siendo Patria o Colonia. Y que Perón en 1945 estableció primero la unidad del movimiento obrero creando una poderosa CGT única y desde allí convocó a un amplio arco de sectores políticos y sociales para enfrentar con éxito las políticas del imperio.
En 2019, Cristina hizo un acto de conducción peronista. Puso a Alberto al frente de la fórmula y le encomendó convocar a la CGT, los gobernadores, el peronismo disperso, el progresismo alejado, e incluso parte del radicalismo. Con ese amplio frente ganamos con el 48% de los votos y no nos sobró nada, porque Macri a pesar de su desastre saco 40 % después de los cuatro años de demolición política, económica y social de Macri, el programa del Frente de Todos era y es bien modesto. 1) Un plan urgente contra el hambre. 2) Renegociar y patear para adelante deuda externa. 3) Bajar la inflación y 4) Reactivar paulatinamente la industria y el empleo. 5) Mejorar la redistribución del ingreso. Ahora, si agregamos a las dificultades de origen, la catástrofe mundial de la pandemia, y el cerco continental de gobiernos de derecha empezando por Brasil. Entonces los ya modestos objetivos se tornan cada vez más difíciles.
Para quienes alegan que esto es reformista o poco revolucionario, diré que estuvimos doce años y nos fuimos con un 25 % de pobreza estructural; con un 70% de jubilados que cobraban la mínima; sin destruir Clarín, ni otros monopolios; sin Junta Nacional de Granos; habiendo tenido que volver a tomar y pagar deuda externa, etc. Y a mi juicio fue el mejor gobierno que tuvimos después de Perón; salvo por algunos funcionarios que lo destiñeron llevándose unos pesos para su casa.
Resulta que ahora estamos enojados con Alberto, porque patear los pagos de deuda para el 2025, “no es solución”; porque manejó mal lo de Vicentín; porque el Congreso todavía no saca el impuesto a la riqueza, que aclaremos son unos 3 mil millones de dólares, que ayudan si, pero no cubren ni un mes del gasto de Anses en jubilaciones. Porque le dice amigo a Larreta, cuando lo “revolucionario” sería decirle “este gran HDP que tengo sentado acá”. Porque tiene que echar a Sola que era gobernador cuando la bonaerense mato a Kosteki y Santillan.
Voy a transcribir algo que Perón nos dijo a los jóvenes reunidos en Gaspar Campos el 8 de septiembre de 1973.  Ya se que no es cool, ni progre repetir a Perón, pero saben que “chiques”, este Viejo hizo la única revolución triunfante de América Latina ya en 1945.  “Cada uno, dentro del movimiento, tiene una misión. La mía es la más ingrata de todas. Me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando en cuando. En política todos tienen que tragar un poco el sapo, pero yo no, yo hago aquí de padre eterno. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es la de aglutinar al mayor número, porque la política tiene esa técnica, acumular la mayor cantidad de gente proclive o pensante hacia la finalidad y los objetivos que nosotros perseguimos.(…) Yo estoy para llevarlos a todos, buenos y malos. Porque si quiero llevar solo los buenos voy a quedar con muy poquitos (risas), y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho.”
Sin embargo, siempre aparecen los que sueñan y proponen crear el “Partido de los Buenos”. Que antes parecía mas fácil, pero ahora se nos complica, poder poner de acuerdo tantos “colectivos”, “micro-colectivos” y “monoplazas”. Pero siempre estamos a tiempo de hacerlo. Casi, casi, lo logramos, en el 2015. Hay que empezar a decir desde hoy que “votamos desgarrados” a Alberto y que sino propone un programa revolucionario mejor “vamos solos”.  Y eso sí, avisémosle a Macri que no se vaya a vivir a Italia, porque pronto le devolvemos el gobierno, mientras nosotros el “Partido de los Buenos” cavamos nuestras trincheras para una dura, principista y eterna resistencia.
**Autor de “Salvados por Francisco” y “La Lealtad, Los Montoneros que se quedaron con Perón”
Fuente. Agencia Paco Urondo.


domingo, 21 de junio de 2020

21 de Junio de 1973: Mensaje de J.D. Perón al regresar definitivamente de su exilio ...


“Nosotros somos justicialistas, no hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina y a nuestra ideología”.

Los peronistas debemos retomar la conducción de nuestro movimiento…
“Los que pretextan lo inconfesable, aunque lo cubran con gritos engañosos o se empeñen en peleas descabelladas, no pueden engañar a nadie. Los que ingenuamente piensen que así pueden copar nuestro Movimiento o tomar el Poder que el pueblo ha conquistado se equivocan”.


jueves, 18 de junio de 2020

Manuel Belgrano (1770 - 1820) **




Manuel Belgrano (1770 - 1820) **
Nació rico y murió en la pobreza más extrema. Tanto que, cuentan, el mármol para la lápida que coronaría su tumba se sacó de una cómoda.
El derrotero que siguió la vida de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, octavo de dieciséis hermanos de una familia de fortuna, fue exactamente el inverso al de muchos “próceres” contemporáneos. Al de algunos, incluso, que se proclaman sus admiradores y que aspiran a dejar inscritos sus nombres en ese mármol de que el auténtico prócer carecía. Este mes de junio marca dos aniversarios redondos en su historia: los 250 años de su nacimiento -el pasado 3 de junio-, y los 200 de su muerte, el próximo 20.
Las  clasificaciones y simplificaciones a las que los argentinos somos tan adeptos arrinconaron a Belgrano en ese rol, opacando otras facetas y aportes significativos de quien repetía “mucho me falta para ser un verdadero Padre de la Patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella”. Economista, diplomático, político, periodista, abogado y hasta militar no por vocación sino por imperio de las circunstancias, la educación es uno de los campos en que se adelantó a su tiempo: la primera ley que promovía la educación laica, gratuita y obligatoria (Ley 1420) se promulgó en 1884.
Antes de que despuntara el siglo XIX, él ya enarbolaba esos principios, y hacía extensivos esos derechos a las mujeres. Y a la fundación de cuatro escuelas donó los cuarenta mil pesos con que la Asamblea del año XIII quiso recompensar el triunfo en la batalla de Salta: “Fundar escuelas es sembrar en las almas” y “Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado”, decía.
La agricultura, el comercio (“Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizada su feracidad y holgando su industria”), el cuidado del medio ambiente, el endeudamiento externo, el flagelo de la corrupción (“Nunca han podido existir los Estados luego de que la corrupción ha llegado”), la necesidad de justicia (“El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente”), la condena a su desigual aplicación (“Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos”,“ parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia”).
La defensa de la libertad (“La vida es nada si la libertad se pierde”), la búsqueda de la unión por encima de cualquier grieta, aunque no se la llamara así por entonces (“Todas las dificultades se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la patria”; “mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos”).
“Es preciso contener la venganza y pedir a Dios que la destierre, porque de no ser así, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad”.
El 20 de junio de 1820, en su lecho de muerte, sus últimas palabras fueron “Ay, patria mía”. Dos siglos después podría decir lo mismo.
** Silvia Fesquet

lunes, 8 de junio de 2020

Efemérides: 9 de junio de 1956



El 9 de junio de 1956 se produjo un levantamiento cívico-militar liderado por el general Juan José Valle contra la dictadura militar de Aramburu y Rojas que derrocara al gobierno constitucional del Presidente J.D.Peron nueve meses atrás. El levantamiento fue rápidamente abortado debido a que el movimiento había sido infiltrado y el usurpador gobierno militar estaba esperando a los insurrectos. La dictadura decidió efectuar un cobarde castigo completamente inusual en la historia argentina contemporánea.

Esta apretada síntesis es un incipiente umbral de la asonada de junio de 1956…Los invito a la lectura del libro escrito por Daniel Brion, hijo de uno de los  Ajusticiados por la banda fusiladora conducida por  Rojas-Aramburu: EL PRESIDENTE DUERME .Fusilados de 1956, la generación de una causa. Un conmovedor relato que ilustra un momento cruel de nuestra historia, generador de ulterioridades de resistencia y lucha por la democracia.

En archivo adjunto el libro y asimismo el link respectivo





viernes, 29 de mayo de 2020

A 50 AÑOS del ARAMBURAZO : El inicio de la REVOLUCIÓN inconclusa… [Documento de ex.Montoneros]




Al cumplirse 50 años del Aramburazo, y 51 del Cordobazo, un conjunto de militantes, sobrevivientes del terrorismo de estado, redactaron y difundieron una carta donde se reflexiona sobre estas dos gestas heróicas desde una mirada actual y hacia la continuación una lucha sin claudicaciones.
Para mayo de 1970 Argentina y el mundo experimentaban cambios inimaginables. Argentina venía, golpe tras golpe militar, en un proceso que se acelera fundamentalmente a partir de 1955. A pesar de ello, el alto grado de resistencia popular fue creciendo exponencialmente y a principios de los 60 se hizo imparable.
Los procesos de Liberación en el Tercer Mundo, la victoria de Vietnam sobre los invasores yanquis, la Revolución Cubana y la caída del Che contribuyeron también a encender las mejores luchas anticapitalistas y antiimperialistas en nuestras tierras. Entre 1969 y 1970 se produjeron dos enormes gestas en la Argentina que cambiarían por completo la calidad de la lucha de los 15 años previos. Una de ellas fue indudablemente el Cordobazo que significó una señal clara de las condiciones reales de conciencia de la Clase Obrera y el Pueblo.
Cuando hablamos del Cordobazo no sólo nos referimos a la Pueblada cordobesa sino además a todas las enormes luchas que lo precedieron y continuaron los años siguientes. Un pueblo entero de obreros, estudiantes, clases medias y pobres, codo a codo en las calles haciendo retroceder a enormes fuerzas de Seguridad.
El Córdobazo y otros levantamientos similares mostraron a los jóvenes revolucionarios de esos años que tantos esfuerzos, sacrificios y sangre vertida períodos anteriores habían hecho carne en la conciencia. Y también nos mostró que era necesario elevar el espontaneismo de las masas, que se debía dar un paso más y que debía, sí o sí, dar otra señal más contundente aún. El Cordobazo nos mostró que no se podría avanzar en un proceso revolucionario sin organización, sin dirección y sin dotar a las masas de la convicción de luchar por algo más que sus reivindicaciones. De lo que se trataba era de luchar por el Poder. Se trataba de dar por finalizada la gloriosa Resistencia y encarar de lleno un proceso revolucionario.
Naufragaban los sueños progresistas. Selladas todas las salidas "democráticas". Las contradicciones de la Guerra Fría no contenían a nuestro Pueblo. El descrédito de los dirigentes políticos y sindicales domesticados y burocratizados (incluyendo los del Peronismo) era una realidad imposible de revertir. La Dictadura anunciaba 20 años de permanencia. Y ya, entre los años 1959-1963 habían aparecido las primeras guerrillas rurales que, aún derrotadas, dejaron una indeleble huella en la historia.
La Historia nos estaba invitando a hacer historia y en Montoneros no dudamos en ir a su encuentro. Lo que faltaba se produjo exactamente un año después del Córdobazo. El Aramburazo fue un símbolo que contenía en sí todas las reivindicaciones anteriores, conscientes que a partir de ese hecho, ya no habría vuelta atrás en la lucha de clases y antiimperialistas. Ningún acuerdo podría sustituirla. A diferencia de otros procesos o de otros proyectos que se estudian y planifican estilo arquitectura, el Aramburazo fue producto de pocas cuestiones de principios y mucha convicción y sobre todo audacia. Mucha audacia. Audacia personal y política. Y eso es justamente lo que emparenta el Aramburazo con el Córdobazo, une ambas gestas en una sola, las amalgama a punto tal que no podría entenderse la primera sin haberse hecho antes realidad la segunda.
El hermanamiento entre el nacionalismo popular revolucionario, el marxismo y el innegable aporte de la Teología de la Liberación impregnaba doctrinariamente las dos gestas. Ambas eran parte de lo que se disputará de ahí en adelante: el Poder. El poder real, el poder de todo, el verdadero poder. Para 1970 era innegable el alto nivel de conciencia de las masas como lo demuestra el Córdobazo. El General Aramburu no era sólo la expresión de un fusilador, era además la representación en su época de la dominación y la explotación.
En ese momento histórico, los 500 años de dominación sufridos en Nuestra América y en Argentina, se veían reflejados en este militar gorila y vendepatria. Era la representación de un caudillo del Ejército cipayo argentino que se iría formando en las Escuelas norteamericanas. Ese Ejército que reprimió a mansalva en Córdoba debía ser golpeado, surgiera lo que surgiera de ese golpe. Sean contradicciones internas, sean que salten las caras más aberrantes. Ambas se produjeron. El Córdobazo y el Aramburazo lo hicieron posible. Montoneros no hizo otra cosa que aceptar el desafío al que nos convocaba el período histórico que vivíamos.
El proyecto nacional, popular y revolucionario que levantó MONTONEROS a partir de la ejecución del fusilador de patriotas suponía un enfrentamiento, a todo o nada, con las clases dominantes y esto está íntimamente asociado a la PATRIA SOCIALISTA. El socialismo nacional que impulsaba Montoneros suponía una nueva sociedad sin explotadores ni explotados. Necesidad que, para nuestra patria, sigue tan vigente -o más aún a la luz del desarrollo que tuvo el capitalismo y el imperialismo en este siglo- como lo fue en ese momento.
Hoy, a 51 años de la gesta histórica de masas del Córdobazo y a medio siglo de la no menos histórica de Montoneros, los militantes de esa Organización, que sobrevivimos a la peor represión del siglo XX en Argentina y quienes hoy transitan por similares caminos emancipatorios seguramente deberemos hacer una síntesis acerca de los motivos que condujeron a la derrota de aquellas luchas y que hasta la fecha han impedido alcanzar los objetivos por los que dieron la vida millares de militantes populares. Siempre considerando la plena vigencia de las causas por las que luchamos y por las que seguiremos luchando desde los distintos lugares de construcción donde estamos para alcanzar los objetivos de la Revolución inconclusa.

PRIMERAS FIRMAS: Roberto Cirilo Perdía, Eduardo "Negro" Soares, Jorge Falcone, Carlos Martinez, Carlos Aznárez, Gustavo Franquet, Norman Briski, Eduardo "Vasco" Murua, Luis Buonomo, David Lanuscou, Pancho Langieri, Hugo Cánepa, Hortensia "Tenchi" Espinola, Fernando Saez, Lizzie Murphy, Beto Ledesma, Hugo Descalzo, Fernando Trices, Johnny Murphy, José Luis De Francisco, Marie Pasqale Chevance Bertin, Federico Giuliani, Susana Rearte, Rolando Zanetta, María Ines Firmenich, Jorge Lewinger, Luis Buonomo, Juan C. “Pipon” Giuliani, Juan Jose Del Giudice, Juan Manuel "Cacho" Musri, Miriam Di Marzio, Juan Martín Griffo, Daniel Sampaoli, Alejandro Ignaszewski, Andrea Tomaino, Julio Pomacusi, Carlos Malamati, Cecilia Bianchi, Juan José Del Gudici, Ana Rosa Ambrogi, Guillermo Caviasca
Fuente : Agencia Paco Urondo

lunes, 26 de octubre de 2015

Daniel SCIOLI y Mauricio MACRI: El primer ballotage presidencial de la historia argentina

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, competirán por la presidencia de la Nación el próximo 22 de noviembre. Será la primera vez que se concrete una segunda vuelta electoral desde que se habilitó la misma en la reforma de la Constitución Nacional en 1994.
En 2003, Néstor Kirchner y Carlos Menem deberían haber sido la primera dupla de la historia en competir en un ballotage, pero el ex presidente y ex gobernador de La Rioja desistió de participar, dejando al santacruceño debilitado, con apenas el 22% de los votos. Esta vez, fue prácticamente empate: Scioli se imponía a Macri por una diferencia de sólo el 0,7 por ciento de los votos cuando se llevaban escrutadas el 86,25 por ciento de las mesas. Habrá segunda vuelta.
Apenas había pasado media hora desde el cierre de los comicios, cuando en el centro de campaña del frente Cambiemos, el influyente secretario de Gobierno porteño, Marcos Peña, salió a anunciar con bombos y platillos que "hay ballotage". Y unas horas después lo ratificó. Pero ante la ausencia de números, faltaba la confirmación desde la otra vereda.
Pasadas las 22, Scioli salió al escenario en el estadio Luna Park. Aunque evitó referirse a un eventual ballotage y pidió "prudencia para esperar el resultado definitivo de las urnas", sus palabras fueron una confirmación de lo que habían anticipado las encuestas y los boca de urna.
En efecto, el candidato del Frente para la Victoria convocó a que lo acompañen quienes "antes eligieron otra propuesta" y mencionó con su nombre a su rival. "Si fuera por Macri no tendríamos Asignación Universal por Hijo, YPF ni Aerolíneas Argentinas", acusó, en lo que pareció más un discurso de campaña que la alocución de un triunfador.
El frente Cambiemos sumó casi 6 puntos desde las primarias de agosto, mientras que el Frente para la Victoria sufría una merma de casi un 3 por ciento. Por eso en Costa Salguero, donde se concentró Cambiemos, todo era color de rosas. La primera figura de peso en tomar el micrófono fue la gran ganadora de la noche, María Eugenia Vidal, quien con el 92,23% de las mesas escrutadas, derrotaba al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en la carrera por la gobernación bonaerense, por 39,81% a 34,81 por ciento.
"Esta noche estamos haciendo historia, hicimos posible lo imposible, cambiamos resignación por esperanza. Sólo quiero decirles 'gracias'; un gracias enorme, gigante por tanta confianza", gritó desde el escenario.
La siguió la candidata a vicepresidente, Gabriela Michetti, y entre las dos le dieron paso a un eufórico Macri, que otra vez bailó entre globos de colores. "Les agradezco a aquellos que votaron a otros candidatos. Les hablo a los votantes de Sergio Massa, de Margarita Stolbizer, de Nicolás del Caño, de Adolfo Rodríguez Saá y hasta de Scioli, con la esperanza de que se sumen", convocó.
El que no pudo colarse en la segunda vuelta fue Sergio Massa (UNA). El repunte que auguraban las encuestas a raíz de su batería de propuestas no se reflejó en los resultados y sólo superó el 21% de los votos. "Quiero felicitar a Daniel y a Mauricio por la elección que hicieron. En tres semanas seguramente los argentinos tengamos que elegir un camino", señaló. Y adelantó que en las próximas horas habrá una reunión con los dirigentes que integran UNA para "armar un documento único que les muestre a los argentinos que hay otra forma de hacer política".
Los otros tres candidatos terminaron lejos. Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT), lograba un cuarto puesto histórico para esa fuerza, con el 3,37% y superaba así a Margarita Stolbizer, de Progresistas, quien sumaba el 2,63 por ciento.


lunes, 11 de junio de 2012

CARTA del GENERAL Juan J.VALLE (antes de su fusilamiento) Al General P.E. ARAMBURU:

DENTRO DE POCAS HORAS USTED TENDRÁ LA SATISFACCIÓN DE HABERME ASESINADO. DEBO A MI PATRIA LA DECLARACIÓN FIDEDIGNA DE LOS ACONTECIMIENTOS. DECLARO QUE UN GRUPO DE MARINOS Y DE MILITARES, MOVIDOS POR USTEDES MISMOS, SON LOS ÚNICOS RESPONSABLES DE LO ACAECIDO.



”ENTRE MI SUERTE Y LA DE USTEDES ME QUEDO CON LA MÍA. MI ESPOSA Y MI HIJA, A TRAVÉS DE SUS LÁGRIMAS VERÁN EN MÍ UN IDEALISTA SACRIFICADO POR LA CAUSA DEL PUEBLO. LAS MUJERES DE USTEDES, HASTA ELLAS, VERÁN ASOMÁRSELES POR LOS OJOS SUS ALMAS DE ASESINOS. Y SI LES SONRÍEN Y LOS BESAN SERÁ PARA DISIMULAR EL TERROR QUE LES CAUSAN. AUNQUE VIVAN CIEN AÑOS SUS VÍCTIMAS LES SEGUIRÁN A CUALQUIER RINCÓN DEL MUNDO DONDE PRETENDAN ESCONDERSE. VIVIRÁN USTEDES, SUS MUJERES Y SUS HIJOS, BAJO EL TERROR CONSTANTE DE SER ASESINADOS. PORQUE NINGÚN DERECHO, NI NATURAL NI DIVINO, JUSTIFICARÁ JAMÁS TANTAS EJECUCIONES.


LA PALABRA ‘MONSTRUOS’ BROTA INCONTENIDA DE CADA ARGENTINO A CADA PASO QUE DA.


RUEGO A DIOS QUE MI SANGRE SIRVA PARA UNIR A LOS ARGENTINOS. VIVA LA PATRIA


JUAN JOSÉ VALLE. Buenos Aires, 12 de junio de 1956.


MOVIMIENTO DE RECUPERACION NACIONAL


domingo, 1 de abril de 2012

Historia de las Islas Malvinas Argentinas





1. Justos títulos y breve reseña de los acontecimientos hasta 1776
2. Gobierno y administración hispanos
a. Gobernador
b. Comandante
3. Gobierno y administración de las Provincias Unidas (1810-1833)
a. Permisionario
b. Comisionado
c. Concesionario
d. Comandancia insular
e. Cornandancia político-militar. Luis Vernet
4. Datos estadísticos y geográficos de las Islas Malvinas
5. Mapa de las Islas Malvinas argentinas.

 / Por Ma. Laura San Martino de Dromi

1. Justos títulos y breve reseña de los acontecimientos hasta 1776
La historia no termina en 1833, ni tampoco empieza en 1776. Comienza mucho antes. Los episodios sobre la vida institucional de las Malvinas en los siglos XVI, XVII y XVIII, hasta la creación del Virreinato del Río de la Plata, en 1776, acontecen con motivo de las intervenciones francesas e inglesas en el archipiélago. Veamos una síntesis histórica:

- Durante el siglo XVI rigieron con plena fuerza los títulos emanados de las Bulas Pontificias.
Las Bulas Inter Caetera y Dudum si quidem le adjudicaban a España todas aquellas islas y tierras firmes, encontradas y que se encuentren, descubiertas y que se descubran hacia el occidente y el mediodía, imaginando y trazando una línea...", que se fijaba a cien leguas de la isla septentrional de las Azores: San Antonio a 360 al Oeste de Lisboa. Es el título de Adquisición del Nuevo Mundo. En aquella época nadie impugnó la Bula.


Las Malvinas se hallan incluidas en la zona a que aluden las Bulas citadas (1493). Por lo tanto, "España no necesitaba descubrir las islas para tener sobre ellas pleno derecho, cualquiera que fuese el descubridor".

-1520. Esteban Gómez; con la nave "San Antonio" de la expedición española de Magallanes, descubre las islas en su viaje de regreso a España.
Como resultado de ese descubrimiento, comienzan a figurar en la cartografía de la época: mapa de Pedro Reinel (1522-1523); Diego Rivero (1526-1527 y 1529); Islario de Santa Cruz (1541); Sebastián Gaboto (1544); Diego Gutiérrez (1561); Bartolomé Olivos (1562), etcétera.

- 1592. John Davis, que integraba la segunda expedición Inglesa de Cavendish, divisa las islas.

-1594. Richard Hawkins pretendió haberlas hallado. La cartografía inglesa de la época no las registran ni existen pruebas de estos descubrimientos. Hasta el siglo XVIII Inglaterra ignoraba a ciencia cierta la existencia de las Malvinas, confundiéndolas con unas hipotéticas islas Pepys.

-1600. Sebald de Weert, holandés, divisa las islas. De ahí el nombre de Sebald, Sebaldes, Sebaldines, que se le aplicó a las rnismas.

-1604. El Tratado de Paz entre España e Inglaterra deja sin efecto lo que se hubiera podido adquirir con anterioridad a su firma, inclusive lo del pretendido descubrimiento inglés.

-1670. Por el Tratado de Madrid se convino que Gran Bretaña conservaría todas las tierras, islas, colonias y dominios que poseyere en América, pero este reconocimiento de la soberanía inglesa en América del Norte era acompañado en contrapartida por otra cláusula, que disponía que "los súbditos de Gran Bretaña no dirigirán su comercio ni navegarán a los puertos o lugares que el Rey Católico tiene en la dicha India, ni comerciará con ellos".

-1684. Ambrose Cowley pretendió haber descubierto una nueva tierra, a la que llamó Pepys.

- 1690. John Strong navega el canal que separa ambas islas (San Carlos). Lo llama "Falkland Sond", en honor del entonces tesorero de la Armada, nombre que luego tomó todo el grupo. No desembarca siquiera.

-1701. Un piloto maluino, llamado Beaucheme, descubre la isla que lleva su nombre y penetra en la bahía de la Anunciación. Ese descubrimiento, y toma de posesión, fue seguido por otro llevado a cabo en 1705 (Islas Danycan).

-1748. Inglaterra decide enviar una expedición a "descubrir" y poblar las Islas Malvinas y Pepys. Ante la resistencia de España desiste. La expedición no tenía "intención de hacer ningún asiento en ninguna de dichas islas" (de las Instrucciones inglesas).
Esta consulta es una demostración categórica del reconocimiento de Inglaterra a los derechos de España sobre las islas.

- 1764. Primer intento francés de colonización por parte de Luis Antonio de Bougainville. Funda Puerto San Luis en la Malvina Oriental. Las islas serán llamadas Maluines (de los habitantes del puerto Saint-Maló). Con los españoles recibirán su actual denominación.
España protesta, obteniendo el reconocimiento de sus derechos de dominio. El rey Luis XV ordena a Bougainville la entrega de Puerto San Luis, previo pago de todos los gastos en que se había incurrido.

-1765. Inglaterra envía una expedición clandestina a cargo de John Byron, que debe efectuar «mejores reconocimientos" (en lugar de «descubrir") en las islas Falkland y Pepys.
Las islas que "descubrió" la expedición ya estaban ocupadas por la expedición de Bougainville. Byron explora parcialmente la isla Saunders (N.O. de la isla Gran Malvina) y bautiza en ella Puerto Egmont (enero de 1765), tomando posesión en nombre de Jorge III.
A fines del rnismo año, Inglaterra envía una expedición al mando de John Mc Bride, con el fin específico de ocupar las islas.
Londres toma conocimiento de la ocupación de Bougainvrne, a quien Mc Bride debe dar plazo de seis meses para abandonarla.

- 1766 John Mc Bride llega a las Malvinas casi dos años después de la ocupación de Bougainville (8 de enero de 1766). En lugar de llegar a la isla Oriental o Soledad, donde estaba el navegante francés, llega a la isla Occidental o Gran Malvina descubierta por Bougainville y explorada en parte por Byron. En la pequeña isla Saunders, en el lugar llamado por Bougainville Poil de la Croisade, Mc Bride funda Puerto Egmont (por el primer lord del Almirantazgo).
Eran pues, dos colonias: Puerto Luis (Malvina Oriental), francesa, y Puerto Egmont (Malvina Occidental), inglesa.

-1766 España dicta una Real Cédula (4 de octubre) por la que declara a las islas dependencias de la Capitanía General de Buenos Aires. Se nombra a Felipe Ruiz Puente como gobernador. Puerto Luis se convierte en Puerto Soledad.

-1767 España recibe de Francia las Islas Malvinas (2 de abril). Inglaterra, establecida en el islote Saunders (Puerto Egmont), no efectúa, ante el traspaso, ninguna reserva de su supuesta soberanía.

-1768. El gobernador de Buenos Aires dispone que ningún establecimiento inglés debía ser tolerado en las regiones pertenecientes a la corona y que en caso de comprobarse su existencia, debía procederse por la fuerza.

- 1770. El 10 de junio las fuerzas españolas de la Escuadra de la Plata desalojan a la guarnición inglesa del islote Saunders. La expedición es mandada por Juan Ignacio de Madariaga. El comandante de las fuerzas de tierra fue el coronel Antonio Gutiérrez.
Inglaterra se sintió lesionada y efectuó el reclamo ante la Corte de Madrid.

- 1771. Siguieron negociaciones diplomáticas (22 de enero), que España concreta en una declaración en la que desaprueba la actitud inglesa, agregando: "La restitución de su majestad británica del puerto y fuerte llamado Egmont no puede ni debe afectar, en modo alguno, la cuestión de derecho anterior de soberanía de las islas Malvinas, llamadas también islas de Falkland". Inglaterra acepta la declaración, pero no rechaza la expresa reserva de soberanía sobre las islas que establece España.
Recuérdese: se habla de Puerto Egmont, no de las Islas Malvinas en general. Puerto Soledad, ocupado por España, no mereció reserva ni reacción de Inglaterra.

-1774 Tres años después de la restitución de Puerto Egmont por España, Inglaterra abandona voluntariamente el islote Saunders (22 de mayo), llamado por entonces "Isla de Falkland" (en singular). Se deja una placa con esta leyenda: "Be it Known to all Nations that Falkland's Island with this Fort..." ("Sepan todas las naciones del mundo que la isla de Falkland con este Fuerte...")
Esta placa fue llevada a Buenos Aires al año siguiente por el capitán Juan Pablo Callejas. Beresford la encontró en el archivo de la ciudad en ocasión de la primera invasión inglesa al Río de la Plata.
Ninguna manifestación de reserva hizo Londres entonces (1806). Tampoco la había efectuado en 1775, en que fue retirada.

- 1776 Se crea el virreinato del Río de la Plata, que incluye las islas en la Gobernación de Buenos Aires.

2. Gobierno y administración hispanos
En el período en que las Malvinas integraron la soberanía de España, su Gobierno y Administración se realizó a través de dos instituciones políticas fundamentales: la Gobernación y la Comandancia. Ambas instituciones, en ese orden, se suceden históricamente. Ellas representan un modelo de organización burocrática, cuya jefatura ejerce unipersonalmente el Gobernador o el Comandante, primero bajo la dependencia directa del Rey, y luego del Virrey, a partir de 1776 en que se crea el Virreinato del Río de la Plata.


a. Gobernador
El Gobernador en Indias tenía suprema jurisdicción como delegado de la potestad real, a efectos de asegurar la efectiva intervención de la Corona en todos los asuntos políticos, económicos, militares, religiosos y sociales. Sus funciones eran, entre otras, la de "dictar ordenanzas generales", "proveer cédulas", "ejercer órdenes del Rey", "mantener la paz", "ejercer la policía" y "defender el territorio". En el caso de las Malvinas si bien se trata de un gobernador "menor", "de distrito", "subordinado" (para diferenciarlo, por ejemplo, del "Gobernador General", "Virrey Gobernador", etc.), sus funciones eran amplias y generales en todos los asuntos del territorio confiado a su administración.
En ese aspecto, por ser una administración local se parecía más a los "corregidores" y a los "alcaldes mayores" que a los "gobernadores" propiamente dichos.

b. Comandante
El Comandante tiene menor entidad institucional e inferior jerarquía que el Gobernador. Sus competencias son especificas, más concretas y están sujetas a instrucciones especiales. Por lo común, la comandancia actúa como "destacamento militar". El Comandante, como jefe de dicha unidad militar, tiene a su cargo la policía del orden y de la seguridad y a defensa del territorio.
El Capitán de Fragata Francisco Gil y Lemos (1773-1777) fue el último Gobernador Español en las Malvinas. Durante su administración se reduce la jerarquía institucional "del Establecimiento" de Gobernación a "Comandancia" (5/1/1774). Dos son los motivos que justifican ese cambio institucional. Primero, los peligros y amenazas de invasión extranjera (francesa y británica principalmente) que determinan que el Rey centralice aún más el poder en esos territorios y mantenga una "administración especial" de estricto corte militar (más para defensa de la soberanía que para la prestación de servicios y otros menesteres comentarios) sujeta a directivas, recomendaciones, órdenes e instrucciones concretas. En segundo término, la descentralización política operada con la creación del Virreinato del Río de La Plata (1776) no justifica que el administrador insular tenga rango de Gobernador, pues con la intermediación virreinal el nivel institucional "gobernación resulta excesivo para esos territorios.

El 1º de febrero de 1777 por licencia de Gil y Lemos asume el Comandante Ramón de Carassa. Este se aboca, primordialmente, a reedificar los dos almacenes y los cuatro cuarteles existentes y a vigilar Puerto Egmont por los recelos de que los ingleses intentaren una invasión. la "Colonia", el "Establecimiento" ('o que hoy llamaríamos centro urbano) estaba descubierto y sus baterías eran endebles. Luego de la comandancia de Carassa en 1777 fue "comandante", generalmente, la autoridad naval superior de la expedición. Así, pues, oficiales con el cargo de "Capitán de Fragata", "Teniente de Navío" o "Comandante de Corbeta" asumen la comandancia militar por un año, produciéndose los relevos entre los meses de febrero o marzo.

Las dificultades propias de la región, las limitaciones técnicas de la navegación, los obstáculos climáticos, los tiempos históricos que se vivían en Europa, los apetitos imperialistas primordialmente de franceses, británicos y norteamericanos, las imposibilidades materiales de construir ciudades (habría en 1792 unos 183 habitantes), la ruina en que se encontraba el Establecimiento, la necesidad de ocuparse de la defensa del territorio apetecido por su valía estratégica y económica, los viajes de inspección por el litoral del archipiélago, el control de la navegación, pesca y caza clandestinas, las precauciones para poner a la Colonia en estado de defensa, provocaron que la Administración hispana en las Malvinas fuera sólo un destacamento militar que luchaba contra la naturaleza y otras potencias extranjeras por la sobrevivencia de su soberanía.

La nómina de Comandantes que administraron las Malvinas en nombre de España (1776-1810) por designación del Virreinato del Río de la Plata es la siguiente: Ramón Carassa (1777), Salvador de Medina (1779), Jacinto de Mtolaguirre (1781), Fulgencio Montemayor (1783), Agustín Figueroa (1784), Pedro de Mesa y Castro (1786), Ramón Clairac (1787), Pedro de Mesa y Castro (1788), Ramón Clairac (1789), Juan José de Elizalde (1790), Pedro Pablo Sanguineto (1791), Juan José de Elizalde (1792), Pedro Pablo Sanguineto (1793), Juan Aldana y Ortega (1794), Pedro Pablo Sanguineto (1795), Juan Aldana y Ortega (1796), Luis de Medina y Torres (1797), Francisco Xavier de Viana (1800), Ramón Fernández de Villegas (1801), Bernardo Bonavia (1803), Antonio Leal de Ibarra (1803), Bernardo Bonavia (1804), Antonio Leal de Ibarra (1805), Bernar do Bonavía (1806), J.C. Martínez (1807), Gerardo Bordas (1810) y Pablo Guillén (1810).

En 1811 Gaspar de Vigodet, gobernador de Montevideo (ciudad convertida en el fuerte realista contra las Provincias Unidas) ordenó a las fuerzas existentes en el archipiélago, que estaban a cargo del destacamento, abandonar Puerto Soledad. La evacuación fue cumplida.

3. Gobierno y administración de las Provincias Unidas (1810-1833)
La primera época de gobierno argentino, bajo el nombre de "Provincias Unidas", abarca el período que va desde el 25 de mayo de 1810 al 2 de enero de 1833, en que se consuma el despojo británico.
Las dificultades propias de la Revolución de Mayo imposibilitaron a nuestros patriotas, en un primer momento, ocuparse de tierras situadas en latitudes extremas como las Islas Malvinas. Pero pronto las Provincias Unidas del Río de La Plata, por conducto de la Provincia de Buenos Aires, se ocuparon de la administración insular designando "permisionarios", "concesionarios", "comisionados", "comandantes" y "comandantes políticos y militares".

La continuación del dominio de las islas, por la tradición de los títulos jurídicos de España en favor de las Provincias Unidas, habilitan a éstas a disponer esas medidas de administración y gobierno. Ellas se inician por las más modestas, el "permiso" de pesca y caza; siguen con la "concesión" para el usufructo de carnes y cueros; continúan con la "comisión" para una administración delegada en nombre de las Provincias Unidas; prosiguen con la instauración accidental de una "comandancia insular"; y concluyen con la institucionalización permanente, orgánica y estable de "la comandancia político y militar".

a. Permisionario
El 30 de enero de 1813 se le acuerda autorización (permiso), a su solicitud, a Enrique Torres, del bergantín inglés "El Rastrero", para que la citada embarcación pudiese efectuar un viaje a las Islas Malvinas y Costas del Sur, donde se dedicaría a la caza de lobos marinos".

b. Comisionado
En 1820, David Jewett, comandante de la "Heroína", fue "comisionado por el Supremo Gobierno de las Provincias Unidas para tomar posesión de las islas en nombre del país a que éstas pertenecen por ley natural". A ese fin, el 6 de noviembre de 1820, enarbolando el pabellón nacional en Puerto Soledad, sobre el fuerte destruido y disparando una salva de 21 cañonazos, tomó posesión de las islas en nombre del "Supremo Gobierno de las Provincias Unidas de Sud-América".
En 1821 Jewett fue sustituido por el Teniente Coronel Guillermo Mason. En ese mismo año se dicta una medida legislativa especial sobre policía económica (ley de pesca y caza) que prueba la preocupación política de Buenos Aires por sus intereses en el litoral e islas del Atlántico. El 22 de octubre, la Honorable Junta de Representantes de Buenos Aires sanciona la ley de pesca, a iniciativa del comandante político y militar de Patagones, Teniente Coronel Gabriel de la Oyuela, que advertía sobre los excesos cometidos por los pesqueros extranjeros en la costa patagónica y su negativa a pagar "derechos". Por la citada ley, los extranjeros que viniesen por temporada a realizar sus faenas de pesca y caza, debían pagar un derecho de 6 pesos por tonelada y aquellos que habitasen casa o que formasen un establecimiento fijo, gozaban de un régimen de fomento, dado que tributaban derechos más reducidos o tenían libertad de pesca sin cargo por un plazo no menor de 8 años.
Tal ley fue complementada por decretos del 15 de enero de 1822 y del 22 de octubre de 1829, cuyo artículo 1º "prohibía la pesca de anfibios en las costas y pueblos de Patagones, hasta nueva resolución". Dicha medida fue tomada debido a la continuidad de los excesos.

c. Concesionario
En 1823(23 de agosto) Luis Vernet (de Hamburgo) y Jorge Pacheco (de Buenos Aires) "asociados", solicitan al gobierno de Buenos Aires el usufructo de las carnes, cueros y ganado vacuno de la isla Oriental de las Malvinas, haciéndose "caigo de la refacción de los edificios para tenerlos a disposición de las autoridades cuando éstas lo necesitasen". El 28 de agosto de 1823 por decreto firmado por Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia se les acuerda la concesión, con la habilitación para usufructuar los bienes referidos, agregando el Gobierno de Buenos Aíres... "en la inteligencia que semejante concesión jamás podrá privar al Estado del derecho que tiene a disponer de aquel territorio del modo que crea más conveniente a los intereses generales de la Provincia, y lo cual se verificará tan luego que sus recursos le proporcionen el poder de establecerse en él de un modo efectivo y permanente...".

d. Comandancia insular
En diciembre de 1823 Pacheco dirigió un nuevo pedido al gobierno. En él anuncia la próxima partida de la expedición, en la que marchaba el capitán de milicias retirado Don Pedro Areguatí, y para el cual solicita el título de "Comandante de Soledad" sin. goce de sueldo alguno. Funda su pedido en los siguientes términos: "De este modo Señor Exmo. se posesiona la provincia de aquella abandonada Isla, y aun hace que paguen los buques el derecho de anclaje de que escrupulosamente se dará cuenta al erario (sic), porque Areguatí piensa formar de los mismos peones una Compañía de cívicos con sus cabos y sargentos, para darle a esta operación toda la representación posible en obsequio de una propiedad (sic), de la Patria, 'levando las armas y municiones de cuenta de la negociación, y si V.E. tuviese a bien destinar algunos cañones de fierro para defender el punto de incursiones de piratas en aquellas abandonadas baterías, serían reparadas, y puestas en aptitud de que sirvan al Gobierno para restablecer el presidio".
Pacheco también solicita se le hiciese "gracia y merced de los terrenos". El gobierno consideró atendible el pedido y por decreto del 18 de diciembre de 1823 le otorga los terrenos bajo la precisa obligación de hacer constar "la mensura y amojonamiento para que pueda optar a los títulos de propiedad".

Se nombra a Areguatí "Comandante de la Isla", haciendo saber su decreto a todas las personas "para que lo reconozcan por comandante a fin de que se conserve el orden y se eviten excesos". Además, se disponía que "a todo buque que arribase, ya sea por aguada, víveres u otro motivo, se le cobrará el derecho de ancoraje".

Por decreto del 5 de enero de 1828 se le concede a Pacheco los terrenos situados en la parte "Sudeste de la isla" y a Vernet los terrenos baldíos de la Isla Soledad y de los Estados, con el cargo de levantar en 3 años "una colonia ". Además se confieren franquicias para los pobladores a fin de promover la inmigración.

e. Comandancia político - militar. Luis Vernet
En 1829, por decreto del 10 de junio, Martín Rodríguez, en calidad de Gobernador delegado, crea la Comandancia Política y Militar con sede en la Isla Soledad y con un radio de acción que comprendía a las islas adyacentes al Cabo de Hornos en el Atlántico. Trátase de una organización institucional estable para el gobierno y la administración de las islas en el océano Atlántico. En aquella época, había intención del gobierno bonaerense de crear otra comandancia en "el Estrecho" y cuyo radio de acción comprendería las islas del Pacífico, lo que formalmente no se concretó.
El gobierno de Buenos Aires nombra a Luis Vernet como "Comandante Político y Militar", delegándose "en su persona toda la autoridad y jurisdicción necesaria" y con las instrucciones pertinentes.
Vernet, de simple empresario y concesionario, pasa a ser representante político del Gobierno bonaerense, timbrando la documentación con un sello que decía "Armas de la Patria. Comandancia de Malvinas y adyacentes".

Vernet levantó el Establecimiento, que estaba en ruina, y diez viviendas precarias para el cirujano, el almacén y el despensero, entre otros; y otras más modestas aún, para los gauchos; promovió exportaciones de cueros y carne salada; nombró agentes en el extranjero para que enviasen colonos; preparó mapas de las islas; dividió las islas en once secciones, cada una a cargo o bajo la inspección de un agente que debería obrar con independencia de los establecimientos que se fundasen; otorgó concesiones de tierras a colonos extranjeros, etcétera.
La pesca, la caza y sus utilidades constituyeron una preocupación constante para los administradores de las Malvinas. Los apetitos económicos de pesqueros extranjeros no podrán obviarse con "las reglamentaciones" de la Provincia de Buenos Aires, ni la significación estratégico-militar de las islas podía defenderse con una modesta dotación naval de un país en gestación. Por ello, todos los esfuerzos de Vernet y del Gobierno de Buenos Aires fueron a la postre insuficientes.
A comienzos de 1831 Vernet elaboró un plan para la organización de la caza de focas y ballenas y la defensa del litoral dependiente de su Comandancia, en aplicación de la ley de pesca. Las medidas punitivas afectaron a tres goletas norteamericanas, "Harriet", "Superior" y "Breakwater", de las cuales dos fueron capturadas, cuya suerte generó graves problemas diplomáticos con los Estados Unidos y con su cónsul en Buenos Aires, Jorge W. Slacum, que de paso representaba los intereses económicos de los pesqueros.

El cónsul mandó utilizar la fuerza de la corbeta de guerra de los Estados Unidos Lexington, a cargo del Comandante Silas Duncan, que desembarcó en las Malvinas y vandálicamente ocupó los principales edificios, apresó a los culpables de la detención de las Harriet, Superior y Breakwater, destruyó construcciones, incautó el almacén, cargó cueros y prisioneros y, luego de tamaño atropello al "derecho de gentes", regresó a Montevideo en febrero de 1832.
Vernet formuló una nueva propuesta para reconstruir la Colonia, que había quedado con sólo veinticinco habitantes, solicitando equipamiento y material humano para su expedición reivindicatoria. No tuvo respuesta ministerial formal.

A fines de agosto de 1832 se informó que el buque de guerra nacional, la corbeta "Sarandí», se estaba alistando para dirigirse al archipiélago. La noticia se confirmó el 10 de septiembre al darse a conocer el decreto emanado del Ministerio de Guerra y Marina, por el cual se nombraba Comandante Civil y Militar interino de las Islas Malvinas y sus adyacentes al Sargento Mayor de Artillería Don Esteban José Francisco Mestivier.

El 14 de septiembre de 1832, Rosas imparte las instrucciones al nuevo Comandante Mestivier y faculta al Comandante de la "Sarandí para darle posesión del mando con las formalidades de la ordenanza. Se le encomienda orientar a los habitantes en cultivos agrícolas y defender el honor de la República respondiendo con las fuerzas a los invasores. Desembarcaron el 10 de octubre de 1832 y ante la tropa y los habitantes asume Mestivier la Comandancia. El 30 de noviembre de 1832 una sublevación de parte de la guarnición no pudo ser reprimida por el Comandante, el que murió en la contingencia.

Durante la sublevación, José M. de Pinedo, comandante de la "Sarandí", se hallaba en el litoral de las Islas, fuera del Puerto. Cuando retorna reconviene a la tropa por sus excesos (quedaban sólo dieciocho hombres) y el homicidio de Mestivier.

El 2 de enero de 1833 se presentó en el puerto un navío de guerra de bandera inglesa, la "Clio", al mando de John James Onslow. La misión de J. M. Pinedo había terminado. La defensa era imposible. Reembarcó la tropa existente en el Establecimiento, dejando izado en tierra el pabellón argentino al cuidado de Juan Simón, a quien nombró Comandante Político y Militar de las Islas. El 4 de enero puso proa hacia Buenos Aires.

De allí en más, pasaron 149 años y nueve meses de reclamos diplomáticos hasta el 2 de abril de 1982. El 7 de abril de ese año con la designación de Mario Benjamín Menéndez, como Gobernador Militar del Territorio Nacional de las Islas Malvinas, se inicia en el archipiélago la segunda época de Gobierno y Administración argentinos.

Fuente: http://www.saber.golwen.com.ar/malvi.htm#Malvinas





miércoles, 16 de noviembre de 2011

17 de Noviembre de 1972 : El Retorno de Juan D. Perón

Sostenidos por la consigna “LUCHE Y VUELVE, el pueblo mantuvo la esperanza durante muchos años hasta que volvió a la patria el creador del movimiento justicialista, luego de superar persecuciones, proscripciones y hasta fusilamientos. El 17 de noviembre de 1972 el General Juan Domingo Perón volvía a pisar suelo argentino tras 17 años de exilio forzado por la mal llamada “revolución libertadora”, mejor conocida por el pueblo peronista como la "revolución fusiladora".

 Por esto festejamos el día del retorno del General PERÓN a nuestra patria como el "DIA DEL MILITANTE", en honor a todos los militantes peronistas responsables de mantener viva la luz y la doctrina que heredáramos de PERÓN Y EVITA.

 Publicado por las 62Organizaciones-filial Rosario-Argentina

 

domingo, 16 de octubre de 2011

17 de Octubre: Día de la Lealtad (Texto de R.Scalabrini Ortiz y Video)



Acá tienen esa jornada historia  relatada a través de los ojos Raúl Scalabrini Ortiz, y el discurso pronunciado por el Coronel PERON en la plaza de Mayo: 

"Corría el mes de octubre de 1945. El sol caía a plomo sobre la plaza de macho cuando inesperadamente enormes columnas de obrero comenzaron a llegar. Venía con su traje de fragilidad, porque acudía directamente de su fábrica y tres series. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade el parque de diversiones con hábitos de burgués barato. Frente mis ojos desfilaban rostros atestados, brazos membrudos, torsos fornido, con las greñas al aire y las vestiduras escasa cubiertas de pringues, de restos de brea, de grasas y aceites.

 Llegaban cantando y vociferando, y unido por una sola fe. Era la muchedumbre más heteróclita en la imaginación puede concebir. Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. Descendientes de meridional europeos iban junto al rubio de trazos nórdicos y al trigueño de pelo duro en el que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún. 

El río, cuando crece bajo el empuje del sudeste, disgrega su masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajios con meandros improvisados sobre la arena, en una acción tan minúscula que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que ese es el anticipo de inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre de entusiasmo, que arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la diagonal. 

Un pujante palpitar sacudió la entraña de la ciudad. Un hábito áspero crecía en las densas vaharadas venían, mientras las multitudes continuaban llegando. 
Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barranca. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanado en el mismo grito y en la misma fe, iban el peón de campo de Cañuelas y el torneo de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio. 

Era subsuelo de la patria, sublevado. El cimiento básico de la nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el sustrato de nuestra idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente, en su primordialidad sin recatos y sin disimulo. Era el de nadie y es sin nada, en una multiplicidad casi infinita de gama y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenido por la misma verdad que una sola palabra traducía. Perón!

En las cosas humanas el número tiene la grandeza particular por sí mismo. En ese fenómeno majestuoso que asistía, el hombre aislado es nadie, apenas algo más que un aterido grano de sombra que asimismo se sostiene y que el impalpable viento de las horas desparrama. Pero la multitud tiene un cuerpo y un ademán de siglos. Éramos briznas de multitud y el alma de todos nos redimía. Presentía que la historia estaba pasando junto a nosotros y nos acariciaba suavemente como la brisa fresca del río. 

Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años estaba así presente, corpóreo, tenso, multifacetado, pero único en el espíritu conjunto.Eran los hombres que están solos y esperan, que iniciaron sus tareas de reivindicación. El espíritu de la tierra estaba presente como nunca creí verlo. 

Por inusitado ensalmo, junto a mí, yo mismo dentro, encarnado en una muchedumbre clamorosa de varios cientos de miles de almas, conglomeradas en un solo ser unívoco, aislado en sí mismo, rodeado por la animadversión de los soberbios, de la fortuna, del poder y del saber, enriquecido por las delegaciones impalpable del trabajo de las selvas, de los cañaverales y de las praderas amalgamando designios adversarios, traduciendo en la firme línea de su voz conjunta su voluntad de grandeza, entrelazando en una sola aspiración simplificada la multivariedad de aspiraciones individuales, o consumiendo en la misma llama los cansancios y los desaliento personales, el espíritu de la tierra se erguía vibrando sobre la plaza de nuestras libertades, pleno en la confirmación de su existencia. 

La sustancia del pueblo argentino, su quintaesencia de rudimentarismo estaba allí presente, afirmando su derecho a implantar para sí mismo la visión del mundo que le dicta su espíritu un desnudo de tradiciones, de abusos sanguíneos, de vanidades sociales, familiares o intelectuales. Estaba allí desnudo y sólo, como la chispa de un suspiro: hijo transitorio de la tierra capaz de luminosa eternidad." 




sábado, 8 de octubre de 2011

Un día como hoy 8 de octubre de 1895, Nacía Juan D. PERON


El 8 de octubre de 1895 Juan Domingo Perón nació en la ciudad de Lobos (Provincia de Buenos Aires), hijo de Mario Tomás Perón -pequeño productor agrícola-ganadero- y de Juana Sosa. Fue nieto de uno de los médicos más célebres de su tiempo, el profesor Tomás L. Perón.

Su infancia y primera juventud las vivió en las pampas bonaerenses y en las llanuras patagónicas del sur de la Argentina, adonde se trasladaron sus padres en el año 1899 en busca de trabajo. Estos escenarios de grandes espacios abiertos y de vida rural incidieron en su formación cultural que algunos biógrafos han denominado "criollismo".

A los cinco años la familia se trasladó a Río Gallegos y en 1905 se estableció en Buenos Aires, donde el joven Juan Domingo asistió al Colegio Internacional Politécnico. De sus aulas pasó al Colegio Militar, egresando en 1913 con el grado de subteniente del arma de infantería.

Tras ocupar diversos destinos, fue nombrado agregado militar en la embajada argentina en Chile, país del que regresó en 1938 para cumplir luego una misión en Italia. Residió en Europa entre 1939 y 1941. Inició su carrera política como secretario del Departamento Nacional del Trabajo, que en 1944 transformó en Secretaría de Trabajo y Previsión.

Fue un prestigiado docente militar, escribió "Estudios estratégicos" (1928) y "Apuntes de historia militar" (1932 y 1933). Dentro de su producción política caben citarse "Doctrina peronista", "Conducción política" (1952), "La fuerza es el derecho de las bestias", "La tercera posición", "La comunidad organizada" y "Política y estrategia".

Desde el cargo en la Secretaría de Trabajo y Previsión desarrolló un programa social que le atraería la adhesión de gran parte de la sociedad argentina, especialmente de los trabajadores. Fue encarcelado en 1945 y liberado merced a la movilización popular del 17 de octubre, Perón ocupó los cargos de ministro de Guerra y de vicepresidente. Acompañado por el doctor Hortensio Quijano ganó las elecciones presidenciales para el período 1946-1952. Fue el único presidente constitucional de la argentina elegido tres veces por el voto popular.



lunes, 20 de junio de 2011

Mensaje de Perón a los Argentinos después del regreso definitivo a su patria

Mensaje del General Juan D. Perón (21 de junio de  1973)  por cadena nacional después de su definitivo regreso el 20 de Junio de 1973 a su patria argentina...


" Deseo comenzar estas palabras con un saludo muy afectuoso al Pueblo Argentino. Llego del otro extremo del mundo con el corazón abierto a una sensibilidad patriótica que sólo la larga ausencia y la distancia pueden avivar hasta su punto más alto. Por eso, al hablar a los argentinos lo hago con el alma a flor de labio y. deseo que me escuchen también con el mismo estado de ánimo..
Llego casi desencarnado. Nada puede perturbar mi espíritu porque retorno sin rencores ni pasiones, como no sea la pasión que animó toda mi vida: servir lealmente a la Patria. Y sólo pido a los argentinos que tengan fe en el Gobierno justicialista, porque ése ha de ser el punto de partida para la larga marcha que iniciamos.

Tal, vez la iniciación de nuestra acción pueda parecer indecisa a Imprecisa, pero hay que tener en cuenta las circunstancias en las que la iniciamos..
La situación del país es de tal gravedad que nadie puede pensar en una reconstrucción en la que no debe participar y colaborar. Este problema como ya lo he dicho muchas veces, o lo arreglamos, entre todos los argentinos o no lo arregla nadie. Por eso, deseo hacer un llamado a todos, al fin y al cabo hermanos, para que comencemos a ponernos de acuerdo.

Una deuda externa que sobrepasa los 6.000 millones de dólares y un déficit cercano á los tres billones de pesos, acumulados en estos años, no han de  cubrirse en meses, sino en años. Nadie ha de ser unilateralmente perjudicado, pero tampoco ninguno ha de pretender medrar con el perjuicio o la desgracia ajena. No son estos días para enriquecerse desaprensivamente, sino para reconstruir la riqueza común, realizando a una comunidad en la que cada uno tenga la posibilidad de realizarse.

El Movimiento Justicialista, unido a todas las fuerzas políticas, sociales. Económicas y militares que ,quieran acompañarlo en su cruzada, de liberación y reconstrucción del país, jugara su destino dentro de la escala de valores establecida primero la Patria, después el Movimiento y luego los hombres en un gran movimiento nacional y popular que pueda respaldarlo.
Tenemos una revolución que realizar, pero para que ella sea válida ha de, ser de construcción pacífica y sin que cueste la vida de un solo argentino. No estamos en condiciones de seguir destruyendo frente a un destino preñado de acechanzas y peligros. Es preciso volver a lo que en su hora fue el apotegma de nuestra creación: "de casa al trabajo y del trabajo a casa". Sólo el trabajo podrá redimirnos de los desatinos pasados.

Ordenemos primero nuestras cabezas y nuestros espíritus. Reorganicemos al país y dentro de él al Estado que preconcebidamente se ha pretendido destruir y que debemos aspirar a que sea lo mejor que tengamos para corresponder a un Pueblo que ha demostrado ser maravilloso Para ello elijamos los mejores hombres, provengan de donde provinieren, acopiemos la Mayor cantidad de materia gris, todo juzgado por sus genuinos valores en plenitud y no por subalternos intereses políticos, influencias personales o bastardas concupiscencias.
Cada argentino ha de recibir una misión en este esfuerzo de conjunto. Esa misión será. Sagrada cada uno y su importancia estará, más que nada en su cumplimiento. En situaciones como la que vivimos, todo puede tener influencia decisiva y así como los cargos honran al ciudadano, éste también debe ennoblecer los cargos.

Si en las Fuerzas Armadas de la República, cada ciudadano, de general a soldado, está dispuesto a morir tanto en defensa de la soberanía nacional como del orden constitucional establecido, tarde o temprano han de integrarse al Pueblo que ha de esperarlas con los brazos abiertos como se espera a un hermano que retorna al hogar solidario de los argentinos.
Necesitarnos una, paz constructiva sin la cual podemos sucumbir como Nación. Que cada argentino, sepa defender esa paz salvadora por todos los medios, y si alguno pretendiera alterarla con cualquier pretexto, que se le opongan millones de pechos y se alcen millones de brazos para sustentarla con los medios que sean. Sólo así podremos cumplir nuestro destino.
Hay que volver al orden legal y constitucional como única garantía de libertad y justicia. En la función pública no ha de haber cotos cerrados de ninguna clase y el que acepte la responsabilidad ha de exigir la, autoridad que necesita para defenderla dignamente. Cuando el deber está por medio los hombres no cuentan sino, en la medida en que sirvan mejor a ese deber. La responsabilidad no puede ser patrimonio de los amanuenses.

Cada argentino piense como piense y sienta como sienta, tiene el inalienable derecho a vivir en, seguridad y pacíficamente. El Gobierno tiene la insoslayable obligación de asegurarlo. Quien altere este principio de la convivencia, sea de un lado o. de otro, será el enemigo común que debemos combatir sin tregua, porque no ha de poderse hacer nada en la anarquía que la debilidad provoca o en la lucha que la intolerancia desata.

Conozco perfectamente lo que está ocurriendo el país. Los que crean lo contrario se equivocan. Estamos viviendo las consecuencias de una postguerra civil que, aunque desarrollada embozadamente no por eso ha dejado de existir. A ello se le suma las perversas intenciones de los factores ocultos que, desde la sombra, trabajan sin cesar tras designios no por inconfesables menos reales. Nadie puede pretender que todo esto cese de la noche a la mañana pero todos tenemos el deber ineludible de enfrentar activamente a esos enemigos, si no querernos perecer en el infortunio de nuestra desaprensión o incapacidad culposa.
Pero el Movimiento Justicialista, que tiene una trayectoria y una tradición, no permanecerá frente a tales intentos y nadie podrá cambiarlas a espaldas del Pueblo que las ha afirmado en fecha muy reciente y, ante la ciudadanía que comprende también cuál es el camino que mejor conviene a la Nación Argentina. Cada uno será lo que deba ser o no será nada.
Así como antes llamamos a nuestros compatriotas en "La Hora del Pueblo". "El Frente Cívico de Liberación" y "El Frente Justicialista de Liberación", para que mancomunando nuestros ideales y nuestros esfuerzos pudiéramos  pujar por una Argentina mejor, el Justicialismo, que no ha sido nunca ni sectario ni excluyente, llama hoy a todos los argentinos, sin distinción de banderías, para que todos solidariamente nos pongamos en la perentoria tarea de la reconstrucción nacional, sin la cual estaremos todos perdidos. Es preciso llegar así, y cuanto antes, a una sola clase de argentinos: los que luchan por la salvación de la Patria, gravemente comprometida en. su destino por los enemigos de afuera y de adentro.

Los Peronistas tenemos que retornar a la conducción de nuestro Movimiento. Ponerlo en marcha y neutralizar a los que pretenden deformarlo desde abajo o desde arriba. NOSOTROS SOMOS JUSTICIALISTAS Levantamos una bandera tan distante de uno como de otro de los imperialismos dominantes. No creo que haya un argentino que no sepa lo que ello significa. No hay nuevos rótulos que califiquen a nuestra doctrina ni a nuestra ideología: SOMOS LO QUE LAS VEINTE VERDADES PERONISTAS DICEN. No es gritando la vida por Perón que se hace Patria, sino manteniendo el credo por el cual luchamos.
Los viejos peronistas lo sabemos. Tampoco lo ignoran nuestros muchachos que levantan nuestras banderas revolucionarias. Los, que pretextan lo inconfesable, aunque cubran sus falsos designios con gritos engañosos, o se empeñen peleas descabelladas, no pueden engañar a nadie Los que no comparten nuestras premisas, si se subordinan al veredicto de las urnas tienen un camino honesto para seguir en la lucha que ha de ser para el bien y la grandeza de la Patria, no para su desgracia.
Los que ingenuamente. Piensan   que pueden copar a nuestro Movimiento o tomar el poder que el Pueblo ha reconquistado. Se  equivocan. Ninguna simulación o encubrimiento, por ingeniosos que sean, podrán engañar a un Pueblo que ha sufrido. lo que el nuestro y que está animado por una firme voluntad de vencer. Por eso, deseo advertir a los que tratan de infiltrarse en los estamentos  populares o estatales, que por ese camino van mal. Así, aconsejo a todos ellos tomar el único camino genuinamente nacional: cumplir con nuestro deber de argentinos sin dobleces ni designios inconfesables. Nadie puede ya escapar a la tremenda experiencia que los años y el, dolor y los sacrificios han grabado a fuego en nuestras almas y para siempre

Tenemos un país que a pesar de todo no han podido destruir, rico en hombres y rico en bienes. Vamos a ordenar el Estado y todo lo que de el dependa que pueda sufrir depreciaciones y olvidos. Esa será la principal tarea Mi Gobierno. El resto lo hará el Pueblo Argentino, que en los años que corren ha demostrado una madurez y una capacidad superior a toda ponderación. En el final de este camino está la Argentina potencia, plena de prosperidad, con habitantes que puedan gozar del más alto "standard" de vida, que la tenemos en germen y que sólo debemos realizaría. Yo quiero ofrecer mis últimos años de vida en un logro que es, toda mi ambición; sólo necesito que los argentinos lo crean y me ayuden a cumplirla.

La inoperancia, en los momentos que tenemos que vivir, es un crimen de lesa Patria. Los que estamos en el país tenemos el deber de producir, por lo menos, lo que consumimos. Esta no es hora de vagos ni de vagos ni de inoperantes. Los científicos, los técnicos, los artesanos y los obreros que estén fuera del país deben retornar a él a fin de ayudarnos en la reconstrucción que estamos planificando y que hemos de poner en ejecución en el menor plazo.
Finalmente, deseo exhortar a todos mis compañeros peronistas para que, obrando con la mayor grandeza, echen a la espalda los malos recuerdos y se dediquen a pensar en el futuro y en la grandeza de la Patria, que bien puede estar desde ahora en nuestras propias manos y en nuestro ,propio esfuerzo.
A los que fueron nuestros adversarios, que acepten la soberanía del Pueblo, que es la verdadera soberanía, cuando se quiere alejar el fantasma de los vasallajes foráneos, siempre más indignos y costosos.
A los enemigos, embozados, encubiertos o, disimulados, les aconsejo que cesen, en sus intentos, porque cuando los pueblos agotan su paciencia suelen hacer tronar el escarmiento.
Dios nos ayude, si somos capaces de ayudar a Dios. La oportunidad suele pasar muy ligero.

¡Guay de los que carecen de sensibilidad e imaginación para percibirla!
Un grande y cariñoso abrazo para todos mis compañeros, y un saludo afectuoso. y lleno de respeto para el resto de los argentinos.