lunes, 20 de junio de 2011
PASCUAL LANESTOSA: Otro despido arbitrario de Telefónica Argentina...
Mensaje de Perón a los Argentinos después del regreso definitivo a su patria
viernes, 17 de junio de 2011
jueves, 16 de junio de 2011
Nefastas Metodologías utilizadas por las Empleadoras Telefónicas…
miércoles, 15 de junio de 2011
FOEESITRA: Los “15” Exponen ante las Empresas la Crisis de la organización gremial
martes, 14 de junio de 2011
Foeesitra: Solicitan a Rogelio Rodríguez acepte dar un paso al costado
lunes, 13 de junio de 2011
Las Telefónicas saben más que el Gran Hermano…
¿Quién tiene más información sobre la gente: los Estados nacionales o las compañías telefónicas? El militante del Partido Verde alemán Malte Spitz no se quedó con la duda: le pidió a la Justicia alemana que obligara a su compañía telefónica Deutsche Telekom a entregarle toda la información que tenían sobre Spitz. Luego de varios meses, la Justicia alemana aceptó la demanda y la empresa se vio en la obligación de entregarle una base de datos con todo lo que esta empresa había "retenido" sobre su vida. El resultado, sumado a la vida de Spitz en el mundo virtual, es un mapa perfecto de seis meses de vida del militante ecologista. Perfecto, sí. Desde el 31 de agosto de 2009 hasta el 28 de febrero de 2010, Deutsche Telekom registró y grabó su latitud y longitud más de 35 mil veces.
El primer registro comenzó en un viaje en tren hacia Erlangen hasta la última noche en su casa en Berlín. En el medio, como contó el Zeit Online, "el perfil digital permite saber cuándo Spitz cruza la calle, cuánto toma un tren, cuándo está en un avión, dónde estuvo en las ciudades que visitó, cuándo trabajó, cuándo durmió, cuándo mandó un mensaje de texto, a qué cervecerías fue". La vida completa. Es evidente que las empresas tienen, entonces, más datos que los gobiernos sobre las personas. "La sensación que tuve cuando vi toda la información que tenían sobre mí fue aterradora", dice a Página/12 Malte Spitz que estará en Buenos Aires en junio.
Pero mucho más aterrador es cuando se observa en el mapa creado por Lorenz Matzat, el editor del Open Data Blog del Zeit On Line, bajo el título "Tell-all telephone" (Un teléfono que cuenta todo). Un click en una aplicación que funciona sobre un trabajado mapa de Google permite ver paso a paso no sólo dónde estuvo Spitz cada segundo durante esos seis meses, sino también dónde estaba cuando escribió cada tweet, cada mensaje en redes sociales, cuántos mensajes de textos mandó, cuántas llamadas hizo, cuántas recibió y cuánto tiempo estuvo en Internet, entre otras cosas.
"Es importante para mí, para ver cómo funciona el sistema. Era un poco escéptico sobre la cantidad de datos que se guardaban. Pero los datos son sorprendentes. En Alemania tenemos 100 millones de teléfonos en una población 80 millones de personas. Las compañías telefónicas deberían pensar que guardar tanta información sobre los usuarios también puede ser un problema para ellas", dice Spitz. "La gente no va a creerles", dice.
El registro del movimiento de los teléfonos móviles es parte del funcionamiento normal de una red celular. Cada siete segundos aproximadamente, el teléfono celular determina cuál es la torre más cercana para conectarse y registra el ingreso y la salida de una llamada. El asunto es ¿por qué las compañías telefónicas guardan esa información?, ¿quién tiene acceso a esos datos?, ¿qué riesgo implica para los usuarios que una empresa tenga toda esta información? "Una compañía como T-Mobile tiene 30 millones de usuarios. Guardan cada registro de cada usuario y nadie sabe qué hacen con esa información, que queda en el mundo privado", dice Spitz. En Estados Unidos, la Electronic Frontier Foundation intentó varias veces acceder a la información que guardan las operadoras, pero los "carriers" declinaron en dar esa información.
El asunto es que los Estados parecieran haber delegado el resguardo de la información privada en empresas privadas: bancos, compañías de vuelo, sistemas de tarjetas de crédito... "en todas estas empresas se deja tanta información guardada como sea posible guardar sin medirse las consecuencias", dice Spitz. "Las compañías no tienen ninguna razón para guardar este tipo de información", asegura Spitz. El mapa interactivo desarrollado por el Zeit On line junto con la información entregada por el militante es "prácticamente perfecto", según el propio Spitz. Para darles un sentido a los datos entregados por Deutsche Telekom se cruzó esa información con la vida pública de Spitz. Lo "mejor" es que la telefónica no necesita instalar ningún tipo de cookie o sistema de tracking para saber qué hace un usuario. El sistema lo hace para poder funcionar.
El impacto que tuvo el caso en la prensa estadounidense, además, tiene que ver con el mapa que puso en su sitio el Zeit On line, desarrollado por el editor Lorenz Matzat y programado por Michael Kreil. La aplicación le da sentido a la idea de un trabajo de periodismo digital con muchos volúmenes de datos: "Convertir una noción abstracta de algo que todo el mundo conoce en algo visible. Cada posición tuya, cada conexión de tu teléfono está siendo registrada. Cada llamada, cada mensaje de texto, cada conexión de datos", cuenta el editor Matzat en OnlineJournalismblog.com, donde cuenta paso a paso cómo se desarrolló la aplicación que tardó dos semanas en programar y ser puesta a disposición del público.
Original de: http://www.pagina12.com.ar/diario/cdigital/31-166513-2011-04-24.html
sábado, 11 de junio de 2011
Crònicas de Junio de 1956 – Operación Masacre [Película]
Publicado en : http://www.elortiba.org/1956.
viernes, 10 de junio de 2011
Daniel Sanchez reelecto en el S.O.E.T.C. (Sindicato Córdoba)
miércoles, 8 de junio de 2011
P.P.P.Telecom Argentina : COMUNICADO de la Comision Liquidadora
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martes, 7 de junio de 2011
Reasumio ROGELIO RODRIGUEZ la Secretaria General en Foeesitra
Finalizada la licencia médica, reasumiò el compañero Rogelio Rodríguez, la Secretaria General en la F.O.E.E.S.I.T.R.A.
Posteado de
http://eltrabajadortelefonico.blogspot.com/
CAMPORA [Mario] Hablando de La Cámpora
Mario Cámpora **, diplomático y sobrino del ex presidente, cuestiona a la agrupación kirchnerista liderada por Máximo Kirchner. De la juventud rebelde a la del poder. En el Parque de la Memoria figuran nombres de queridos compañeros asesinados por la dictadura militar: el de Luis Guagnini, brillante periodista muerto a los 33 años en el campo de tortura de El Banco, y el de Roberto Sinigaglia, que me preanunció "el holocausto de una generación" y fue secuestrado en 1976.
Los nombro en representación de esa generación que entró a la vida pública durante la resistencia peronista y que, silenciada, creció bajo las dictaduras. En 1973 ya son profesionales y vertebran la lucha electoral de Héctor Cámpora. Al lado de ellos emergieron los jóvenes, la juventud maravillosa, rebelde, que como sus mayores creció en la violencia del Estado autoritario. También ellos pagaron su militancia con la vida: en esas listas figura mi sobrina Alicia María Hobbs, asesinada a los 22 años. Desde fuera del poder, sin recursos ni cargos públicos, pretendimos cambiar un orden fundamentalmente injusto, antidemocrático, elitista y represor. El testimonio de esta lucha está reflejado en El Presidente que no fue de Miguel Bonasso.
En 1973, el país necesitaba reinstaurar las instituciones de la democracia que se encontraban totalmente sumergidas por el imperio de la fuerza militar. Ello suponía un desafío que Perón desde el exilio enfrentaba con grandes dificultades, aun cuando contaba con un aliado de gran lealtad, que era el pueblo argentino. Restaurar la democracia –vencer al régimen militar– era el objetivo que debíamos alcanzar y que se logró el 11 de marzo. Poco tiempo después, el país perdió el rumbo y volvió a imperar una feroz dictadura que lo ensangrentó.
Lo fundamental de la primavera del '73 fue su vocación por cuestionar un poder sustancialmente injusto. Hoy aparecen los jóvenes de La Cámpora que venturosamente levantan nuestras consignas.
A diferencia nuestra, tienen la fortuna de militar en democracia. Ellos, también a diferencia nuestra, son el poder: ocupan altos cargos en la administración pública, administran empresas del Estado, se sientan en los directorios de las empresas privadas y logran lugares en las listas electorales. Manejan por ello enormes recursos estatales y tienen, se dice, un líder en el corazón del poder: Máximo Kirchner. Si levantan las banderas del '73, se puede esperar entonces que –provocadores– disparen debates de singular relevancia para el futuro de la patria: denunciar el escándalo de la pobreza, la corrupción, la inseguridad, la violencia y el creciente descontrol del narcotráfico. Más allá del cotillón ideológico de izquierda o derecha, es evidente que el Estado se ha vuelto impotente para encarar de manera estructurada y sostenida los problemas que asuelan a los argentinos.
El Estado impotente: que perdió el control de áreas urbanas y que ya no está en condiciones operativas de defender el territorio nacional. También podrían -La Cámpora-cuestionar la matriz del modelo que produce efectos opuestos a la esencia de nuestro proyecto nacional y popular: mayor concentración de la riqueza en pocas manos, acelerada extranjerización de las empresas argentinas, manejo inconsulto de los recursos mineros e hidrocarburíferos, expansión irresponsable de la frontera agropecuaria a costa del bienestar de las generaciones futuras. Frente a estos desafíos, la estrategia no puede consistir en transformar a Héctor Cámpora en una figura muda y abstracta, que sólo se invoca para ser funcional a las batallas circunstanciales del kirchnerismo.
Mucho más útil resultaría retomar sus banderas y contextualizar sus luchas frente a los desafíos del presente. No parece cuestionable que la Presidenta –que también empezó a militar en democracia– considere que ser profesional y tener menos de 35 años sea un valor en sí mismo. Pero sí cabría recordarle que esos dos atributos no son una condición suficiente para manejar los bienes del Estado, los cuales, aunque últimamente haya tendido a olvidarlo, son de todos los argentinos.
**Diplomático y sobrino del ex presidente Héctor J. Cámpora.
Publicado en http://www.perfil.com/ediciones/2011/6/edicion_578/contenidos/noticia_0018.html
lunes, 6 de junio de 2011
Resoluciones de la 1ra reunión de agrup. telefónicas
sábado, 4 de junio de 2011
Revolución del 4 de junio de 1943 - El fin de la Dècada Infame
Se cumplen 68 años del golpe militar del 4 de junio de 1943, que comenzó a poner fin a la llamada “década infame” y abrió el camino del peronismo.Juan Perón, protagonista del golpe del 4 de junio.
El golpe del 4 de junio fue liderado por militares reunidos en el Grupo de oficiales unidos (GOU), al que pertenecía el coronel Juan Perón, y determinó la asunción del presidente de facto, general Pedro Ramírez.
El video muestra el primer aniversario de la revolucion
jueves, 2 de junio de 2011
Indignez vous! 32 páginas suficientes para movilizar una generación
Unas 32 páginas pueden ser suficientes para movilizar a una generación. Las de Indignez vous!, el libro [Folleto] del veterano de la Resistencia francesa de 93 años Stéphane Hessel, desde luego han generado un fenómeno literario auténtico: el panfleto ha vendido más de un millón de ejemplares y encabeza desde hace tres meses la lista de los libros más vendidos de Francia.
El próximo 22 de marzo el texto llegará a las librerías españolas: Ediciones Destino publicará ¡Indignaos!, que incluirá también una reflexión de José Luis Sampedro. Indignaos, que en Francia cuesta unos tres euros, se dirige a los jóvenes y les anima a decir basta y a luchar contra la dejadez de la sociedad de hoy en día.
"Mi obra exhorta a los jóvenes a indignarse, dice que todo buen ciudadano debe indignarse actualmente porque el mundo va mal, gobernado por unos poderes financieros que lo acaparan todo".
Y prosigue Hessel: "En nuestra época teníamos un adversario claro: Hitler, Stalin. Y dijimos 'no'. Ahora, el enemigo es más difícil de encontrar. Pero es igual de importante decir 'no'. Hay que resistir otra vez. Nosotros nos jugábamos la vida. Pero los jóvenes de ahora se juegan la libertad y los valores más importantes de la humanidad".
Es el único miembro vivo de aquellos que participaron en la redacción de La Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948.
Militante a favor de la independencia de Argelia, de la causa Palestina y de tantas otras contra el poder de los más poderosos, siempre a favor de quienes se ven atropellados por aquellos, a sus 93 años ha escrito este librito ¡Indignaos! Con solo 30 páginas — y prólogo de José Luis Sampedro, en la edición española — este libro se ha convertido en un auténtico superventas. En él Stéphane Hessel nos propone que no nos quedemos indiferentes ante todo lo que sucede. Que mostremos nuestra Indignación, de forma pacífica, pero enérgica.
Nos pide que abramos los ojos a nuestra realidad con lo que encontraremos numerosas razones para la indignación, pero no como un recurso de queja o protesta violenta y sin objeto, sino como una acción dirigida a reconsiderar y movilizar nuestras posturas y revisar nuestras convicciones y, a menudo, nuestra apatía.
Finalmente concluye que "La indiferencia es la peor de las actitudes".
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