jueves, 23 de abril de 2020

SATSAID acordó con las empresas un Protocolo de Instalación Domiciliaria




SATSAID acordó con las empresas un protocolo de Instalación Domiciliaria
El  GREMIO activo continúa TRABAJANDO....
…Por otro lado, está la situación de los cables y circuitos cerrados, donde el problema más complicado a resolver era la atención a domicilio de los abonados. A partir de resoluciones del Consejo Directivo y protocolos que se fueron elaborando e impulsando por iniciativa del gremio, lo hemos ido solucionando en la mayoría de las empresas. Dónde hubo mayor conflicto fue con la empresa TELECOM ARGENTINA S.A., lo que motivó una denuncia al Ministerio de Trabajo, e incluso una reunión virtual entre nuestro Secretario General, autoridades del Ministerio y de la empresa, para buscar una salida al conflicto. Finalmente se llegó a un acuerdo mediante el cual se protocoliza la instalación domiciliaria con los cuidados del caso y además la empresa se comprometió a garantizar asistencia integral a sus empresas contratistas tanto para el correcto funcionamiento del servicio, como para el cumplimiento de las obligaciones para con los trabajadores, en particular lo referido al sostenimiento de los haberes (Art. 8° del DNU 297/20) ….
@SATSAIDnacional

miércoles, 22 de abril de 2020

Médicos Argentinos se oponen a la llegada de 200 profesionales de Cuba


Médicos Argentinos se oponen a la llegada de 200 medicos de  Cuba

La Confederación Médica Argentina salió al cruce de Ginés que confirmó la noticia. Exigen que los  MÉDICOS CUBANOS” revaliden sus títulos y advierten por denuncias sobre explotación de estos profesionales. Aseguraron que "en argentina hay suficientes médicos en cantidad y calidad para enfrentar cualquier emergencia".



 La carta de COMRA a Ginés González García: 




domingo, 19 de abril de 2020

Los Mas Turbados consejos del ministerio de salud / por Alejandro Borensztein (humor político)




Los Mas Turbados consejos del ministerio de salud / por Alejandro Borensztein

El Ministerio de Salud, a través de un especialista, el viernes explicó que una buena práctica para sobrellevar el confinamiento es masturbarse, tener sexo virtual o algún otro divertimento. Como esta gente piensa en todo, el gobierno también nos recomendó que después de masturbarnos limpiemos el teclado de la computadora. Le juro amigo lector que esto es posta. Hemos escuchado cosas locas durante los gobiernos kirchneristas pero como esta no recuerdo ninguna.
También dijeron que quienes utilicen juguetes sexuales, luego de usarlos deberán lavarlos. Caramba, no se nos había ocurrido.
Pregunta: ¿Antes de usarlos también? ¿Balde de agua con dos cucharadas de lavandina, estará ok? Digo esto porque no lo aclararon.
Por su parte el Gobierno de la Ciudad tampoco aclaró si los mayores de 70 años deben pedir autorización para masturbarse o pueden hacerlo libremente. ¿Habrá que bajarse un permiso a través de una aplicación? ¿Y si habilitan un 0800-LADELMONO? Dudas que seguramente esta semana se despejarán.
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miércoles, 15 de abril de 2020

martes, 14 de abril de 2020

…el regreso de la humilde LLAMADA TELEFÓNICA por el ansia de escuchar una voz humana




En medio de la pandemia, el volumen de llamadas telefónicas aumentó más que el uso de Internet, ya que las personas prefieren escuchar las voces de los demás
Cuando a principios de enero se conoció que algunas personas estaban enfermas en China por un nuevo virus surgido en el mercado de animales de Wuhan, nadie imaginó que dos meses después la enfermedad sería declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así, y en línea con las últimas recomendaciones del organismo internacional de “adoptar medidas drásticas y se ataque en conjunto la proliferación del virus”, el “distanciamiento social” se presentó como una práctica para reducir el contacto cercano entre las personas y frenar la propagación del virus.
Las reglas que requieren que estemos físicamente separados durante la pandemia implican que nuestras formas tradicionales de relacionarnos ya no estén disponibles. La buena noticia es que la tecnología, clásica y moderna, nos brinda un abanico de herramientas diferentes para comunicarnos con los que más necesitamos.Si bien los proveedores de telecomunicaciones más grandes se prepararon para un gran cambio hacia un mayor uso de Internet desde el hogar, lo que no esperaban era un aumento aún mayor en las llamadas telefónicas, un medio que había pasado de moda durante años.
Desde el operador de telefonía móvil Verizon comunicaron que ahora manejaban un promedio de 800 millones de llamadas inalámbricas por día durante la semana, más del doble del número realizado en el Día de la Madre, históricamente uno de los días de llamadas más concurridos del año. Verizon agregó que la duración de las llamadas de oz aumentó un 33% desde un día promedio antes del brote.
"Nos hemos convertido en una población que llama como nunca antes” (Shutterstock)
AT&T aseguró que la cantidad de llamadas celulares había aumentado un 35% y que las llamadas basadas en Wi-Fi casi se habían duplicado de los promedios en tiempos normales. Por el contrario, el tráfico de Internet aumentó entre un 20 y un 25% respecto de los patrones diarios típicos, dijeron AT&T y Verizon.
El aumento es sorprendente dado que las llamadas de voz han estado disminuyendo durante mucho tiempo. Unos 90 millones de líneas telefónicas con cable en los Estados Unidos dejaron de usar teléfonos fijos desde 2000, según la United States Telecom Association. Las llamadas inalámbricas reemplazaron gran parte de esa actividad de llamadas, pero el volumen de minutos dedicados a las llamadas telefónicas no cambió mucho en la última década, ya que las personas recurrieron a los mensajes de texto y a aplicaciones como FaceTime y WhatsApp, según operadores y analistas inalámbricos.
Nuevas necesidades están surgiendo en la crisis. “Nos hemos convertido en una población que llama como nunca antes”, asegura Jessica Rosenworcel, comisionada de la Comisión Federal de Comunicaciones, la agencia que supervisa los proveedores de telefonía, televisión e internet en EEUU. “Estamos ansiando la voz humana”. Aunque las llamadas telefónicas ahora se realizan a través de ondas que se conectan a través de torres de telefonía celular, el atractivo de hablar no ha cambiado mucho desde los primeros días telefónicos de finales de 1800 y principios de 1900, cuando los postes de madera estiraban las líneas de alambre de cobre en cada hogar en América.
 Si bien Zoom y Hangouts de Google son un reemplazo popular para las reuniones con varios colegas, el teléfono es más fácil para las conversaciones personales y no se descompone como el video (Shutterstock)
“Durante años, hemos visto una disminución constante en la cantidad de tiempo que las personas pasan hablando entre sí, especialmente en dispositivos inalámbricos”, explicó Kyle Malady, director de tecnología de Verizon, en un comunicado. “La decisión de quedarse en casa ha reavivado el hambre de las personas para mantenerse conectadas, voz a voz”.
El aumento en las llamadas de voz es para fines comerciales y personales, dijo Chris Sambar, vicepresidente ejecutivo de tecnología y operaciones de AT&T. Antes de que la propagación del coronavirus llevara a órdenes de quedarse en casa, las llamadas inalámbricas normalmente alcanzaban su punto máximo en las horas pico de la mañana y la tarde. Una vez que las personas llegaban a sus oficinas y escuelas, los volúmenes de llamadas caían.
Ahora, dijo, las llamadas de voz son altas durante todo el día. Si bien Zoom y Hangouts de Google son un reemplazo popular para las reuniones con varios colegas, el teléfono es más fácil para las conversaciones personales y no se descompone como el video. Los fines de semana, el tráfico telefónico también es mucho más alto de lo normal. Incluso los adultos jóvenes que crecieron con aplicaciones de mensajes de texto y mensajería como una forma principal de comunicación están aceptando llamadas de voz.
Fuente INFOBAE

lunes, 13 de abril de 2020

Elpidio González / por Flavio Rodriguez **





 Era una fría y neblinosa madrugada de 1951. El pobre viejito se había gastado todo el poco dinero que le quedaba, en remedios… cuando no, en este país, y era el único habitante que quedaba en esa destartalada pensión de muy mala muerte ubicada en la calle 9 de Julio y Paraguay. Justo en medio de esa intersección estaba el miserable establecimiento, ya que la 9 de Julio era todavía de una sola mano, una simple calle orientada hacia Constitución. Le habían avisado que la iban a demoler, que se fuera, pero... ¿A dónde iba a ir? Débil, enfermo, sin dinero, la familia hacía rato lo había abandonado y los amigos se habían ido muriendo también. Su ya desgastada colcha, su fiel compañera durante las largas noches de invierno pasadas en casi todas las plazas y húmedos baldíos de la Ciudad, estaba firme junto a él, al igual que el atadito de diarios que usaba como almohada quién sabe desde cuanto tiempo atrás… ¿Meses? ¿Años?... No hacía falta más.

Y era así: La terrible maquinaria del futuro, las temibles topadoras del todopoderoso e incorruptible Intendente Juan Debenedetti que preanunciaban el Progreso (continuando la obra comenzada en 1936 por el Intendente Juan de Vedia y Mitre), se encontraban a solo 20 metros de la pensión, una casucha tan simple de aplastar, como si fuera una hormiga.
Al operario se le ocurre milagrosamente mirar en el interior y ve que estaba acostado el pobre viejo tiritando de frio, tapado con una vieja colcha. Se acerca y le pide que salga porque lo van a tirar todo abajo. El viejo se niega. El operario le dice que lo van a reubicar. El viejo se niega. El operario le pide el nombre y el viejo, de mala gana (o entregado a su suerte), se lo da.

El operario va corriendo buscando a su capataz…
- “¡Capataz, capataz! Paren, no sigan” …
El operario, corriendo, entra a las oficinas del Intendente y le dice que hay todavía un viejo enfermo, que no se puede avanzar con el ensanche y apertura de la 9 de Julio. Debenedetti, conocido por sus malos modales y sus muy pocas pulgas, le dice a su capataz:
- "me agarrás a seis morochos y no volvés hasta que al viejo de mierda lo sacás de ahí, a patadas en el culo si es necesario, pero me lo sacás y tirás todo ya, sino andáte derechito a tu casa".
El operario, temblando, se acerca al Intendente y le susurra al oído:
- "Me dijo que se llama Elpidio González".
- “¿Cómo, qué nombre dijo? Repítalo”.
- “Me dijo que se llamaba Elpidio González”.
Por primera vez en su vida Debenedetti se puso blanco como una hoja de papel, sus manos temblaban y sus labios también lo hicieron aunque con una menor intensidad. Cuando al fin pudo emitir sonido, con sus ojos desbordando lágrimas, ordenó:
- "Te-te-terminen de aplastar todo lo demás, ha-hasta el fondo. Perforen, corten, quiebren y desmonten to-todo lo necesario. Pero a esa pensión le pasan por los costados, ni se les ocurra tocarla y mucho menos molestar al Señor Elpidio González, salvo que quieran que los cague a patadas".
Debenedetti se dio perfecta cuenta que esa pensión era intocable para él o para cualquiera, por más que los hubiera amenazado con el despido: Es que el "Bienamado" estaba allí.
Les cuento que cuando uno llega por el camino del fondo del Cementerio de la Recoleta y se encuentra con el Monumento a los Caídos en la Revolución del '90 (conocido también como el Panteón Radical) y observa la placa del frente, puede ver ilustres nombres de quienes se encuentran allí (Leandro Alem, Hipólito Irigoyen, Arturo Humberto Illia). Y mezcladito entre estos tres uno lee "Elpidio González", es raro, porque "no suena", ¿quién fue? ¿Por qué está mezclado ahí con esos próceres del radicalismo?
Elpidio González fue, entre otros cargos ejecutivos, vicepresidente de la Nación Argentina, durante el gobierno de Marcelo Torcuato de Alvear. Está catalogado como uno de los sólo tres o cuatro más importantes funcionarios que tuvo nuestro País. Abogado brillante, dos veces diputado, una por la Capital y otra por Córdoba, ministro del Interior, ministro de Guerra (Defensa), Jefe de Policía y, como dijimos, vicepresidente de la Nación Argentina.
Lo primero que hizo cuando asumió la vicepresidencia fue renunciar a todos sus sueldos del Estado, consideraba que si el Pueblo lo había puesto en esa responsabilidad era incorrecto percibir honorarios, bastaba con el honor de haber sido electo. Mas aún, consideraba que el trabajo en el Estado era una carga pública, que un trabajo bien hecho en ese ámbito otorgaba prestigio, y que eso era suficiente pago por los servicios a la Nación. Desde su punto moral y ético consideraba que la Nación lo había formado como hombre y como profesional en forma gratuita y que esta era forma de devolver algo de todo lo que recibió.

Su horario de trabajo "formal" (en la realidad era de 24 hs.) era de 7 a 18 hs., por eso extrañó el pedido que le hiciera a Alvear de que lo eximiera de las últimas dos horas de trabajo ministerial, para así poder salir a las 16 hs.
¿Vagancia? ¿Avivada? ¿Un pequeño acto de corrupción? No, nada de eso. Al mes, uno de los ministros de Alvear le cuenta al presidente que mientras caminaba hacia el Palacio de Tribunales para ver el estado de las obras, se cruza en Plaza Lavalle con Elpidio... ¡que estaba sentado en un banquito vendiendo Anilinas Colibrí y pomada para los zapatos!
Como este ministro no pudo creer lo que vio, pasó dos días seguidos más, y ahí seguía estando Don Elpidio vendiendo sus productos, que a las 18 hs. guardaba en un maletín y los iba vendiendo puerta por puerta hasta llegar a su domicilio.

¡El Vicepresidente de la Nación Argentina vendía anilinas y pomadas porque consideraba un deshonor cobrar sueldos del erario público! Y fue así como mantuvo a su familia, con esos ingresos.
Elpidio González se retira de la política casi apenas finaliza el mandato de Alvear, consideraba que no podía ocupar cargos con el Presidente Yrigoyen porque como "El Peludo Yrigoyen" era su amigo, la "Honra de un funcionario de la Nación debe estar por encima de las eventuales sospechas de amistad con sus superiores".

En el '46 un Diputado lo encuentra (ya muy demacrado y con una larga barba blanca producto de la escasez de acero debido a la 2da Guerra Mundial - no había maquinitas Gillette-) vendiendo sus anilinas y pomadas en la puerta del subte. El diputado, con los ojos empañados de lágrimas, se dirige a su bancada, presentan el proyecto de jubilación para ex funcionarios y apenas se aprueba, se determina que el primer beneficiario sería Don Elpidio González. Un grupo de catorce funcionarios muy contentos y emocionados van a buscar a Elpidio para informarle la buena noticia. Una vez que lo hacen...
Elpidio se levantó furioso y los persiguió desde Tribunales hasta la puerta del Congreso blandiendo su bastón al aire al grito de…

- "¡Degenerados, corruptos, babiecas! Mientras yo tenga dos manos para trabajar el Estado no tiene porqué mantenerme a mí, habiendo tanta necesidad en el País". Y estuvo tres horas más golpeando con su bastón, furioso, la puerta de la Cámara de Diputados, retando a duelo a todos los que habían votado que le otorgaran la jubilación a él.
El Pueblo lo amó, pero nunca más quiso presentarse a ningún cargo público. Interpretaba que la ciudadanía no debía incubar ninguna sospecha en las personas que son honradas con el mandato de servicio y la responsabilidad que otorga el voto.
El Vicepresidente argentino llamado Elpidio González, a quién el Pueblo todo (sin banderías políticas), había bautizado "Bienamado", nos enseña que la política puede ser honesta, ¡debe ser honesta!

Miro en derredor… Miro a los políticos actuales y veo muy poquitos que aprendieron la lección que nos quiso enseñar el “Bienamado” Elpidio González; nuestras esperanzas de que algún día sean la gran mayoría no flaquean. Pero el cambio debe provenir del pueblo, de la gente

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