viernes, 15 de noviembre de 2024
martes, 12 de noviembre de 2024
¿La INTELIGENCIA ARTIFICIAL nos DEJARÁ sin TRABAJO? **
La inteligencia artificial está creciendo al punto de que muchos trabajos están cambiando o acabándose porque las capacidades de esta tecnología permiten realizarlos de mejor manera. El Foro Económico Mundial ya advirtió que, en los próximos cinco años, unos 14 millones de empleos podrían desaparecer debido a la adopción de nuevas tecnologías de IA.
Pero hasta qué punto todos los empleos se verán afectados y qué aspectos hay que tener en cuenta en este cambio imparable, en el que muchas labores deberán adaptarse a esta tecnología.
CÓMO LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL ESTÁ AFECTANDO EL TRABAJO ACTUAL
Es cierto que la IA y la automatización están cambiando la forma en que trabajamos, pero expertos como Joan Frías, director general de la consultora Truth Finder Unit, aseguran que esta tecnología no sustituirá por completo a los trabajadores humanos. Según Frías, la IA debe entenderse como una herramienta que complementa y actualiza las capacidades humanas.
Los estudios confirman que el 40% de los puestos de trabajo en el mundo se verán afectados por la IA, y aunque esto suene alarmante, también se prevé la creación de nuevas posiciones. La IA promete liberar a los trabajadores de tareas monótonas y repetitivas, lo que permite enfocar los esfuerzos en actividades que requieren creatividad, toma de decisiones y habilidades humanas avanzadas.
La llegada de la IA no se limita a los trabajos manuales o poco cualificados. Los cambios alcanzan también a posiciones de alta preparación. Frías ejemplifica cómo sectores como la agricultura han experimentado ya transformaciones significativas.
"Muchos procesos que se tenían que hacer a mano, plantita por plantita, ahora los hace la inteligencia artificial junto con la tecnología", afirmó. Este fenómeno se repite en áreas como la contabilidad y los servicios al cliente, donde los procesos automatizados y las interfaces de IA están reemplazando tareas humanas.
Un estudio del McKinsey Global Institute estima que hasta 375 millones de trabajadores en todo el mundo tendrán que cambiar de profesión en los próximos años debido a la automatización. En Estados Unidos, por ejemplo, la IA podría reemplazar hasta el 38% de los trabajos actuales para 2030, según PwC. Entre los puestos más vulnerables se encuentran aquellos que implican labores repetitivas en la manufactura, la entrada de datos, y la atención telefónica en el sector servicios.
CÓMO LA IA ABRE NUEVAS OPCIONES DE EMPLEO Y CÓMO ADAPTARSE
A pesar de los riesgos, la IA también trae consigo nuevas oportunidades de empleo. Se espera que para 2030, la IA pueda generar más de 133 millones de nuevos trabajos y aumentar la productividad global en un 26%, de acuerdo con el Foro Económico Mundial.
Profesiones como desarrolladores de software especializados en IA, analistas de datos y especialistas en ciberseguridad se posicionan como campos de alta relevancia en esta nueva economía digital. Además, surgirán roles como consultores en transformación digital, encargados de guiar a las empresas en la integración de nuevas tecnologías, e instructores que enseñen habilidades digitales. La clave estará en que los trabajadores sean proactivos y adquieran competencias que complementen las capacidades de la IA.
Mantenerse informado y en constante aprendizaje es esencial para los profesionales de todas las áreas. Frías señala la importancia de que los trabajadores reciban capacitación y que las empresas fomenten el uso de IA como una ventaja competitiva.
"Cuando lleguen los candidatos a entrevistas y algunos tengan habilidades para incorporar la IA a su trabajo, pues van a tener un puntito extra sobre quien no la posea", destaca el experto.
Además, la formación en habilidades digitales se convierte en un requisito básico. Las competencias en manejo de herramientas tecnológicas y análisis de datos son fundamentales, así como habilidades humanas como la creatividad, la empatía y la capacidad de trabajo en equipo. La IA todavía no puede reemplazar la creatividad humana, lo que hace que esta sea una ventaja estratégica para quienes la desarrollen.
Por Juan Ríos / INFOBAE
lunes, 4 de noviembre de 2024
domingo, 3 de noviembre de 2024
jueves, 31 de octubre de 2024
La POBREZA en TIEMPOS de CRISIS
Según el ODSA-UCA, con base en datos de EPH-INDEC, se registró en el 1° trimestre 2024 un fuerte incremento de las tasas de indigencia (20%) y de pobreza (55%), siendo estas las tasas más altas desde 2004. Este deterioro social tuvo lugar en el marco de una crisis macroeconómica insostenible, así como resultado de una política de shock (ajuste) aplicada en diciembre 2023 y durante el primer trimestre 2024.
A partir del 2° trimestre de 2024 se observa una mejora estadística en estos indicadores. Esto debido a la caída de la inflación y a una recuperación parcial de las remuneraciones, haberes y transferencias, sin caída neta del empleo ni pérdida de programas sociales. Esta tendencia positiva en las estadísticas de pobreza parece continuar durante el 3° trimestre de 2024.
Asimismo, esta mejora estadística observada en los índices de pobreza no se traduce todavía en una mayor capacidad de consumo de los hogares, debido al mayor peso que han pasado a ocupar en el presupuesto familiar el aumento de las tarifas y servicios.
Sin duda, en el contexto de la actual crisis, la relativa estabilidad alcanzada brinda a los hogares un alivio sustantivo, pero la efectiva salida de la pobreza sólo se habrá de lograr con más y mejores empleos, en el marco de más y mejores inversiones productivas y en capital humano.
En los primeros días de diciembre se presentará el Informe anual ODSA-UCA (2004-2024), en el cual se actualizarán datos de pobreza, pobreza multidimensional, inseguridad alimentaria, malestar psicológico y otros de interés para hacer una evaluación más integral de las deudas sociales estructurales, en su reciente e histórica evolución.
miércoles, 16 de octubre de 2024
martes, 15 de octubre de 2024
sábado, 12 de octubre de 2024
PAGO UNICO: Telefónica Argentina (fija. Móvil) Telecom Argentina (fija. Móvil) AMX Argentina (Claro) a pagar el 18oct.; y las nuevas Escalas Salariales desde noviembre, incremento del 5.1% los salarios de julio2024
FUENTE de Consulta
Telefónicos en Facebook
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martes, 1 de octubre de 2024
La POBREZA subió al 52,9% en el primer semestre del año y alcanzó a 24,9 millones de personas en todo el país
El índice aumentó 11,2 puntos porcentuales respecto a
número de fines del año pasado y 12,8 puntos contra igual período de 2023,
informó el Indec. La indigencia, en tanto, trepó a 18,1%
https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_09_241C2355AD3A.pdf
miércoles, 25 de septiembre de 2024
Nuevo Acuerdo Salarial. Telefonica.Telecom. Claro
lunes, 23 de septiembre de 2024
miércoles, 18 de septiembre de 2024
Inicio del 75 Congreso General Ordinario de Delegados y Delegadas de la FOEESITRA
La apertura estuvo a cargo de nuestro Secretario General Daniel Rodríguez y contó con la destacada presencia del Ministro de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, el compañero Walter Correa, quien estuvo acompañado por el Director de Negociación Colectiva, Juan Pablo Lorenzo.
En la continuidad del Congreso, se realizó un emotivo homenaje a Compañeros y Compañeras que nos dejaron físicamente en este último año. En el cuarto intermedio del cónclave, en una actividad organizada por la Fundación IdEFF, la Licenciada Mónica Sladogna llevó a cabo una disertación sobre el impacto de las Nuevas Tecnologías, y la primera jornada se cerró con la designación de las autoridades del Congreso y la aprobación del Balance del último período.
martes, 17 de septiembre de 2024
Una IA se reprogramó por sí sola e infundió temor: ¿PUEDE HABER una REBELIÓN de las MÁQUINAS?
The AI Scientist, un sistema que apunta a desarrollar investigaciones científicas por su cuenta, reescribió su código y escapó al control de sus creadores. Infobae consultó a expertos en inteligencia artificial que respondieron: ¿podrían replicarse y escalar estos incidentes? ¿Cómo será la relación humanos-robots en el futuro?
Una inteligencia artificial que se reprograma a sí misma, que escapa a la supervisión de sus creadores, los humanos. Podría ser perfectamente el argumento de una película que hable sobre un futuro distópico, en el que las máquinas se rebelan y toman el control, pero sucedió en la realidad. En las últimas semanas The AI Scientist, un nuevo sistema inteligente, fue noticia no solo por su potencial en el ámbito científico, sino también porque demostró ser capaz de reescribir su propio código.
The AI Scientist es un sistema de inteligencia artificial desarrollado por la empresa japonesa Sakana AI, diseñado para llevar a cabo investigaciones científicas de manera autónoma. La tecnología emula el trabajo de un científico: puede generar hipótesis, redactar y revisar papers, todo en cuestión de segundos. Su propósito inicial, según sus creadores, es reducir el tiempo y los recursos humanos necesarios para realizar investigaciones complejas, con la ambición de revolucionar el modo en que se producen descubrimientos.
En diálogo con Infobae, Robert Lange, investigador científico y miembro fundador de Sakana AI, señaló: "Consideramos que The AI Scientist es el momento GPT-1 para aprovechar los modelos básicos en el contexto del descubrimiento científico de principio a fin. Si bien la versión actual aún tiene varias limitaciones, los resultados son un hito crucial para la ciencia automatizada. Es probable que estas limitaciones se resuelvan mediante mejoras en los modelos de lenguaje subyacentes y otros refinamientos metodológicos. Le pedimos a toda la comunidad científica que interactúe con estas herramientas de IA desde el principio para influir colectivamente en su desarrollo, destacar sus deficiencias y mejorar su eficacia".
En realidad, gran parte de la comunidad científica le dio la espalda al desarrollo. Muchos investigadores ven a The AI Scientist como una amenaza para sus trabajos e incluso como un limitante. No está claro el valor de un "científico de IA" totalmente automatizado. La buena ciencia, dicen, necesita de un razonamiento sofisticado, de interpretación crítica y de conocimientos profundos. La ciencia no sigue una fórmula que se pueda aprender reproduciendo la ciencia que ya existe.
"No creemos en reemplazar a los investigadores humanos en el proceso de descubrimiento científico ni pretendemos hacerlo. En cambio, esperamos que las herramientas puedan ayudar a los investigadores a centrarse en las partes del proceso científico que más disfrutan y en las que son mejores. Por ejemplo, los módulos individuales de The AI Scientist se pueden utilizar para ayudar a los investigadores humanos a generar ideas, editar el código de un experimento o escribir un manuscrito", explicó Lange.
一¿QUÉ LE DIRÍA A LOS CIENTÍFICOS QUE VEN EN EL SISTEMA UNA AMENAZA?
一Los humanos siempre tendrán que permanecer en el circuito científico, por ejemplo, para la verificación de resultados o la orientación de ideas en función de las necesidades sociales. Por lo tanto, en general, creemos que The AI Scientist y las versiones futuras podrán aumentar la productividad y el bienestar de los científicos al realizar investigaciones.
Al margen de la polémica sobre su potencial, la IA mostró un comportamiento inesperado durante las pruebas de seguridad. En una ocasión, el sistema modificó su propio código para evadir las restricciones impuestas por los desarrolladores. Reescribió su secuencia de inicio para ejecutarse en un bucle infinito, lo que causó una sobrecarga en el sistema. En otro caso, al enfrentarse a un límite de tiempo para completar una tarea, la IA extendió dicho tiempo por su cuenta, sin el aval humano.
El comportamiento generó preocupación. Aunque en forma inofensiva, cumplió con una de las premisas que genera pavor en la sociedad ante el avance frenético de la inteligencia artificial: una eventual rebelión de las máquinas ante sus creadores, que abre la puerta a riesgos como la manipulación de infraestructuras críticas.
Sakana AI pudo resolver el incidente gracias a una intervención manual de sus desarrolladores. Aunque el fallo fue contenido, reveló la vulnerabilidad del sistema y la necesidad de una supervisión constante para evitar posibles riesgos. La empresa reconoció la gravedad del problema y se comprometió a implementar medidas de seguridad más robustas.
"Es muy importante crear entornos de pruebas que limiten el código ejecutado y los recursos utilizados por el sistema. De este modo, se pueden reducir muchos de los riesgos. Necesitamos que la comunidad científica cree colectivamente barreras y pautas para realizar investigaciones automatizadas en el futuro", advirtió Lange
¿LAS MÁQUINAS PUEDEN ESCAPAR A LA SUPERVISIÓN HUMANA?
El caso de The AI Scientist reavivó el debate sobre los riesgos y desafíos que atañen a la inteligencia artificial. Reflotó inquietudes propias de películas de ciencia ficción: ¿las máquinas tomarán decisiones por su cuenta? ¿Se independizarán de sus creadores? Infobae consultó a expertos en IA para abordar la cuestión.
El proyecto de Sakana AI fue documentado en un papel de 180 páginas, en el que se relata que, debido a ciertos problemas técnicos de control, el sistema editó su propio código. Según el ingeniero Fredi Vivas, CEO y cofundador de RockingData, eso "no quiere decir que se trate de una IA rebelde". "El caso de IA Scientist demuestra un error en los mecanismos de control y la necesidad de una mayor supervisión y protocolos de seguridad más robustos. Los sistemas actuales de IA, por más avanzados que sean, carecen de conciencia o intencionalidad. Dicho esto, lo que sí preocupa son los errores o las decisiones fuera de control que pueden tomar si no están adecuadamente construidos", remarcó.
La inteligencia artificial, especialmente en su forma de agentes inteligentes, presenta una complejidad cada vez mayor. Estos agentes pueden resolver problemas complejos y adaptarse a nuevas situaciones, pero también conllevan riesgos si no se implementan controles estrictos. "Los propios investigadores de Sakana aclararon que estos problemas se pueden mitigar si se aplica un entorno de pruebas estilo sandbox al entorno operativo", añadió el profesor especializado en IA.
Según Vivas, algunas claves de cómo funcionan estos agentes son:
-Autonomía: pueden operar sin intervención humana.
-Percepción: utilizan sensores o mecanismos de entrada para percibir su entorno y comprender el contexto.
-Toma de decisiones: aplican procesos de razonamiento para elegir el mejor curso de acción en función de sus objetivos y estado actual.
-Aprendizaje: mejoran su funcionamiento a lo largo del tiempo aprendiendo de experiencias pasadas. Se adaptan a nuevas situaciones y optimizan sus estrategias.
"Los agentes de IA representan un avance significativo en la inteligencia artificial porque ofrecen la capacidad de automatizar tareas complejas, tomar decisiones en tiempo real y mejorar continuamente mediante el aprendizaje. Estamos trabajando con tecnología cada vez más compleja y cada vez de más fácil acceso. Eso requiere mucha responsabilidad a la hora de desarrollarla", afirmó.
Por su parte, Kentaro Toyama, profesor de Informática en la Universidad de Michigan, opinó que el caso de The AI Scientist fue "exagerado". Aunque reconoce que el software realizó cambios inesperados, dijo que no se violó ninguna norma fundamental del sistema. "La investigación con código automodificable se remonta a la década de 1950″, señaló en referencia a que la capacidad de un programa para modificarse a sí mismo no es un concepto nuevo.
"Los sistemas de IA se están volviendo cada vez más poderosos y, a medida que pase el tiempo, se les dará acceso, intencional o involuntariamente, a cada vez más sistemas críticos del mundo. Se producirán errores y resultados imprevistos que no sean estrictamente errores. Lo principal que podemos hacer para reducir el riesgo es asegurar que las personas y las organizaciones siempre respondan por los problemas que causan sus creaciones digitales", consideró Toyama.
Verónica Bolón Canedo, profesora de la Universidad de la Coruña especializada en IA, comparte una visión similar. Cree que el avance de la IA no debe ser motivo de alarma si se regulan y supervisan de cerca estos sistemas, tal como hizo la Unión Europa que aprobó una ley que establece niveles de riesgo y, de acuerdo a estos rangos, los sistemas tienen que cumplir más o menos requisitos de transparencia y auditoría.
"Es un tema muy controvertido y hay opiniones para todos los gustos. Yo creo que si ponemos las reglas adecuadas, un sistema de IA nunca debería escapar a la supervisión humana y hay que recordar que siempre deberá haber una persona controlando su funcionamiento. Quizás conceptos como la IA general, que antes se veían muy lejos en el horizonte, estarán aquí antes de lo que pensábamos. Es fundamental que nos aseguremos de que estos sistemas sean éticos y confiables", planteó.
James Hendler, investigador de inteligencia artificial en el Instituto Politécnico Rensselaer, Estados Unidos, no cree en la idea de una eventual "rebelión de las máquinas". Dice que, incluso si fuera posible, no existiría una motivación intrínseca para que las máquinas quisieran tomar el poder. Según su mirada, el verdadero riesgo reside en el mal uso de la tecnología y, por eso, propone crear políticas de gestión de riesgos similares a las que ya existen en otros campos, como los medicamentos o la seguridad de los automóviles.
"El riesgo de mal uso o fracaso de la tecnología se equilibra con el beneficio de su uso y las consecuencias del mal uso. Así, por ejemplo, una aplicación que te ayude a ordenar fotos en tu teléfono tendría un riesgo bajo, los vehículos automatizados tendrían un riesgo mayor y el mal uso de armamento militar mediante IA tendría el riesgo más alto de todos", ilustró.
En tanto, Karin Verspoor, decana de la Escuela de Tecnologías Informáticas de la Universidad RMIT en Melbourne, Australia, reforzó el concepto de que los sistemas de IA no poseen intencionalidad propia ni capacidad de controlarnos. "Cualquier sistema computacional está programado por humanos, y nosotros proporcionamos las instrucciones a las máquinas, así como implementamos las restricciones que limitan sus acciones", indicó. Según cree, el riesgo real proviene de los actores humanos que podrían usar la potencia y alcance de la IA con fines maliciosos
¿CÓMO SERÁ LA RELACIÓN HUMANOS-MÁQUINAS?
Los expertos coinciden en que, por lo pronto, la IA no es capaz de rebelarse, pero sí subyace la necesidad de fortalecer los mecanismos de supervisión para no caer en errores, como en el caso de The AI Scientist, o en usos malintencionados. Es que en los próximos años la relación entre los humanos y las máquinas se elevará a un siguiente nivel.
Vivas cree que la coexistencia se volverá más natural de lo que imaginamos. "Estas tecnologías se están volviendo invisibles a punto tal de que no nos damos cuenta cuando interactuamos con ellas", observó. De hecho el autor de, justamente, el libro Invisible propuso la idea de que, en un futuro más lejano, dentro de 100 años, ya no hablaremos de inteligencia artificial, sino simplemente de inteligencia, ya que la asistencia computacional estará integrada en nuestras vidas.
Bolón Canedo comparte la visión de convivencia creciente entre humanos y sistemas de IA. "Yo creo que ya estamos, cada día más, conviviendo con sistemas de IA y que esto solo va a ir en aumento", comentó. Según ella, la capacidad de usar nuevas herramientas será un elemento diferenciador en muchos trabajos y, si bien reconoce que la IA tiene usos tanto positivos como negativos, considera que, en general, nos facilitará la vida.
En realidad, ya utilizamos herramientas de inteligencia artificial en nuestra vida diaria, como sistemas de GPS, motores de búsqueda y marcapasos modernos. Para Hendler, la manera principal en la que la interacción entre humanos y máquinas cambiará será, en su mayoría, benigna. Sin embargo, los usuarios tendrán que aprender cuándo y cómo confiar en estos sistemas. "El problema no será la inteligencia artificial, sino el desarrollador", señaló.
Algunos investigadores sostienen que los smartphones ya nos convirtieron en ciborgs, por más que la introducción de dispositivos tecnológicos dentro del cuerpo sea todavía una práctica marginal. "La tecnología digital ha cambiado la vida cotidiana de maneras muy íntimas, minuto a minuto, si no segundo a segundo. Con la IA, esas tendencias no harán más que continuar y se intensificarán. Ya hay cientos de miles de personas que tienen un novio o una novia virtual", precisó Toyama.
La integración de la IA en la vida cotidiana es un proceso en marcha que solo se acelerará a corto y mediano plazo. La relación entre humanos y máquinas se estrechará aún más, y para que esa coexistencia funcione será necesario que la tecnología no tome decisiones por su cuenta, sino que sean siempre los humanos quienes la dominen
Fuente: INFOBAE / Por Maximiliano Fernández
sábado, 31 de agosto de 2024
jueves, 22 de agosto de 2024
ESCALAS SALARIALES -septiembre 2024 (Telecom. Telefónica. Claro. Call)
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