martes, 10 de febrero de 2015

En JAPÓN obligarán a los trabajadores a tomarse VACACIONES




En una sociedad donde no ir a trabajar para descansar es "cosa de flojos", el Gobierno impulsa legislación para forzar a los empleados a tomarse vacaciones. Es porque la ética extrema del trabajo tiene costos sanitarios, sociales y productivos muy altos.

Con educación universitaria y un trabajo, Eriko Sekiguchi, de 36 años, debería ser una amiga o cita codiciada para salir por la noche en la ciudad o ir de vacaciones a destinos lejanos. Pero trabaja en Japón, un país donde es difícil superar la adicción al trabajo.

A menudo trabaja catorce horas diarias para una gran empresa financiera, lo que incluye reuniones de madrugada o encuentros con clientes tras el horario laboral. El año pasado utilizó sólo ocho de sus veinte días de vacaciones pagadas, seis de ellos por enfermedad. "Nadie más usa sus días de vacaciones", dice Sekiguchi. Pero ahora el gobierno japonés quiere cambiar eso.

En esta legislatura se presentará una ley para asegurar que los trabajadores tengan el descanso que necesitan. En un cambio de sistema, asegurar que los trabajadores se tomen las vacaciones se convertirá en una responsabilidad legal de los empleadores.Japón lleva años estudiando una legislación de este tipo. Desde 2012, sin embargo, la iniciativa tomó mayor impulso, cuando se llegó a la conclusión unánime de que esa ética extrema del trabajo tiene costos sanitarios, sociales y productivos demasiado altos.

Parte del problema fue que muchas personas temen sembrar resentimiento entre sus compañeros de trabajo si se toman días libres, una preocupación importante en una cultura que valora la armonía.

DESPUÉS DE TODO, EN JAPÓN, SÓLO “LOS FLOJOS” USAN TODOS SUS DÍAS DE VACACIONES.

La mayoría de los trabajadores afectados son personal de oficina, tan dedicados a sus empleos que parece que no logran irse a casa. Son el estereotipo del mundo corporativo japonés, y el poder tras esa potencia.
Eso ha traído costes sociales. A Sekiguchi le preocupa que nunca pueda casarse o siquiera encontrar un novio, a menos que éste resulte estar en la oficina. Desearía que las empresas cerrasen de vez en cuando para permitir que sus empleados disfrutaran de días libres sin reparos.

Hace tiempo que se menciona este estilo de vida y la reticencia asociada de las parejas a tener hijos como un factor tras el gran descenso en la tasa de natalidad que afecta a la tercera economía del mundo.Trabajar literalmente hasta morir es una tragedia tan común que se ha acuñado un término para ella: karoshi. El gobierno estima que hay unas 200 muertes karoshi al año, por causas como ataques de corazón o hemorragias cerebrales tras demasiadas horas de trabajo. Las autoridades registran muchos casos de depresiones y suicidios debidos a la sobrecarga de trabajo que no se cuentan como karoshi.

En torno al 22 % de los japoneses trabaja más de 49 horas semanales, frente al 16 % estadounidense y el 11 % de franceses y alemanes, según datos reunidos por el gobierno japonés. Los surcoreanos parecen aún más adictos al trabajo, con un 35 %.

Pocos de los días de vacaciones asignados a los trabajadores se aprovechan, con una media de nueve días librados por persona y por año.Además, los japoneses deben emplear esos días si faltan por enfermedad, aunque otra ley les garantiza dos tercios de su salario si enferman de gravedad y se toman más días libres.
Así, los trabajadores se reservan dos o tres días por miedo a resfriados y otras enfermedades leves para poder quedarse en casa, señaló Yuu Wakebe, empleado del Ministerio de Salud y Trabajo que supervisa esta legislación.

La nueva ley dará más flexibilidad a los horarios laborales, instando a los padres a pasar más tiempo con sus hijos durante los meses de verano, por ejemplo, cuando las escuelas cierran.

Fuente: AP.

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