A principios de
1881, mediante tres decretos firmados por el presidente Julio Argentino Roca,
se otorgaron permisos oficiales a tres empresas para la prestación de servicios
telefónicos: la Compañía de Teléfonos Gower-Bell de origen inglés, la Société
du Pantéléphone L. de Locht de procedencia belga, y la Compañía Telefónica del
Río de la Plata, subsidiaria de la estadounidense Bell. Dichos permisos eran de
carácter local, dado que autorizaban la prestación del servicio y la
instalación de redes en “la
Capital y sus suburbios”. Y no establecían “privilegios de ningún tipo” entre las
compañías, que quedaban en un régimen de competencia (se iniciaba el negocio
con varias empresas o quedaba abierta la posibilidad de ingreso de nuevas
operadoras)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario