lunes, 25 de marzo de 2013

El Kirchnerismo se volvió Marxista (pero de Groucho)



El Papa FRANCISCO, que ayer llamó a enfrentar “la corrupción y la sed de poder” en su homilía del Domingo de Ramos, puso la política argentina patas para arriba: sólo con un par de gestos austeros se ungió en la contracara del poder. Un espejo donde toda la casta política debería mirarse para recuperar su sentido de misión. Por lo pronto, consiguió que la Presidenta, prácticamente ya en campaña para su secreta aspiración de re-re, pidiera dejar de lado los odios. Es probable que lo haya aprendido de Bergoglio, quien con ella en primera fila pidió dejar de lado las conductas que “ensucian la vida”. Palabras muy terrenales: el kirchnerismo ha denigrado la política de estos años en base a las actitudes que ahora la presidenta parece condenar.


Odio y soberbia.

Han hecho de la difamación un arte y de la política un teatro de la farsa y la simulación.

Una gran puesta en escena.

Habrá que volver una y otra vez sobre la grotesca rectificación kirchnerista acerca del Papa Francisco, ordenada por la Presidenta a sus amanuenses más hostiles, porque será recordada como una de las más grandes hipocresías de la historia política argentina. Lo que ya es decir algo.

Semejante salto doble y sin red terminó de transformar al kirchnerismo en marxista: lo corrió a la izquierda de Marx. Pero de Groucho, el genial y punzante humorista, actor y escritor neoyorquino. Con su pirueta, el kirchnerismo se puso a tono de aquel hombre de dichos irónicos y corrosivos, sobre todo en una de sus frases más recordadas: “Estos son mis principios, y si no les gustan, tengo otros”.

Como si hubiera conocido la estirpe política, de la Argentina y del mundo, también nos dejó esta perlita: “Hay políticos que harían campaña hasta en la morgue” . La Presidenta sigue invocando a Kirchner, en una suerte de culto a la muerte que a la vez pretende ser un guiño a las urnas.

A veces, la política es una alquimia solapada entre realidad y ficción.

Necesita de ambas para llegar y permanecer en el poder.

Cierta vez, el presidente de EE.UU. Harry Truman le dijo a Groucho: “Usted me suena de algún lado”. La respuesta del cómico bien podría ser la de la Presidenta a Fátima Florez, que la parodia con buen suceso en el programa de Lanata: “Sí, soy el tipo del bigote negro al que siempre trata usted de imitar en sus discursos”. Los intelectuales K ( “El intelectual es un tipo con úlcera, caspa y lentes de aumento” , Groucho dixit) fueron los del papelón mayor. Hablaron de “superchería” y de “apropiarse” de la figura papal.

ENTIENDEN POCO del SENTIMIENTO PERONISTA y de la fe cristiana del pueblo.

Se dicen nacionales y populares, pero prefieren decir “faltriquera” en lugar de “billetera”. La Presidenta les dio una lección de pragmatismo político, y los dejó a todos pedaleando en el aire, incluso a quienes con temeridad “non sancta” vincularon al Papa con el horror de la dictadura. Remedando a Groucho, el ala dura del kirchnerismo bien podría decir, a coro: “Hemos pasado unos días maravillosos. No han sido éstos.”

© Osvaldo PEPE

sábado, 23 de marzo de 2013

1976 - 24 de Marzo - 2013


                                                   


                                             Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

viernes, 22 de marzo de 2013

jueves, 21 de marzo de 2013

ELECIONES en FOETRA Bs. As.: ¿Qué sindicato necesitamos los telefónicos?

TELEFONICOS - ELECIONES EN FOETRA BS. AS. 

 

¿Qué sindicato necesitamos los telefónicos?

 

 

 En un año de elecciones sindicales en FOETRA se abrió una discusión en un amplio sector opositor sobre la conformación de una lista única que enfrente en las elecciones del 4 de julio a la Dirección actual ultrakirchnerista y garante de la política del gobierno.

 

La dirección de Foetra viene aplicando techos salariales desde el año 2007, y aceptando todas las pautas del gobierno. La tercerización, donde apenas luego del asesinato de M. Ferreyra hicieron pasar solo a 250 trabajadores, mientras hay más de 2500 tercerizados solo en Bs. As. y GBA. Avances de productividad sobre el convenio telefónico donde se permite a la empresa poner objetivos de producción con la amenaza de seguir tercerizando. Otra cuestión importante fueron los despidos puntuales de activistas por los cuales poco se hizo desde la dirección, intentando marcar un disciplinamiento para la oposición. O sea, de la mano del gobierno es cuando más se ha precarizado el trabajo y menos ha aumentado el salario. Esto contando que el gobierno es aliado de las empresas telefónicas. Ni hablar de los despidos de tercerizados (por reclamar aguinaldo y pago de salarios caídos) como el último conflicto de los compañeros de Telecnet/Retesar, que siguen despedidos.

 

Descontento en la base

Esta situación crea un importante descontento en la base donde se da la discusión de conformar una lista opositora única. Desde la Violeta y junto con los compañeros de la Multicolor venimos participando de la coordinadora de agrupaciones opositoras junto a agrupaciones de la CTA y demás grupos más pequeños (alguna de estas agrupaciones que vienen siendo opositoras y otras que rompieron hace menos tiempo y en las elecciones anteriores fueron parte del oficialismo, hasta luego del 2009).

Está claro que quienes venimos levantando una política clasista, tenemos diferencias a nivel nacional con corrientes y agrupaciones como las pertenecientes al michelismo, que han apoyado a las patronales agrarias y  mantienen un referente político con las mismas a través del FAP. Esto no quita que desde los puntos más progresivos contra las telefónicas vengamos realizando un frente único en la acción y luchar por un sindicato antiburocrático.

 

Cuestiones de programa y cuestiones de método

Compañeros de algunas agrupaciones de izquierda  se preocupan mucho por el programa a levantar lo cual es correcto pero no es todo. Creemos que hay que acordar un método con el cual se intente organizar al gremio donde tenga todo el peso los mandatos de base y no la decisión burocrática de los 21 miembros de la  comisión directiva. Otra cuestión es la unidad con los tercerizados. Por esto la Violeta plantea dos puntos clave para discutir que son: que la Comisión Administrativa funcione como tal (administrando) como dice el estatuto, que el poder de decisión lo tenga el plenario de delegados con el mandato de base de las distintas oficinas, dándole a este un carácter de dirección a este organismo. Que cada dirigente esté uno, o en todo caso, dos mandatos como máximo y vuelva a su puesto de trabajo. Que sea revocable por la base y que gane lo mismo que un telefónico.

 

Pase a convenio de los telefónicos tercerizados

Por otro lado, la elección de delegados de los compañeros tercerizados para que los mismos integren el cuerpo de delegados de FOETRA y de esta forma unificar la organización que las patronales, en el camino de pelear por la planta permanente y el convenio único. Creemos que en base a este método democrático de organización y de unidad de las filas obreras, estaremos en inmejorables condiciones  para poder emprenderlas distintas luchas, por salario acorde a la canasta familiar, pase planta y convenio de todos los tercerizados, enfrentar la polifunción y productividad. Esto en el camino de una lucha más estratégica que es la estatización de las telecomunicaciones bajo control de los trabajadores y usuarios populares.

 

 

Por Carlos Artacho, Lista Violeta, delegado y Congresal por la oposición en FOETRA Bs. As.

 

martes, 19 de marzo de 2013

La Asamblea de Afiliados designó la Junta Electoral en FOETRA Bs.As.





Publicado en la web del sindicato Foetra.org.ar -  Comunicado 992

Asumió el Papa Francisco





Tras recibir el anillo del pescador y el palio de lana, realizó una homilía en la que llamó a no tener "miedo de la bondad" y destacó que "el verdadero poder" del Papa "es el servicio". Al iniciar la ceremonia, saludó desde un papamóvil descapotable a decenas de miles de fieles.

El texto completo de la homilía del papa francisco tras su asunción oficial

"Queridos hermanos y hermanas:

Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado, y es también el onomástico de mi venerado predecesor: le estamos cercanos con la oración, llena de afecto y gratitud.

Saludo con afecto a los hermanos cardenales y obispos, a los presbíteros, diáconos, religiosos y religiosas y a todos los fieles laicos. Agradezco por su presencia a los representantes de las otras iglesias y comunidades eclesiales, así como a los representantes de la comunidad judía y otras comunidades religiosas. Dirijo un cordial saludo a los Jefes de Estado y de Gobierno, a las delegaciones oficiales de tantos países del mundo y al Cuerpo Diplomático.

Hemos escuchado en el Evangelio que "José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer" (Mt 1,24). En estas palabras se encierra ya la misión que Dios confía a José, la de ser custos, custodio. Custodio ¨de quién? De María y Jesús; pero es una custodia que se alarga luego a la Iglesia, como ha señalado el beato Juan Pablo II: "Al igual que cuidó amorosamente a María y se dedicó con gozoso empeño a la educación de Jesucristo, también custodia y protege su cuerpo místico, la Iglesia, de la que la Virgen Santa es figura y modelo" (Exhort. ap. Redemptoris Custos, 1).

¿Cómo ejerce José esta custodia? Con discreción, con humildad, en silencio, pero con una presencia constante y una fidelidad y total, aun cuando no comprende. Desde su matrimonio con María hasta el episodio de Jesús en el Templo de Jerusalén a los doce años, acompaña en todo momento con esmero y amor. Está junto a María, su esposa, tanto en los momentos serenos de la vida como los difíciles, en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y gozosas del parto; en el momento dramático de la huida a Egipto y en la afanosa búsqueda de su hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de Nazaret, en el taller donde enseñó el oficio a Jesús.
¿Cómo vive José su vocación como custodio de María, de Jesús, de la Iglesia? Con la atención constante a Dios, abierto a sus signos, disponible a su proyecto, y no tanto al propio; y eso es lo que Dios le pidió a David, como hemos escuchado en la primera lectura: Dios no quiere una casa construida por el hombre, sino la fidelidad a su palabra, a su designio; y es Dios mismo quien construye la casa, pero de piedras vivas marcadas por su Espíritu. Y José es "custodio" porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas.

En él, queridos amigos, vemos cómo se responde a la llamada de Dios, con disponibilidad, con prontitud; pero vemos también cuál es el centro de la vocación cristiana: Cristo. Guardemos a Cristo en nuestra vida, para guardar a los demás, salvaguardar la creación.

Pero la vocación de custodiar no sólo nos atañe a nosotros, los cristianos, sino que tiene una dimensión que antecede y que es simplemente humana, corresponde a todos. Es custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra San Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos. Es custodiar a la gente, el preocuparse por todos, por cada uno, con amor, especialmente por los niños, los ancianos, quienes son más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón. Es preocuparse uno del otro en la familia: los cónyuges se guardan recíprocamente y luego, como padres, cuidan de los hijos, y con el tiempo, también los hijos se convertirán en cuidadores de sus padres. Es vivir con sinceridad las amistades, que son un recíproco protegerse en la confianza, en el respeto y en el bien. En el fondo, todo está confiado a la custodia del hombre, y es una responsabilidad que nos afecta a todos. Sed custodios de los dones de Dios.

Y cuando el hombre falla en esta responsabilidad, cuando no nos preocupamos por la creación y por los hermanos, entonces gana terreno la destrucción y el corazón se queda árido. Por desgracia, en todas las épocas de la historia existen "Herodes" que traman planes de muerte, destruyen y desfiguran el rostro del hombre y de la mujer.

Quisiera pedir, por favor, a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad: seamos "custodios" de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro. Pero, para "custodiar", también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar sobre nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad, más aún, ni siquiera de la ternura.

Y aquí añado entonces una ulterior anotación: el preocuparse, el custodiar, requiere bondad, pide ser vivido con ternura. En los Evangelios, san José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura.

Hoy, junto a la fiesta de San José, celebramos el inicio del ministerio del nuevo Obispo de Roma, Sucesor de Pedro, que comporta también un poder. Ciertamente, Jesucristo ha dado un poder a Pedro, pero ¨de qué poder se trata? A las tres preguntas de Jesús a Pedro sobre el amor, sigue la triple invitación: Apacienta mis corderos, apacienta mis ovejas. Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio, y que también el Papa, para ejercer el poder, debe entrar cada vez más en ese servicio que tiene su culmen luminoso en la cruz; debe poner sus ojos en el servicio humilde, concreto, rico de fe, de san José y, como él, abrir los brazos para custodiar a todo el Pueblo de Dios y acoger con afecto y ternura a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles, los más pequeños; eso que Mateo describe en el juicio final sobre la caridad: al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado (cf. Mt 25,31-46). Sólo el que sirve con amor sabe custodiar.

En la segunda lectura, San Pablo habla de Abraham, que "apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza" (Rm 4,18). Apoyado en la esperanza, contra toda esperanza. También hoy, ante tantos cúmulos de cielo gris, hemos de ver la luz de la esperanza y dar nosotros mismos esperanza. Custodiar la creación, cada hombre y cada mujer, con una mirada de ternura y de amor; es abrir un resquicio de luz en medio de tantas nubes; es llevar el calor de la esperanza. Y, para el creyente, para nosotros los cristianos, como Abraham, como san José, la esperanza que llevamos tiene el horizonte de Dios, que se nos ha abierto en Cristo, está fundada sobre la roca que es Dios.

Custodiar a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados, para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado.

Imploro la intercesión de la Virgen María, de San José, de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, de San Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo: Recen por mí. Amén".

Fuente: DyN

jueves, 14 de marzo de 2013

Milagro argentino: un peronista en el trono de San Pedro



En un país en el que en broma o en serio casi todos piensan que todo puede pasar, estalló la sorpresa. Un shock de emoción y entusiasmo en la gente, que mezcló al hasta ayer cardenal Bergoglio con Messi y Máxima y otro que encadenó fastidio y desconcierto en el Gobierno.

El primer Papa no europeo siempre será un argentino.
Es un especie de milagro
. Aunque no tanto: el apellido Bergoglio es tan italiano como Pavarotti. Para los católicos italianos, que deseaban fervientemente volver a tener un Papa propio, como fue una tradición de siglos, de algún modo lo tienen. Es un Papa con sangre italiana. Pero a la vez Bergoglio es un argentino de pura cepa. Nació en Flores, hijo de un inmigrante y ferroviario, se recibió en una escuela técnica estatal y es hincha de San Lorenzo y peronista.


Un peronista en el Trono de Pedro
: ¿cómo no va a haber shock y sorpresa? Devoto de Borges y Marechal, Bergoglio es también un intelectual. Y famoso por su humildad: rechazó la residencia arzobispal y el chofer, y viaja en subte y colectivo como cualquier hijo de vecino. Pero la Iglesia no elige argentinos, italianos o alemanes, lo que no implica que lo ignore. No elige a un italiano para satisfacer a los italianos, pero no lo deja de tener en cuenta. No elige a un americano porque en este continente esté la mayoría de los católicos del mundo. Pero con seguridad lo ha pensado.

Bergoglio se convierte en Papa por lo que es y representa: un hombre de la Iglesia inteligente y austero y que ha hecho votos de pobreza. Es el primer Papa jesuita que al adoptar el nombre de Francisco se asocia con la pobreza franciscana. Un mensaje y una esperanza luego de las internas y los escándalos que sacudieron la gestión de Ratzinger.
Llega a una Iglesia convulsionada pero ante la multitud de fieles que celebraba en el Vaticano pronuncia un discurso sencillo, con una sonrisa serena: toda una señal. Habrá que ver qué historia inscribe el nuevo Papa en la historia de la Iglesia. Y qué historia se escribe en la Argentina.

Bergoglio FUE ELEGIDO POR LOS KIRCHNER COMO UNO DE SUS ENEMIGOS. No iban a la Catedral y tampoco lo recibían. Y hasta alentaron denuncias judiciales por una presunta complicidad con la dictadura en el secuestro de dos seminaristas. En esta edición, Julio Bárbaro cuenta que el cardenal le pidió que mediara ante Kirchner y que la gestión fracasó: el ex presidente se negó a reunirse.

El problema es que el ninguneado hoy es Papa
.Las cosas llegaron a un extremo tal que un ex gobernador peronista relata que Bergoglio subía el volumen de la radio cuando conversaban porque temía que lo estuvieran espiando y grabando. Ni el Gobierno ni Cristina pudieron disimular ayer el impacto que les causó la noticia.
Los diputados kirchneristas se negaron a interrumpir una sesión para festejar el histórico nombramiento. La Presidenta le envío un obligado saludo a Francisco burocrático y más frío que un témpano. Y por la noche, en Tecnópolis, pareció querer darle instrucciones sobre cómo ejercer su pontificado. La bronca disimulada explotó en las redes sociales.
Y si faltaba una sorpresa, el Santoral celebró ayer, 13 de marzo, a Santa Cristina.
Fuente:
http://www.clarin.com/opinion/Milagro-argentino-peronista-San-Pedro_0_882511889.html

Asamblea de Afiliados para elegir la Junta electoral en FOETRA



Convocada por la Coordinadora de Trabajadores Telefonicos, constituida por las Agrupaciones de la oposición a la conducción de Foetra- Sindicato Buenos Aires

lunes, 11 de marzo de 2013

Dia del Trabajador Telefónico - SORTEAN 132 Premios el jueves 21







Comunicado 991

Hace 40 años, el gran acierto de Montoneros


Cuarenta años atrás, el triunfo del peronista  con casi el 50 por ciento de los votos, el 11 de marzo de 1973, coronaba una arriesgada jugada de Montoneros, que había privilegiado la política al fusil, el respaldo a la fórmula peronista en las elecciones presidenciales a la lucha armada para capturar el aparato estatal e impulsar la revolución socialista.

Fue el momento de mayor esplendor de Montoneros, que condujo en la práctica la campaña electoral de la fórmula Cámpora-Solano Lina, que contaba con el respaldo del general Juan Perón, exiliado en Madrid. Una norma de la dictadura del general Alejandro Lanusse había impedido la candidatura de Perón, que designó a Cámpora como su vicario.

Cámpora, un político clásico, fue girando hacia Montoneros, impulsado por su esposa y sus hijas. En simultáneo, Montoneros fue atrayendo a los jóvenes de clase media que se iban politizando y peronizando al tiempo que, al abrazar la salida electoral con el eslogan "Luche y vuelve", lograba un fuerte impacto en la base peronista, para la cual el solo retorno de Perón al país implicaría la vuelta a los días felices del gobierno interrumpido por un golpe en 1955.

Hasta ese momento, la principal consigna de Montoneros era refractaria a toda salida electoral: "Ni votos ni botas, fusiles y pelotas". Fue uno de los jefes más reconocidos por la militancia, Carlos Hobert, también conocido por su nombre de guerra Diego Pingulis, quien forzó esa conversión a la política: tomó un pueblo en Santa Fe y logró visibilidad nacional para reclamar cinco puntos que incluían la participación del peronismo en las elecciones propuestas por Lanusse.

La jugada de Hobert fue ganando voluntades en Montoneros y terminó por convertirse en la posición mayoritaria aunque provocó algunas escisiones.
Montoneros pudo colocar legisladores en el Congreso y varios aliados fueron elegidos gobernadores, incluso en provincias claves como Buenos Aires, Córdoba y Mendoza. Cámpora nombró a ministros que se llevaban muy bien con la guerrilla de origen peronista.

Pero no se desarmaron y se dedicaron a la política como les exigía Perón porque, según señaló Mario Firmenich repitiendo a Mao, "el poder nace de la boca de un fusil". Fue el comienzo de su derrota, de una visión militarista que los llevó a errores cada vez más graves como el enfrentamiento con Perón por la conducción del peronismo y del país.


domingo, 10 de marzo de 2013

Ser peronista y no parecerlo


Desde que volvió la democracia, el menemismo y el kirchnerismo funcionaron como las representaciones del peronismo en el poder público, con diferencias entre sí, y con la ortodoxia del fundador del movimiento

"Para un peronista no puede haber nada mejor que otro peronista". La frase es histórica y la pronunció el líder indiscutible del movimiento que atraviesa la política argentina del siglo XX, y de la década y algo más que lleva el XXI: Juan Domingo Perón. Durante sus treinta años de protagonismo, incluido su largo exilio, su figura fue referente absoluto del justicialismo, aunque la presencia de Evita también cobró una fuerza extraordinaria e inolvidable. Sin embargo, tras su muerte en 1974, ese puesto –de gran envergadura- quedó vacante, y su esposa y vicepresidenta, Estela Martínez de Perón, no pudo conglomerar el variado caudal de apoyos al peronismo en su persona.

Una vez recuperada la democracia, en 1983, y aunque la bandera peronista se había levantado en agrupaciones muy disímiles durante los años de dictadura, el peronismo debía buscar un representante que implicara el éxito en las urnas: ese momento llegó en 1989, cuando, tras el gobierno radical de Raúl Alfonsín, Carlos Saúl Menem se convirtió en Presidente. "Peronistas son aquellos que cumplen con la doctrina del movimiento sin desviarse un solo grado", le había dicho el riojano a Bernardo Neustadt en una entrevista de 1982.

En esa misma ocasión, Menem abonaba su afirmación al decir que el peronismo implicaba un estilo político verticalista impuesto por el general Perón, "que significa ortodoxia en cuanto a la doctrina". A la hora de gobernar, sin embargo, la ortodoxia no fue una característica distintiva de su gestión: la década menemista estuvo atravesada por políticas neoliberales que, entre otras cosas, precarizaron las condiciones laborales –una bandera del primer justicialismo, teniendo en cuenta que la Secretaría de Trabajo fue la oficina que instaló a Perón como un referente social-. Las famosas "relaciones carnales", ese vínculo tan estrecho con Estados Unidos, también resultaban ajenas al nacionalismo acérrimo que Perón había predicado desde sus discursos, por citar sólo algunos ejemplos, a los que puede sumarse la oleada privatizadora que caracterizó a los años noventa, opuesta al espíritu de estatización de los primeros gobiernos peronistas.

Años después, tras el gobierno de la Alianza y la crisis institucional que estalló en diciembre de 2001, Néstor Kirchner sostendría que sus fuerzas "no tenían nada que ver con el menemismo entreguista", al referirse a la privatización de YPF, que sin embargo había celebrado pública y enfáticamente cuando era gobernador de Santa Cruz, por los "beneficios" que la decisión supondría para su provincia. Durante la primera década de este siglo, signada políticamente por el kirchnerismo, ser peronista fue algo muy distinto a lo que había significado durante la década anterior: para Néstor Kirchner, Perón era "aquel gran general", y un referente inevitable, por su peso histórico e incluso, ¿por qué no?, electoral.

Tanto durante su presidencia como durante los años que lleva Cristina Fernández a cargo del Poder Ejecutivo, el Estado volvió a convertirse en un actor central a través de la vuelta a su órbita de empresas como YPF o Aerolíneas Argentinas. Y aunque muchos de los funcionarios  hoy protagonistas del movimiento autodenominado "nacional y popular" hayan sido referentes del menemismo, prefieren desmarcarse de ese pasado.

Hacia 2005, Kirchner planteó un nuevo cambio respecto a la manera tradicional de hacer política del peronismo: apostó a la transversalidad para concentrar bajo la misma propuesta a referentes de varios partidos políticos. Este fue el impulso que lo llevó a proponer a Julio Cobos como candidato a Vicepresidente en la fórmula encabezada por Cristina, que ganaría las elecciones en 2007: el final de esa historia tan conocido como la frase citada de Perón.

Desde que Cristina Fernández es Presidenta, la referencia al peronismo ha virado un poco, cada vez más notoriamente: Eva es, por válidos motivos de género, el gran ícono que vuelve desde aquellos años, el ejemplo a seguir. Su protagonismo en la avenida 9 de Julio y en los billetes de 100 pesos son una muestra de esa apuesta a la imagen de, como la llamaría magistralmente Rodolfo Walsh, "esa mujer". La cita retórica a "aquel gran General" es menos frecuente, sobre todo desde que Kirchner murió en octubre de 2010 y se convirtió entonces, para Cristina y para miles de sus seguidores, no sólo en un referente terrenal, sino en un líder espiritual cuyo nombre surge en cada discurso, pero también en calles, en escuelas, en hospitales y en torneos de fútbol.

Casi setenta años después del histórico 17 de octubre en la Plaza de Mayo, el peronismo ha aglutinado a referentes e ideologías no sólo diferentes sino hasta opuestas. ¿Alcanzará, entonces, para que el rótulo de "peronista" convierta a un compañero en la que el General hubiera considerado la mejor compañía? Tal vez las notorias diferencias entre el primer Perón y el que volvió del exilio sean una primera pista para adivinar la mutabilidad de una fuerza que se mantiene en el poder.