sábado, 2 de noviembre de 2019

Cómo se debilitó la representación gremial en el Congreso en los últimos 36 años



 

La presencia en el parlamento nacional de diputados y senadores de extracción gremial sigue en caída libre desde la vuelta de la democracia, en 1983. En las pasadas elecciones generales los representantes de los trabajadores no sumaron bancas en la Cámara Baja, y su expresión se redujo a menos del 5%. En la Cámara Alta el desempeño fue peor aún: el dirigente sindical que debía revalidar título quedó fuera.

Cuando el radical Raúl Ricardo Alfonsín le ganó las elecciones presidenciales, el 30 de octubre de 1983, al justicialista Ítalo Argentino Luder, accedieron a la Cámara de Diputados 23 representantes de extracción sindical.
Miguel Unamuno fue uno de los dirigentes más caracterizados que llegó a la Cámara Baja en esa elección. Unamuno había sido secretario nacional adjunto de la Asociación Bancaria, y ministro de Trabajo de María Estela Martínez de Perón.Años después, en 1997, el cervecero y ex titular de la CGT -entre los años 1980 y 1992- Saul Ubaldini llegaría a Diputados.
En la actualidad, esos 23 parlamentarios se redujeron a los 12 actuales.
Ellos son Pablo Ansaloni (OSPERA), Pablo Carro (docentes universitarios), Walter Correa (Curtidores), Romina del Pla (Docente), Abel Furlan (UOM), José Luis Moretti (Obreros y Empleados Telefónicos), Facundo Moyano (Peajes), Mónica Schlotthauer (Unión Ferroviaria), Vanesa Siley (Judiciales), Jorge Taboada (Camioneros), Hugo Yasky (Docentes, CTA) y Carla Pitiot (APOC).
De este total, cinco pertenecen al bloque del Frente para la Victoria-PJ; dos por el interbloque que supieron conformar Sergio Masa y José Manel de la Sota, Federal unidos por una nueva Argentina.Los cinco restantes ingresaron por igual cantidad de espacios políticos; Red por Argentina, Cambiemos, Izquierda socialista-Frente de izquierda y Cultura educación y trabajo.
Facundo Moyano, quien entra en su séptimo año de mandatos, es quien lleva más años en la banca y si quiere continuar siendo diputado debería revalidar su título en las próximas elecciones parlamentarias de 2021. Según un minucioso análisis relevado por “Iniciativa ciudadana quiero saber”, que realizó su extenso informe para la publicación especializada Mundo gremial, a 2019 los proyectos de ley presentados que se relacionan con el tópico “trabajo” fueron encabezados por el hijo del secretario general del gremio de los Camioneros, 134 en total.
Le sigue la docente del Partido Obrero, Del Plá con 38 proyectos; Furlan con 23, Yasky con 19, y Siley con 13 proyectos de ley.
El resto presentaron menos de 10 iniciativas.
Si tenemos en cuenta que la Cámara Baja está conformada por 257 diputados, representan tan solo el 4,66%La performance es mucho peor si se compara con los 39 legisladores que habían ingresado en 1973.
En este punto vale recordar que la actividad parlamentaria fue suprimida de manera abrupta con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
La sangría de gremialistas obedece a varias razones, pero hay al menos cuatro puntos que sobresalen; la pérdida de poder frente a la case política; las mayores movilizaciones por reclamos que en los últimos 15 años demostraron los movimientos sociales; la crítica que los trabajadores le hacen a la CGT por dilatar medidas de fuerza; y el desprestigio de algunos dirigentes sindicales que, lejos de traccionar votos -como ocurrió en algún momento de nuestra historia- los expulsa.
Uno de esos ejemplos bien podría Luis Barrionuevo, el dirigente que lleva 34 años al frente del gremio gastronómico. El 27 de octubre pasado, Barrionuevo encabezaba la lista de diputados nacionales por la provincia de Catamarca en representación de Consenso Federal, el espacio que llevaba como candidato a presidente de la nación a Roberto Lavagna.
El dirigente gremial no llegó al 5% de los votos. Es decir menos que los sufragios en blanco que representaron el 9%.El otro sindicalista de renombre que quedó fuera del parlamento nacional, en este caso de la Cámara de Senadores, es el petrolero Guillermo Pereyra, del Movimiento Popular Neuquino.
Obtuvo el 22% de los votos y quedó detrás del Frente de Todos (35,59%) y de Juntos Por el Cambio (32,38%).De esta manera, Pereyra, que renovaba su banca, quedara fuera de la Cámara Baja.
Desde la vuela de la democracia, en 1983, a la actualidad, el número de representantes de los trabajadores bajó de 23 a 12. El descenso de los gremialistas en la Cámara Baja es más pronunciada aún si se los compara con los 39 legisladores de extracción sindical que habían ingresado en 1973 y cuyo mandato se interrumpió abruptamente con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.
En 2019 la representación obrera es de apenas 4,66%.
La cifra se repetirá después de la jura de los nuevos diputados que asumirán después del recambio presidencial el 10 de diciembre, ya que durante las pasadas elecciones, no ingresó ningún representante gremial. Pero tampoco disminuirá porque ninguno había puesto en juego su poltrona.
El estudio de “Iniciativa ciudadana, quiero saber”, y basado al análisis de las estadísticas de la Dirección de Información Parlamentaria del Congreso Nacional, informa que “en el período comprendido entre la vuelta de la democracia y 1993 los legisladores del movimiento obrero se redujeron de 39 a 23. De 1993 a 2003, pasaron a ser de 23 a 17, y entre 2003 hasta 2011, el número se redujo a 13”.
Y de esa fecha a 2019, a los 12 ya mencionados.
Medido en porcentaje, las cifras quedan aún más patentizada. Entre 1973 y 1976 la representación de la clase trabajadora en el parlamento nacional era del 34%.
Entre 1985 y 1987, disminuyeron al 29,7%.
De 1987 a 1989 los diputados sindicales llegaban al 24,7% entre los 257 integrantes de esa cámara.Desde 1989 a 1991 la cifra bajó al 20%; de 1993 a 2003, el descenso llegó al 8,9%; y ya entrado en la era kirchnerista la escasez de dirigentes gremiales en las listas hizo que entre de 2003 y 2011 esa expresión disminuyera al 5,0% hasta llegar a la mínima expresión actual de tan solo el 4,66%.
Como se puede observar, a lo largo de los años, lejos de fortalecerse el poder sindical se fue devaluando período tras período legislativo.
Por Andrés Klipphan

viernes, 1 de noviembre de 2019

La CGT pidió la beatificación de Evita




La CGT pidió la beatificación de Evita

En el marco de la conmemoración a los 100 años del natalicio de Eva Duarte de Perón, la Central General de Trabajadores reclamó a la Iglesia el inicio del proceso de beatificación de este ícono del peronismo  y de la historia argentina. A través de una carta enviada al cardenal Mario Poli, Héctor Daer, Julio Piumato, Jorge Sola y Carlos Acuña ratificaron el pedido de canonización de Evita, que había sido extendido en mayo al papa Francisco. “Su figura y obra han alcanzado el justo valor trascendente que poseen para nuestro pueblo y para todos los pueblos del mundo con sed de Justicia”, argumentaron en un comunicado.

El Consejo Directivo de la entidad formalizó la petición al Arzobispo de Buenos Aires, dado que es este el que puede iniciar la postulación del emblema del peronismo para someterlo a la votación del Vaticano. La central obrera solicitó a Poli que la Iglesia ” acompañe el sentir popular y la coloque en los altares oficiales para la felicidad de nuestros fieles y santos”.
“El renacimiento de la Argentina está cifrado en la recuperación de las fuentes espirituales de la nacionalidad. Y circunstancias únicas nos vuelven a dar esta oportunidad. El pontificado de Francisco puede alumbrar un camino, si estamos dispuestos a andar las huellas que dejaron nuestros mejores hombres y mujeres”, finaliza el comunicado.
El 15 de mayo, ocho días después del centenario de "la abanderada de los humildes", los miembros del consejo directivo y de una representación de "sacerdotes obreros" hicieron público un manifiesto titulado "Eva Santa del Pueblo" para lanzar la propuesta de beatificación dirigida a la Santa Sede y a Jorge Bergoglio.
"Eva Perón entregó su vida en un mandato providencial que fue la misión de rescate de la dignidad de la persona humana en su sentido más trascendente. Síntesis de una profunda fe en su Pueblo y en Dios que a cien años de su nacimiento continúa estando en el corazón popular y en los altares del pueblo humilde junto a la Virgen María", habían dicho en ese momento.
El camino a la beatificación
El proceso puede demorar años porque hay una serie de extensos pasos a seguir. En principio, el pedido de la apertura de la causa debe hacerse en la diócesis en la que murió la persona, en este caso, el arzobispado de Buenos Aires y será aceptada sólo si consta de argumentación sólida
Luego, inicia el proceso de estudio del candidato y, si resultara satisfactorio, el arzobispado girará la causa a la congregación para la Causa de los Santos del Vaticano, donde se realizará un segundo análisis.
Si finalmente se concluye que vivió su fe "en grado heroico", la persona es declarada "venerable". Otro requerimiento es que se compruebe que Dios obró un milagro por su intercesión para ser declarado "beata". Si se comprueba un segundo milagro, es proclamada "santa".
Sin embargo, en 2017, Francisco introdujo un nuevo motivo para iniciar el proceso de beatificación y posterior canonización: incluyó a aquellos que "con la intención de seguir al Señor, impulsados por la caridad, han ofrecido heroicamente su propia vida por el prójimo, aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura".
Fuente : P12

miércoles, 30 de octubre de 2019

martes, 29 de octubre de 2019

Treinta años de telefonía celular en la Argentina: cómo fue el lanzamiento del primer Movicom




Licitado por Rodolfo Terragno y Raúl Alfonsín, la primera llamada fue entre Carlos Menem y María Julia Alsogaray el 1° de noviembre de 1989. Al principio el servicio era muy caro y tenerlo era símbolo de status
La telefonía celular arrancó en la Argentina el 1° de noviembre de 1989, pocos meses antes de la privatización de ENTel. El servicio comenzó en el Área Múltiple de Buenos Aires (AMBA). Era muy caro y fundamentalmente para empresas, millonarios y aquellos que no conseguían líneas fijas de la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel). También había unos modelos especialmente diseñados para usar en autos, de gran tamaño y conectados con un cable a la batería del automóvil. Todos eran de Movicom. Y el proveedor tecnológico era Motorola.
Tener un Movicom era símbolo de status. Podía ser el Modelo Vehicular, especialmente diseñado para usar en los autos, de 1,2 kilogramo, que se conectaba con un cable a la batería del automóvil; y el Modelo Transportable, que se podía llevar como un pequeño maletín, de 4 kilos de peso -luego se transformó en el famoso ladrillo- y usarlo en cualquier parte, con una batería que tenía una autonomía de uso de dos horas.
En la Argentina la telefonía celular comenzó seis años después que en los Estados Unidos, con un evento protocolar en el que la interventora de ENTel, María Julia Alzogaray, llamó desde las oficinas de Movicom con una valijita portátil al presidente Carlos Menem, que se encontraba en la residencia de Olivos. El diálogo entre ambos funcionarios se vio interrumpido por el ingreso en línea de los periodistas Bernardo Neustadt y Enrique Llamas de Madariaga, que llamaron a Menem desde sus programas radiales; hasta que la ingeniera Alsogaray los cortó, para continuar con el acto protocolar y dejar en línea a Menem con el secretario de Comunicaciones, Raúl Otero.
"Los inicios tenían más que ver con la falta de líneas de telefonía fija, que con una necesidad de movilidad. Yo fui uno de los primeros usuarios, en 1990", recuerda el especialista Enrique Carrier. Y agrega: "Trabajaba en una empresa que había puesto un aviso en un diario para promocionar una terminal de autoservicio. Y el único teléfono que pusieron para esa oferta era el de Movicom. Así que yo iba a todos lados con la valijita, esperando que la gente llamara ahí".
"Los primeros seis meses fueron duros, con un desarrollo lento, alcanzando en mayo de 1990 la cifra de 3.000 suscriptores", aseguraban por entonces los voceros de Movicom. Para noviembre, la empresa ya tenía 12.000 abonados. En los dos primeros años llevaba invertidos US$ 60 millones y había conseguido 25.000 clientes del servicio. En ese entonces, la compra del equipo básico de Movicom costaba US$ 1.320 de contado (440 dólares por la conexión y 880 por el equipo de Motorola), a los que había que agregar otros US$ 200 de depósito, que se reintegraban al año de servicio.
Era la época en la que ENTel no invertía casi nada y sólo instalaba muy pocas líneas telefónicas, a través del Plan Megatel, que tenía un costo sideral por cada línea en servicio.
Hay vida más allá del celular
"El proyecto de traer la telefonía celular a la Argentina fue de Rodolfo Terragno, ministro de Obras y Servicios Públicos. En 1988 se hace la licitación, bajo el gobierno de Raúl Alfonsín, y al año siguiente arranca la prestación del servicio, ya con Menem", explica Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones y actual director de la empresa estatal Arsat.
La empresa que ganó esa licitación fue Movicom, que "comienza a instalar antenas de telefonía celular desde el microcentro para afuera", dice Aguiar. Y explica que "les llevó por lo menos un año y medio instalar la red de antenas, conseguir las terrazas, hacer los nodos", hasta que lanzaron el servicio en noviembre de 1989.
La Compañía de Radiocomunicaciones Móviles, cuya marca era Movicom, había participado en un concurso público internacional, convocado bajo el gobierno de Alfonsín, a fines de 1987, para brindar en el AMBA el Servicio de Radiocomunicaciones Móviles Celulares (SRMC). De ese concurso también participaron otros tres consorcios liderados por SADE, Alcatel y Telefónica de España.
La victoria de Movicom en esa licitación se anunció en agosto de 1988. El consorcio ganador estaba formado por tres empresas estadounidenses: el mayor operador de telefonía celular de ese país, BellSouth (29%); su proveedor tecnológico Motorola (25%) y el banco Citicorp (8%). Esas tres empresas se habían asociado con las locales Socma/IECSA (Sociedad Macri, 18%), BGH (15%) y Astra (5%).
"Motorola era socia de esa compañía porque había que invertir mucho en redes. Y Motorola tenía no sólo la parte de los equipos, sino también la red de telefonía celular, así que había integración de ambas puntas", dice Germán Greco, gerente general de Motorola Mobility de Argentina.
Radiografía de la cultura joven: leen y van al cine más que nadie
Es que BellSouth y Motorola ya eran socios en los Estados Unidos, donde estaban expandiendo el servicio de telefonía celular. Y parte de la inversión en la Argentina la hacían ambas empresas, con financiación del Citicorp.
De hecho, el gerente de Sistemas de Motorola, Martin Cooper, fue el primero en lograr hacer en una llamada telefónica, en 1973, con un modelo Dynatac, que tenía el tamaño de una caja de zapatos y pesaba casi un kilo. Diez años después se implementaron las primeras redes celulares comerciales en los Estados Unidos. Y seis años después en la Argentina.
En un año casi se triplicó la cantidad de teléfonos celulares
El proyecto que había presentado Movicom en la Argentina, en 1988, contemplaba una inversión de US$ 220 millones, para tener 319.700 abonados de telefonía celular en el año 2004. En esos 15 años, a ENTel le ingresarían otros US$ 171 millones, por el uso de la red y alquiler de equipos troncales, según el proyecto que por entonces presentó Movicom.
"En esa época era muy caro tener un celular, así que había muy poca gente que podía tenerlo, era un servicio muy de nicho. Y además no había competidores que hicieran otro tipo de dispositivos, el 100% del mercado era Motorola. Fuimos los que impulsamos la tecnología desde cero", asegura el titular de la filial local del proveedor estadounidense.
En ese mismo 1988, cuando se licitó la telefonía celular bajo el impulso del entonces ministro Terragno, el gobierno de Alfonsín buscó dinamizar a todo el sector de las telecomunicaciones, por lo que envió al Congreso un proyecto de ley para transformar a ENTel en una sociedad de capital mixto, con participación estatal y privada.
El 60% de los celulares ya es 4G y el auge del chat desplazó a las llamadas y los SMS
En realidad, había un preacuerdo con Telefónica, que estaba dispuesta a comprar el 40% de ENTel. Pero el Congreso nunca lo aprobó, básicamente por dos motivos: la bancada radical no había hecho suyo el proyecto; mientras que el peronismo se oponía férreamente a privatizar cualquier empresa de servicios públicos, una postura que cambiaría al año siguiente, con la llegada de Menem al gobierno.
En 1990 se privatiza ENTel. Las dos empresas que ganaron esa privatización (Telefónica y Telecom) pudieron ingresar al segmento de la telefonía celular recién en 1993, a través de Miniphone, un operador integrado por ambos operadores en forma conjunta para brindar servicio en el AMBA. Del mismo modo prestaban servicios de comunicaciones internacionales, con Telintar, y transmisión de datos, vía Startel.
En el interior del país, la telefonía celular demoró cuatro años más que en el AMBA: arrancó en mayo de 1994, de la mano de CTI Movil. Telefónica recién lanzó su propio operador de telefonía celular en marzo de 1996, con la marca Unifón, en el sur del país, donde también prestaba telefonía fija; y en mayo de ese año comenzó a prestar sus servicios Personal (Telecom) en el norte del país.
En 1999, Miniphone se dividió en partes iguales entre Unifón y Personal. Ese mismo año Bellsouth compra la totalidad del paquete accionario de Movicom, que pasa a llamarse Movicom Bellsouth. Y en 2004 Telefónica compra la filial latinoamericana de Bellsouth, que cambia su nombre y queda como Movistar. En ese entonces, la nueva compañía fusionada tenía 3,6 millones de clientes, el 47% del total del mercado local. Una cifra que superaba ampliamente los 319.000 abonados que había planificado Movicom cuando presentó su propuesta para lanzar la telefonía celular en la Argentina.
Fuente ; Diario Clarin

La VUELTA de la DEMOCRACIA… / Jorge Luís BORGES:1983


lunes, 28 de octubre de 2019

Mauricio Macri y Alberto Fernández iniciaron la transición del poder



Mauricio Macri y Alberto Fernández iniciaron la transición del poder

El presidente Mauricio Macri y su sucesor, Alberto Fernández, mantuvieron este lunes la primera reunión para coordinar el proceso de transición del poder con el objetivo central de evitar cualquier sobresalto que pueda agravar aún más la situación económica.  
#AlbertoFernández llegó serio y puntual, minutos antes de lo acordado, con la solitaria compañía de su vocero, Juan Pablo Biondi. Por espacio de una hora, el presidente electo dio inicio formal a la transición que derivará en su llegada al sillón de Rivadavia, con su encuentro con el presidente Mauricio #Macri, a quien derrotó por casi ocho puntos en las elecciones de ayer.

De la reunión, manejada con cautela y hermetismo desde ambos espacios, trascendió primero una foto, en el despacho presidencial, en el que ambos miran a cámara, sonrientes y distendidos. No hubo, como se preveía, una declaración conjunta, luego de los chispazos y acusaciones que el Presidente a cargo y el mandatario electo intercambiaron durante la campaña electoral. "Fue una reunión muy buena, empezaron a charlar sobre la transición, y coincidieron en que ese proceso debe ser ordenado", afirmaron cerca del Presidente, que podría luego dar más detalles del encuentro en un encuentro con la prensa. Fuentes cercanas al presidente electo afirmaron que Fernández le anticipó a Macri que le irá "pasando" los nombres de aquellos dirigentes que designe para acordar la transición en las distintas áreas de gestión. Por el lado del Gobierno, esa tarea estará a cago del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y su par de Interior, Rogelio Frigerio.
Antes de encontrarse con Macri, Fernández fue recibido en la escalera Francia por el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis. Saludó, además, a distintos empleados a quienes conoce de su paso por el gobierno #kirchnerista, como el fotógrafo presidencial Víctor Bugge, mozos y personal de Casa Militar.
Tras su cumbre con Macri, Fernández se dirigió al comando de la calle México, donde esta reunido con su equipo de colaboradores, encabezado por Santiago Cafiero. Del encuentro participan también el vocero de Fernández, Juan Pablo Biondi, y el dirigente del PJ porteño Juan Manuel Olmos. Ellos tuvieron una primera versión de la cita en la Casa Rosada.
Fernández le entregó a Macri la lista de 40 dirigentes que tendrán a cargo la transición. Fueron 50 minutos netos de reunió

sábado, 26 de octubre de 2019

Chile, Bolivia, Ecuador, el mundo: la rebelión de los nuevos “precarios”



La clase media y media baja está yendo a las calles, como en el reciente pasado lo hicieron los “indignados”, para reclamar un cambio en la distribución del ingreso que los incluya. Es un fenómeno global que tiene en Chile hoy su ejemplo más estridente, aunque no solo ahí.

La política no es el arte de lo posible si no el arte de hacer posible lo necesario. Jacques Chirac resumía con esa observación una didáctica que guarda hoy más vigencia que cuando este conservador lúcido la pronunció desde la presidencia francesa. La ausencia de ese “necesario” es lo que configura el fracaso de la política. No es un fenómeno nuevo. Pero lo actual es su extensión y enorme visibilidad.
El chileno es el caso más estridente de ese fallido del Estado y del propio sistema. Pero también sucede en simultáneo y con menos prensa en sitios como Líbano e Irak, donde se marcha con iguales demandas contra la desigualdad (“todos quiere decir todos”, proclaman los libaneses) y donde, también, se apilan muertos. Estas crisis nacen del furor de poblaciones que reaccionan contra las formas en que se han venido haciendo las cosas. En otras palabras, en cómo se distribuye el ingreso que exhibe en estas épocas una concentración sin precedentes.
Son los nuevos “precarios” como los definía el sociólogo Ulrich Beck cuando analizaba el efímero fenómeno mundial de los indignados, hace una década. No son los excluidos, no es el proletariado. Es la gente de la clase media que protesta porque no puede comprar un seguro médico, que debe endeudarse ante una enfermedad o para que sus hijos estudien. Ese reproche con estas magnitudes y ese origen deslegitima y desestabiliza un sistema que ha amontonado a los sectores que antes protagonizaban la movilidad social con los condenados al no crecimiento, en lugar de proceder a la inversa, como se debería.
Un dato interesante es que la rebelión en Chile no arrancó como una expresión destituyente. Las movilizaciones no exigían en su mayoría la caída del gobierno o un modelo distante del que se ha venido construyendo los últimos 30 años. Lo que se ha venido reclamando es otro orden en el cual estén incluidos.
Existe cierta sorpresa y ánimo conspirativo por la oleada de crisis que sacude a la región, primero en Ecuador, ahora en Chile y, con un formato más particular, en Bolivia. Es cierto que no son escenarios similares pero lo que los asemeja es el mismo proceso de agotamiento y frustración de sus sociedades junto a un desplome de la calidad democrática. Ese reproche se da en las calles o en el voto castigo como sucedió en las PASO argentinas o en el repudio a la política detrás de la elección en Brasil del ultra Jair Bolsonaro.
En Bolivia es la primera vez que a Evo Morales se le complica el panorama electoral y acaba de escapar entre sospechas de fraude de una segunda vuelta que seguramente lo sacaba del poder.
La coincidencia entre esos casos surge del hecho de que la región experimenta la parte que le toca del parate que sufre la economía planetaria y la reaparición del espectro de la recesión. Esa retracción derrumba el precio de los commodities, rubro clave en la periferia. Chile no diversificó su economía y sigue dependiendo del cobre del cual es el mayor productor mundial. Pero el precio del metal está en la mitad de su precio histórico, parte de la explicación del reducido crecimiento que experimenta el país los últimos largos años y que el ingreso per capita permanezca inmóvil los últimos diez años, indicador que define el ingreso individual.
Bolivia y Ecuador producen gas y petróleo, respectivamente, insumos que sufren la misma depresión. Esas rentas, al reducirse como sucede con el cobre, recortan aún más la capacidad distributiva de los Estados y cancelan la lógica de que los hijos idealmente deberían vivir mejor que sus padres.
Si se amplía la mirada se advierte que el declive electoral que comienza a insinuarse como tendencia entre los populismos de ultraderecha europeos liga precisamente con su incapacidad para corregir esa deformación. La gente vive peor que antes. Estos movimientos ultras, recordemos, surgieron a caballo de la frustración de los segmentos de ingresos medio que disparó la crisis global de 2008 y la concentración posterior. En todo el planeta, así como vemos en Chile, esos sectores se convirtieron en espectadores de un progreso que no les llegaba.
El fracaso de la política, y la devaluación del poder transformador de la democracia, se asienta en que no se advirtió o no se quiso advertir esa creciente desilusión. En el caso de Chile, Piñera reconoció el fallido de la profunda desigualdad, pero repitió el error al anunciar un plan de alivio social que fue poco y llegó tarde aunque seguramente hubiera sido mucho de haberlo aplicado antes de esta crisis. En especial, por el recorte dispuesto al costo de la energía hogareña y el retroceso en el precio del boleto de subte. Después de los alimentos, el transporte y la energía son el segundo gasto mayor de las familias chilenas.
Pero en el programa faltó una revisión del gabinete, que hubiera señalado la seriedad de la toma de conciencia del conflicto y una Reforma Tributaria que fondee un ciclo redistributivo. La reforma que estaba sobre la mesa y fue urgentemente archivada, disponía en cambio una multimillonaria reducción de impuestos para el 1% de mayores ingresos del país que captura el 26,5% de la renta nacional contra el 2,5% que se reparte la gente que está protestando en las calles. El agravante es que el mandatario tampoco anunció el retiro de los militares de la calle ni insinuó una autocrítica por una represión a la que se apostó irresponsablemente como herramienta para abortar la protesta.
El plan de Piñera incluyó mejoras en el sueldo básico, las jubilaciones y un impuesto del 40% a las rentas superiores a US$ 11 mil mensuales. Ese gravamen recaudará apenas US$ 160 millones. El gasto de todo el paquete será de US$ 1.200 millones. No es claro cómo se financiará este nuevo gasto si no se modifica la tributación. Son muchas las razones para que la gente no le crea al gobierno. Pero el problema más delicado es que Piñera al no cubrir el vacío que su desconcierto revela, esas masas irritadas tomarán totalmente las consignas de los grupos violentos que han venido reclamando su renuncia como una cuestión innegociable. 
Hay otra dimensión en este embrollo. El asombro por una crisis semejante en un país que el propio jefe de Estado describía días atrás como un oasis, alimentó la suposición conspiradora de una mano bolivariana detrás del conflicto. No es casual que el ecuatoriano Lenín Moreno se haya abrazado a esa idea sin sustento para tratar de licuar su responsabilidad en la rebelión que lo obligó a dar marcha atrás, hace muy poco, con la quita de los subsidios al combustible. Es razonable que un gobierno limpie su presupuesto de ese tipo de prácticas distorsivas, pero el presidente ecuatoriano lo hizo descargando el peso del ajuste sobre los sectores menos favorecidos, indígenas y segmentos medios. No hubo un criterio selectivo, no hubo política, y se apostó a que la gente absorbería pasivamente el golpe. El mismo fallido chileno con el aumento cegato del boleto de subte que disparó la furia,
El boliviano Evo Morales también comparte este rito de los liderazgos arriba de todo y con las ventanas cerradas. Acaba de ejecutar en versión extrema una concepción plebiscitaria de la democracia, ritual del populismo latinoamericano, que consiste en que el voto solo existe para ratificar al líder, jamás para cuestionarlo. El mandatario desdeñó la opinión de sus propias bases que rechazaron en un referendo que buscara una cuarta reelección. Y le quitó valor a ese disgusto como a los ruidos que comenzaba a producir el bajón de su economía, cuyo crecimiento último se ha sostenido en el uso de las reservas.
Ese comportamiento explica que Morales haya enfrentado por primera vez en sus 14 años en el poder una consistente ofensiva opositora que sumó a parte de sus votantes históricos. Esa reacción apuntaba a removerlo del poder y le facturó ya la mayoría parlamentaria. Una segunda vuelta abría todas las probabilidades de un recambio del Ejecutivo. De confirmarse que el gobierno manipuló los resultados para evitar ese destino, Morales se acaba de comprar un futuro imprevisible. Ya se sabe lo que sucede cuando la política no hace posible lo necesario.
Copyright Clarín 2019


viernes, 25 de octubre de 2019

Una editorial para la polémica… (*)



Te paso un adelanto

TITULO

(*) Guerrilla setentista: valoración positiva de jóvenes idealistas o reivindicación del terrorismo insurgente….

…El entrismo de la tendencia revolucionaria proto-montonera de ayer, aggiornada contemporáneamente y ataviada de evitismo, negadora e impugnadora histórica del general Perón; ha sido el embrión del kirchnerismo cuya expresión más cabal y consecuente ha sido la creación de La Campora. El peronismo es un cuerpo saludable y pletórico de vida, pareciera que su materia gris debió ser desarrollada con las ideas de esos iluminados para darle continuidad y superación.

 El peronismo es pueblo y viceversa, puro corazón y sentimiento; campo fértil para que el entrismo-progresista   los eduque y trasforme, dejando solo los iconos fundacionales para mostrarlos en las liturgias de ocasión…

#kirchnerismo #peronismo  #lacampora



Nos prometieron completarla la próxima semana 

domingo, 13 de octubre de 2019

Pobreza Mundial


La POBREZA va más allá del nivel de ingresos. Es también el acceso a la educación, al agua potable, a la comida o a la educación
Aproximadamente 1300 millones de personas viven en la pobreza multidimensional, lo que representa casi una cuarta parte de la población de los 104 países incluidos en el informe. Casi la mitad de estas personas, el 46 por ciento, viven en la pobreza severa y sufren carencias en al menos la mitad de las dimensiones que cubre el índice.
Aunque la pobreza multidimensional está presente en todas las regiones en desarrollo en el mundo, es particularmente grave y significativa en África Subsahariana, donde la sufren unos 560 millones de personas, y en Asia Meridional, con 546 millones viviendo en la misma situación. Las cifras para el resto de las regiones son menos severas.
Cabe destacar que la gran mayoría (1100 millones) de los multidimensionalmente pobres de todo el mundo viven en zonas rurales, donde la tasa es del 36%, cuatro veces mayor que la de las personas que viven en los núcleos urbanos.
  
1 Causas de la pobreza en el mundo

1.1 Modelo comercial multinacional 
1.4 Enfermedades y epidemias
1.6 Crecimiento de la población
1.7 Conflictos armados
1.8 Discriminación de género 
1.10 Desinterés de los países desarrollados por acabar con la pobreza

2 Líneas de actuación de Oxfam Intermón



3 Ejemplos de Oxfam sobre cómo combatir las causas de la pobreza

3.1 Construcción de pozos en Chad
3.2 Impulso del comercio justo

4 La concienciación sobre la pobreza en el mundo, factor clave

5 Material complementario


miércoles, 9 de octubre de 2019

Trabajadores de las Telecomunicaciones en las Redes Sociales!!



Trabajadores de las Telecomunicaciones en las Redes Sociales!!


 Telefónicos en Facebook


 Telefónicos


Soy telefónico


Somos Telefónicos

Los trabajadores de las telecomunicaciones tenemos varios espacios para divulgar información, conocimientos, opiniones, reclamos, sugerencias, imágenes y vídeos del ámbito laboral de nuestra especialidad y también de aquellos acontecimientos del contexto social de nuestro país; priorizando la pluralidad, el respeto por la diversidad y el sostenimiento del sistema democrático

Te esperamos….

#telefonicosenfacebook  #somostelefonicos #movistar #personal #soeesit #foeesitra #soetem #soeesiter

TELEFÓNICA deberá pagarle $ 1.700 millones al estado Por la privatización de ENTEL




TELEFÓNICA deberá pagarle $ 1.700 millones al estado Por la privatización de ENTEL

Así lo estableció la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, que ratificó un fallo de primera instancia en una demanda por “rendición de cuentas”.

La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal aprobó la liquidación de casi 1.700.000.000 de pesos a favor del Estado nacional contra la empresa Telefónica de Argentina S.A.
La decisión, que ratificó la un fallo de primera instancia, fue dictada por la Sala IV de la Cámara en la demanda por “rendición de cuentas” promovida hace dos décadas por la Empresa Nacional de Telecomunicaciones #Entel -en liquidación- contra #Telefónica, que había obtenido la concesión del servicio.
El pleito, iniciado en 1999, tiene por objeto la rendición de cuentas de las sumas percibidas por Telefónica de Argentina S.A. por cuenta y orden de Entel, relativas a la facturación y gestión de cobranza de los servicios prestados por esta última y pendientes de pago al momento de la toma de posesión de aquélla.
La demanda fue admitida y se intimó a la telefónica a que dentro del plazo de 50 días hiciera el cálculo de lo adeudado, con el apercibimiento que, si incumplía con la orden, se aprobaría la que presentara la empresa en liquidación.
El expediente, luego de pasar por todas las instancias, volvió al juzgado de origen, ocasión en la que Entel efectuó una liquidación que coincidió con la de la perito contadora oficial designada para tal fin y que llegó a la suma de 1.689.367.880,11 pesos a diciembre de 2018, lo que fue impugnado por la demandada.
Al contestar las impugnaciones, relacionadas con el impuestos, sueldos y cargas sociales, entre otros rubros, el Estado Nacional remarcó la “inadmisible reiteración de cuestiones ya resueltas” por la Sala IV de la Cámara.
El tribunal concluyó que la postura de Telefónica carece de razón “en la medida en que sus agravios no logran desvirtuar los fundamentos expuestos en la resolución apelada en punto a la corrección de la liquidación efectuada” Por Entel, “ratificada por la perito contadora única de oficio”.
Los camaristas Jorge Eduardo Morán, Marcelo Duffy y Rogelio Vincenti impusieron las costas del juicio a Telefónica, quien había sido liberada de la obligación de cubrir los gastos y honorarios de los abogados de la demandante.
Fuente: Télam