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viernes, 24 de julio de 2020
jueves, 23 de julio de 2020
miércoles, 22 de julio de 2020
El día que Borges asistió al Juicio a las Juntas y sintió que había descendido al peor de los infiernos
Hace 35 años Jorge Luis Borges llegó a la sala donde se juzgaba a los integrantes de las juntas militares de la dictadura. Escuchó el testimonio de Víctor Melchor Basterra, un obrero gráfico. El horror del escritor. El texto que escribió después. La actitud de los jueces ante su presencia. La impresión ante un festejo navideño de los torturadores
El rostro más serio que de costumbre. El hombre de 85 años con un sobretodo oscuro y pesado sobre su fatigado traje subía con lentitud las escalinatas de Tribunales. Alguien lo sujetaba de un brazo para ayudarlo mientras él apoyaba su bastón en cada escalón. Era Néstor Montenegro, periodista de la revista Gente. Era el 22 de julio de 1985. Jorge Luis Borges asistía a una de las audiencias del Juicio a las Juntas. Sabemos, sin consultar el almanaque que era un lunes, porque así lo registró el escritor en el título del texto que escribió horas después.
Ese día sólo declaro un testigo. Una larga y detallada declaración. Víctor Melchor Basterra, un obrero gráfico que fue secuestrado por un grupo de tareas de la ESMA el 10 de agosto de 1979. Estuvo privado de su libertad hasta agosto de 1984. Basterra en su declaración explicó las fechas. El 3 de diciembre de 1983, una semana antes del regreso democrático fue liberado de la ESMA y enviado a su casa. Pero él se consideraba privado de su libertad hasta agosto del 84 porque hasta esa fecha recibió semanalmente visitas y amenazas de sus captores que todo el tiempo le recordaban que lo estaban controlando.
El interrogatorio lo comandó quien ejercía esa semana la presidencia del tribunal, el Dr. Guillermo Ledesma.
"Dijeron: 'Éste va a la huevera'. Me llevaron a un lugar que se sentía así: muy hermético, muy cerrado. Yo tenía una capucha puesta, entonces me sacaron las esposas y me dijeron que comenzara a desnudarme; mientras me sacaba la ropa, me golpeaban, me golpeaban mucho, me golpeaban y caía contra las paredes. Luego de estar totalmente desnudo, me ataron los tobillos y las muñecas a una cama, y un cablecito a un dedo del pie derecho, y ahí comenzaron a aplicarme lo que ellos llamaban la máquina: la picana eléctrica. Eso era permanentemente, me lo hacían con preguntas y sin preguntas", declaró Basterra.
Desde una de las doscientas butacas disponibles, Borges, entre el público, escuchaba azorado a Basterra. Un hombre simple y claro. Que narraba desapasionadamente su tormento. Se detenía en cada circunstancia, obligado por las preguntas, para narrar su martirio.
"Yo estaba muy entumecido, apenas podía levantar el brazo o mover la pierna. Cuando abro los ojos veo que mi señora estaba sentada delante mío. Vi que también había sido torturada. Había sido golpeada; después ella me dijo que también la habían picaneado. Yo había sentido gritos y también estaba mi, mi niñita, mi... Trajeron a mi hija después y me dijeron que me la iban a poner en el pecho mientras me daban máquina", prosiguió Basterra su declaración que se extendió por muchas horas.
Borges escribió un breve artículo para la Agencia EFE en el que relató su experiencia ese día:
"He asistido, por primera y última vez, a un juicio oral. Un juicio oral a un hombre que había sufrido unos cuatro años de prisión, de azotes, de vejámenes y de cotidiana tortura. Yo esperaba oír quejas, denuestos y la indignación de la carne humana interminablemente sometida a ese milagro atroz que es el dolor físico. Ocurrió algo distinto. Ocurrió algo peor. El réprobo había entrado enteramente en la rutina de su infierno. Hablaba con simplicidad, casi con indiferencia, de la picana eléctrica, de la represión, de la logística, de los turnos, del calabozo, de las esposas y de los grillos. También de la capucha. No había odio en su voz. Bajo el suplicio, había delatado a sus camaradas; éstos lo acompañarían después y le dirían que no se hiciera mala sangre, porque al cabo de unas 'sesiones' cualquier hombre declara cualquier cosa. Ante el fiscal y ante nosotros, enumeraba con valentía y con precisión los castigos corporales que fueron su pan nuestro de cada día. Doscientas personas lo oíamos, pero sentí que estaba en la cárcel".
Un momento particular, un momento que mostraba la extravagante crueldad desde otro punto de vista se dio cuando el testigo relató lo ocurrido la noche previa a una de las navidades que pasó en cautiverio.
"De pronto, el 24 de diciembre a la noche nos bajaron a todos los Capuchas; creo que quedaron nada más la Tía Irene y Juan Carlos Chiaravalle. Nos pusieron frente a una mesa servida con manjares y bebidas y dijeron que íbamos a festejar la Navidad. Yo no entendía nada. Estábamos con grilletes que nos hicieron sacar en uno de los cubículos de la huevera (...) Seríamos 17 personas. El que llevaba adelante la ceremonia era el Capitán D'Imperio. (...) En un momento dado se produjo un silencio grande, como una orden militar, y vino una persona mayor que posteriormente supe que era el director de la ESMA, capitán de navío Supisiche. Se puso frente a nosotros y dijo: 'Señores buenas noches: les deseo una feliz Navidad. Dijo eso y se fue", relato Basterra.
Borges en su artículo escribió sobre esta escena:
"De las muchas cosas que oí esa tarde y que espero olvidar, referiré la que más me marcó, para librarme de ella. Ocurrió un 24 de diciembre. Llevaron a todos los presos a una sala donde no habían estado nunca. No sin algún asombro vieron una larga mesa tendida. Vieron manteles, platos de porcelana, cubiertos y botellas de vino. Después llegaron los manjares (repito las palabras del huésped). Era la cena de Nochebuena. Habían sido torturados y no ignoraban que los torturarían al día siguiente. Apareció el Señor de ese Infierno y les deseó Feliz Navidad. No era una burla, no era una manifestación de cinismo, no era un remordimiento. Era, como ya dije, una suerte de inocencia del mal". Por un momento creyó que se había perdido algo de lo dicho esa mañana. No podía entender la lógica de lo actuado por los militares. ¿Para qué secuestrar a alguien cuatro años y torturarlo para luego dejarlo libre?, se preguntaba. Uno de los periodistas presentes le explicó el concepto de "recuperación" según Emilio Massera y la ESMA. La intención de hacer trabajar a esas personas para el proyecto político del ex jefe de la Armada y al mismo tiempo captarlos. "Pero ¿De qué recuperación me habla?", dijo enojado Borges. "No buscaban la recuperación física y mental de nadie ahí".
Su opinión sobre Massera era contundente: "Un asesino, una de las personas más siniestras del país".
Era la primera vez que Borges en su larga vida presenciaba un juicio oral. Sería también la última. La experiencia había sido tan intensa que no deseaba repetirla. Sin embargo en las entrevistas que brindó a la salida de Tribunales afirmó: "Convendría que cada persona asista a este juicio al menos una vez. Es necesario. Pero debo confesar que no pienso volver porque quedé muy impresionado".
Aclaró que no pensaba volver. Que ese rato había sido suficiente para él. Mientras comentaba lo espeluznante del testimonio escuchado, Borges no podía creer que ese no fuera el peor de los testimonios brindados en las audiencias. De hecho, le aseguraron, había otros mucho más graves, muchos más atroces. El viejo escritor no podía ocultar su impresionada sorpresa.
La presencia de Borges en la sala de audiencias no pasó desapercibida para nadie. Hasta llegó a la tapa de los diarios al día siguiente. Fueron muchas las personalidades que presenciaron el Juicio en las diferentes jornadas. Pero el escritor logró una atención que los demás no consiguieron. Invitado por el Fiscal Julio César Strassera fue recibido por decenas de periodistas. Para los jueces tampoco el escritor pasó inadvertido. A pesar de físicamente ser una figura tenue, con su paso lento y encorvado, nadie podía ignorar que Borges, el mayor escritor del país y una de sus figuras más reconocidas, iba a escuchar los testimonios de ese día.
Los jueces a cargo del proceso se valían de unas tiras de papel prolijamente cortadas en las que escribían las preguntas que se les iban ocurriendo en medio de las declaraciones. Esos apuntes se los pasaban con discreción al magistrado que comandaba el interrogatorio (la presidencia rotaba semanalmente) para que fuera una sola voz la que preguntara. Pero el 22 de julio, el día de la presencia de Borges esos papelitos tuvieron una función más literaria. "Carlos Arslanián, con una inteligencia y un ingenio notables, empieza a escribir en el momento (¿cuánto habrá tardado? Cinco, diez minutos). Redacta en un papelito lo que podría ser un cuento de Borges, relacionando lo sucedido con uno de sus cuentos de cuchilleros", contó Jorge Valerga Aráoz uno de los magistrados integrantes de la Cámara Federal que juzgó a los comandantes de las Juntas.
Los jueces luego le hacían leer el breve texto a Arslanián que remedaba a la perfección la voz balbuceante del escritor. Valerga Aráoz le explicó a José Eliaschev en su libro Los Hombres del Juicio que este fue un pasajero momento de distensión dentro de ese mundo tenebroso que estaban investigando.
Luego de las preguntas, detalladas y precisas del tribunal, fue el turno de los abogados defensores que se esforzaban por encontrar fisuras en el testimonio del testigo, pretendían hacerlo caer en contradicciones y generar sospechas sobre sus actividades. El Dr. Ledesma debió intervenir en numerosas ocasiones para que el interrogatorio no se saliera de cauce y, con firmeza y mucha paciencia, negó la pertinencia de muchas preguntas improcedentes de las defensas.
A Borges hubo otro aspecto que le llamó la atención. La contradicción entre lo que hicieron los militares cuando ostentaban el poder y la actitud que tomaban cuando eran los acusados. Esa creencia súbita en el ordenamiento jurídico y en sus garantías lo maravillaba.
"Es de curiosa observación que los militares, que abolieron el Código Civil y prefirieron el secuestro, la tortura y la ejecución clandestina al ejercicio público de la ley, quieran acogerse ahora a los beneficios de esa antigualla y busquen buenos defensores. No menos admirable es que haya abogados que, desinteresadamente sin duda, se dediquen a resguardar de todo peligro a sus negadores de ayer".
Borges, antes del inicio de la audiencia, se había reunido con el fiscal Strassera. Le preguntó sobre una posible condena. No quería que lo crímenes quedaran impunes. "No condenar el crimen sería fomentar la impunidad y convertirse, de algún modo, en su cómplice", escribió después.
Montenegro, el periodista que lo acompañó durante las tres horas que Borges estuvo en la sala, contó que el escritor no habló en todo ese tiempo. Escuchó con atención y con el gesto cada vez más tenso y triste el testimonio de Basterra. En esas tres horas Borges sólo pudo emitir dos palabras: "Qué Horror".
A la salida, otra vez las escalinatas, ahora en descenso. Y otra vez los periodistas. Borges evidentemente conmovido y triste dijo: "Tengo la sensación de que he asistido a una de las cosas más horrendas de mi vida. Espero que la sentencia sea ejemplar. Siento que he salido del infierno". Y luego aseveró: "Este hecho no puede, no va a quedar impune".
Matías Bauso.INFOBAE.
martes, 21 de julio de 2020
"El partido de los buenos" y las críticas a Alberto / por Aldo Duzdevich**
El encierro de la cuarentena,
las horas frente a las redes sociales, nos permiten día a día, exponer nuestros
profundos conocimientos sobre una multitud de temas, y con el poderoso
instrumento del Mouse, militar la revolución mundial. Pero, además descubrimos
que nuestra percepción y valores éticos son cada vez más exclusivos. Y lo que
más nos satisface, es la maravillosa libertad de opinar en las redes, que nos
hacen sentir únicos. “Alberto dijo que si hacía algo mal se lo digamos”.
Entonces ya, un mes antes que asuma el gobierno, empecé el listado de cosas que
a mí no me gustan, las expuse en las redes y espero que Alberto me escuche a
mí, y me conteste a mí.
En
aquellos años setenta, uno se sentaba con un tipo y a la tercera o cuarta frase
podía darse cuenta de que “palo” era.
Estábamos los de la “tendencia” un conglomerado que más o menos pateaba para el
mismo lado. Los “ortodoxos” que eran “Guardia” o “Demetrios”, no había más. Los
“viejos del partido” . Los muchachos de las 62. Y afuera estaban los PC, los
“chinos”, los troskos del PST o del PRT, los de Franja y allí se terminaba la
cosa. Uno sabía que, putear a Stalin ante los chinos o troskos no quedaba mal y
así con todos. Había media docena de grandes continentes políticos que tenían
alguna conducción y cierto rumbo.
Pero, el siglo XXI inauguró
primero la era de los “colectivos”. Que, en el inicio eran grandes
agrupamientos sociales que sostenían alguna reivindicación común. Pero, pronto
se hicieron cada vez más específicos, más pequeños y más sectarios. Sin embargo
“el narcisismo de las pequeñas diferencias” no se satisfizo, ni siquiera con
los “micro-colectivos”. Las redes, nos dan la posibilidad que crear nuestro
“colectivo” individual, que ya no sería “colectivo” donde viajan unos 60 (entre
sentados y parados); el individual vendría siendo un monoplaza. Y una bandada
grande de “monoplazas” constituirían el “colectivo” de los “libres pensadores”.
La frase preferida del
“monoplaza” sería “yo no te vote para que hagas”. Alberto debería escuchar “la voz del pueblo”
(que es la mía) antes de tomar cualquier medida. Y Alberto tal vez en un exceso
de exposición mediática, responde tuits, cartas, da explicaciones a
periodistas, etc. Pero nada de eso alivia al libre pensador monoplaza, que
siempre tiene un pero más, en su cuestionamiento siempre insatisfecho.
Lo que no alcanzan a ver y razonar los pasajeros de
los múltiples colectivos y monoplazas, es que, la estrategia de fragmentación
es tan vieja como la frase “divide y reinaras”. Que en un país dependiente como
el nuestro la contradicción principal sigue siendo Patria o Colonia. Y que
Perón en 1945 estableció primero la unidad del movimiento obrero creando una
poderosa CGT única y desde allí convocó a un amplio arco de sectores políticos
y sociales para enfrentar con éxito las políticas del imperio.
En 2019, Cristina hizo un
acto de conducción peronista. Puso a Alberto al frente de la fórmula y le
encomendó convocar a la CGT, los gobernadores, el peronismo disperso, el
progresismo alejado, e incluso parte del radicalismo. Con ese amplio frente
ganamos con el 48% de los votos y no nos sobró nada, porque Macri a pesar de su
desastre saco 40 % después de los cuatro años de demolición política, económica
y social de Macri, el programa del Frente de Todos era y es bien modesto. 1) Un
plan urgente contra el hambre. 2) Renegociar y patear para adelante deuda
externa. 3) Bajar la inflación y 4) Reactivar paulatinamente la industria y el
empleo. 5) Mejorar la redistribución del ingreso. Ahora, si agregamos a las
dificultades de origen, la catástrofe mundial de la pandemia, y el cerco
continental de gobiernos de derecha empezando por Brasil. Entonces los ya
modestos objetivos se tornan cada vez más difíciles.
Para quienes alegan que esto
es reformista o poco revolucionario, diré que estuvimos doce años y nos fuimos
con un 25 % de pobreza estructural; con un 70% de jubilados que cobraban la
mínima; sin destruir Clarín, ni otros monopolios; sin Junta Nacional de Granos;
habiendo tenido que volver a tomar y pagar deuda externa, etc. Y a mi juicio
fue el mejor gobierno que tuvimos después de Perón; salvo por algunos
funcionarios que lo destiñeron llevándose unos pesos para su casa.
Resulta que ahora estamos
enojados con Alberto, porque patear los pagos de deuda para el 2025, “no es
solución”; porque manejó mal lo de Vicentín; porque el Congreso todavía no saca
el impuesto a la riqueza, que aclaremos son unos 3 mil millones de dólares, que
ayudan si, pero no cubren ni un mes del gasto de Anses en jubilaciones. Porque
le dice amigo a Larreta, cuando lo “revolucionario” sería decirle “este gran
HDP que tengo sentado acá”. Porque tiene que echar a Sola que era gobernador
cuando la bonaerense mato a Kosteki y Santillan.
Voy a transcribir algo que
Perón nos dijo a los jóvenes reunidos en Gaspar Campos el 8 de septiembre de
1973. Ya se que no es cool, ni progre repetir a Perón, pero saben que “chiques”, este Viejo hizo la única
revolución triunfante de América Latina ya en 1945. “Cada
uno, dentro del movimiento, tiene una misión. La mía es la más ingrata de
todas. Me tengo que tragar el sapo todos los días. Otros se lo tragan de cuando
en cuando. En política todos tienen que tragar un poco el sapo, pero yo no, yo
hago aquí de padre eterno. ¿Por qué? Porque mi misión es esa. La misión mía es
la de aglutinar al mayor número, porque la política tiene esa técnica, acumular
la mayor cantidad de gente proclive o pensante hacia la finalidad y los
objetivos que nosotros perseguimos.(…) Yo estoy para llevarlos a todos, buenos
y malos. Porque si quiero llevar solo los buenos voy a quedar con muy poquitos
(risas), y en política con muy poquitos no se puede hacer mucho.”
Sin embargo, siempre aparecen
los que sueñan y proponen crear el “Partido de los Buenos”. Que antes parecía
mas fácil, pero ahora se nos complica, poder poner de acuerdo tantos
“colectivos”, “micro-colectivos” y “monoplazas”. Pero siempre estamos a tiempo
de hacerlo. Casi, casi, lo logramos, en el 2015. Hay que empezar a decir desde
hoy que “votamos desgarrados” a Alberto y que sino propone un programa
revolucionario mejor “vamos solos”. Y
eso sí, avisémosle a Macri que no se vaya a vivir a Italia, porque pronto le
devolvemos el gobierno, mientras nosotros el “Partido de los Buenos” cavamos
nuestras trincheras para una dura, principista y eterna resistencia.
**Autor de “Salvados por
Francisco” y “La Lealtad, Los Montoneros que se quedaron con Perón”
Fuente. Agencia Paco Urondo.
domingo, 19 de julio de 2020
Telecom: un ataque de ransomware afectó a sus servicios; le pidieron US$7,5 millones de rescate
El mensaje interno que envió ayer Telecom a sus
empleados de atención al público y que luego se filtró en las redes.El mensaje
interno que envió ayer Telecom a sus empleados de atención al público y que
luego se filtró en las redes
Durante el sábado Telecom
sufrió un ataque de ransomware que dejó fuera de servicio a sus sistemas de
atención de atención al cliente; en total, los piratas informáticos pidieron
7,5 millones de dólares para liberar las claves que rehabilitan el acceso a las
computadoras afectadas; la compañía, no obstante, dice que pudo neutralizar el
ataque sin pagar el rescate.
Sin afectar a los clientes
La propagación del código
malicioso afectó a las computadoras de los equipos que dan atención al cliente
en forma remota (y que usan software especial para esto), y no a los abonados
de Telecom, Personal o Fibertel, según confirmó la compañía, que explicó que el
ataque fue contenido durante la tarde y noche de ayer, y luego se fueron restableciendo en forma gradual los
servicios de atención al cliente.
Qué es un ransomware
Un ransomware es una
aplicación maliciosa que al activarse en cripta archivos y les pone una clave.
A veces busca archivos o aplicaciones específicas, a veces lo hace al azar (o
intenta hacerlo con todo el disco rígido). Encriptarlas significa
"mezclar" su contenido (los bits de datos que hacen que el programa
funcione) de tal manera que esa aplicación o documento son inservibles; sólo
con una clave (una contraseña) se puede revertir esos datos a su estado
original.
Con el ransomware siempre se
exige el pago de un rescate para devolver la contraseña que desencriptará esos
archivos o programas, usualmente vitales para la empresa atacada (ransom, en
inglés, es rescate). El caso más conocido es el que en 2017 afectó a empresas
de todo el mundo, y paralizó puertos y centrales de energía en Europa.
El pago en criptomoneda
En el caso del ataque a
Telecom, en el ataque se pedía un pago de 7,5 millones de dólares en Monero,
una criptomoneda que tiene un fuerte foco en el anonimato; el mensaje del
ransomware decía que se duplicaría a 15 millones en 48 horas.
Telecom asegura que no pagó
la suma exigida y que -como ha sucedido en otros ataques a otras empresas-
encontró al manera de vulnerar el cifrado del ransomware y recuperar el acceso
a su software.
En un comunicado, la compañía
informó que "logró contener un intento de ciberataque, de dispersión global,
en sus plataformas. No se vieron afectados servicios críticos de la empresa.
Cabe destacar además que ningún cliente de la empresa se vio afectado por esta
situación, como así tampoco las bases de datos de la compañía. Las gestiones de
atención al cliente, suspendidas preventivamente, fueron restablecidas en forma
paulatina."
viernes, 17 de julio de 2020
DDHH: EL Informe de la situación en VENEZUELA presentado por Michelle Bachelet
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentó este miércoles un nuevo informe de Venezuela con graves denuncias. Una es "la falta de independencia" judicial por la "interferencia política". La segunda: la explotación y abusos de los trabajadores en el Arco Minero del Orinoco, una de las áreas más ricas en recursos minerales del país.
Para la oficina de Bachelet, "la independencia del sistema de justicia se ha visto socavada considerablemente por la inseguridad en el ejercicio de jueces y fiscales; la falta de transparencia en el proceso de su designación; las condiciones de trabajo precarias; y la interferencia política".
En concreto, ha querido destacar que "las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia en relación a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, han dado lugar constantemente a preocupaciones sobre las consideraciones políticas que prevalecen sobre las determinaciones legales". Según el informe, "esta situación ha afectado gravemente la capacidad del Poder Judicial de actuar de forma independiente para proteger los Derechos Humanos y está contribuyendo a la impunidad".
También, criticó las recientes decisiones de la justicia chavista, que intervino a dos partidos opositores y nombró a un nuevo Consejo Nacional Electoral. Según expuso, estas medidas "disminuyen la posibilidad de construir condiciones para procesos electorales creíbles y democráticos".
Asesinatos, torturas y violencia de género
"A pesar de los recientes esfuerzos realizados por el Ministerio Público de investigar las violaciones de Derechos Humanos cometidas por las fuerzas de seguridad, la falta de determinación de responsabilidad es especialmente significativa en casos de asesinatos en el contexto de protestas y durante operaciones de seguridad, así como en denuncias de tortura y malos tratos y violencia de género".
Sobre el accionar de las fuerzas de seguridad del régimen de Nicolás Maduro, el reporte contabilizó 1.324 muertes entre enero y mayo de 2020 en el marco de "operaciones de seguridad". Según el detalle, las FAES fueron presuntamente responsables de 432 muertes, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de 366 y la Guardia Nacional Bolivariana de 136.
Argentina expresó su preocupación por los derechos humanos en Venezuela y pidió elecciones transparentes y creíbles
Bachelet hizo un llamado al Gobierno de Nicolás Maduro para que "emprenda y complete las reformas anunciadas al sistema de justicia para garantizar su independencia e imparcialidad".
También instó a que se detengan de inmediato "todos los actos de intimidación, amenazas y represalias de los miembros de las fuerzas de seguridad contra familiares de víctimas de violaciones de los Derechos Humanos que buscan justicia".
El Arco Minero del Orinoco
El informe presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU dedica un capítulo entero a la explotación y abusos en el Arco Minero del Orinoco, una de las áreas más ricas en recursos minerales de Venezuela. Allí la violencia causó o al menos 149 muertos desde 2016.
La investigación, expuesta Bachelet, destaca que los mineros de la zona "están atrapados en un contexto generalizado de explotación laboral y altos niveles de violencia" por parte de grupos criminales que controlan las minas y que se hacen llamar "sindicatos".
El informe indica que esos "sindicatos" aplican castigos crueles a quienes infringen las reglas que ellos imponen y sacan beneficios económicos de todas las actividades en las zonas mineras, incluso recurriendo a prácticas de extorsión a cambio de protección.
Mantienen sus actividades ilegales y su control de la zona, donde deciden quién puede entrar o salir, a través de un sistema de corrupción y soborno que incluye pagos a comandantes militares, añade el documento.
Las condiciones de vida de muchos de los mineros son pésimas. En su mayoría, los trabajadores llegan de otras regiones venezolanas, empujados a emigrar por la crisis económica en el país.
Trabajan en turnos de 12 horas, descendiendo a los pozos sin protección alguna, y están obligados a pagar entre el 10 y el 20 % de lo que obtienen a los grupos criminales, a lo que debe sumarse hasta un 30 % para los propietarios de molinos donde se trituran las rocas para extraer minerales.
El Arco Minero del Orinoco, situado en el centro del país y repartido entre los estados de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, cuenta según los estudios con al menos 7.000 toneladas en reservas de oro, cobre, diamante, coltán, hierro, bauxita y otros minerales.
Los mineros allí viven en zonas sin agua corriente, electricidad o servicios sanitarios, donde se ha registrado un aumento de los casos de malaria no sólo entre inmigrantes sino también en comunidades indígenas locales.
Estos habitantes oriundos y los mineros también han sufrido casos de envenenamiento por mercurio, elemento utilizado para separar el oro de otros minerales, altamente tóxico y que contamina tanto a través de los gases que genera el proceso de separación como por filtraciones al suelo y los ríos de la zona.
Trabajo infantil y amputación de manos
El informe denuncia que chicos, algunos menores de diez años, trabajan también en las minas, y que desde 2016 ha habido en la zona un fuerte aumento de la prostitución y la explotación sexual de mujeres, incluyendo adolescentes.
Las 149 muertes recopiladas en el informe, registradas en los últimos cuatro años, fueron resultado de disputas por el control de las minas o por castigos impuestos por los grupos criminales, que incluyeron palizas, amputaciones de manos o hasta asesinatos.
Algunos de los cadáveres de trabajadores fueron arrojados a antiguos pozos mineros, denuncia la investigación, que señala que en algunos casos las fuerzas de seguridad estuvieron implicadas en incidentes violentos.
Bachelet pidió a las autoridades venezolanas que tomen medidas para terminar con la explotación laboral y sexual, desmantelar los grupos criminales que controlan las actividades mineras, y castigar a los responsables de las violaciones de derechos humanos.
EFE y dpa
jueves, 16 de julio de 2020
GUILLÁN, Julio Isabelino ( 1934 – 1997) - Biografía
Nació el 2 de octubre de 1934. Su
militancia comenzó quizás sin saberlo cuando era un muchachito del barrio de
Villa Devoto y su madre (Isabel González), una obrera de la fábrica de toscanos
“Avanti” en Villa Urquiza, cesanteada por una huelga del año ’19 y puesta de
ahí en más en las listas negras, le dijo: “Nene… Antes de que viniera Perón
perdíamos siempre los conflictos laborales, y cuando vino este hombre empezamos
a ganarlos”. Con anterioridad a encontrar su destino, Julio Isabelino Guillán
–Julio por su padre, Isabelino por su madre- vendió hielo y carbón, entregó
fruta a domicilio, fue repartidor de una carnicería judía y luego canillita.
Entró a trabajar en Teléfonos del Estado en 1956.
Al frente de
la mítica Lista Marrón, llegó a ser secretario general de la Federación de
Obreros y Empleados Telefónicos (FOETRA). Enfrentó desde su gremio con huelgas,
paros, movilizaciones y planes de lucha, a las dictaduras y los gobiernos
“débiles” manejados por aquellas, desde 1955 y hasta 1973. Fue sindicalista
combativo con la llegada al Movimiento Revolucionario Peronista (MRP). Pasó por
la cárcel en 1964 (gobierno de Illia) por un acto de apoyo a Perón y contra el
vandorismo, realizado en Parque de los Patricios. Y por festejar otro 17 de
Octubre públicamente durante el “reinado” de Onganía, nuevamente fue a parar
detrás de las rejas. Estuvo desde un principio al lado de Ongaro en la
conformación de la CGT de los Argentinos. Fue uno de los mentores del
“socialismo nacional”, adscripto a una Tercera Posición, en los principios de
los ’70: “La socialización deberá ser racional e inteligente, porque no
aceptamos ni la división internacional del trabajo en que nos encasilla el
imperialismo yanqui, ni la soberanía condicionada que nos ofrece la Unión
Soviética”. También se pronunció por la “nacionalización de todos los sectores
decisivos de la economía: petróleo, siderurgia, energía, transporte, bancos,
seguros, comercio exterior y de aquellas actividades que incidan en nuestra
independencia económica-financiera y estratégica”.
Durante la
última dictadura militar, por obra del decreto ley N° 1205 del Poder Ejecutivo
Nacional (PEN), de fecha 5 de julio de 1976, fue encarcelado por “vinculación
con la acción subversiva” algo tan falso como vago e impreciso, porque permitió
sacar del medio a un hombre que jamás había traicionado el mandato de sus
bases. Estuvo 6 años preso: Comisaría 47°, Devoto, U9-La Plata, Rawson, Sierra
Chica). Cuando volvió la democracia, junto a Alberto Piccinini de la U.O.M. de
Villa Constitución, fueron las cabezas visibles del flamante Encuentro Nacional
de los Trabajadores desde donde se apoyó críticamente al gobierno del Dr.
Alfonsín en lo que respecta al intento de reforma de la vida sindical. Preguntado
en 1984 en un largo reportaje que le hizo la revista “Humor” porqué se lo
acusaba de “subversivo” y de pertenecer al ala izquierda del peronismo,
contestó: “Si… creo que dentro del Peronismo, si usamos el criterio de
clasificación tradicional de izquierdas y derechas, nosotros somos la
izquierda. Somos la izquierda social porque representamos a los trabajadores…
nunca vamos a ser derecha, porque no tenemos que cuidar las empresas ni las
estancias (palo para los burócratas sindicales). Tenemos que cuidar nuestro rol
social, que es la individualidad débil pero fuerte en la solidaridad de
conjunto, para discutir un destino superior para nosotros, como trabajadores”.
El miércoles
4 de diciembre de 1984 ganó las elecciones del Sindicato Buenos Aires de FOETRA
(75% de los votos emitidos) y también retomó el liderazgo del gremio a nivel
nacional. Para esa época fue uno de los propiciadores de la participación
de los trabajadores en el directorio de las empresas lo que motivó una seria
puja gremial en el seno de los telefónicos habida cuenta de las privatizaciones
en marcha poco tiempo después. En 1987 se unió a los gremios más dialoguistas
para integrar el “Grupo de los 15”
que hizo una alianza con el presidente Alfonsín que derivó a su vez, en la
designación del lucifuercista Carlos Alderete como Ministro de Trabajo.
Con motivo de
su deceso a los 63 años por una descomposición cardiaca, el 16 de julio de 1997, el matutino
porteño “Clarín”, recordó sobre aquella coyuntura política de alianzas antes
mencionada que “ese alineamiento marcó el inicio de su viraje desde su
tradición combativa hacia posiciones más negociadoras. Fue en ese camino que,
luego, jugó para el menemismo. En 1989, incluso, decidió apostar por la
privatización de Entel cuando, hasta dos años antes, había sido uno de los
principales opositores al traspaso, con promoción de huelgas incluida. Pese al
cambio de opinión, protagonizó varios choques con la interventora de la empresa
telefónica, María Julia Alsogaray, principalmente por el precio de la venta,
que él estimaba cinco veces mayor que el calculado por la funcionaria. Los
grupos que se oponían a la venta de la compañía estatal telefónica le ganaron
el gremio en el ’90. Guillán fue designado por el Gobierno como Subsecretario
de Comunicaciones. Recuperó las riendas del gremio en agosto de 1993 (siempre
por el voto masivo de los afiliados, agrego yo)”. Sus restos fueron velados en
la madrugada del 17 de julio en la sede que FOETRA tiene en Perón 2629 de
Capital Federal.
**Roberto
Baschetti
Fuente: https://www.facebook.com/photo.php?fbid=130226128733981&set=gm.3469165083118401&type=3&theater&ifg=1
martes, 14 de julio de 2020
Reino Unido elimina Huawei de su red 5G…
Giro de 180 grados. La
decisión llega medio año después de que Londres autorizara a la compañía china
a participar en la construcción de un máximo del 35 % de las redes 5G en
territorio británico. La empresa china reaccionó y catalogó la medida de
"decepcionante y politizada".
El
ministro de Cultura del Reino Unido, Oliver Dowden, ha anunciado este 14 de
julio que el Gobierno británico prohibirá la compra de nuevos equipos para
redes 5G producidos por Huawei a partir del 31 de diciembre.
Además, el funcionario ha
señalado que los equipos y componentes de la compañía china ya instalados en
las redes 5G en territorio británico serán retirados para el año 2027.
"Esta
no ha sido una decisión fácil, pero es la correcta para las redes de
telecomunicaciones de Reino Unido, para nuestra seguridad nacional y nuestra
economía, ahora y de hecho a largo plazo", cita Reuters al ministro
británico.
Por su
parte, el ministro de Medio Ambiente, George Eustice, había declarado que el
contexto del uso de la tecnología de Huawei en el territorio británico "ha
cambiado ligeramente con algunas de las sanciones que Estados Unidos ha
impuesto" contra la compañía china.
El
presidente de EE.UU., Donald Trump, presionó en varias ocasiones al Reino Unido
para que vetara la participación de Huawei en la construcción de las redes 5G
en su territorio, pero en enero Londres autorizó a Huawei participar en la
construcción de un máximo del 35 % de las redes 5G en territorio británico.
No
obstante, recientemente se reportó que la compañía china enfrentará una
prohibición gradual para implementar este tipo de tecnología en el territorio
británico. Además, el Centro Nacional de Seguridad Cibernética de la Sede de
Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés) recientemente
informó al Gobierno que ya no podría garantizar el suministro estable de
equipos Huawei después de que EE.UU. impusiera nuevas sanciones a esta compañía
china.
La reacción de Huawei
Un
portavoz del gigante de telecomunicaciones chino Huawei ha tachado la decisión
del Gobierno británico de eliminar todos sus componentes de las redes 5G para
el año 2027 de "decepcionante" y "politizada".
"Esta decisión
decepcionante es una mala noticia para cualquier persona en el Reino Unido con
un teléfono móvil. Amenaza con llevar al Reino Unido a la línea lenta digital,
elevar las facturas y profundizar la brecha digital", ha
declarado."En lugar de 'subir de nivel', el Gobierno [británico] está
bajando de nivel y nosotros instamos a que lo reconsideren", ha subrayado,
añadiendo que la compañía sigue "confiando en que las nuevas restricciones
de EE.UU. no hayan afectado la capacidad de resiliencia o la seguridad de los
productos14 de Julio de 1789: La toma de la Bastilla, empieza la revolución
El asalto de la prisión parisina de la Bastilla es percibido como el origen de un movimiento que provocó la derrota del modelo de monarquía absolutista: la Revolución Francesa.
La de 1789 es, sin duda, una fecha que modificó el curso de la historia. La toma de la Bastilla, el 14 de julio de ese mismo año, se ha considerado tradicionalmente el inicio de la Revolución Francesa y, como tal, el punto de inflexión entre un mundo que agonizaba, el del Antiguo Régimen, y una nueva sociedad más libre e igualitaria.
Se trató de una circunstancia histórica excepcional, que quedó bien definida en un dibujo satírico de la época. En este, un burgués rompía las cadenas que le ataban y tomaba las armas ante el gesto horrorizado de un sacerdote y un aristócrata. Por si la imagen no fuera suficientemente expresiva, se acompañaba de un epígrafe aún más explícito: "El despertar del Tercer Estado".
En la Revolución Francesa fue crucial la toma de conciencia de un grupo social, la burguesía, en torno a su capacidad para convertirse en motor de la sociedad de su tiempo. Frente a su extraordinaria pujanza, los estamentos tradicionalmente privilegiados, el clero y la aristocracia, no tuvieron ninguna posibilidad de reconducir los acontecimientos, y a la monarquía, anclada en su inmovilismo, asistió atónito a su propio fin.
Los sucesos parisinos del 14 de julio de 1789 no fueron, pues, un hecho espontáneo ni obedecieron a una circunstancia puntual. Por el contrario, en ellos confluyeron una serie de causas internas y externas a la Corona francesa que tomaron cuerpo en las calles parisinas y las erigieron en símbolo de una nueva era: la que reconoció abiertamente la igualdad, la fraternidad y la justicia para todos los ciudadanos.
En enero de 1789, el abate Emmanuel Sieyès escribió un libelo que obtuvo rápidamente una enorme difusión para la época: Qu'est-ce que le Tiers État? En él se leía: "¿Qué es el Tercer Estado? Todo. ¿Qué ha sido hasta ahora? Nada". Era un toque de atención a la opinión pública y, sobre todo, a los estamentos privilegiados sobre el papel que reclamaba la burguesía en el seno de la sociedad francesa.
Apenas cinco años antes, el dramaturgo Beaumarchais había fustigado a la aristocracia en Las bodas de Fígaro, cuando el lacayo protagonista insistía en decir que "los nobles no se tomaban más trabajo que el de nacer". No eran dos voces solitarias. Respondían al pensamiento de una burguesía económicamente fuerte que había bebido intelectualmente de fuentes como Diderot, Voltaire y Rousseau, y que reclamaba un papel en la gestión pública del Estado.
Paradójicamente, la Corona francesa había apoyado a las colonias norteamericanas recién independizadas de Gran Bretaña.
A ello había contribuido en buena medida el ejemplo de las colonias norteamericanas recién independizadas de Gran Bretaña, a las que, paradójicamente, había apoyado la Corona francesa, deseosa de contrarrestar el poder de la isla vecina. Las colonias británicas habían culminado su pretensión de autonomía de la metrópoli gracias a la decidida voluntad de su burguesía.
Es probable que el proceso de aniquilación del Antiguo Régimen, de haberse movido exclusivamente en el ámbito ideológico, hubiera precisado de un ritmo mucho más extendido en el tiempo y sosegado en la forma. En 1789, Francia contaba con 26 millones de habitantes, buenos recursos naturales y una cierta hegemonía política reforzada por el triunfo alcanzado en América al apoyar a los insurgentes contra Inglaterra.
Sin embargo, la inversión en aquella guerra había originado un gravísimo problema financiero cuya carga soportaban los estamentos no privilegiados, o lo que es lo mismo, la burguesía y el pueblo llano. A esto se unió un largo período de malas cosechas, que desembocó en un alza desbocada.
La toma de la Bastilla
La apertura oficial de los Estados Generales se celebró el 5 de mayo de 1789 en el pabellón des Menus Plaisirs, en el recinto ajardinado de Versalles. La sesión fue presidida por los reyes, y el propio Luis XVI inició los parlamentos con un breve discurso que, para desencanto de los asistentes, no aludió en ningún momento a las tan esperadas modificaciones fiscales.
Algo similar sucedió cuando Jacques Necker, de nuevo ministro, tomó la palabra, porque anunció unas reformas que no parecieron contentar a nadie. Sin embargo, la calma reinó en la sala hasta el momento en que los diputados del Tercer Estado solicitaron llevar a cabo las deliberaciones –y la subsiguiente votación– en conjunto, y no por estamentos, tal como indicaba la tradición.
Contra la suma de los votos de los dos órdenes privilegiados, la única posibilidad para el Tercer Estado era lograr que prevaleciera su superioridad en número de diputados. A lo largo de mayo y de los primeros días de junio, la burguesía demandó inútilmente la unidad de la Cámara. Tanto el rey como los nobles consideraban poco menos que un sacrilegio discutir los asuntos de Estado en una única cámara, así que la burguesía solo consiguió que algunos –escasos– miembros del clero se añadieran a su grupo.
Por fin, agotada su paciencia, el 17 de junio los representantes del Tercer Estado se erigieron en Asamblea Nacional con el propósito de legislar incluso en materia financiera. La reacción del monarca no se hizo esperar. Presionado por los privilegiados, mandó clausurar la sala des Menus Plaisirs. Los parlamentarios del Tercer Estado optaron por recluirse en el pabellón parisino del Jeu de Paume (el Juego de Pelota), donde se comprometieron a no disolver la Asamblea sin haber otorgado una constitución al pueblo francés.
Cuando la Asamblea Nacional se concedió a sí misma el calificativo de Constituyente, Luis XVI contempló el fin de la monarquía absoluta.
Tras el célebre juramento que inmortalizó el pincel de Jacques-Louis David, los asamblearios continuaron la sesión. Luis XVI decidió adelantarse a las conclusiones que pudieran alcanzarse en el Jeu de Paume y anunció una serie de tímidas reformas mientras insistía en prohibir la reunión conjunta de los tres órdenes. Pero tales medidas eran insuficientes para el Tercer Estado.
Ante la firmeza de los representantes de la burguesía, Luis XVI no tuvo más remedio que capitular. El 9 de julio, cuando la Asamblea Nacional se concedió a sí misma el calificativo de Constituyente, contempló, impotente, el fin de la monarquía absoluta.
El estallido de la crisis
Paralelamente al trabajo de los diputados constituyentes, la intranquilidad crecía en las calles de París. Llegó a tales extremos que el rey, cediendo a las presiones de su entorno, concentró en la capital a un elevado contingente de tropas, al tiempo que destituía a Necker y a otros ministros liberales. Tales disposiciones no hicieron sino agravar la crisis.
Los bulos se multiplicaron: se rumoreaba que los aristócratas incautaban los suministros, envenenaban el agua y pagaban a bandidos y asesinos; que en breve el pueblo de París moriría de hambre. Como respuesta, el 13 de julio el pillaje se había extendido por la ciudad. Una multitud exacerbada se dirigió a la Maison Saint-Lazare, donde se hallaban reos culpables de delitos de deudas, asaltó la prisión y excarceló a sus internos.
Con el fin de controlar a las masas, desde el ayuntamiento el Tercer Estado decidió crear una milicia popular urbana. Solo había un problema: faltaba armamento. Para solucionarlo, el 14 de julio, a primera hora de la mañana, se asaltaron varios arsenales, entre ellos el del hospital militar de los Inválidos, y se incautaron 32.000 fusiles y una veintena de cañones. De regreso hacia el ayuntamiento, al pasar cerca de la Bastilla, la prisión pareció a los manifestantes el símbolo de la arbitrariedad real.
De Launay, gobernador del centro, intentó contenerlos con ayuda de la guardia. Sonaron los primeros disparos y, poco después, los cañonazos. Tras cuatro horas de combate, la fortaleza se rindió a condición de salvar la vida. Fue inútil. Las cabezas de De Launay y de algunos oficiales de la guardia fueron paseadas en picas y expuestas en el ayuntamiento.
Lo que podía haber sido un simple acontecimiento en el curso del movimiento revolucionario se consagró como el emblema de la victoria del pueblo contra los tiranos.
La Bastilla había sido tomada, y lo que podía haber sido un acontecimiento más en el curso del movimiento revolucionario se consagró ante sus contemporáneos y ante la historia como el emblema de la victoria del pueblo contra los tiranos.
Mientras tanto, en Versalles, Luis consignaba en su diario: "Martes, 14 de julio. Nada". La anécdota es célebre. Lo habitual ha sido interpretarla como muestra de la indiferencia del monarca ante lo que acontecía en París. Hay entre los expertos actuales quien duda de la validez de esta lectura. Según estas voces, se trataba de un cuaderno destinado a registrar los pequeños hechos de orden privado, como banquetes, cacerías o espectáculos, y ese "nada" tendría todo su sentido en esos términos
lunes, 13 de julio de 2020
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