martes, 13 de octubre de 2020
lunes, 12 de octubre de 2020
Comuna Argentina: para una nueva imaginación democrática
¿Lealtad a un Presidente no peronista? Necesitamos una nueva política sindical / Por Marcelo Peretta **
El 17 de octubre la cúpula de CGT respalda a un Presidente que termina su primer año de “gestión” con quinientos mil empleos registrados menos, cien mil empresas cerradas, paritarias congeladas, catorce por ciento de desempleo, dos millones de nuevos pobres, ochocientos mil contagiados y veintiún mil muertos con covid.
La central obrera,
que hizo silencio frente al severo perjuicio sufrido por los trabajadores
dependientes e independientes, ahora difama
la memoria justicialista respaldando a un Gobierno que estimula el pobrismo y
descree del mérito, siendo que el peronismo siempre estimuló el esfuerzo,
empezando por aquellos criollos, inmigrantes y campesinos mal pagos, sin oficio
ni calificación, para que se capaciten y conviertan en trabajadores
registrados, sindicalizados y bien remunerados.
Fue Perón el que otorgó
derechos reales a los trabajadores que se esforzaban: salario vital, aguinaldo,
vacaciones, turismo y salud. En cambio, el “albertismo” al que se apoya,
sostiene que el problema es la desigualdad y prefiere nivelar hacia abajo y
empobrecer a todos por igual.¿Quién le dijo al Presidente y a la CGT
que los trabajadores queremos ser iguales? Es una tiranía pretender que todos
seamos análogos. Quitarle a los ricos para darle a los pobres no es peronismo,
mucho menos sindicalismo. No se
enriquece a los pobres empobreciendo a los ricos.
El trabajador quiere ganar
más, comprarse casa, auto e irse de vacaciones; quiere diferenciarse, no que
todos sean igualmente pobres. El trabajador quiere trabajo registrado, no
subsidio; quiere dignidad no limosna. No se ayuda a la gente haciendo por ella
lo que ella debe hacer por sí misma. El desafío no es igualar trabajadores a la
fuerza sino aumentarles las oportunidades laborales, con una mirada ascendente,
no descendente.
Pero esta CGT, conducida casi
exclusivamente por sindicatos corporativos (Gordos), parece haber olvidado los
principios peronistas, y hoy está dedicada a sostener un modelo en que “los
trabajadores hacen que trabajan y los empleadores hacen que pagan”, porque
negocia con las corporaciones empresarias salarios bajos, insuficientes para
vivir, por lo que los empleados deben buscar otros medios de vida.
El gremialismo se aburguesó y
en lugar de mantener la libertad otorgada (y enseñada) por Perón, que era
militar por formación pero liberal por concepción, los dirigentes actuales
frenan la evolución, restringen la libertad, olvidan la democracia, impiden las
nuevas organizaciones y retrasan las modernas actividades.
La cúpula sindical actual es conservadora y subsidia a
funcionarios para acrecentar su poder y frenar la creación de nuevas
organizaciones sindicales, contradiciendo el artículo 14 bis de la Constitución
que establece que la “organización sindical debe ser libre y democrática,
reconocida por la simple inscripción en un registro especial”.
Los “Gordos” obstaculizan el
desarrollo de nuevas tareas como el “teletrabajo” y el “reparto”, que por
definición son nuevas actividades que necesitan sindicatos específicos, y las
convierten en meras nuevas “modalidades” laborales para engordar, aún más, las
obesas arcas de sindicatos creados hace más de ochenta años, cuando estas
nuevas actividades ni siquiera estaban pensadas.
La burguesía dirigencial
defiende un “modelo” sindical que convalida, por ejemplo, que los policías
monotributen -y mueran en funciones- sin una asociación gremial que los
proteja, a pesar de que el Ministerio de Trabajo tiene a la firma la
inscripción de los Sindicatos SIPOBA y SINPOPE, pero la Corte Suprema de
Justicia se opone, o que los enfermeros sigan precarizados e ignorados en su
condición de profesionales universitarios porque FATSA se niega a que los
Sindicatos SITRE y SUPDE obtengan su personería gremial.
La Cartera Laboral tiene más de mil expedientes de
inscripción o personería frenados por presión de los jeques sindicales. En lugar de permitir que el sindicalismo crezca y
multiplique la fuerza de los trabajadores con nuevas asociaciones, el viejo
sindicalismo sostiene, equivocadamente, que eso dividirá su potencia y ejerce
prácticas antisindicales que debilitan y alejan a los trabajadores de su
sindicato y de un empleo digno.
En el sindicalismo hay muchos peronistas pero poco
peronismo. Mucho sindicalista se dice
peronista, pero no lo es si se roba afiliados que no representa o llama a un
ministro para que le niegue la personería a un nuevo gremio. Los anarquistas le
pidieron a Perón por el status quo, pero el ex presidente rompió con esa
inercia de como estaban hechas las cosas.
Durante el primer gobierno de
Perón se crearon numerosos sindicatos y, sin embargo, mucho sindicalista que se
dice peronista se opone a esa libertad sindical al afirmar que el unicato es el
“modelo sindical argentino”. Pero eso es
falso, porque la legislación contempla tres tipos de sindicatos: de actividad,
de profesión y de empresa, y todos son necesarios. Los números contradicen
a los defensores del unicato sindical, ya que hay seis millones de trabajadores
no registrados.
El “modelo” sindical
argentino promueve olas de denuncias ante la OIT, porque los sindicatos
corporativos restringen la libertad de los pequeños sindicatos independientes;
por eso debe liberarse la creación de nuevas organizaciones, para que nazca un
sindicalismo sano, con Estatutos actualizados. Si el Estado no limita la
apertura y cierre de asociaciones empresarias, no corresponde que lo haga con
los gremios.
El peronismo está desvirtuado
por dirigentes con ansias de poder que se suben para conseguir algún cargo,
pero ser
peronista es bajar la pobreza, no administrarla, es aumentar la producción y empleo formal,
principalmente en el sector privado (por ejemplo, gas, minería, tecnología y
farmacología), no promover un subsidio para cada problema.
Es claro que las mejoras
laborales se debieron a los sindicatos, pero el conservadurismo sindical impide
la renovación dirigencial y el crecimiento del mercado laboral que permitirá
registrar y sindicalizar a nuevos trabajadores. Si el peronismo creó los
derechos laborales en Argentina, es el que hoy debe actualizarlos.
Necesitamos una enmienda
laboral que reconozca nuevas actividades y una política sindical que autorice
nuevos sindicatos, chicos y bien fiscalizados, que puedan negociar salarios con
las pequeñas empresas y cámaras generadoras de nuevos empleos, que también
están excluidas de las corporaciones empresarias. El desafío de estos nuevos
empresarios y sindicalistas es crear y mantener empleos genuinos.
Hay que avanzar hacia un nuevo sindicalismo, moderno y
flaco. Hay sindicatos con cientos de miles de afiliados que terminan entregando
los derechos en vez de protegerlos.
Un sindicato con menos de cincuenta mil afiliados es manejable y permite
representar mejor los intereses diferenciados de sus trabajadores, con menor corrupción porque tiene menos
caja.
También hay que abrir los
convenios laborales para actualizar las regulaciones y discutir nuevos
beneficios. Los convenios cerrados son una barrera para la registración laboral
y protegen a muy pocos trabajadores.
Los sindicalistas debemos
convencer a nuestros representados que la mejor forma de defender el trabajo es
yendo a trabajar, no quedarse en casa esperando el sueldo, como hizo durante la
cuarentena el setenta por ciento de los trabajadores estatales, dejando sin
atención esencial al resto, que sí pusimos el cuerpo a la pandemia. Hace falta
un neosindicalismo que le sume responsabilidades a los derechos laborales.
A 90 años del nacimiento de
la Confederación General de Trabajo, debemos promover una reingeniería sindical
y recrear al primer peronismo, el auténtico. Una CGT conducida por gremios Gordos no
sirve, porque solo beneficia a la cúpula que, paradójicamente, menos necesita,
y porque entrega derechos sindicales a cambio de caja para las obras sociales, y los argentinos necesitamos ambos: trabajo y salud.
Es probable que algunos
compañeros se enojen cuando lean estas líneas, o que reciba otra amenaza de
muerte del secretario general de CGT, Héctor Daer, pero no me preocupa mi vida,
sino la posibilidad de que gane un “Bolsonaro”, con votos suficientes para
matar a todo el movimiento obrero. Estamos a tiempo de limpiar, curar y fortalecer a
nuestro gremialismo.
Los políticos dicen que
quieren un nuevo sindicalismo, pero no se atreven a cambiarlo. Mauricio Macri
pregonaba una reforma laboral, pero terminó acordando con los mismos Gordos que
criticaba en campaña, y Alberto Fernández llegó diciendo que los trabajadores
seríamos parte de su gobierno pero convalidó reducciones salariales y de
aguinaldo y se aferró a una agenda global que dejará más gente en la calle. A
pesar de su sobreactuación y de la “prohibición de despidos”, ni los amparos
judiciales frenaron el tsunami de desempleo.
Me parece desleal con los trabajadores rescatar a un
Presidente cuyo plan es reducir el trabajo registrado, el valor del salario y
el peso del sindicalismo, y aumentar los niveles de pobreza, la pérdida de
libertades, y la rentabilidad de las organizaciones sociales.
***El autor es doctor en Farmacia y Bioquímica-UBA, secretario general del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos – SAFYB, Confederación General del Trabajo
sábado, 10 de octubre de 2020
Microsoft dejará a sus empleados optar por el Home Office en forma permanente
Microsoft dejará a sus empleados optar por el trabajo desde casa
en forma permanente
“Ofreceremos
tanta flexibilidad como sea posible para apoyar estilos de trabajo individuales”, dijo Kathleen Hogan, directora de recursos humanos
de la compañía que no espera reabrir sus oficinas en EEUU al menos hasta enero
de 2021
El
gigante tecnológico Microsoft dejará a sus empleados trabajar desde casa de
forma permanente si así lo prefieren,
reportaron este viernes medios estadounidenses, con lo que se convertiría en la
última empresa en expandir el teletrabajo más allá de las medidas de urgencia
por la pandemia.
El
portal de noticias The Verge dijo que la mayoría de los empleados de Microsoft
permanecen en casa en medio de una crisis sanitaria que se extiende y que la
compañía no espera reabrir sus oficinas en Estados Unidos al menos hasta enero
de 2021.
Pero cuando lo haga, los trabajadores
podrán elegir trabajar desde sus casas de manera permanente, cediendo el
espacio que era destinado a su oficina.
“La
pandemia de COVID-19 nos ha invitado a todos a pensar, vivir y trabajar en
nuevas formas”, dijo la directora de recursos humanos de Microsoft, Kathleen
Hogan, en una nota a los empleados obtenida por la página web especializada en
tecnología.
El
reporte de The Verge dice que los empleados necesitarán aprobación de sus
gerentes para trabajar de forma remota permanentemente, pero pueden pasar menos
del 50% de la semana fuera de la oficina sin aprobación.
Algunos
empleados no serán elegibles para acuerdos de trabajo remoto, como los que
trabajan en los laboratorios de Microsoft o aquellos que entrenan a otros
empleados.
En su nota, la compañía cofundada por
Bill Gates dijo que existe la posibilidad de que sus trabajadores se puedan
mudar dentro de Estados Unidos o quizás al extranjero, reportó The Verge.
Quienes
se quieran trasladar a otro lugar podrían sufrir recortes en sus salarios
dependiendo de a dónde se vayan y aunque la compañía cubrirá gastos para las
oficinas de los empleados en sus casas, no cubrirá aquellos relacionados con
mudanzas.
A
finales de junio, Microsoft tenía 163.000 empleados, 96.000 de ellos en Estados
Unidos.
Algunas grandes compañías del sector
tecnológico ya permiten acuerdos de trabajo remoto permanente, como Facebook,
cuyo jefe Mark Zuckerberg dijo que la mitad del personal de la red social
podría estar trabajando desde casa de forma permanente en los próximos
Con
información de AFP
viernes, 9 de octubre de 2020
Que pasa en tu OFICINA…??
Te invitamos a compartir TODAS las vivencias laborales en el Grupo Telefónicos en Facebook: Informas, nos informamos, opinas, opinamos, participas, participamos...el protagonista de la información sos vos!
jueves, 8 de octubre de 2020
El 7 de Octubre comienza el juicio contra el periodista australiano JULIAN ASSANGE.
El fundador del
portal WikiLeaks, de 49 años de
edad, podría ser extraditado de Londres a EE.UU., donde seguramente sería encarcelado de por vida. Su único
delito: haber revelado crímenes de guerra estadounidenses y el espionaje
global. Según la defensa del comunicador social y activista, una larga lista de
irregularidades y violaciones de derechos fundamentales deberían impedir su
extradición.
miércoles, 7 de octubre de 2020
No, no son los Backstreet Boys…
¿Se bancarían trabajar en las
condiciones que nosotros lo hacemos ?.
¿Se bancarian ganar lo mismo que
nosotros?
Que lindo es decir hagan esto y
estoy muy cómodo en mi oficina teniendo un buen pasar.
¿Si pierden la elecciones?, no
dudamos que se van a su casita a disfrutar la buena vida ya se aburguesaron muchísimo,
se olvidaron de sus raíces.
¿Compañeras y compañeros,
ustedes piensan que volverán a sus oficinas?
Fuente: Agrupación telefónica El Juglar
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martes, 6 de octubre de 2020
Enla encíclica 'FRATELLI TUTTI' el Papa Francisco pide un "mundo más justo"
En la encíclica 'FRATELLI TUTTI' el Papa Francisco pide un "mundo más justo"
La tercera encíclica de Francisco, firmada ayer en Asís y publicada hoy, denuncia que con "la pandemia se evidenció la incapacidad de actuar conjuntamente" y espera que aprendamos de ella para alcanzar más "fraternidad".
El papa Francisco denunció en su nueva encíclica "Fratelli Tutti" ('Hermanos todos') publicada este domingo (04.10.2020) que "la fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado" y que existe la necesidad de "rehabilitar una sana política que no esté sometida al dictado de las finanzas". Francisco firmó ayer en la ciudad italiana de Asís la encíclica, en su primera salida de Roma en siete meses por la pandemia.
Al término de la sobria ceremonia de ayer en la cripta de la basílica donde se encuentra el sepulcro de San Francisco de Asís, el papa argentino dio las gracias a los traductores del texto, escrito originalmente en español, pero con el título en italiano (idioma en el que se mantendrá invariable en la traducción de la encíclica en todas las lenguas).
Antes de llegar a Asís, fuera de programa, el papa visitó el monasterio de la monjas clarisas, en Spello, y luego la basílica de Santa Clara, para orar en la tumba de la primera discípula de San Francisco, fundadora de la orden y la primera y única mujer en escribir una regla de vida religiosa. Un gesto que resulta una suerte de respuesta a las críticas al título de la encíclica por parte de un grupo de teólogas que acusaron al papa de dejar de lado a más de la mitad de los miembros de la iglesia católica, es decir a las mujeres, las "hermanas".
Descarga la encíclica completa en formato PDF. https://www.aciprensa.com/pdf/enciclica-fratelli-tutti.pdf
Para leer la encíclica completa en ACI Prensa ingrese AQUÍ.
lunes, 5 de octubre de 2020
AJUSTE en el gasto social: Jubilaciones y pensiones perdieron entre 14,8% y 21,8% en tres años
AJUSTE
en el gasto social: Jubilaciones y
pensiones perdieron entre 14,8% y 21,8% en tres años
Es por la acumulación de diferencias
entre inflación y aumentos. Las mínimas tuvieron una recuperación parcial este
año, pero las más altas siguieron perdiendo.
En
los últimos tres años, las jubilaciones
y pensiones mínimas tuvieron una pérdida del 14,8% y las más altas un
retroceso del 21,8%. Las pérdidas comprenden a casi seis millones de
beneficiarios de este tipo de haberes, así como 1,6 millones de pensiones no
contributivas y otros 170.000 de beneficios de adulto mayor.
La
evolución este tipo de haberes para los próximos meses dependerá por un lado de
la inflación, pero también de la decisión del Poder Ejecutivo y también del
Congreso. Las opciones para los últimos meses del año son aplicar un nuevo
aumento por decreto o que para diciembre ya esté en vigencia una nueva ley de
movilidad, cuyo tratamiento empezó a ser debatido en las comisiones del
Congreso.
La
pérdida que tuvieron las jubilaciones y pensiones comprende a
casi 6 millones de beneficiarios y 1,6 pensiones no contributivas y 170.000
beneficios PUAM (Pensión Adulto Mayor), tuvo
el siguiente recorrido:
Con relación a septiembre de 2017, en el último trimestre de ese año, la inflación fue
del 6,1% y no hubo aumento de jubilaciones.
En 2018, ya con la nueva fórmula, la suba de los precios
ascendió al 47,6%, y los haberes aumentaron el 28,5%: un retroceso de 19,1
puntos.
En 2019, de punta a punta, los haberes aumentaron el 51,1%
frente a una inflación del 53,8%. Una pérdida de 2,7 puntos.
En lo que va de 2020, por el aumento diferenciado de comienzos de año,
hasta septiembre el haber mínimo aumentó 28,9% y el haber máximo 18,5%. Esos
diferentes porcentajes se deben a que en marzo el aumento fue un 2,3% más una
suma fija de $ 1.500 – achatando los haberes.
La
inflación en 9 meses, estimando un 2,6% en septiembre, rondaría el 22%. Así,
hubo una mejora de 6,9 puntos para los de menores haberes y una pérdida
adicional de 3,5 puntos para las jubilaciones más altas.
Estos
cálculos no consideran los bonos extraordinarios que recibieron los haberes más
bajos ya que los que ya se otorgaron – por un total de $ 13.000 – no se
incorporaron a los haberes regulares y, en consecuencia, sus efectos se diluyen
en el tiempo. Y si se los considera, ayudaron a reponer tan solo una pequeña
parte de la enorme pérdida de ingresos que tuvieron a lo largo de los dos años
anteriores, y no modifican el cuadro de haberes
actual.
Hacia delante, dependerá de si en
diciembre habrá otro aumento por decreto o ya estaría en vigencia una nueva ley
de movilidad.
©
Ismael Bermúdez
domingo, 4 de octubre de 2020
Fondo Compensador Telefónico : Aranceles para prestaciones odontológicas.
Informamos el cuadro de prácticas y aranceles para la cobertura odontológica del Fondo Compensador.
Fuente: Darío Quintanilla, Vice presidente del FCT. Secadjunta@sitratel.org.ar
sábado, 3 de octubre de 2020
La CGT sale al rescate de Alberto Fernández ***
Como nunca antes en los casi diez meses que lleva de gestión, la CGT condicionó su alianza con Alberto Fernández. "Es necesario desideologizar la agenda y ocuparse de los temas que preocupan a la gente", lo despidió al Presidente uno de los seis sindicalistas que lo visitaron en Olivos, hace tres semanas. A los pocos días el proyecto de reforma judicial se había desinflado, pero el oficialismo resolvió avanzar a ritmo de machete con el recorte de fondos a la ciudad de Buenos Aires y con el desplazamiento de sus cargos de tres jueces que investigaron a Cristina Kirchner en casos de corrupción.
Nada cambió desde aquella
tarde en la que el sol caía sesgadamente en los jardines de la quinta
presidencial. "Está claro que hay
dos agendas: la de Cristina y la de Alberto, que no sabemos cuál es",
cuestionó el jueves José Luis Lingeri en una reunión con diferentes sectores de
la CGT. Sorprendió el gremialista estatal de AySA con su discurso combativo. La
raíz de su enojo estaría en la disputa que mantiene con el ministro de Salud,
Ginés González García, por el financiamiento de las obras sociales.
Los gremios no son un actor
de reparto en la arquitectura de poder que imaginó Fernández. Junto con los gobernadores peronistas, el
sindicalismo clásico es la base de su respaldo desde que Cristina Kirchner lo
ungió como su candidato para desbancar a Macri. Lo pensó como contrapeso de
La Cámpora, según lo graficaron alguna vez un mandatario provincial del norte y
un dirigente de la CGT de su máxima confianza.
Con insistencia y preocupada
por la debacle económica que advierte, la cúpula de la CGT volvió a la carga
esta semana con su sugerencia de un giro, aunque esta vez con un tono más
crítico. Los destinatarios de los reclamos fueron el jefe de Gabinete, Santiago
Cafiero, y el ministro de Trabajo, Claudio Moroni. La CGT exigió reactivar el
músculo productivo del país cuanto antes y advirtió que, "a pesar de que a
Máximo Kirchner no le guste", avanzará en el trazado de una hoja de ruta
con la Asociación Empresaria Argentina (AEA). Es probable que surja otro
borrador conjunto focalizado en la creación de empleo, la capacitación y la
presión impositiva.
Enumeraron otros disgustos:
la parálisis de algunos ministerios (puntualmente, en el de Transporte, a cargo
de Mario Meoni, y el de Vivienda, de María Eugenia Bielsa); la urgente
necesidad de conocer un plan económico de contingencia ante la devaluación del
peso, y la postergación de la puesta en marcha de la mesa de diálogo económico
y social con empresarios, la Iglesia, movimientos sociales y la oposición. No
se lo dijeron a Cafiero y a Moroni, pero los dirigentes comenzaron a sentir una
gestión frágil y débil. Surgió así una propuesta: la CGT intentará moderar el
conflicto social y las paritarias con la condición de que el Gobierno gire
hacia un peronismo no kirchnerizado. ¿Será eso posible?
Gestos oficiales
Con pequeños gestos, Alberto
Fernández calmó por ahora la furia cegetista. Convocó para pasado mañana a las
principales cámaras empresarias y a la CGT para escenificar una reactivación
económica para la etapa que se avecina del aislamiento por el coronavirus. No
se sabe si el llamado es más por presión que por verdadero convencimiento del
Gobierno.
En paralelo, Fernández extendió todos los mandatos
sindicales vigentes hasta el 21 de febrero de 2021, incluido el de las
autoridades de la CGT. Héctor Daer y Carlos Acuña revalidan así automáticamente
su mandato tras el disgusto de comprobar que Hugo Moyano conserva intacto su
rol como interlocutor. La otra muestra
de cercanía fue aceptar encabezar el acto peronista del 17 de octubre desde la
sede de Azopardo. Se realizará en el salón Felipe Vallese, en el primer
piso, y el equipo de Presidencia facilitará la plataforma tecnológica para que
Fernández, desde la CGT, se comunique virtualmente con las seccionales del
interior. No habrá una masiva movilización callejera. La organización quedó en
manos de Cafiero y Andrés Rodríguez, que en medio de estas tratativas aceptó
sin conflicto un aumento salarial de 7% por dos meses para los estatales.
Con la asistencia del
Presidente confirmada, los gremios buscarán ahora que la liturgia peronista no
se convierta en un mero acto de respaldo al Gobierno. Difícil. En el debate
sindical, un dirigente ironizó: "Así como nosotros no vamos al Patria, no
creo que Máximo Kirchner venga a la CGT". Las heridas aún no cerraron
después de que el hijo de Cristina criticara duramente el pacto con la Unión
Industrial para rebajar salarios a cambio de conservar el empleo. Así y todo,
en la CGT reservarán una silla en el estrado por si aparece Cristina. También
habrá otra para Máximo, por las dudas. La rebeldía es todavía un espejismo.
***Por: Nicolás Balinotti - LA NACION