Pérsico,
Menéndez y Depetri son algunos de los que se convirtieron en funcionarios y
seguirán manejando organizaciones sociales. “En vez de estar en la calle
reclamando, vamos a utilizar ese tiempo y energía para buscar soluciones",
dijo Navarro, del Movimiento Evita y a cargo de una Secretaría en la Jefatura de Gabinete
Alberto Fernández cumplió con
una de sus primeras promesas de campaña: que integrantes de organizaciones
sociales accedan a espacios de poder en el gobierno nacional. Si bien no fueron
nombrados al frente de un ministerio, como aspiraba Juan
Grabois, el fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos
(MTE) y de la
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular
(CTEP), las primeras líneas de los principales grupos piqueteros accedieron a
puestos relevantes. Emilio Pérsico,
Fernando “Chino” Navarro, Daniel Menéndez y Rafael Klejzer son sólo
cuatro nombres que marcan el peso específico y las cualidades de movilización
que tiene cada uno de los elegidos. Todos continuarán desempeñando las
funciones que tenían en sus agrupaciones.
¿Esta doble función, de dirigente
social y funcionario, ayudará a desactivar la movilizaciones que podrían
inquietar a la administración del Frente de Todos?
Quien mejor responde a ese interrogante es Fernando “Chino” Navarro: “Ahora, cada uno de nosotros, va a poder trabajar para la gente desde el Poder Ejecutivo Nacional”, razona ante Infobae y destaca: “Vamos a poder tomar decisiones inteligentes para ser parte de la solución, no del problema. En vez de estar en la calle reclamando, vamos a utilizar ese tiempo y energía para buscar soluciones a problemas dramáticos como el hambre, la indigencia, la falta de trabajo y de vivienda”, sintetiza desde su despacho del primer piso de la Casa Rosada.
Navarro, que integra la conducción nacional del Movimiento Evita, fue designado como secretario de Relaciones Políticas y
Parlamentarias, un área del organigrama de la jefatura de Gabinete, a cargo
de Santiago Cafiero.
Su objetivo principal es coordinar la relación del Poder Ejecutivo
con el Congreso de la
Nación.La tarea fundamental del exdiputado provincial por el Frente para la Victoria será la
de llevar adelante el diálogo con la oposición parlamentaria y las
presentaciones del nieto de Antonio Cafiero en la Cámara de Diputados y de
Senadores, tal como marca el artículo 101 de la Constitución Nacional ,
modificada en 1994.
Navarro explica que llegó a
ese cargo por su relación con el presidente Fernández.
El dirigente social fue uno de los mejores voceros que tuvo el
Frente de Todos en los medios de comunicación durante la campaña electoral que
llevó a Alberto Fernández al sillón de Rivadavia. Adonde lo invitaban, él se
hacía presente para dar el debate sin importar si su interlocutor estaba a
favor o en contra de las ideas que sostiene desde hace décadas.
El Movimiento Evita en el cual abreva el
exdiputado, y cuyo secretario general es Emilio
Pérsico, maneja casi 400.000 planes
sociales y asiste a 1.500 comedores y merenderos a lo largo y ancho del
país. Es la organización social más importante que forma parte de la CTEP, estructura que se sostiene sobre tres
pilares fundamentales: el Movimiento Evita, que lideran Pérsico, Navarro y el
diputado nacional Leonardo Grosso; el Movimiento de Trabajadores Excluidos
(MTE) que conduce Grabois, y el
Movimiento Popular La
Dignidad , comandado por su secretario general, Rafael Klejzer.
También forma parte de la
CTEP la Corriente
Clasista y Combativa, cuyo referente es dirigente del Partido Comunista
Revolucionario y diputado nacional, Juan
Carlos Alderete.
Una de sus caras más visibles es Esteban
“Gringo” Castro, un dirigente del Movimiento Evita. Castro, quien por ahora
no accedió a un cargo en la administración pública, mantiene vínculo muy
estrecho con Daniel Arroyo, el
ministro de Desarrollo Social. Es, además, el poderoso secretario general de la UTEP , el sindicato de la
“economía popular”, que podría alcanzar un número de 500 mil afiliados, y
esposo de la actual intendente de Moreno, Mariel
Fernández, quien llegó a ese cargo desde el Movimiento Evita. Ambos son muy
cercanos a Pérsico.
Justamente
Pérsico fue designado como secretario de
Economía Social, una dependencia del ministerio de Desarrollo Social que es
clave para aplicar el Plan Argentina contra el Hambre. A diferencia de Navarro,
por ejemplo, el
nombre de Pérsico fue consensuado para ocupar ese cargo por la mayoría de las
organizaciones sociales. Esto habla de la legitimidad que tiene
el hombre del Movimiento Evita entre los sectores más postergados del país y su
compromiso, como él mismo sostiene, para “buscar soluciones urgentes al hambre
y la pobreza que dejó el macrismo en el país”.
Este dirigente social, junto a Grabois, son dos representantes de
los movimientos barriales de estrechos vínculos con el papa Francisco, quien en
varias oportunidades los recibió en el Vaticano. El líder del Movimiento Evita
será secundado en el cargo por el coordinador nacional del movimiento Barrios
de Pie, Daniel Menéndez, quien fue
nombrado subsecretario de Promoción de la Economía Social y
Desarrollo Local.
Menéndez es referente nacional del partido SOMOS, que lidera la
titular del INADI, Victoria Donda, y
coordinador nacional del Movimiento Barrios de Pie.
Con la llegada de estos dirigentes a puestos clave del Estado, el Gobierno
marca su clara intención de sumarlos a la toma de decisiones y al trabajo para
revertir las consecuencias económicas del ajuste del gobierno anterior.
Estos sectores durante la presidencia de Mauricio
Macri fueron de los que más se manifestaron en las calles porteñas,
pero también en las del interior del país.
Rafael Klejzer, otro nombre con volumen
propio dentro de las organizaciones barriales y sociales, fue designado en la
cartera que comanda Arroyo, en este caso como director
de la Secretaría
de Economía Social. Klejzer pertenece al Movimiento Popular La Dignidad y es secretario
de la Confederación
de Trabajadores de la
Economía Popular (CTEP) Capital. El principal referente de
ese espacio es Juan Grabois.
La figura de este piquetero saltó a la
primera plana cuando en septiembre del año pasado, junto a un grupo de
militantes, protagonizó la toma de varios shoppings porteños para reclamar la
emergencia alimentaria.
La metodología fue tan cuestionada que hasta Grabois se despegó de
la protesta en los centros comerciales. Horas después, el actual funcionario reconoció su equivocación
y pidió disculpas. “Nos equivocamos, fue un error”, dijo.
Los dirigentes sociales no sólo aterrizaron en Desarrollo Social. Edgardo Depetri, por ejemplo, desembarcó en
el Ministerio de Obras Públicas de la
Nación que encabeza el exintendente de San Martín Gustavo Katopodis. Estará a cargo de la subsecretaría de Obras Públicas de la Nación.Depetri es
dirigente nacional del Frente Transversal Nacional y Popular, una de las
organizaciones piqueteras más leales al kirchnerismo.
El exconcejal de Lanús, se muestra muy activo en la función
pública. A los pocos días de asumir el cargo se reunió con Mario Cafiero -tío
del jefe de Gabinete- y titular del Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Nacional (INAES), para coordinar las tareas con vistas a la
implementación de políticas que favorezcan el trabajo de las cooperativas en el
ámbito de la obra pública. Depetri dice reconocer “el valor agregado que el
trabajo asociado trae a las comunidades y el impulso al mercado interno que generan
las entidades de la economía social y solidaria”.
En esa
dirección, el jueves pasado, el presidente Fernández, junto al ministro
Katopodis y, entre otros, el gobernador Axel Kicillof y Malena Galmarini,
titular de la empresa estatal AySA, presentó el “Plan Argentina Hace” que “es
integrador porque las obras serán hechas por los propios vecinos”, tal las
palabras expresadas por el jefe del Estado.
El plan contempla una inversión de
$8.500 millones y busca generar unos 20.000 puestos de trabajo que serán
ocupados en partes iguales por hombres y mujeres.
Depetri, que perdió las elecciones a la intendencia de Lanús
contra Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio), que fue reelegido, es un
ferviente impulsor de la realización de pequeñas obras a través de las
cooperativas barriales.
En la reunión que compartió con Mario Cafiero analizaron, entre
otros puntos, datos estadísticos que maneja el ministerio de Arroyo pero que a
él no le son lejanos: en el país, el 60%
de los niños y adolescentes es pobre. La pobreza general alcanza a un 40% de
los ciudadanos y un millón y medio de jóvenes no estudia ni trabaja. A
esto se le suma una marcada baja del consumo de leche y un 20% más de gente que
asiste a los comedores debido a los altos costos de los alimentos.
Miguel Gómez es un activo militante social casi desconocido para el gran
público y fue designado titular de la Secretaría
de Agricultura Familiar (SAF) de la
Nación , que depende del Ministerio de Agricultura,
Ganadería y Pesca de la Nación ,
a cargo de Luis Basterra.
Gómez proviene de las organizaciones campesinas: integra el Mocase
Vía Campesina, una organización que también forma parte del Movimiento Evita. Y
es el principal referente del Frente Agrario Evita.
Como Pérsico, llegó a la función pública impulsado por la
totalidad de los movimientos campesinos que entendieron en su figura la mejor
expresión de las necesidades que pasa ese sector.
“Vamos a trabajar para que ningún
productor más deje la tierra”, dijo apenas fue
designado y planteó las principales premisas que guiarán su conducción para el
sector de los pequeños productores del país. “La
agricultura familiar como actora central de las políticas públicas”, un
punto que ya había adelantado Basterra al hacer públicos sus objetivos.
Consultado
por Infobae, Gómez entendió que “el
desarrollo integral de los pueblos indígenas va de la mano del relevamiento que
se debe hacer en conjunto con el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
(INAI)”, a cargo de la ahora exsenadora rionegrina Magdalena Odarda, y destacó
que su intención es “poder terminar con el relevamiento iniciado desde la
sanción de la ley 26.160 en 2006” ,
algo que hasta el momento no se completó.Entre sus prioridades también está la
reformulación de la Ley
de Arrendamiento Rural, que es del año 1948, y que seguramente generará
polémica entre los grandes grupos empresarios y terratenientes.
Gómez también anunció la urgente
necesidad de armar un programa nacional de entrega de tierras fiscales, el
impulso de la regularización dominial y el debate en torno de una ley nacional
de emergencia que frene los desalojos a las familias campesinas indígenas, algo
que también impulsa Odarda.
Quien aún no asumió pero que, según pudo saber Infobae, ya tiene un puesto asegurado
en el flamante Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, encabezado por
María Eugenia Bielsa, es Fernanda
Miño: será designada en la Secretaría
de Integración Socio Urbana.
Referente de la
Mesa Nacional de Barrios Populares, Miño pertenece al
Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que lidera Grabios.
La dirigente social es quien que
impulsó la ley de expropiación de 4416 villas y asentamientos y fue la primer
concejala de San Isidro -Unidad Ciudadana- que salió de la Villa La Cava. Sigue
viviendo allí, un hecho que le reconocen los vecinos del lugar.
Madre de cuatro hijas, ejerce la docencia -además de la
concejalía- en el único colegio del barrio, el Santo Domingo Savio.El patio de
la casa de Fernanda fue convertido, hace más de ocho años, en un centro de
apoyo barrial donde tres veces por semana se brinda apoyo escolar a los chicos
de la escuela primaria, y viernes y sábados a los de secundario.
A ese gran espacio que se llama “Embarriarte”, y que pertenece al
MTE, concurren unos 70 estudiantes a los que también se los ayuda con una
merienda ya que en la villa La Cava , la más grande de San Isidro, el hambre
hace tiempo ingresó para quedarse.
Estos son los “funcionarios piqueteros” que prometen no perder
espacios en sus organizaciones sociales y colaborar con Alberto Fernández a
buscar soluciones para los más necesitados, a los que dicen representar y
comprender por ser parte de ellos.
## Por Andrés Klipphan
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