martes, 11 de septiembre de 2012
lunes, 10 de septiembre de 2012
Propuesta de Telefónicos para el encuentro de la CTA de Empresas Privadas
domingo, 9 de septiembre de 2012
SOEESIT Mar del Plata: Votan los Telefonicos
Entre mañana y el martes 12 de define la conduccion del sindicato marplatense adherido a la Foeesitra .
Copia de
sábado, 8 de septiembre de 2012
F.O.E.T.R.A.: en MAR de LAS PAMPAS...
viernes, 7 de septiembre de 2012
Habrá dos Actos por el Día del Montonero: uno será del kirchnerismo
domingo, 2 de septiembre de 2012
IV Feria del Libro de Temática Peronista
jueves, 30 de agosto de 2012
miércoles, 29 de agosto de 2012
PAREMOS los AVANCES de TELEFONICA
Alternativa Telefónica - Lista Bordó - 18 de Marzo - Lista Dorada - El Juglar-
Lista Naranja - Lista Roja - Telefónicos de Pie - Telefónicos en Movimiento - Lista Violeta-Delegados y Activistas Independientes-
Coordinadora de Trabajadores Telefónicos
martes, 28 de agosto de 2012
Salario Mínimo: desde septiembre será de $ 2.670.- y a partir de Febrero $ 2.875.-
Tras diez horas de duras negociaciones en el Consejo se esperó a la Presidenta CFK para hacer el anuncio en el Ministerio de Trabajo. Se otorgará en dos cuotas: 16% en septiembre y 9% en febrero del año próximo.
Divulgo: http://fortunaweb.com.ar/2012-08-28-102675-el-salario-minimo-se-fija-en-2-785-recien-para-2013/
La Rerre, esputo alto / Caparrós Martin *
La operación, que supo ser rumor durante meses, se va clamorizando. Ya salieron a defenderla gobernadores e intendentes –soldados de quien sea que sea el jefe– que arguyen, a la peronista descarnada, que "si el pueblo lo quiere el pueblo debe tenerlo" y que "no permitir que la presidenta se presente es proscribirla". Son argumentos conocidos: ya los sostenía un tal Carlos Saúl. Y el segundo es patético por bobo, pero es un corolario del primero. El primero, eso de que el pueblo debe poder decidir si quiere Rerre, tiene un problema: esta república –tan mejorable– está basada en un principio más o menos filosófico: que hay reglas básicas consensuadas que se mantienen por encima de la voluntad mayoritaria de cada momento. ¿Eso está bien o mal? Yo creo que está bien: que esos principios existen para prevenir momentos de ceguera populista.
Se podría discutir. Y, para no usar los clásicos ejemplos de Hitler o de Mussolini, podríamos usar el clásico ejemplo de la pena de muerte. En la Argentina, desde hace décadas –y más en los momentos, como éste, de furia segurista–, las encuestas muestran una mayoría cómoda de ciudadanos a favor de la pena de muerte. Y, aún así, no se instituye el asesinato de Estado porque se supone que el principio del respeto a la vida está por encima de esa voluntad popular. ¿Está bien o está mal? Yo creo que está bien. La idea de que una misma persona no debe gobernar durante décadas es otro de esos principios fundadores. ¿Está bien o está mal? Yo creo que está bien. La Argentina no solo rechazó una de las formas de la monarquía, el gobierno de un rey: se supone que las rechaza todas. Monarquía quiere decir gobierno de uno. Que a ese uno o una lo legitimen un dios o una diosa o un pueblo o una puebla no cambia el hecho de que el gobierno de uno o una es un fracaso de cualquier idea o ideo de pluralidad social, de construcción política, de capacidad de autogestión de una sociedad.
Otros no están de acuerdo. Por eso salieron ahora los intelectuales comprometidos –e incluso casados– de la Carta Abierta que postulan, empecinados, que el mantenimiento de la presidenta en el poder es la única forma de continuar este proceso –que, parece, no resulta del esfuerzo de un partido o un movimiento sino de una señora: que no es nada sin esa señora. Debe ser triste aceptar que, tras diez años mandando, un grupo no ha sido capaz de crear las estructuras y energías necesarias para no necesitar desesperadamente a una persona. Debe ser triste tener que reconocer que, si no pudieron hacer eso, es difícil que puedan hacer cualquier otra cosa. Debe ser triste obligarse a olvidar que la famosa política, tan de vuelta, tan en el centro –de la nada– últimamente, consiste al fin y al cabo en formar conjuntos de personas que pretenden lo mismo: conjuntos, no rebaños; grupos de hombres y mujeres unidos por sus ideas, no seguidores que se desharían sino tuvieran a papá o mamá delante; ciudadanos, no súbditos.
Pero ése no es el tema. El tema es que, con distintos slogans, el gobierno impulsa su Rerre, y a mí me intriga que así sea. Porque, más allá de ciertas discusiones, proponerla sería el favor más grande que le podría hacer a esta oposición aturullada, embobecida que tan bien lo sirve.
Si la Rerre está realmente en juego, las elecciones legislativas de 2013 se volverán un campeonato interesante. Si esa votación –que, si no, sería casi banal– debe decidir si Rerre o no Rerre, los partidos opositores tendrían un foco común, esa prenda de unión que no tienen ni tienen por qué tener –porque son sectores distintos con proyectos distintos. Pero contra la Rerre sí: todos podrían unirse en ese punto solo, firmar un compromiso de que sus elegidos se opondrán a cualquier proyecto reeleccionario. Entonces, sin perder sus particularidades, todos esos partidos representarían al mismo tiempo el No de un plebiscito sobre la perpetuación de una persona en el poder. Y, así, transformarían una pinche elección de medio término en barricada contra una forma moderna de la monarquía.
Si el gobierno quería mejorar en el noble arte del esputo ascendente –vulgo, escupir para arriba– no podría haber imaginado nada mucho mejor. Digo: nada aceleraría tanto su descomposición como la propuesta de la Rerre. Porque, insisto, entrega en bandeja una causa a sus timoratos adversarios: "la República –con erre mayúscula, por supuesto– está en peligro", empezarán a decir los que siempre la pusieron en peligro, y también los que alguna vez incluso intentaron defenderla, y se sentirán intrépidos cruzados.
Y porque, al mismo tiempo, la propuesta obliga a sus aliados y seguidores y entenados a tragar otra píldora dura, a abundar en su abundante sapofagia, o a rebelarse de una vez y abandonarla: los pone entre la nada y la pared.
Unir y justificar a los enemigos, dividir y apretar a los amigos: hay que estar muy asustado, muy sin otros recursos para lanzarse en tal pendiente. Es preocupante: después de todo, manejan el país.Lo cual no significa que no haya que cambiar cosas de esta Constitución. La Constitución argentina de 1994 está llena de errores que merecen ser cambiados –aunque antes, también, está llena de aciertos que merecen ser cumplidos. Pero si quieren mejorarla, muchachos, toquen todo menos lo que no se toca: no habiliten otra vez la jefatura sin límites, la sumisión a una persona. No estamos bien, pero con un monarca siempre estaremos un poquito peor. Eso, creo, lo sabemos muchos.
Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es escritor y periodista, premios Planeta y Rey de España. Su libro más reciente es Los Living, premio Herralde de Novela 2011.
lunes, 27 de agosto de 2012
domingo, 26 de agosto de 2012
El Sec. Adjunto Habla del Acuerdo Salarial
Copiado de http://www.facebook.com/telefonicos.elfrente
sábado, 25 de agosto de 2012
CFK: Defendió a los militantes KIRCHNERISTAS en escuelas y cárceles
Dijo que van a esos lugares "con armas de la democracia". Y pidió "que los dejen vivir".
Luego de dos días de reposo a causa de un cuadro de lipotimia, la presidenta Cristina Kirchner reapareció ayer en un acto en la Casa de Gobierno… defendió la militancia de sus seguidores en las escuelas públicas, al tiempo que desparramó críticas contra el Banco Mundial y los medios de comunicación.
Cristina reapareció desde el clásico atril. Habló largos 50 minutos, en un acto convocado para rendir homenaje a los 179 años del alzamiento de Antonio "El Gaucho" Rivero en las Islas Malvinas, un peón rural que en 1833 lideró una revuelta contra la ocupación británica en que la izó una improvisada bandera argentina.
Con el discurso de que "a los viejos les molestan los jóvenes", y pidiendo "que los dejen vivir" y militar, la Presidenta volvió a defender la política partidaria que sus seguidores llevan a las escuelas públicas.
"Hay miles de jóvenes, pese al 0-800 que les quieren poner, que están descubriendo la política todos los días con mayores oportunidades de las que tuvimos nosotros", dijo en alusión a la línea que habilitó el gobierno de Mauricio Macri para recibir denuncias sobre la incursión de La Cámpora en las escuelas. "Son jóvenes que van a pintar escuelas, que van a las cárceles, que van a los barrios a militar con las armas de la democracia. No importa cuál sea la fuerza política a la que pertenezcan. Me siento muy orgullosa", exclamó.
Copiado de CLARIN Miente
jueves, 23 de agosto de 2012
Mismas convicciones, misma lucha / por Facundo Moyano
Felipe Vallese representa la Resistencia Peronista. A 50 años de su secuestro es justo resaltar su figura en nombre de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Felipe Vallese comprendió el peronismo y la dignidad que este les dio a los trabajadores. Con tan sólo 18 años fue elegido delegado metalúrgico, no sólo por su actividad gremial sino también por su lucha incansable por el regreso de Perón.
La Juventud Sindical rescató su figura hace dos años junto a Néstor Kirchner y lo vuelve a realizar hoy. Recordar de ninguna manera es un ejercicio individual, sino una tarea colectiva que nos proponemos como generación de militantes gremiales.
Héroe, mártir o militante serían adjetivos fáciles, pero debemos ser justos con Vallese. Y comprenderlo como un símbolo de la epopeya que fue la Resistencia. Para homenajearlo es necesario zambullirse en las entrañas del Movimiento Nacional del cual emergen las gestas populares, realizadas por hombres y mujeres anónimos que no tienen voz en forma individual. Queremos traer a uno de esos del montón, no a un mito. Felipe Vallese fue un joven peronista, delegado de base, hombre de su tiempo, hijo del Movimiento Nacional y hermano de millones de trabajadores de una generación, templada en la lucha y el sacrificio.
Recordar a Vallese es recordar a Gustavo Rearte, Dardo Cabo, Cacho El Kadri, Jorge Di Pascuale, Amado Olmos y miles de hombres y mujeres. Uno de los tantos que permitió con su lucha que se mantuviera viva la llama del peronismo. Recordarlo es revivir al pueblo insumiso, que viene peleando generación tras generación, adquiriendo conciencia, organizándose cuando se lo permiten y peleando cuando se lo niegan.
El ejemplo de Vallese demuestra algo que algunos prefieren esconder y es que la Historia, al final de cuentas, sólo pueden construirla los pueblos.