Licitado por Rodolfo Terragno y Raúl Alfonsín, la
primera llamada fue entre Carlos Menem y María Julia Alsogaray el 1° de
noviembre de 1989. Al principio el servicio era muy caro y tenerlo era símbolo
de status
La telefonía celular arrancó
en la Argentina
el 1° de noviembre de 1989, pocos meses antes de la privatización de ENTel. El
servicio comenzó en el Área Múltiple de Buenos Aires (AMBA). Era muy caro y
fundamentalmente para empresas, millonarios y aquellos que no conseguían líneas
fijas de la estatal Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel). También
había unos modelos especialmente diseñados para usar en autos, de gran tamaño y
conectados con un cable a la batería del automóvil. Todos eran de Movicom. Y el
proveedor tecnológico era Motorola.
Tener un Movicom era símbolo
de status. Podía ser el Modelo Vehicular, especialmente diseñado para usar en
los autos, de 1,2
kilogramo, que se conectaba con un cable a la batería
del automóvil; y el Modelo Transportable, que se podía llevar como un pequeño
maletín, de 4 kilos de peso -luego se transformó en el famoso ladrillo- y
usarlo en cualquier parte, con una batería que tenía una autonomía de uso de
dos horas.
En la Argentina la telefonía
celular comenzó seis años después que en los Estados Unidos, con un evento
protocolar en el que la interventora de ENTel, María Julia Alzogaray, llamó
desde las oficinas de Movicom con una valijita portátil al presidente Carlos
Menem, que se encontraba en la residencia de Olivos. El diálogo entre ambos
funcionarios se vio interrumpido por el ingreso en línea de los periodistas
Bernardo Neustadt y Enrique Llamas de Madariaga, que llamaron a Menem desde sus
programas radiales; hasta que la ingeniera Alsogaray los cortó, para continuar
con el acto protocolar y dejar en línea a Menem con el secretario de
Comunicaciones, Raúl Otero.
"Los inicios tenían más
que ver con la falta de líneas de telefonía fija, que con una necesidad de
movilidad. Yo fui uno de los primeros usuarios, en 1990", recuerda el
especialista Enrique Carrier. Y agrega: "Trabajaba en una empresa que
había puesto un aviso en un diario para promocionar una terminal de autoservicio.
Y el único teléfono que pusieron para esa oferta era el de Movicom. Así que yo
iba a todos lados con la valijita, esperando que la gente llamara ahí".
"Los primeros seis meses
fueron duros, con un desarrollo lento, alcanzando en mayo de 1990 la cifra de
3.000 suscriptores", aseguraban por entonces los voceros de Movicom. Para
noviembre, la empresa ya tenía 12.000 abonados. En los dos primeros años
llevaba invertidos US$ 60 millones y había conseguido 25.000 clientes del
servicio. En ese entonces, la compra del equipo básico de Movicom costaba US$
1.320 de contado (440 dólares por la conexión y 880 por el equipo de Motorola),
a los que había que agregar otros US$ 200 de depósito, que se reintegraban al
año de servicio.
Era la época en la que ENTel
no invertía casi nada y sólo instalaba muy pocas líneas telefónicas, a través
del Plan Megatel, que tenía un costo sideral por cada línea en servicio.
Hay vida más allá del celular
"El proyecto de traer la
telefonía celular a la
Argentina fue de Rodolfo Terragno, ministro de Obras y
Servicios Públicos. En 1988 se hace la licitación, bajo el gobierno de Raúl
Alfonsín, y al año siguiente arranca la prestación del servicio, ya con
Menem", explica Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones y actual director
de la empresa estatal Arsat.
La empresa que ganó esa
licitación fue Movicom, que "comienza a instalar antenas de telefonía
celular desde el microcentro para afuera", dice Aguiar. Y explica que
"les llevó por lo menos un año y medio instalar la red de antenas,
conseguir las terrazas, hacer los nodos", hasta que lanzaron el servicio
en noviembre de 1989.
La Compañía de Radiocomunicaciones Móviles, cuya marca era
Movicom, había participado en un concurso público internacional, convocado bajo
el gobierno de Alfonsín, a fines de 1987, para brindar en el AMBA el Servicio
de Radiocomunicaciones Móviles Celulares (SRMC). De ese concurso también
participaron otros tres consorcios liderados por SADE, Alcatel y Telefónica de
España.
La victoria de Movicom en esa
licitación se anunció en agosto de 1988. El consorcio ganador estaba formado
por tres empresas estadounidenses: el mayor operador de telefonía celular de
ese país, BellSouth (29%); su proveedor tecnológico Motorola (25%) y el banco
Citicorp (8%). Esas tres empresas se habían asociado con las locales
Socma/IECSA (Sociedad Macri, 18%), BGH (15%) y Astra (5%).
"Motorola era socia de
esa compañía porque había que invertir mucho en redes. Y Motorola tenía no sólo
la parte de los equipos, sino también la red de telefonía celular, así que
había integración de ambas puntas", dice Germán Greco, gerente general de
Motorola Mobility de Argentina.
Radiografía de la cultura joven: leen y van al cine
más que nadie
Es que BellSouth y Motorola
ya eran socios en los Estados Unidos, donde estaban expandiendo el servicio de
telefonía celular. Y parte de la inversión en la Argentina la hacían
ambas empresas, con financiación del Citicorp.
De hecho, el gerente de
Sistemas de Motorola, Martin Cooper, fue el primero en lograr hacer en una
llamada telefónica, en 1973, con un modelo Dynatac, que tenía el tamaño de una
caja de zapatos y pesaba casi un kilo. Diez años después se implementaron las
primeras redes celulares comerciales en los Estados Unidos. Y seis años después
en la Argentina.
En un año casi se triplicó la cantidad de teléfonos
celulares
El proyecto que había
presentado Movicom en la
Argentina, en 1988, contemplaba una inversión de US$ 220
millones, para tener 319.700 abonados de telefonía celular en el año 2004. En
esos 15 años, a ENTel le ingresarían otros US$ 171 millones, por el uso de la
red y alquiler de equipos troncales, según el proyecto que por entonces
presentó Movicom.
"En esa época era muy
caro tener un celular, así que había muy poca gente que podía tenerlo, era un
servicio muy de nicho. Y además no había competidores que hicieran otro tipo de
dispositivos, el 100% del mercado era Motorola. Fuimos los que impulsamos la
tecnología desde cero", asegura el titular de la filial local del
proveedor estadounidense.
En ese mismo 1988, cuando se
licitó la telefonía celular bajo el impulso del entonces ministro Terragno, el
gobierno de Alfonsín buscó dinamizar a todo el sector de las
telecomunicaciones, por lo que envió al Congreso un proyecto de ley para
transformar a ENTel en una sociedad de capital mixto, con participación estatal
y privada.
El 60% de los celulares ya es 4G y el auge del chat
desplazó a las llamadas y los SMS
En realidad, había un
preacuerdo con Telefónica, que estaba dispuesta a comprar el 40% de ENTel. Pero
el Congreso nunca lo aprobó, básicamente por dos motivos: la bancada radical no
había hecho suyo el proyecto; mientras que el peronismo se oponía férreamente a
privatizar cualquier empresa de servicios públicos, una postura que cambiaría
al año siguiente, con la llegada de Menem al gobierno.
En 1990 se privatiza ENTel.
Las dos empresas que ganaron esa privatización (Telefónica y Telecom) pudieron
ingresar al segmento de la telefonía celular recién en 1993, a través de
Miniphone, un operador integrado por ambos operadores en forma conjunta para
brindar servicio en el AMBA. Del mismo modo prestaban servicios de
comunicaciones internacionales, con Telintar, y transmisión de datos, vía
Startel.
En el interior del país, la
telefonía celular demoró cuatro años más que en el AMBA: arrancó en mayo de
1994, de la mano de CTI Movil. Telefónica recién lanzó su propio operador de
telefonía celular en marzo de 1996, con la marca Unifón, en el sur del país,
donde también prestaba telefonía fija; y en mayo de ese año comenzó a prestar
sus servicios Personal (Telecom) en el norte del país.
En 1999, Miniphone se dividió
en partes iguales entre Unifón y Personal. Ese mismo año Bellsouth compra la
totalidad del paquete accionario de Movicom, que pasa a llamarse Movicom Bellsouth.
Y en 2004 Telefónica compra la filial latinoamericana de Bellsouth, que cambia
su nombre y queda como Movistar. En ese entonces, la nueva compañía fusionada
tenía 3,6 millones de clientes, el 47% del total del mercado local. Una cifra
que superaba ampliamente los 319.000 abonados que había planificado Movicom
cuando presentó su propuesta para lanzar la telefonía celular en la Argentina.
Fuente ; Diario Clarin