Los rumores y las especulaciones ya comenzaron a tomar destino de construcción concreta. Obviamente no se expresará en voz alta. Scioli cuida las formas y ya sabe que no contará con la bendición presidencial, pero tampoco quiere provocar, aunque todo el tiempo lo provoquen a él.
Una de las determinaciones tomadas es que; si se intenta obtener el acuerdo parlamentario para reformar la Constitución, sus legisladores no votarán la reforma, aunque antes se haya hablado y supuestamente comprometido que esto no implicaría la re reelección. Y si la Presidente pretendiera bendecir un candidato, como por ejemplo al actual Jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina u otro, Scioli no aceptará otra vez una verticalidad que lo deje sin el destino que siente haber ganado a fuerza de silencio y obediencia. Claro que Scioli es más peronista que kirchnerista y eso hoy, en tiempos que en los actos de Cristina se escucha mas el rock que la marcha peronista, no parece muy perdonable.
Scioli no confía y los kirchneristas que sondearon su entorno para ver si aceptaría el apoyo presidencial para una reforma constitucional para la Provincia de Buenos Aires que le garantice la re reelección en la Provincia, se encontraron con un NO rotundo. Scioli hoy mide mejor que la Presidente y su estilo no confrontacionista tiene mejor inserción en la sociedad que la confrontación permanente.
Scioli no confía en las expresiones de supuestos acuerdos firmados para apoyar la reforma o cambio completo de la Constitución Nacional porque los Constituyentes una vez constituidos pueden desarrollar soberanamente su cometido y no cumplir los acuerdos o efectuar mecanismos indirectos que garanticen, bajo otras formas republicanas, el intento de continuidad de la Presidente Cristina Fernández. Allegados a Scioli confirman esta desconfianza y le asignan incluso que más que desconfianza es “certeza” de que no se cumplan los acuerdos. Uno de ellos nos señaló… “han incumplido tantos acuerdos y provocado tantos conflictos vía Mariotto, que no les creemos nada”.
Es en este contexto que Scioli continúa con contactos que presumen ser “secretos” pero que se dejan trascender para poder desmentirlos pero que al mismo tiempo sirvan de mensaje de marcado de cancha al cristikirchnerismo.
Alberto Fernández y De Narváez son parte de los contactos que Scioli viene desarrollando para unir el peronismo no ultra kirchnerista y ofrecer de esta manera a lo que algunos llaman “kirchnerismo histórico” una salida con cierta continuidad política y laboral para ellos. Una suerte de… “los soldados de Cristina NO, los seguidores iniciales de Néstor SI”.
El objetivo de Scioli es recuperar el carácter movimientista del peronismo sin el concepto de algunos kirchneristas cuando señalaran que el “kirchnerismo es una fase superior del peronismo”. Obviamente el cristikirchnerismo, la Cámpora, Zannini y otros del primer círculo de Cristina, están que trinan. Intentar encorsetar a Scioli y piensan que limitando o demorando sus fondos de coparticipación, puede dañar los objetivos de Scioli, pero saben también que, en el seno de una acción de este tipo, está el riesgo de que, eventuales desbordes en la Provincia se lleve puesta la gobernabilidad de Cristina.
Así, el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, recluta a peronistas alejados del Gobierno para que compitan en las elecciones del 2013. Cristina intentará armar las listas a su gusto y sin negociar prácticamente nada con Scioli. Todos coinciden que esta vez, Scioli dará batalla, aunque esa batalla signifique arreglar con Sergio Massa, con Francisco de Narváez y hasta con el mismo Felipe Solá. Alberto Fernández es una de las espadas externas que trabajan en ese sentido.
El intendente de Tigre Sergio Massa, que mide más que nadie en la provincia de Buenos Aires, no se hace ver por estos lados, donde todos lo dan como cabeza de la lista de diputados para 2013 y Gobernador en el 2015.Lo cierto y concreto es que no hay conflicto entre Scioli y Massa. Pretenden cosas distintas en tiempos distintos. Y si bien Massa también podría ser presidenciable, no tiene hoy el aparato que acompaña a Scioli y el cristikirchnerismo no lo siente como propio. De hecho, no lo es.
Lo que si es cierto es que Daniel Scioli ya está lanzado a la presidencial del 2015 aunque no lo exprese. Y aunque vaya al acto en Vélez y se banque algunos insultos de grupos ligados a la Cámpora. Él se seguirá mostrando encolumnado con la Presidente y hará oídos sordos a todas las directas e indirectas. Scioli espera y hasta ahora esperar le ha ido dejando servida en bandeja todas sus aspiraciones. Se muestra verticalista, aunque su verticalismo se explique más dentro de la esfera del peronismo que del cristikirchnerismo.
Hay quienes afirman que Scioli no es que ceda, solo retrocede para tomar envión. Falta poco para saber hasta donde aceptará el retroceso. La nueva agrupación legislativa bonaerense, la “Juan Domingo” pareciera haber marcado un límite que antes no existía.
(c) Lic. Rodolfo Patricio Florido
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